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LOS GIRASOLES DE VAN GOGH ANTOLOGIA POETICA 1980-1999 Tomo I ANTONIO ACEVEDO LINARES


INDICE

PROLOGO LOS DIAS DE OCTUBRE 1997-1999 Escribir Poética Epigrama Árbol centenario En el muelle A orillas del mar En la playa Jardín Descubrimientos Parábola del Edén Epigrama Eros I Eros II Años 60 POEMAS 1995-1996

DE

INVIERNO

Salmo La risa Las Musas Gajes del oficio En el fondo de una página blanca Con los cinco sentidos El Rojo Madres de la Plaza de Mayo Poema para recordar a Gabriel García Márquez en Cartagena de Indias. Antimadrigal Rito La libélula Epigrama


LOS GIRASOLES DE VAN GOGH 1993-1994 La página blanca Canción I Canción II Constelación Epigrama 1852 Al leer un diccionario de sueños Bienaventurados I Árbol En la sociedad contemporánea Whitman Generación Monalissa Biblioteca Dádiva Epigrama Ni el pétalo de una flor Mandamientos apócrifos de la ley de la poesía Atlánticamente azul ATLANTICA 1992-1993 Nocturno Atlántica En la hierba Poética La poesía Karl Marx Bram Stocker Epigrama Cavafis Cesare Pavese Hölderlin El poeta Epigrama Como una mariposa azul en tu hombro.


SAUDADE 1991-1992 Doctrina Instrucciones para escribir un poema Poesía El poeta y la ciudad Madrigal Un viejo poeta ciego Li Po La casa La hierba púbica Llovizna Heracliteana Muchacha Los niños Retrato Viajes Sociedad conyugal En la ciudad brumosa de los puentes ARTHUR RIMBAUD Y OTROS POEMAS 1988-1990 Arthur Rimbaud Un joven poeta moderno Epigrama Los próceres Tu cuerpo bajo palabra II Testamento I Testamento II Mujeres de bello desnudaje Lluvia Ella Epigrama Luna llena El caballero hidalgo Un mundo nuevo El poeta camina bajo la lluvia


BITACORA 1985-1987 Defensa de la poesía Epigrama Guevara fuma en mi cuarto Epigrama Epigrama A orillas de tu cuerpo Monte de Venus La tierna herida Madrigal Madrigal Cenit Diario I Despojos mortales LA LLUVIA SOBRE EL TEJADO 1982-1984 Arte Poética II Epigrama Hoy me gusta la vida mucho más En un lugar de tu cuerpo Arte Erótica Epigrama Epigrama Epigrama Lugares A cuerpos abiertos POR ESTA MANERA DE QUERERNOS TANTO 1980-1981 A la intemperie Los muertos nuestros Hay un lugar en el mundo Entre la lluvia Para nombrarte Esta tarde

EPILOGO


PROLOGO Los poemas que contiene este libro fueron seleccionados de nueve libros inéditos escritos entre 1980 y 1999. Al cabo de los años he descubierto que se escribe por la fascinación que produce la belleza o la magia de ese lenguaje de hermosas imágenes y alucinadas atmósferas que tiene la poesía, y que me hizo escribir con toda la lucidez que me fue posible o tal vez para defendernos del olvido, que es otra de las formas de la muerte. En un principio quise hacer de la poesía un arma, pero con los años deseé mejor hacer una poesía más existencial que me convirtiera la vida en literatura, y ello me llevó a escribir una poesía autobiográfica. El oficio de escribir poesía es un goce del intelecto y el espíritu que te hace expresar, recrear y celebrar el mundo y las cosas, y esa sola función la hace legítima y necesaria. La poesía del nuevo milenio tendrá muchas cosas que decir pero en éste siglo que termina escribimos con la misma pasión como en los nuevos tiempos por venir. A .A. L. Octubre, 1999.


atesoraba palabras muy puras para crear nuevos silencios Alejandra Pizarnik

un poema no es más que unas palabras que uno ha querido y, cambian de sitio con el tiempo. Eliseo Diego.

sólo por un esfuerzo de amor puedo darme cuenta de que los peatones también tienen alma, aunque no como la de los automovilistas, y de que a una mujer no le desagrada recibir el homenaje de un poema para llevarlo en la cartera. Geraldino Brasil

todo poema, con el tiempo, es una elegía. J, L. Borges

la autobiografía de un poeta son sus poemas, el resto es sólo comentario. Evgueni Evtushenko.


ESCRIBIR Para escribir un poema debes augurar la lluvia e inventar el mundo infringir como una mano o labios esos muslos o rosados senos hacer florecer los girasoles o desflorar como el viento cuando levanta la falda de las muchachas y arriesgar una metáfora para crear un universo. POETICA (Erótica) Acaso escribir lo justifica aunque a veces no tenga una sola línea para hacerlo porque la poesía viene sola y en cualquier lugar nos sorprende como un deseo que nos ilumina que escribir es una pasión tan viva como la de ese cuerpo que ahora se desnuda junto a mí y ama a deshora. EPIGRAMA Tal vez ya nunca escribiré ese hermoso poema a tus ojos ni a ese húmedo follaje que reverdece entre tus muslos ni a esos senos que tiemblan


ni a tu pelo que se desata bajo mi cuerpo. Tal vez ya nunca escribiré ese hermoso poema que tu cuerpo siente estremecida. ARBOL CENTENARIO Al pie de un árbol centenario bajo su sombra legendaria estuvimos caminando a orillas del follaje del bosque en donde brotan las orquídeas del estiércol de las vacas y en los troncos de los árboles y se desprenden los nidos de hierba de las oropéndolas y oíamos el rumor de la corriente del río como el aleteo del bosque por los pájaros y el viento y en la fotografía sonreíamos junto al árbol centenario y su sombra legendaria. EN EL MUELLE En el muelle antiguo en Puerto Colombia sentimos el viento y la historia mirando el mar y vimos el hierro oxidado por los años y la sal la marca de los rieles por donde recorrían los trenes que estacionaban junto a los barcos bajo los faroles y los pescadores que lanzaban su red al mar y caminamos hasta el final del muelle y tomamos fotografías mirando el mar que golpeaba en sus orillas y sentimos el oleaje


y el sol en ese verano pacífico del Atlántico. A ORILLAS DEL MAR A orillas del mar como a orillas de tu cuerpo caminamos por la playa mirando las gaviotas volar sobre los barcos anclados en el muelle y dejamos las huellas en la arena que las olas espumosas del Atlántico borran bajo las palmeras frente a los hoteles de estrellas y tabernas y con un sol ardiente a las espaldas conversamos alrededor de una cerveza y junto al mar como junto a tu cuerpo sentimos el viento como el oleaje rumoroso. A VECES CUANDO LLUEVE A veces cuando llueve o hace frío me gusta asomarme a la ventana y fumar un cigarrillo en la noche con la luna al alcance para mirarla llena y solitaria y fumando arrojo bocanadas de humo por la ventana que como en círculos se deshacen en el aire mientras respiro junto al fuego de su cuerpo.


