Revista de Cañamero nº 1 /2018 por Esteban Cortijo

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1 Cañamero

Escuela femenina en 1936

Revista de

Próximo número: Incluirá una cronología de acontecimientos principales acaecidos en Cañamero en los tres últimos siglos. La biografía de Fausto Maldonado que, aunque publicada, muy poca gente la tiene disponible en letra impresa. La información procedente de México relativa a los Hernández Gamino. Tenemos muchos temas por tratar: Belén, Santo Domingo, las bodegas, la caza, turismo … o lo que nos mandéis. Se admitirán recetas típicas de Cañamero.

Esta revista pide 2€ por ejemplar, que irán a beneficio del Hogar del Pensionista del pueblo. Puntos donde se puede adquirir:

Ayuntamiento, Estanco, Hiper Cañamero y Centro de Salud Las fotos que utilizamos algunas proceden de páginas en Internet relacionadas con Cañamero, muchas de las cuales, las de blanco y negro sobre todo, salieron del laboratorio de Esteban Cortijo Huertas, pero la mayoría son propias y de envíos de fotógrafos actuales que agradecemos profundamente, como Pedro Alfonso Diosdado, Juan Gil Montes, José y David Peña, Arsenio López, José Manuel Ávila y Davy Rubio Domínguez.

Revista de cañamero • nº 1 • 2018

2018


Sumario

Editorial. Carta del Director Ayuntamiento actual La Madrastra (Servando Rayo) Biografías Sancho Fernández de León, “El Cañamero” (Juan Gil Montes) La maestra de Jola (Juvenal de Vega y Relea) Francisca Durán Cuenca, La Molinera (La Redacción) José Fernández López (La Redacción) Francisco Collado Cortijo. Camino del centenario (La Redacción) Juan José Bau Morales, cantaor (Juan Diego Castro Vega) Mario Palacios Arévalo, torero (Juan Diego Castro Vega) Cartas Miguel Alía. Carta de Diego Canelada a Mario Roso de Luna Cartas desde México (Rodolfo H. Hernández Chávez) Historia Pregón de fiestas 2012 (Esteban Cortijo Parralejo) La infancia en la posguerra (Juan Luis Rubio Mayoral) Cañameranos muertos en Mauthausen (Araceli Arroyo Broncano) La Colonia Agrícola (Pedro Alfonso Diosdado) Publicado Descripción de Cañamero en 1843 (Widdrinton) y 1849 (Madoz) El Geoparque Villuercas – Ibores - Jara y la población de Cañamero (Estela Cortijo Cercas) Un habla de transición (Paco Audije) Cañamero entre los siglos VII y XVI (José Antonio Ramos Rubio) Saint Denis. El barrio moralo de Paris (Domingo Quijada) Creación El castillo de Cañamero (Mario Roso de Luna) El tesoro de la Cueva de la Mora (Pedro Pazos Morán) La Limpiasuelos (Raúl Solís) Memoria del corazón, recuerdo de esperanza (Marcelino Alfonso Diosdado) Cierro los ojos y veo (Juan Diego Castro Vega) Apuntes Casa de la imagen (Esteban Cortijo Parralejo) Molinos, batanes y martinetes (Máximo Ruiz Trinidad)

Edita:

Excmo. Ayuntamiento de Cañamero (Cáceres) Plaza España, 1, 10136 - Cañamero, Cáceres Teléfono: 927 36 90 02 general@canamero.es

Director: Esteban Cortijo Parralejo, Cronista oficial y periodista Imprime: Gráficas Romero Depósito Legal: CC-000209-2018 Si quieres colaborar escribe a:

cronistaoficialdecanamero@gmx.es o a soyescorpa@gmail.com

También, si no vas mucho por el pueblo y no nos vemos, puedes enviar cualquier aportación con una carta al Director de la Revista de Cañamero al Ayuntamiento. Los artículos publicados en esta revista, son de entera responsabilidad de cada autor. La revista no se hace responsable por el contenido de los mismos.

Romería de Pascua con la Virgen de Belén, patrona de Cañamero


EDITORIAL Carta del Director “Ni el pasado está muerto ni está el mañana ni el ayer escrito” “Todos somos hijos de una ciudad, villa o lugar; y todos debemos interesarnos por la gloria de aquella que quiso concedernos el cielo por patria”. Esto lo dejó escrito Francisco Mariano Nipo en 1771 en el inicio del primer volumen de su Descripción Natural Geográfica y Económica de todos los pueblos de España. He sido de los afortunados que han podido frecuentar siempre la tierra donde nací, porque nunca estuve demasiado lejos de ella y con los años algo se remueve dentro que nos impulsa a volver con más insistencia, incluso a poner un huerto. Se supone que lo de tener un hijo y escribir un libro ya lo resolviste. Ahora toca plantar un árbol y algunas tomateras. La historia es presentada como un fracaso, una gran mentira, un monstruoso malentendido a veces subrayado por traducciones-traiciones de por sí sospechosas... Esas falacias contrastan con la elaboración cuidadosa de los cuentos, cuya capa de investigación casi científica, casi detectivesca... presenta un intento de ordenarlo todo. Quisiera colocar la historia en una perspectiva interesante porque complementa el día a día. Con la capacidad recreadora del lenguaje y la imaginación, damos vida a eventos del pasado real del que apenas se conocen sus motivaciones, sus resortes. Maneja la historia más que como un hecho como una realidad abierta a toda posibilidad de invención. Los trabajos que se incluyen en esta revista de Cañamero y la misma revista tienen un valor metafórico porque en este pueblo las empresas colectivas son probablemente las causas directas de cierto orgullo de ser

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EDITORIAL • Carta del Director cañamerano como colectividad y una sensibilidad muy acentuada de la propia dignidad de cada uno de nosotros. Queremos con este esfuerzo ir más allá de la simple búsqueda identitaria y aportar datos y opiniones, nombres propios y acontecimientos con los cuales escribir la novela de las Villuercas, rescatar de lo vivido la narración de la historia que hay que escribir y aportarla para uso y gozo de los que quieren encontrarse cómodos con unos cuentos y leyendas propios, intentando salir de un tiempo y un espacio concretos aunque sea tentando a la belleza de la poesía y de la imaginación. La frase que abre este primer editorial “Ni el pasado está muerto ni está el mañana ni el ayer escrito” nos la dejó escrita Antonio Machado, español noble, discreto y comprometido. Puede ser magnífico lema para este primer paso de este camino que ahora empezamos en 2018, exactamente un siglo después de la terrible epidemia que se llevó a unos doscientos cañameranos, casi todos niños. Para servir a este objetivo los trabajos que aparecen en nuestra revista tienen un claro afán. Y es servir de modelo para otros similares que puedan venir de cualquier persona que tenga interés en todo los que concierna a nuestro pueblo y su gente. Incluso cuando son artículos procedentes de autores y tierras alejadas de nuestro pueblo, como es el caso del de Domingo Quijada que relata la ubicación de un numeroso grupo de sus paisanos de Navalmoral de la Mata en uno de los barrios más conocidos de París, se pretende mostrar un amplio abanico de posibilidades para que los ahora lectores se animen a ser autores ¿o no podemos decir lo mismo respecto de los emigrados cañameranos en la misma ciudad y en otras de Holanda y Alemania? ¿Y qué decimos de los que se fueron a Bilbao, Madrid o Barcelona? Este mismo afán late en todos los Sueltos que se insertan a lo largo de las páginas de este volumen buscando a quien con más o menos experiencia se atreva a dar cuerpo a lo que ahora aparece como sugerencia o ráfaga. Como es normal en publicaciones que nacen con deseos de continuidad también nosotros esperamos poder constituir el Consejo de Redacción donde estarían aquellas personas que más allá de una aportación ocasional quieran comprometerse con alguna reunión, búsqueda de nuevas aportaciones,

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elaborar ilustraciones, fotos y cuantos materiales sirvan para mejorar cada año estas páginas. Los defectos de este primer número esperamos eliminarlos en el próximo. Ahora es muy difícil tenerlo todo bien ajustado. Es de esperar que hayamos acertado con los nombres de las secciones y el estilo general del volumen, para mantener cierto aire de familia cuando hayan pasado unos años.

Suelto nº 1

Cañamero en la Biblioteca Virtual Extremeña 1. Masot Martínez, María Encarnación; Rodríguez Sánchez, Inés (1986) “La mortalidad en Cañamero”, Campo abierto: Revista de Educación nº 3 p. 51-66 2. García Arranz, José Julio et al. (2011) “La cueva Chiquita o de Álvarez en Cañamero Espacio, tiempo y forma”. Serie I, Prehistoria y Arqueología nº 4 p. 81-110. 3. Pérez Rubio, José Antonio; Monago Lozano, Francisco Javier (2005) “Una aproximación al estado del capital social en dos comunidades rurales en Extremadura: Logrosán y Cañamero, en Cuadernos de Geografía nº 78 p. 255-276 4. Ramos Rubio, José Antonio (2017) Cañamero. Puerta de las Villuercas Cáceres: Bodegas Ruiz Torres. 5. Cortijo Cercas, Estela; Pulido Fernández, Manuel (2016) “Percepción de la población residente en Cañamero acerca de Geoparque VilluercasIbores-Jara”, (Extremadura-España) Cuadernos de turismo nº 37 p. 93112 6. Soto Vázquez, José (2009) “Campañas de alfabetización rural en Extremadura: Cañamero 1950-1970”, Alcántara: revista del seminario de Estudios Cacereños nº 70 p. 125-141. 7. Cortijo Parralejo, Esteban: “Fausto Maldonado Otero. Cabrero, maestro, alcalde y apóstol” en Revista de Estudios Extremeños, 2017, Tomo LXXIII, N.º I 8. Cortijo Parralejo, Esteban: “Cañamero. Apuntes contemporáneos (1927/2017) en Revista de Estudios Extremeños, 2017, Tomo LXXIII, N.º II.

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AYUNTAMIENTO

Suelto nº 2

Limpieza y decoro de fachadas Arbitrio Municipal siendo alcalde Santiago Maldonado para que los vecinos no sean perezosos a la hora de procurar la limpieza y el ornato de fachadas.

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AYUNTAMIENTO

De izquierda a derecha

D. David Peña Morano (PSOE) Dña. Agapita Rubio Bravo (PSOE) Dña. Manuela Rodríguez Baus (Cañamero Avanza) D. Felipe Cerro Audije (Cañamero Avanza) Alcalde Sr. Secretario Municipal D. Juan Manuel Mayoral Peloche (PP) D. Miguel Estoquera Calderón (PP)

Ausentes:

Dña. Mª Carmen Cerro Rodríguez (PSOE) Dña. Mónica Plaza Juárez (No adscrita)

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Suelto nº 3

Va de setas El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Extremadura ha sido muy activo siempre. Ahora participa en la creación de un Foro público para servir a la sociedad civil en colaboración con otras asociaciones como el Club Senior y el Ateneo de Cáceres. La Sociedad micológica de Extremadura en sus inicios la formaban solo 7 socios, los 7 farmacéuticos, entre los que destacamos a nuestro paisano, Matías Rodríguez y al farmacéutico de Villanueva de la Serena, Sr. Chiscano. Parece ser que tras la invitación que hicieron a Santiago Hernández, fundador de ADENEX y su presidente durante 20 años, le ofrecieron ser el nº 8, cambiando los Estatutos, pero él pidió ser el nº 111 esperando que en poco tiempo se cubriese el resto de las plazas. Esperamos que así haya sido pues son muchas las actividades relacionadas con las setas que se organizan en centros educativos y sociedades.

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LA MADRASTRA Servando Rayo Hermoso

La historia de una ilusión que se hace realidad todos los días El deporte entre jóvenes y no tan jóvenes en Cañamero y en la comarca, tiene un nombre propio, La Madrastra. Agrupación Deportiva fundada a principios de los 90 por un puñado de aficionados al fútbol. Esta ha ido incrementado su labor por involucrar a los jóvenes en valores, disciplina y respeto y como no, vida saludable y compañerismo. Son pocas las Asociaciones como esta que sobreviven en localidades como Cañamero debido a la poca población y la dificultad para financiarse. Pero fue en 1.997 cuando tomó forma legal, inscribiéndose oficialmente en el Registro de Entidades Deportivas de la Junta de Extremadura, de este modo comenzaron las competiciones oficiales, por aquellos entonces, solo fútbol. En más de dos décadas esta agrupación ha sido la organizadora de infinidad de torneos de fútbol sala, gestión de equipos en las diferentes competiciones en las que han participado, a nivel comarcal, provincial y autonómico. Ha conseguido inscribir y hacer participar a más de mil jóvenes de diferentes edades, desde los cuatro, hasta los cuarenta años, como ha sido esta pasada temporada en categoría Senior, pasando por todas las demás, todo un logro para la población que tiene Cañamero. La pasada temporada conseguimos llegar a semifinales autonómicas en categoría Juvenil en fútbol sala, todo un éxito. Esta misma temporada, en categoría Benjamín, también en fútbol sala, hemos conseguido llegar a cuartos de final también en sala, con

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La Madrastra un puñado de niños de entre 6 y 10 años, ¡no solo un éxito para La Madrastra, lo vivido fue algo más intenso. Otra disciplina deportiva muy arraigada en esta agrupación deportiva es el BTT, bicicletas de montaña. En los últimos años hemos organizado algunas pruebas de diferentes niveles y alcance: de carácter autonómico, en sus variantes de Rally o Maratón, con una participación importante de corredores extremeños así como de Andalucía y Castila La Mancha, y si nos referimos a la última prueba celebrada en 2018, el OPEN de España COFIDIS BTT – Gran Premio Villuercas-Extremadura, ha sido hasta el momento la de mayor complejidad organizativa y mayor repercusión a nivel internacional, ya que está incluida en el calendario de la Unión Ciclista Internacional. Esta prueba fue la puesta de largo para La Madrastra que fue felicitada por los jueces, árbitros, federaciones y participantes, además de poner a Cañamero y a Extremadura en el mapa de esta modalidad y como paraíso natural. Sin la involucración de los responsables de la misma, las empresas, voluntarios, ayuntamiento, padres y madres La Madrastra no hubiera generado una expectación como la vivida, desconocida hasta ahora, que en estos últimos tiempos la está convirtiendo en el centro del deporte de la comarca de la Villuercas. En efecto, tanto por la cantidad como la calidad alcanzada en las competiciones celebradas y el nivel de la organización y la gestión, han sido muchos los deportistas de las localidades cercanas que han querido participar inscribiéndose en sus categorías de fútbol sala o compitiendo en las pruebas BTT, aportando un plus de crecimiento, admiración y amistad entre todas las persona que de un modo u otro, forman parte de ella.

Hay que destacar que La Madrastra carece de ingresos, subvenciones o asignación económica alguna. Básicamente se sustenta de la aportación

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de los socios, cuota insignificante que hace complicada la organización de pruebas y torneos. Puntualmente es el Ayuntamiento quien colabora generosamente, como las empresas locales y establecimientos, con alguna aportación para que pueda llevar a cabo esa labor tan importante que realiza entre los jóvenes, antes de Cañamero, y actualmente de la comarca. Son ya casi treinta años moviendo a los jóvenes y confiamos dar continuidad a este mismo empeño en otros deportes y disciplinas. Tras esta larga trayectoria en el mundo deportivo, La Madrastra confía en sus socios, pero espera la colaboración más activa de entidades públicas, ya que la labor que realiza, cada vez es más difícil debido a los medios y normativas que se exigen.

Suelto nº 4

En el semanario Cáceres Año I Número 17 de 2.9.1935 se da noticia de una carrera ciclista de Cáceres a Trujillo y vuelta, patrocinada por Orbea y donantes. El cañamerano Antonio Hernández Deneyto, aparece inscrito con el numero 4 en tercera categoría, individual. El día 9 aparece nueva información.

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Suelto nº 5

Publicidad En este primer número no hemos buscado publicidad pero para asegurar la continuidad de esta revista sería bueno dar esa oportunidad a las empresas, negocios y particulares que tengan interés en que insertemos algún anuncio. Damos aquí el precio que tendría la utilización de una página (400€), media página (250), un cuarto de página (150) y medio cuarto (50€). En el caso del cuarto podría ir en vertical o en un faldón horizontal ocupando todo el ancho de la página.

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SANCHO FERNÁNDEZ DE LEÓN, “El Cañamero” Juan Gil Montes (Profesor de Geología) 1.- Orígenes familiares: Sancho Fernández de León, llamado “El Cañamero”, nació en 1186 y murió en Cañamero, el 25 de agosto de 1220. Infante de León, señor de Monteagudo y Aguilar, alférez de su hermano el rey Alfonso IX de León, y gobernador de Montenegro y Sarria entre los años 1210 y 1218. Fue hijo del rey Fernando II de León y de su tercera esposa, la reina Urraca López de Haro. Sus abuelos paternos fueron Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y León, y su esposa, la reina Berenguela de Barcelona y los abuelos maternos Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya, Haro y Nájera, y su esposa Aldonza Rodríguez. Nació en el año 1186 fruto de la relación extramatrimonial del rey Fernando II de León con Urraca López de Haro, aunque un año después de su nacimiento, en mayo de 1187, sus padres contrajeron matrimonio, quedando de ese modo su nacimiento legitimado, a diferencia de lo ocurrido con su hermano García Fernández de León, que falleció antes de que sus padres contrajeran matrimonio. En mayo de 1187 el rey Fernando II, quien ya había enviudado dos veces, primero de Urraca de Portugal y después de Teresa Fernández de Traba, contrajo matrimonio con la madre de Sancho Fernández, Urraca López de Haro, a quien donó los castillos de Aguilar de Campoo y Monteagudo. La reina Urraca, que tenía conocimiento de que se acercaba el final de la vida de su esposo, quiso elevar al trono de León a su hijo D. Sancho, en perjuicio del infante D. Alfonso de León, hijo primogénito del rey y de la reina Urraca de Portugal. Para lograr su propósito, sostuvo que el nacimiento del infante Alfonso era ilegítimo, ya que el matrimonio de sus padres había sido anulado debido a los lazos de sangre existentes entre ambos cónyuges y al mismo tiempo, la reina propuso a su hermano Diego López de Haro que se rebelase contra el rey de León a fin de que su hijo Sancho llegase a ser rey

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BIOGRAFÍAS • El Cañamero tras la muerte de su padre, a lo que su hermano se negó, aunque le comunicó que si era amenazada por el infante Alfonso intervendría en el conflicto. Debido a esta situación familiar, el infante D. Alfonso de León abandonó la corte leonesa y decidió trasladarse al reino de Portugal, a fin de ponerse bajo la protección de su abuelo, el rey Alfonso I Enríquez, aunque, según algunas crónicas, no llegó a abandonar el reino de León, pues cuando se hallaba en la frontera tuvo conocimiento de la defunción de su padre y regresó a la corte para ser coronado Rey de León. La reina viuda se refugió en Castilla, donde reinaba Alfonso VIII, sobrino de su difunto esposo, y confió la tenencia de sus castillos leoneses a su hermano Diego López de Haro, aunque Alfonso IX de León, temeroso del poder de la familia Haro, pactó con su primo el rey Alfonso VIII y atacó las fortalezas que la reina Urraca poseía en el reino de León, apoderándose de ellas, después de un duro asedio en el que las guarniciones de ambas fortalezas se vieron obligadas a capitular debido a la falta de víveres. Posteriormente, su medio hermano el rey Alfonso IX de León le concedió los señoríos de Monteagudo y de Aguilar de Campoo, que habían pertenecido a la reina Urraca López de Haro, y en 1210 cuando el infante Sancho Fernández contaba solo con veinticuatro años de edad, le nombró gobernador de las localidades de Montenegro y Sarria. Respecto a la familia, Sancho Fernández contrajo matrimonio con su prima Teresa Díaz de Haro, hija de Diego López de Haro, señor de Vizcaya y conde de Haro, y de su primera esposa, María Manrique de Lara. Fruto de este único matrimonio del infante D. Sancho Fernández nacieron tres hijos: Diego Sánchez de León (1204-1260). Señor de Funes, Alba de Tormes y Salvatierra. Contrajo matrimonio con Teresa Gómez de Villalobos, hija de Gómez González de Aza y de su esposa Teresa Gil de Villalobos; María Sánchez de León (1206- 1240). Casó por primera vez con Pedro Fernández de Castro, “el Castellano”. Una vez viuda de su primer marido, que falleció en Marruecos en 1214, contrajo un segundo matrimonio con Gómez Enríquez de Deza, señor de Probaons y Vendos, e hijo de Enrique Fernández, primer señor de Probaons, y Lope Sánchez de León (1208-1235). Señor de Valenzuela, localidad cordobesa que fue conquistada a los musulmanes en 1235, un año antes de la conquista de la ciudad de Córdoba. Según antiguos genealogistas, contrajo matrimonio con Aldonza Rodríguez de León. Fue

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sepultado en la desaparecida iglesia de San Pedro de Valenzuela. 2.- La batalla de las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212): Años antes de esta batalla la península ibérica fue invadida por los Almohades, un fuerte ejército de norteafricanos con el fin de volver a recuperar los territorios que los reinos de taifas musulmanes estaban perdiendo irremediablemente. El arzobispo de Toledo, don Rodrigo Jiménez de Rada informó al Papa Inocencio III sobre el grave peligro de esta nueva invasión y pidió que convocara una Cruzada cristiana contra el invasor a lo que el Papa cedió y convocó una Cruzada similar a las de Tierra Santa. El rey Alfonso VIII de Castilla, pidió ayuda a los otros reyes cristianos españoles, entre ellos a Alfonso IX de León. Los reyes de Navarra y Aragón accedieron a ayudar al rey castellano, pero el rey de León no podía ir a una guerra sin el permiso de las Cortes Democráticas Leonesas. Convocadas las Cortes, los diputados accedieron a prestar la ayuda solicitada por el Rey castellano a condición de que éste cumpliera antes el Tratado de Tordehumos por el que Castilla se comprometía a devolver las plazas leonesas que ocupaba indebidamente. Ante la negativa de Alfonso VIII de Castilla de cumplir sus compromisos, el Rey de León no podía socorrerle. Imprudente decisión del rey castellano que corría el riesgo de ser derrotado por los Almohades con grave peligro para todos los cristianos. Sin embargo, Alfonso de León, dándose cuenta ello, permitió voluntarios para socorrer a los castellanos. El número de voluntarios leoneses, asturianos y gallegos fue muy grande, y el dirigente de este fuerte ejército fue nada más

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BIOGRAFÍAS • El Cañamero y nada menos que el infante Don Sancho Fernández, hermano de padre del Rey de León. La Batalla de las Navas de Tolosa fue muy importante para la Reconquista definitiva del territorio hispano, su gran mérito fue eliminar el grave peligro que representaban los Almohades para toda la cristiandad europea. Participaron hombro con hombro junto con sus hermanos castellanos, leoneses, navarros, vascos, aragoneses, catalanes y portugueses, en una heroica lucha para hacer retroceder la amenaza islámica venida de África. Pero hay otro aspecto que queremos hacer notar en esta biografía: El papel tan relevante jugado por la vanguardia del ejército cristiano capitaneada por D. Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, que figura abriendo la marcha, junto con su hijo D. Lope Díaz de Haro y su sobrino D. Sancho Fernández de León, en esa batalla tan fundamental para el futuro de toda la península. 3.- El ocaso de un héroe En 1218, el infante D. Sancho Fernández se enemistó con su medio hermano el rey Alfonso IX de León y abandonó su reino a fin de dirigirse al reino de Marruecos. Según se refiere en los Anales Toledanos II, se encaminó primero a la ciudad de Toledo donde reunió un numeroso grupo de hombres, que algunos elevan a la cifra de cuarenta (XL milites), a los que el infante Sancho comunicó que el rey de Marruecos les concedería algunas riquezas por acompañarle y la paga que recibirían les aguardaba en la ciudad de Sevilla. Después se dirigió, junto con todos ellos, por el llamado “camino sevillano”, atravesando las sierras de Las Villuercas por los Puertos de San Vicente, de Peña Amarilla y Puerto Llano, hasta llegar al castillo fronterizo de Cañamero, que en ese momento estaba abandonado y donde se aposentaron definitivamente olvidándose de su viaje a Sevilla. El infante D. Sancho fortificó el Castillo de Cañamero y desde allí atacó los territorios musulmanes y también las cristianos colindantes con la frontera, pretendiendo quizás crear un feudo castellano desde donde emprender la reconquista de las ricas vegas del Guadiana pertenecientes en ese momento al reino taifa de Badajoz.

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Pero el infante D. Sancho falleció el día 25 de agosto de 1220, a los treinta y cuatro años de edad, como consecuencia del ataque de un oso, que le destrozó cuando un día salió a cazar por las sierras de Las Villuercas. El día 27 de agosto de 1220, dos días después de su defunción, el gobernador musulmán de Badajoz se apoderó del Castillo de Cañamero y “descabezó” a los cuarenta compañeros del príncipe leonés que en él moraban. Después de su defunción, sus restos fueron trasladados desde el Castillo de Cañamero a la localidad palentina de Perales, en Tierra de Campos, donde recibieron sepultura en el desaparecido Monasterio de Santa María de Perales. Según el testimonio de José Pellicer, en el sepulcro aparecía representado el infante D. Sancho con un venablo en la mano peleando con un oso, hallándose adornado con los escudos del reino de León. El epitafio rezaba que allí se hallaba sepultado el infante D. Sancho Fernández, hijo del rey Fernando II de León y de su tercera esposa, Dñª. Urraca López de Haro, y que había sido muerto luchando por las garras de un oso en Cañamero en el año 1220. Unos años más tarde D. Alfonso Téllez de Meneses (m. en 1230), ricohombre de Castilla, conquistador de la comarca extremeña de La Siberia, se apoderó de los castillos musulmanes de Cañamero y de Muro, de gran importancia estratégica en el control de la cuenca media del Guadiana.

Suelto nº 6

Mensaje del Director de esta revista Tras varias convocatorias de reunión (celebradas tres) y bastantes mensajes enviados desde noviembre de 2016 a los amigos de la Revista de Cañamero, con el primer número ya en la calle, es un placer indicar que pienso convocar a los más interesados para constituir el Consejo de Redacción que ayude a mejorar, difundir y ampliar el área de actuación cultural en general y formativa en particular de estas páginas.

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BIOGRAFÍAS • El Cañamero

Suelto nº 6

Hojas sueltas como esta debe haber por las casas de Cañamero. Serían muy bien recibidas para próximos números de esta Revista en el Ayuntamiento.

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LA MAESTRA DE JOLA Juvenal de Vega y Relea

(Inspector de Primera Enseñanza, en El Sol, Madrid, 28.9.1921)

Jola es un pequeño pueblo anejo del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara. Tiene 115 habitantes y dista 13 kilómetros de la capital del Municipio. Para llegar a él es preciso hacer un penoso viaje a pie (que es lo más seguro) o a caballo, por veredas inverosímiles que van serpenteando en un terreno áspero de montañas pizarrosas, grises y hoscas… Jola no tiene servicio de correo, ni médico, ni botica, ni iglesia, ni cementerio; parece un pueblo olvidado y perdido en el angosto valle, donde está cobijado a la sombra de unos castaños corpulentos. Como aquella célebre aldea de la provincia de Güeldres, situada cerca de Winterowijk, Jola vive –o mejor, muere- con sus casucas misérrimas fuera de la órbita de la civilización; pero también como la aldeíta holandesa, Jola ha encontrado el camino de la salvación. Un día el alcalde de Valencia de Alcántara, D. Francisco Martínez Cabezas, quiso dotar de escuelas a la población diseminada de la campiña municipal. Los vecinos de Jola, a quienes correspondió una escuela mixta, recibieron, gozosos, la noticia: uno de ellos llegó a dejar su propia casa para que la ocupara la nueva maestra… Y Jola tuvo suerte, porque para desempeñar aquella escuelita modesta, asiento de tantas esperanzas, fue destinada una maestra joven, espíritu hermano del de Gabriela Mistral, en plena posesión del sentido social de su oficio… Y si la aldea de Gueldres tuvo su Oonk, “que hizo de un páramo triste un pueblo industrioso y rico”, Jola tiene a doña Antolina Durán Peloche, la gentil maestrita de todo el pueblo, porque a todos enseña y acoge, practicando aquel apotegma de Marco Aurelio: “entra hasta el fondo del alma de los demás, y deja que los demás entren también hasta el fondo de la tuya”, que es una fórmula de la más elevada pedagogía. La señorita Durán llegó a Jola en un frío y triste atardecer de invierno; se encontró con un pueblo donde se habla más el portugués que el castellano, con unos niños montañeses y analfabetos, que huían asustados de ella;

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BIOGRAFÍAS • La maestra de Jola con alejamiento totalmente indeseable y su temple heroico, se sobrepuso a aquella realidad inhóspita y empezó a trabajar… Muy pronto consiguió que la escuela se llenara de niños, que ya no huían de su maestra porque habían encontrado en ella la ternura de una madrecita… Muy pronto aquellos pequeñuelos aprendieron a leer, a escribir, a cantar, a reír… Y la joven maestra, con el prestigio conquistado entre sus mismos alumnos, se lanzó a mayores empresas. Reunió a las madres. Era preciso hacer surgir en aquellas niñas, alumnas suyas, el buen gusto en el atavío y con él la gracia de la feminidad. Había que suprimir aquellos moños y aquellos vestidos que daban a las niñas aspecto de viejas enanas. La maestra se comprometió a arreglar convenientemente cada día a una niña, cortándole el moño y haciéndole, con tela barata, una bata airosa y elegante… Y al poco tiempo la fisonomía del pueblo había cambiado, porque todas las niñas estaban transformadas, con sus melenitas cortas y peinadas y sus vestiditos estilo “de capital”.

De izquierda a derecha el primero es Pablo García Garrido, León Leal, García Crespo, Blas López y Juvenal Vega y Relea, autor del artículo. El penúltimo sería Francisco Audije Broncano. Foto de 1929

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Pensó después la señorita Durán que podían aprovecharse con fruto aquellas veladas interminables, pasadas al calor de los troncos de leña ardiendo en el hogar y a la mortecina luz del candil de aceite, y organizó unas grandes tertulias nocturnas, en las que hombres y mujeres de todas las edades oían hablar el casi olvidado idioma nacional; aprendían a rezar, escuchaban lecturas amenas… Y la maestra sigue cada día inventando una cosa nueva: un día, a visitar algunos domicilios, enseñando cómo se hace un guiso, cómo se cuida a un enfermo, cómo se cría a los niños; otro, organiza las excursiones domingueras, que recorren a pie unos cuantos kilómetros para oír la Misa en la iglesia más próxima; otro, disponiéndose a complacer a aquellos padres que le piden para sus hijos mozos un poco de enseñanza que los saque de la vergüenza del analfabetismo… La señorita Durán se convierte, en fin, en uno de aquellos apóstoles que, según Unamuno, hacen falta en España: “apóstoles del amor y de la vida”. Y tiene su recompensa, a falta de aquéllas de carácter oficial que le son debidas, en el mimo con que los habitantes de Jola la tratan y en el constante temor que expresan, buscando una negativa consoladora, con frases como ésta: “Usted se marchará pronto, “señora”; usted no va a querer estar siempre con nosotros!”

. . . . oo0oo. . . . Cinco años más tarde en el mismo periódico El Sol, Luis Bello publica sus artículos recorriendo la escuelas de España. En la página 80 del libro que recoge los dedicados a Extremadura (“Viaje a las escuelas de España. Extremadura”, Mérida, Editora Regional, 1994) escribe: “Hay aquí otro lugar, más bravío aún que El Pino, llamado Jola. Venía yo con la ilusión de conocer a una maestra excepcional: Antolina Durán, que realizó el milagro de transformar el pueblo, civilizarlo y dulcificar sus costumbres en poco más de un año. Habíamos leído –en El Sol- un artículo del inspector D. Juvenal de la Vega, dando cuenta de esta maravillosa mutación, realizada por una maestrita joven, casi una niña. Pero el rigorismo de la ley

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BIOGRAFÍAS • La maestra de Jola arrancó hace pocos meses de su escuela a la maestra de Jola; y el médico de Las Huertas me ha contado que la despidieron llorando las mujeres del pueblo. Esta vocación, tan clara, ha recibido como recompensa, en virtud de sus méritos, las gracias de Real Orden; pero ha ido a refugiarse a su pueblo, a Cañamero, tierra de buenos maestros, porque también es de allí don Fausto Maldonado, el maestro de Almoharín que fue elegido para dirigir la campaña de las Hurdes”. Unas páginas más adelante (p.113) dedica un claro elogio a don Pablo García Garrido que “ha hecho en dos años más obras que sus antecesores en todo el siglo”

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FRANCISCA DURÁN CUENCA. LA MOLINERA La Redacción Era el lunes 10 de septiembre de 1928. Una joven de 25 años, Francisca Durán Cuenca, fue cruelmente asesinada en la carretera que une Cañamero con Valdecaballeros, en la llamada cuesta de San Simón. Estaba recién casada con Leoncio Delgado, pastor en la dehesa La Parrilla de Castilblanco a donde se dirigía Francisca a llevarle comestibles. Ambos eran de Cañamero. Fue enterrada en el cementerio de Valdecaballeros y en el Libro de Defunciones del Registro Civil de esta localidad se inscribió su muerte cuatro días más tarde de los hechos. En la prensa de la época se puede seguir los detalles del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Badajoz en 1930: La Libertad y el Correo Extremeño. También se difundieron los detalles del crimen en romances de ciego: “la fatalidad dispuso que fuese el padre político de Francisca quien encontrase el cadáver, sufriendo la tremenda impresión que es de suponer, dadas las ostensibles pruebas de su barbarie que el criminal había dejado en él impresas” (La Libertad de 20.9.1928) Según escriben los autores del libro citado en la página 6, “para la prensa, para el desconocido autor del romance y para los vecinos de la comarca, el asesino fue Juan Leoncio Gonzalvo Sánchez, apodado “El Niño”, natural de Cañamero”, que, a pesar de ello, sería absuelto por falta de pruebas, aunque el fiscal pidió 20 años de prisión. El jueves 12 de julio de 1930 el Correo Extremeño edita una nueva crónica del desarrollo de la vista que se cierra hasta nueva orden citando a setenta y cuatro testigos y tres peritos para juicio que tendría lugar los días 28 y 29 de agosto. No hay coincidencia en las crónicas periodísticas a pesar de tratar unos hechos ocurridos dos años antes.

