Nacimiento derecho personas mayores

Í ndice

Prólogo de A ntón costA s. descubriendo los dividendos de l A longevidA

c APÍtulo 4. edA d y merc A do de tr A bAjo.

1 Los límites de edad en la jurisprudencia constitucional

2 . Los límites de edad en la justicia europea

3 . Otros ejemplos

c APÍtulo 5. l A sA lidA del merc A do de tr A bAjo. l A jubil Ación forzosA

1 . La jubilación forzosa .

2 . La compatibilidad de la percepción de la pensión y el trabajo

3 . Otras cuestiones .

3 .1 . Límites a la prolongación contractual después de la jubilación o la utilización de la temporalidad después de la vida laboral activa

3 .2 . Retribuciones de funcionarios

3 .3 . Despidos colectivos

3 .4 . Representación sindical

3 5 Renuncia a la pensión concedida y continuidad de trabajo y cotización

1 . La cuestión de la capacidad civil en situaciones de vulnerabilidad o enfermedad . De la incapacidad a la protección y acompañamiento

. Derechos de los abuelos en casos de separación o

2 . Casos

Tribunal Europeo de Derechos Humanos (https://hudoc .echr .coe .int/)

Tribunal de Justicia de la Unión Europea (https://curia .europa .eu .

Tribunal Constitucional (https://hj .tribunalconstitucional .es/es) .

Tribunal Supremo (https://www .poderjudicial .es/search/indexAN .jsp)

3 . Bibliografía

P rólogo. descubriendo los dividendos de l A longevidA d

Estamos asistiendo a una revolución demográfica silenciosa de la mano del espectacular aumento de la esperanza de vida: la revolución de la longevidad . Ese alargamiento de la vida comenzó en la segunda mitad del siglo pasado . La mejora de la salud, la sanidad, la alimentación, la higiene y la educación permitió avances espectaculares de la reducción de la mortalidad y del aumento de la esperanza de vida . En el siglo pasado esa mejora benefició especialmente a las generaciones jóvenes Los niños son ahora longevos desde que nacen hasta los noventa o cien años . Ahora, en este inicio de siglo xxi, el aumento de esperanza de vida se concentra en las personas mayores Esta democratización de la longevidad constituye una revolución demográfica con consecuencias transformadoras para el entorno personal, familiar, social, económico, político y cultural . Una transformación que está llevando a una nueva visión de las personas mayores

En la segunda mitad del siglo pasado, las reducciones de la mortalidad y la morbilidad, junto con el aumento de la esperanza de vida condujeron al aumento de la cantidad de trabajadores sanos y educados A su vez, este aumento de población con salud y educación dio lugar a un aumento considerable de productividad y del crecimiento económico . Ahora sucederá lo mismo . El aumento de la esperanza de vida con buena salud y educación permitirá a las personas mayores desarrollar carreras laborales más largas y productivas que contribuirán a aumentar la innovación, la productividad y el crecimiento económico . Existen, por tanto, unos dividendos potenciales importantes esperados de la revolución de la longevidad .

Sin embargo, este triunfo de la humanidad que es el aumento de la esperanza de vida es visto en muchas ocasiones como una maldición de Matusalén . Una maldición que, según esta visión fatalista, acabará con algunos pilares fundamentales del Estado de bienestar -—como el sistema sanitario y el sistema público de pensiones— y con las finanzas públicas . Esta visión apocalíptica de las consecuencias de la longevidad nos impide ver los dividendos que trae la lon-

gevidad para las personas, las comunidades, la economía, el mercado laboral, el sistema de pensiones y las finanzas públicas