EN LA PLAYA Las muchachas se desnudan frente al mar en la arena a la orilla de las tabernas sobre los lechos blancos olorosos como oleajes nocturnos. Las muchachas con su pelo sobre la espalda bronceadas y húmedas con los senos hermosos y redondos en blue jeans que moldean su cuerpo como una guitarra tiernas a luz de la luna las muchachas que caminan bajo las palmeras en la ciudad del sol que las ama. A su lado sientes el olor del mar en su pelo. JARDIN El jardín esa poesía en vivo que florece como las orquídeas donde pequeños caracoles reptan por la orilla de las hojas después de la lluvia y debajo de las piedras yacen reptiles y fósiles de insectos y un ejército de hormigas llevan a rastras un escarabajo mientras entre el follaje la araña sube por la red y las flores hacen aletear al colibrí en el aire


como los azulejos dejan picoteada la guayaba madura en el árbol y Katiuska olfatea por la hierba y ladra como a la luna la mariposa que revolotea entre los anturios y tus ojos son más serenos y hermosos cuando florece una sonrisa bajo el naranjo. DESCUBRIMIENTOS En el siglo XV Cristóbal Colón descubrió un continente en la tierra firme que después fue llamado América. En el siglo XVI Mateo Colón descubre una “dulce tierra” entre los muslos de una mujer desnuda llamada clítoris. Dos descubrimientos que cambiaron el rumbo del mundo. PARABOLA DEL EDEN En el Edén vivían desnudos Adán y Eva y un día, en forma de serpiente Eva enseñó a Adán a disfrutar del olor y el sabor de la manzana. Y fueron arrojados del Paraíso. Habían descubierto la manzana del deseo y el placer y juntos fueron felices por siempre.


EPIGRAMA Los hombres lo escalan con verdadera proeza en la cordillera del Himalaya el monte Everest en el Pico de los Andes el monte Aconcagua en Taganyka en el África oriental el monte Kilimanjaro. En tu cuerpo yo apenas escalo el monte de Venus. EROS I Sus más hermosos muslos abiertos descubren como una dulce fruta jugosa sobre la hierba sus labios rojos que se derriten cuando lames con la punta de tu lengua que se sumerge en lo más húmedo y profundo de sus prodigiosos muslos abiertos en el maravilloso nacimiento del mundo que penetras hasta el fondo de su carne. EROS II Su boca roja lo besa con dulzura que ávida y tierna con su lengua gozosa amorosa y deliciosa lo lame hasta el delirio que se estremece en el fondo de su boca carnosa y como en lava derretido tibio y espeso lo absorbe dulcemente con los ojos cerrados.


AÑOS 60 Con la poesía al hombro como un fusil Neruda en campaña. Con el fusil al hombro como la poesía el Che en campaña. SALMO Alabado sea tu cuerpo porque el será mi paraíso. LA RISA mi sediciosa amada. J.M. Roca.

Como una sediciosa entra en los recintos más solemnes o en los lugares donde está proscrita como una leprosa y estrepitosa o discreta su ironía conspira contra los que se toman demasiado en serio a sí mismos y su dulzura encanta a las muchachas que la lucen como una mariposa en sus labios. Ella, la sediciosa la dulce aliada en la ternura y que hace la distancia más corta entre tú y yo.


LAS MUSAS Los númenes que inspiran a los poetas protectora de las ciencias y las artes según la fábula nueve deidades que habitaban en el Helicón o Parnaso con una tablilla y una pluma, Calíope guerrera musa de la poesía épica con un rollo de papiro y un libro en la mano, Clío intelectual musa de la historia con una lira, Erato sensual musa de la poesía erótica con una flauta, Euterpe sentimental musa de la poesía lírica con una máscara trágica, Melpóneme dramática musa de la tragedia con una máscara cómica, Talía risueña musa de la comedia en una actitud meditativa, Polimnia mística musa de la canción sacra con una lira, Terpsícone hermosa musa de la canción y la danza con un puntero señalando un globo, Urania espacial musa de la astronomía. Las invoco bajo este cielo enlunado para que canten los poetas de la tierra. GAJES DEL OFICIO A veces, poeta mientras vivas serás un oscuro bardo solitario acaso debes morir para que se ilumine tu obra o huir de tu ciudad o país como un emigrante clandestino nadie es poeta en su tierra


y como Prometeo robarás el fuego que arde en la palabra y te creerán un hombre llegado con la lluvia o un romántico que escribe poesía como las guitarras nocturnas junto a la ventana y que los poetas son una plaga inofensiva que se dan en los cafés a beber el corazón de la noche que la poesía, te dirán, es un oficio de lunáticos, acaso te robas el corazón de las mujeres y te quieren más los amigos. A veces, poeta la poesía es un riesgo de la vida. EN EL FONDO DE UNA PAGINA BLANCA Escribirse a sí mismo en el fondo de una página blanca es destinarse a la muerte en cada página se dejan fragmentos de sí mismo que no se recuperan jamás pero quedan en la memoria de la palabra como un epitafio. Escribir es morir un poco en el fondo de una página blanca. CON LOS CINCO SENTIDOS Oír la hierba húmeda que crece entre tus muslos y sentir el olor de tu pelo como el oleaje del viento sobre tus hombros y besar tus labios prodigiosos en el corazón que palpita bajo tu vientre y hacerte ver estrellas en el firmamento de tu cuerpo cuando desnuda te abres como el mar en tu ventana, es amarte con los cinco sentidos.


