Ella es: “érase una vez una sonrisa a una cara pegada” siempre
riendo, siempre expresando. Él, en cambio, sonríe pero son sus ojos llenos
de pestañas, antebrazos de Obelix y su pose emperadora los que primero te
llaman la atención.
Ellos nos hablan de los roles de Roma, pero también entre ellos están los roles
muy bien repartidos; Él es una máquina de datos donde parece tener toda
Roma en su cabeza mientras ella hace llegar todo el contenido a la comunidad
sorda, además de centrarse más...