Boletín #2

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POLISEMIA

Boletín No 2 Agosto de 2010

SOCIALISTAS EN EL POLO

Recordando a Orlando Fals Borda Especial Para Polisemia en lengua Uitoto. Se trató de una rebelión intelectual contra las pautas investigativas de la universidad colonizada por lo euroamericano, para fundar la autonomía de nuestra investigación.

¡Presentes en! polisemia@gmail.com www.polisemia.blogspot.com Por: Ricardo Sánchez Ángel Doctor en Historia, Profesor Universidad Nacional.

Orlando Fals Borda (Barranquilla 1925 – Bogotá 2008) es considerado el sociólogo colombiano de mayor reconocimiento en América latina y otros continentes. Educador, investigador, escritor y político socialista, dejó una prolija obra y ejerció influencia tanto en la universidad como en las organizaciones populares, a cuya educación y movilización dedicó esfuerzos notables. Es autor de la conocida teoría de la Investigación Acción Participativa -IAP-, la cual formuló desde 1968 y fue perfeccionando a través de los años y que se encuentra renovada en sus últimos escritos como Kasiyadu, que significa despertar, amanecer

Muchas universidades y centros populares adoptaron o se refieren a la IAP, que ha merecido formalización en 10 Congresos internacionales, desde el primero en 1977. Se han escrito docenas de evaluaciones, comentarios y críticas a sus alcances, dándole vida suelta en la reflexión social. Por ello, Orlando recibió destacados reconocimientos domésticos e internacionales. Como apéndice a la 5ª edición de Ciencia propia y colonialismo intelectual, proclamó: Irrumpe la investigación militante, basado en la relación dialéctica entre teoría y práctica, estudio-acción. Allí escribió esta síntesis:

“En tales circunstancias, el reconocimiento se obtiene no sólo observando los procesos sociales concretos en que se ejecuta la inserción (en un determinado sitio o coyuntura) sino actuando en ellos y militando para provocar cambios políticos, sociales y económicos en una dirección determinada. Así se adquiere una información fiel y multidimensional que se niega, por lo general, a los etnólogos clásicos, y que sirve para estimular el esfuerzo y ganar las metas de los grupos claves.”. 1

Orlando Fals Borda (Barranquilla 1925 – Bogotá 2008)

En un momento que parece estar signado por las deserciones y los acomodamientos oportunistas (confieso que tengo inhibiciones para usar esa palabra) es una excelente noticia la llegada al Polo de POLISEMIA.

Carlos Gaviria.

Desde su ópera prima, Orlando Fals Borda utilizó la combinación de la sociología y la historia como un continente complementario por donde discurre la investigación social. En tanto la conciencia social se arraiga en la conciencia histórica y se explica en el devenir de las comunidades y los ciclos de las sociedades.

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Fals Borda propugnó, en compañía de su esposa, la también socióloga, María Cristina Salazar, la superación del cientifismo y la neutralidad valorativa. Y el conjunto de su obra investigativa está orientado por está concepción, lo que implicó búsquedas en la exposición y escritura de sus trabajos. El experimento más audaz lo constituye la doble columna narrativa, con lenguajes diferentes, uno literario y otro formalizado, sobre la misma cuestión, que utilizó en su notable Historia doble de la Costa. Fue fundador de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, en la que desarrolló labor fecunda y donde coordinó la investigación: La violencia en Colombia, en compañía de Germán Guzmán y Eduardo Umaña Luna, un clásico en los estudios sobre la violencia en el mundo. En su última edición, de 2005, escribió en el prólogo: “Este libro tormentoso y atormentado que llega a sus manos luego de cuarenta años de su primera aparición, recoge la tragedia del pueblo colombiano desgarrado por una política nociva de carácter nacional y regional y diseñado por una oligarquía que se ha perpetuado en el poder a toda costa, desatando el terror y la violencia. Esta guerra insensata ha sido prolífica al destruir lo mejor que tenemos: el pueblo humilde” 2 Fue constituyente y corredactor de la Constitución de 1991, donde su labor a favor de las cláusulas del pluralismo, la justicia material, los derechos de los pueblos indígenas, la regionalización y la democracia local ¡Presentes en! polisemia@gmail.com www.polisemia.blogspot.com

De su amplia producción destaco estas otras obras que escribió:

http://www.cambio.com.co/panoramacambio/789/AR TICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-

El hombre y la tierra en Boyacá, 1957. La subversión en Colombia. El cambio social en la historia, 1967. Historia de la cuestión agraria en Colombia, 1982. Región e Historia. Elementos sobre ordenamiento y equilibrio regional en Colombia, 1996. Kaziyadu. Registro del reciente despertar territorial en Colombia, 2001. Hacia el socialismo raizal y otros escritos, 2007.