¿De dónde surge este fatalismo? Hay varios factores . Uno es la mala calidad de la información estadística sobre las personas mayores . Las estadísticas oficiales meten en el cajón de «65 años o más» a todas las personas mayores, independientemente de sus condiciones y capacidades . Esto impide ver la diversidad y riqueza de situaciones personales de las personas mayores Utilizar este umbral de edad cronológica es propio de una época pasada . No incorpora las consecuencias de la revolución de la longevidad . Con vidas cortas, como las del siglo xx, podía tener cierto sentido dividir de la vida de las personas en tres edades estancas: formación, trabajo, jubilación . Pero con vidas más largas, saludables y mejores condiciones económicas como las que tienen las generaciones que están próximas a la jubilación esta visión es anticuada La estadística debe modernizarse para recoger esta nueva realidad . Otro factor que no permite percibir los dividendos potenciales de la longevidad es el lenguaje que utilizamos para contemplar esta nueva realidad sociodemográfica . Si para hablar de una sociedad en la que las personas tienen ahora un mayor número de años de vida activa y saludable utilizamos las palabras «viejos», »envejecimiento» o «sociedad envejecida» todo lo que nos viene a la cabeza son calamidades, ya sea para el sistema de pensiones, el sistema de salud o las finanzas públicas Si cambiamos el lenguaje y hablamos de «personas longevas», «longevidad» y de «sociedad longeva» comenzamos a percibir los beneficios potenciales que trae esta revolución de la longevidad . Remedando el viejo refrán, las cosas son del color de las palabras con que se miran Necesitamos una nueva narrativa sobre la longevidad .

Otro aspecto que nos impide contemplar de forma positiva los beneficios de esta nueva sociedad longeva para desarrollar una vida productiva prolongada es la discriminación por edad que aún persiste en muchos ámbitos de la vida social y empresarial y de las administraciones públicas . El edadismo es esa concepción social que ve a las personas mayores como improductivas, poco innovadoras, vulnerables y, por tanto, sin valor para la sociedad . En el mundo laboral español este edadismo se ha anticipado a los 55 años Este umbral es en el mundo laboral español una especie de Escila y Caribdis difícil de superar para muchos trabajadores . Ocurre con frecuencia en las situaciones de ajustes de plantillas, en la que ese umbral de edad de los 55 años es un momento peligroso para los trabajadores . Ese umbral de edad opera también como una barrera de entrada muy poderosa en el caso de querer retornar al mercado de trabajo . Las personas en esta franja de edad perciben que su trabajo no es valorado como una contribución a la productividad, ni es digno de reconocimiento social . En estas circunstancias, es lógico que muchas personas quieran abandonar el mercado laboral a esa edad .

Esta discriminación por edad no tiene apoyo científico objetivo basado en una disminución de capacidades laborales Si ya no tenía sentido antes, lo tiene menos ahora en la medida en que estamos asistiendo a un aumento de la esperanza de vida con vida saludable . El resultado de este edadismo es una dismi-

nución de la cantidad de personas en edad activa que sin embargo abandonan la vida laboral, provocando escasez en el mercado de trabajo y capacidades potenciales para el crecimiento económico . Si la esperanza de vida aumenta el futuro de las personas, tendrá que fortalecerse su derecho al trabajo y a una vida activa y productiva más allá de la edad oficial de jubilación .

Este aumento de la esperanza de vida con vida saludable señala la existencia de un efecto compensación de la longevidad sobre los efectos económicos de la disminución de la población activa joven . Es decir, la reducción de la población activa joven en la base de la pirámide laboral tradicional se puede ver compensada por el aumento de la población laboral correspondiente a las personas mayores . La figura geométrica de la pirámide en la que es mayoritaria la población laboral joven será sustituida por la figura de un prisma o un rectángulo, en el que la cantidad de población activa permanece constante a lo largo de las edades de la vida .

Este efecto compensación de la longevidad vendrá desde varios frentes . Por un lado, del impacto macroeconómico del cambio demográfico sobre los grandes agregados macroeconómicos (PIB, PIB per cápita, consumo, ahorro e inversión agregadas, productividad, propensión a la adopción de la tecnología, opción por el emprendimiento, ingresos y gastos públicos (dependencia, gasto sanitario y de cuidados)) . Por otro, del impacto en la economía de las decisiones de consumo y financieras de las personas mayores, cuyos patrones de consumo de bienes y servicios, y de activos financieros (fondos de pensiones, bienes raíces), son diferentes de la población más joven . En tercer lugar, de las nuevas oportunidades para los sectores productivos derivados de la « silver economy », tanto en el ámbito de los sectores de servicios como en los sectores primario, construcción e industria, para responder a los modos de vida y alimentación saludables de las personas mayores En cuarto lugar, del empleo (tasas de ocupación y de actividad) y de la productividad de las personas mayores . No existen fundamentos científicos para sostener que la capacidad de innovación, emprendimiento y productividad desciende abruptamente con la edad . Habrá, naturalmente, diferencias en la capacidad de las distintas actividades productivas para mantener mayor o menor permanencia en el trabajo (intensidad física), pero la cuestión esencial es que, aplicando criterios de flexibilidad y plasticidad de las edades, habrá capacidad de adaptación de los empleos a la longevidad, en términos de adecuación de los puestos de trabajo y de las condiciones de trabajo (tiempo de trabajo), así como de gestión organizativa de las unidades productivas (transmisión de conocimientos, gestión de la intergeneracionalidad, etc )

