Awa 96

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AwA Revista Cultural

Nยบ 96

Diciembre Aร O XVI


Agradecimientos Antes que nada, este número no sería realidad sin la fantástica labor de todos los colaboradores y, especialmente, el equipo editorial de AwA. También agradecemos a la Dirección de la Escuela el apoyo económico en la impresión de cada edición de AwA. Gracias a todos los que habéis aportado, tanto los habituales como los nuevos, porque es vuestro trabajo el que llena de vida estas páginas que estás a punto de leer. Nunca son suficientes las palabras, irónicamente, para agradecer a las mentes inquietas que nos hacen la existencia en esta escuela un poco más agradable. Y por supuesto, gracias a ti, gracias por leernos, gracias por siempre estar ahí, porque las palabras son para ser leídas y vosotros sois los que les dais significado. AwA

ATENCIÓN

AwA es imparcial y actúa como medio de expresión para todo aquel que quiera ser leído, todas las opiniones presentes en este número no representan bajo ningún concepto la posición de la revista y, son solo propiedad del autor de dicho artículo. De hecho, animamos a cualquiera a participar con un artículo de contraopinión y así mantener un ecosistema abierto y plural.


e d i t o r i a l 9 6

¡Feliz año queridos lectores del AwA de Industriales! Según en qué momento recojas este número del expositor los exámenes estarán acabando o el semestre estará empezando, por lo que en cualquiera de los casos te acompaño en el sentimiento. Este número, que debería de haberse impreso en justo antes de las vacaciones de Navidad, sufrió problemas burocráticos que no nos permitieron publicarlo hasta ahora. Sin embargo todo lo bueno llega, y desde la asociación AwA trabajamos duro para que así sea. Lo de Enero es un poco lo de siempre. A la ETSII se le ha quitado del todo el moreno del verano y ya se le ven las viejas cicatrices de siempre, con los alumnos saliendo con síndrome post traumático de algún que otro examen. Entre constipado y constipado, hemos asistido un año más al shock traumático de los que han estudiado por primera vez, y solo parcialmente, el tocho de Materiales I. Hemos sufrido la tragedia homérica del héroe que suspende y vuelve a suspender: “¡un 97% de suspensos!” gritaban aterrados algunos frente al tablón mientras las tasas de la tercera matrícula se cernían sobre sus almas, “¡En julio será más fácil!” claman a modo de conjuro los optimistas peor informados. Los primerizos del Máster en Ingeniería Industrial, se han levantado en armas y han apuntado con sus revólveres a la estructura bimestral del plan de estudios, que aunque te quita la luz de los ojos al menos te da ese aprobado facilete que alivia el alma. Y sobre los MIIs se erige la sombra de los Erasmus, los dobles títulos y los convenios. Relaciones Internacionales, esa unidad siempre desbordada, tan cortita de recursos, lanzó en noviembre EL EXCEL de la huida, con quien gran parte de la población industrial-química-y-otros-grados-y-másteres se da a la fuga de esta Escuela. Ante este panorama tan desconsolador como habitual a estas alturas de curso, AwA es un oasis de paz y tranquilidad, donde vivimos en armonía con nuestra

dulce poesía y relatos felices. Quienes sigáis dudando de participar más activamente, enviadnos un correo, pasaros por el local o apretar el botón rojo, seréis más que bienvenidos. Otra novedad es que tenemos es el anuncio de nuestro nuevo Club de Lectura, que se inaugurará en febrero gracias a la generosa (no tanto) ayuda económica de la UPM. Tendremos una novela por semestre, recitales de monólogos y poemas, Open Mics, etc. Queremos que sea un lugar para discutir sobre personajes ficticios y hacer amigos. Aún no hay nada decidido, si queréis formar parte o simplemente tenéis curiosidad, escribirnos un correito y os contamos más cosas. No quisiéramos dejar pasar la oportunidad de recomendaros cada artículo y poema de este Nº 96, tenemos nuevos y brillantes colaboradores y el fuego más mordaz de la parrilla de redactores e ilustradores de AwA, en su más amplia pluralidad de estilos. Intentad que Enero no os pase demasiada factura y coged ese buen color de luz de flexo que hay que petarlo en el segundo semestre. Mucho ánimo con eso que decía el ilustrador Cristóbal Fortúnez de la Navidad en la capital: “Cualquiera que haya paseado por el centro de Madrid en diciembre ha conocido la misantropía”. Por La chica de al lado