EL ROJO Alejandra y yo éramos jóvenes y teníamos un sueño queríamos cambiar el mundo pero el mundo terminó por hacernos cambiar a nosotros y el color de los uniformes de campaña, los brazaletes de insignias alrededor del brazo y la boina bajo una melena al viento nos hacía sentir que éramos los elegidos los que íbamos a cambiar el mundo junto a otros hombres y mujeres que como nosotros tenían un sueño y cuando lo nostalgio recuerdo a ese argentino con rostro de nazareno crucificado y creo que teníamos toda la ternura y el coraje para que no se convirtieran en escombros los sueños que teníamos de cambiar el mundo que odiábamos. MADRES DE LA PLAZA DE MAYO Con los carteles de las fotografías de su hija o hijo desaparecidos bajo la dictadura con los pañuelos blancos agitados al viento bajo consignas, las banderas y las flores marchan las Madres de la Plaza de Mayo. Los asesinos se ríen bajo gafas oscuras y ellas, como las golondrinas, volverán cada verano como cada año, con los carteles de las fotografías de su hija o hijo desaparecidos con los pañuelos blancos agitados al viento bajo consignas, las banderas y las flores por la ternura que nunca olvida y por el castigo de los asesinos a marchar por la Plaza de Mayo.


POEMA PARA RECORDAR A GABRIEL GARCIA MARQUEZ EN CARTAGENA DE INDIAS Ella junto a mí y yo junto a ella caminábamos por las calles de Cartagena de Indias el mar nos abrazaba desde la orilla y resplandecía como un espejismo en el desierto las calles de piedra de la Inquisición tenían los árboles a la intemperie azotados por el viento y entramos, como tomados de la mano al Museo de Arte Moderno ella seguía caminando junto a mí y yo seguía caminando junto a ella mientras recorríamos mirando las fotografías en blanco y negro de /Ellen Reigner y allí, en la soledad del salón mirando estaba las fotografías y yo llevaba en mi mano “Bajo el signo de Ellen” su hermoso prólogo a las fotografías en el catálogo. Se quedó mirándome estuve mirándolo por un momento me le acerque y mientras estrechaba su gruesa mano de viejo marinero ella se había quedado mirando los niños que la miraban tristes desde las fotografías conversamos, por breve momento sobre el difícil arte de la escritura y luego se alejó mirando los cuadros de fotografías en la pared ella había llegado a mi lado y como tomados de la mano, salimos del /Museo. Afuera hacía mucho viento y el mar resplandecía como siempre y ella seguía caminando junto a mí y yo seguía caminando junto a ella por la carretera junto al mar de Bocagrande.


ANTIMADRIGAL Los poetas fueron expulsados de la República Adán y Eva fueron arrojados del Paraíso y el Ángel fue arrojado del cielo y convertido en Demonio. Arrojado de tu cuerpo el paraíso que no quisiste que tuviéramos en la tierra me convierto en el poeta que canta la memoria del día que fui arrojado del paraíso y el cielo de tu cuerpo. RITOS Las campanas de la iglesia de San Francisco doblan a misa de siete y una mujer enamorada se casa esa mañana de vestido blanco con un hombre de corbata gris cielo que la lleva del brazo y la besa en la boca con ternura a la salida en la puerta de la iglesia y cierra sus ensoñados ojos cuando le arrojan felices arroz y pétalos y en la tarde un hombre llega en un ataúd en hombros de un séquito de niños y mujeres llorosas vestidas de negro el cadáver yace entre los lirios encendidos y coronas de rosas rojas y su nombre grabado en una cinta morada. Llovizna mientras un hombre muerto y una mujer enamorada asisten a sus ritos.


LA LIBELULA La libélula entra por la ventana hasta el fondo de tu habitación y recibirás la visita de alguien que te extraña creen las mujeres que van a lavar a la orilla del Magdalena ese fluvial mundo mágico de presagios y designios que se extiende en sus orillas como los pescadores que arrojan su red al río desde la canoa inmóvil. Si una libélula entra a tu casa a mediodía es un buen augurio como la luna que ejerce un extraño poder sobre las cosechas y la lluvia. EPIGRAMA Como Diógenes que buscaba con su linterna al hombre sin saber que el hombre estaba detrás de su linterna así a sido el poema que buscabas entre las páginas de algún libro sin saber que el poeta siempre estuvo en ti cuando leías los poemas de ese célebre poeta de Alejandría. LA PAGINA BLANCA Como un asesino que vuelve al lugar del crimen y percibe los despojos de la víctima y el rastro de la sangre en la hierba los restos de un día de lluvia y la tierra revuelta junto a las huellas de la huida con dos o tres casquillos de bala indicio de los disparos en la noche o un puñal todavía sangrado hasta la /empuñadura y se aleja por la orilla de la calle con otros pasos para que no reconozcan


los pasos del asesino que estuvo esa noche empuñando un arma contra la víctima que esperó con fría paciencia en esa calle que todavía tiene el olor de la sangre uno vuelve a la página blanca.

CANCION I La música del flautista de Hamelin Los girasoles de Van Gogh La sonrisa de la Gioconda El barco ebrio de Rimbaud Las estaciones e Vivaldi Los ditirambos de Catulo Las golondrinas de Bécquer La isla de Robinson Crusoe La poética de Aristóteles La ceguera de Homero La luna en el río que vio Li Po El hilo infinito de Penélope El hilo infinito de Ariadna La constelación de Orión La paloma blanca de Picasso El teorema de Pitágoras El sueño de Chuang Tzu El río de Heráclito La desnudez de la Maja La locura de Artaud Los diálogos de Platón Las fábulas de Esopo La lira de Orfeo La rosa de Rilke Sean tus ojos como la pródiga eternidad de esas infinitas cosas. CANCION II Quiero erigir a la memoria esa tarde en que Sócrates bebió la cicuta paseándose entre los muros de la cárcel


el olor de la rosa que respiró Van Gogh mientras la dibujaba como una carta a Theo las cenizas de Juana de Arco en la hoguera en la plaza de Ruán ese hermoso prodigio de Confucio que no termino de celebrar: sé como el sándalo que perfuma el hacha que lo corta la mano que dibujó un bisonte en la cueva de Altamira herido por la flecha el río de Heráclito que fluye eterno como el tiempo esa noche en que el Quijote sueña a Cervantes que lo escribe en una celda en Argel para que tus ojos me recuerden como esas antiguas cosas que la memoria erige. CONSTELACION Se olfatean como felinos en celo y se oyen su propia respiración sus corazones palpitan aceleradamente al unísono en el galope y se lamen como cachorros recién paridos abrevan en sus cauces como una orquídea que se respira con una caída de rocío y se acarician con la yema de los dedos y los labios infinitos como una constelación.