Son destacables. Se dedicó con ahínco a los estudios y propuestas de la Comisión de Ordenamiento Territorial, se vinculó al Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, IEPRI, de la Universidad Nacional.

Su labor política la desarrolló en varios momentos y escenarios, entre los que se destacan su participación, al lado de su amigo y colega, Camilo Torres Restrepo en el Frente Unido del Pueblo, en el Movimiento FIRMES, y como presidente honorario del Polo Democrático Alternativo, cargo que ejercía cuando falleció.

Orlando es un renovador del socialismo para Nuestra América, con los criterios de recuperar las herencias y legados raizales de lo igualitario y libertario. En la mejor tradición de José Carlos Mariátegui, Aníbal Quijano y otros destacados marxistas.

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ALGO MÁS QUE LOS CAPRICHOS DEL CAUDILLO s e c to r es de ce n t ro de l P ol o, representados por Luis Eduardo Garzón hoy integrantes del Partido Verde, para tratar de ganar las elecciones internas hacia el segundo congreso del partido, con el deliberado propósito de excluir del Polo a los sectores que ellos denominan “la izquierda tradicional”, para ello contó incluso con apoyo económico de la empresa privada; pero al verse en evidente situación minoritaria chantajeó con la división del Congreso si no aceptaban su fracasada propuesta de consulta multipartidista para “enfrentar” la segunda reelección del presidente Uribe o quien fuera designado para sucederlo por el Uribismo.

El Doctor Gustavo Petro es sin duda una destacada y respetable figura pública, que ha construido su espacio propio con el apoyo de los grandes medios de comunicación que le mantienen sus micrófonos y sus cámaras abiertas para que difunda sus propuestas a nombre de la “izquierda moderada” que dice representar. Esta gabela no es gratuita, pues se la conservan mientras el personaje promueva su propósito de transformar el Polo en un proyecto de centro – derecha que ejerza la oposición que el régimen político tolera, sin riesgos, ni sobresaltos tanto para las clases dominantes, como para el modelo económico y los grandes negocios.

En la consulta ciudadana para definir la candidatura presidencial del Polo, pese a haber firmado el protocolo de acogerse a las conclusiones del II Congreso, levantó una plataforma y una política de alianzas contrariando las adoptadas mayoritariamente por el propio congreso. Sus consignas programáticas incluyeron el apoyo a la “Seguridad Democrática” y de no negociación política del conflicto armado del presidente Uribe, entre muchas otras manifestaciones de su acercamiento a su gobierno de extrema derecha. Todo esto acompañado de métodos despreciables contra el maestro Carlos Gaviria, para obtener a la postre un triunfo artificial con una votación precaria y prestada por sectores del Partido Verde y del uribismo.

Esta intención no se manifiesta de manera franca por parte del Doctor Petro, pero sus actuaciones la hacen evidente. Acusó al entonces presidente del Polo, Doctor Carlos Gaviria Díaz, en “extraña” coincidencia con el ex presidente Uribe, de aliado de la extrema izquierda y connivente con el terrorismo, actuó en alianza con los

Su propuesta de consulta multipartidista resultó un fiasco y, su campaña electoral de compromiso continuista con las políticas del gobierno de turno amenazó con su naufragio, pues se mantuvo en el margen de error de las encuestas hasta que,

P o r : J o s é A r n u l f o B a yo n a / Socialistas en el Polo. Miembro Dirección Nacional PDA.