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BIOGRAFÍAS • La Molinera La familia de la joven vilmente asesinada levantó una cruz de hierro en el lugar de los hechos como recuerdo a la vista de cuantos viajeros la vieran, pero en 2005 una de las máquinas que arreglaban la carretera medio la enterró entre cascotes. Pedro Pazos recuperó la cruz, la llevó a Miguel el Herrero para que la restaurase y habló con el alcalde de Valdecaballeros para que la cruz volviera a su sitio. Así fue como el 31 de marzo de 2007, en presencia de los alcaldes de ambas localidades, Carlos Bravo y Miguel Ángel García Valmorisco, quedó instalada de nuevo la cruz como recuerdo de que el mal habita entre nosotros.

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Nº 1 - 2018

Se puede ampliar este texto en el libro del mismo título “Francisca Durán Cuenca. La Molinera” de Juan Rodríguez Pastor, Pedro Pazos y Pedro Alfonso Diosdado, Madrid, 2009. También se pueden consultar: Correo Extremeño de 28 y 29 de agosto de 1930 (p.9 y 10) El Cantábrico de 21-9-28 Diario de Alicante, 18.9.1928 Diario de Burgos 20.9.28 Heraldo de Castellón, 18.8.28 La Libertad, Madrid, 18.9.28, y 30.8.30. El Noticiero Gaditano de 30.8.30 El Pueblo, Valencia, 19 y 21.9.28 y 31.8.30

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BIOGRAFÍAS • La Molinera

Suelto nº 8

“Don Fausto était un maître, au sens complet de ce mot.”

Lo dejó escrito Maurice Legendre, hispanista fancés, autor de Las Hurdes: estudio de Geografia Humana (Editora Regional, Mérida, 2007) amigo personal de Unamuno, de Gregorio Marañón y de nuestro paisano.

(1890 -1935)

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D. JOSÉ FERNÁNDEZ LÓPEZ La Redacción No hace mucho tiempo me dijo Santiago Maldonado que siendo él alcalde de Cañamero más de una vez fue a ver a D. José Fernández para decirle que en el pueblo no había trabajo y sí mucha necesidad, y éste, aunque no hubiera nada especial que hacer, financiaba cientos de jornales a 12 ptas, que era lo que valía un pan grande, en El Pinar y otras fincas para evitar la hambruna. Después de la guerra civil adquirió las tierras que tenía por esta zona la Marquesa de la Romana parte de las cuales (tres grandes fincas en El Cubilar) las venderá a su vez a un bajo precio entre once nuevos propietarios. En el año 1951 empieza el vecino de Cañamero Juan Cuenca (le llaman Pedro) a trabajar para él y era uno de los dos que recogían los pesados saquinos de estaño de las minas y lo transportaban a la casa del Pinar desde donde salían camiones a Mérida. Suponemos que también a Europa pues José Fernández tenía una empresa de transportes por ferrocarril con acceso e instalaciones incluso en Inglaterra y otros países. Era, pues, el propietario de referencia en la zona, aunque no fuese residente. D. José Fernández López había nacido en Lugo el 8 de septiembre de 1904 y llegaba a Mérida a finales de 1935 para pujar por la explotación de su Matadero. Llegado a este punto, a pesar de ser (según escribe Juan Carlos López Díaz en el HOY del 27.12.2016) de familia liberal y galleguista, se vio obligado por el general Queipo de Llano a fabricar productos alimentarios para las tropas franquistas llegando a ser el Matadero la mayor empresa de Extremadura (más de 500 trabajadores y la primera del país en elaborar salchichas y hamburguesas) y él, el empresario modelo del franquismo. Tuvo otras empresas en Extremadura, como hemos indicado, y aparte de las minas organizó viveros, fábricas de ladrillos y la Corchera Extremeña S.A., descrita por algunos como «Corcho extremeño y andaluz, tapones gerundenses». En los años 50 exportaba a más de treinta países.

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BIOGRAFÍAS • D. José Fernández Hay que destacar además que D. José Fernández acogió en sus empresas a muchos empleados sin cualificación, como señalaba al principio, y decenas de represaliados por el franquismo, como el geólogo Vicente Sos Baynat, que investigó el Cerro de San Cristóbal en el vecino Logrosán, regalando su colección geológica al Museo de Mineralogía de Mérida, y el arquitecto Rafael Díaz Sarasola. O sea, fue un mecenas de la cultura, de la educación y también de la salud, pues donó a la hoy capital extremeña 32.000 metros cuadrados de terrenos sobre los que se edificaría el Hospital de la Seguridad Social. Su importante colección de pinturas, esculturas, libros y manuscritos la cedió al Museo de Pontevedra. En diciembre de 1986 fallecía en Madrid y ese mismo año se le dedica una calle en Cañamero. Lo mismo se hizo con Vicente Muriel Jiménez, ingeniero agrónomo de la Diputación, por sus campañas de divulgación del vino de Cañamero y el cooperativismo.

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FRANCISCO COLLADO CORTIJO Camino del Centenario

Hace tiempo que no se le ve por San Miguel. Está a punto de cumplir los 100 años, pues nació en 1919 en un pueblo de las Villuercas (Navezuelas). Cuarto de seis hermanos, hijo de un herrero, aprendió el oficio de su padre y con una moneda de plata construyó las alianzas de su boda. Nieto de pastores, cuenta que su abuelo Jerónimo tenía 400 cabras y las llamaba a cada una por su nombre. Con 18 años viajó a Madrid para cumplir el servicio militar formando parte de la retaguardia de la última contienda. Recogiendo balas y proyectiles para su clasificación, es elegido maestro artillero, destacaba por su buena memoria y su buen hacer. También aprendió el oficio de dentista como ayudante de un médico, profesión que ejerció durante muchos años, hasta que apareció el primer médico odontólogo en la zona (ya su padre disponía un diploma que lo acreditaba como dentista rural). A los 50 años aprendió a fabricar vino en un curso del PPO y preparó una espléndida bodega que ha llevado hasta los 95 años con la ayuda de sus hijos. Así como el huerto anejo a la casa, donde pasaba las primeras horas de la mañana. Le gustaba viajar a Madrid para ver a sus nietas a las que quiere mucho pues es muy familiar y cariñoso, amigo de sus amigos y siempre dispuesto para ayudar a quien lo necesite. Tiene un bisnieto que lleva su mismo nombre, Francisco, como su abuelo y bisabuelo.

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BIOGRAFÍAS • Francisco Collado Cortijo Esperamos que conserve su buena memoria y su buen hacer y poder celebrar su centenario.

Instrumental de su etapa dedicado a la odontología

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JUAN JOSÉ BAU MORALES, CANTAOR Juan Diego Castro Vega Uno diría que Juan José es un cantaor de pura cepa, como dicen los buenos flamencólogos, porque lo que él canta para mí es flamenco: rumba, pasodoble, sevillana, fandango, zambra, aunque creo que donde mas cómodo se encuentra es cantando copla. Nació aquí el 5 de mayo de 1969. Si digo que es un cantaor de pura cepa es porque le conozco desde sus inicios y debo decir que empezó a cantar desde muy chico y lo hizo desde abajo, desde la tierra, igual que otro ilustre personaje de Cañamero, Fausto Maldonado, guardando las cabras de su padre por los huertos del Batán. Juan José ha actuado en infinidad de escenarios por la mayor parte de los pueblos extremeños y cuando en el año 2.000 grabó su primer trabajo de estudio también se escuchó su voz en varias emisoras de radio y alguna que

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BIOGRAFÍAS • El cantaor otra aparición en la pantalla de televisión, actualmente también hay varios videos suyos en Youtube. Cuando Juan José comenzó a cantar no pudo hacerlo de un modo profesional, pues al principio siempre falta dinero y luego una vez se hizo mayor ya casado y con dos hijos, tampoco pudo dar el salto, pues su sueldo era el único que entraba para sustentar a la familia, y aquí diremos que su profesión es bombero forestal, y lo de cantar lo tiene como una afición, o sea, que, a pesar del éxito que le acompaña, no lo tiene nada fácil, pues debido a su profesión debe estar localizado la mayor parte de las horas en verano que precisamente es cuando más fiestas donde poder actuar hay. No crean que es fácil unir vocación y trabajo. Hace lo que puede y doy fe de que no es poco. La primera grabación fue una pequeña remesa en CD, posteriormente hizo otra en cinta para radiocasete, llevó por nombre: “A mi tierra” y los diez temas fueron un homenaje a la comarca de Las Villuercas, a la copla, a la patrona de Extremadura, a su hija Sandra en su primera comunión, al río Ruecas, a la virgen de Belén, y a la fiesta mayor de Navalvillar de Pela: San Antón, localidad donde había realizado varias actuaciones hasta esa fecha, 2000. En “A mi tierra” La voz era de Juan José Bau, con arreglos musicales y dirección de Fernando Robles, al piano Rubén Robles, la fotografía de Arsenio López, la grabación y mezclas de Fernando Mazuecos y José Antonio Cordero. Todo el trabajo fue grabado y mezclado en los estudios de Promúsica S. L. de Puebla de la Calzada (Badajoz). Cinco años después sacó el segundo CD titulado “Sentimientos”, con doce temas que fueron un homenaje a su buen amigo Pedro Alcázar, ya fallecido, cantaor igual que él, que vivió entre Extremadura y Barcelona. Los años transcurridos y la experiencia acumulada proporcionaron al arte de Juan José una autenticidad y una profundidad excelentes. “Sentimientos” salió a la venta en abril de 2.005, fue grabado en los estudios R. G. Estudios, y contó ya con mas instrumentos que el primero como guitarra flamenca, bajo, percusión y metales, además de coros, los arreglos musicales fueron de José Antonio García, con fotografía de Arsenio López a través de su empresa de audiovisuales Taiga.

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MARIO PALACIOS ARÉVALO, TORERO Juan Diego Castro Vega Mario Palacios Arévalo, nacido el 24 de agosto de 1991 en Cañamero, es una persona que desde muy joven sintió la pasión por querer llegar a ser matador de toros o sea, torero. Así fue como convenció a sus padres para que le dejaran irse del pueblo, ya que de haberse quedado en Cañamero no hubiera sido posible que con el paso del tiempo lograra su objetivo de manera profesional, tal y como era su sueño. Muy pronto tuvo la fortuna de ingresar en la escuela de tauromaquia de Julián López (más conocido como el Juli) en Arganda del Rey en Madrid. Ni que decir tiene que ha sufrido varios accidentes por cogida de asta a lo largo de su carrera, pues bien sabido es que quien se pone delante de un toro un día y otro día, al final alguno le coge y a quien no le haya cogido aún, ya le cogerá. Pero a Mario nada le ha quitado el hambre de llegar a ser lo que se propuso, ni ha cejado en su empeño de conseguirlo pues sabe que solo la perseverancia y la constancia son el camino para lograrlo, Mario no se dejó atemorizar por aquel mayor que un día le dijo en presencia de quien esto escribe: “eso de torear no tiene ciencia ninguna, si tú no te apartas, te aparte el”. 2017 cerró la temporada con 20 novilladas y 21 orejas. Su apoderado es Tiburcio Lucero. El día grande lo tuvo el 12 de mayo de 2018 en la plaza de Alès, Francia, donde Mario tomó la alternativa.

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Suelto nº 9

Mario Roso de Luna ofreció para el museo del Instituto de Cáceres (ahora El Brocense, entonces era el único) el ara votiva de Cañamero y una fotografía de la lápida de Solana de Cabañas descrita por él en el Boletín de la Real Academia de la Historia, hachas de piedra y otros objetos” (REx Año IV Número XXXI - 1902 enero pag.43) así como una magnífica colección de minerales de su propiedad, perfectamente identificados por él mismo que deben estar arrumbados en cualquier rincón oscuro como los pudo ver quien esto escribe hace años. Es de lectura recomendable su largo estudio titulado: “El Ruecas, sus glaciares y trogloditas” en Revista de Extremadura, Cáceres, vol. II, 1900, págs 254 y ss.

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MIGUEL ALÍA Carta de Diego Canelada Perdigón

(Canelada, abogado de Logrosán, escribió esta carta el 8 de junio de 1923 a Mario Roso de Luna, en cuya obra El árbol de las Hespérides se pueden leer las dos historias a las que se refiere: la de la Cueva de los Maragatos y la de Miguell Alía). Original y transcripción de Esteban Cortijo Querido Mario: Por mis tareas no te escribí cuando leí el cuento de la Cueva de los Maragatos de las Villuercas en Hesperia, porque saboreo con deleite todo lo tuyo como puedes suponer y por si te sirviera de algo te doy detalle ligerísimo del tío Miguel Alía en lo que de niño oí tantas veces. El padre de Miguel Alía, anciano ya, se acercó a una majada de pastores serranos a pedir limosna (los serranos apacentaban con sus rebaños lo limpio de aquella época, 1830 al 1856 o 57 que se indultó al tío Miguel Alía, desde el Villar de Rena, los términos de Alcollarín, Campo Lugar, Zorita y Logrosán con la parte al otro lado de Madrigalejo, Orellana a Valle de la Serena, quedando una extensión de monte pardo del que algo conocimos que daba principio a las Talarrubias, Zorilejo, Zarzalejos, Valdepalacios y el Rincón prolongándose desde éste por la mesa de la Raña a los montes de Toledo en una gran extensión de muchos millares de fanegas. En nuestro pueblo los cerros y campillos, linderos con Zarzalejo y Rincón aprovechaban los pastos con sus ganados los serranos). Los tales serranos abusaban de su poder con su riqueza y barbarie realizando un acto de impiedad y reprobable con aquel anciano, al que en vez de darle la limosna que les pedía le azuzaron los perros, que se lanzaron sobre él dejándole destrozados los harapos que llevaba por ropas y lleno de heridas, de

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CARTAS • Diego Canelada cuya azaña [sic] se mofaban los serranos. A los cuantos días pudo llegar donde su hijo Miguel estaba el cual al verle llegar en aquel estado y referirle lo sucedido el padre, pensó pedirles una explicación a los serranos; cogió su escopeta (entonces joven, fuerte y un tirador formidable, según cuentan, con bala. Yendo el padre delante de él con el sombrero aliano que tenía una borla en el casco y otra en el ala, que todos gastaban, de terciopelo o veludillo, disparó su escopeta quitando la bala la borla del casco del sombrero del padre y éste, dándose cuenta le dice, qué cosas tienes hijo, y volviéndose y disparando su escopeta también quitó la borla al sombrero de Miguel) encaminándose al sitio de la ocurrencia dirigiendo imprecaciones a los que estaban, seis u ocho, los cuales en vez de excusarse, le contestaron con altanería y destemplanza abriéndose en ala para cercarle y mullirle las costillas a palos o matarlo, visto lo cual, al que hacía de gallo le despachó de un escopetazo quedando por amo el campo en un momento. Se presentó a las autoridades, confesó el hecho, le prendieron siguiéndose sumario. El muerto fue el rabadán, persona rica que apretaron cuanto pudieron para que le saliera pena de muerte y no sé si se confirmaría o quedase en cadena perpetua, lo cierto es que logró fugarse de Ceuta o de las menores pasando algún tiempo en los faluchos dedicados al contrabando, y como la familia le tiraba dejó aquello para venir a enrotarse en el Rincón. La familia del muerto, sabiendo de su fuga no perdonaba medio para que se le persiguiera y más al hacerse público su estancia en el Rincón, después de haberse creado la Guardia Civil esta no hacía más que indagar su paradero, preguntándole infinidad de veces a él mismo cuando hacía de pastor, al venir estos a sus casas, pues los ayudaba en cuanto podía a todos, mantenía a su familia con la caza, dormía cada noche en un sitio durante muchos años, en cuyo tiempo, durante casi dos años le acompañó a cenar una loba, esto es, que se comía los huesos de la caza que le tiraba, no viéndola nunca de día y en cuanto anochecía ya la tenía allí, a pesar de las tres o cuatro leguas de distancia que mediaban de sitio la generalidad de las veces. Así iban los años, y en las cacerías él colocaba a los tiradores en los puestos para los jabalíes y los ciervos hasta que se vendió la dehesa El Rincón que compró Dª Valentina Calatarval, la cual estuvo varias veces en él y la contaron la historia del tío Miguel al que mandó llamar, disponiéndose una cacería a la que bajaron varios invitados de Madrid, colocándolos en sus

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puestos y poniéndose tío Miguel con Dª Valentina, la que a poco de estar en el puesto mató un hermoso ciervo, disparando a un tiempo ambos, solo se oyó una detonación, y tío Miguel, lleno de júbilo decía a grandes voces ¡La señorita lo ha matado! Suceso que agradó mucho a todos y más al decir la Señora: Este Miguel en su afán de complacerme debió disparar su escopeta al par que yo, que solo sonó un disparo puesto que tiré al venado a la frente y al verlo caer muerto como por el rayo creía que le había matado yo y no fue así, porque al acercarme vi que mis balas no le dieron, pero sí que tenía tres balazos detrás del brazuelo que correspondían al sitio en que estaba colocado Miguel el cual continuaba diciendo: ¡No, señorita, que es usted quien le ha matado. Yo no disparé mi escopeta.

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CARTAS • Diego Canelada Esta hazaña, además de su honradez, le valió el indulto en cuanto aquellos señores llegaron a Madrid, quedando nombrado guarda del Rincón, cargo que desempeñó hasta su muerte, con tanta diligencia cuanto que al darse los descuajes en la Mesa de los Tres Carriles, Palanca, Palenque, Arroyogordo, Alvarizas, en fin, distancias de más de dos leguas unos de otros, pues la finca tiene veinte millares, que si los labradores cuando venían los sábados a casa se les ocurría coger bellotas, no bien habían dado un palo a la encina, estaba allí el tío Miguel sin que le vieran. Esto lo escuché de boca de los mismos labradores ancianos, siendo muchacho, muchas veces. De los serranos recuerdo lo sucedido a mi padre cuando tenía 16 años, en 1836; como mi padre se crió en Alía con la familia más pobre de aquel pueblo, el alcalde, cuando los cristinos y los Gómez, le mandaba a conducir pliegos a pie a los pueblos (sería con avisos de las tropas). Una vez le mandaron a Madrigalejo acompañándole un viejo, y cuando regresaban por el cordel, junto donde hoy está la Casa de Quijano, les salieron los perros sin que los serranos los riñeran, y mi padre como tenía buenos pies y buen ojo, dio una pedrada al perro que le iba a morder en la cabeza que le dejó muerto, los serranos salieron detrás de él persiguiéndoles hasta las angosturas de la Sierra de Cañamero donde se los perdió y al viejo que venía con él le dieron tal paliza que tardó unos días en llegar a Alía. Mucho me alegra lo de los tesoros de la Cueva de los Maragatos, lo que con frecuencia se nota en muchos sitios de nuestro término todavía y de vez en cuando, es que según oídos, escribían y lo seguirán haciendo todavía desde los presidios a incautos, indicándoles sitios de tesoros a cambio de una cantidad la cual mandaban, y se hartaban de cavar, siendo muy cierto que se mandaba el dinero, y lo otro, que yo sepa, hace cuatro años el Soberano y otros cuantos de la Virgen buscaban en la cueva del Moro de San Cristóbal lo que el Exquisito en la de los Maragatos. Perdona por la lata porque quería dedicarte un rato hace tiempo. Cariñosos recuerdos a Trinidad y tus hijos con abrazos y te quiere tu siempre buen amigo Diego Canelada.

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LOS SÁNCHEZ GAMINO EN AMÉRICA (Recortamos párrafos de algunos mensajes recibidos de parte de Rodolfo H. Hernández Chávez desde México preguntando por familiares suyos oriundos de Cañamero. En el próximo número publicaremos la historia completa) Mucho le agradezco me permita estar en contacto con usted pues como Cronista Oficial que es usted de Cañamero, me lo ha recomendado Don José Antonio Ramos, Cronista Oficial de Trujillo. Yo soy el Arquitecto Rodolfo H. Hernández Chávez, Cronista Oficial de la Ciudad de Encarnación de Díaz, en el Estado de Jalisco, estado que contribuyó a darle su identidad y folklor a México como nación, especialmente por la tradición del Tequila, el Mariachi y la Charrería. (…) hijos los tres de Francisco Solano Calderón Villegas, Alcalde Mayor de la Hermandad de Hijodalgos de Estado de la Villa de Garcíaz, y de su esposa Doña Francisca Ximenes Altamirano, natural de Trujillo, quienes pasaron a las Indias en 1567. Probablemente estos fueron los deudos que llamaron a mi antepasado Juan Hernández del Escribano y su familia a establecerse primero en Irapuato, para luego el 1º de Enero del año 1603 participar en la fundación de la Villa de Salamanca, también en el Bajío guanajuatenses. Don Juan Hernández o Fernández, fue conocido en la Nueva España como Hernández-Gamiño, natural de Cañamero donde contrajo matrimonio el 14 de Febrero de 1593 con Doña Ana Blázquez, llevando entre otros testigo a Antón Martin Huerta “El Mozo”, y celebrando la ceremonia religiosa el Bachiller Andrés Sánchez Gamino, seguramente su familiar, quien fue beneficiado de Berzocana, a quien ustedes lo tienen como un personaje importante de su pueblo, por eso le pido, de ser posible, claro, que me dijera ¿Quiénes son los antepasados de la familia “Hernández-Gamiño” o de este “bachiller Sánchez Gamino”? (…) Aquí es indispensable hacer mención -se pueden consultar en PARESpues aparece un poder que otorgó el Doctor Diego de Cevallos ante Francisco Hernández de Sevilla, fechado el 15 de Junio de 1534 en Cañamero. (…)

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CARTAS • Desde México Lo anterior pudiera no ser tan descabellado, porque sé que “Cañamero perteneció a Pedro de Zúñiga y Leyva, II Señor de Béjar”, y de aquí que es muy probable que su origen se encontrara en la zona de Valladolid, Tierra de Campos, Cerrato, Salamanca, etc; donde precisamente hay un Alfonso Fernández de Sevilla en Guadalajara de Castilla la Vieja como escribano y otros en Salamanca”.

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PREGÓN FIESTAS DE CAÑAMERO 2012 Esteban Cortijo Parralejo (2.8.12)

Buenas noches, vecinas y vecinos del pueblo de Cañamero: Para mí es un orgullo y una satisfacción dirigir estas breves palabras a mis paisanos en estas fiestas patronales de 2012. Por ello, quisiera agradecer ante todo al Ayto. de Cañamero, y especialmente a su Concejalía de Cultura, la atención que han tenido conmigo, que me posibilita compartir esta noche con todos vosotros el recuerdo de una noche como la de hoy, hace treinta o cuarenta años por lo menos, cuando un grupo de amigos (gran parte de los que desde hace 29 años constituimos Chirivicea y las entonces novias o amigas) organizamos estas fiestas con un gran desgaste de energía física y mental –deporte, sexo y rock&roll, o sea, Los Brincos y poco más, en un magnífico ambiente. El pueblo de aquellos días olía a azahar y a geranio, y estaba lleno de grillos y cabras, de niños corriendo entre las parejas del baile y del croar de las ranas en cuanto te alejabas unos metros de la música. ¡Ah, y de fondo siempre, el cuco! La vida del pueblo estaba en la calle y la calle era de la gente y de los gurriatos. Y había burros para ir a los huertos. Disfrutábamos del río Ruecas y entonces el pantano era otro, pero la sierra ahí sigue, y la

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HISTORIA • Pregón 2012 albahaca, el orégano y la hierbabuena estallando al anochecer en este paseo que une el pasado con el presente convirtiendo la carretera en la Gran Vía de Madrid o Las Ramblas de Barcelona, sobre un campo salpicado de acacias, y parrales donde una enorme luna llena iluminaba, como ahora mismo, nuestro pueblo desde las estrellas. El contacto con el paisaje de aquellos días ha dejado en mí una huella indeleble que he hecho pública, hablando y escribiendo, por donde la fortuna y el afán han guiado mis pasos. El sentido del tiempo era entonces muy distinto, pues este discurría pausadamente, sin que casi nadie lo tuviese en cuenta, y su curso seguía el suave devenir del día y la noche, de las estaciones, del sol o la lluvia. Todo se hacía en común con un ritmo que daba sentido al vivir, al acontecer de cada año: en enero los Quintos, en abril, Belén y en agosto, Santo Domingo. Entonces más que ahora nuestras señas de identidad eran tres: la familia, el vecindario y el pueblo. Un “¿y tú de quién eres?” te insertaba en el entramado del universo local porque todo el mundo sabía en qué calle vivías y cuál era tu familia, y al “¿de dónde eres?” respondías de Cañamero y punto. Todo el mundo sabía a qué atenerse y lo demás ya no era necesario. Cada uno según su edad y sus circunstancias puede hacer ese breve repaso y como yo mismo, recordar a sus padres, su calle y su imagen del pueblo. El eterno ajetreo de mi madre, por ejemplo, con cuatro hijos varones, la tranquilidad y la paciencia de mi padre

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tanto en casa como con algunos clientes, primero en el quiosco y luego en la tienda (20 o 30 años más tarde Santi nos dijo que había un envío de dinero anónimo a nombre de Esteban Cortijo: sin duda era una de las deudas que mi madre tenía anotadas en un viejo cuaderno azul); y sobre todo, las fotos que son el mejor recuerdo de aquellos años, la mejor memoria gráfica, porque no hay casi nada escrito. No sólo en las comuniones, bodas y bautizos, cualquier ocasión era buena para decirle a tío Esteban que pasara por casa, y a veces se presentaba sin previo aviso porque era consciente de que una matanza, un cumpleaños, el último día de soltera o la visita del que se fue tan lejos bien merecían ese recuerdo en blanco y negro; y no digamos cuántos de vosotros y vosotras tenéis una foto de recién nacidos en un barreño con agua o en la cuna o en la cama, sobre colcha artesanal de colorines. Si la familia era un nido de generosidad y de trabajo para que nunca faltase pan en la mesa, la geografía de aquella infancia tenía los hitos en las casas del vecindario entre tiendas y casinos y donde los tíos y las tías pasan de la familia al pueblo entero porque aquí todo el mundo era tío tal o tía cual, por ejemplo: tío Jacinto y tía Felicia, con su bodega donde nos pusieron entre cuatro sillas a dormir la mona a Gabrieliche y a mí en cierta ocasión; más lejos, tía Petra y tío Juan, aquí mismo tía Quica y tío Manolo, los Sardineros, las Josefas, la terraza de Arse, sin olvidar la leche en polvo y el queso de los americanos ni los maestros, los oficiales y los particulares, más o menos represaliados, ni aquellas escuelas donde tenías que llevar la sillita. ¿Quién no tiene en su retina la imagen de del afilador, el calderero o los albarderos con sus serones y angarillas en la puerta del Parador y, por supuesto, el patio de la casa de las Ulpianas y el de D. Matías que siempre olían a jazmín, a galán de noche y a fresco. Crecimos en unas calles que primero eran nuestras y luego del escaso tráfico, tan escaso que, al menos los que vivíamos en una de las dos Puntas de los Muros, nos fijábamos en las matrículas para saber de dónde procedían y si ya habían pasado antes. Pero con el transcurrir de los días, alguien se compró una televisión y por supuesto el resto de familias, y el pueblo entero acabó cambiando de costumbres; la calle se quedó durante horas –sobre todo si daban toros- solo para los gurriatos (los sábados los chicos pagábamos una peseta para ver la tele toda la tarde en el primer piso

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HISTORIA • Pregón 2012 de tía Agapita, con una Pepsi y cacahuetes. La Teri y sus amigos también estaban allí. Pero entonces empezaba otra época. El tiempo se estiraba, como dijo Einstein, y todo el mundo, incluso los cañameranos, aunque aquí se nota menos, empezamos a ir muy deprisa a ninguna parte. Nuestro Cañamero agrícola buscaba otra identidad y todo estaba por hacer. Unos querían irse a Alemania o, por lo menos a Madrid, Bilbao o Barcelona, otros a estudiar, otros a montar un taller de algo mecánico pues cada día había más vehículos y herramientas. (Mi padre llegó a apuntar a mi hermano el chico en un curso CCC para arreglar transistores). Tanto follón que uno no se aclaraba sobre cuál era el sentido de las cosas, incluso aunque te hubieras ido con los frailes, como yo, después de un breve examen en la casa de la señorita Herminia o de don Juan. Hace más de cuarenta años de aquella infancia. Tiempo que poco a poco ha ido modelando otro rostro con nuestro barro, y en el que la tierra cedió paso al asfalto. El Cañamero de nuestros días es un pueblo dinámico que dejó atrás lo bueno y lo malo de aquel pasado, y que de forma atropellada, como todas las poblaciones de Las Villuercas, se abrazó a la modernidad, olvidando parte de lo heredado como si fuera una carga pesada que imposibilitase el desarrollo, al tiempo que se hacía más abierto y global, más emprendedor y diverso. Los cañameranos de segunda y tercera generación, algunos de los cuales apenas hablan español, pero sí francés, alemán, holandés, inglés, etc., seguramente podrán ayudarnos a formar esa idea futurista de nuestro querido pueblo. De estos y otros temas nos ocuparemos detenidamente dado que, como ha dicho Ana, la corporación municipal en nombre de todos vosotros ha tenido a bien designarme cronista oficial (sin sueldo, pero para siempre), hecho que coloca a Cañamero

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en una red extremeña y nacional, desde donde estaré siempre dispuesto a hablar con quienes lo deseen tanto para recuperar lo perdido que merezca la pena como para imaginar y diseñar el futuro deseable. Pero hoy estamos en las fiestas de Santo Domingo, unos días que compartimos y disfrutamos juntos, unos días que nos sirven para contemplar lo cosechado y relajarnos antes de los próximos quehaceres, unos días de vida en común que han de renovar los lazos de unión entre todos en un abrazo amable y sonriente. Gracias, pues, a todos aquellos que hacen posible estas fiestas, gracias a los que se ocupan de incrementar el tesoro cultural de nuestro pueblo y que la suerte, la salud y la amistad nos acompañen el resto del año. Y antes de terminar, aclarad vuestras gargantas y decid conmigo: ¡Vivan nuestros padres y abuelos! ¡Viva Santo Domingo! ¡Viva Cañamero!

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Suelto nº 10

Asociación cultural de mujeres Santa Ana La Comisión Gestora para la fundación de la Asociación Cultural de Mujeres Santa Ana se reunieron el 4 de marzo de 1991 para aprobar los Estatutos y para organizar actividades culturales y actuaciones encaminadas a la defensa de los derechos de la mujer y a la no discriminación de sexos. Por parte de dicha comisión, como primera firmante para realizar las gestiones precisas ante el Gobierno Civil, se nombró a Natividad Fernández Alfonso. Firmaron el acta de constitución con ella: Rosa Peromingo Alcalde, Inés Mirasierra Cerro, Mª Teresa Mirasierra Gamino, Florentina Barba Castro, Magdalena Velardo Torres, Mª Teresa Cortijo Benito, Antonia Sánchez Delgado, Ana Mª Broncano Ramiro, Lidia Mirasierra Velardo.