EPIGRAMA Al existir tú en mí yo existo en ti como al existir yo en ti tú existe en mi y yo existo porque tú me piensas y tú existe porque yo te pienso pero tú al existir fuera de mí tú no existe y yo al existir fuera de ti yo no existo porque yo te hago existir cuando estas tú dentro de mí porque eres tú que me hace existir cuando yo estoy dentro de ti.

1852 El inmigrante alemán atraviesa el cañón del Chicamocha hasta las empedradas calles de un pueblo blanco perdido en las estribaciones de la cordillera. En las alforjas de las mulas trae vinos, telas y cerámicas de Alemania un viejo contrabandista de armas que ve los pájaros sobre la hacienda en Montebello. Por las ruinas de los estoraques cabalga viendo la tierra fértil como las mujeres y respira llovidos los árboles y los ríos como levanta topográficamente la cordillera abriendo caminos como muslos bordeados de piedras. Los caminos de Lengerke esa otra raya del tigre. AL LEER UN DICCIONARIO DE SUEÑOS El hombre es un dios cuando sueña. Hölderlin.

Soñar un abedul trae suerte con el alba, un buen


augurio, infortunio con un arroyo un barco en la niebla amenaza de peligro ser asesinado, larga vida un arco iris, reconciliación con adversarios, en un bar, tener un encuentro sin porvenir, un botón que uno ve, dinero, vanidad, con plumas de pavo real, un búho que oye graznar, pérdida, una cábala, el porvenir esta fijado con un insecto que mata fracaso, sexo con una mujer aflicción, un hechizo, volver a ver un viejo amigo. Soñar un ciervo, enemigo orgulloso, en la hierba que come, hará el ridículo con un palomar, ganancia en una isla, huida revelación de un secreto con un laberinto, inquietud bajo la luz nocturna con un jardín, jugar con fuego, con el viento noticias, vendimia una misión, con un vals episodio del pasado. Todo vuelve a los orígenes cuando sueñas y existes porque una mujer te ha soñado. BIENAVENTURADOS I Los que el águila devora contra la roca su hígado. Los que tejen el hilo de Penélope. Los que tienen un talón de Aquiles. Los vengados bajo la ley del Talión. Los justos como una pena de muerte. Los que toman el camino de Damasco. Los que deliran


con los girasoles. Los que emprenden su viaje a Itaca. Los que pasan por el ojo de una aguja. Los que entierran a sus muertos. Los parias errantes por los desiertos del mundo. ARBOL Árbol que estás en la tierra con los pájaros y frutas y flores sobre la hierba crecido a la orilla de la calle junto a los postes de la luz eléctrica, orinado por los perros y sombra de los dulces amantes llovido por la noche y amanecido con los cadáveres de las hojas bajo el susurro de su aire qué cálido escribir un poema como la música de sus pequeños pájaros azules. EN LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA El poeta es un solitario definitivamente un lobo estepario la poesía es su dulce condena padece la ternura como una enfermedad incurable y ama la palabra como a una hembra que desnuda entre la hierba pero no es un romántico degollado bajo la luna ni un bohemio ebrio por los lupanares ni un inspirado con los crepúsculos a lo sumo un discreto empleado de un banco o universidad pública la poesía no es un oficio para enamorar muchachas con rojos corazones atravesados por una flecha ni el poeta un soñador


la lucidez es su paranoia no es eso que tu piensas ni distinto ni superior ni un pequeño dios como diría Huidobro acaso un pequeño desadaptado que no hace parte del rebaño y por la poesía pone el corazón en el fuego el poeta es una metáfora de sí mismo. La poesía es la ternura de todas las cosas. WHITMAN En Luisiana ve crecer una encina y oye rumoroso el Missouri que fluye eterno como en Alabama la hembra del sinsonte y en los bosques de Dakota bajo un álamo se sienta a oír el canto de los pájaros y acaricia el lomo de un animal dormido en Tennesse como en Virginia en el lecho los muslos de un muchacho y como las cataratas del Niágara se canta a sí mismo en Kentucky y ve los navíos en Filadelfia anclados en el muelle como las gaviotas en lento vuelo sobre el mar de Boston en Illinois una mujer lo espera que mira correr en sus límites el Missisipi y en travesía a pie a Nueva Orleáns lee a Homero como ve llover en Michigan y en campos de batalla en Arkansas cura heridas de guerra como una noche en Brooklyn sueña a Paumanok y con su barba de hierba camina por una calle en Manhattan.


GENERACION Alguien pasa bajo mi ventana con la lluvia sobre sus hombros como un hombre que escribe en esta página tal vez un poema con su mano que se sumerge en un río, en la hierba entre papeles, en un cuerpo de mujer, que pasa con sus libros de poesía bajo el brazo su dosis personal como cocaína para un viaje por las estrellas y se alucina con historias de amor que inventa o vive y decanta haciéndola literatura. Alguien pasa creo que soy yo mismo el joven poeta de una generación que vivió sus mejores días entre tu cuerpo. MONALISSA Sonríe eterna sobre un fondo de aguas dormidas con las manos cruzadas en una misteriosa mirada. Su enigmática sonrisa perfecta a quién sonreirá qué mirarán sus ojos acaso un día lluvioso en Florencia en esa mañana en que posó para Da Vinci junto a la ventana con ese mismo cielo en el que ahora corren nubes en el lienzo sumergidas en un aura de perpetua dulzura en una pared del Louvre. BIBLIOTECA El hombre que en esta página escribe ahora un poema acaso habrá leído memorables libros de


su biblioteca como una aventura mágica por antiguos mundos que la memoria de la letra impresa graba eterna o acaso como un grato ocio que los griegos ya cultivaban en el enigma de conocerse a sí mismo allí están los prodigiosos volúmenes que después de leídos ya no fuimos los mismos como ese hombre que ahora los sostiene en su mano por el lomo abriendo sus hojas como un rumor de cipreses en el viento húmedo que siente en esa página abierta. DADIVA Acaso la poesía es ese don que te fue dado en la tierra aunque un hermoso poema sigas intentando escribir sabes que en una sola línea de un poema hay muchos años de oscura experiencia interior que urdir un verso que te redima en el mundo es un arduo ejercicio de la lucidez como saber que la belleza es ese cielo a donde también van los mortales como Safo en el antiguo cielo de Lesbos. EPIGRAMA En la sombra de la tarde resuena un río, esa metáfora de Heráclito, como un devenir a orilla de los sauces. NI EL PETALO DE UNA FLOR Ella la mujer que no ama, la que se abre de piernas en el lecho con el dedo