seguramente a regañadientes, viró su discurso hacia las propuestas del Polo, acompañadas claro está de su propuesta de “amnistía a narcotraficantes y recuperación de las tierras para los despojados de las mismas y la de los movimientos ambientalistas de reconocer el derecho al mínimo vital de agua para todos los colombianos. Aunque la derrota pudo ser mas estruendosa, no se requiere mayor esfuerzo para registrar su rotundo fracaso, pues un millón trescientos cincuenta mil votos, apenas representa el 50% de los dos millones setecientos mil ciudadanos y ciudadanas que votaron en el 2006 por el maestro Carlos Gaviria. Los guarismos hablan por sí mismos y no admiten malabares, ni pases mágicos para presentar como decoroso lo que es a todas luces un fracaso. Para rematar la faena el Doctor Gustavo Petro volvió por las andadas y desconociendo la autoridad política del Polo se acerca nuevamente al uribismo para pactar acuerdos con el presidente Juan Manuel Santos y arremete contra las mayorías del Comité Ejecutivo del Polo, porque se negaron a otorgarle la presidencia del Partido como premio de consolación, recurriendo a métodos de descalificación personal y política de quienes no se someten a sus designios. No cabe la menor duda de que el Doctor Gustavo Petro encarna un proyecto político para satisfacer su ambición de poder y sus intereses personales y quiere reducir el Polo a la medida de sus caprichos. Sus métodos y prácticas son propios del

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P O L I S E M I A LOS JÓVENES NO SOMOS OTRO LADRILLO EN EL MURO Por: Malely Linares / Jhon Umaña Colectivo de Comunicación Sónika Urbana

caudillo que sólo reconocen organizaciones que actúen en función de su engrandecimiento personal. Pero mas allá de los caprichos del caudillo, lo que el Doctor Petro pretende, pese a sus intentos fracasados, es dinamitar el Polo para impedir que éste se convierta en un partido de Izquierda que, como pensamiento colectivo, interprete y represente los intereses de la clase trabajadora, los sectores populares y en general del pueblo colombiano, que asuma la lucha democrática como tránsito necesario para la emancipación humana y la transformación radical de la sociedad. Es verdad que para construir esta alternativa política se hace indispensable rechazar los métodos y las prácticas políticas basados en el poder del dinero, la compra de conciencias, la calumnia y la descalificación personal, el clientelismo, la corrupción y todas las formas de degradación de la política, propias de los políticos tradicionales, liberales, conservadores y reciclados en los pseudo partidos uribistas. Pero también es cierto que caudillismo y los proyectos políticos para satisfacer intereses personales, son ajenos a los intereses del pueblo trabajador colombiano. ¡Presentes en! www.polisemia.blogspot.com

“Hay que ver las cosas que pasan, hay que ver las vueltas que da, con un pueblo que camina pa´ delante y un gobierno que camina para atrás”… Un pueblo del cual forman parte millones de jóvenes colombianos con múltiples perspectivas sobre el mundo y de cómo habitar en él. Lo anterior responde a un sistema que naturaliza la corrupción, el clientelismo y el servilismo. Que en nombre de uno u otro sector termina por privilegiar la egolatría, el individualismo y sobre todo la imposición de ideas a ultranza. La falta de diálogo y de coherencia entre lo que se piensa y se hace desemboca en una absurda sectorización que fragmenta y obstaculiza un verdadero desarrollo social. Los extremos no son una opción y lo hemos comprobado en esta interminable batalla política que sólo ha dejado un remanente de papeles en el olvido en esta patria ansiosa y asesina de héroes.

El reconocer nuestras identidades y unirnos en la diversidad, sin caer en el activismo y en la repetición de acciones sin sentido, en la reproducción de vicios históricos y políticos que legitiman una hegemonía bicentenaria. Dejar el esnobismo de lado, y sentirse partícipe con cada acto en la transformación del país. Si estamos llamados al cambio hay que empezar por los espacios más cotidianos como el diálogo de saberes, la solidaridad, el reconocimiento del otro. Pero esto sólo se logra con la voluntad política y el compromiso, con la lucha emancipadora, esa que hace posible las disutopías (utopías penetradas por el amor).

¿Cuáles son entonces las alternativas para los jóvenes colombianos? No se puede hablar de una sola respuesta, porque las posibilidades son muchas y el propósito es un país donde la gente pueda vivir más no sobrevivir. Por eso se hace tan necesaria una sólida formación política y cultural: “La educación es la base de cualquier sociedad”, diría García Márquez, añadiendo a esto el maestro Carlos Gaviria invita a los jóvenes: “…a construir una nueva sociedad a través de la política donde la educación es el primer paso”.