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LA INFANCIA EN LA POSTGUERRA Juan Luis Rubio Mayoral En la realidad reflejada en aquella imagen de la escuela de Cañamero quedaba proyectada buena parte de la memoria de las generaciones que se formaron en su aulas. Databa de 1936 por lo que las relaciones entre la infancia y su enseñanza debieron quedar determinadas por la evolución de las circunstancias políticas, económicas y sociales. Sabía que en los inicios de la guerra civil la infancia fue objeto de protección, pues como parte de la población civil quedó atrapada en medio de ella y fue objetivo militar. A su vez también fue empleada por la propaganda de ambos bandos, convirtiéndose en objeto de adoctrinamiento e instrucción, de formación y socialización política. Es singular que en medio de la guerra ambos bandos elaboraran programas y orientaciones metodológicas para las escuelas. En la zona republicana el nuevo plan de estudios se implantó por Decreto de 28 de octubre de 1937 y en la zona nacional se aprobó el denominado Plan de Estudios de la Escuela Primaria en 1939. Pero fue el resultado final de la guerra el que impulsó la recuperación de los valores más tradicionales de la sociedad española. Si revisamos la legislación resulta que las ideas inspiradoras tuvie-

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HISTORIA • La infancia en la postguerra ron como núcleo una triada formada por «patria, religión y familia», que definió los límites de cualquier acción educativa. El propio régimen estableció que la «comunidad nacional» estaba fundada «en el hombre, como portador de valores eternos, y en la familia, como base de la vida social», y que los intereses individuales y colectivos estarían «subordinados siempre al bien común de la Nación, constituida por las generaciones pasadas, presentes y futuras». A su vez estableció como «timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación» (BOE, 19.05.1958). Los procesos de modernización que nos acercaban a Europa fueron desmantelados en unos casos y en otros quedaron transformados en organismos afines pero controlados por los grupos de poder que apoyaron al Movimiento en la construcción del nuevo modelo de Estado. Era una vuelta atrás que acallaba hasta disipar todos los avances de las etapas previas a la propia república y por tanto, aquellas que habían hecho posible la exigua modernización que alcanzó la enseñanza durante la edad de plata de la ciencia y la cultura gestada a lo largo del primer tercio del siglo XX. Sin duda alguna, lo que más interesaba al nuevo Estado era la educación patriótica y religiosa, tanto aquella que se desarrollaba en el seno familiar como en sus instituciones, dentro de la idea de nacional-sindicalismo y su revolución, defendida por

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Falange Española como partido único y el nacional-catolicismo que despuntaba en los años de la inmediata posguerra. La iglesia no dejará de defender sus ideas sobre el carácter subsidiario del Estado en materia de enseñanza, lo que será un motivo fricción y pugna entre Falange y la jerarquía católica. Dentro de los valores aceptados, para agrupar a la infancia e instruirla en los principios políticos y en el modelo de organización de la sociedad, se creó en diciembre de 1940 el Frente de Juventudes, vehículo transmisor de los nuevos valores del régimen. Para ello, los niños menores de 10 años se incorporaron a la organización como Pelayos; los de 10 a 14 como Flechas y los de 14 a 17 como Cadetes. El interés por la infancia en la inmediata posguerra quedó supeditado al objetivo de formar futuros hombres adheridos a la ideología del régimen, además buenos cristianos, que fueran una fuente de producción y de riqueza económica, en el caso de los niños, y buenas madres y esposas en el caso de las niñas. No será hasta el final de los años sesenta durante la denominada etapa tecnocrática, cuando el Estado ante la evolución imparable de la realidad social, consciente de las nuevas necesidades, se interesara por resolver algunos problemas por medio de la educación de la infancia sobre todo en el sistema de enseñanza diseñado para las edades comprendidas entre 0 y 14 años. La coeducación y sus principios fueron sustituidos por una enseñanza diferenciada para niños y niñas que serían educados en función de lo que se espera que llegaran a ser. Las niñas, desde pequeñas tuvieron una educación orientada a su futuro papel como madre y esposa; mientras que el niño se educó para su futuro papel productivo. La infancia fue utilizada por el Estado como parte prioritaria de su proyecto. De hecho, la labor asistencial fue asumida por el propio Estado a través de sus organizaciones, lo que desplazó a algunas instituciones tradicionales como la Beneficencia a un segundo plano. Acabada la guerra civil, España quedó sumida en la más mísera pobreza. Fueron años muy duros, donde la escasez fue un hecho determinante pues a pesar del racionamiento fueron muchas las carencias materiales que soportó la sociedad. Se vio agravada por el aislamiento internacional y el modelo autárquico que en la economía impuso el régimen. El final del conflicto civil acabó creando un escenario en el que miles de niños huérfanos y sin hogar debían ser atendidos como víctimas de la sinrazón de aquella lucha. Más allá de entender algo sobre los buenos y los malos, por afinidad, propaganda o

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HISTORIA • La infancia en la postguerra temor, no alcanzaban a entender el origen real de aquella guerra y tampoco las razones de la lucha de ideas que encerraba esa tragedia. Organizaciones como Auxilio Social fueron las que más ayudaron a la infancia una vez finalizada la contienda. Crearon una red asistencial, compuesta por guarderías y hogares infantiles para niños huérfanos, junto a hogares residencia y de aprendizaje, para adolescentes. Con independencia de otras valoraciones, desde la sociedad civil, fueron muchas las mujeres que impulsaron y participaron en el desarrollo de proyectos asistenciales. Sus energías y esfuerzos, se dirigían entonces a ayudar a la infancia, la víctima más desamparada de la contienda. A la desaparición física, se unió la represión y el cautiverio de muchos padres, encerrados en campos de concentración, encarcelados, o camino del exilio. Esto provocó que los centros de protección de menores se vieran saturados. En la atención a la infancia recobraron su papel alguna de las órdenes religiosas, con asilos, escuelas, internados, o sanatorios, entre otras. Pero los denominados niños de la guerra, son los que viven durante toda la dictadura, cuya infancia, adolescencia y juventud transcurre intentando superar el trauma de la guerra que a pesar del tiempo persiste en la madurez. Especial dureza fue la situación de las madres encarceladas en la posguerra, pues según la legislación penitenciaria, los hijos hasta los tres años tenían derecho a permanecer con sus madres en la prisión, pero a pesar de que las condiciones eran las menos adecuadas para un correcto desarrollo y crecimiento como constatan los testimonios sobre esa realidad, el problema se agravaba, pues a partir de esa edad, los niños pasaban por ley a la custodia de alguna familia o de las instituciones dedicadas a ello. Uno de los objetivos del nuevo régimen fue el incremento de la población española, con el fin de conseguir una población fuerte y próspera. El país tenía una alta tasa de mortalidad, muchos caídos en la guerra, y un importante número de niños en estado de desnutrición. En tanto que en Europa la mortalidad infantil era de cuarenta niños por cada mil nacidos vivos, en España era de ciento doce, lo que supone duplicar la proporción, y además se producían grandes diferencias en su geografía. Fue el régimen quien consideró que la solución al problema de las elevadas cifras de mortalidad infantil y su disminución estaba en manos de las madres, por lo que se puso en marcha un programa de salud materno-infantil que incluía la publicación de una revista

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denominada Al servicio de España y del niño español, dirigida a la formación de las personas encargadas de la atención de la infancia. A nivel de política social, el gobierno entre otras medidas redactó la Ley de Sanidad Infantil y Maternal de 12 de julio de 1941, dirigida a la lucha contra la mortalidad infantil y a la mejora de la demografía, uniéndose al trabajo que en nuestro país habían impulsado tradicionalmente instituciones de gran relevancia social y sanitaria. Entre ellos los Consultorios de Niños de Pecho «y Gota de Leche» que desde principios del siglo XX existían como centros de promoción de normas de higiene y crianza a los lactantes. Junto a ellos, las casas de maternidad y las inclusas recibieron un trato muy especial por parte de los médicos que atendían a la infancia y por la sociedad. Las denominadas «Gotas de Leche» sirvieron en muchas provincias para tejer el entramado de la asistencia sanitaria infantil en la primera mitad del siglo XX y se desarrollaron y persistieron en el reinado de Alfonso XIII, la IIª República, la Guerra Civil y el régimen de Franco. En algunas circunstancias, en torno a las Gotas de Leche, se abrieron también otras instituciones del tipo Casa-Cuna, Casas de Maternidad, Institutos de Puericultura o Centros de Prematuros, o unidades de acogida para menores con problemas sociales, entre otros. La educación de los niños en la primera infancia, en especial los dos primeros años de crianza y en buena parte hasta los seis, se desarrollaba en el seno de la familia. Era la posición defendida por los teóricos e ideólogos del régimen, para quienes «la acción educativa» quedaba circunscrita y «limitada a la esfera de la familia y de la Iglesia». El papel del Estado debía ser subsidiario, pues de otra manera el «descuidar estos años –decían– sería entregar la formación de los hijos a extraños influjos; durante estos años los niños son casi exclusivamente de la familia. Ella es la única responsable y su acción puede ser salvadora para sus hijos». En este contexto adquiere un significado especial para el estudio de la educación de la infancia, la formación que recibía la mujer, destinada a ser madre y a formar a «los hijos para Dios, para España y la Falange». La infancia temprana se educó en distintas instituciones no oficiales, que con diferentes denominaciones acogían en ocasiones de manera altruista a niños y niñas de corta edad, en especial en las zonas rurales. Estas instituciones no obedecían a ninguna norma o regulación y estaban regentadas por personas que no tenían una formación específica más allá de su voca-

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HISTORIA • La infancia en la postguerra ción educadora. Son conocidas con distintas denominaciones en relación la geografía de la península donde se ubiquen, sin bien todas tenían caracteres semejantes. Desde las denominadas escuelas de «cagones», valga el calificativo como indicio del desarrollo madurativo, a las escuelas de «migas», en ellas primaba el método oral, pues se aprendía cantando, y repitiendo a modo de sonsonete distintos contenidos. En realidad solían ocupar la habitación de una casa, donde se sentaban los escolares, para lo cual cada uno de ellos se llevaba una silla pequeña, una banqueta o un «corcho» dependiendo de la región y una pequeña pizarra donde escribían las muestras que el educador o educadora de la «miga» le ponía. Las actividades también se hacían muchas veces en el zaguán y otras en el patio interior de la casa, sentados y amparados del calor por la sombra de una parra o de una higuera en las zonas del centro y sur de la península. Estas experiencias se mantienen en la memoria de quienes asistieron a alguna de ellas y quienes las regentaban no dejaron nunca de infundir respeto a los vecinos del pueblo. El mundo de la infancia y con él el de la escuela alcanzaba su final muchas veces antes de acabar la niñez cuando había que dedicarse a trabajar. En España no fue hasta la Primera República cuando se aprobó una legislación que regulara la situación laboral de los menores, aunque circunscrita únicamente a fábricas y talleres (Ley de 24 de julio de 1873). Fue una etapa en la que trabajo y familia estaban unidos al niño como parte de la aportación necesaria para el sustento familiar y no fue hasta los primeros años del siglo XX cuando se prohibió el trabajo infantil a los menores de 10 años, pero el trabajo agrícola seguirá estando permitido para los niños hasta la entrada de la democracia española. En 1938, el Fuero del Trabajo, en su apartado segundo prohibió el trabajo nocturno de mujeres y niños a la vez que regulaba el trabajo a domicilio y liberaba a la mujer casada del taller y la fábrica. Como la guerra civil española sumió al país en un estado de penuria que afectó a un gran número de familias, a pesar de los esfuerzos públicos, la necesidad propició que algunos niños tuvieran que ayudar a las familias a salir adelante. En realidad el abandono de la escuela a edades tempranas era una realidad encubierta en parte por la necesidad de compartir las tareas de la familia en labores de crianza para las mujeres y productivas bien cuidando ganado o ayudando en las tareas del campo o bien en aquellas propias del

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sector productivo familiar o del entorno, fuera este el comercio, el taller o la fábrica. Esta realidad social puede ser considerada como causa de la baja escolarización, que se perpetuó en España hasta la publicación de la Ley General de Educación de 1970. Sabemos con algún margen de incertidumbre que en 1900 alrededor de tres cuartas parte de la población extremeña era analfabeta y que en 1930 al final de la Dictadura de Primo de Rivera lo eran casi la mitad de las personas mayores de diez años. Algo se había mejorado pero quedaba mucho por hacer. A los atrasos regionales en otros aspectos se unían también el atraso educativo y cultural, como ponen de manifiesto las distintas campañas de alfabetización que en las década de los años cincuenta y sesenta se desarrollaron en Cañamero como parte de los planes de lucha contra el analfabetismo. A lo largo de los años se hizo evidente la obsolescencia e incapacidad del modelo autárquico impuesto en la postguerra. La entrada de López Rodó en

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HISTORIA • La infancia en la postguerra el gobierno iniciaría un cambio en la estructura de producción que promovió el crecimiento por medio del impulso a la industrialización, junto a una serie de medidas que dieron forma al denominado Plan de Estabilización de 1958. El fomento de la incorporación de trabajadores en el exterior y la aportación de ahorros de los emigrantes, junto al impulso del turismo y las inversiones extranjeras, provocaron cambios económicos y sociales que no modificaron el sistema político. Durante esta etapa del denominado desarrollismo económico se inició un proceso de extensión de la enseñanza durante la etapa del ministerio de Lora Tamayo. La Ley de Educación Primaria de 29 de abril de 1964 surge de las necesidades sociales que trata de satisfacer el primer Plan de Desarrollo, cuyas consecuencias son, entre otras, la extensión de la obligatoriedad de la enseñanza hasta los catorce años. La Ley se completó con la de 21 de diciembre de 1965 sobre reforma de la enseñanza primaria. Al final, las imágenes nos llevan a dar cuenta de las circunstancias en un intento por recuperar la infancia perdida y con ella a dar cuenta de la levedad de la memoria. Estas líneas fueron parte de las notas de trabajo que sirvieron para redactar en 2017 junto a Guadalupe Trigueros Gordillo el capítulo: Educazione e infanzia nella Spagna franchista (1936-1978), publicado en la obra coordinada poí M. Gecchele, S. Polenghi, y P. Dal Toso, Il Novecento: il secolo del bambino?, Junior-Spaggiari, Parma, 2017: 133-153.

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CAÑAMERANOS EN EL HOLOCAUSTO Araceli Arroyo Broncano

“Holocausto, gran matanza de seres humanos, ocurrió a miles de kilómetros de nuestro pueblo. El “nazismo” como referente a la ideología y al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler, gobernó Alemania de 1933 a 1945 (2ª Guerra Mundial, 1939-1945).” Escribo este artículo para difundir una historia de paisanos nuestros, por tanto, también nuestra historia. Que no “vuelva a caer en el olvido”, porque…, ya había caído, o no se conocía. Gracias a las nuevas tecnologías, la generación más de joven de mi familia, Fernando Broncano Berrocal, me comunica la primera noticia: “había encontrado, vía Internet a un Cañamerano llamado Rafael Broncano Barba”, que había muerto en el campo de concentración de Mauthausen-Ausen (Austria). Me preguntaba que si era de nuestra familia. Me quedé sorprendida, atónita, jamás había escuchado nada. ¿Un cañamerano en un campo de concentración nazi? No me lo podía creer, ¿qué hacía allí un paisano nuestro? ¿Un familiar? ¿En un campo de exterminio? Así pues, comencé a investigar. El objetivo de este artículo es mostrar a los lectores los hallazgos de mi investigación sobre las personas que enumero a continuación, que nacieron y vivieron en nuestro pueblo: Rafael Broncano Barba

Francisco Durán Domínguez

Eugenio Bau Rodríguez

Santiago Gonzalvo Sánchez

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HISTORIA • En Mauthausen

Fueron “nuestros paisanos” o “nuestros familiares”, con nuestras mismas raíces; antepasados que recorrieron nuestras calles, que observaron nuestro “Castillo”, se bañaron en nuestro río, recorrieron nuestros mismos caminos o sendas, bebieron en nuestro “Caño”; y finalmente, sufrieron… muy lejos “el horror”. Seguramente, manteniendo en su retina imágenes de su pueblo natal, y la añoranza de “quizás” volver un día. Todo comenzaría un día, con la Guerra Civil Española (1936-1939) cuando, como en toda España, por diferentes ideologías, se separaron y quebraron las familias entre los dos bandos. Nuestros paisanos entre 1936-1939, antes de acabar la Guerra Civil, o al acabar, huirían a Francia… ¿Partirían juntos, o por separado? ¿Qué vicisitudes les acontecería en tan largo viaje? ¿Qué hicieron en Francia hasta que fueron apresados? Tengo muchas preguntas sin respuestas. Lo único seguro es que nacieron y partieron de Cañamero; más tarde, fueron capturados por separado en distintos lugares y distintas fechas; finalmente, se juntaron en el mismo campo de exterminio, padecieron la mismas fatalidades y murieron como prisioneros en el mismo lugar. La mayoría de los republicanos españoles cuando llegaron a Francia, fueron detenidos en campos franceses, y lucharían en el ejército francés en el momento de la invasión de Francia por Alemania, en 1939-40. Cuando las tropas alemanas ocuparon el norte de Francia en junio de 1940, fueron capturados y convertidos en prisioneros de guerra por las tropas alemanas (Wehrmacht), como los franceses y los polacos. Otros españoles, se alistaron en el cuerpo de trabajadores españoles como mano de obra, y no lucharon. Hubo civiles, incluyendo los que estaban en los campos de refugiados, que fueron capturados por la Gestapo y también acabaron deportados a los campos de concentración. Los republicanos españoles, entre ellos, nuestros cuatro cañameranos, estuvieron en distintos stalags, o campos de prisioneros de guerra. Por ser ciudadanos españoles, de un régimen amigo de Hitler; la embajada alema-

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na consultó a la española a través del Ministro de Asuntos Exteriores, qué es lo debían hacer con los republicanos españoles que estaban apresados. Después de estar esperando durante un mes y medio la respuesta, esta jamás llegó, y se produjo la deportación a los campos de concentración de Mauthausen- Gusen (Austria). ¿Se podría haber evitado esta masacre? A partir del 6 de agosto de 1940 comienzan a deportar a todos los grupos de republicanos españoles que estaban detenidos en Stalags, a los campos de concentración nazi (Mauthausen- Gusen en Austria). Fueron separados de sus camaradas del ejército francés y fueron entregados por la Wehrmacht a la Policía Estatal Secreta (“Gestapo”), con el acuerdo de Franco y Petain (“Que mantuvo una política colaboracionista con los nazis”). Entre 1940 y 1945, pasaron por Mauthausen y Gusen, cerca de 7.000 españoles, y murieron unos 5.000. Fueron deportados a los campos de extermino aproximadamente 300 extremeños, de ellos 278 fueron enviados a Mauthausen, donde murieron más de 270, cuatro de ellos los protagonistas de este escrito, “nuestros cañameranos”. El gobierno español dijo que no existían españoles más allá de las fronteras, renegó de ellos. En el interior de los campos fueron identificados como apátridas, personas a las que su país, con una dictadura militar en el gobierno, no reconocía. Así pues, nos podemos imaginar a nuestros paisanos en los campos de concentración de Mauthausen o subcampos de Gusen, vistiendo un pantalón a rayas con un triángulo azul invertido, que es como señalaban a los apátridas, y una S en el centro de Spanier (español). A continuación voy a documentar la información que he recibido a través de diversos escritos. En primer lugar, voy a mostrar una ficha de “deportado” perteneciente a Rafael Broncano Barba. (No muestro las cuatro fichas de deportados en este artículo porque se haría muy extenso, no obstante, si algún lector tiene interés en los demás deportados se las puedo proporcionar). Facilitadas por la “Asociación Amical Mauthausen.

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HISTORIA • En Mauthausen

Durante su vida en Mauthausen- Gusen “nuestros cañameranos” sufrirían en las celdas de castigo los latigazos, las duchas heladas, los olores desprendidos de los crematorios, el terror de las cámaras de gas, y los 186 escalones que tenían que subir 10 o 12 veces al día, cargados con granito de 20 a 50 kilos hasta lo alto de la cantera, desde donde los oficiales de las SS nazi lanzaban a los reclusos al vacío. La organización de “Mauthausen Memorial”, en Viena (Austria) me envió información relevante, que consta en los archivos de su base de datos, referente a los cañameranos deportados en el campo de concentración de Mauthausen y el subcampo de Gusen, que presento a continuación.

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Rafael Broncano Barba De nuestros paisanos, fue el primero en estar apresado en el campo de concentración de Mauthausen: Había partido en un convoy, el 31 de marzo de 1941, con 358 prisioneros españoles del Stalag XII D en Trier; (campo de prisioneros de guerra) de los cuales 160 mueren. Y llega a Mauthausen el 3 de abril de 1941, siéndole asignado el número 3838 de prisionero.

Fue después transferido al subcampo Gusen (a unos 5km de Mauthausen) donde se le asignó el número de prisionero 14240. Según los registros de defunción de Gusen (anaquel AMM 1.1.6), Rafael Broncano Barba murió en Gusen el 26 de agosto de 1942, a las 03:30 a.m. (con 23 años), debido a “Keup. Lungenentzündung “(es decir,” neumonía “). – Hay que tener en cuenta que la causa de muerte no se correlaciona necesariamente con las razones reales de la desaparición del prisionero. A menudo los asesinatos se disfrazaban como “casos naturales de muerte”. “El nombre del Sr. Broncano Barba está incluido en la “Sala de nombres” virtual: http://www.gedenkstaetten.at/raum-der-namen/cms/ index.php?id=4&p=51050&L=6. Las cartas del gobierno francés informaban a las familias los fallecimientos. Estas cartas, son los documentos oficiales que enviaba el Ministerio de Excombatientes y Víctimas de la guerra de Francia, que certificaba que la persona había sido deportada y encerrada en Gusen o Mauthausen; comunicaban a las familias el fallecimiento, en 1950, cuando nuestros paisanos habían muerto en 1941, nueve años más tarde.

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HISTORIA • En Mauthausen

Rafael era hijo de Florencio Broncano Otero, y de Concha Barba Cuenca (según consta en el acta de nacimiento del Ayuntamiento de Cañamero), nacido el día 15 de marzo de 1919 (¿28 de marzo de 1919?), aunque está inscrito con otro nombre: Zacarías Broncano Barba (algo habitual en esta época). Abuela materna, Josefa Cuenca Peloche, abuelos paternos: Rafael Broncano Pulido y Eugenia Otero Ceclavín. Eugenio Bau Rodríguez: Llegó al campo de concentración de Mauthausen, solo un mes después que Rafael o Zacarías Broncano, el 24 de mayo de 1941; llegando con un transporte de 45 prisioneros. En Mauthausen, se le asignó el número de prisionero 4778.

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Eugenio Bau Rodríguez fue luego transferido también al subcampo Gusen, donde se le asignó el número de prisionero 13754. Adjunto, aparece un escaneo de los registros de defunción de Gusen (anaquel AMM 1.1.6). De acuerdo con este documento, Eugenio Bau Rodríguez murió en Gusen el 31 de octubre de 1941, a las 10:45 a.m. (31 años). “Porque le dispararon mientras intentaba escapar (“auf der Flucht erschossen”)”.

Estos registros de defunciones, existen de los cuatro cañameranos investigados; solo presento este modelo, por no extender el artículo. Información literal recibida: “Queremos señalar, que en la mayoría de los casos en que los prisioneros fueron ‘disparados cuando intentaban escapar’, se los forzó deliberadamente a pasar por encima de la línea de centinelas

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HISTORIA • En Mauthausen para proporcionar una razón para dispararles. Los guardias que dispararon el tiro mortal fueron suspendidos del servicio y sometidos a una policía interna especial y a un tribunal de las SS. Los juicios normalmente terminaban en la absolución del guardia acusado, que atestiguaba que el prisionero había recibido un disparo, y que lo había hecho “cumplimiento con su deber”. Eugenio Bau Rodríguez está incluido en la “Sala de nombres virtual”: http://www.gedenkstaetten.at/raum-der-namen/cms/index. php?id=4&p=46478&L=6

Carta enviada a su madre “Juana Rodríguez Díaz” que residía en la calle Real, 9 Cañamero, (nueve años después del fallecimiento). ¿Viviría la madre?

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Francisco Durán Domínguez Sería el tercero de nuestros paisanos en entrar apresado al mismo campo. Llegó a Mauthausen el 31 de agosto de 1941, con una diferencia de tres meses.

Trasladado con 108 prisioneros españoles, de los cuales mueren la mitad aproximadamente, desde Stalag VII-A en Múnich. En Mauthausen, se le asignó el número de prisionero 4309. Francisco Durán Domínguez fue luego transferido al subcampo Gusen, donde se le asignó el número de prisionero 13844. De acuerdo con los registros de defunción de Gusen (anaquel AMM 1.1.6), Francisco Durán Domínguez murió el 10 de enero de 1942, a las 7:00 a.m. (25 años), debido a “Eitriger Dickdarmkatarrh” (es decir, “colitis purulenta”). Ya hemos comentado anteriormente, cómo los asesinatos se disfrazaban como “casos naturales de muerte”.

“7.000 republicanos españoles fueron asesinados en KZ Mauthausen o Gusen, víctimas del nazismo. Nunca serán olvidados por todos sus amigos y familias”

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HISTORIA • En Mauthausen

En la ficha de deportado consta que nace en Cañamero, 20/12/1917 (¿12/09/1915?), su padre Benito Durán, residía en la Calle Real de Cañamero. El nombre del Sr. Durán Domínguez también se incluye en la “Sala de nombres” virtual: http://www.gedenkstaetten.at/raum-der-namen/cms/ index.php?id=4&p=48934&L=6 Santiago Gonzalvo Sánchez

Sería el último de nuestros paisanos en llegar a Mauthausen, el último en morir, el mayor de edad, y el único que no fue trasladado a Gusen. ¿Se enteraría de que a 5 km de este campo de exterminio, tenía a los tres paisanos?

El Sr. Gonzalvo Sánchez llegó al campo de concentración de Mauthausen el 25 de noviembre de 1941, con un transporte de 47 prisioneros españoles procedentes del campo de prisioneros de guerra Stalag XI-B en Fallingbos-

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tel. En Mauthausen, se le asignó el número de prisionero 5948. En su ficha de deportado aparece que fue capturado en Vosges y Territorio Belfort. Según los registros de defunción de Mauthausen (anaquel AM / Y / 46a), Santiago Gonzalvo Sánchez murió en Mauthausen el 15 de abril de 1943, a las 6:55 a.m., (35 años), debido a “Venenentz [ündung], Thromboseherzembolie” (es decir, ‘flebitis, trombosis, embolia del corazón’).

Esta notificación fue dirigida a la madre: Mercedes Sánchez Tejedor, que residía en la calle Cañahonda de Cañamero. Esta carta es enviada, a diferencia de las otras cartas, en 1952. El nombre del Sr. Gonzalvo Sánchez está incluido en la “Sala de nombres” virtual: http://www.gedenkstaetten.at/raum-der-namen/cms/index. php?id=4&p=9912&L=6. La información común a los cuatro deportados cañameranos, es que al llegar a estos campos su profesión fue inscrita como “Landwirt”, es decir,

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HISTORIA • En Mauthausen “agricultores o granjeros”. Y todos fueron categorizados como “Rotspanier”, o sea, “Voluntarios de la Guerra Roja Española”. El campamento de Gusen fue creado en un principio, para trabajar en las canteras. Sin embargo, pronto se convirtió en un campo de exterminio en el que grupos enteros de prisioneros, concretamente polacos y españoles, fueron asesinados sistemáticamente. Más tarde, los presos trabajaron cada vez más en la producción de armas para las firmas Steyr-Daimler-Puch y Messerschmitt” Los primeros transportes de prisioneros españoles llegaron a Gusen a principios de 1941; fecha en la que llegaron “nuestros paisanos”. En Gusen I se utilizaba el trabajo forzado de los presos; vivieron en unas condiciones extremas, mal alimentados, con tratos vejatorios. Fueron asesinados de distintas formas, bien directamente dentro de Gussen; o en el Castillo de Hartheim donde los asesinaban mediante gas letal, allí murieron unos 500 españoles, procedentes de los campos de Mauthausen- Gusen; pues seleccionaban a los presos enfermos, a los más débiles física y/o psíquicamente, y provocaban su muerte ¿Irían a parar allí, alguno de los paisanos?. En Gusen se dio el mayor porcentaje de los asesinatos de los subcampos dependientes de Mauthausen, entre 1940-1945, murieron un 65%, casi 5000 de los 7200 españoles. The Research Center of the Mauthausen Memorial en Viena, nos invita a agregar un breve texto biográfico sobre cualquiera de los presos de Cañamero (hasta 500 palabras en el idioma que se prefiera) o agregar algunas fotografías en la “Sala de los nombres” virtual de Mauthausen; ya aparecen sus nombres, pero cualquier cañamerano o lector, con interés, o con más información, puede realizar esta pequeña reseña. Esto es una investigación abierta que sería interesante completar. No sabemos cuándo se fueron del pueblo, si se fueron juntos o por separado, qué hicieron al llegar a Francia hasta ser apresados. ¿Puede que alguna familia tenga información? ¿Quizás alguien tenga fotografías? ¿Hubo algún cañamerano más, y que pudiera sobrevivir al exterminio?...

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La historia, parece muy lejana, en tiempo y en distancia. No hay que olvidarla, los jóvenes deben conocerla para que no vuelva a ocurrir semejante atrocidad. La historia está ahí, ha ocurrido, no es algo ajeno, todos formamos parte de ella. Así, este grupo de paisanos, familiares, con nuestras mismas raíces, fueron “sufridores” y “actores principales”, de una terrible película real; vivieron en primera persona el holocausto, y fueron víctimas de esta macabra historia nazi, que tan lejana la creía de mi pueblo y “del pueblo natal” de nuestros protagonistas. “El 5 de mayo de 1945 fue liberado el campo de Mauthausen, fecha en la que terminaba el proceso de liberaciones que habían comenzado en enero”. Nuestros paisanos ya no lo pudieron conocer. DOCUMENTACIÓN

-“Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica”, - Ministerio de Justicia (https://leymemoria.mjusticia.gob.es). “Fallecidos españoles en los campos de concentración nazis” -“Carlos Hernández De Miguel, periodista, y escritor de “Los últimos españoles de Mauthausen” - The Research Center of the Mauthausen Memorial in Vienna. - ITS Abolsen - Centro Documental de la Memoria Histórica. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. - Amical Mauthausen ( www.amical­-mauthausen.org/) - Ministerio de defensa francés. Ministerio de antiguos combatientes y víctimas de guerra. -“Comité memorial de Güsen”. - Archivo del Memorial de Mauthausen (www.mauthausen-memorial.at) - Deportados.es/investigación - Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional. Centro Documental de la Memoria Histórica. (http://bibliotecavirtualdefensa.es)

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HISTORIA • En Mauthausen

Suelto nº 11

Nos encantaría recibir algunos comentarios de quienes hayan leído alguno de los libros de escritores nacidos en Cañamero o que escriben sobre Cañamero, como estos:

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LA COLONIA AGRÍCOLA Pedro Alfonso Diosdado (Sin duda la obra de más trascendencia para Cañamero, la que ha supuesto el cambio más radical de los acontecidos en la vida de la localidad y en la de cada uno de sus habitantes). La colonia se extiende por una superficie de 1.700 hectáreas más otras 494 de zona forestal, de terreno accidentado por lomas, barrancos y vegas. Aunque pudiera parecer que siempre estuvo así, es fruto de la pelea contra el suelo de los agricultores de la localidad; y no menos, de la intuición y lucha de unos hombres que fueron pioneros en su tiempo. Sirva estas líneas de homenaje a unos y otros, y que el conocimiento de su tarea y su justo reconocimiento estimule a los cañameranos de hoy para trazarse metas ambiciosas, acordes con los tiempos actuales, y siguiendo aquel ejemplo, anticipadoras de un futuro mejor, próspero y solidario. Antecedentes Poco sabemos de la situación de las tierras de Cañamero y de su escasa producción agrícola anterior a la creación de la colonia. Por la tradición, junto a algunos datos sacados de los libros de misas de la iglesia Parroquial, se concluye que en las inmediaciones del pueblo hubo desde antiguo plantaciones de olivos, higueras, vides y frutales diversos; de estas plantaciones dan fe todavía los olivos centenarios que rodean la localidad. Las grandes fincas del resto del territorio serían labradas por los vecinos para cultivar cereales, por concesiones de los dueños. En el Interrogatorio de 1.791 de la Provincia de Extremadura por la Real Audiencia encontramos la producción por un quinquenio:

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HISTORIA • La Colonia trigo 4.400 fanegas zenteno 2.100 fanegas zebada 360 fanegas avena 350 fanegas seda 5 arrobas

vinagre 120 arrobas aceite 500 arrobas lino bayal 120 arrobas lana 250 arrobas vino 200 arrobas

bellotas 60 fanegas castañas 80 fanegas miel 240 arrobas garvanzo 60 fanegas corcho 200 arrobas

Desde aquellas fechas hasta el reparto de lotes la situación productiva no pudo cambiar mucho porque no había cambiado el régimen de posesión de la tierra. Muchos años más tarde, en el informe publicado por la Junta Central de Colonización con motivo de la exposición universal e internacional de cooperación y obras sociales de Gante en 1.924: “Pueblo esencialmente ganadero, vio menguado notablemente sus recursos para la vida cuando los grandes señores dueños de los extensos montes de la comarca limitaron las concesiones que otorgaban para que los ganados de los vecinos aprovechasen sus predios. Sin tierras que cultivar, ni medios para subsistir, muchos emigraron a lejanos países. Algunos arriesgaron sus esfuerzos personales y aún el dinero que pidieron a la usura, plantando cepas en los terrenos que cercaron de los montes públicos. Su obra, sin estabilidad legal, quedó pronto destruida con la invasión de la Filoxera. El desaliento cundió hasta el extremo de que en distintas ocasiones el pueblo estuvo dispuesto a emigrar en masa”. La triste situación que se pinta en las anteriores líneas era común a la inmensa mayoría del territorio español, donde junto al hambre y miseria de sus habitantes, pervivían grandes extensiones de terreno de los “propios” de ayuntamientos y otros, que estaban infra explotados y casi improductivos para los vecinos, ayuntamientos y estado. La Historia

Conscientes las jerarquías de la nación de la necesidad de sus habitantes y de que los territorios de “propios” pueden remediar la situación a la vez que con el tiempo, suponer un saneamiento de las arcas públicas, siempre

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necesitadas, se promulga la ley de 30 de Agosto de 1907 sobre Colonización y Repoblación Interior que tiene como principios: ”arraigar en la nación a las familias desprovistas de medios de trabajo o de capital para subvenir a las necesidades de la vida, disminuir la emigración, poblar el campo y cultivar tierras incultas o deficientemente explotadas. Para conseguir dicho objetivo se subdividirá la propiedad de aquellas tierras del Estado y Ayuntamientos, previos estudios agrosociales que así lo aconsejen, dando preferencia en el estudio a los que puedan ser mejorados notablemente. Se constituirá en esos terrenos una cooperativa que será órgano intermediario y educativo para las necesidades de créditos, ahorros con socorro, seguLos tres hermanos Antonio, Juan ro, compra, venta y mejora y Fausto Maldonado Otero cultural. La colonización de territorios se solicitará a la Junta Central de Colonización que llegado el caso y durante un periodo intermedio hará las funciones de administración y dirección de los aprovechamientos.” De la conmoción que dicha ley causó en nuestros abuelos y de su rapidez de reflejos, que es la primera causa del éxito en la realización del reparto de

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HISTORIA • La Colonia los “lotes de la colonia,” da fe el acta de pleno del ayuntamiento que se celebra en Cañamero cuando no han pasado aún dos meses desde la aprobación de la ley. Es de destacar el espíritu que animaba a todos, entre ellos a los que sin tener necesidad de terrenos de colonización, renuncian a los derechos que pudieran asistirles como vecinos de Cañamero en favor de los necesitados, y no sólo no oponen resistencia a un reparto en el que ellos no tienen cabida, sino que encabezan, en algunos casos de forma altruista, las acciones tendentes a conseguir el bien de la mayoría. Actas del Ayuntamiento y resolución (Siendo su presidente Pedro Gálvez y los concejales: Pedro Mirasierras, Patrocinio Peloche, Pedro Pazos, Felipe Rodríguez y Alejandro Audije) En Cañamero a 23 de Octubre de 1907 siendo las veinte horas se reunieron en la casa consistorial los señores concejales del margen previa convocatoria al efecto de poder celebrar sesión extraordinaria bajo la presidencia del alcalde Sr. Gálvez con asistencia del infra escrito secretario y abierto el acto por dicho Sr. Presidente se leyó y aprobó el acta de la anterior. Acto seguido se dio cuenta de la instancia presentada por D. Ildefonso Peloche Cabello, D. Pablo García Garrido y D. José Domínguez Maldonado fecha veintiuno de los corrientes relativa a que hallándose identificados con la voz pública local y a su buen deseo de que se remedie la triste situación de este pueblo aprovechan la ocasión propicia de solicitar por virtud de la ley de colonización interior de treinta de Agosto último que se abra información ante una comisión del ayuntamiento para oír la opinión pública sobre la conveniencia de que los terrenos de las dehesas Higueruela y Valles, bienes patrimoniales de este municipio incluidas en el catálogo por causa de utilidad pública queden sujetas a las prescripciones de expresada ley en atención a que ni reúnen las condiciones por que se hallan catalogadas ni llenando por ende fin social alguno, puesto que se hallan no deficiente sino totalmente casi sin explotar a pesar de ser susceptibles de rendir grandes beneficios sociales: Que dándose cuenta después al

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Nº 1 - 2018 ayuntamiento con informe del mismo se dé al expediente la tramitación debida con notificación a los recurrentes de los acuerdos que se adopten. En su virtud bien enterada la corporación acordó unánimemente en votación nominal acceder a lo solicitado por entender que el asunto en cuestión entraña vital importancia y es de gran interés social para esta localidad: Que terminada la información, el ayuntamiento emita informe que se llevará al expediente que se instruya a los fines que procedan. Finalmente se acordó nombrar comisionados que presencien referida información en unión del alcalde presidente y regidor síndico a los concejales D. Felipe Rodríguez Peloche y D. Alejandro Audije Ruiz facultándose a la presidencia para que adopte cuantas providencias y diligencias sean concernientes a la ejecución de este acordado. Del mismo modo se hizo constar la falta de asistencia del primer y segundo teniente de alcaldes Sres. Durán Horcajo y Gil Pazos, el primero sin justificar su ausencia a pesar de estar citado y el segundo por estar enfermo, como igualmente que el concejal síndico Sr. Durán Velardo se ha ausentado de la sesión después de comenzar esta ignorándose la causa que haya tenido para ello. No habiendo mas asuntos que tratar se dio por terminado el acto levantándose la sesión y esta acta que firman los Sres. Concejales siendo las veintidós horas lo que certifico.