are coming


LA VIDA DEL PROFESOR Y DEL ESTUDIANTE MODERNO Para los que estéis leyendo este artículo, preparad vuestras emociones, sentaos en el sitio más próximo que tengáis, abrid los ojos y no esperéis que lo que voy a decir le caiga bien a todo el mundo. Hoy voy a hacer de abogado del diablo de ambos bandos debido a que como doctorando de esta escuela he estado tanto en las mesas donde se sientan los alumnos, como en la mesa del profesor cuidando exámenes y dando alguna que otra clase. A quien se sienta por aludido por todo aquello que va a leer, mis disculpas le ofrezco. Normalmente la verdad no cae bien a aquellos a quienes no les gusta escuchar. Si todos tuviéramos capacidad de aceptar las críticas constructivas ¿qué necesidad habría de repetirlas? Todo sería mucho más sencillo. Noto con mucha tristeza el desagrado que tienen la mayoría de los alumnos hacia la escuela, algo que para todos debería ser como un segundo hogar. Suele ser vista como un paso previo al infierno, y como un desagradable momento de la vida que espera ser superado en un abrir y cerrar de ojos, para después poder olvidarla para siempre. Los alumnos no quieren tener nada que les vincule con ella. No comprenden que esta casa es la que les abre las puertas para básicamente después valerse por sí mismos. Esto viene dado a una simple pregunta que formulé a un grupo de mis alumnos: “oye, ¿te vas a comprar las sudaderas que están vendiendo en Delegación?” Y sorpresivamente para mí, la respuesta fue “por supuesto que no, no quiero tener ningún recuerdo de esta universidad, me ha hecho mucho daño”. Mi cara ha sido de “WTF???” No es para menos. Uno de ellos me explica que en esta escuela todo funciona mal, que los profesores son una caca (por decirlo de una manera elegante), que el máster está mal diseñado, que los profesores no explican bien, te exigen asistencia, y más quejas y quejas y quejas… y yo digo, “¿y qué?”. Todos, absolutamente todos hemos pasado por ahí, y creedme, quienes nos hicimos la carrera superior lo pasamos peor. Dejando aparte los problemas de espacio físico que presenta la escuela donde no se puede hacer mucho, prácticamente nada, si que es cierto que algunos profesores tienen mala pedagogía para explicar, varios dejan todo el trabajo en presentaciones PowerPoint (poca teoría, ejemplos prácticos muy sencillos, y todo explicado desde la silla) cosa que es una ventaja para el profesor pero no representa tanta ventaja para el alumno. Esto simplemente está mal. Extraño aquellos tiempos donde el profesor, con tiza y borrador, explicaba en el pizarrón un ejercicio que duraba las dos horas de clase y por lo menos eso servía para enterarse de lo que se hacía y cómo se resolvían los problemas, porque se iba comparando la teoría con la práctica, y lo más importante, los comentarios adicionales que decía el profesor, uno se los anotaba en cualquier parte, porque caía justo en el examen (esto obviamente exige la asistencia a la clase). Ahora con las presentaciones PowerPoint, todo eso a la porra, entonces el alumno simplemente deja de asistir a clase, o se concentra en otras cosas como el postureo en Facebook, Snapchat, WhatsApp, Telegram, Instagram y cualquier otra Mierdagram de red social que pudiera ser de más interés que ver una


presentación en clase. Y ya sin incluir las asignaturas netamente teóricas, donde hay que memorizarse al pie de la letra cada una de las cosas, y esto no debería ser así en una carrera de ingenio. Pero insisto, todos hemos pasado por la mala pedagogía de los profesores y, sin embargo, no ando diciendo que la escuela me ha tratado mal. A pesar de todo lo “malo” que haya podido pasar (que ahora son sólo anécdotas) tengo muy buenos recuerdos de mi vida durante la carrera, y tengo una ingeniería superior, un máster, y estoy en la fase final de mi doctorado. Además de que he currado en grandes empresas y, sin embargo, quisiera dedicarme a la investigación y la docencia. Pero con estos tiempos modernos y con la implementación de Bolonia, se ha implementado en cada alumno la ley del mínimo esfuerzo, y eso trae consigo que el descontento contra la Universidad es abrumadoramente enorme. Y, ¿por qué hago referencia a los tiempos modernos? Porque hoy en día, el alumnado no es como cuando estaba yo sentado en esas mesas. Hoy casi todos quieren todo hecho y simplemente quieren conocer la mecánica para resolver problemas, que les digan que cae en el examen y ponerse a resolver problemas a saco porque sólo quieren ser autómatas para resolver problemas y cuando llega la hora del examen y hay que analizar e interpretar, a la salida del examen, la frase más común es “me cago en los muertos del profesor XXX” o “eso no lo ha dado en clases” hasta la frase más usada “me suspendió el puto profesor, es que esta escuela es una mierda”. Sin saber que es el propio alumno quien se suspende. Y es que claro, se quiere llegar al examen con las cuatro cosas que se ha estudiado, sin aplicar ni teoría, ni lógica ni nada y se quiere aprobar. ¿qué ingeniero puede funcionar así? Entonces ¿qué ocurre? El alumno pasa por la asignatura pero la asignatura no pasó por el alumno. Entonces hoy día los alumnos son sólo aprobadores de asignaturas y aprenden literalmente poco. ¿Cómo se pretende resolver un problema si ni siquiera se sabe cómo funciona lo que pasa en su entorno o, por lo menos, manejar los conceptos básicos? ¿Qué parte de la palabra “ingeniería” no queda clara? Proviene del castellano antiguo que significa “búscate la vida y resuelve el problema usando la puta cabeza que no está de adorno sobre los hombros”. ¿Hay que estudiar? Sí, ¿hay que ir mucho mas allá de lo que da el profesor? Pues sí, ¿Hay que ir a clase con algo ya previamente leído? También. Así por lo menos de lo que no te enteres, te lo cuenta el profesor, y si no te lo cuenta, le preguntas en clase, o por lo menos en tutorías si te da palo frente a tus compañeros. Y se facilita más hoy día porque el profesor da el temario de la asignatura al inicio del cuatrimestre. Quizás se han escrito muchos artículos diciendo esto, pero de verdad parece que a la peña se le olvida que trabaja, estudia y vive en una escuela de Ingeniería, y que va a salir a la calle a dejar el mundo mejor que como lo ha encontrado. Ho detto.

L’Archangelo.