Para lograr estos dividendos potenciales de la longevidad son necesarias tres cosas . Por un lado, hace falta incorporar esta perspectiva de la longevidad con buena salud a las políticas públicas: a las políticas relacionadas con la salud y la sanidad, a las políticas activas de empleo, a las políticas educativas, de igualdad de género, de I+D e innovación, vivienda, urbanismo, sin olvidar la longevidad con perspectiva de género . Es necesario pasar del enfoque asistencial que domina la mayoría de las políticas públicas relacionadas con las

personas mayores a un enfoque que favorezca su autonomía . Por otro lado, necesitamos construir una nueva narrativa sobre la longevidad Para ello tenemos, en primer lugar, que tomar en consideración los hechos diferenciales de esta nueva realidad demográfica; en segundo lugar, necesitamos utilizar un nuevo lenguaje que nos permita captar mejor las consecuencias de todo tipo de esta nueva realidad; y, en tercer lugar, tenemos que manejar nuevos principios y criterios con los que orientar las políticas públicas y regular la vida empresarial en relación con el derecho al trabajo de las personas . Permítanme explicar un poco más la importancia que tiene el disponer de una nueva narrativa sobre la longevidad

Entre los nuevos hechos que trae consigo el aumento de la esperanza de vida está la democratización de la longevidad con vida saludable . En los países de renta alta como el nuestro, la transición demográfica se ha convertido en una transición hacia la longevidad . La mayor parte del aumento de la esperanza de vida se produce ahora en los años posteriores a los 80, aún cuando no se puede olvidar que existen diferencias importantes según niveles de renta, educación y vivienda . Una vida más larga significa más tiempo futuro para las personas . Este alargamiento de la vida introduce incentivos en la conducta económica de las personas mayores para invertir en salud, en formación a lo largo de la vida, en la adquisición de habilidades y en el mantenimiento de relaciones sociales de todo tipo Para comprender bien la economía de la longevidad necesitamos una nueva narrativa . La forma de envejecer no es determinista, depende de factores como la salud, las actitudes psicológicas o la cultura sobre la longevidad existente en la sociedad

Además, necesitamos un nuevo lenguaje . En vez de utilizar únicamente el guarismo simple de la edad cronológica, tenemos que acostumbrarnos a utilizar indicadores que nos permitan identificar la edad biológica de las personas, y aún la edad psicológica o percibida por cada persona, porque las aptitudes laborales y las capacidades físicas dependen de la percepción psicológica que tiene cada persona . Junto con la esperanza de vida tenemos que hablar de la esperanza de vida saludable . La salud es un determinante fundamental para un envejecimiento saludable Términos como envejecimiento saludable y productivo, vidas activas, jubilación flexible, educación en competencias para la longevidad, incentivos para las personas mayores en relación con el trabajo o baja morbilidad tienen que formar parte del lenguaje sobre la longevidad El objetivo es que la duración de la salud coincida con la de la vida . Esta nueva realidad demográfica exige también nuevos principios para orientar las políticas públicas y para organizar la vida económica, laboral y social con el objetivo de aprovechar los dividendos de la longevidad . Estos beneficios sólo aparecerán si el mayor número de años de vida son años con buena salud . Esto permitirá a las personas mayores tener carreras laborales más largas y más productivas . La consecuencia para las políticas públicas es que es necesario orientar el sistema público sanitario y el sistema educativo hacia la prevención de la salud y la formación a lo largo de la vida . Por otro lado, frente a la rigidez que impide hacer compatible el cobro de la pensión con la continuidad de la vida

activa necesitamos introducir el principio de compatibilidad entre pensión y trabajo De la misma forma, frente a la rigidez de la división de la vida en tres edades estancas, la longevidad con buena salud requiere tomar en consideración la plasticidad de las edades de la vida en la que formación y trabajo se pueden ir combinando a lo largo del tiempo . La flexibilidad en las carreras laborales, la compatibilidad de la jubilación con la vida laboral activa más allá de la pensión, son principios nuevos que han de permitir orientar las políticas públicas y organizar las edades de la vida de forma diferente para aprovechar los dividendos potenciales de la longevidad .