Tal fue el interés suscitado entre el vecindario y autoridades que al mes siguiente se reúne de nuevo el pleno, al que se incorporan los concejales Pedro y José Durán, para dar cuenta de la situación del expediente abierto por acuerdo del pleno anterior y tomar otras decisiones al respecto, según se indica en el acta siguiente: En Cañamero a 12 de Noviembre de 1.907, siendo las nueve horas se reunieron en la Casa Consistorial los Sers. Concejales del margen para celebrar sesión supletoria de la ordinaria de día diez que no pudo celebrarse por falta de número suficiente de miembros para tomar acuerdos bajo la presidencia del Sr. Presidente, Sr. Gálvez con asistencia del infra escrito y abierto el acto por dicho Sr. Presidente de su orden se leyó acta anterior que fue aprobada. El Sr. Presidente dio cuenta del expediente instruido por la alcaldía en virtud del escrito que

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HISTORIA • La Colonia le consta han presentado varios vecinos de este pueblo pidiendo que los terrenos de la dehesa Higueruela y Valles de estos propios que se ajustan a la ley de 30 de Agosto último en el cual se ha convocado la información pública solicitada con aportamiento de certificaciones oficiales y dictamen del síndico y bien enterados los señores concejales acordaron unánimemente en votación nominal emitir el siguiente Informe: La corporación municipal que suscribe ha visto y examinado con detenimiento el expediente incoado Pablo García Garrido por la alcaldía en 22 del próximo pasado mes con motivo de la instancia presentada por D, Pablo García Garrido, D. Ildefonso Peloche Cabello y D. José Domínguez Maldonado de esta vecindad relativo a que los terrenos de Higueruela y Valles de bienes propios de este municipio queden sujetos a las prescripciones de la ley de colonización interior de 30 de Agosto de 1907 y del cual resulta que abierta la información pública solicitada ha sido levantada acta en los días señalados presentándose a informar 437 vecinos de los 577 que aparecen empadronados, habiendo hablado por si y a nombre de los demás, los seis asociados que autorizan las comparecencias: que todos ellos coinciden en que los terrenos en cuestión de Higueruela y Valles, de estos propios deben quedar sujetos a las prescripciones de la ley de colonización interior expresada. Considerando: Que aludidas fincas no reúnen las condiciones por las que figuran en el catálogo de montes de utilidad pública como resultas probadas de la información abierta y certificación Nº2 ni las ha reunido hace muchos años, extremo que también se prueba por la copia de instancia Nº 3 que se une al expediente. Considerando: Que aún cuando reunieran las condiciones expresadas procedería sujetarlas a la ley de colonización si por sus circunstancias peculiares pudieran rendir mayores beneficios sociales. Considerando: Que comprendidas en la ley mencionada los beneficios primeros que se obtuvieran seria el mayor cupo contributivo para el estado por la variación de

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Nº 1 - 2018 cultivo, el mayor beneficio para estos vecinos al suministrarles terrenos de los que se sustenten y de que hoy carecen en absoluto esto sin detrimento de los intereses del erario público y municipal que verían asegurados sus capitales intereses mediante la constitución el canon reservativo establecido en la regla 5ª artículo 5º de la referida ley. Considerando: Que expresados terrenos de Higueruela y Valles nunca produjeron rendimientos respecto de la especie arbórea del roble y pino porque se exceptuaron de la venta. Considerando: Que está plenamente demostrada la necesidad imperiosa de que sea otorgada por la superioridad la concesión pretendida teniendo en cuenta que las circunstancias especiales de expresados montes encajan dentro de lo prescrito en el artículo adicional de dicha ley y por tanto indudablemente cierto que con su otorgamiento habían de remediarse las apremiantes necesidades sentidas de este mísero pueblo que son todos las comprendidas en el artículo 1º de mencionada ley. Considerando: Que la misma opinión favorable ha emitido en su informe el regidor síndico y que en cuanto a la información abierta al público ninguna reclamación se ha producido en contra de lo acordado, el ayuntamiento por unanimidad acordó aprobar en todas sus partes referido expediente informando pues que había consideración a los razonamientos aducidos, opina que debe otorgarse desde luego la concesión solicitada de que consabidos terrenos de Higueruela y Valles queden sujetos a las prescripciones de mencionada ley de 3º de Agosto de 1907 por ser no solo de justicia sino que también de conciencia, con cuya plausible y meritoria obra recibirán los poderes públicos constituidos las justas alabanzas y bendiciones de este famélico y desgraciado vecindario, digno de mejor suerte. Continuase certificación de este informe en el expediente con entrega del diligenciado a los recurrentes para que elevándose al ministerio de fomento y mediante el parecer de la Junta Central pueda presentarse por el gobierno el proyecto de ley especial a que se contrae el artículo adicional de dicha ley. También dio cuenta el Sr. Presidente de que en la reunión pública celebrada en su presencia anteayer por gran número de vecinos en la casa consistorial, fueron elegidos comisionados por aclamación D. Pablo García Garrido, D, Ildefonso Peloche Cabello y D. José Domínguez Maldonado, de esta vecindad, para que en representación del pueblo se personen en

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HISTORIA • La Colonia la Capital de Cáceres y en Madrid a fin de hacer entrega en el ministerio de fomento del expediente incoado para que los terrenos de las dehesas Higueruela y Valles queden sujetos a las prescripciones de la Ley de Colonización Interior de 30 de Agosto último. En su virtud y considerando acertada la designación de los electos el ayuntamiento acordó prestar su conformidad a los nombrados, a cuyos señores se les confíen por virtud de este acuerdo las facultades y poder que por derecho se requiere, para que también a nombre y representación de esta entidad, pero sin remuneración alguna por el municipio, puedan presentarse en las oficinas provinciales y centrales correspondientes a recoger y entregar cuantos documentos relativos al particular fuesen precisos pudiendo recibir notificaciones y firmar lo necesario hasta la resolución del expediente por la Junta Central y Ministerio de Fomento: Que por último se libre certificación de este acuerdo para su entrega a los nombrados y que les pueda servir de credencial en forma

Ildefonso Peloche Cabello

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José Domínguez Maldonado


Nº 1 - 2018 (…) y no habiendo mas asuntos que tratar se levantó la sesión y este acta que firman los Seres. Concejales presentes siendo las doce horas lo que certifico.

El 6 de Febrero de 1.908, gracias a las gestiones realizadas, La Junta Central de Colonización ya comunica al ayuntamiento que, por su situación, considera a las Dehesas Higueruela y Valles de Cañamero como candidatas a futura colonia. Lo que se recoge entre otras cosas en sesión ordinaria del pleno del día 16/2/1.908: (…) El Presidente dio cuenta de una comunicación emanada de la Junta Central nombrada en virtual de la ley de colonización de 30/agosto/último (1907) que ha sido trasladada a esta alcaldía en seis de los corrientes al objeto de que informe la corporación lo que sobre su contenido estime oportuno. En su virtud, leída que fue y bien enterado todo el ayuntamiento acordó unánimemente que se emita original y en un pliego separado el informe que sigue: Los concejales del ayuntamiento de este pueblo de Cañamero, que suscriben, evaluando el informe que se interesa en una comunicación emanada de la Junta Central que fue nombrada en virtud de la ley de colonización que ha sido trasladada a esta alcaldía por la jefatura de montes en cinco de los corrientes: INFORMAN: que promulgada la ley de colonización interior de 30 de agosto último, varios vecinos de esta villa presentaron instancia en la alcaldía solicitando que se instruyese expediente para justificar mediante información pública la conveniencia de que los terrenos de Higueruela y Valles, bienes de propios de este municipio quedasen sujetos a las prescripciones de expresada ley: Que habida consideración de lo solicitado concurrieron a informar 437 vecinos de los 577 que aparecen empadronados, todos los cuales demostraron por modo evidente y con lógica argumentación no solo la conveniencia sino que también la necesidad imperiosa de que los poderes públicos debían acceder a la pretensión solicitada puesto que encajaba dentro de lo prescrito en el artículo adicional de la propia ley. Además con ello se habían de obtener grandes beneficios sociales para el vecindario pues que se le suministraba terrenos con que atender a la subsistencia y de que hoy carecen en absolu-

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HISTORIA • La Colonia to: que también para el estado seria mayor el tipo contributivo por la variación del cultivo amen de que se verían asegurados los capitales intereses del erario público mediante la constitución del censo reservativo que establece la regla 5ª artículo 5º de la referida ley y con todo ello había de remediarse las apremiantes necesidades sentidas en este mísero pueblo que son todas las comprendidas en el artículo 1º de mentada ley. Estos y otros razonamientos aducidos, en unión de varias certificaciones unidos al expediente indujeron al ayuntamiento por unanimidad con sereno juicio como hoy lo hace en el sentido de que debía otorgarse desde luego a sus munícipes la concesión solicitada: Que de igual parecer es hoy la corporación sin dejar lugar a dudas. ¿Cómo no han de serlo constándoles que expresados montes no reúnen las condiciones porque fueron catalogados según está probado en la información aludida y certificación? Nº2 ni los ha reunido hace muchos años extremo también comprobados por las copias de instancias Nº. 3 cuales documentos se adjuntaron al expediente y cuando tienen por añadidura el pleno convencimiento de que a la favorable o adversa superior resolución depende la vida o muerte de este desgraciado vecindario. Es mas, bien en la hipótesis de que dichas fincas reunieran las condiciones expresadas procedería sujetarlas a la colonización si como dice la ley “por sus circunstancias peculiares pudieran rendir mayores beneficios sociales” extremo este último que pasamos a demostrar. Probado está en el expediente de referencia y de nuevo puede probarse que expresados terrenos de Higueruela y Valles nunca produjeron rendimientos respecto de la especie arbórea del roble y pino porque se exceptuaron de la venta: que también se prueba por certificaciones en aquel diligenciadas que las utilidades producidas en el último quinquenio de las dehesas Higueruela fueron 12.000 pesetas correspondiendo por consiguiente a cada año 2.580: las que produjo la de Valles ascendieron a 7.000 pesetas siendo el producto anual 1.400. Por manera que deducidas de ambas sumas anuales 1.100 pesetas que suelen pagarse por contribución territorial y el 10% para repoblación y mejora de los montes queda a percibir la hacienda pública un líquido de 644 pesetas al año. Según certificación del ayuntamien-

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Nº 1 - 2018 to, también se justificó en el expediente en cuestión por datos tomados al azar que las hectáreas de terreno de pastos de 3ª clase vienen figurando para tributar con un líquido imponible de 4,33 pesetas y en cambio la hectárea de labor de igual clase 3ª tributa con un líquido de 19,94 pesetas: es decir, que si los terrenos de pastos de 3ª clase fueran dedicados a la labor con el tipo contributivo a que se hace mérito, percibiría el estado casi cuádruple de lo que hoy percibe. Ahora bien, esto sentado y teniendo como tienen tales montes la cabida de 1.700 hectáreas de pastos, la consecuencia es lógica de que bastaría con sólo dedicar estas a la inferior clase de cultivos para obtener el asombroso rendimiento por tributación con destino al tesoro público de 6.800 pesetas anuales a mayores de las que hoy se ingresan. También es de advertir que de los datos estadísticos obrantes en este archivo aparece que la extensión superficial de este que comprende el término municipal es de 6.715 hectáreas próximamente, de las cuales se hallan distribuidas en esta forma: Dehesa Higueruela de propios 1.300: Dehesa Valles de Id. 400: Dehesa Cañada Boyal 609: Terrenos del hacendado forastero Marqués de la Romana 3.400: Terrenos de los Sres. Guillén y Malo de Molina etc. 300: otros terrenos sobrantes e infructíferos del, común de los vecinos 300; todos los cuales en conjunto suman 6.309 hectáreas las que deducidas del total vienen a quedar únicamente 406 para las distintas clases de cultivo de estos vecinos.. Con tan exiguas cifras de 406 hectáreas qué le quedará a un pueblo como este que cuenta hoy con mas de 600 vecinos y que su población va en aumento, ¿cabe sostener por alguien, ni sospechar siquiera la posibilidad de la vida y que puede darse ocupación digna y honrada a sus habitantes? Si aquí vegeta un pueblo es merced a las condiciones climatológicas del suelo que son muy benignas como esta declarado en documentos científicos y comprobados por la estadística que viene ocupando una exigua cifra de mortalidad y por ende un mayor aumento de la población que en épocas antiguas como se justificará si preciso fuese o por reconocimiento de las técnicas sobre el terreno. No deja de llamar la atención el fenómeno que aquí se observa en cuanto al sostenimiento de la vida campestre. Y no se diga que existen otros veneros

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HISTORIA • La Colonia o fuentes de riqueza ni industrias artes u oficios, no, puesto que solo hay el del terreno elemento escueto al que están apegados los labriegos, viviendo por tanto como de milagro, trabajando lo indecible noche y día, mal alimentados, y lo que es mas triste aún sin poder dar el suficiente pan a sus atribuladas mujeres e hijos, viven en fin como el antiguo esclavo de la gleba, siempre encorvado el cuerpo y sufriendo siempre el cruel azote del látigo de la miseria. Por este ligero cuadro que resulta pálido ante la realidad de los hechos, juzgarse puede si están o no viviendo como de milagro. Así se explica que los empleados de montes tengan con frecuencia que interponer denuncias hasta en grupos de treinta y tantas contra desheredados de la fortuna porque en su tenaz lucha por la existencia quieren convertir en terrenos productivos aún a costa de mil privaciones y cruentos sudores para mitigar el hambre que les corroe, esos dos grandes eriales conocidos por dehesas Higueruela y Valles que poco o nada producen como montes públicos. Por las ostensibles y poderosas razones expuestas, el ayuntamiento unánimemente declara que entiende procede que los terrenos de referidas dehesas Higueruela y Valles deben quedar sujetos a las prescripciones de la ley de 30 de Agosto último para que puedan ser objeto de las ventas a que se refiere el artículo 3º de la misma, por que entendemos de no lesionarse con ello los intereses del estado, sino que más bien se benefician mediante el mayor tipo tributario como queda demostrado, tampoco se lesionan los del municipio por quedar garantizados con el censo reservativo que sobre ellos puede pesar. Con este altruista, loable y justiciero modo de obrar por los poderes públicos a favor del obrero agrícola que es el verdadero nervio de la nación desaparecería como por ensalmo la precaria y aflictiva situación de estos infelices vecinos y sus famélicas familias desechando a la vez de su mente la desconsoladora idea de la emigración total que se avecina al par que la imagen siniestra que trae aparejada el terrible espectro de la miseria con patética cohorte de espantosas negruras y en cambio sobre este pueblo honrado y trabajador, digno de mejor suerte, verse brillar entonces una nueva aurora de redención bajo el hermoso lema de paz y trabajo que es una de las virtudes que mas dignifican y enal-

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Nº 1 - 2018 tecen al hombre en la tierra. Para concluir y oficiando pues, ante el altar de sus honradas conciencias se permiten reiterar los dicentes que aún en el supuesto de que no existiese ningún derecho dentro de la ley para que fuera otorgada la concesión pedida estiman que en ello no deben los dignísimos y preclaros representantes de los poderes constituidos parar en mientes para otorgarla si ha de tenerse en cuenta el patriótico espíritu que informa el artículo 1º de repetida ley, el cual está inspirado en el mas alto sentido político, filantrópico, y de humanismo progresivo que corresponde a toda la nación culta. Con tan plausible y meritoria obra es indudable que sus autores recibirán las justas alabanzas y bendiciones de todo un pueblo agradecido que ansía el resurgimiento de nuevos horizontes que al mejor bienestar posible por mediación del trabajo honrado. Tal es el informe que en obsequio a la verdad tiene el honor de emitir el ayuntamiento en pleno para que surta los efectos oportunos ante la superioridad. Cañamero día seis de Febrero de mil novecientos ocho. No teniendo más asuntos que acordar se levantó la sesión y esta acta que firman los Sres. concejales lo que se certifica. Siguen las firmas.

En sesión del 27 de Diciembre de 1908 el alcalde da cuenta del viaje realizado a Madrid acompañado del secretario “del que traen buenas impresiones respecto al expediente de Higueruela y valles, en el que ha tomado parte muy activa el diputado a cortes por el distrito, Sr. Marqués de la Romana” En la sesión extraordinaria del 11 de Octubre de 1912 bajo la presidencia de Pedro Durán Horcajo, se da cuenta de una orden de la Junta Central de Colonización, en la que ante las instancias dirigidas a esa junta por las autoridades locales solicitando se activen los trabajos de colonización “ordena se remita con toda urgencia certificación del acuerdo del ayuntamiento renunciando al canon que le concede la ley de 30 de Agosto de 1.907 o en caso contrario, estar dispuesto a sufragar los gastos que se deriven de las mejoras permanentes que en las citadas dehesas haya que hacer para establecimiento de la colonia” Enterado el ayuntamiento y en la misma sesión

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HISTORIA • La Colonia acordó por unanimidad “renunciar al canon para que el citado se encargue de sufragar los gastos mencionados”. A partir de aquí se entra en un periodo de estudios técnicos, por la Junta Central de Colonización, a los que es ajeno el ayuntamiento que no vuelve a tener intervención hasta que en sesión extraordinaria de 16 de Noviembre de 1.916 bajo la Presidencia de Matías Pazos Valencia y ante la “angustiosa situación” que se avecina por la falta de trabajo y el encarecimiento de productos básicos (“96 libras de trigo valen en la localidad 15 pesetas”) y no teniendo posibilidad los vecinos de sembrar ya que lo prohíbe sin razón aparente la Jefatura del Distrito Forestal de Cáceres en las dehesas de propios del ayuntamiento (Higueruela y Valles) como se viene haciendo habitualmente y no existiendo en el pueblo personas acomodadas cuya situación les permita remediar tan gravísima situación ni terreno donde poder ganar un jornal pues la mayor parte del término pertenece a hacendados forasteros que han de preocuparse muy poco de la calamidad que en este pueblo ocurre y no poder el ayuntamiento afrontar obras públicas por lo menguado de sus arcas” hay que tomar medidas encaminadas a conseguir que “la colonización de los montes Higueruela y Valles de los propios de esta villa, ya concedida por los poderes públicos llegue a ponerse en explotación en el menor tiempo posible y como según manifestaciones hechas por personas autorizadas esto no ha de conseguirse hasta que no se construya el ferrocarril de Cáceres a Logrosán se impone la necesidad de gestionar la construcción del mismo”. Convencido el ayuntamiento del razonamiento, sus esfuerzos se van a encaminar por un tiempo a la petición de obras publicas en la región que puedan solventar la falta de jornales y entre ellas, que se dé prioridad a las obras del citado ferrocarril. La situación que se pinta en las líneas anteriores era realmente angustiosa pues las actas de pleno del ayuntamiento están llenas de peticiones de los vecinos a los que hay que socorrer por “Tener que trasladar a un familiar al hospital por carecer de medios, haber dado a luz a gemelos, estar enfermo y no poder trabajar, etc”. Esto en cuanto a asuntos puntuales ya que aparecen

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continuamente listados de unas 200 familias pobres a las que hay que ayudar habitualmente. Vuelve a desaparecer cualquier referencia a la colonización de los libros de sesiones del ayuntamiento, ocupados los concejales en cosas más cotidianas hasta que en sesión de 2 de Abril, presidida por Matías Pazos Valencia, se considera más conveniente un reparto individual de terrenos a obreros del campo que la creación de una colonia y por tanto, en atención a la propia ley de colonización que así lo permite, se acuerda: - “Solicitar un reparto individual por considerar que los beneficios son extensivos a más labradores necesitados. - Que a cada lote de terreno se le imponga forzosamente de canon el 2% del valor en que sea tasado, a cuyo beneficio había renunciado anteriormente esta junta por no haberse dado cuenta de que la vida económica de este municipio llegaría a ser insostenible si se le

Corporación municipal 1918. Sentado en el centro D. Matías Pazos Valencia, alcalde

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HISTORIA • La Colonia privara de 10.500 pesetas anuales que aproximadamente viene percibiendo por los aprovechamientos de pastos y montanera de referidos montes de Higueruela y Valles”.

Se hace constar que estos acuerdos se toman recogiendo el sentir general de los vecinos que están de acuerdo en todos los aspectos reflejados.

En sesión extraordinaria de 14 de Agosto de 1.919 bajo la presidencia de Matías Pazos Valencia se da cuenta de las comunicaciones de la Junta Central de Colonización de fecha de 30 de Mayo y 14 julio del corriente manifestando el pleno que: -”Persisten en el planteamiento del repartimiento de los terrenos de Higueruela y Valles como ya se tenía solicitado en sesión anterior. - Que el canon que esa Junta propone no está en relación con el valor de los terrenos y que el vecindario, al que se ha oído, está dispuesto a pagar el de 8.000 pesetas. Por lo cual acuerda solicitar a esa Junta se haga el reparto con esas modificaciones y que el número de lotes sea de 500 por ser estos los vecinos necesitados.” En sesión Extraordinaria de 17 de Octubre de 1.919 presidida por Matías Pazos Valencia se da cuenta de la comunicación recibida de la Junta Central de Colonización recibida el 24 de Septiembre en los términos que siguen: “La distribución de los montes Higueruela y Valles sólo es posible si los futuros pobladores, que serán menos de 500, se someten al mismo régimen de colaboración que los de las colonias y que el ayuntamiento percibirá de canon la cantidad anual de 4.424 pesetas” Discutido el asunto, los concejales acuerdan por unanimidad: -“Que la distribución de dichos lotes se lleve a cabo entre el mayor número posible de agricultores. - Que los futuros pobladores habrán de quedar sometidos al mismo régimen de cooperación que los de las colonias. - Rogar a la Junta Central de Colonización que rectifique el error que ha debido cometer al practicarse la tasación del suelo de Higueruela y

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Valles pues de la documentación remitida referida a la explotación del último quinquenio se comprueba que no es de 4.424 pesetas sino otra bastante mayor”.

En sesión del 28 de Enero de 1.920 presidida por Matías Pazos Valencia se da cuenta de la comunicación de la Junta Central de Colonización de 7 de Enero en el sentido de que. -“Una vez estudiada la petición y documentación del ayuntamiento respecto al canon se eleva éste a la cantidad de 6.504 pesetas anuales a percibir por el ayuntamiento solicitando manifiesten la decisión que adopten con la mayor brevedad posible para obrar en consecuencia”. El ayuntamiento se mostró conforme con el canon establecido así como con otros aspectos de la comunicación y ruega a la Junta Central que proceda con la mayor celeridad posible a tramitar el expediente para conseguir el reparto de los lotes en breve plazo. Vuelve a reunirse el ayuntamiento en sesión extraordinaria de 12 de Junio de 1921 para informar que: -“El día 10 de mayo pasado fue aprobado por la junta el plan de reparto de Higueruela y Valles elevándose al Ministerio de Trabajo para su presentación en Cortes el oportuno proyecto excluyendo dichos montes del catalogo de utilidad pública de esa provincia. - Se solicita que ese ayuntamiento remita a la Junta los títulos de propiedad de dichos montes Estudiado y discutido el asunto el ayuntamiento acuerda. -“Aceptar todos los términos establecidos por la Junta, - Se hagan gestiones por la presidencia ante el ingeniero jefe del distrito forestal y el registro de la propiedad para la remisión de títulos de propiedad. - Que se forme una comisión para el estudio de las interpretaciones que dentro de la ley encajen mas a favor del bien general”.

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HISTORIA • La Colonia Habían transcurrido 14 años desde la promulgación de la ley y la presentación de la 1º instancia solicitando al ayuntamiento que abriera expediente para el reparto de los terrenos de propios de Higueruela y Valles, 14 años en que los cañameranos saciaron su hambre con más esperanzas de tener tierra que con pan. El ayuntamiento había hecho lo que le correspondía y la Junta Central de Colonización, el estudio técnico para la repartición de los lotes: pero faltaba lo más importante, la aprobación en las Cortes del proyecto presentado. Hacían falta defensores de aquel proyecto y quien, desde Cañamero, estimulara aquella lucha a la vez que servía de puente entre las instituciones moviendo, ¿por qué no? amistades políticas y personales en bien de un proyecto que se entendía vital para el futuro del pueblo y que de ningún modo iban a permitir que se perdiera por las intrincados vericuetos de la política nacional de aquellos tiempos. El Personaje en cuestión fue Felipe Rodríguez Peloche, farmacéutico de Cañamero, hombre culto y jefe del Partido Liberal.

Felipe Rodríguez Peloche

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De la correspondencia cruzada entre él y José Rosado, (Diputado a Cortes por Navalmoral de la Mata), Enrique Vicó, y Fernando G. Puelles (Ingeniero agrónomo de la Junta Central de Colonización) en los meses de Mayo, Junio, Julio de 1922, se desprende que la lucha fue importante y la victoria no estuvo siempre de lado de los “nuestros”. Pero su empuje, su convencimiento y su fuerza política terminaron por fin con la aprobación del proyecto de Colonización de Higueruela y Valles de Cañamero. El 28 de Mayo de 1922 en carta personal de José Rosado a Felipe Rodríguez se dice: “Mi querido Felipe: Buen lío tenemos con la dichosa colonia. Ha debido Vd. decirme antes todo lo que hubiera en este asunto para haber vencido lo que es posible que ya no tenga el remedio que deseamos. Efectivamente, estuvo en el orden del día con cinco proyectos de ley remitidos por el Senado sobre la construcción de colonias, pero se habían dado los dictámenes condicionales y la Comisión de trabajo, en virtud de su perfecto derecho, ha retirado cuatro y entre los cuatro está el de ese pueblo. Cada uno se retira por causa distinta... suponiendo que llegáramos a obtener un nuevo dictamen favorable, lo cual creo imposible, no se discutiría desde que uno cualquiera anunciara un voto particular, una enmienda o siquiera, el propósito de discutirlo. Yo he pedido, en cuanto a esa colonia se refiere, que se reúna de nuevo la comisión y que me oigan, y efectivamente el jueves de la semana próxima se reúne la comisión y yo informaré ante ella. Excuso decirle que me estoy tragando el expediente y que cuantos más datos Vd. quiera darme se los estimaré muchísimo que me los dé. Siguen en la carta una serie de razonamientos expuestos en contra de la colonia desde instancias provinciales y posiblemente locales y nombres de diputados a favor del proyecto y en contra. “Por hoy no puedo dar mas noticias –escribe Rosado-. Yo soy el que las espero de Vd. Tan extensas como quiera Vd. dármelas, que cuanto más extensas me parecerán mejor...”

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HISTORIA • La Colonia En carta personal de 27 de Junio de Enrique Vicó a Felipe Rodríguez, se lee: “Querido amigo: Acabo de ver a Rosado diez minutos después de haber conseguido todo y mejorado el asunto de la colonia...” En efecto: “...Después de ímprobas e incesantes gestiones que hice, conseguí que la Comisión se reuniera para yo informarles sobre el estado de la Colonia... conseguí un dictamen favorable en el que se pide al congreso que se repartan las dos dehesas en 458 lotes para los vecinos del pueblo y con un canon de 6.504 pesetas... supongo que hoy o a más tardar mañana lo apruebe el congreso y con ello tendré la satisfacción de llevar a ese pueblo algo que en lo sucesivo puede ser una fuente de riqueza y el bienestar de sus vecinos. No tenga ningún inconveniente en dar publicidad a esa noticia ya que es para nosotros un verdadero triunfo el haber alcanzado dicha mejora venciendo para ello muchos obstáculos y trabajos que en todos los ordenes se hacían para que nuestro intento se malograra....” (Carta de 30 de Junio de 1.922 de José Rosado a Felipe Rodríguez). Cinco días más tarde viene la confirmación: “...Acaba de sancionar S.M. el Rey la ley concerniente a la Colonia en Higueruela y Valles...nos deberá ese pueblo a la perseverancia de Vd. y a mí, la seguridad de tener mañana una riqueza de vid, olivos, y frutales como no pudo soñar… dé cuenta en el ayuntamiento de tan grata noticia...”

El 17 de Julio será el ingeniero Fernando G. Puelles quien escribe a Felipe Rodríguez: “por fin es ley el proyecto de colonización de Higueruela y Valles. Los trabajos se van a principiar enseguida, ya hay nombrado ingeniero director de los trabajos (D. Fernando Julián Soto) que va a instalarse en esa el próximo mes de Agosto.”

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Vicente y Juana, colonos en su lote. Detrás, la Casa del Guarda de la colonia. Ya tenía Cañamero colonia, al menos en los papeles, porque los trabajos se demoraban ante la desesperación de los vecinos que no acababan de ver los mojones en las lindes y sus nombres en títulos de propiedad. Surge así algún conflicto y para tratar de resolverlo, el ayuntamiento convoca sesión extraordinaria el 15 de Octubre de 1922, bajo la Presidencia de Adolfo Peloche a la que habían sido invitados, además de los vecinos, los ingenieros encargados de la obra, Fernando García Puelles y Fernando Gutiérrez Soto, para que informasen del estado de los trabajos y del estado de “intransigencia alarmante en que están los futuros colonos”. El Sr. García Puelles informó que la única causa que impedía la rápida marcha de los trabajos de instalación era el no haberse efectuado la entrega a la Junta de Colonización de referidos montes advirtiendo que la Junta Central estaba dispuesta a retirar el personal encargado de los trabajos y destinarlos a otras colonias si no se hacían cargo de los montes. En consecuencia, el pleno acordó invitar a dichos ingenieros a “que se posesionasen de los terrenos en evitación de posible alteración de orden público y siendo estos señores de la misma opinión quedó fijado el día de

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HISTORIA • La Colonia mañana a las diez horas para el acto de entrega, que hará el señor alcalde acompañado de la junta y los vecinos que quieran asistir”. El amojonamiento definitivo de los Montes Higueruela y Valles para conocer su situación exacta, en cuanto a perímetro y enclavados, de cara a la repartición de los lotes se “inicia el día 1 de Mayo de 1.923 poniéndose el primer mojón en el cerro de Risco Viejo. Durante los próximos días 12, 14, 15, 16, 17,18, 19, 21, y 22 de mayo se ponen un total de 274 mojones del perímetro más los que corresponden a los enclavados”. El deslinde lo realiza una comisión presidida por el Ingeniero Jefe de montes José Grau en la que, entre otros, está el primer guarda de la colonia Domingo Belvis, en cada momento están citados los particulares y ayuntamientos afectados (Logrosán y Berzocana) que no siempre hacen acto de presencia. Aunque casi todos los linderos aceptan sin problemas el deslinde, unos pocos plantean algún conflicto que se resuelva la mayor parte de las veces, por la comisión y los afectados, sobre el propio terreno. “El día 4 de Noviembre de 1.923 se hizo el sorteo para la adjudicación de los nuevos lotes de la Colonia. Muchos de los que emigraron han vuelto. Mas de 460 familias de laboriosos y honrados trabajadores del campo encontrarán en sus pequeñas heredades base cierta para atender desahogadamente a las necesidades de la vida. Cañamero es hoy un pueblo envidiado por los demás de la comarca. Presienten fundadamente su prosperidad. El territorio de los lotes comprende 2.222 hectáreas que se distribuyen de la siguiente forma.