OCIO EN LA ETSII: ¿ESO EXISTE? Por: Salsa argentina

Es curioso cómo pasamos de todo lo que no sea estudiar. ¿No te has dado cuenta de que a tu alrededor hay mil cosas interesantes que hacer que no sean estudiar? Si te hablo de siglas como ESTIEM, IAESTE o ISF, ¿sabrías decirme a qué se refieren? Saber lo que es cada letra ya es otro nivel, pero por lo menos al ámbito a que se refieren. Si ni te suenan, tienes un grave problema. Todos sabemos que la ETSII hace de nosotros unos entes apáticos que solo se centran en sacar adelante un grado sin saber muy bien qué finalidad tiene y si lo que estamos aprendiendo nos sirve para algo o para mucho. Llegamos al máster y seguimos sin saber para qué. Sólo sabemos que nos toca un año más de sufrimiento para acabar huyendo a otro país a terminar y olvidarnos de la Escuela. ¿Todos felices? Este planteamiento, muy a mi pesar, es el que se hace la mayoría de los alumnos en esta institución centenaria. Se les quitan las ganas de vivir. Sí, lo comprendo, yo también llevo ya aquí unos añitos. A pesar de esto, no estoy pensando en acabar ya y olvidarlo todo (bueno, alguna vez sí lo he pensado, pero es un secreto, shhhh). Estarás pensando que ya ha aparecido otra motivada de la vida que nos va a contar su fórmula perfecta para sobrevivir a la ETSII o una tiernita que no sabe nada de lo que es la vida dura del primer semestre de tercero del GITI (GIOs, GIQs, no puedo hablar de vosotros, lo siento, no tengo datos, pero os acompaño en el sentimiento). Pero no, yo he venido a hablar de mi libro. ¿Alguna vez te has parado a mirar todos esos carteles que aparecen por los tablones? No, esos de los cursos de la Bolsa de Madrid no. Esos que casi siempre se amontonan por todas partes. En blanco y negro la mayoría porque no hay money para imprimir en color y que llamen más la atención. ¿Y los correos que te llegan al Webmail? Sí, esos que no lees porque piensas que son spam. Aunque parezca mentira en esos sitios está la verdadera esencia de la vida universitaria. ¿De verdad quieres ser un amargado sólo pensando en la biblioteca, las clases y las prácticas que tan útiles son? (léase con sarcasmo). Mira a tu alrededor y verás que la Escuela, en concreto las asociaciones que pertenecen a ella, te ofrecen muchas actividades, eventos y formas de desconectar muy interesantes y que, además, pueden serte útiles para salir de la monotonía del triángulo ETSIIano (clases, prácticas y biblioteca). Tanto si pasas muchas horas en la Escuela como si lo que quieres es salir corriendo de ella. ¿A quién no le gusta viajar por precios bajos para conocer nuevos lugares y personas con sus mismos intereses? Pues ahí tienes los eventos de ESTIEM y BEST. ¿No quieres irte tan lejos? Puedes pasar un día al aire libre con gente abierta y divertida apuntándote a las salidas del Club Alpino. ¿No te van los deportes extremos y quieres cosas más tradicionales? El Club Deportivo está ahí para ti y si no quieres ir tan en serio, hazte tu equipillo de liga interna para echar unas pachangas con tus amigos. ¡¿Cómo, que el COIE no funciona bien?! (Léase con más sarcasmo aún que antes) IAESTE te lo mejora con prácticas a nivel internacional. ¿Las cosas funcionan mal en la ETSII o en la UPM y quieres formar parte del cambio? Delegación tiene las puertas abiertas. ¿Piensas que no nos enseñan sostenibilidad suficiente o quieres ser más solidario? Con ONGAWA/ ISF, la VolunFair o OAN puedes aportar tu granito de arena. ¿Quieres sentirte un gran trovador y salir de fiesta by the face? ¿A qué esperas para conocer a la Tuna Industrial? ¿No sabes qué haces en una carrera técnica porque a ti lo que te gustaba era la literatura? Esta revista AwA siempre busca colaboradores que cuenten alguna historia o que hagan algún dibujillo. ¿Quieres practicar las lágrimas para las revisiones de examen? El Club de teatro es tu sitio. ¿Te encanta el Catán, las Magic o mejor quieres aprender bailes latinos? Pásate por Kilowatio (y el Club de Ajedrez) a descubrir todas las actividades que se organizan y las ventajas de ser socio. ¿Te sientes poco realizado con la teoría de la ETSII y quieres meter las manos en la masa? Apúntate a RESET y te enseñarán a hacer tus robots realidad. Si eres más de mecánica, apúntate a Fórmula Student, construirás un coche de competición e incluso podrás conducirlo. ¿Echas de menos alguna visita técnica de vez en cuando? ISAUPM las organiza para ti. ¿Has visto? Está claro que el que no encuentra ocio en la ETSII es porque no se fija, porque haberlo, haylo. No es tan complicado pasar un buen rato sin salir de la Escuela y a la vez crecer como persona. Y dirás que no tienes tiempo, que no te da la vida para más, que el lunes tienes tres PECs, bla bla bla… Estas cosas te quitan (o no) el tiempo que tú quieras dedicarles. No todas las semanas tienes que participar en una actividad, pero está bien tener conocimiento de que ahí están para que las aproveches cuando parezca que toda la esperanza está perdida. Pasa por la universidad y haz que la universidad pase por ti. Algún día recordarás esta frase y quizás ya sea tarde. ¡Viva la vida universitaria!


PASATIEMPOS AWA Por: NecesitoUnCafé

En el último número de AWA me indignó lo facilón que fue el crucigrama. No me duró ni 5 min en la soporífera clase de proyectos. Así que para no hacer solo críticas sin aportar, aquí va mi propuesta para el próximo número.

Temple Templado Templante

PALABRAS A BUSCAR: Templabilidad Templable Templar Templo Templando Templu

Templibiri SUSPENSO

Y un poco de números, de la App “RULLO”. El juego consiste en que cada fila y cada columna tienen que sumar lo que pone al principio y al final de su respectiva fila o columna. Para ello hay que tachar números hasta que todo cuadre.