En estas cuestiones andaba yo interesado cuando llegó a mis manos el borrador de este libro del profesor Carlos Padrós que tiene en las manos, apreciado lector o lectora . Como me ha sucedido a mí, su lectura le ayudará a ver como la legislación y la interpretación y aplicación por parte de los jueces están alumbrando un nuevo derecho de las personas mayores . En una época en que se reivindican todo tipo de derechos, incluidos los derechos de las generaciones futuras, es necesario reivindicar y defender los derechos de las personas mayores actuales . Este es un mérito destacado de este ensayo .

Para mí, interesado en identificar las fuerzas que en cada etapa de la historia impulsan la modernización social y económica, pero lego en cuestiones de derecho y jurisprudencia, la lectura de este ensayo del profesor Carlos Padrós ha sido como una epifanía, una revelación inesperada Me ha permitido ver como los avances de la legislación y de la jurisprudencia están jugando un papel fundamental en el nacimiento en nuestro país de un derecho de las personas mayores, tanto en relación con la salud, con el trabajo y la jubilación como en relación con diferentes aspectos del derecho civil .

Este ensayo permite ver cómo, apoyándose en los derechos fundamentales al trabajo, a la no discriminación por edad y a la dignidad de las personas, los tribunales están empujando hacia una sociedad más inclusiva, que permita hacer un uso mejor y más respetuoso de todo su capital humano disponible, sin excluir a nadie . Esto es así, por ejemplo, en la legislación europea de la Carta de Derechos Fundamentales o del Pilar Europeo de Derechos Sociales . En ambos casos se va más allá del acervo actual para reflexionar sobre como extender la protección contra la discriminación por motivos de edad a ámbitos como el mercado de trabajo, la protección social, la seguridad social, salud, educación y acceso a bienes y servicios disponibles para el público También la normativa española está dando pasos rápidos hacia la igualdad de trato y la no discriminación . El trato desigual solo es ahora legalmente aceptable cuando tenga una justificación objetiva que nada tenga que ver con las propias circunstancias de cada individuo .

Es revelador el ver en el trabajo del profesor Padrós como los tribunales, utilizando los instrumentos del derecho internacional y europeo sobre derechos humanos y las normas relativas a los principios de no discriminación, igualdad y dignidad de las personas, están constituyendo un derecho efectivo contra las discriminaciones de todo tipo, ya sea la igualdad de trato o la igualdad salarial .

La lectura de este ensayo nos revela también como la legislación y la jurisprudencia están construyendo un concepto jurídico de persona mayor A partir de este concepto se podrá elaborar un derecho de las personas mayores con el que, por un lado, se pueda luchar de forma efectiva contra la discriminación por edad que aun impregna nuestras leyes en el acceso como en la salida no voluntaria del mercado de trabajo, y, por otro, hacer posible los potenciales beneficios de la longevidad A la vez, este trabajo del profesor Padrós permite ver como la jurisprudencia, al remover los límites de edad, está utilizando un nuevo lenguaje que no habla ya de la simple edad cronológica sino de edad biológica y de edad percibida En los casos analizados por el profesor Padrós, los tribunales defienden ya que la aptitud laboral es más una cuestión de salud que de edad cronológica de las personas . El resultado es que la labor interpretativa por parte de los tribunales está alejando la visión de las personas mayores del enfoque asistencialista basado en necesidades y relacionado con los «déficits» de la edad para orientarse hacia un enfoque basado en el individuo, con los derechos, las capacidades y la dignidad humana que le son inherentes

En el capítulo dedicado al «Derecho a la salud de las personas mayores» el profesor Padrós pone de relieve el papel esencial que ha de jugar el sistema público de salud para lograr hacer posible los beneficios de la longevidad . La esperanza de vida con vida saludable y productiva sólo es posible si el sistema nacional de salud se orienta a la salud preventiva Posiblemente esto exigirá que los derechos prestacionales relacionados con la salud, para cuyo disfrute se requiere la acción positiva de la legislación y una financiación adecuada, sean considerados como derechos fundamentales incondicionales En todo caso, el texto del profesor Padrós identifica una nueva orientación, tanto en la legislación internacional, como en la europea y española, hacia la promoción de un envejecimiento saludable que permita a las personas mayores seguir siendo un recurso para sus familias, para las comunidades y para las economías . De aquí, que sostenga que la finalidad última del sistema de salud no debe ser ya la asistencia, sino la integración, la participación y la recuperación de las capacidades de las personas mayores . Se busca así la superación de la visión paternalista de la protección por un sistema de protección de la salud que busca la salvaguardia de la autonomía de las personas mayores y la integración en la sociedad a partir del respeto a su dignidad .