Superficie ocupada por 485 lotes familiares. 1.700 hectáreas

Zona forestal..................................................... 494

Vivero y campo de experimentación..................... 6

Edificios, caminos, etc........................................ 22

Los trabajos realizados por los colonos en estos tres meses últimos han consistido en:

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Labores de barbecho........................................ 500 hectáreas


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Apertura de hoyos para plantación........... 500.000 hoyos

Plantación de barbados............................. 500.000 plantas

Olivos........................................................... 10.000

Frutales varios............................................. 40.000

Han trabajado también un vivero de tres hectáreas, un deposito de agua, construcción de caminos y casa del guarda, etc.

Ante la escasez de mano de obra hubo que traer obreros de los pueblos colindantes. (Se había pasado de ser un pueblo en el que casi nadie tenía trabajo a ser importador de mano de obra). Se espera obtener en 5 años 22.000 hectolitros de mosto, 800 quintales métricos de aceite, 20.000 quintales métricos de higos, etc. Afortunadamente, existe un precedente muy favorable para el buen éxito de estas especulaciones, y es el de ser de excelente calidad los productos que en condiciones análogas ya se cosechan en Cañamero. (Del informe ya citado de Gante en 1.924) En mayo de 1.924 la Cooperativa tiene Consejo de Administración que se ocupa de la gestión de todos los asuntos referentes al territorio de la colonia. Las reuniones de este Consejo así como las de la asamblea quedan recogidas en actas que reflejan con detalle todas las acciones llevadas a cabo y que son notario fiel de las grandezas y algunas miserias de aquellos hombres que se enfrentaban a una tarea esperanzadora pero novedosa y difícil. Entre las primeras decisiones que toma este Consejo figura la “multa impuesta a un colono por realizar trabajos en unos lotes permutados sin la aprobación definitiva de la permuta y sin haber siquiera puesto en conocimiento de la Dirección la permuta solicitada. La multa acordada es de 25 pesetas.” El jornal de un bracero del campo rondaba aquellos días las 3 pesetas. Las multas a colonos se van a suceder durante todo el periodo del Consejo siendo los motivos más frecuentes: - Realizar trabajos no autorizados - Abandono de los cultivos

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HISTORIA • La Colonia - Daños producidos a los linderos por acción de fuego o animales - No controlar plagas como la oruga - Etc. Los fondos de la cooperativa en estas fechas (Mayo de 1.924) ascendían a un total de 1.266 pesetas. El día 21 de Noviembre de 1924 y a instancias del vocal Juan Maldonado Otero, se acuerda establecer un premio para los colonos que mejor cultivados tengan sus lotes. El 21 de Diciembre de 1.924 comienza a hablarse en el Consejo de “Ensayos de Vinificación” lo que suponía el germen de una futura bodega cooperativa que será un objetivo frustrado y fruto de conflictos importantes que irán apareciendo en fechas siguientes. El 17 de Marzo de 1.925 se informa que la Junta Central ha concedido un préstamo a la cooperativa de 6.504,40 pesetas para pagar el primer canon del ayuntamiento que había vencido el 27 de Noviembre de 1.924. Esta cantidad había de ser devuelta sin intereses y en un solo pago el 27 de Noviembre de 1.926. El 4 de Noviembre de 1.925 se conceden los premios acordado anteriormente a colonos que trabajaban sus lotes de forma ejemplar. El premio era de 20 pesetas por colono y se concedieron a: -Benita Fernández Mirasierra -Vicente Expósito Horcajo -Samuel Tena Parralejo -Juan montes Mirasierra -Alejandro Cerca Expósito -Pedro Higuera Sánchez El 21 de Diciembre de 1.925 y a instancias de Juan Maldonado Otero “... el Consejo interpreta el sentir de todos los colonos de llegar en el plazo de un año a la construcción de la Bodega Cooperativa, obra de capital importancia para la colonia. Así se acuerda por unanimidad.”

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Trilla tradicional en una era El 27 de Febrero de 1.926 y ante la gran cantidad de barbados a injertar se compran 50 kg. de rafia para las ligaduras que se encargan a Elías Borrás, de Valdepeñas. La factura es de 100 ptas más portes en ferrocarril hasta Villanueva de la Serena: 4,1 ptas y el carro hasta Cañamero: 5 ptas. El 28 de Junio de 1.926 el Consejo acuerda solicitar de la Junta Central un libramiento de fondos que entre otras cosas contempla la construcción de la bodega (100.000 ptas) y los enseres de la misma (90.000 ptas) y se decide el 15 de diciembre vender el vino producido en el ensayo de vinificación de Octubre de 1.925 mediante subasta con el precio de salida en pesetas de: 1ª clase tinto oscuro.-------------------------------6. 50 2ª clase blanco casi incoloro--------------------10 3ª clase blanco rendido--------------------------12,75 La proposición más ventajosa es la presentada el día 29 de Enero por Juan Maldonado Otero que con un precio de 14,16, y 18 pesetas respectivamente, se queda con las tres clases de vino. La cantidad de barbados que iba habiendo en la colonia, en edad de ser injertados, hacen necesaria la compra de una máquina de hacer púas para este fin. El 24 de Marzo de 1.927 la cooperativa ya cuenta con una para el servicio de los colonos. Entre los problemas que aquejan a aquellas plantaciones jóvenes y especialmente a los injertos del año, se hace patente en acta de 10 de Mayo del

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HISTORIA • La Colonia 1927: es el de la caza (liebres y perdices). El Ingeniero Director se encarga de recabar del Gobernador provincial el correspondiente permiso para poder destruirla en tiempo de veda, este último, y pedido informe a la Guardia Civil, deniega el permiso en comunicación de 2 de Junio.

Juan Maldonado Otero defensor de la bodega cooperativa, con su esposa La cuestión de la bodega sigue pendiente y su promotor, Juan Maldonado, vuelve, con fecha de 20 de Octubre de 1927, a “recabar de la superioridad la autorización para la construcción de una amplia y sencilla bodega para evitar el problema que, aunque pequeño, ya este año se había presentado”. Este mismo año surge el asunto del ferrocarril Villanueva de la Serena-Talavera de la Reina. El 25 de noviembre el consejo “acuerda por unanimidad la concesión gratuita de paso por el terreno de la zona comunal de la colonia, atendiendo a los cuantiosos beneficios que este medio de locomoción había de presentar para la Gran Obra Colonizadora”

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En sesión de 16 de Marzo de 1928 se acuerda solicitar al ayuntamiento un trozo de terreno al sitio de Cañadahonda “de excepcionales condiciones por su orientación y situación topográfica para el edificio de la bodega, al mismo tiempo se acuerda solicitar al colono D Francisco Durán Velardo la venta de una finca que posee, lindante con dicho terreno, para la instalación de una almazara”. Como la construcción de la bodega no se veía cercana, en el mes de Abril el Ingeniero Presidente, Clemente Sánchez Torres expone la “necesidad de arrendar alguna bodega de particulares pues sólo 154 colonos (un tercio aproximadamente) contaba en sus casas con condiciones para tratar su fruto. Propone también que para atender a la vinificación venga a encargarse de las operaciones de la misma el Bodeguero de la Granja del Estado en Jerez de la Frontera y de esta manera se podría llegar a la formación de los tipos de vino que en su visita de 1925 realizó con los mostos de esta colonia”. Hace constar también que solo con la construcción de la bodega cooperativa, sin la cual corren gran riesgo la riqueza de viñedos de la colonia se acabarían los problemas que entonces acuciaban. Por desgracia para ellos, el problema que se avecinaba no lo fue y pudieron arreglarse aquel año con las bodegas de los propios colonos y dos vasijas con que contaba la cooperativa, y todo porque el mildiu y el pedrisco habían acabado con la mayor parte de aquella cosecha, según acta de 31 de Julio. Pero no desaparece de la mente de aquellos hombres que en años de producción normal no hay capacidad para atender a la vinificación y vuelven a solicitar a la Dirección General, en acta de 28 de Septiembre “que se ordene el oportuno proyecto de Bodega Cooperativa y poder llegar a su ejecución antes de que se presente el problema, que sin referida bodega, su resolución, como se tiene experimentado, presenta caracteres bochornosos para estos colonos.” El 18 de Enero siguiente el Ingeniero Agrónomo Manuel Gutiérrez del Arroyo ya figura como encargado de realizar este proyecto. En Febrero 1930 comienza a tomarse conciencia de otro problema: las plagas de orugas que dañan seriamente los cultivos y han de ser destruidas por los propios colonos y en los lotes en que sean detectadas. Se aplicará una multa de diez pesetas a los que no procedan a la extinción total de la plaga en sus lotes.

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HISTORIA • La Colonia En marzo de ese año el alcalde solicita al Consejo la oportuna autorización para la ocupación de los terrenos que dentro de los lotes haya de ocupar el ferrocarril, esta autorización es concedida sin oposición de ninguno de los colonos afectados. Y en Junio el alcalde, José Flores Ruiz, hace entrega de “un terreno de 50 por 25 metros, que será ampliado si es necesario, para la construcción de la bodega y en el sitio de Cañada Honda, quedando en suspenso la concesión de solares a los vecinos en dicho sitio por si la bodega tuviera necesidad de más terreno”. El 15 de Agosto y a propuesta del Delegado, el consejo acordó la contratación de otro guarda durante el tiempo de la recolección de cereales y vendimia. En 1.927 se había prohibido a los colonos exterminar la caza en tiempo de veda, como era su intención, ahora, en 1.930, se piensa que ésta puede suponer un ingreso extra para la cooperativa. En sesión de 29 de Septiembre se acuerda conceder permiso a los vecinos del pueblo y de los otros de los alrededores con la condición de pagar la cantidad de cinco pesetas que pasarán a los fondos cooperativos. En Noviembre queda constancia de la preocupación de los colonos por que en ciertas zonas las cepas no crecen con salud y llegan a perderse. El Ingeniero Director de la Estación Central de Patología Agrícola Miguel Benlloch, después de estudiar la cuestión emite un informe en el que se asegura que “no existe ningún problema grave y que es debido a que existen pequeños y contados ojetes de tierra que son inaprovechables o de mucho coste para el sostenimiento del viñedo”. El 29 de Diciembre se presenta una queja por parte del Consejo porque el Director de la Colonia ha amojonado un terreno en la “zona” (que servirá para compensar a los lotes afectados por el ferrocarril) sin contar con dicho Consejo y no siendo el terreno más adecuado; el Director argumenta que “el amojonamiento no es definitivo y por lo tanto puede ser objeto de modificación”. En 1.931 se ha empezado la repoblación de la zona con pinos. Una carta del Delegado del 20 de Febrero da fe de la oposición de los colonos, que entienden que el pinar, lindero con los cultivos, va a servir de refugio a es-

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pecies animales que atentarán contra aquellos. A pesar de todo se efectuó la repoblación llegando a criarse un hermoso pinar de “pinaster” que el fuego se ha encargado de aniquilar en su totalidad. El 29 de Abril el asunto de la Bodega Cooperativa, tan ansiada por los colonos, da un giro sorprendente. El acuerdo tomado ese día no necesita más comentarios: ACUERDO NUM. 5 - BODEGA COOPERATIVA.- Interpretando la opinión de la mayoría de los colonos, todos los vocales del Consejo manifestaron sus deseos de encarecer a la superioridad la anulación de los depósitos efectuados para la construcción de la Bodega Cooperativa de esta Colonia Agrícola. El señor Presidente manifestó que sentía la sensación que a la superioridad habría de darse con este acuerdo, a su juicio, manifiestamente lesivo para los intereses de los propios colonos; reconocía que cuando se ha tratado este tema en Juntas Generales, ha habido en ellas mayoría pro-Bodega llegándose en la del 17 de Febrero de 1930 a acordarse su construcción por aclamación de todos los asistentes....tan fatal resolución va en contra del racional criterio mundial que se basa en fomentar la cooperación. Sigue argumentando a favor de la bodega porque la competencia establecida entre los propios colonos en los dos últimos años ha hecho descender el precio de la uva en un 50% para terminar diciendo que un asunto de tal importancia habrá de ser decidido por la superioridad en atención a los intereses de esta colectividad. Siguiendo el criterio de la superioridad en sesiones posteriores se toma el acuerdo de seguir con los ensayos de vinificación comprando vasijas de 108 arrobas para llenar la parte libre de la bodega arrendada a José Peloche Gonzalo. A la entrega de la uva, los colonos percibirán la misma cantidad que si la vendieran a particulares y con la venta del vino se deducirían los gastos y se entregaría a los colonos los beneficios según cantidad y calidad de los frutos aportados.

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HISTORIA • La Colonia

Asistentes a un curso de viticultura En Diciembre se acuerda cambiar las viejas estacas de madera que separaban los lotes por mojones de piedra ya que muchas de las primeras se habían perdido por causa de los años y empezaba a haber conflicto de lindes. En Marzo de 1.933 los miembros del Consejo solicitan de la superioridad que se suspenda la repoblación con pinos de la zona y se haga con robles y castaños, pero no prospera argumentando aquella que del análisis de las tierras se desprende que es el pino la especie más adaptable. En Mayo de 1.934 Antonio Maldonado Otero vuelve a defender la necesidad de contar con una bodega propia para poder elaborar la gran cantidad de uva que se produce, ya que con la depreciación de los vinos se pierden en Cañamero unas 200.000 pesetas anuales. Será el 12 de Julio cuando se reúna la Junta General a petición del número reglamentario de colonos, para volver a tratar el asunto. La dirección junto a algunos colonos entre los que destaca Juan Maldonado Otero defienden la bodega y por ende el movimiento cooperativo, frente a ellos, la gran mayoría no sólo no quiere la bodega sino que pretenden que se liquide y disuelva la cooperativa con el pretexto de que los colonos ya tienen la práctica necesaria para regirse por sí mismos. Después de la discusión de los argumentos se pasa a la votación con el siguiente resultado: Asistentes de 453 colonos socios: 238 que votan todos. Quieren la bodega: 11. No quieren la bodega y sí liquidación de la cooperativa: 227.

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En consecuencia el Sr. Presidente manifiesta que ha quedado como resultado definitivo de la Junta General que no se construya la bodega y se vaya a la liquidación.

El acuerdo tomado en la Junta General hace que el Consejo en sesión de 30 de Julio suspenda la concesión de nuevos préstamos y se proceda a la cancelación de los vencidos; de la misma forma se suspende la compra de abono que la cooperativa venía haciendo, de forma anual, para todos sus socios. A pesar de todo esto la cooperativa va a seguir funcionando y el día 29 de abril se forma una comisión que junto con otra del ayuntamiento proceda a la tasación del plantío y terreno que se va a ver afectado por la obra del ferrocarril. El 24 de Diciembre el Consejo decide prorrogar los préstamos a los colonos quedando sin efecto el acuerdo de 30 de Julio. El nueve de Noviembre un grupo de colonos que había sido expulsado de sus lotes, por distintas razones, solicita ser readmitidos por no tener otro medio de vida. El consejo accede a la petición y les reintegra sus lotes de terreno. El verano de 1936 va a sembrar el mapa de España de sangre, odio y terror de Norte a Sur y de Izquierda a Derecha. Nada ni nadie va a quedar a salvo de la locura que enfrentó a vecinos contra vecinos sin distinguir en muchos casos entre la propia familia. Para la Colonia Agrícola de Cañamero se abre su capítulo más oscuro y en las actas de reuniones se traduce aquella lucha que enfrenta a los españoles y de la que no iban a quedar a salvo los colonos: Abandono de la tierra y pueblo, expedientes por desafección a la causa política, luchas por conservar la propiedad legal o arrebatarla, etc. A las seis de la tarde del 24 de Julio, el comandante de puesto de la Guardia Civil de Logrosán Francisco Núñez Cabezas, convoca en la sala capitular del ayuntamiento al alcalde Antonio Maldonado Otero y, en presencia del secretario que levanta acta, procede al cese del ayuntamiento actual sustituyéndolo “provisionalmente por una Comisión Gestora compuesta por tres vecinos que encarnan la representación genuina de los elementos de orden de la localidad...” El 28 de Septiembre muchos colonos habían abandonado sus lotes; unos porque identificados con la causa republicana habían huido de la localidad

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HISTORIA • La Colonia para salvar su vida que ciertamente peligraba, otros porque simplemente el comienzo de la guerra les había cogido en la otra España. En esa fecha el Jefe Provincial de Reforma Agraria pide relación de los colonos huidos y del depositario, nombrado por la alcaldía para hacerse cargo de sus parcelas. El consejo (en el que está Antonio Maldonado Otero) acuerda solicitar al jefe Provincial que rectifique el nombramiento del depositario hecho por la alcaldía a favor de un individuo no colono y que sea una comisión integrada por los vocales Sres. Maldonado, Martín Alfonso y Cruz Otero para administrar en nombre de la cooperativa y a cuyos fondos debían ir los beneficios de los frutos, siendo el Consejo de Administración de esta el que, lógicamente, entienda en este asunto. El 25 de Noviembre “Según la relación de los últimos desaparecidos del pueblo, son ya 66 los lotes que hay necesidad de administrar”.

El 15 de Febrero de 1.937 se reclama el lote nº 80 por un hijo del adjudicatario desaparecido, todos los miembros de la comisión acceden a concedérselo siempre y cuando el interesado abone los trabajos realizados por la comisión. Ese mismo día queda constancia en el acta de la reunión que aumenta nuevamente el número de lotes abandonados por los adjudicatarios que siguen desapareciendo del pueblo.

La guerra civil llega a Cañamero

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El 19 de Febrero se plantea por primera vez, en Junta General, la necesidad de construir un molino de aceite. En esa asamblea “están presentes 300 colonos aproximadamente de los 450 que componen la colonia (gran mayoría si se tiene en cuenta los ochenta y tantos que por desaparición y otras causas por motivo del actual Movimiento Nacional no han podido asistir)”. El 13 de Septiembre consta en acta que los lotes vacantes y abandonados alcanzan el número de 87. El 2 de Diciembre se pone a discusión el asunto de pago de jornales, acordándose por unanimidad bajar los precios hasta: Sarmentar........................................... 2,50 pesetas Poda................................................... 5 “ Barbechera......................................... 8 “ Bina.................................................... 9 “ Trabajos con la vertedera................ 10 “ Estos precios son tomados en lugar de los que rigen en las Bases de Trabajo, porque, por las actuales circunstancias, los trabajos del campo no pueden ser comenzados hasta la hora en que la Autoridad Militar del pueblo permite la salida de este, teniéndose que hacer la terminación de la jornada casi a media tarde, por la razón que también hay que regresar muy temprano. Esto lleva como consecuencia que el rendimiento sea muy escaso. El 31 de Octubre de 1.938 se acuerda arrendar a los colonos aquellos lotes que por abandono a causa de los acontecimientos de 1.936 u otras causas, estaban en administración por la cooperativa. Ese mismo día se reanudan los préstamos y las compras en común, que habían estado paralizados durante años. El 4 de Noviembre se examinan las listas de peticionarios de lotes administrados para el arriendo y se hace la adjudicación con el criterio de “tener preferencia los padres o hijos de los titulares, después los vocales del consejo y posteriormente los que lo solicitaran con anterioridad”.

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HISTORIA • La Colonia El 20 de Marzo de 1.939 y por orden de la Jefatura Provincial del Servicio de Reforma Agraria se suspenden las reuniones de la Junta General ordinaria y la elección de nuevos vocales al consejo. El 26 de Septiembre y en el punto 3 del acta se lee: “En cumplimiento de lo dispuesto por la superioridad en oficio de 18 de Julio último, el Consejo deliberó acerca del problema planteado por los lotes que fueron abandonados por sus titulares a causa del Movimiento Nacional y por aquellos otros de individuos desafectos al mismo, bien que haya recaído sobre ellos, en esta fecha, fallo de tribunales competentes, bien que estén pendientes de fallo por las causas que se les siguen. Las circunstancias que concurren en cada caso fueron objeto de extensa deliberación por parte de los asistentes, con afán de que la resolución de los mismos fuera informada con el mayor espíritu de justicia y en su consecuencia el Consejo acordó proponer a la Superioridad que dicha resolución se sujete a las siguientes normas: 1ª.- Adjudicar interinamente a los combatientes, los lotes de los padres que estuvieran vacantes con anterioridad al Glorioso Movimiento Nacional o sujetos a expediente por abandono de sus titulares con motivo del mismo. 2ª.- Adjudicar interinamente sus lotes a los titulares que los habían abandonado, hasta tanto haya recaído resolución por tribunales competentes por causa de que su actuación no haya podido establecerse de manera clara al terminar el expediente que se les instruya. Por tanto se excluirán de esta norma, aquellos individuos que sin haber recaído aún resolución por los tribunales citados, sea su actuación perfectamente conocida por los vocales del Consejo. 3ª.- Formar un grupo de lotes con aquellos cuyos titulares han sido sancionados. Para la aplicación de ésta norma se pide a la Superioridad, determine. a partir de qué pena debe considerarse incurso en causa suficiente para expulsión”.

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El 18 de Enero de 1.940 y en sesión extraordinaria se analizan ofertas de terreno para la compra de solar donde construir la almazara y bodega cooperativa, encareciendo a la superioridad que se aceleren los trámites para la construcción de dichas instalaciones. Pero el 30 de Agosto se dará cuenta de las terribles pérdidas, sin precedentes para la colonia, que va a ocasionar a Cañamero la terrible enfermedad del mildiu que asola las viñas”. Se calculan las pérdidas, a 2.000 pesetas por parcela, en 916.000 pesetas de 1940, cuando el jornal de un bracero se pagaba ese año a 4 pesetas. El 30 de Enero de 1.941 se levanta acta del replanteamiento de lindes de todos los lotes afectados por el Ferrocarril suprimiendo de paso las hazas que disfrutaban como compensación en el Valle de la Higuera de la zona forestal. En Abril de 1.941 la situación de algunos colonos es tan difícil que algunos de ellos renuncian a sus lotes para obtener algún beneficio de las compensaciones que les corresponden “carentes totalmente de recursos tratan de enajenar la riqueza creada en el lote a fin de obtener algunos recursos” como ello puede acarrear que otros, en parecida situación, quieran tomar la misma medida, lo que al final redundaría en su perjuicio, el Ingeniero Agrónomo encargado sugiere al Director General que “se proceda a autorizar a la asociación Cooperativa la concesión de préstamos sobre cosechas pendientes a los colonos que se hallen en tan difíciles condiciones” evitando así que se desprendan de su única pertenencia y medio de vida. La situación debió agravarse hasta el punto que el 17 de Septiembre se publica un Bando en el que “por Causa de la rapiña y el desorden, se hace saber a todos los colonos y a los que no siéndolo tengan necesidad de circular por el interior de la Colonia y su zona forestal, se prohíbe la entrada en la Colonia a toda persona ajena a la misma, tanto del pueblo como forasteros que no justifiquen la causa o razón para ello o estar autorizados por el colono del lote donde se encuentre. En cuyo caso este será responsable de los daños o faltas que aquel cometiera. El 31 de Enero de 1.942 se reanudan las celebraciones de Asambleas Generales con elección de vocales y otros cargos de la cooperativa. En Julio todavía se adjudican definitivamente varios lotes vacantes, entre ellos algu-

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HISTORIA • La Colonia nos enajenados a causa de la guerra perdiendo sus primeros adjudicatarios todo derecho sobre ellos. En 1.947 se produce una corriente de opinión que se traduce al Consejo de Administración que en acta de 2 de Marzo y en su Punto 3 recoge: “Que se active en lo posible por la Superioridad la resolución de los lotes que fueron despojados a antiguos colonos por evasión a la zona marxista, y cuyos actuales poseedores ni pagan las mejoras ni cultivan los lotes la mayoría de ellos, con gran perjuicio de la riqueza creada en los referidos lotes, siendo además este caso una incubadora de odios y rencores que se evitarían si fueran reivindicados (literal) a sus antiguos colonos”. Por el contrario, el año siguiente, los colonos expulsados de sus lotes a causa de la guerra y Las bestias de la colonia usadas para el ocio. Salida hacia la romería de Belén

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carentes de medios de vida, se organizan para exigir que se repare en ellos la injusticia cometida y, según acta de 22 de Junio, “denuncian ante el Sindicato Provincial que sean devueltos dichos lotes a sus antiguos colonos, estando dispuestos a apoderarse del fruto de estos. Es el consejero e inductor el colono Juan Trinidad Huertas”. A pesar de la denuncia y otras acciones los lotes enajenados nunca volvieron a sus antiguos propietarios, con lo que se perdió, por una parte, la ocasión de reparar una injusticia histórica, y por otra, haber actuado (próxima la disolución de la cooperativa) con el espíritu de altruismo, generosidad y justicia, que animó a los que comenzaron la obra en 1.907 y que hubiera servido para cicatrizar las heridas abiertas en la sociedad de Cañamero durante los años terribles de guerra y posguerra. El 4 de Julio de 1954 se reúne en el ayuntamiento de Cañamero, bajo la presidencia del Alcalde en funciones, Luis Díaz Peña, el pleno de la Colonia

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HISTORIA • La Colonia para celebrar una reunión conjunta a fin de liquidar la Asociación Cooperativa. “El ayuntamiento concede un plazo de cuatro años para liquidar las cuentas que los colonos tenían aún pendientes autorizándoles a hacer los pagos de forma parcial y a su comodidad hasta la total liquidación de la deuda”. Cumplida su función de iniciar y gestionar la obra colonizadora, tan beneficiosa para Cañamero, la cooperativa se disuelve habiendo conseguido muchos de sus objetivos y dejando pendientes otros. Será su heredera natural la Cooperativa Santo Domingo de Guzmán. Pero eso ya es parte de otra historia. Nota del autor.- Para la realización de este artículo he decidido hacer una narración lineal de los hechos acontecidos durante el proceso de creación de la Colonia Agrícola de Cañamero. He utilizado, principalmente, las actas de reuniones de la cooperativa y del ayuntamiento o algún otro documento de la época a que se refieren. •

Suelto nº 12

¿Cooperativismo o individualismo? ¿Volvemos al Paleolítico o, igual que nuestros abuelos con los lotes, nos planteamos una Huerta Cooperativa?

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Sala butacas cine antiguo

El kiosco de tĂ­o Benito

Madrastra grupo


Cruz de Andrade

Molino de Valbellido


CastaĂąo Abuelo


Cancho del Fresno

Convivencia Escolar


Pascua del 78

Río Ruecas

Cancho La Burra


AsociaciĂłn de Mujeres

CaĂąameranas

Cocineras


Pilรณn con Cabra

Dolmen


Abejaruco


DESCRIPCIÓN DE CAÑAMERO EN 1843 (WIDDRINGTON) Y 1850 (MADOZ)

Este texto se puede leer en Spain and the spaniards, 1843, de Samuel Edward Cook (1787-1856), de la Royal Society, conocido como Samuel Widdrington. Según la versión española de Un viaje por Extremadura

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PUBLICADO • Cañamero en 1843 y 1849 con Samuel Edward Cook, Caja de Extremadura, Cáceres, 2012, y, poco después, encontramos esta descripción de nuestro pueblo en el Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de Pascual Madoz, tomo V, 1850: “Cañamero: villa con ayuntamiento en la provincia y audiencia territorial de Cáceres (15 leguas), partido judicial de Logrosán, diócesis de Plasencia, capitanía general de Estremadura (Badajoz): situado á la falda meridional de dos grandes y elevados cerros, llamados del Castillo y del Tómelloso, que casi la circundan por la parte del N. y E, la dominan poco los aires, goza de clima templado, y se padecen algunas intermitentes: tiene 260 casas que no guardan uniformidad, con calles malas y sucias, que no se limpian sino cuando el interés de algún vecino le lleva á recoger las basuras para beneficio de las tierras: hay 1 casa de ayuntamiento sin uso, por pequeña y mala; escuela de primeras letras dotada con 1,500 rs de los fondos públicos, a la que asisten 50 niños; una fuente con caño en una calle ancha y pasajera, de donde se surten los vecinos aunque es tal la abundancia de manantiales, que cada uno pudiera tener una fuente en su casa; 3 ermitas, tituladas de Sta. Ana, y Sta. Teresa; iglesia parroquial de construcción Antigua y sólida, compuesta de bóvedas, arcos y columnas de cantería labrada y bastante capacidad está dedicada a Sto. Domingo de Guzmán, que es también patrono de este pueblo; en los afueras está el cementerio, tan reducido, que apenas basta para las necesidades de su instituto. Confina el termino por N. con los de Guadalupe y Berzocana; al E. Talarrubias y Alía; S. y O. Logrosan, o distancia de una legua próximamente por todos los puntos, y comprende mucho monte bajo de jaras, matas de rebollo, madroño, brezo, pocas encinas; al lado N, bastantes robles y algún viñedo: todos los puntos del término tienen su nombre especial con que los distinguen los naturales; ¼ legua al E, en un valle dominado por las sierras de Puertolláno y Pimpollar, se halla la ermita de Ntra. Sra. de Belen, con cuya imagen tienen gran devoción: le cruzan infinidad de arroyuelos sin nombre, y el rio Ruecas que nace en las sierras de Guadalupe, y corre en dirección de N. á S., sin otro puente que uno que ha empezado a levantarse en 1845 en el camino de Guadalupe; en sus riberas tiene 40 molinos harineros y algunas huertas bien cultivadas: el terreno es

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Nº 1 - 2018 áspero, lleno de barrancos y valles, accesibles solamente al ganado cabrío, las labores se hacen sobre rozas de jara, aunque la mayor parte se mantienen para pastos, por incapaz de cultivo: los caminos son todos de herradura, ásperos y estrechos, y cruza el pueblo el que conduce de Trujillo a Guadalupe: el correo se recibe en la misma y, al paso del conductor de una a otra de estas poblaciones. Produce: centeno, trigo, cebada, avena, lino, patatas y hortalizas; se mantiene mucho ganado cabrío, poco de las demás clases, y se cría abundante caza mayor y menor. Tiene fábricas de jabón, 2 molinos de aceite, y los harineros”. (Transcripción de José Antonio Ramos Rubio)

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PUBLICADO • Cañamero en 1843 y 1849

Suelto nº 13

En tiempos de guerra civil muchos quintos suelen ser prófugos

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EL GEOPARQUE VILLUERCAS IBORES JARA Y LA POBLACIÓN DE CAÑAMERO Estela Cortijo Cercas (Técnica de Turismo)

En el año 2011, las comarcas de Villuercas, Ibores y Jara obtuvieron, de forma conjunta, la declaración de zona Geoparque por la UNESCO. Esta declaración supuso un cambio para el entorno, surgiendo, así, opiniones muy diversas por parte de la población de tal declaración. En esa línea surgió la idea de estudiar más a fondo cuáles eran esas percepciones. Por tanto, en entre los años 2013 y 2014 se elaboró un trabajo sobre la población de Cañamero, teniendo como objetivo principal conocer sus opiniones acerca del Geoparque. Tal estudio quedó plasmado bajo el título “Percepción del Geoparque Villuercas Ibores Jara de la población residente en Cañamero”. De forma generalizada, para los cañameranos y sus entes e instituciones , la acogida fue positiva. Si bien es cierto, que aunque no sabían con exactitud qué era pertenecer a un Geoparque, entendían o creían que esto podría suponer beneficios positivos, tanto para su economía como para su entorno natural. Sin embargo, para una parte más minoritaria de la población, la aceptación no fue tan favorable. Puesto que tenían tal desconocimiento sobre el tema, que para ellos todo esto se traducía en amenazas sobre el desarrollo de su vida cotidiana. Además, percibían que en el caso de obtener beneficios, éstos sólo irían destinados para municipios más turísticos, como en el caso

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PUBLICADO • Geoparque de Guadalupe, quedándose así su municipio a un lado en las ventajas de ser zona Geoparque, lo que les hacía rechazarlo aún más. Cierto es, que Cañamero y su economía no están ancestralmente ligados al sector del turismo. Aún así saben de los beneficios que este sector aporta a un entorno. Por ello piensan que el Geoparque, de alguna forma u otra, puede ayudar a diferenciar sus productos y atractivos turísticos, haciendo de Cañamero un destino, con importante potencial turístico. Para que todo esto pueda derivar en algo positivo, creen necesario realizar una mejora eficaz sobre aspectos fundamentales como la información, promoción, y difusión de la denominación de la zona Geoparque; esas mejoras serán traducidas, en el futuro, en posicionar a Cañamero como un destino más competitivo, dentro del turismo a nivel mundial. Además, incluso se consiga modificar la opinión de esa minoría poblacional que se muestra reticente a formar parte de la zona del Geoparque. A título personal, creo que la declaración de Geoparque y su repercusión deben darse a conocer a los cañameranos para la total aceptación, puesto que ambos, conviviendo juntos en un ambiente distendido y colaborativo, podrán alcanzar grandes éxitos en el futuro.

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UN HABLA DE TRANSICIÓN Paco Audije Advertencia: *Antes de empezar la lectura, el lector debe intuir rápido qué sonidos intento reproducir mediante la jh y mediante la h.