Espaguetis con azafrán por Baltasor

Diciembre. Acurrucado sobre la cama en una de las cuatro esquinas de mi silente habitación, garabateo unas cuantas frases en un cuaderno. Mientras me sumerjo en un caótico mundo de palabras y tinta azul, en Madrid el frío y la Navidad se arremolinan contra mi ventana, arañando con insistencia el cristal. Quieren entrar, sentarse a mi lado, contarme sus cuentos. Decidido a no dejarles pasar, me levanto, bajo la persiana y acabo de golpe con tanta impertinencia; la tímida luz gris que se filtraba entre las nubes se torna en noche cerrada en mi cuarto. Vuelvo a coger mi cuaderno y, cobijado bajo el calor de un par de buenas mantas, releo lo que acabo de escribir: son mis propios cuentos, historias protagonizadas por mí, mi diario. Con él entre manos, puedo vivir una y mil veces el mismo día, como si de “El día de la marmota” se tratara. Puedo vivir la misma noche una y otra vez, cometer los mismos errores sin aprender nunca, discutir con quienes ya me he reconciliado o repetir incansablemente las mismas vacaciones de verano. Vivencias encuadernadas en hojas de papel escritas a mano, que acaban con un sabor amargo: el de los que estaban y ahora faltan, el de los que éramos y ya no somos, el de lo que fuimos y hemos olvidado. Igual que las hojas hacen al libro, nuestros recuerdos están hechos de personas y de sus circunstancias. Los lugares, el momento exacto, las etapas que atravesamos en la vida…definen tan sólo el contexto en el que se desarrollan nuestras vivencias; son el escenario y el atrezzo de nuestra actuación estelar en el esperpéntico teatro de la vida. Sin embargo, cual pequeño jardín salmantino que enmudece indiferente sin su Calixto y su Melibea dando rienda suelta a su sentimentalismo bajo sus ramas, las dimensiones de nuestro teatro se tornan espacios vacíos de significado sin actores, sin personas, que inunden con sus personalidades toda la escena. Con el diario en las manos, los nombres de todos aquellos que desempeñaron su papel en mi vida danzan ahora frente a mis ojos ocupando cada uno un lugar destacado en las páginas del cuaderno, cada cual con su contexto: Un primer beso robado en cualquier portal, una tarde tonta con amigos, una bochornosa resaca en plena comida familiar, eincluso aquella vez que mi hermana decidió patentar una nueva salsa para los espaguetis y resultó un desastre. Todos ellos, tan inquebrantables en mi memoria, tan a mi alcance en un diario y tan ausentes en el ahora. ¿A dónde van los personajes de una película cuando desaparecen de la trama? ¿Qué reminiscencia queda de ellos salvo el sentir de su ausencia en pantalla? Paso frenéticamente las hojas del cuaderno buscando el paradero de esos actores extraviados en mi diario. Trato de comprender la razón, la causa, el motivo por el cual tantos personajes renunciaron a sus papeles y dejaron huérfanos de actor el que debía ser su guión. En los renglones de cada página, la misma conclusión: La distancia (y no los kilómetros), la única capaz de convertir a dos viejos amigos en dos nuevos desconocidos; el no hablar, el no verse, el no abrazarse, el no sentirse. Distancias insalvables como el pasillo que separa una puerta frente a otra, si siempre están cerradas, o como los labios sellados que ahogan un “lo siento”aunque se muera por escapar de la garganta. Algo suena y arranca mis ojos, ya cansados, de tan vertiginosa búsqueda entre los figurantes de mi pasado. Quizás haya sido alguien llamando a la puerta, pero tras levantarme y abrir no encuentro a nadie esperando tras el umbral. Fallo mío; a veces se me olvida que la soledad nunca llama a la puerta.


Una Tarde en el parque por L

Aún el sol brillaba en el metal oxidado con puntitos negros de los columpios y por las gotas que caían por el pitorro de una fuente. “Tic. Tic. Tic”: sonaban. Y también se filtraba por las hojas amarillas, dejando a las ramas de los árboles esqueléticas sobre un cielo blanco que se volvía azul al bajar la vista, más oscuro, más oscuro, hasta quedar atrapado en árboles negros. En un merendero tres niños quemaban a una hormiga con una lupa concentrando toda la luz en un punto que se cortaba en rayos azules y morados. Salía humo de su cuerpecito mientras que correteaba, mientras más allá unos niños se columpiaban y una abuela buscaba un yogurt en su bolso para su nieto, y mucho más allá un borracho dormía en un banco alejado del parque. Todos al margen del siniestro de esos niños, que tras matar a la hormiga, cogieron otra que estaba empujando un tapón azul de botella. El que era portador de la lupa, el más regordete, se llamaba Carlos. Tenía los mofletes pegados a los ojos y una nariz de cerdito. Los otros dos eran sus compinches. El delgado de tez pálida, pelo graso y uñas llenas de plastilina era Luis; y el otro, el pelirrojo pequeñín con gafas, parche en el ojo derecho, y con los cordones siempre desatados, Peter. Mataron tres hormigas más hasta que decidieron buscar un hormiguero. “Aquí entre las cortezas”: dijo Luis incrustando sus uñas por un árbol persiguiendo una hormiga y llenándose los dedos de una ceniza negra. “Y por estos hierbajos”: dijo Peter con sus gafas casi pegadas al suelo persiguiendo un hilo de hormigas. Y mientras tanto, Carlos cogía un trozo de

chorizo que llevaban unas hormigas para ponerlo con cuidado en la mano del borracho del parque, que estaba dormido como un tronco. Encontraron un lugar donde había al menos diez agujeros y por los que Luis dijo que correteaban “decenas de millares de hormigas”. Metieron un palito fino por uno de los agujeros, pero al poco tiempo lo sacaron unas hormigas que eran las “hormigas guerreras” según Carlos. “Podemos echarles agua para inundar sus túneles”: dijo Peter. “Necesitamos una botella”: parloteó Carlos mientras se hurgaba la nariz. Peter fue corriendo a coger la botella de plástico que tenía su madre para rellenarla en la fuente, teniendo cuidado de que no se mojasen sus zapatillas rojas. Cuando regresó, había unas siete hormigas guerrero que acechaban a su manera a Carlos y a Luis. Empezaron con el plan. Con cuidado y echando primero el agua en un tapón iban vertiéndola por los agujeritos. A esa hora ya estaba el sol rascando las ramas de los árboles y volviendo rosa los recovecos por los que se colaba el cielo. En poco tiempo salió la hormiga reina, que se movía horizontalmente, haciendo frente a Carlos; pero ya era tarde porque sus abuelos vinieron a llevarles a casa. Las hormigas tuvieron que reconstruir de nuevo todos esos túneles y volvieron a recoger tapones, trozos de queso y ramitas para llevarlas al nido, aunque aún hay una correteando por un calcetín de Peter y diez por el brazo del borracho.