corazón entre su musgo la que se le hace la boca agua cuando ve bañarse a los enamorados en abrazos apasionados en la hierba la que duerme solitaria que dicen los griegos es la más triste la árida de corazón como un desierto la que no deshoja ni el pétalo de una flor, la que se reprime la virgen necia. Ella la mujer que no sueña, Dios se apiade de sus senos que se han de podrir sin haber hecho feliz a nadie. MANDAMIENTOS APOCRIFOS DE LA LEY DE LA POESIA 1. Amar la palabra por sobre todas las cosas. 2. No escribir en vano su sagrado nombre. 3. Poetizar la palabra en metáforas e imágenes. 4. Honrar lo onírico y lo real. 5. No plagiar. 6. No cometer actos impuros de constricción en poesía. 7. No hurtar versos ajenos. 8. No simular falsos sentimientos ni escribirlos. 9. No desear la poesía de tu prójimo. 10. No codiciar la fama. ATLANTICAMENTE AZUL Atlánticamente azul recuerdo la mañana que lo vi por primera vez. Se veía manso y diáfano.


No había gaviotas o alcatraces en su cielo. Junto a un bosque de edificios bajo el sol resplandecía como una lámina de aluminio o un banco de peces plateados. Lo vi desde la ventana perdido en la línea del horizonte. Un barco blanco anclado en sus aguas quietas humeaba en silencio. Sentí su rumoroso oleaje. Era el mar. NOCTURNO El rojo sol de los atardeceres sobre la ciudad de altos edificios de ventanas iluminadas bajo la niebla y la noche nocturno paisaje desde la niebla que piso en este lado de la ciudad asediada por las palomas la lluvia y los celajes. Tus ojos la miran como una ciudad de algún film violento y tierno que acecha en tu corazón como el galope de los caballos de la policía montada con un poco de miedo y frío la ciudad de los puentes y los faroles de luz amarilla encendidos a las seis de la tarde en la plaza donde las palomas y los vagabundos duermen en los muros de la catedral y los perros de la mendiga arrastran la ciudad bajo sus despojos.

ATLANTICA En Cartagena de Indias sentíamos el mar rodeándonos como el vientos


en una calle de verano bajo las palmeras estremecidas y todo el mar cabía en tus ojos como el lento vuelo de los alcatraces y los barcos anclados en la bahía caminamos descalzos por la arena y recogíamos caracoles y pececitos muertos de colores y tú sonreías en esa fotografía que te tomaba en Taganga en ese yate a orillas del mar y, en esa playa de espumosos oleajes respirábamos los atardeceres del Atlántico. EN LA HIERBA Su pelo disperso en la hierba bajo los olorosos eucaliptos y un hombre que con pequeños besos hace cerrar sus ojos azules como ese cielo que se abre por encima de sus hombros son ellos los eternos enamorados de las plazas y los parques que enternecen con su osadía a los transeúntes que miramos esos cuerpos arrojados en la hierba abrazados a la intemperie con la mano entre sus senos o sus muslos respirando por la piel como salamandras lejos y olvidados del mundo. POETICA Los poemas más hermosos del mundo no se escriben como un enamorado


ni como una inspiración la inspiración es una invención de los románticos los poemas más hermosos del mundo se escriben cuando uno mira en el fondo de sí mismo en complicidad con la vida como en un espejo mágico tú mismo eres la fuente maravillosa de la creación poética no pidas a la poesía lo que tú no eres ni escribe lo que finges ser o simules un estado del corazón que no te pertenece la poesía es ser tú mismo en comunión con los hombres y el continente de los sueños, escribe la vida que nace de la sonrisa de una muchacha o de ese cielo de sus ojos y crearás un universo. LA POESIA La poesía trabaja la calle como esa hembra en la penumbra están en la calle los seres más locos y las cosas más tiernas dignas de la poesía la calle es larga y fresca a veces peligrosa rodeada de árboles y oficinistas como en domingo de muchachas y ciclistas en la calle ocurren cosas extrañas bajo la luna la niebla ronda como un ladrón nocturno en las sombras esa zona de guerra donde la muerte trabaja criminalmente la calle es dura y violenta que llevas bajo un paraguas cuando llueve la poesía se cultiva


en la calle como una perenne flor de heliotropo y rumorosa muda de piel como serpientes bajo los puentes en la calle suceden cosas hermosas e increíbles como la poesía y el amor. KARL MARX En Tréveris nace un hombre que hace estremecer el mundo y su doctrina recorre Europa como un fantasma y los anarquistas, los utópicos y los gendarmes enfilan baterías y huye de Alemania en exilio bajo la niebla y en la Comuna de París ondea sus banderas rojas de la hoz y el martillo y sus pasos de filósofo escéptico lo llevan a un café donde Rimbaud permanece silencioso entre una neblina de humo presumiblemente a la caza de una metáfora, alucinado como años después en Abisinia a la caza de un antílope esa tarde llovía sobre París con una dulzura que recuerda los ojos de Jenny después de la lluvia o un verso de Heine de los tejedores de Silesia y el viejo Engels con su larga melena de legionario sonríe lúcidamente y beben un vino irlandés en memoria de sus causas y un poco ebrios abandonan el café y París que ha dejado de llover.


BRAM STOCKER El príncipe de la oscuridad duerme en un castillo en Transilvania en el lecho de un ataúd de un fondo púrpura la niebla baja espesa como el aullido de las hienas por los bosques donde como un murciélago un hombre cubierto con una capa negra sombrero de copa y guantes blancos arrea los caballos del carruaje que conduce raudo en la noche bajo una luna llena solitaria en un cielo aterradoramente azul y una rosa roja le gotea sangre en la solapa pálido como un lirio. El conde Drácula despierta de los sueños en la pavorosa imaginación de Bram Stocker como un nuevo terror de la noche. EPIGRAMA El viejo filósofo griego ensaya un aira para flauta antes de beber la cicuta que quiere aprender antes de morir como quiera que la muerte es un antiguo sofisma. CAVAFIS En Alejandría en la casa de la calle Cherif la infancia de un hombre recorre por patios y jardines como en Inglaterra su infancia recorre por la niebla y los faroles y en Constantinopla un muchacho mira los girasoles con ojos degollados


como en alguna calle de Grecia una mujer junto a los trigales recuerda verlo caminar por los alrededores de unas ruinas etruscas y el viejo emprende viaje a su Itaca eterna de la muerte y la poesía. CESARE PAVESE En Turín, el 27 de Agosto de 1959, un hombre sabe que va a morir y escribe la última línea de un diario que elucida como memoria desde el pasado invierno ha bebido un poco de vino fumado y esperado a una mujer que no ha venido mirando desde la ventana la niebla que lo deja turbio como atardecido con una mirada cansada en ese arduo verano de vivir con impasible rigor esa tarde vendrá la muerte y tendrá sus ojos abrumados. HÖRDERLIN En los laberintos de la locura lo visitan amigos entrañables y la primavera y reconoce los nombres de las rosas por el olor del viento e ignora la presencia de los forasteros.