El autor en una conferencia en el Ateneo de Cáceres

«¿Y lah encendajhah?», dijo Félix Cortijo de repente. Y mi madrileña que estaba al lado no entendió el término «encendajhah», así que tuve que traducir rápido porque hacía frío y había que encender la leña: «Ese término se refiere a todo el material, sean piñas u hojas secas, leña ligera o ramillas, que pueda utilizarse en una lumbre o estufa hasta que prenda la leña de verdad». Y si es de encina, mejor. Hacía quizá medio siglo que no oía esa palabra. Compruebo que no consta en el Diccionario Extremeño de Antonio Viudas Camarasa (publicado por la Universidad de Extremadura, Cáceres, 1980). No importa, eso sólo indica lo de siempre : Extremadura no ha tenido nunca una manera única de hablar sus variantes del castellano o aquellos de sus dialectos históricamente más alejados de él. Y hay que tener en cuenta que para no pocos expertos, algunas de esas configuraciones dialectales son –o más bien fueron- verdaderos idiomas locales diferenciados. Al menos, dialectos verdaderamente singulares. Sin embargo, no siempre fue fácil determinar las fronteras entre unos y otros. Las peculiaridades locales tenían demasiado peso. No había siempre –ni hay hoy- expresiones ni maneras únicas de decir las cosas. Además, en ocasiones, palabras muy nuestras que creíamos singulares, propias y de un solo pueblo se utilizaban en otras zonas o eran (o son) arcaísmos en desuso.

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PUBLICADO • Un habla de transición Un habla ‘distinta’ Puede que tuviera cinco años cuando tuve conciencia –por primera vezde utilizar un habla ‘distinta’. Una familia madrileña veraneaba en Cañamero. Entonces, era muy raro que alguien sin vínculos familiares directos viniera a pasar el verano (hablo de finales de los años 50 del siglo XX). Estaban instalados en la entonces calle Real. Mi familia vivía por allí. Y mi madre me mandó a llevarles algo que necesitaban para cocinar. De modo que hice el recado y lo rematé diciendo: «Que dice mi madre que velequilo». Todavía recuerdo su gesto de sorpresa. No estaban seguros de haberlo entendido. Pero ‘velequile’, ‘veleíle’, ‘velahí’, ‘velellilo’, o palabras y expresiones similares se encuentran en textos del castellano antiguo o en otras zonas rurales de España. Y no sólo en castellano, sino también en bable y en gallego. Porque asturianos, leoneses y gallegos integraron el viejo Reino de León y eso acabaría teniendo una gran importancia al avanzar la Reconquista hacia el sur. Ese hecho resultaría decisivo entre nosotros y en nuestra forma de hablar. En 1202, las Cortes de León reunidas en Benavente dividieron aquel reino en cuatro partes que eran León propiamente dicho, Asturias, Galicia y la Extremadura leonesa (incluía la mayor parte de la Extremadura actual; también otras zonas que hoy no forman parte administrativamente de la región). En cualquier caso, diversos dialectólogos consideran las hablas de Extremadura como hablas de transición entre los dialectos de León y los andaluces. En la Edad Media, cuando el latín fragmentado recuperó territorios, las levas obligatorias de campesinos servían para movilizar ejércitos. Cada individuo llevaba consigo su habla local. Y entonces eso era mucho más cierto que en la actualidad. Había mayor diversidad. Y al final de los conflictos, muchos de aquellos soldados forzosos eran desmovilizados muy lejos de sus lugares de origen. Casi nunca regresaban. Podían recibir entonces la recompensa de un oficio estable o de un pedazo de tierra para cultivar en el lugar en el que habían terminado. Eso acabó modelando la fusión de las hablas de todos, así como el origen, la distribución y la fragmentación de idiomas y dialectos que tenían su origen –o su tronco principal- en el latín vulgar.

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Por eso nuestros diminutivos más comunes que tienen el sufijo en ‘ino’ o ‘ina’ están emparentados con los orígenes de aquellos soldados convertidos en colonos. En «El habla en Extremadura» (de varios autores, publicado por Editora Regional, 1987) se dice: «…la forma diminutiva más frecuente es –ino-, -ina-: chiquinino, cajina, meloncino, coloraíno. El sufijo –ino- es característico del leonés…» Nunca hubo una sola habla en Extremadura Desde luego, y aunque se haya dado en hablar de ‘castúo’ para como referirse a todos los dialectos de Extremadura, ese término tiene un año preciso de nacimiento: 1921. Lo utilizó el poeta Luis Chamizo para su obra ‘El miajón de los castúos’. El habla rural que Chamizo utiliza en ese libro de poemas tiene –desde luego- aspectos comunes con el habla tradicional de Cañamero. Pero no en todos sus versos, desde luego. ¿Y por qué nuestras formas de hablar perdieron fuerza? Por su propia dispersión y también –en primer lugar- por razones sociales. Las élites locales extremeñas siempre consideraron con desprecio un dialecto que era mayoritarimente campesino. Lo mismo sucedió en otras épocas con el euskera y el gallego (nunca con el catalán). Aquí se consideraba incorrecto aspirar los plurales y las jotas. En Cañamero, si alguien de clase baja regresaba de Madrid pronunciando las eses era motivo de burlas «por fino». Además, el vendaval de las emigraciones masivas y el impacto de los medios de comunicación audiovisuales marcaron también su impronta de desgaste entre nosotros. En Cañamero los verbos se terminaban en una ‘l’ suave. En la obra de Chamizo, como en la ciudad de Cáceres, en Badajoz, o en la mayor parte de Extremadura, la ‘r’ del infinitivo castellano se reconvierte en una vocal larga o acentuada sin sonido consonántico alguno. Aquí se decía «mujhel» por mujer; «jheril», tanto para ‘herir’ como para ‘hacer daño’. Eso es así hasta tal punto que durante mi infancia, si alguien recibía un golpe podía decir «Mah jherío» (me has hecho daño); mientras que si en el cine un personaje cualquiera recibía un disparo podía replicar «Me has herido ». Había una diferencia fonética y también de significación.

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PUBLICADO • Un habla de transición Jheril parecía siempre de menor gravedad que herir. Tengo que confesar que no me dí cuenta de que –etimológicamente- eran lo mismo hasta los ocho o nueve años. En la actualidad, los dialectólogos tienden a distinguir zonas dialectales de Extremadura en las que puede aceptarse sin discusión el término (para otros común) de castúo o bien referirse al ehtremeñu o estremeñu (que tiene un alejamiento mayor del castellano y contiene restos clarísimos del leonés). En la literatura, fue el poeta José María Gabriel y Galán quien mejor representó esta última variante que sí se hablaba en Zorita o en Garciaz. Y de manera ocasional en Guadalupe o Berzocana («el rejhoyu», decían). Desde luego, no en Cañamero. Volviendo a la peculiaridad de las terminaciones verbales y de otras palabras en ‘l’, señalaré un ejemplo clásico: los siete primeros versos del famoso poema El Embargo. Son siete versos cortos que contienen las palabras ‘señol’ (señor), ‘antiyel’ (anteayer) y ‘embargal’ (embargar). En Cañamero no se utilizó nunca la vocalización según el viejo sistema vocálico leonés, donde la ‘o’ se reconvierte en una especie de ‘u’ o la ‘e’ en una especie de ‘i’. Sin embargo, sí se terminaban los verbos con una ‘l’ suave (como en leonés). El infinitivo se decía (y bastantes dicen) ‘comel’ y no ‘comé’, como es corriente en la mayor parte de las hablas plenamente castúas (permitáseme), así como en las capas más populares de las capitales extremeñas.

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Portugal, cerca y lejos Me referiré aquí brevemente a la ‘fala’ extremeña (con unos vínculos claros con el galaico-portugués) que se habla los llamados Tres Lugaris del Valle del Jálama (San Martín de Trebejo, Eljas y Valverde del Fresno). Se trata de un idioma que está territorialmente cercano al portugués y que es considerado por muchos una variante del gallego. En este punto, y en lo que se refiere a la vocalización, Cañamero y Las Villuercas están completamente al otro lado, al este de la región. Nuestra vocalización está aquí emparentada con el castellano de Toledo y de La Mancha. Sin embargo, Cañamero no es yeísta como buena parte de La Mancha y de las capitales extremeñas. Se pronuncia pollo y no lo confundimos con ‘poyo’, ni ‘cayado’ con callado. Tradicionalmente, aquí se utiliza una elle

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PUBLICADO • Un habla de transición muy clásica… hoy en retroceso en varias regiones; pero firme en otras y en países latinoamericanos como Perú y Ecuador. Desde luego, la emigración, los intercambios familiares de los emigrados y de quienes permanecieron, y la radio y la televisión, terminaron provocando el debilitamiento del habla tradicional de Cañamero. Lo mismo sucedió con todas las formas locales de los dialectos extremeños. Perdimos la gran abundancia que teníamos de expresiones propias. Se decía «eres mah viejho qu’el Carrahcal» o «miuhté qu’ ehpantajho». Una vez que tuve que interpretar a mi padre al inglés me resultó divertido decir en el idioma de Shakespeare que un solar de la Jarilla se parecía a «un rehpingaero de monoh». Pero los mayores de su generación inventaban permanentemente expresiones riquísimas y términos sin parangón posible. Era envidiable. Hace no tantos años, sorprendí una conversación de ancianos del pueblo que habían inventado un verbo para hablar de hacer «zapping». Uno de los viejos les dijo a los demás: «Yo no veo ná pol lah nocheh. Agarro el mando de la tele y botoneo. Ná mah que botoneal y botoneal». Increíble, qué manera de controlar el idioma de verdad y sin complejos. La emigración y otros impactos La emigración produjo también bilingües cañameranos. En general son discretos, pero hablan con fluidez alemán, francés, holandés, gallego o catalán sin hacerse notar por los demás. Pero quienes como yo nos interesamos por ese fenómeno (o tenemos un segundo idioma habitual por razones de trabajo o por trayectoria personal y biográfica), podemos llegar a intercambiar aquí saludos o incluso conversaciones que también nos pertenecen, nos describen y que corresponden a nuestras historias de viajeros y emigrantes. Las frases «N’est-ce pas, Marie-Jo?» y también «Es ist nicht, Juani?» están anotadas en uno de mis cuadernos. En un tiempo, el peso migratorio era tan fuerte que en el Bar Las Villuercas jugaban a la máquina de lotería preguntando antes: «Alleine oder zusammen?» Empezó como broma, pero la broma perduró casi tanto como el uso de aquella máquina tragaperras. En una de mis primeras épocas en París, descubrí sorprendido que un primo de mi madre hablaba una mezcla de dialecto extremeño de Garciaz y francés con gran soltura y que le enten-

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dían mejor que a muchos estudiantes de francés que llegaban a Francia. Esa mezcla podía oírse en los bares de Cañamero a la hora de la siesta, a la hora del café, las cartas y el dominó. Una vez, ví a un abuelo dar un garrotazo en una mesa para que los jóvenes que jugaban al dominó hablaran «normal». Él estaba por allí, «alreol, a la golilla», como se dice, y conocía de qué familia era cada uno. Con su colilla en los labios, tío Benjamín consideró intolerable aquella mezcla de francés y habla de Cañamero. Exigió pureza lingüística como cualquier académico. Botoneo de las palabras Al escribir este artículo, y en mi apartado de libros sobre Extremadura, encontré una lista de frases y palabras que empecé en mi adolescencia y con las que trataba entonces de recoger elementos concretos del habla cañamerana. Algunos de esos términos están el Diccionario Extremeño que citaba al principio, otros no. Como muestra, los copio ahora aquí en el mismo desorden con que los escribí entonces: ehcapah (capaz), jhechura, ajohgal, créito (crédito), suoreh (sudores), sentío, yerbagüena, sentaíta, asín, asina, asinahque, jhicihte (hiciste), quearon, caenah, queal, ná, mía (mira), espantajho (miuhté qu’ehpantajho), relicario (esta palabra local es un falso amigo de relicario en castellano), pillal, templaíta, cachonerah, dende, onde (estos dos últimos, como en gallego, por cierto), golel, golilla, jhumo, jhumaol, panaero (Pepe, claro), trujhil, tesal (retroceder), paice (parece), perritraco, jhurguilla, condural-lo (gastarlo lentamente), atopal (que es un término del galaico-portugués), tental, de contino, jhiñal, cancamurria, jhurramacho, jhulepe, jhumeque, mielrro, pitera, bochinche, cantimploreo, carrefilera, carrefila, arrepatajhina, quitarra, palancana, cabrehto, quejáh, jhaquima, achiperre, quisopo, dende, dehcapao (presuroso), ajhuil (huir), jhuía (huída), somormujho, asental. Naturalmente, no existe ninguna Academia de la Lengua de Cañamero y me permito transcribir las consonantes aspiradas (con frecuencia eses o jotas en lengua de Castilla) como ‘jh’ o como ‘h’ (sobre todo para remarcar la forma de expresar el plural en nuestra habla). No soy un experto filólogo, sólo un periodista. Y como le oí decir un vez a un veterano periodista británico, un buen periodista es alguien que habla de

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PUBLICADO • Un habla de transición todo lo que no sabe sin equivocarse. Así que intento acercarme a la realidad de modo certero y para ser entendido sin necesidad de tener un doctorado en filología. Por ello, desde mi experiencia personal, avanzo palabras precisas. Un amigo de Zamora me dijo que –entre lo que le había contado del habla del pueblo- lo mejor eran nuestras interjecciones. Eso de saludar diciendo: «¡Chacha!», entre las mujeres ; y «¡Jhei!» y «¡Éeeei!», entre los hombres. En mi memoria, aprecio mucho aquellas expresiones de quienes nos encontrábamos en los caminos del campo para hacer la vendimia o coger higos. Unas bestias alcanzaban a las de los demás o el paso de quienes iban delante. Y en ese momento, alguien soltaba «¡Vamoh p’allá!» o «¡vamoh a ello!». En el trabajo, para iniciar o reiniciar una tarea, como meter paja o cavar una zanja, alguien tenía que lanzar aquello de : «¡Uñah al carril!». Pero la palabra más original de Cañamero es «saure» (autobús). El origen está en la marca del primer camión que llegó al pueblo, según me dijeron varias personas mayores ya fallecidas. Por supuesto, el saure diario -con precisión de su origen y destino- sigue siendo «la viajhera» (para el autobús de Madrid) y «el correo» (para el de Cáceres). En sentido restringido, la palabra saure se refiere –sobre todo- a un autobús de paso en el que van «unoh forahteroh de paso». Por desgracia, como en Cañamero, en todo el planeta están desapareciendo miles de idiomas y hablas locales. Y como siempre hay que defenderse con uñas y dientes, también con libros escritos en otros idiomas. Entre los míos, y sobre este asunto, tengo una biblia de cabecera: «Halte à la mort des langues», del lingüísta francés Claude Hagège. Un sabio fascinante, loco y divertido. Hagège ha llegado a aprender idiomas rarísimos para evitar su desaparición completa. En una ocasión, Claude Hagège estudió una lengua en peligro de extinción para poder hablarla con el último anciano nativo que la tenía como idioma materno. Hagège cree que nuestras hablas son «especies naturales vivas» y que por ello merecen tanta protección como la biodiversidad vegetal o animal. Siempre cita y nos recuerda un proverbio africano muy conocido que dice que cuando muere un anciano es como si ardiera una biblioteca de nuestra memoria y de nosotros mismos.

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En mi caso, sólo soy otro anticuario más a la caza de reliquias idiomáticas, pero pediría que asumiéramos las ideas de Hagège que son perfectamente aplicables a Cañamero y a nuestra forma tradicional de expresarnos. De modo que ¡Jhopo! Antes de que se pierda del todo la preciosa biblioteca del habla cañamerana. Un bien inmaterial de enorme valor. Por cierto, la palabra «encendajhah» tiene su origen en la palabra latina «incendacula» que significa exactamente lo mismo. Paco Audije es periodista corresponsal de «La Libre Belgique» y miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Periodistas (FIP-IFJ). Twitter: @PacoAudije

Otras escrituras más antiguas y difíciles de interpretar

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PUBLICADO • Un habla de transición

Suelto nº 14

El 29 de junio de 2018 la Diputación de Cáceres aprobó el convenio con el Ministerio de Defensa para la cesión de la pista militar hasta la cima del pico Villuercas. También el proyecto de adecuación para convertirlo en el más importante itinerario geológico, cultural y natural del geoparque. Comentarios en Internet: “Una excelente noticia” (Claricia Jiménez) / “Al fin podremos subir hasta La Villuerca sin problemas y por la carretera militar arreglada” (Juan Gil) “Se convertirá en un vertedero, cuando se llegue con todo tipo de coches” (Pepa Bautista) /“Y no solo eso, hay personas muy guarras y lo tiran todo por ahí. No respetan papeleras y menos aún el medio ambiente” (Miriam Belmonte)

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CAÑAMERO ENTRE LOS SIGLOS VII y XVI José Antonio Ramos Rubio (Cronista Oficial de Trujillo) (Estos apuntes solo recogen parte del libro publicado por el mismo autor en 2017 sobre Cañamero, aquí prescindimos de las notas al pie para facilitar su lectura)

Cañamero es un municipio de la Provincia de Cáceres perteneciente al Partido Judicial de Logrosán, está situado a los 39° 22’ 30’’ de latitud Norte y a los 5° 23’ 19’’ de longitud W A una altitud de 611 m, tiene una extensión de 156,86 km². Ubicado al oeste de la provincia de Cáceres en el contacto de las Sierras de las Villuercas y Guadalupe, alcanzando las máximas alturas en el norte, concretamente en las Sierras de Sancho (1160 m), Belén y Pimpollar. La red hidrográfica está representada por el río Ruecas, afluente del Guadiana. Tiene uno de los valles más bonitos y renombrados donde se conserva el mayor conjunto de pinturas rupestres esquemáticas de la provincia. La presencia vi-

La edición de este libro fue financiada por Bodegas Ruiz Torres

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI sigoda en la zona queda patente por la presencia de tumbas antropomorfas excavadas en la roca. El único resto material localizado hasta el momento es una pulsera visigoda conservada en el Museo Provincial de Cáceres, o sea, en esas tumbas no se han conservado restos humanos, carecen de ajuares y se hallan arqueológicamente descontextualizadas. Considerando que se trata de tumbas características del Medievo, que se deben incluir en los periodos post-romano y altomedieval con respecto a las épocas romana y feudal, hemos de destacar que a partir del siglo IV es frecuente la alternancia de ritos que conducen a cambios estructurales, y en particular a modificar el rito de la inhumación. El hecho de encontrarnos con restos visibles de villas romanas (especialmente sillares bien escuadrados y cerámicas de construcción y comunes) y que se aprecia la existencia de ciertas estructuras soterradas que parecen corresponder a un hábitat altomedieval, nos hace suponer que dichas tumbas excavadas en la roca corresponderían a la época tardorromana, que puede definirse en términos generales como una preponderancia de las estructuras asociadas a las comunidades rurales, en una zona llana, sobre una colina de baja altura, asociado a terrenos de dedicación agrícola y esencialmente ganadera. Nuestra opinión es que el hábitat tardoantiguo y altomedieval en esta zona estaba vertebrado en torno a núcleos relativamente pequeños, compuestos de distintos focos de hábitat, aunque interconectados entre sí, con una disposición laxa y flexible. Otra cosa muy distinta es su vinculación con un proceso de abandono de las áreas centrales en época romana en beneficio de las periféricas, a causa de la crisis vilicaria, o abandono de grandes explotaciones gobernadas por un señor. Aunque no podemos aquí profundizar sobre ese asunto, por la ausencia de datos arqueológicos, además las tumbas han aparecido vacías, posiblemente como consecuencia de algún tipo de violación o el paso del tiempo (inclemencias al estar expuestas al deterioro exterior), impidiéndonos encontrar restos en el interior de las mismas. Es interesante advertir además que estamos ante uno de los ejemplos de transformación de una antigua estructura romana en un centro de culto, un cambio que reflejaría además las alteraciones en el sistema social y en la articulación del estatus. Cañamero perteneció a la extensa Tierra de Trujillo como otros pueblos y su historia está íntimamente ligada a la historia de la ciudad trujillana.

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La Tierra de Trujillo estuvo en manos musulmanas desde el año 714, tierra fronteriza e inestable, allí se asentaron los Beni-Feranic al frente de la tribu Nafza. Cuando los árabes conquistan Mérida y en su paso hacia Toledo se apoderan de las Villuercas. Tras la ocupación musulmana en el siglo VIII por las tribus bereberes de los Nafza, Miknasa y Hawara procedentes del norte de África, se construye el castillo de Cañamero, el poblado de los Castillejos, el del Cancho del Reloj, el de Terreros y el de Arbella que defendían la frontera con el reino de Toledo. La ubicación del castillo en el límite meridional de la frontera próxima de al-Andalus, posteriormente kūrade Mérida, adquiere con importante protagonismo con la frontera media (tagralawsat) en un espacio montañoso que controlaba esta zona de las Villuercas, al igual que su vecina Logrosán (Luquršān) y varias torres (husūny burūŷ) que conformaban importantes baluartes defensivos en la zona. Las Órdenes Militares jugaron un papel decisivo en la reconquista. El rey Alfonso VIII encargó en 1186 a don Gómez, maestre de la Orden Militar del Pereiro que se asentase en Trujillo. Según el Manuscrito de Tapia, esta orden asentada en Trujillo tornó el nombre por “Freyles de la Orden Truxillense”, y tuvieron su convento junto a la Alberca. Orden militar con fuerza y efectivos suficientes como para participar posteriormente en la defensa de la villa de Ronda. Por tanto, en el año 1187 la milicia de los freires de Truxillo estaría organizada como orden militar. Durante esta época habría establecido lazos con la Orden de San Julián del Pereiro, hermandad que se había fundado hacia el año 1167. En el año 1195, en la Batalla de Alarcos destacó notablemente don Gómez. El monarca Alfonso VIII le donó tres mil áureos, Trujillo, el castillo de Santa Cruz, y los castillos y villas de Albalat y Zuferola. Aparece el nombre de Cañamero por primera vez documentado en 1353, cuando se produce el deslinde y amojonamiento del ejido de Cañamero por sentencia de Gonzalo Fernández Añasco. Si seguimos fielmente el Bulario de la Orden de Alcántara, citando la Crónica de la Orden transcribimos:

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI “Alfonso VIII hizo una gloriosa entrada por sus tierras a la vuelta por Talavera, y pasando el Tajo entro por tierra de Trujillo e hizo grandes daños en la serena, de allí atravesó hasta cerca de Sevilla, y aunque no dice si ganó Trujillo… Mandó edificar Plasencia y se hizo dueño de todos los pueblos adyacentes, y entre estos fue el de Truxillo. Yo pienso que luego que el Rey dio la vuelta, mandó a don Gómez, maestre del Pereiro, pusiese en él algunos freyres que estuviesen de guarnición”. La Crónica sigue diciendo… “muchos años antes del Maestre de quien aquí tratamos hubo frailes Truxillenses; por ventura su Orden fue incorporada con la de San Julián del Pereiro”. El 21 de Abril y el 8 de Mayo de 1186 el Rey Alfonso VIII firma documentos. Don Gómez Fernández Barrientos, Maestre del Pereiro había integrado las pequeñas órdenes, todas cistercienses como la suya, en una nueva y truxillense, así lo confirma el Bulario. También, en un capítulo general del Cister, fechado en 1190, nos encontramos con una referencia a la incorporación del Cister. En el año 1187 Pedro Fernández de Castro deja en su testamento: “a Dios y a la Orden, y a la milicia y hermanos de Santiago, si la muerte me cogiese sin habla y sin hijos, les dono y concedo todos los castillos míos enumerados: Montánchez, y Santa Cruz, y Zuferola, y Cabañas, y Monfragüe, y Solana, y Peña Falcón, les dono y concedo con el mismo pacto que tengo con el Señor Rey A. y les hago donación de mis heredades, muebles e inmuebles, que en el siglo tengo.” Fecha la carta en las calendas de septiembre del año 1225). Poco duraron estas donaciones en posesión del maestre de la Orden de Trujillo pues en 1196 sufrieron un ataque de los almohades y se perdieron. Esta Orden trujillana no gozó de aprobación pontificia, desapareció de esta

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villa, pasando los freyles al convento del Pereiro, formando parte de la Orden de Alcántara. Importante es el documento fechado en 1218, en las definiciones de la Orden y Caballería de Calatrava, según el capítulo general celebrado en Madrid, año MDCLXI, donde se dice que la mayor parte de los bienes de la orden de Truxillo recayeron en la Orden de Calatrava, por haberse después incorporado a ella. Y que posteriormente pasaron a la Orden de Alcántara, porque: “habiéndose ellos entregado a la de Calatrava el año 1196 y dado Calatrava al Pereiro la villa de Alcántara, y todo lo que tenía en el Reyno de León el año 1218 entraron estos en el acuerdo. De esto se velo engañoso que escribieron algunos autores afirmando que la orden de Truxillo pertenece a la que antiguamente se llamó del Pereyro y hoy Alcántara; siendo cierto, y constando por muchas escrituras que esta hacienda se incorporó en la de Calatrava primero y que Calatrava la dono al Pereiro con la villa de Alcántara el referido año 1218”. Encontramos referencias documentales del castillo de Cañamero en el siglo XIII, período en el que la tribu bereber de Nafza es poseedora del baluarte defensivo, concretamente en el año 1220 cuando, según los Anales Toledanos, Sancho Fernández, hermano de Alfonso IX de León recluta en Toledo una hueste cristiana con el pretexto de combatir en Sevilla, él se dirige a Cañamero donde encuentra un castillo yermo, que puebla “haciendo mucho mal entre moros y cristianos”. A Sancho le mató un oso que intentaba cazar en las cercanías de su castillo y el lugar fue reconquistado por el rey moro de Badajoz. El noble castellano Alfonso Téllez de Meneses poseía el castillo de Cañamero que fue repoblado, junto con el castillo de Muro, para defender la frontera toledana del valle del Guadiana. Al Sur de este río los musulmanes mantuvieron unos años más sus dominios hasta que fueron expulsados por Fernando III y las Ordenes Militares.

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI Tras la reconquista de Trujillo en el año 1233 se repuebla el territorio. Una vez que se produce la reconquista en la tierra de Trujillo el Concejo de Trujillo poseerá en nombre de la Corona el derecho y la jurisdicción de alto, bajo, mixto y mero imperio sobre un amplio territorio, incluidos lugares y poblados, ejerciendo Trujillo su dominio en este espacio, por real gracia, un gran señorío, con idéntica autoridad y prerrogativas a las que disfrutase cualquier institución civil, eclesiástica con título nobiliario. El término de Cañamero después de la reconquista fue muy utilizado para la cacería, una zona muy rica para la caza del oso y del jabalí. El territorio y los lugares que configuraban jurisdiccionalmente la tierra de Trujillo desde la Baja Edad Media la convirtieron en la segunda comunidad de Villa y Tierra más extensa de Extremadura; con una superficie de más de 300.000 hectáreas y un número importante de aldeas y lugares, que estaban supeditados política, fiscal y económicamente a la Ciudad de Trujillo. Un amplio territorio en el que existían las siguientes aldeas y lugares en 1485: Herguijuela, La Zarza (Conquista), Garciaz, Berzocana, Cañamero, Logrosán, Navalvillar de Pela, Acedera, Madrigalejo, El Campo, Alcollarín, Zorita, Santa Cruz, Abertura, El Puerto, Búrdalo, Escorial, Ibahernando, Robledillo, La Cumbre, Plasenzuela, Ruanes, Aldea del Pastor (Santa Ana), y pequeños lugares llamados Huertas, Berrocal y Aguijones. En el Medievo los límites administrativos de Trujillo estaban delimitados por el medio físico y por los lugares y aldeas que dependían de la entonces Villa de Trujillo, la entonces aldea de Cañamero se reagrupará a los pies de su castillo. Por el Norte y Oeste servían de frontera los ríos Tamuja y Almonte, por el Sur el Guadiana, destacando también por el Este las barreras naturales constituidas por las Villuercas, donde se ubica Cañamero que fue una aldea dependiente del concejo de Trujillo y de las mejores pobladas de su término. En el año 1353 se deslinda y amojona el Éjido de Cañamero dentro del término de Trujillo y se determina la forma de su aprovechamiento. Es importante destacar que la comarca adquirió gran importancia desde que se construyera la ermita de Guadalupe, a raíz del hallazgo de la imagen de la Virgen que acabaría convirtiéndose en la célula originaria del futuro Mo-

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nasterio y la necesidad de los pueblos cercanos de atender a los numerosos peregrinos que visitaban el santuario lo que propició la aparición de varios hospitales para peregrinos y menesterosos en municipios como Cañamero. La zona de las Villuercas conserva las huellas de algunos castillos que protagonizaron episodios importantes en la historia de Extremadura. Su ubicación en zonas estratégicas los convertían en fortalezas inexpugnables. Un castillo roquero como el de Cañamero, construido por don Diego de Orellana que competía en poder defensivo con el cercano Monasterio de Guadalupe, por lo que el prior fray Gonzalo de Illescas, pidió al rey que fuese derribado a mediados del siglo XV. Tenemos noticias concretas del castillo en el año 1220, a raíz de una expedición del infante leonés Sancho Fernández a Sevilla dirigiéndose al castillo de Cañamero donde falleció. Trujillo y algunas aldeas y lugares (Logrosán, Berzocana y Cañamero) de su término mantendrán conflictos con el Monasterio de Guadalupe, desde la licencia que le concede el rey Juan II en 1440 para sacar madera, leña y piedra, enfrentamientos que se producen en aquellas zonas en las que el Monasterio cuenta con mayor número de tierras. Merced que fue confirmada el 29 de mayo de 1477 por la reina Isabel a petición del Monasterio de Guadalupe y la consiguiente negativa del concejo trujillano, aunque terminará aceptándose en 1481. En el año 1457 el rey Enrique IV concede al noble trujillano Diego de Orellana el lugar de Cañamero por algunas “maneras y tratos” que tuvo en favor del rey. Este enajenamiento hizo que la aldea perdiera por unos años su condición de ”realengo”. Diego de Orellana reconstruye el castillo un año después. En 1461 el rey Enrique IV ordena al Concejo de Trujillo que derriben el castillo de Cañamero y que “no se construya nunca más en dicha peña, ni torre ni castillo ni otra casa fuerte ni edificio alguno so pena de demoler todo lo que allí se labrare o edificare”. Las escisiones de la jurisdicción del concejo de Trujillo se mantienen durante años por los lugares y aldeas de su término. Uno de los momentos más importantes de disgregación del término de Trujillo se produce en el año 1472 cuando el rey Enrique IV para conceder la mayor parte de los territorios dependientes de Trujillo a algunos de sus más importantes partidarios concretamente don García Álvarez de Toledo se vio favorecido con los lugares de Zorita, Logrosán, Acedera, Cañamero, Navalvillar, Berzocana y Garciaz. Tres años después se produce el intercambio de dichos lugares por

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI la ciudad de Coria, en posesión de don Gutiérrez de Solís, ratificándolo los Reyes Católicos. A lo largo de la Baja Edad Media, Trujillo fue concentrando bajo su poder numerosos lugares de la zona, que frecuentemente eran visitados por los alguaciles y por señores que ocupaban importantes cargos en la Corte y llegaron a tener la posesión de la Ciudad –tal es el caso de Pedro de Stúñiga-. Trujillo se había librado en escasas ocasiones de la señoralización pese a las promesas e incumplimientos de los reyes que aseguraron no enajenarlas de su patrimonio. No obstante, en 1474 habrá una desmembración de la ciudad y su tierra. En el año 1475, Logrosán, Garciaz, Cañamero, Acedera, Navalvillar y Zorita se las elevó a rango de villas y fueron entregadas con pleno señorío a Gutierre Álvarez de Toledo que después permutaría por Coria, siendo la ciudad entregada ese mismo año al Marqués de Villena, don Juan Pacheco, pero al fallecer éste por un absceso a la garganta, Trujillo y su tierra cayó en manos de su hijo Diego López Pacheco, durante el reinado de los Reyes Católicos el dominio de Trujillo y su tierra entrará en una serie de oscilaciones entre los nobles Pacheco, Zúñiga, Chaves y Monroy. A partir de la paz en Castilla, los monarcas Católicos administrarán y gobernarán sus ciudades, Trujillo será ciudad realenga de Castilla. La ciudad de Trujillo –a la que pertenecía jurisdiccionalmente los pueblos citados- y su tierra fueron demasiado castigadas en contribuciones al erario de la corona con impuestos extraordinarios, tal vez por ser territorio de realengo, donde era más difícil escurrir el bulto y más fácil el ordeno y mando. De auténtica bancarrota debió ser la situación de la hacienda real en algunos momentos del reinado de los Austrias, pues es bastante significativo que, al hacer referencia a los tiempos de una de las mayores crisis, se los llama “cuando la quiebra de millones” en documentos posteriores y no muy lejanos. En esta coyuntura de hallarse vacías las arcas reales, el Rey, con el consentimiento de las Cortes, toma la drástica medida de vender 20.000 vasallos para salir de la penuria económica, suponemos que por el procedimiento de derrama general por todo su reino. A Trujillo se le exige una cantidad de dinero (30.000 ducados) que más que negarse a pagarla, le resulta imposible aportarla, dada su magnitud. Sin embargo no queda otro remedio que verificarlo en moneda de plata puesta

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en poder de Bartolomé Spínola, caballero de Santiago y del Consejo Real y de la contaduría Mayor de Hacienda. Trujillo no podía cumplir con tan agobiante compromiso, la Corona y, en su nombre el Real Consejo, toma la decisión de vender algunos lugares de la jurisdicción de esta ciudad, a pesar de las protestas de Trujillo. Los pueblos afectados por la enajenación son los siguientes: Logrosán, Zorita, Abertura, Alcollarín, Madrigalejo, lbahernando, Robledillo, Navalvillar y Acedera (de mayor vecindario y los que poseían los campos más fértiles de la tierra trujillana). Don Pedro Barrantes compró La Cumbre con un cuarto de legua de término y 250 vecinos; don Juan de Vargas, Plasenzuela con 80 vecinos con los poblados de Guijo y Avilillo; don Diego de Vargas Carvajal, compró Puerto de Santa Cruz; don Alvaro de Loaisa, Santa Marta con 50 vecinos; don Diego Pizarro de Hinojosa compró Torrecillas; Garciaz fue independiente; Felipe III vende Zarza (Conquista de la Sierra), Herguijuela, Santa Cruz, Escurial, Búrdalo – Villamesías-, Ruanes, Santa Ana por cada vecino 36000 maravedíes y 4000 ducados por cada legua de terreno; don Juan Fernández Pizarro, compró Conquista; don Juan de Chaves y Mendoza, Herguijuela y Santa Cruz; don Alonso Mexías compró Villamesías y Ruanes y Santa Ana, don Juan de Chaves. La venta de estos lugares realizada en el siglo XVI, provocó un quebranto del poder jurisdiccional de Trujillo que puso todo su tesón diplomático y su esfuerzo económico en frenarlo, no pudiendo soportar durante el siglo XVI el proceso de enajenaciones jurisdiccionales tanto en la década de 1530 como en la década de 1550.