En los capítulos dedicados a «edad y mercado de trabajo» y a «la salida del mercado de trabajo y la jubilación forzosa», podemos apreciar también como la jurisprudencia esta desmontando falacias y prejuicios sin fundamento científico objetivo, cuyo resultado es la discriminación de las personas mayores, obstaculizando su derecho a una vida activa y su contribución a la prosperidad . Una de esas falacias es la creencia de que la economía tiene una cantidad máxima de empleo que puede producir en cada momento . Por tanto, si se permite trabajar a las personas mayores más allá de la edad legal de jubilación se estaría obstaculizando la entrada de personas jóvenes en el mercado laboral La lectura de este ensayo permitirá ver como los tribunales están desmontando esta falacia . De la misma forma, apoyándose en casos concretos de discriminación

por edad denunciados, los tribunales están señalando que no existe correlación entre la jubilación forzosa a los 65 años y la entrada en la profesión de personas más jóvenes . De ahí que sometan las restricciones laborales por razones de edad a criterios objetivos demostrables de necesidad, idoneidad y proporcionalidad . Si la prolongación de la duración de la vida llevó al legislador a retrasar el límite de edad general de jubilación y adquisición del derecho a pensión a los 67 años es porque supone que no hay pérdida de capacidad funcional para el desempeño de las funciones laborales . Los tribunales están cerrando el paso también a la idea de que la eficiencia de la empresa y de la economía exige un equilibrio de edades entre jóvenes y mayores que exigiría prescindir de personas mayores . Otros ejemplos de jurisprudencia analizados por el profesor Padrós permiten ver como la visión de un envejecimiento activo y positivo está sustituyendo a la visión predominante hasta ahora de un envejecimiento pasivo y meramente defensivo .

El capítulo dedicado al reconocimiento de nuevos derechos civiles de las personas mayores es de especial interés para el reconocimiento del concepto de persona mayor como titular de derechos . Este es una dimensión del derecho de las personas mayores que ya tiene un largo recorrido en otros países europeos desarrollados pero que en nuestro país está aún en mantillas . El análisis de la jurisprudencia y la argumentación del profesor Padrós permiten apreciar la existencia de un cambio cultural orientado a adaptar la sociedad a las consecuencias de la longevidad .

En definitiva, este ensayo nos enseña como el derecho está jugando un papel muy efectivo para comprender y hacer posibles las implicaciones económicas positivas de la longevidad . Contra la visión de que la longevidad es un freno al desarrollo en las próximas décadas, el razonamiento que aquí se nos muestra nos lleva a ver que el impacto de la longevidad en el crecimiento económico y la sostenibilidad de las finanzas públicas dependen crucialmente de las posibilidades y decisiones de las personas mayores acerca de cuanto trabajar . Y es en este punto donde se manifiestan la importancia del nacimiento del derecho de las personas mayores para hacer efectivos los dividendos de la longevidad que compensen tanto la caída de la población activa por reducción de natalidad como las consecuencias del envejecimiento sobre las finanzas públicas .

Esta obra es una aportación significativa a la tarea de crear un nuevo paradigma para pensar las implicaciones positivas del alargamiento de la vida y a impulsar un cambio en las políticas públicas relacionadas con la salud, la educación y la formación, las relaciones laborales, el derecho al trabajo y nuevos derechos civiles tanto para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad derivadas del envejecimiento como de los dividendos potenciales de la longevidad .

Un último aspecto de interés de esta obra es que está escrita en un lenguaje muy accesible a las personas que, como yo, no están familiarizadas con el mundo del derecho . De lectura fácil y amena, este ensayo permitirá al lector interesado en las consecuencias de la longevidad y en los derechos de las personas mayo-

res ver que el fatalismo de la longevidad no tiene razón de ser . Al contrario, la revolución de la longevidad trae dividendos inesperados La demografía no es el destino . El destino está en nuestras manos .

Antón Costas

Catedrático de Política Económica . Presidente del Consejo Económico y Social de España