EL POETA Con una vieja camisa leñadora hasta los puños llegó con su música de otra parte traía la noche los ebrios los ciegos y los locos la niebla traía como una bufanda alrededor del cuello los trenes pasaban por sus poemas como una muchacha que llevaba en su hombro y traía en el pecho la rosa como un bello florecimiento de la lucidez suicida traía los Cantos de Maldoror de Lautréamont bajo el brazo como un alucinógeno de los revelados y la poesía le salía bajo las solapas de la chaqueta como una mariposa. EPIGRAMA Los universos de la poesía no los busques por el mundo en un mar de trasatlánticos vuelve a la tierra de los orígenes donde caminas por los patios olorosos de la flor bebida por los colibríes y las muchachas el mundo es una aldea donde crecen los girasoles de Van Gogh. COMO UNA MARIPOSA AZUL EN TU HOMBRO Tu más hermosa poesía como la viva naturaleza del cielo y la tierra la poesía te sale al paso como una muchacha


bajo la luna y la llevas como una mariposa azul en tu hombro, como una flor roja en la solapa, como una estrella en tu boina es tu poesía como los caballos blancos que ves pastar en la hierba, como el colibrí que se bebe en aleteos la rosa en el aire como los flamencos rosados junto al lago inmóvil emerge toda la fauna y la flora desde tu ventana como en una sola línea de tu poesía cabe todo el universo, como en tus ojos toda la primavera del paisaje. DOCTRINA La poesía es un ejercicio de la lucidez como una herida abierta es un conjuro contra la muerte y es la mejor conjetura que uno pueda hacer de sí mismo es una coartada para creer en el amor /y otros espejismos es esa pequeña ceremonia de las palabras que se extienden como cuerpos blancos de mujer sobre la hierba y es como una geisha que es el reposo del guerrero.


INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR UN POEMA Mira la lluvia y esa mujer que camina por tu calle como si fueras tú quien va de la mano de esa mujer a tu lado bajo la lluvia que tu puedes asemejar a esa mariposa nocturna en busca de la luz o a ese viento seco de hojarasca en la niebla como en un film de horror o decir simplemente la lluvia que cae limpia como esa hoja en blanco en donde habrás de inclinarte como sobre una ventana abierta como muslos que se abre tan tierna a tu mano como ese dorso desnudo que no acaricias en vano y tú tendrás como un vidente ese instante visionario que debes atrapar en la palabra para escribir un poema. POESIA Consérvese en un lugar fresco, seco o lluvioso y al abrigo de la luz. Agítese bien antes de usarse en la palabra o en la sonrisa. Antiséptico y desinfectante bajo fórmula poética con licencia de distribución por los poetas. Aplicar una vez al día sobre la zona afectada luego de una rigurosa higiene.


Úsese por prescripción propia dosis que debe aumentarse o disminuirse de acuerdo a los síntomas. Antiséptico de uso tópico para lavado de heridas o infecciones menores de la piel. Evítese contacto directo con la luna o las flores. Usar dos cucharitas en medio vaso de agua o tomar pura. Se recomienda tomarla en la noche antes de acostarse o en la mañana después del desayuno. manténgase cerca del alcance de los niños. EL POETA Y LA CIUDAD El poeta como los buitres escarba en la carroña de las palabras. Con bufanda al cuello blue jeans y zapatos de gamuza sale a aspirar la ciudad por los poros y a retratarla con la memoria y llevarla en el corazón como la herida de un viejo amor o una cicatriz de arma blanca y mira los árboles y las palomas al vuelo de la tarde que le recuerdan escribir un poema bajo la lluvia porque es un solitario enamorado hasta de la caída de las hojas de los árboles y un eterno sentimental cuando ve los caballos pastando en la hierba y lleva como una flor en el ojal la ternura que trabaja a diario como una caja de herramientas de electricista


fuma a deshora y entre la multitud se adentra en el corazón de la ciudad. MADRIGAL Poesía es amarte sobre la hierba amorosamente bajo los árboles mirándome limpiamente en tus ojos tiernamente verte sonreír a la intemperie dulcemente cubrir el cielo de tu vientre atardecer en tus senos sobre mi pecho y volver a morir contigo eternamente. UN VIEJO POETA CIEGO Un viejo poeta ciego sueña con espejos y laberintos y desde entonces tiene las pesadillas de los espejos y los laberintos porque de niño vio en un grabado en acero impreso en un libro francés las siete maravillas del mundo como el laberinto de Creta y creyó que si tuviera una lupa podría ver por las grietas del grabado al Minotauro en el centro atroz del laberinto y a veces se ve reflejado en un espejo pero su rostro es una máscara y tiene miedo de descubrirse porque imagina su rostro desgarrado por la lepra el mal o algo más terrible que su imaginación pueda concebir y se sueña en una esquina


de Buenos Aires en Laprida o Balcarce tratando de encontrar su camino hacia un lugar de la tierra que pueden ser desfiladeros, ciénagas o junglas. TU Tú quisiste que abandonara la poesía por ti pero amaba la poesía de tu cuerpo como el mejor poema escrito a veces las mujeres creen que es inútil amar a los poetas que viven enamorados de la lluvia o los árboles, cuídate de amar a los poetas, decías, a tus años de amarlos en las páginas de algún libro pero no como a un hombre corriente y cotidiano en el lecho de tu casa con el corazón picoteado por los pájaros. SADE Los libertinos se reúnen en los castillos de los bosques bajo la lujuria de la luna en la voluptuosidad de los placeres de la carne y el vino los alucinógenos y las profanaciones el imperio del sexo en una tierna depravación de los sentidos y la flagelación en ceremonias satánicas que hacen del crimen una de las formas de las bellas artes y del amor una hermosa y dulce orgía fantástica como en esa alucinante perversión que es el imperio en los tiempos gloriosos de Calígula.