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI

El autor, tercero por la derecha, en una reunión de cronistas extremeños A partir del siglo XV encontramos interesantes documentos que hacen referencia a las tercias de Cañamero y otras poblaciones dependientes de Trujillo. Las tercias reales –leemos en Wikipedia- eran un ingreso concedido por la Iglesia a la Corona de Castilla y más tarde a la Monarquía Hispánica consistente en dos novenos de los diezmos eclesiásticos recaudados por la misma. Con el tiempo se llegó a convertir en un ingreso habitual de la Corona. En el siglo X comienza a extenderse en Castilla y León el dotar a las iglesias de aquellos lugares que se están repoblando con el derecho de percibir diezmos de los frutos. Lo que comenzó como una magnanimidad de los monarcas se fue generalizando, tras el Cuarto Concilio de Letrán, con Inocencio III y reconocido en España como ley a partir de 1213. Las prestaciones decimales facilitaron al clero una saneada fuente de ingresos que le enriqueció, mientras la Hacienda Real contrastaba por su penuria y falta de recursos. Ello incitó a los monarcas a reclamar a los pontífices la gracia de participar en los productos del diezmo. En relación con nuestro tema el primer documento que localizamos corresponde al 30 de diciembre de 1443, consiste en una bula del Papa Eugenio IV comisionando al prior de Talavera para que obre sobre las tercias de Cañamero, Logrosán, Berzocana y Valdepalacios, confirmando la merced que

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el rey don Juan II hizo al monasterio de Guadalupe. El 30 de noviembre de 1444 se crea una Comisión para el proceso sobre el asunto y el Papa dio al prior de Talavera, fray Pedro de Burgos, datos referentes a la averiguación de la merced de las tercias de Cañamero, Logrosán, Berzocana y Valdepalacios, concedidas por el rey Juan II al Monasterio de Guadalupe el 2 de mayo de 1442 por la bula de Eugenio IV dada en Roma el 30 de diciembre de 1443. El 9 de febrero del año 1482 se realiza un traslado autorizado por el arzobispo de Toledo, Alonso de Carrillo, en Alcalá, confirmando a favor del Monasterio de Guadalupe las rentas de las tercias de Logrosán, Cañamero, Berzocana y Valdepalacios. Estos privilegios concedidos al monasterio de Guadalupe también se aplican a la alcabala, que fue el impuesto más importante entonces en Castilla, por el cual se grababa el volumen de las ventas y era el que más ingresos producía a la Hacienda Real; pues aunque el diezmo era más voluminoso, su perceptor principal era la Iglesia. Pues bien, fue el 3 de marzo de 1480 cuando se ejecuta en Trujillo un requerimiento del bachiller Lope de Higuera, y su Corregidor Sancho del Águila, que hacen saber a los alcaldes de Logrosán, Cañamero y Berzocana, y a los arrendadores de las alcabalas, que un procurador del Monasterio de Guadalupe presentó e hizo leer carta del rey, al que se había quejado su prior, por lo que manda les sean guardadas las gracias y los privilegios de sus antecesores, en los que se eximía a los vendedores de la Puebla de Guadalupe de todo tributo. En los días 4 y 10 de abril de 1508 la reina doña Juana firma en Burgos un Real Privilegio confirmando las gracias concedidas por sus padres al Monasterio de Guadalupe, y en especial la cesión de 25.000 maravedíes más de juro que hicieron don Diego López de Ayala, don Pedro de la Plaza, el marqués de Villena y don Francisco de Madrid para las capellanías por el alma de don Enrique IV, instituidas en dicho monasterio. Se incluye una real cédula del rey don Felipe I en el que se aprueba el traspaso de 29.000 maravedíes de juro para 12 capellanías por el alma de don Enrique IV de las alcabalas de Berzocana y Cañamero, de fecha 6 de mayo de 1525, y asimismo otras gracias y Mercedes dadas por los reyes don Juan II y don Enrique IV y los Reyes Católicos, en la Puebla de Guadalupe el 2 de mayo de 1477 y el 12 del mismo mes y año, confirmado por el rey Carlos I en Burgos el 25 de marzo de 1508. En el mismo documento consta que en Madrigalejo el día

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI 8 de abril de 1559, se presentó el mayordomo del Monasterio de Guadalupe ante el juez don Diego de Torres, comisionado por el rey, con el privilegio citado y, posteriormente, en Madrid, el 23 de septiembre de 1561, fue mostrada la confirmación de doña Juana. Durante los años transcurridos desde 1492 y el siglo XVIII los europeos realizaron una gran labor de descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo. Principalmente corrió a cargo de españoles, siendo Extremadura la que envió un ingente número de conquistadores, evangelizadores y colonizadores. En el siglo XVI destacamos al eremita Fr. Gaspar de Mansilla de la Orden de San Agustín. Hijo de Juan Mansilla y Catalina Vázquez, que profesó en el convento de Valladolid de Morelia el 20 de febrero de 1590, donde era prior el padre Juan de Salazar y maestro de novicios el padre Villarrubia. Una nota marginal en el libro de profesiones de este convento dice: “Murió en la Puebla como un santo”, refiriéndose a Puebla de los Ángeles. Uno de los principales conquistadores naturales de Cañamero que pasa a América es Juan García de Cañamero activo entre 1518 y 1521 en la Conquista de México con el capitán Pánfilo de Narváez. En 1518 estaba en Cuba. Con la Conquista de México nos referimos al dominio del Estado azteca por Hernán Cortés bajo el imperio de Carlos V entre 1518 y 1521. El 13 de agosto de 1521, la ciudad de México- Tenochtitlán cayó en poder de los españoles después de dos años de enfrentamientos. Cortés siendo consciente de la debilidad de los aztecas, dio un golpe audaz apoderándose de Motecuhzoma, a quien llevó preso a su palacio. Después vino el reparto del botín encontrado en el palacio de Axayácatl. Motecuhzoma enseñó a Cortés unas escrituras y pictografías aztecas, que había recibido en secreto en las que se decía que habían llegado a Úlua otros españoles para prenderle y matarle. Se trataba de una fuerza de 1400 hombres, 80 jinetes y 10 cañones que Velázquez había enviado en 19 naves. En este ejército iba Juan García de Cañamero. Pero Cortés no esperó la llegada de Narváez a Tenochtitlán, y comprendió que si se marchaba de la capital azteca no iba a poder volver a ella, por sus condiciones defensivas, partiendo con 80 hombres al encuentro del enemigo y dejó los 120 restantes en Tenochtitlán al mando de Alvarado. El combate apenas duró una hora, siendo aclamado Cortés jefe de una poderosa fuerza armada y regresó a Tlaxcala para organizar el ataque a Tenochtitlán que fue sitiada el 30 de junio de 1521, los aztecas resistieron hasta el mes

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de agosto del citado año, que se rindieron a los españoles. Cortés emprendió la reconstrucción de Tenochtitlán para convertirla en la capital de la Nueva España. Otro conquistador natural de Cañamero que pasó a Indias fue Francisco Hernández Cañamero, vecino de la ciudad de México en el año 1537. En el año 1538 el pueblo de Cañamero se separa de la jurisdicción de Trujillo pagando 6000 ducados al rey Carlos I de España, recolectados entre todos sus 450 vecinos. La antigua aldea del Vacianchas, que es como se denominaba entonces, es declarada “Villa exenta, con jurisdicción civil y criminal propias”, con facultad de tener cárcel con cadenas, horca, rollo y picota, y demás signos de jurisdicción para todos sus vecinos y moradores. Este logro no cambió a pesar de los Memoriales que en nombre de la ciudad de Trujillo presentó al Consejo Real Juan de Lemosín para que Berzocana y Cañamero no fueran eximidas de la jurisdicción de dicha ciudad. Felipe II firma un Real privilegio el 20 de julio de 1560 en Toledo, confirmando todos los privilegios, cartas, sobre cartas, etcétera, concedidos por sus antecesores al monasterio de Guadalupe y de los 29.000 maravedíes que tiene de juro en las alcabalas de Berzocana, Cañamero y otros lugares. Se inserta al privilegio de los Reyes Católicos dado en Guadalupe el 2 de mayo de 1477 y de don Fernando y de su hija doña Juana del 25 de marzo de 1508 y el 4 de abril del mismo año, en Burgos. El 22 de enero de 1599 Felipe III confirmará el real privilegio de su padre Felipe II, dado en Madrid el 18 de septiembre de 1561, y procedente de los Reyes Católicos y del emperador concediendo 29.000 maravedíes de juro al Monasterio de Guadalupe por renuncia al marqués de Villena, que se cambiaron por alcabalas situadas en Berzocana y Cañamero, de las que dejó en Segovia, Jaén, Alcaraz y Betanzos con destino a las capellanías de don Enrique IV. Ahora será cuando ordene Felipe III que se pague al monasterio.

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PUBLICADO • Siglos VII y XVI

Suelto nº 15

¡Eh, oiga! Otra asociación de cañameranos unidos por el pueblo, la escuela y los viajes se llama Chirivicea y el Acta fundacional se firmó el 28 de diciembre de 1984

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SAINT DENIS. EL BARRIO MORALO DE PARÍS Domingo Quijada (Cronista oficial de Navalmoral de la Mata) Habrá quien piense –y no le faltan motivos para hacerlo– que estoy exagerando, pero no es menos cierto que allí se congregaban –y lo hacen aún muchos de ellos– un gran número de nuestros hermanos, que emigraron en diferentes etapas hacia ese suburbio de París. Distingo varias fases históricas: 1.- Hubo una primera época, en la que ya se hicieron notar. Me estoy refiriendo a cuando despuntaba el siglo XX: en su mayoría se trataba de jóvenes –algunos recién casados–, que ya habían cumplido sus largos y penosos deberes con la Patria, una vez que finalizaron las Guerras Coloniales en Cuba y Filipinas. Fue el caso de Germán Gómez Marcos (el padre y abuelo de Ventura el carpintero) y otros varios. Y así, cuando estalla la Primera Guerra Mundial encontramos que ya había en dicha localidad francesa un destacado colectivo de emigrantes moralos de ambos sexos, de los que doce regresan –en enero de 1915– a Navalmoral al estallar ese conflicto bélico. Aunque algunos se integraron tanto que no vuelven y prefieren quedarse allí, luchando en el bando de los aliados

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PUBLICADO • Saint Denis contra los alemanes. Incluso, uno de ellos pierde la vida en esta guerra: fue el caso de Juan Martín, soldado de 2ª Clase, perteneciente al 1º Regimiento de Extranjeros de las fuerzas francesas y aliadas, casado, aunque su esposa vivía en Navalmoral, que murió el 6 de Junio de 1915 en la 2ª Batalla de Ypres (Bélgica). 2.- Pero acabó la guerra y, de nuevo, esos y otros moralos marchan de nuevo a Saint-Denis. Al principio, en número inferior al de antes, cifra que se incrementa después, sobre todo en la década de los años veinte, pues en 1929 emigraron otros seis a dicha localidad francesa. Sin embargo la crisis económica (el hundimiento de la Bolsa de Nueva York) y el renovado conflicto entre Francia y Alemania (se gestaba la 2ª Guerra Mundial) colocó a algunos paisanos en tan mala situación que en abril de 1932 nuestro Ayuntamiento tuvo que abonar a tres matrimonios y siete niños, en su mayoría residentes de Saint-Denis, la mitad de su billetaje del tren desde Irún, “por encontrarse allí como mendigos”. Pero otros se quedaron. Además, con la proclamación de la Segunda República española, varios se animan a regresar, ante las promesas de la Reforma Agraria.

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3.- Tras la Guerra Civil española un buen número de exiliados marchan a Saint Denis, al cobijo de familiares y amigo. Cuando se inicia la 2ª Guerra Mundial Alemania invade Francia y algunos de esos paisanos, con antecedentes de izquierda, son perseguidos por los nazis. Ante esa situación, varios de ellos no dudan en integrarse en la “resistencia”. 4.- En 1945 acaba la 2ª Guerra Mundial y, cuando comienza la recuperación económica e industrial del país galo, necesitaba mano de obra, lo cual, unido a la gran crisis que afecta a España, de nuevo agiliza la emigración a Francia. Como es evidente, los moralos que se marchan son los encuadrados en una doble problemática: los pertenecientes a las clases sociales más necesitadas, jornaleros sobre todo, empleados y pequeños propietarios, y los represaliados por no ser “afectos al régimen” recién instaurado. 5º.- En los años 60, el número de ellos se incrementó notablemente, aunque en los 80 algunos volvieron tras cimentar su situación allí, a la vez que Navalmoral adquiría una gran pujanza y la crisis se hacía notar en el país galo. Pero fueron muchos los que permanecieron en Saint Denis o sus alrededores (aunque los musulmanes predominan ya en ese sector). Como sus antecesores, se integraron en la sociedad al contraen matrimonio tanto ellos como sus hijos o nietos con franceses, como bien saben mis buenos amigos José Jiménez Ávila o José Luis Camacho Rossel, que conocen el tema mejor que yo por haberlo vivido directamente. En esa última etapa fue clave la figura del difunto don Luis Duque Luengo, exalcalde de Navalmoral (1995-1999) y exdirector de BANESTO quien, en su etapa de París (1968-1973), tras una visita circunstancial en 1967 a su hermana Olga (y René, su marido), se convierte en el enlace de los emigrantes moralos y extremeños que se esparcían por Saint Denis y otros barrios obreros de París, canalizando sus relaciones y el ahorro logrado con tanto esfuerzos hacia su patria chica, en una época de pésima diplomacia entre España y la nación gala; a la vez que favorecía a su empresa, abriéndole un nuevo mercado.

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PUBLICADO • Saint Denis

Cañameranos cantando en un festival de Holanda

Suelto nº 16

Geoconvivencia El pasado 23 de mayo Cañamero acogió la 6ª Geoconvivencia con la presencia de 648 pequeños “geoparqueros” y más de 100 maestros. Fue un día de ocio, diversión, deporte, senderismo, teatro, rutas y para terminar el “Geoseminario” una demostración del trabajo de los “geocentros” ante la comunidad educativa del geoparque. Se agradece el trabajo y la dedicación en especial de los profesores, alumnos, padres y madres del CP Fausto Maldonado, así como del equipo directivo. ¡Qué poquito falta para el día grande de la 9ª Semana Europea del Geoparque!

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EL CASTILLO DE CAÑAMERO Mario Roso de Luna

(Fragmento recuperado y transcrito por Esteban Cortijo) La historia que sigue es un fragmento de La novela de las Villuercas, título bajo el cual el escritor Mario Roso de Luna recopiló en 1892, cuando tenía veinte años, una serie de apuntes dedicados a diversos aspectos de esta región que algunos, él mismo, consideraba la Asturias de Extremadura. El texto en concreto que ahora publicamos en la Revista de Cañamero pertenece a la crónica manuscrita, espontánea y juvenil, de más de 26.000 palabras, del desarrollo de una excursión de dos días a caballo que el autor y su amigo Haccart realizaron con un científico francés por las Villuercas. D. Jorge Haccart también era francés, su padre se ocupaba de preparar traviesas para el ferrocarril que no llegó a funcionar, y él llegará a ser alcalde de Logrosán. Los tres, acompañados por un mozo de mulas como intendencia, disfrutaron de aquellos paisajes, estudiaron especies botánicas y formaciones geológicas, se enfrentaron con lobos y, como es el caso, el joven Mario Roso de Luna, unió datos históricos e imaginación, como solía hacer, y redactó esta historia sobre el castillo del cual solo los cimientos y las archivos hablan. Los topónimos que aparecen algo más que mencionados son La Nava de Logrosán, Berzocana, Solana, Cañamero, Mirabel y Guadalupe, y los nombres propios de los personajes que intervienen en la historia seguramente dependen más de la imaginación del autor, como hemos dicho, que de documentos históricos, aunque la aventura pudo muy bien ser tan real como las que se cuentan en otras localidades por haber sido nuestra patria chica tierra fronteriza de reinos y de nobles levantiscos. El texto original manuscrito lo encontré en Buenos Aires hace muchos años y fue publicada por primera vez en la Revista del Ateneo de Cáceres en 2014, creo recordar. Espero que pronto esta narración, y otras que su autor

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CREACIÓN • El castillo dejó inéditas, sean legendarias o verídicas, puedan aparecer editadas para disfrute de todos los amantes de las Villuercas.

Durante una excursión a caballo… Hubo un momento durante el cual se despejó la niebla que hacia nuestra derecha nos impedía recibir los solares efluvios, y aparecieron entonces los empinados taludes del valle del Ruecas, prolongándose majestuosos entre aquel verdadero océano de rizadas y pequeñas olas a guisa de abrigado puerto, allí mismo, bajo nuestras plantas a los rayos del brillante astro que parecía lucir en los cielos con los blancos destellos de una incomparable nube eléctrica. Más allá, como islas perdidas en altamar, asomaban apenas las sierras de Cañamero y en lontananza las que se elevan entre Pela, Orellanita y Campanario en la provincia de Badajoz. - ¡Que delicia!, decía el artista conmovido, si miramos a la izquierda podemos creernos al pie del nevado Muley Hacen o en las gargantas pirenaicas, surgiendo entre los pliegos del nebuloso manto que, hecho jirones, descubre luego sobre nuestras cabezas la bóveda celeste, azul e inmaculada, mientras por la derecha entre las feraces llanuras un mar tranquilo semejante ya al Mediterráneo en las costas de Grecia ya a la redonda y brava de Melville en las regiones árticas, recreando los recuerdos de los Perry, de los McKlitock, los Ros y los Frandin en la titánica lucha de la ciencia humana con la avasalladora naturaleza hiperbórea. - ¿Aquella veleta que se ve delante de este abrigado puerto es el castillo de Cañamero?, preguntó Haccart. - ¡Sí! - ¿Y es muy antiguo el tal castillo? - Su antigüedad no está bien definida, añadió el doctor, pues hay quien sostiene que es una fortaleza de los romanos. Yo creo, sin embargo, que es de los tiempos de la Reconquista.

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Nº 1 - 2018 -¿Se conservarán algunas antigüedades?

-¡Muy pocas!, lo que sí se conserva es el Pozo de los Lamentos, de donde proviene esa lúgubre denominación: de una tradición ya sumida en la noche del olvido. El pozo de los lamentos o historia del castillo de Cañamero El viejo castillo de Cañamero debió ser una de las construcciones más estratégicas de Extremadura en los días de la reconquista. Por un lado domina todo el valle del Ruecas y la entrada sur de las Villuercas; por otro se asoma a las llanuras de Talarrubias y Madrigalejo hasta el Guadiana, y de Toledo a Mérida hay que pasar forzosamente por él. El panorama que se domina desde arriba es espléndido. Al norte se alza como un coloso la mole de la Cabeza del Moro, la mayor altura oretana. Al este corre el Ruecas por una cortadura cuyos taludes comienzan allá arriba por abigarrados crestones de cuarcita verdiblanca, siguen recubiertos de jara, lentisco y madroña y se pitan en las márgenes del claro río bajo un fresquísimo toldo de higueras, castaños y álamos. El picacho feo y redondo de San Cristóbal de Logrosán se destaca al Oeste en medio de la ondulada llanura y abajo, cierran la lontananza, tras las rañas de Valdecaballeros, los picos más altos de la Mariánica, desdibujados y oscuros. Así pues, el castillo de Cañamero, del que apenas si se conservan un pozo y los cimientos de algunos muros, debió pertenecer a la vasta red de pequeñas fortalezas que aseguraron la reconquista y dieron nombre a Castilla -Castella, la de los castillos-. Sólo por aquella parte se ven aún, aparte del de Cañamero, los de Solana, Magacela, Herrera del Duque, Puebla del Alcocer, Belalcázar, Almorchón, la Encomienda de Villanueva, Medellín, Montánchez y Alanje. - ¡Sí, pero cuéntenos su historia! reclamaron al unísono. - Finalizaba el siglo XII y con él la dominación musulmana en estos territorios, tras sucesivos

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CREACIÓN • El castillo vaivenes en la frontera. En las tajadas peñas de lo que aún hoy llamamos “El Castillo de Cañamero” alzábase orgulloso, donde ahora apenas existen restos de su trazado, un pequeño castillo con altos torreones, negruzcas almenas, fosos, puentes y murallas. Todo cuanto exigieran las necesidades defensivas de aquellos tiempos revueltos de constantes escaramuzas entre moros y cristianos. Desde los gloriosos días de Abderramán, el sabio y espléndido califa que dio a España inmortales timbres de gloria, el castillo de Cañamero había sido patrimonio de la valiente casa de los Abu Kaisa, mantenedores del vínculo sagrado con la fuerza de sus cimitarras. Yusuf ben Kaisa, último de esta gloriosa familia acababa de morir en los campos de Mérida peleando con tropas del reino Aftasí. Dejó una hija, Halima, bajo la guarda y tutela de su hermano, el cruel Abiatar, de carácter taciturno y fervoroso, pero de gran ambición. Hasta el punto de concebir la idea de quedarse como dueño y señor del castillo haciendo desaparecer a la inocente joven si se resistía a ser la esposa de su hijo Said que, a la sazón, peleaba en las fronteras andaluzas. En los ratos de ocio que le dejaba la guerra Abiatar tenía por costumbre dedicarse a la astrología judiciaria y la nigromancia, ciencias que se preciaba de conocer a fondo. Una de esas terribles noches de invierno en que todo parece muerto sobre la tierra y lucen las estrellas en el firmamento como celestiales brillantes y rubíes, había consultado los astros acerca del porvenir de su pupila y estos le habían dicho: “Antes de que el Buey blanco que sale por mediodía haya visto cien veces el sepulcro del profeta, el alado rapaz herirá el pecho de Halima. Por el norte viene el bravo león que rugirá e intentará venceros, rubio como el oro, hermoso como el arcángel, fuerte como la encina que sombrea allá abajo, las orillas del Ruecas. Alá le ha unido en vida y en muerte con la paloma blanca y nadie podrá separarlos”. Los naipes, el ruido de las aves carniceras y el soplo del huracán habían corroborado el enigmático horóscopo. “No desistiré -se decía Abiatar en sus

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noches de insomnio-, hasta lograr que Halima ame a Said. De lo contrario no heredará su reino”. Halima rechazó una y mil veces las exigencias de su tutor. La candorosa niña, que jamás conociera más amor que el de sus padres, no podía olvidar que el hijo de su tío era un súbdito rebelde que había sido causa de la batalla en la que pereció el autor de sus días, el digno Yusuf ben Kaisa. Abiatar, desesperado, pero implacable, comenzó a usar la violencia para con la joven cuya voluntad indomable no hacía caso de los halagos ni de las promesas. Recluida en una de las habitaciones del castillo se pasaba la vida en sus labores o contemplando desde su elevado minarete las agrestes vertientes de la sierra, llenándose de dulce melancolía cuando a la caída de la tarde, cercano ya el crepúsculo, veía avanzar las sombras por el fondo de los valles y escuchaba a lo lejos el aullido de famélicos lobos y el agudo piar de las serpientes de la sierra, mientras se oscurecía aquel cielo diáfano desde donde, más felices sin duda, sus padres la miraban. ¿Quién pudiera presumir que hasta aquellas espantosas soledades y hasta la misma prisión aquella el amor llegaría? Pero el amor, como la luz, como el aire, a todas partes alcanza, todo lo anima y vivifica. Era ya una tarde de mayo, una de esas tardes que de intento prolonga la naturaleza para que los pájaros puedan trabajar mejor sus nidos y hacer más durable las melodías de sus gorjeos. Halima contemplaba embebida las bellezas que derramaba el hada de la primavera cuando, de improviso, en una de las fragosidades inmediatas vio que tres hombres a caballo perseguían un ciervo fugitivo. Dos de ellos parecían entrados en años, pero el otro mostraba, en cambio, una rara belleza y juvenil lozanía.

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CREACIÓN • El castillo Al mirar a este último la doncella sintió una impresión indescriptible; algo así como si el corazón, saltando en el pecho, le atravesase con agudísima punta. Nunca sus negros ojos de sultana habían admirado un ser como aquel joven. Su noble presencia, su abundante cabellera rubia que flotaba agitada por el viento y la gallardía con que manejaba al generoso bruto por entre jarales y riscos, la atraían con irresistible influjo. Mirábale ansiosa, sin poder apartar de él la vista. Y como es indudable que el amor ejerce sobre el objeto amado una especie de magnetismo, las miradas de Halima no quedaron sin correspondencia. Hubo un momento durante el cual se cruzaron estáticos los efluvios de aquellas miradas recíprocas, ardientes como el fuego. En ellos iba envuelto todo un poema de amores sin palabras. En esto se oye un griterío feroz. Era Abiatar que con toda su tropa se había lanzado en persecución de los imprudentes caballeros quienes inmediatamente salieron a todo galope la fachada arriba de la montaña seguidos por la morisma. Halima cayó desmayada. Muy cerca ya de la media noche regresó éste lleno de cólera. Había perseguido a los cristianos que se perdieron en la espesura dejando un campamento vacío. Le hubiera gustado cortarles las cabezas para colgarlas como trofeo en las almenas del castillo. Abiatar, fuera de sí, mandó traer inmediatamente a los miembros de su consejo mientras que los leoneses cercaban enseguida la cónica prominencia donde se levantaba el castillo dispuestos a iniciar rápidamente el asalto. La resistencia fue heroica durante todo el día y las tropas cristianas no avanzaron un solo paso. Sin embargo, faltos de los refuerzos que estaban en tierras del sur, los de arriba no podrían aguantar mucho el sitio. Llega la noche, demasiado oscura para ser noche de primavera. Negros crespones de nubes encapotaban funestamente el cielo. Abiatar consultó a los imanes y estos le dijeron que de aquel cerco tenía toda la culpa Halima . - ¡Que llamen a Halima!, dijo.

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Momentos después se presentó la hermosa niña envuelta en una túnica blanca que realzaba la belleza escultural de sus formas. Sus indefensos ojos negros se fijaron en el viejo. - Te participo -irrumpió bruscamente el tirano-, que de aquí a seis días habrás de desposarte con Said. - Nunca entregaré mi corazón ni mi mano al que ha sido el asesino de mi padre. - ¡Mientes!, -replicó furioso Abiatar. Tú furtivamente amas a ese cristiano que Alá confunda. Pero yo sabré si no aceptas hundirte este hierro en el corazón. - Antes perderé la vida que manchar la memoria de mis mayores que nunca fueron traidores. Fuera de sí iba a herirla el terrible moro, pero se contuvo. -¡Ay si no fueras garantía de una alianza! ¡Si tu mano no hubiera de enlazar las dos facciones rebeldes morirías ahora mismo! Pero de todos modos, quieras o no, te desposarás con Said. Y se retiró rugiendo como una fiera del desierto. La primera noche a partir de la llegada de los asaltantes, una mujer de avanzada edad, cristiana y sierva de la familia de la joven Halima, había arrojado por una tronera de las que daban hacia el río una tea encendida. Era la señal convenida en caso de peligro con Gonzalo, que venía a ver a su amada. Éste no vaciló. Seguido de su fiel mesnada se internó por la galería secreta del castillo. Pero la puerta no sólo estaba cerrada sino que detrás se veían a los moros que conversaban tranquilos. Por allí toda sorpresa era imposible. Era preciso retroceder. Entonces tomó Gonzalo una decisión heroica: Vistióse de túnica, turbante y alfange y se dirigió discretamente al castillo con dos soldados de confianza. A oír un discreto silbido la vieja deja caer una cuerda por un lateral poco vigilado.

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CREACIÓN • El castillo Mientras tanto la única esperanza de Halima se cifraba en aquel desconocido, objeto de su primer amor. Esperanza sumamente problemática en tales circunstancias. Pero si grande e intenso era el amor que en un momento concibiera ella hacia el desconocido no menos avasallador e intenso fue el que se despertó en el pecho de Gonzalo Téllez hacia la hermosa odalisca. Sin duda el destino los había unido; de no ser así, ¿cómo en una sola mirada pudieron comprenderse hasta sus más íntimos pensamientos? Pasó un día del temido plazo y Gonzalo no aparecía. Pero a las dos noches sintió que golpeaban con suavidad la puerta y que una dulcísima voz decía muy bajo: - ¡Abre, por favor, abre! Aquella voz no podía ser otra que la del valiente desconocido. Vaciló un momento, pero recordando las amenazas del tío y del peligro que el desconocido corría, atendió a la llamada. Él era en efecto quien merced a un atrevimiento inaudito había subido hasta allí por medio de una larga escala a riesgo de ser sorprendido por los centinelas y de pagar con la vida aquel su temerario arrojo. Pero el amor no reconoce peligros y cuando los reconoce los desprecia. Aquellas dos grandes almas parecía que se habían conocido siempre. - Perdona, ángel de luz, si de esta manera me presento ante ti. Yo… -decía estrechando la blanca mano de la joven entre las suyas- sé el peligro en que te encuentras. Sé que dentro de tres días morirás si persistes en negarte a las inicuas exigencias de ese tutor infame. Tu vieja criada me lo ha dicho. Vengo a salvarte o a perecer contigo. Con nosotros están los mejores amigos de tu padre. La niña, mientras tanto, temblaba de miedo y de placer. - Pero -le dijo con acento que parecía enamorado arrullo-, por mí te expones a perder la vida. Por mí te expones a perecer entre las mayores torturas si fueras sorprendido. No, mil veces no. ¡Huye, vete, quiero mejor morir antes que tú peligres!

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- Sin ti la vida me sería odiosa. Nos salvaremos ambos o moriremos juntos -replicó con febril ardor el atrevido joven. - ¿Y si te sorprendieran y un infame dardo se clavara en tu pecho? - ¡Oh, no temas! Conozco una entrada secreta del castillo. Por allí podemos huir sin que nadie nos vea. Hoy su puerta está cerrada, pero mañana por la noche la vieja la abrirá. - Un centinela se acerca. ¡Huye, bien mío! Después de mil amorosas protestas Gonzalo comenzó a bajar la escala que Halima quiso recoger enseguida, pero una nube de dardos y piedras de los sitiados le dieron a entender que había sido sorprendido. Sin hacer caso del riesgo que corría subió uno tras otro los peldaños de la escala y penetró por segunda vez en las habitaciones de Halima. La encantadora joven se había ya preparado como si presintiera el peligro. Al ver a Gonzalo lanzó un agudo grito. - Alma de mi vida misma -dijo entonces Gonzalo-, ha llegado el momento de que huyamos o muramos juntos. La cogió en sus brazos y trató de bajar la escala de cuerda, pero ésta había desaparecido. Entonces como un loco comenzó a correr de una a otra habitación con su preciosa carga. Al final se detuvo en una de ellas. Abiatar, arrojando espuma por la boca, se presentó seguido de algunos soldados armados. Gonzalo comprendió que estaba perdido, pero era tarde. - ¡Matadlos! -rugió Abiatar con voz terrible. Los dos amantes se abrazaron y, sin vacilar, se arrojaron por el muro. Los cuerpos sin separarse fueron rodando por la pendiente hasta caer en el profundo valle del río.

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CREACIÓN • El castillo Un griterío feroz anunció al mismo tiempo que los leoneses habían tomado la fortaleza. Abiatar, desesperado, antes de caer en manos de los enemigos se precipitó en el aljibe del castillo. Su cuerpo produjo al caer al agua un siniestro ruido. La fortaleza fue arrasada hasta los cimientos y en el valle del Ruecas, regado con la pura sangre de los dos amantes, no tardó en fundarse la villa de Cañamero. Así acabó la ilustre raza de los Abu Kaisa. Y es fama que las jóvenes de Cañamero heredaron la arrogancia y los hermosos ojos de Halima . En cuanto al aljibe siempre que en él se arroja una piedra se escucha un prolongado gemido. Hay quien dice que una vaga visión fosfórica oscila como fuego fatuo sobre las aguas el día de la víspera de los difuntos. Es el alma en pena del perverso Abiatar que gime alevosamente en el fondo del pozo de los lamentos. - ¡Oh! Es muy hermoso el cuento de Abiatar y Halima -dijo Haccartcuando hubo concluido. Pero no acierto a comprender cómo pudieron hablarse los dos amantes, siendo él cristiano y ella mahometana. - Fácilmente pudieran entenderse en esa lengua mezcla de castellano y árabe, que se llamaba algarabía.