Por Phoenix - G.P. Mirada sonrojada, acompañada con una sonrisa cómplice llena de palabras mudas que resuenan en los pensamientos más profundos de un alma acongojada, que no hace más que permanecer inmóvil ante la llegada del frío incandescente que despierte la antorcha antecesora de su existencia. Susurros al oído que atraviesan las latencias del tiempo y del espacio que gobiernan una situación inestable de sensibilidad inquieta, derramando a su paso ápices de una luz eterna que ilumina lo que fue, lo que es, y lo que será, en una línea temporal resquebrajada a base de estirar las esperanzas de un pasado que espera convertirse en futuro. Si bien ni el espacio ni el tiempo existen, toda ocasión es posible para abrir los ojos del alma y los oídos del corazón, destruir la relatividad que hace de lo cercano, lejano; de lo realizable, imposible; y de la realidad, ilusiones. Arañar con garra cada centímetro a cada segundo y morder con saña las cadenas de un destino incierto que retiene preso al albedrío, el cual sonríe impíamente ante la certeza del momento en que la libertad desate su furia con la esperanza de derrumbar los muros, de ceniza y niebla, de un universo indiferente que dicta los versos sin escribir de una historia sin contar.

-Un café sazonado con sentimiento, azúcar morena y una mirada azabache-

Filosofando: Querer es poder

Poder el verbo, o poder el sustantivo. Poder es querer antes, sólo tiene un sentido. Pero poder es la posibilidad de realizar una acción, no la certeza del éxito. Y parte de la importancia de la frase reside en este punto ambiguo quizás. Porque que yo lance un triple en un partido de baloncesto, no me asegura que lo meta, pero sí que cuantos más tiros efectúe por partido y entrenamiento, más posibilidades tendré de que entre, dejando al azar natural(del que luego hablaré) un 10% de margen. Y seré mejor de lo que era en el último tiro. Chances, oportunidades. El optimista ve una oportunidad en cada fracaso. Entonces, el camino, el mapa comienza en una oportunidad, sigue con la percepción y aceptación de ésta (querer), luego la acción (poder), y quizás el éxito (depende de vuestro concepto, pero digamos que es obtener el objetivo propuesto) ,pero Siempre, el aprendizaje. Siempre. Y aprender es crecer, porque como decía mi entrenador Eusebio, si no das un paso hacia delante, lo estás dando hacia atrás. No hay otra. Siguiendo con el ejemplo deportivo: yo veo la oportunidad de tirar un triple (meter el triple es mi objetivo), y la veo porque tengo el balón y estoy en la línea de triple, etc. Luego, después de reconocer esa oportunidad, la acepto y me arriesgo (riesgo es una palabra preciosa, con tintes negativos),es decir, pongo el objetivo en mi mente, simple y claro. Después viene la acción, flexiono rodillas, estiro el brazo y lanzo la pelota y entra o no. En ambos casos, sigues aprendiendo si repites el proceso y corriges errores, perfilas el fallo. Fallar. Fallar para mí, es como un hijo de dos familias. Si fallo va a la casa de la familia que sigue este mapa como la Biblia, puede cambiarse el nombre a éxito. Pero si va a la familia de la pereza, desmotivación, negatividad, soberbia, entonces se convertirá en pater familias de una familia con los mismos apellidos. Quiero decir con esto que, el que yo falle un triple, puede ser por el azar natural dado después de seguir el plan de Querer es poder, o porque te desviaste en uno de los atajos del mapa que te expliqué, al tirar sin ganas, sin propósito. Lo curioso es que esto sólo lo sabe el senderista que ha emprendido el camino, porque la gente de su alrededor le ha acompañado sólo un tramo muy breve del camino, y desconoce si el protagonista había seguido al pie de la letra las huellas marcadas en el papel, o si había tomado algún atajo. En cualquier caso, ambos estaban en el mismo lugar en el mismo momento. Tiempo y espacio.

Por Blogui


FIN ÚLTIMO Por L ¿Lo útil nos sirve? ¿O servimos a lo útil por el mero hecho de creer que es útil y que lo útil nos sirve? CONFRONTACIONES Por L ¿Sabes? La “nada” no existe, solo es una idea, por eso tenemos miedo de la muerte. Aunque ciertamente, el “yo” no existe, solo es una idea. Cuando el “yo” muera, el cuerpo seguirá existiendo, de otra manera por supuesto, el cuerpo ya no será el mismo, ni se llamará cuerpo, pero seguirá existiendo. La razón por la que Feuerbach concluyó que no es Dios quien ha creado al Hombre a su imagen, sino que es el Hombre quien ha creado a Dios, proyectando en él su imagen idealizada, es porque el Hombre se ha apoderado de la existencia. Sin embargo, todo nace de una mentira y es que las ideas no llegan a alcanzar la existencia. La existencia no se llama existencia, ni tiene nombre. La existencia no puede pensarse. No tiene sentido por ello plantearse de forma religiosa o científica o de cualquier otra forma en el por qué de lo que existe, sino confrontarnos con lo que existe. No llegamos a alcanzar la existencia, pero como también dijo Derrida:”No hay nada fuera del texto”.