LA CASA I La casa es de ventanas de rejas plateada y un jardín donde crecen la palma y la rosa amarilla bajo los cables de alta tensión de los postes del alumbrado público y tiene un solar florido donde cuelgan al sol de las cuerdas de alambre los rosados brassieres y los blancos calzoncitos de inquilinas de paso y una tortuga camina sobre la hierba junto a los árboles frutales que sombrean familiar y tranquilamente y sobre la hojarasca un hombre viejo de paso lerdo y cansado orina contra el muro y siente el vértigo de los atardeceres mientras una mujer lava en la alberca y sirve a la mesa un almuerzo entre ensaladas de aguacate, cebolla y tomate y jugos de naranja que devoramos sobrinos y hermanos alrededor de los cuchillos y los tenedores. LA HIERBA PUBICA En el origen del vértice de sus muslos como tierno follaje nace la hierba púbica que alucina como amapola y conjura olorosa como una misteriosa flor nocturna acaríciala con mágica ternura y ámala con secreta dulzura que es ella la hierba púbica en donde aflora la rosa carnívora que hermosa devora como el cielo a la noche. LLOVIZNA Llovizna en la noche como entre tus blancos y puros muslos


abiertos como esa ventana bajo la ternura de tu pelo a la intemperie y eterna en la noche es una llovizna inerme y tenaz que como en tus ojos es un dulce sollozo como a veces esa triste sonrisa tuya de verano que se deshoja al viento como los lúcidos y públicos árboles del otoño y el rumor de la llovizna de tu cuerpo en la noche se confunde con el ruido de la llovizna sobre el tejado. HERACLITEANA Nadie hace el amor dos veces en el mismo cuerpo dulcemente desnudo revelado en lo más tierno de la noche fluye lentamente como un río y ya no es ese mismo cuerpo que amamos levemente después bajo el olvido.

MUCHACHA Tú no fuiste Sofía Loren ni aviso luminoso de neón ni símbolo sexual del celuloide ni fuiste una princesa de alguna historia del libro de las mil y una noches que espera un príncipe azul en un caballo blanco ni esa mujer que cantó un poeta célebre en epigramas o madrigales junto a los girasoles en Alejandría pero yo canto en tu homenaje por tus hermosos ojos y tu pelo cobrizo de hebrea muchacha que lava en la piedra junto al río pedregoso.


LOS NIÑOS En la acera de la calle los niños juegan a la rayuela y reír y saltar es el encanto feliz en esa inocencia lúcida míralos caminar de la mano de un hombre o una mujer por el parque público pisar las flores orinar junto a los árboles jugar fútbol sobre la hierba tirar piedras a las palomas paladear un helado de crema de vainilla y fresas mascar chiclets y hacer globitos cazar saltamontes en la red de la araña elevar la cometa de colores de larga cola pedalear la bicicleta a campo traviesa deslizarse por el tobogán míralos sin perder la ternura y piensa que también llevas un niño en tu pecho esos locos bajitos que canta Serrat. RETRATO A veces caminando de vuelta a casa me cruzo contigo y con un poco de nostalgia o dulzura pienso en ti la poesía se a convertido en tu mayor vicio o en tu mejor coartada y eres un hombre que pronto cumplirás treinta y cinco años y duermes, refugiadamente junto a una mujer desnuda


que te acaricia la barba y te sueña atardecida y al cinematógrafo vas a huir un poco del horror de lo cotidiano y te veo tranquilo y fluido como sobrellevas esa cosa vana y aviesa que es ser colombiano y no tienes remordimientos ni culpas, te dominas y vences el ansia los días y a ti mismo. Mayo, 1992. VIAJES El hombre no lleva su equipaje él es su propio equipaje y no viaja abordo por tierra, aire o agua el hombre viaja a bordo de sí mismo y en el fondo de su corazón lleva intacto el tenue olor de la lluvia o de la tarde polvorienta de los lugares de la tierra donde ha conocido el amor o el olvido de las mujeres y el coraje o la ruina de los hombres en ese viaje por el mundo de los libros que yacen bajo su lámpara junto al vino o su pipa añeja.

SOCIEDAD CONYUGAL El hombre viene a dormir sus tristes huesos de la noche en la casa de la calle del jardín de la rosa


y tira el periódico arrugado que lleva bajo el brazo como un atado de peces muertos en un viejo sofá que lo aguarda cotidiano y gris, y mientras corre la cortina como una lluvia y se quita el reloj los zapatos la camisa sudada una mujer franquea la puerta bajo llave y entra a dormir su feliz piel de amanecer en una habitación bajo el ventilador eléctrico y ella lo besa en la boca con dulzura como un oleaje la mujer del lunar junto a sus ojos y el hombre de la pequeña cicatriz en la ceja. EN LA CIUDAD BRUMOSA LOS PUENTES. En la ciudad brumosa de los puentes de las seis de la tarde acaso tú esperas por una palabra una moneda, un cuerpo mientras tú acaricias con manos arduas esos muslos blancos hambrientos como una hiena entretanto tu escribes un poema con el estruendo de la lluvia o los cadáveres de las mariposas bajo los árboles y acaso tú mientras bebes una cerveza helada /de la noche un hombre cae acribillado que ves en los periódicos pero das vuelta a la hoja porque la crónica roja te da náuseas y tú mientras camina algo nuevo nace bajo el sol o tú mientras duermes mucha agua


ha corrido bajo los puentes y así la vida es eso que se parece a todo lo demás.

ARTHUR RIMBAUD me creo en el infierno luego estoy en el. A. R.

Arhtur Rimbaud tendrá quince años y esta noche huirá de su casa a la que regresará como hijo prodigo por la miseria del mundo. En París unido a Paúl Verlaine escribirá poemas extraños y penetrantes de una sensualidad de adolescente vicioso bajo la sombra de Baudelaire su maestro maldito. En la cárcel de Mons Verlaine oye todavía los dos disparos de revólver que es su única defensa contra el abandono de Rimbaud que abandonará para siempre la poesía y se inscribirá como voluntario en el ejercito carlista para volver a la isla de Java y regresar a Europa como intérprete de un buque inglés que recorrerá nuevamente con una compañía de circo para visitar a Egipto y en la costa oriental de África traficar armas en Abisinia y enfermo morir en Marsella. Arthur Rimbaud habrá vivido su temporada en el infierno.