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EL TESORO DE LA CUEVA DE LA MORA Pedro Pazos Morán Ni Antonio Peña ni yo mismo acabábamos de entender cómo podía haber pasado tanto tiempo sin que nadie hubiera acometido algo tan obvio y tremendamente lucrativo: Si en la Cueva la Mora había una gallina de oro con su pollada de San Antón completa, o sea trece pollitos de lo mismo, ¿cómo es que a nadie se le había ocurrido ir a por ello? Por lo menos, según otra versión, una gallina con huevos de oro, sin especificar cuantos, sí que había. Descartábamos lo del becerro de oro macizo pues nos parecía una exageración que bien pudiera deberse a un cruce de cables histórico. Aunque, bien mirado, tampoco estaría mal. En todo caso cualquier cantidad de oro estaba allí y nosotros solo teníamos que bajar, pillarlo y forrarnos directamente. No había tiempo que perder. Con gran discreción y mucha prisa, allá por el año 1957, nos pusimos a preparar la incursión, no fuera a ser que, a pesar de tantos siglos de despiste, alguien nos tomara la delantera. Lo cual sería gracioso. Preparamos nuestro equipo acopiando todos los pertrechos que se nos pudo ocurrir, siempre que estuvieran a nuestro alcance: Una cantimplora con agua, cerillas, velas y una soga. Por fin una mañana temprano del mes de Julio, dispuestos a todo, iniciamos la subida de la cuesta del Castillo. Cogimos por el castañar de Martirián pues era más discreto que ir por La Jarilla, a la vista de todo el mundo. Llegados a la entrada de la Cueva establecimos nuestra base de operaciones a la sombra de un cancho cercano. Allí pasamos un rato descansando y entregados a nuestras cavilaciones sobre la manera de vender el oro sin tener que declarar de dónde lo estábamos sacando y fantaseando con las cosas que íbamos a hacer con tanto dinero.

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CREACIÓN • La cueva de la mora Por fin enfilamos el angosto pasillo horizontal de la entrada donde recibimos el primer sobresalto: ¡La cueva estaba habitada! Una bandada de murciélagos, que salieron huyendo, nos pasó rozando las cabezas. Eso nos hizo emprender una retirada táctica. A la carrera. Tras un rato, repuestos del susto, lo volvimos a intentar. Pero ahora fueron los mosquitos los que nos hicieron retroceder: era imposible atravesar la espesa nube de ellos que defendían la cueva. Para eso encontramos una solución: Recogimos por los alrededores matas de jara, cantueso y marivieja, las amontonamos en el callejón de entrada, las prendimos fuego y aplicamos de nuevo nuestra táctica infalible de salir corriendo sin mirar atrás. Se armó una enorme humareda y los mosquitos desaparecieron. Mano de santo. Sí, hicimos fuego y era verano. Pero eran otros tiempos y nosotros seguramente éramos más salvajes. Supongo que el crimen habrá prescrito. Con estas idas y venidas le estábamos tomando confianza a la cueva. Sin embargo era inquietante el intenso olor a azufre que emanaba de las rocas, sin que pudiéramos identificar un origen determinado. Con el corazón encogido, y con una vela cada uno, avanzamos alumbrados por la temblorosa luz. Así llegamos hasta el borde de un agujero o pozo. Adelantamos la mano hacia la oscuridad pero no podíamos ver nada porque nos deslumbraba la propia luz de la vela. Justo en ese momento se escuchó un ruido atronador y las paredes de la cueva temblaron como si se fueran a derrumbar y el espíritu de la sima nos fuera a atrapar en sus fauces. Presos del pánico tiramos las velas y emprendimos una huida desordenada. Cuando a trompicones salimos a la luz del exterior vimos y escuchamos un avión a reacción que acababa de pasar la barrera del sonido. Celebramos el incidente con gran alborozo pero nuestra risa estaba teñida por un tono de vergüenza.

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Nos pareció que habíamos tenido bastantes para el primer día y decidimos bajar. Al día siguiente subimos con un candil, una botella de aceite y una garrota. Con toda naturalidad entramos por el pasillo de la cueva como si fuera nuestra casa. Colgamos el candil de la garrota para inspeccionar el pozo. Después de un tiempo nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad y pudimos ver que las paredes verticales tenían resaltes y poyatas. Nos pareció que, con todos los recelos del mundo, podíamos intentar el descenso. Por razones de peso era yo quien tenía que atarse la soga a la cintura y colgarse en el abismo mientras Antonio se la enrollaba al cuerpo y me iba dando cuerda. Según bajaba apoyaba los pies en los salientes de la pared y me paraba cuando podía sujetarme en pie para colocar cabos de vela en los huecos. Tras una serie de resbalones, sobresaltos y conjeturas, al cabo del tiempo la cueva estaba razonablemente iluminada. Descubrimos que a no muchos metros de profundidad había un pequeño descansillo donde podían mantenerse de pie, aunque con dificultad, dos personas menudas. Antonio ató la soga a un cancho de la entrada y bajó hasta allí. Abajo seguía estando el pozo negro amenazador. No podíamos ver el fondo y dejamos caer algunos pedruscos. Los sonidos que nos devolvían las tinieblas eran confusos ¿Agua? ¿Ramas? ¿O implemente piedra sobre piedra? No había forma de saberlo. Por otra parte las cerillas que arrojábamos encendidas no alumbraban más allá de dos o tres metros. Echamos el resto de la soga al vacío y se perdió en la oscuridad. Había que bajar. ¿Pero quien? Estaba claro que ninguno de nosotros dos. Era necesario recurrir a Esteban y a Diego, nuestros hermanos pequeños. Ellos pesaban menos.

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CREACIÓN • La cueva de la mora Al día siguiente subimos con ellos. Se sintieron muy honrados de participar en la aventura aunque les ocultamos la finalidad. No había necesidad de repartir nuestro tesoro con nadie. En primer lugar atamos la cuerda por la cintura a Esteban y le fuimos descolgando con mucho cuidado. En el bolsillo le habíamos echado una vela y cerillas. Al cabo de unos cuatro metros hizo pie. Encendió la vela y pudimos ver que había ido a caer en un pedregal. Para consolidar la conquista decidimos que también bajara Diego. Para ello le pedimos a Esteban que se desatara de la cuerda, a lo que en principio se negó pues el miedo es libre y hay que decir que era un tierno infante de diez años. Tras jurarle que por nada del mundo le íbamos a abandonar en ese agujero, impusimos nuestra autoridad y obedeció las ordenes. Cuando nos disponíamos a atar a Diego, éste dijo que no hacía falta y directamente bajó por sus propio pie, pues, una vez iluminada la caverna, se reveló que no era tan escarpada y que había pisaderas suficientes. Entonces bajamos nosotros también. Nos dedicamos a instalar velas por toda la pared y aquellos se convirtió en una especie de templo mágico luminoso. En uno de los laterales, el que daba para la dirección del Batán, se vislumbraba un arco de ladrillos. Como si fuera la entrada de un túnel inclinado. Ahí estaba la prueba evidente de que habíamos descubierto una vía de escape en caso de asedio. Estábamos seguros de que tenía que haber otro túnel que bajara al río por el camino más corto. ¿De qué otra manera los moros se iban a abastecer de agua cuando estuvieran sitiados? Todo tenía que aparecer. Era cuestión de sacar las piedras que fuera necesario. Y nos pusimos manos a la obra. Al día siguiente subimos con más velas, una piqueta, dos esportillas y otra soga. Ya se estaban acumulando bastantes herramientas pero no consideramos que fuera necesario pedir permiso en nuestras casas para cogerlas. Era suficiente hacerlo con discreción para que no se dieran cuenta.

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El equipo inicial se organizó de la siguiente forma: Diego y Esteban, en el fondo de la Cueva, llenaban de piedras una esportilla, que yo izaba a pulso y se la pasaba a Antonio para que la llevara por el largo y estrecho pasillo. Él me entregaba la vacía. Costó algo de trabajo convencer a los muchachos de que fueran ellos los que estuvieran en el fondo cargando las esportillas. Aducían que era la parte más peligrosa porque se podía caer alguna piedra y darles un buen porrazo en la cabeza. Pero se tuvieron que rendir a la evidencia de que, si éste fuera el caso, la probabilidad de que les acertara, con perdón, la piedra era mucho menor, siendo como eran los pequeños. Por otra parte, eran más ágiles y las podrían esquivar más fácilmente. A su objeción de que entre las piedras pudiera haber culebras u otros bichos les contestamos que estuvieran tranquilos que eso no era posible. Pero que en todo caso miraran bien qué era lo que metían en la esportilla. Por lo que parece ese trabajo de riesgo no les debió de resultar muy atractivo pues a los pocos días nos abandonaron sin ninguna explicación. Casi nos alegramos, pues, aunque esta deserción retrasaba nuestro plan, por otro lado resolvió un conflicto que se estaba instalando en nuestras conciencias: Les estábamos utilizando egoístamente para conseguir grandes beneficios de los que, bajo ningún concepto les daríamos la mínima parte. Cada vez nos resultaba más violento mantener el secreto. Diego y Esteban se fueron y nosotros continuamos sacando piedras. Claro está que avanzábamos mucho menos. Pero de todos modos, tras dos semanas de duro trabajo habíamos conseguido descubrir como medio metro del arco. Lo cual, hay que decirlo, era bastante frustrante, la verdad. Por eso la calurosa mañana en que tío Florentino, el padre de Antonio, salió del castañar, armado de bastón y tocado con un sombrero de paja, vociferando que qué puñetas estábamos haciendo, que si estábamos locos, que a su madre, Antonia, que estaba delicada, le iba a dar un pasmo del disgusto que tenía. Digo, cuando le vimos aparecer esa mañana nos sentimos un tanto aliviados.

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CREACIÓN • La cueva de la mora Para salvar la cara manifestamos una digna pero no excesiva resistencia a bajar y le invitamos a continuar subiendo para que viera que no era nada malo lo que hacíamos A esto se negó, plantado como estaba en mitad de la cuesta. Posición ganadora. Jaque mate. Bajamos, pero antes nos juramentamos que era solamente una retirada estratégica. Volveríamos con bríos renovados. El resto del verano se nos complicó entre la Fiesta de Santo Domingo, los toros de Guadalupe y la feria de San Mateo de Logrosán, a donde acudíamos cabalgando sobre nuestras bicicletas por las terrosas carreteras, mientras tarareábamos lindas canciones de José Luis y su Guitarra, Nat King Cole, Ansiedad incluida, o Renato Carosone con su Maruzzdella, etc, y soñando con nuestras amadas que tanto nos hacían sufrir. Las pérfidas. Empezó el curso y nos recluimos en nuestros respectivos internados cacereños, Paideuterion y San Antonio. En las vacaciones de Navidad estuvimos muy ocupados con los festejos y resolviendo ciertos problemas del corazón enamorado. Además los días eran cortos y hacía mucho frío en el campo. Mejor era pasear desplegados en ala por la carretera junto a Juan Antonio Huete, Juan Trillo, Dalmacio, Manolo Audije, Manolo Peloche….. entonando bajo la niebla canciones melancólicas como “Hawai Hawai Hawai lindo Hawaiiiii, tierra de amor tierra de amor y de ilusiones. Bajo tu cielo azul un día yo besé los labios de un linda hawaiana….” Fuere eso lo que fuese. Sin embargo en todo momento teníamos presente nuestro proyecto y aprovechábamos cualquier oportunidad en que estuviéramos solos para intercambiar las ideas que se nos habían ocurrido en las soledades del cautiverio escolar en cuanto al perfeccionamiento del método para extraer piedras de huecos profundos. Y siempre siempre, imaginar lo que haríamos con tanto dinero como íbamos a tener. En Semana Santa estuvo lloviendo casi todo el tiempo y no pudimos subir a La Cueva. Para nuestra estupefacción escampó el Día del Bollo y una turbamulta de aguerridos cañameranos se encaramó al Castillo con la intención evidente de corretear por allí y meter las narices donde no les importaba.

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Con objeto de distraer la atención de nuestros amigos y amigas Antonio y yo propusimos a la pandilla pasar el día en la era de Los Cuatro Palos haciendo un moje de acerones. Tal idea la consideraron peregrina y contraria a las tradiciones. Esa vez probamos el fruto amargo de nuestra ambición: La soledad, que es el mayor sufrimiento que un adolescente puede experimentar, y que no se calma padecerlo con otro si los dos saben que es un justo castigo. Nos pasamos el día oficiando nuestro Vía Crucis particular por el camino del Calvario, entre la ermita de Los Mártires y el Cercao la Horca, cogiendo espárragos entre zarzas espinosas. A trechos, lanzábamos miradas de rencor a la colorida multitud que, a lo lejos, brincaba de peña en peña. Por fin llegaron de nuevo las vacaciones de verano y en cuanto pudimos tiramos para arriba con la impedimenta. En la primera inspección comprobamos que los mosquitos habían vuelto a ocupar sus puestos, aunque con menos entusiasmo que el año pasado, pero como ya éramos expertos en fogatas no nos resultó difícil desalojarlos de nuevo. Alumbrados con las velas progresamos por el oscuro túnel hasta asomarnos al pozo. Bajamos los primeros escalones mientras nuestros ojos se acostumbraban a la oscuridad. Nos quedamos desconcertados al ver que el nivel de las piedras había subido. ¡Casi ni se veía el arranque del arco! Sin entender lo que podía haber pasado salimos al exterior. Al llegar no habíamos reparado en ello, pero allí no estaba el montón de piedras que habíamos acumulado el año pasado. Inmediatamente lo comprendimos todo. Le habíamos puesto a nuestros paisanos a pedir de boca (de boca de cueva, claro) un arsenal con toda la munición necesaria para ejercitarse en el deporte local por excelencia: Arrojar piedras a la Cueva de la Mora. Vino a nuestra mente la imagen del tropel multicolor merodeando entre los canchos el pasado Día del Bollo.

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CREACIÓN • La cueva de la mora No teníamos fuerzas ni físicas ni morales para volver a empezar. Sería absurdo reponer una edición del mito de Sísifo en sentido inverso. Esa mañana bajamos la cuesta dominados por el desánimo más intenso. El tesoro se alejaba poco a poco. Paulatinamente se fue desvaneciendo.

Foto inconfundible de un Lunes de Pascua en Belén

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LA LIMPIASUELOS Raúl Solís

(periodista extremeño-andaluz nacido en Mérida en 1982, escribió este artículo en Paralelo36 Andalucía, el 14.3.2016) Soy hijo de una mujer que con nueve años empezó a limpiar suelos en casa de unos señoritos de mi pueblo. Esa mujer ahora tiene 72 años. Creció sin padre en una España enlutada y de silencio en la que las mujeres que fregaban suelos no trabajaban, servían. “Yo de chica servía”, ha dicho mi madre en más de una ocasión. Servir significaba lo que significaba. Trabajar mucho, quejarse poco, ganar menos todavía y aceptar que tu nivel social y expectativas de futuro estaban a la altura del suelo al que te arrodillabas para fregar a mano, por donde, una vez limpio, desfilarían los zapatos finos y elegantes de quienes pensaban que nacer pobre era un castigo divino porque ellos, su fortuna y bienestar, era lo que se merecían. En su sociedad de perdedores y ganadores, el trozo de bacalao diario con el que le pagaban a mi madre por servirles era lo más a lo que podía aspirar una pobre desgraciada, hija de perdedores de la guerra civil y analfabeta. Pero aquella pobre y analfabeta mujer, de la Extremadura de posguerra, contra todo pronóstico no olvidaría jamás su memoria ni perdería la dignidad. Yo, su hijo, tampoco lo olvidaré nunca. Aquella dignidad de mi madre consiguió que, harta de que le pagaran en “trocitos de bacalao” en lugar de dinero, un día se ‘jartara’ y les tirara en señal de desprecio el bacalao a los señoritos, que era el salario que le daban a mi madre a cambio de perder toda su adolescencia tirada en el suelo de rodillas para que ellos pudieran lucir estatus. Esa mujer, mi madre, antes había acarreado cubos de agua de la fuente pública a casa de los señoritos, los abuelos y padres ideológicos de los que hoy creen que Ada Colau “tendría que estar limpiando suelos”.

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CREACIÓN • La limpiasuelos En el intento de insulto de la derecha cañí a Ada Colau más que insulto a la alcaldesa de Barcelona, lo que se esconde es el arsenal de desprecio y rabia que tienen y han tenido por las personas trabajadoras, a las que el máximo nivel que les permitían ocupar era el del suelo, de rodillas frente a su insaciable voracidad y odio por la gente sencilla. En la gala de los Goya también insultaron a Pablo Iglesias y a Alberto Garzón porque “parecen dos camareros”, como si ser camarero fuera el escalafón más bajo de su sociedad clasista en la que nacer en una cuna pobre bastaría para que toda la vida estuvieras de rodilla. No insultaron a Pablo Iglesias y a Alberto Garzón, sino que mostraron todo el odio que les sangra por la gente que les pone los cafés por la mañana. Hoy, aquellos hijos y nietos de las mujeres que le fregaron los suelos a los abuelos y padres de la derecha española, andamos por la calle con la misma dignidad con la que mi madre les lanzó el bacalao a los señoritos que se negaban a pagarle el jornal que merecía. Somos los hijos e hijas y nietos y nietas de las mujeres que les han fregado los suelos, pero somos algo más. Además de títulos universitarios y ser hijos e hijas de la universidad pública que ahora quieren privatizar para que volvamos a estar a la altura del estropajo que usaba mi madre para fregar el suelo, sabemos de dónde venimos. Somos el símbolo más evidente de su derrota, los podemos mirar a los ojos y hasta ocupar los sillones de alcaldes, ministros y diputados en los que ellos se sentaban por la gracia de Dios. Y lo que es peor, tenemos memoria.

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MEMORIA DEL CORAZÓN, RECUERDO DE ESPERANZA Marcelino Alfonso Diosdado Con cuánto cariño y añoranza recuerdo los años de mi niñez pasados en Cañamero y vividos con mis abuelos. Con ellos me crie, ellos me cuidaron y siempre fui parte, quizá la principal, de sus vidas. Abundan momentos imborrables en mi memoria además de sentimientos de celoso cariño que siempre tuve a mi alrededor. Recuerdo en su casa el ambiente tan atentamente amigable con los vecinos y con cualquiera que se acercara. Era el lugar de comentarios buscando solución a cualquier problema que se tuviera y de sereno esparcimiento después del trabajo diario. Me marcó para siempre la vida cotidiana con ellos, acompañando en las faenas propias del campo, su ocupación; tarea no agotadora pero cuidadosa y entregada. Recuerdo aquellos días en la única y pequeña finca que tenían siguiéndoles en la actividad mientras ellos trabajaban. Llegábamos recorriendo un camino largo y con desniveles y cuestas, cansado para hacerlo andando, en una mula los tres montados. Mi abuelo me sujetaba delante de él y detrás mi abuela, a la “silleta”, forma femenina de acomodarse sobre el animal. Yo cogía el ramal y me hacía la ilusión de guiar a la cabalgadura, sintiéndome importante. Nos veíamos muchos en el mismo camino, algunos andando, y siempre en conversación sobre las faenas del campo, lo provechosa que podía ser la temporada y si acompañaría o no el tiempo para que fuera fructífera. Lustraban sus apreciaciones con dichos muy expresivos que aún recuerdo y tan ingeniosos como “al tiempo no se lo come el lobo” o tan descriptivos como “dura más el tiempo que la matanza”. Ahora comprendo qué quiere decir este último. Es de sobra conocida la prevención que había que tener para

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VERSOS • Memoria del corazón condurar los alimentos, ya que ellos, como casi todos los que trataban, comían de lo que pudieran sacar de la finca, las gallinas y el cerdo que criaban. La llegada se convertía en un juego entre mi abuelo y yo que mi abuela contemplaba sonriente. Eran cosas de niños. Se trataba de ser el primero que viera “ el olivo”. El único olivo plantado entre la viña, en el extremo de un lindero y el primer árbol que podía verse subiendo la cuesta, al doblar un recodo del camino. Yo intentaba distraerle para que mirara a otro sitio y así ser el primero en gritar: “¡Abuelo, el olivo!”. Y a veces lo hacía antes de verlo. El siempre se asombraba de que pudiera distinguirlo tan pronto, así me decía haciéndome importante. Esto animaba la llegada a la finca, para ellos suponía un nuevo día de trabajo y para mí, experiencias inquietas, cariño consentido y demostrado. Hoy aún existe el olivo aunque cambiado de como era en mi niñez. No luce la poda que tenía ni el exquisito cuidado que recibía de mis abuelos, como todos los otros árboles. Le recuerdo con dos ramas paralelas al suelo creciendo opuestas en su dirección y otra vertical, todas saliendo del mismo punto. Parecía una cruz y yo así empecé a sentirlo. Ya un poco mayor compuse el poema que sigue y que considero un cálido y gratificante recuerdo en homenaje a mis abuelos, y a su vida de arduo trabajo y austeridad. Transcribo este poema cuyo título no podía ser otro que el que tiene y que es el símbolo de una feliz niñez así como del cuidado, el mimo y el cariño que hemos de mantener por nuestros mayores. Hoy he vuelto a ver mi olivo, a transitar la finca, ahora ajena, y a acariciar mis recuerdos en el lugar donde nacieron. Eso sí, he ido en coche y por el mismo camino aunque ahora asfaltado. He soñado en el lugar donde me sentí tan integrado en las faenas y querido. He sentido renacer la esperanza. Tiene el olivo, reseco, nuevos brotes que sugieren más juegos y más cariño para otros muchos niños.

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EL OLIVO Dos ramas y en cruz, tiene el olivo. ¿Será una alegoría al destino? Huerto y olivos. ¿A quién crucificaron? Creo que lo recuerdo vagamente, alguien me lo dijo. Cruz, olivos, sacrificio, vida, muerte. Dos ramas y en cruz tiene el olivo. ¿A quién me recuerda cuando miro su tronco semi seco desde el suelo y carcomido? Dos ramas y en cruz. No sé, y algo me dice que es un signo.

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VERSOS • Cierro y abro los ojos

CIERRO Y ABRO LOS OJOS Juan Diego Castro Vega Al cerrar los ojos, se abre el pensamiento; Imágenes infinitas pasando páginas, Como el aire en el desierto y las dunas. El Ruecas era paraíso de peces y ranas. Olivos y viñas allá en los lotes Ofrecían su fruto maduro en cepas y ramas Agradecidos al arado y al estiércol. Las tardes de sol despertaban deseos Adolescentes, imaginando comerse el mundo Con la ilusión de aquel noveleo. Los arriates de la carretera Eran oasis en el calor de agosto. Y nos contaron que hubo castillo, Ahora ruinas, en aquel cerro tan alto. Al abrir los ojos, veo feliz dormir a los hijos Pero sigue el niño callado del internado Irreconocible en las arrugas de mis manos. Tal vez, duerma también en silencio. Memoria llena de presentes tan lejanos.

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LA CASA DE LA IMAGEN Esteban Cortijo Parralejo La Junta de Extremadura a través del Director General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán, se ha dirigido al Ayuntamiento de Cañamero (el 9 de abril de 2018) con el objetivo de realizar el Proyecto “La casa de la imagen”, o sea, una Fototeca de Extremadura. “El propósito de este trabajo –escribe en su carta- es recopilar, localizar y catalogar la información necesaria para hacer un estudio documentado de las distintas colecciones de fotógrafos extremeños de los siglos XIX y XX.” Sería algo precipitado convocar un premio de fotografías sobre nuestro Patrimonio Cultural y Natural, pero ese es el propósito –por ahora personal- de quien firma esta nota, dado que la gran mayoría de las fotos antiguas del pueblo se corresponden con los años en que Esteban Cortijo Huertas estuvo aquí como fotógrafo profesional. No todas sus fotografías, pero sí muchas, llevan en el reverso el sello redondo de Foto Cortijo en tinta azul. Son habituales en el pueblo las exposiciones de fotografías, organizadas principalmente por Pedro Alfonso Diosdado, y nos proponemos, como una actividad más de los veranos en que vaya saliendo esta Revista de Cañamero, contribuir con esta actividad, promoverla y difundirla en sus páginas.

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APUNTES • Casa de la imagen Tendremos especial atención ya desde este primer número en embellecer la publicación que inicia ahora su andadura no solo con las fotografías que retratan personas sino también las que presentan ejemplos de fauna, flora, cultivos y naturaleza en general para poder así promocionar la variada riqueza de nuestra tierra. Agradecemos las fotos recibidas y rogamos que cada fotografía vaya acompañada de una ficha de identificación mínima con estos datos: Nombre, dirección y teléfono de quien la presenta, identificación de las personas que aparecen y del lugar o paisaje que ha de ser siempre de Cañamero. Se admitirán obras en blanco y negro o color, tanto en técnica digital como analógica, en alta resolución (mínimo JPEG 300 ppp), enviadas a la dirección de la Revista. En el caso de llevar a cabo una exposición solo se expondrán fotografías que en el papel den suficiente calidad.

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MOLINOS, BATANES Y MARTINETES Máximo Ruiz Trinidad El río Ruecas ha sido aprovechado tradicionalmente para algunos usos industriales, ya que tenían como finalidad la de elaborar o transformar distintos productos y artículos, y que funcionaron en Cañamero a lo largo de varios siglos. Estos son en concreto los molinos harineros, el batán y el martinete. El molino de harina, en general, surge como una necesidad desde el momento que aparece la agricultura. Nace entonces el molino de mano, simples piedra, una mayor que funciona como base , sobre la que va y viene, deslizándose una más pequeña que se sujeta con la mano. El grano cogido entre ambas piedras poco a poco se va deshaciendo en harina, que es el producto buscado. Estos sencillos útiles capaces de ser fabricados fácilmente van a formar parte de los ajuares domésticos hasta tiempos no muy lejanos a los nuestros, pasando sin apenas variaciones por distintas civilizaciones y muchos siglos en sus formas mas simples. Con el paso del tiempo este sencillo artefacto fue evolucionando con piedras cada vez más grandes, avanzando hacia formas circulares. La inclusión posterior de un eje dio como consecuencia la aparición de los molinos de piedras movidas por animales. Nacían así los molinos de sangre. A partir de la civilización griega se comienza a utilizar el molino movido por agua en sus diversas variantes, que los romanos mejorarían al mismo tiempo que fueron extendiendo su uso por el occidente europeo donde no conoce, sin embargo, una utilización masiva hasta bien entrada la Edad Media, muchos de ellos asociados a los monasterios. Como es lógico para aprovechar la fuerza del agua es necesario construir los molinos en las cercanías de un río, interceptando el agua mediante una presa.

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APUNTES • Molinos, batanes y martinetes De esta manera el agua llega hasta el molino por el canal o acequia y cae por un cubo o rampa, accionando el rodezno o rodete ubicado bajo una bóveda. Este rodezno, o rueda hidráulica, que recibe el impulso del agua, traduce la presión o empuje en movimiento rotatorio y lo transmite a la piedra superior (volandera o corredera) sobre la piedra inferior (solera) que permanece fija. La corredera disponía de un hueco. para colocar sobre ella la tolva, recipiente donde se deposita el grano que va a ser molido. La misma fuerza hidráulica se aprovechaba para mover una cernedora, donde se separaba la harina del salvado. El interesado llevaba el trigo directamente al molino en bestias de carga, y recogía más tarde la harina, abonando el trabajo con la “maquila”, que era un tanto en especie sobre la harina producida de cada fanega de trigo. En otros casos, era el propio molinero quien pasaba por las calles recogiendo el grano y devolviendo posteriormente la harina obtenida. Hasta los años sesenta del siglo pasado funcionaron en Cañamero cinco molinos. A partir de esos años, debido a la competencia de las modernas fábricas de harina, prácticamente dejaron de utilizarse, aunque se pueden ver todavía. Siguiendo el curso del río estos eran el de Juan Huertas, hoy cubierto por las aguas de la presa de El Cancho del Fresno; el de las hermanas Pazos, junto a la desembocadura del arroyo Valbellido; el de Francisco Cruz, único situado en el margen izquierdo del río; el de Juan Quirós, junto al puente y el de Basilio Otero, situado aguas abajo del aforo, que conocemos como pantano viejo. Además de los cinco citados, desde la Casa de la Junta hasta el final de la cola de la presa de El Cancho del Fresno, contabilizan las ruinas de otros cuatro molinos. Lo que da idea de la importancia que en el pasado tuvieron estos ingenios. Caso especial merecen restos que aparecen junto al Charco de la Nutria en el que se aprecia el recorrido del cauce excavado en las rocas. Diversas versiones cuentan la leyenda del molinero que fue devorado por una nutria.

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Nº 1 - 2018

Otro ingenio hidráulico que, al igual que el molino, aprovechaba la fuerza motriz del agua, era el batán. Un batán es una máquina destinada a golpear los tejidos , para que quedaran más tupidos y consistentes. Aquí, la fuerza del agua hace mover una rueda hidráulica vertical unida a un eje en el que están sujetos unos mazos que golpean las piezas de paño hasta compactarlos. Una adaptación de estos mazos también permitía el aspado del lino, cuyo cultivo era habitual en Cañamero. Los batanes se extendieron por España a partir del siglo XIII y estuvieron en funcionamiento hasta el siglo XIX, llegando, en algún caso, hasta finales del siglo, figurando como elementos esenciales en la manufactura de los paños y llegando a la literatura, pues el batán aparece en el Quijote cuando Sancho y su amo pasan toda la noche asustados a causa del ruido que venía de entre unos árboles, hasta que por la mañana descubren que éste era producido por los golpes de los mazos contra el paño. El martinete era parte de una fragua instalada a la orilla del río y consistía en un aparato diseñado para utilizar la fuerza del agua en el proceso del forjado. Se trata de un martillo de gran peso, que cae sobre un yunque dispuesto sobre un tronco de madera o una piedra de granito. El martillo o martinete se

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APUNTES • Molinos, batanes y martinetes elevaba aprovechando el giro de un eje unido a una rueda impulsada por la fuerza del agua y tras levantarlos se soltaba y caía libremente sobre el yunque. Los movimientos continuos de subida y bajada del martillo permitían al herrero o forjador dar forma al hierro que se quería trabajar. Los topónimos conocidos como El Martinete y el Batán, nos conducen a la conclusión de que estas instalaciones hidráulicas existieron en algún momento en esos lugares a la orilla del río Ruecas y, aunque desaparecidas, ha permanecido su nombre en la memoria colectiva. En el caso de los molinos harineros algunos están a la vista, como es sabido, casi abandonados o alejados de su antigua función, pero siguen siendo testigos mudos de la importancia que hasta no hace mucho tiempo tuvieron en la economía local. Hoy día, lejos de considerarlos como elementos del pasado y construcciones inservibles, debemos incluirlos como parte del patrimonio cultural de Cañamero y como tal procurar su conservación.

Molino de Juan Quirós en el Ruecas, junto al puente ya en desuso

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Sumario

Editorial. Carta del Director Ayuntamiento actual La Madrastra (Servando Rayo) Biografías Sancho Fernández de León, “El Cañamero” (Juan Gil Montes) La maestra de Jola (Juvenal de Vega y Relea) Francisca Durán Cuenca, La Molinera (La Redacción) José Fernández López (La Redacción) Francisco Collado Cortijo. Camino del centenario (La Redacción) Juan José Bau Morales, cantaor (Juan Diego Castro Vega) Mario Palacios Arévalo, torero (Juan Diego Castro Vega) Cartas Miguel Alía. Carta de Diego Canelada a Mario Roso de Luna Cartas desde México (Rodolfo H. Hernández Chávez) Historia Pregón de fiestas 2012 (Esteban Cortijo Parralejo) La infancia en la posguerra (Juan Luis Rubio Mayoral) Cañameranos muertos en Mauthausen (Araceli Arroyo Broncano) La Colonia Agrícola (Pedro Alfonso Diosdado) Publicado Descripción de Cañamero en 1843 (Widdrinton) y 1849 (Madoz) El Geoparque Villuercas – Ibores - Jara y la población de Cañamero (Estela Cortijo Cercas) Un habla de transición (Paco Audije) Cañamero entre los siglos VII y XVI (José Antonio Ramos Rubio) Saint Denis. El barrio moralo de Paris (Domingo Quijada) Creación El castillo de Cañamero (Mario Roso de Luna) El tesoro de la Cueva de la Mora (Pedro Pazos Morán) La Limpiasuelos (Raúl Solís) Memoria del corazón, recuerdo de esperanza (Marcelino Alfonso Diosdado) Cierro los ojos y veo (Juan Diego Castro Vega) Apuntes Casa de la imagen (Esteban Cortijo Parralejo) Molinos, batanes y martinetes (Máximo Ruiz Trinidad)

Edita:

Excmo. Ayuntamiento de Cañamero (Cáceres) Plaza España, 1, 10136 - Cañamero, Cáceres Teléfono: 927 36 90 02 general@canamero.es

Director: Esteban Cortijo Parralejo, Cronista oficial y periodista Imprime: Gráficas Romero Depósito Legal: CC-000209-2018 Si quieres colaborar escribe a:

cronistaoficialdecanamero@gmx.es o a soyescorpa@gmail.com

También, si no vas mucho por el pueblo y no nos vemos, puedes enviar cualquier aportación con una carta al Director de la Revista de Cañamero al Ayuntamiento. Los artículos publicados en esta revista, son de entera responsabilidad de cada autor. La revista no se hace responsable por el contenido de los mismos.

Romería de Pascua con la Virgen de Belén, patrona de Cañamero


1 Cañamero

Escuela femenina en 1936

Revista de

Próximo número: Incluirá una cronología de acontecimientos principales acaecidos en Cañamero en los tres últimos siglos. La biografía de Fausto Maldonado que, aunque publicada, muy poca gente la tiene disponible en letra impresa. La información procedente de México relativa a los Hernández Gamino. Tenemos muchos temas por tratar: Belén, Santo Domingo, las bodegas, la caza, turismo … o lo que nos mandéis. Se admitirán recetas típicas de Cañamero.

Esta revista pide 2€ por ejemplar, que irán a beneficio del Hogar del Pensionista del pueblo. Puntos donde se puede adquirir:

Ayuntamiento, Estanco, Hiper Cañamero y Centro de Salud Las fotos que utilizamos algunas proceden de páginas en Internet relacionadas con Cañamero, muchas de las cuales, las de blanco y negro sobre todo, salieron del laboratorio de Esteban Cortijo Huertas, pero la mayoría son propias y de envíos de fotógrafos actuales que agradecemos profundamente, como Pedro Alfonso Diosdado, Juan Gil Montes, José y David Peña, Arsenio López, José Manuel Ávila y Davy Rubio Domínguez.

Revista de cañamero • nº 1 • 2018

2018


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