2.

VUELTA

Hay un tipo de poesía que no se escribe, que se mete en tu cama Y entonces cesó tu cese y contigo llegó la lluvia: y no te deja dormir. Se abrió el cielo. Cayó algo por la abertura. Se lanza con elegancia Lo que cayó, me arrastro. Lo que me arrastró, me escupió. como un tigre a sus presas Llegó mi fin horizontal con la cara pegada al suelo. acariciándote el brazo. Y así, ciego y reptante, fui reconstruyéndote con el quinto sentido. Hay poesía en forma de personas. Qué disgusto estar mojado sin saber lo que era el agua, qué gusto sorprenderte con la fusión entre tus alas.

Blogui.

Por Antonio Banderas haciendo de latinoamericano para variar

1.

Estoy sorda Y sin embargo, Todo lo que me rodea es ruido Que hierve en mi piel Que sangra con sudor Y se encoje Con el frío de su boca. Siento un eco en las paredes Que ciega mi mirada Y empuja mis palabras A un agujero de tinta morada.

Blogui.

b

r e z a t i d l NADA

No tengo fe, ni tierra, ni razón de ser. Conozco la familia pero no la casa, la compañía, pero no la amistad, la existencia pero no la vida a la que apenas rozo. Miro sus colores sin poder aspirar su perfume y las sonrisas tiernas no son ya mas que pliegues. Busco algo y no sé qué. Siento que no siento. Hablo sin decir Nada

Gorrión

Astronauta en Italia Si alguna vez te encontrara donde no te busco u oyera tus armonías destacar entre la gente, si alguna vez se me escaparan tus fonemas de la boca o mis ojos proyectaran tu sonrisa cautivadora tus ojos de cielo, tu flequillo despeinado, si alguna vez llega ese instante yo seré, por un momento, la persona más feliz del mundo. En la esquina de tus labios se me juntaron todos los besos que me faltaban por cumplir, Sigues iluminando, como el sol que no defrauda, y yo sigo con la mirada el baile de mis dedos en tu espalda.

Si alguna vez sintieras lo que siento cuando te escribo si alguna vez llega ese instante yo seré, por un momento, la persona más feliz del mundo. Por Blogui


Ella sigue guardando historias de los que la buscan y la siguen, de los que se pierden en ella y se encuentran con ellos mismos. No es celosa, porque sabe que siempre será la primera; que el que no sabe dónde está sabe volver ella y a nadie más.

A veces es caprichosa con el tiempo, con las nubes pero todo se lo permitimos. Es inmensa como los océanos que abrazan a la Tierra, y aún así, en cada uno de sus infinitos huecos encuentras descanso, seguridad y risas.

MADRID

Por Blogui

DIE EXAMINAT

De menos Echo de menos lo que me despertaba la piel cuando me daba la mano.

Echo de menos lo que cambiaba de temperatura la sangre que recorre mi cuerpo. Echo de menos lo que me hacia un nudo en la garganta, y me atragantaba con mis palabras. No supe decir lo que gritaba por dentro, sólo sonidos disfrazados de inocencia, admiración, felicidad que me daba su presencia. Echo de menos no saber decir que no a cualquier plan donde estuviera presente su risa. Echo tanto de menos tenerte cerca, y caernos de bruces en cualquier fiesta que nos abra las puertas. Echo de menos eso, que no tiene nombre ni quiero darle uno porque entonces pierde la magia, encerrado en la cárcel del lenguaje.

Por Blogui

(parodia de Die Moritat Von Mackie Messer) El alumno / Ya no aguanta Mira cuanta / Extenuación La escuela / Lo agota Y acota / Su ilusión El profesor / ya sin plazos Sin abrazos / Sin amor Se propone / Que le llamen A su examen /Asustador El examen / Es extenso Es muy tenso / Elegir Cuatro opciones / Una es cierta Si no acierta / A sufrir Todos caen / En la trampa De la rampa / Con error Y le queda / A medio curso Ir a julio / Que horror Como un rayo / De la nada Una errata / Surge a la luz De matanza / A esperanza De salvarlos / De la cruz La pregunta / Planteada Anulada / Nada cambió Si antes / Ya eran pocos Ahora menos / Gente aprobó Sin embargo / La campana Soberana / Actuó ¡Y qué fuerte! / Por la suerte El alumno / Aprobó ¡Y qué fuerte! / Por la suerte El alumno / Aprobó

Por Mzeiro


He perdido la palabra Olido a cada instante por Étoilier

No encuentro en el sosiego la palabra, en la falsa paz del descanso loco; no encuentro la palabra, ni el silencio, ni en las lluvias de otoño ni en sus olmos naranjas y azulados y azotados, en la ciudad que en un toser camufla, enrevesados e indescifrables frágiles, versos de las placas viejas, poemas de su noche fluorescente: estridente, ambiciosa, sin alondras. No encuentro más que entre hojarasca vieja, polvo almacenado, crujir chirrioso, las voces olvidadas, arcaicismos, de lo que pudo ser ayer poesía y yace en el olvido, entre las cuerdas de un piano carcomido por el uso, de unas manos plomizas silenciadas, y aguijones en punta minuciosa. Se mojó la idea al pisar el charco, el nuevo lodazal, cimiento lento. Se secó la ilusión, vino el vacío, el frío latente, cuadrado helado, sequedad de espíritu enmudecido, cautivo, su alarido silenciado, del falso deber y el nunca mañana siempre confinado, mudas sus quejas, en las redes del proyecto eterno. No encuentro la palabra, quizás la ignore y desee vivir a la bartola, derribado en la ignorancia y lo prosaico, encerrado en los sueños sin lenguaje hombre hosco de voz ronca, león cobarde, águila sin vuelo, cencerro mudo, hormiga débil, pétalo sin savia, silencio eterno, vida arrodillada. Néctar para el alma, licor de ensueño, soplo de vida, manjar y movimiento, de un mundo que acelera y que te ignora. Ilusión del famélico, aliento al sensato, milagro en el humilde y en el niño sorprendido que tu melodía aplaude. Ayer soñé que estabas viva, enlazada al cargado limonero , junto a la fuente me decías “Volverá la poesía a tus adentros”.