“La educación es la base de cualquier sociedad”, diría García Márquez

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OTRO PEÓN AL SERVICIO DEL NEOLIBERALISMO Por: Óscar Andrés Espitia Lombo Miembro “Polisemia - Socialistas en el Polo” Concluyó el mandato del Bonaparte Álvaro Uribe, y al partir de la Casa de Nariño ha dejado tras de sí una estela sombría y siniestra. A pesar de haber sido ungido por las barras bravas del establecimiento como el mejor gobernante de la historia del país, Uribe - con su neoliberalismo hirsuto - deja sumergida a Colombia en el lodoso pantano de la debacle social, humanitaria y productiva. Transcurridos sus ocho años de gobierno, la destrucción del mercado interno y los altos índices de desempleo, informalidad, pobreza y desplazamiento contrastan con las dádivas tributarias y los beneficios concedidos al gran capital transnacional y local.

No obstante, y habiendo convenido apuntalar la seguridad democrática, la confianza inversionista, y la (no) cohesión social como presidente de Colombia, Juan Manuel Santos (JMS) se ha revestido desde el momento de su designación como mandatario, con fría premeditación y con la complicidad de los medios de comunicación, de un halo catártico y renovador que lo hace fungir ante los colombianos como diferente con respecto a su predecesor. Es así como su tono conciliador con los vecinos Venezuela y Ecuador, con las altas cortes y con la oposición; las calidades y los méritos profesionales de su gabinete; además de su proclama de un “nuevo amanecer” para Colombia, le han valido para ser caracterizado como no continuista.

Al respecto, huelga proferir que, para el caso particular de la contemporaneidad capitalista, el presupuesto insoslayable que delimita los linderos entre continuismo y no continuismo en la conducción de los Estados es el escrutinio de la propuesta en materia de política económica, más no el estilo, los pergaminos académicos o la extracción de clase del gobernante. En Colombia, el perfil de la política económica ha sido definido desde hace dos décadas por los axiomas incuestionables del neoliberalismo. El yugo del libre mercado y su cortejo de privatizaciones, deducciones tributarias al gran empresariado, precarización del empleo, recorte de garantías sociales y mercantilización de derechos constitucionales han arrojado al abismo de la pobreza a millones de colombianos y entorpecido el proceso de modernización de la economía. JMS, al igual que lo hizo Álvaro Uribe, se encuentra comprometido sin esguinces con el neoliberalismo. Proyectos como la regla fiscal, la reforma a las regalías, el presupuesto para el agro y la minería como locomotora de crecimiento son elocuentes sobre este asunto. La regla fiscal desconocerá la intensidad de las necesidades de la población vulnerable al subordinar el gasto del gobierno en salud, educación, vivienda digna y trabajo al criterio de estabilidad macroeconómica; la reforma a las regalías cuestiona el manejo dado por las regiones a los rubros desembolsados por ese concepto, más deja incólumes las billonarias e injustificadas prerrogativas tributarias y legales otorgadas por el gobierno central a las multinacionales que usufructúan los recursos naturales de los colombianos; el presupuesto asignado a promover el agro nacional es irrisorio

(en promedio, 300 mil pesos por cada campesino en el año); y el apalancamiento de la gran minería profundizará el modelo de crecimiento económico sin generación de empleo, amparándose en el mito falaz de que el pillaje de recursos naturales y la degradación del ambiente son la quintaesencia del desarrollo. Es claro entonces que JMS, siguiendo la estela siniestra de su antecesor en el poder, será otro peón al servicio del neoliberalismo, por lo que se da por descontado que su mandato será el del continuismo. La consigna de un “nuevo amanecer” no es más que un subterfugio útil en el propósito de encubrir los ingentes esfuerzos que hará su gobierno para contar con la aprobación de los pontífices de la especulación financiera (léase calificadoras de riesgo), y generar las condiciones que hagan falta para que los monopolios y las transnacionales puedan seguir dando rienda suelta a sus deseos de acumulación, todo a costa de imponer privaciones y sufrimientos a las clases populares del país. Es por esto que el PDA debe mantenerse como opositor al gobierno de JMS, sin ceder ante los chantajes de aquellos que pretenden desfigurar el carácter de izquierda del partido al tratar de imponerle acuerdos con los artífices de las calamidades sociales del país. La unidad nacional sí debe promoverse, pero con los movimientos sociales y sectores ciudadanos cuya agenda política se encuentre a contrapelo del neoliberalismo y en favor de la construcción de una verdadera democracia. CONTACTO: polisemia@gmail.com

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