por Étoilier

Entre el recuerdo nostálgico y el deseo de su vuelta, se calan sobre el papel estos versos veraniegos, cuya fragancia alimenta esperanzas en estos días fríos y grises, en los que el esplendor del Sol se sustituye por el irónico plástico de unas luces estridentes de colores. Huelo a cada instante el murmuro de tu aliento, la humedad de tu tacto, la frescura de tu brisa, la blancura de tu huella sobre mis pasos borrados; y veo, si me encierro en mis recuerdos los claros fulgores de tu curvado cutis, garza en el día, de noche atezada, y aloque cuando el Sol, daba rienda suelta a nuestros sueños. Viene a mí el olor de tu caricia, los perfumes salados de los albores del alba, el cristalino vibrar de tu incesante cuerpo, canción de silencio, sosegado tono, tersa melodía, dulce balada de colores. Ilusiones y sueños. Deseos y momentos; susurros y secretos brillan al compás de fluir hipnótico. Huelo a cada instante en ese ritmo amado, la celeste unidad de un Universo entero, los astros, como perlas, a distancia, movidos por ti, y tú por ellos, ¡Bendita tu monotonía! ¡Bendito tu caminar estático, bendito tu fluir discreto, tu marchar ligero, tu andar de exactitud y de poesía! Huelo en tu piel transparente, tegumento líquido, como, escondidos, surgen de un espejo, recuerdos de un pasado compartido, recuerdos cumplidos o frustrados, aún anhelados; resbalan los recuerdos y el pasado por mi palma, y en los instantes en que te toco, caen, vuelan y se disuelven, sepultados. Huelo barcos de tesoros apenas hallados, por la espiral del tiempo carcomidos; huelo en tu cimbrar, tesoros y secretos, no sólo míos… Andan encerrados en tu arena, de tacto humedecido por tus pasos, sabor salado por tu brisa,


y tostado color por tus reflejos Huelo en la arena la fragancia del futuro, un niño modelado, surgido de la tierra, de tus restos, de tus cenizas incontables, de tu cuerpo de ave fénix, que al llorar crea y al enfadarse destruye, al crecer regenera y al moverse transforma, al brillar deslumbra y colorea, y encandila simplemente por ser tuyo.

A ti no

Huelo, veo y siento en ti, colores, secretos y sueños, palabras, melodías y cadencias, acciones, reflexiones y silencios; huelo mi vida y mi pasado, huelo en ti, mar, tu mirada, que me dice ¡Suelta las amarras y empápate de mi fragancia eterna!

Por Crisma

Intentaré ser directa, Pero mis indirectas atinan.

Te has llevado las tildes que daban coherencia a mi rutina. Y no hay otras. Ahora sólo me acompaña el Gin con las tónicas.

Invierno

Por L

Arrancarás otra flor las últimas hojas caen para desnudar a los árboles en el silencio y en el frío nos hacemos vulnerables las imperfecciones hablan por nosotras mismas las acaricio en mi piel en su piel y hablan del goce hablan de la vulnerabilidad de un cuerpo desnudo de la imposibilidad de la vuelta al hogar. Me encontrarás al final de una calle te daré la espalda y repararás mi columna. Serás como el viento adentrándose en los árboles robándoles la última hoja un suspiro, Invierno dime ¿Qué harás con un racimo de flores muertas?

Y mira que todas las copas me saben a ti. Al perfume de tu voz que tantas veces sellaron tus labios en mi boca.

Ya no soy metáfora, ni sinestesia ni metonimia, porque me falta tu parte y eres mi todo. Me tropiezo como un símil, que camina ciego por una poesía libre que me tiene loca. Y mira que nuestros be(r)sos rimaban de puta madre. Y mírame que no sé rimar sin tus vocales. Y te reirías, viéndome intentar cambiarte de verso a prosa. Y escupo todo esto Porque somos el poema Que le da música a mi vida Y ahora que no estás, eso se nota.


Papel, Café y Lápiz ¡Hola! Somos una comunidad de gente cuya forma más personal y profunda de expresarse se consigue simplemente con un papel, café y lápiz. Aprovechando que algunos de esta escuela forman parte de esta comunidad, esta maravillosa revista nos ha dejado un hueco para darnos a conocer. Si queréis formar parte solo tenéis que enviarnos vuestros textos a papelcafeylapiz@gmail.com Os dejamos aqui un poco de lo que hacemos, y si queréis más, aquí tenéis nuestro blog e instagram papelcafeylapiz.blogspot.com.es @papelcafeylapiz

[ fiel ] Alguien quiso a este ave enjaular, convertir en dócil canario a este indomable águila imperial. Pero el águila por vencido no se dio y, libre a volar, al cielo escapó: “Sólo buscaba una compañera de viaje, mas mi fiel escudero es mi propio coraje.” Nunca fue conformista cuando el asunto se trataba de alzar firme la vista al futuro que le enfrentaba. Pero, como se hace siempre, se buscan falsos culpables, y en el juego del inocente la culpa es siempre de nadie.

Por Dch.

Perdido en la oscuridad de la Caverna, renegó de las palpables sombras cuyas promesas a cualquiera tientan; promesas de besos de frambuesa y mora, pero ilusiones sacadas de una hoguera cuyas llamas eran mentiras sordas. Así que el chico subió, guiado por su propio Platón, persiguiendo cada brizna de luz, y siguió; deslumbrado llegó a la salida, y vio la auténtica verdad, la clara realidad: por encima de todo debe ser él a si mismo siempre fiel.

Dicen que quien no ha sufrido en la vida, jamas llegará a escribir poesía. Y yo pienso en la de veces que no he sufrido contigo. Las tardes en la plaza Sentados frente a la estación Fumándonos las locuras de unos chavales enamorados ¿Tú tienes sueños? Yo bebo.

No me arrepiento

Por JM.

¿Tú tienes vida? Yo fuego. Pienso en la de noches discutiendo en la cama Tratando de arreglar el mundo en una madrugada. Pero tú ya no estás Las sábanas se han enfriado Mi cigarro se ha apagado Mientras pienso en tí Están más solas las calles de Madrid


PorTodos Abro la puerta, cojo mi café, mi papel y mi lápiz, me siento en el mismo sitio de siempre, la quinta mesa de la cafetería Utopía.

La cafetería Utopía ha puesto un cartel, dice que cada vez se siente más bonita, que cada vez hay más poetas que la usan de musa.

Veo las mismas caras en el mismo lugar, pero cada uno de ellos, con su lápiz, en distintos mundos, aunque parezca que todos ellos, estén pisando tierra.

Dice que cada vez se siente más visitada por esos reyes de las letras, que unen con pasión dulces párrafos, que ahogan sus poemas y cantan alegrías, que crean un mundo metafórico, que todos ellos comparten la misma vocación, y todos ellos están unidos en su imaginación.

Brindo por ellos, por mi y por todos mis compañeros, que inundan de tinta sus sueños, que riman nostalgia y alegría, cuando se beben por la noche, el café del medio día. La cafetería Utopía nunca cierra. Pido por favor un brindis por aquellos magos de las cartas, por aquellos que ilusión crean, que corazones hipnotizan, por favor, un aplauso para esos poetas. Por aquellos que un día, decidieron creer en la magia, por los que piensan que, un mundo mejor es posible si tienes un papel en el que reflejarlo. Por los que escriben con la ilusión de que un día, sus versos llenos de amor y vacíos de frialdad, cobren vida. Ellos son los mismos que a pesar de entender la fragilidad del papel, lo usan como refugio, cuando las fuerzas, parecen apagarse

Dice que ellos, cuando abren su puerta, la que ella les deja siempre entreabierta, lo hacen como quien abre una ventana dejando entrar al viento, que ella, así, se siente más fresca, dice que abren la mente y caen en el intento de expresar emociones, que a veces, les perturban, pero que a ella, le fascinan. Ellos, andan por la calle y la poesía les susurra. La poesía les dice, volved a entrar, volved, tenéis siempre vuestra mesa, en la cafetería Utopía. Aunque en realidad, entrar nunca fue una opción, pues no pensaron en salir. Verás algunas letras aqui, pero cientos de miles se esconden en el corazón, de aquellos, de unos pocos. Esto va por vosotros, por todos.

Papel Café y Lápiz.


Violines mojados Por ag.

pues sabíamos que aquello no nos pasaría. Abordamos y superamos cualquier sabotaje que nos pudiera hacer daño. Defendíamos nuestro linaje entre pólvora y cañonazos. Recuerdo el día como si fuese hoy o ayer. Éramos los capitanes de nuestro barco. No nos perdíamos ningún amanecer. Y tu dormías plácidamente entre tantos halagos. Jóvenes a la deriva del mar, sin soñar con pisar tierra firme, navegando por la más incoherente psique de esta aventura naval. Solo dos grumetes, pero que más daba si nadie me ganaba en ganas por verte.

Contra cientos de piratas luché, y mil islas por ti, conquisté. Tire la proa por la borda y allí, te coloqué. Sin mapa que hiciera falta sin cuerdas que ataran, sin remos que remaran, solo con la deriva de las olas blancas. Pero una mañana tan tranquila desperté y observé, que nuestro barco se estaba hundiendo. Que aquella promesa, tú, estabas rompiendo. Lloré. Pero como último capitán que quedaba de aquel barco no me bajé, y por ello aquí me hallo. Náufrago de tus besos y abrazos. Trazando en la arena restos de tu piel morena. Con el catalejo en mi garfio de madera buscando aquella sirena que un día estuvo en mi cubierta.

Mientras otros barcos por los celos apresados caían, nosotros reíamos,

Recordaré la melodía de nuestro amor pasado, entre estos violines mojados.

INSEGURIDADES

Enamoraste a este marinero, que antes de serlo, solo había estado en tabernas de invierno con ron de barril húmedo y viejo. La noche, la luna las estrellas. Nuestras miradas, todas y cada una de ellas.

Sus miedos sonreían, Sus pupilas suplicaban, Su piel me hablaba, Sus lágrimas me veían. Sus llantos suspiraban, Su voz sufría, Sus mejillas entristecían, Su serenidad se ahogaba. Ya no canto me decía, Me muero sin tu cama.

Ya no vivo, maldecía, Me pierdo en tus palabras. Ya no recito, sollozaba, Beso tu pisar mientras labras. Ya no existo, rezaba, Permito a tus dedos erizar mis manías. JGLP.


SOLO ESO Llegaste volando a mis brazos Y volando te fuiste Echándote yo a patadas En tan sólo un despiste Fuiste mi musa más preciada Aquella que partió a Moscú Fuiste un haz de luz Aquel que me ignoraba Tormento en vida Calma de muerte

Amor suicida Brisa caliente Lunar que asoma Tímido al cuello Luna que se posa Al mirar al cielo Fuera las rosas Hoy sólo hay espinas Desgarrando mis fosas Dilatando mis pupilas

No hay tristeza No hay lamento No hay poesía Ni sufrimiento Tan solo en mi cuaderno Grabaré tu nombre a fuego Para que seas solo eso, Un recuerdo. NA

15/12/2017

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