UN JOVEN POETA MODERNO Atardece y la lluvia que ves caer desde tu ventana te decide a escribir ese olvidado y viejo poema que te golpea en la memoria como el gemido de una bestia herida porque descifras que la única manera de acallar ese gemido de lástima es escribir ese obstinado e incisivo poema para que se restañe su herida y cicatrice en la memoria como sobre la hoja en blanco de ese libro o periódico que nunca habrás de leer por el sólo pudor de no leerte y reconocerte nuevamente en tus legítimas y necesarias palabras. EPIGRAMA Llovía sobre París una lluvia intensa y oblicua mientras César Vallejo moría un día que tenía en la memoria pero sólo para morir un poco en esa tarde.

LOS PROCERES Al pie de las erigidas estatuas las palomas levantan el vuelo donde se pudren las coronas de rosas de la brumosa retórica de los aniversarios y los niños juegan a su alrededor donde los enamorados se echan sobre la hierba como saurios en celo bajo el sol y los próceres que miran pacíficos desde sus caballos o de pie heridos por


la lluvia, ignoran el tiempo de infamia que los hace morir eternos. TU CUERPO BAJO PALABRA II Tu cuerpo es la palabra para escribir un poema, es memoria de la palabra como la palabra es memoria de tu cuerpo que escribe éste poema que tu cuerpo en mi mano acaricia como en mi palabra escribe sobre esta página en blanco como tu cuerpo. TESTAMENTO I Dejo mi calle dorsal del viento en la que se acuñó una tarde dura de roer y en la que vi caballos sobre tranquilos pastos mi ventana por la que nunca vi el mar pero un mundo se me desbordó sobre le bosque de mi palabra un sueño que ahora es humo blanco que en otro tiempo era fuego tenue pero el amor nunca se hizo cenizas y hasta la desembocadura de mi página blanca descendió como un río el violento oleaje de su cuerpo abiertamente desnudo.


TESTAMENTO II Dejo mi sombra que se marchita a mediodía a la intemperie una lluvia interminable que moja hasta los huesos que a veces llueve en mi patio como se deshoja lentamente un árbol mi lámpara que como vigía en la noche era un faro en océanos donde levé anclas una madrugada donde yací junto a una mujer desnuda olorosa a río recién llovido mi máquina que como un tren que desde la ventana vi la ciudad atardecida recorrió estaciones donde caía dulcemente violenta la noche o la lluvia que abría mi pecho a destajo. MUJERES DE BELLO DESNUDAJE Ah, esas mujeres de bello desnudaje que van lindamente vestidas y tiernamente desnudas por dentro con su delicado encanto femenino de su cintura de media luna con esa manera de caminar limpiamente por la calle infringiendo la ternura que a veces detiene el tráfico o el reloj de la catedral con sus senos maduros y sus ojos con esa mirada tierna que tienen como cuando hacen el amor con su pelo amorosamente que cae como lluvia sobre sus hombros y sus labios carnosos y rojos como en donde crece bajo su falda la hierba hasta donde se erigen sus muslos blancos de otoño.


Ah, esas mujeres que lucen esa fresca y dulce fruta de su sonrisa. LLUVIA Llueve sobre mojado en la noche abierta como los muslos de una mujer desnuda que respira a mi lado como aleteos de alcatraces en vuelo sobre árboles migratorios con viento como oleajes de arrecifes sobre el tejado y llueve con cierto desaliño con un discreto y tierno deseo como una blusa de mujer entreabierta que descubre el nacimiento de sus senos y oír su tableteo metálico en la noche que cae en un viejo patio o en una pobre callecita es como una oda o una elegía. ELLA Ella es como la dulzura de la lluvia y sobre sus hombros cae la tarde como su pelo que se llovizna como los árboles que se estremecen como sus senos por el viento y un cielo de invierno se despeja en sus ojos como su sonrisa roja y abierta que con esa otra sonrisa entre sus muslos blancos y tersos ella hace lúcida la tarde con sólo mirarla.


EPIGRAMA Tu cuerpo es como el río de Heráclito. LUNA LLENA En noches de luna llena locos furiosos aúllan como lobos y como vaho de animal felino la noche olfatea en los muros en una ciudad de adioses y homicidios y los poetas escriben como poseídos en un culto a la palabra como a un diabólico dios de hechizos y niebla y un rumor de silencios y vientos como pasos de hombres de armas blancas que hacen crujir el follaje que como pájaros muertos yacen bajo los árboles acecha en los tejados donde gatos negros aúllan estrepitosamente y riñen a pequeños zarpazos y los amantes clandestinos apasionadamente como serpientes que se aparean a orillas de los arroyos en carne viva en hoteles sin estrellas se calcinan como arenas de desierto.

EL CABALLERO HIDALGO En un lugar de la Mancha un Caballero de Triste Figura que cabalga en Rocinante caballo del loco escudero y alucinado por lecturas de libros de caballería soñó en una prisión en Argel a un ilustre hombre llamado Miguel de Cervantes Saavedra nacido en Alcalá de Henares que había perdido un brazo en la batalla de Lepanto


y hecho prisionero por piratas sufrido cautiverio y, aficionado a la poesía se había iniciado en el arte de las letras y comenzado a escribir un día la historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en un lugar donde un Caballero de Triste Figura creyéndolos ejércitos enemigos, peleaba contra molinos de viento. UN MUNDO NUEVO A veces en la poesía escribes ese mundo que arriesgas en un verso porque vivir es el riesgo de los puros y haces de la poesía en desarraigo ese mundo nuevo y libre que querrías para los hombres porque ese mundo que escribes no es ese mismo mundo que odias y que te toca vivir a mansalva pero que encaras como el olvido o la muerte.

EL POETA CAMINA BAJO LA LLUVIA En la dulzura de la noche el poeta se desvela por escribir este terrible y hermoso poema donde la lluvia de fondo en la ventana arrulla como las palomas en el patio sus amorosas y lúcidas palabras del mundo que crea a sus sueños y el poeta camina bajo la lluvia como bajo la palabra que le revela el mundo maravilloso y dolorido


y es piedra de escándalo para los oficiantes de la palabra por su terrible y dulce hermosura y él duerme tranquilo de haber revelado el mundo que como la hojarasca que yace bajo los árboles arrastrará el viento en cualquier tarde del mundo. DEFENSA DE LA POESIA * Defender la poesía como una alegría defenderla de la rima y de la ruina de los estupefacientes y exilio de la adulación y el delirio. Defender la poesía como una libertad defenderla de la delación y la soledad de las prisiones y de la bohemia de la traición y de la codicia. Defender la poesía como una dignidad defenderla de la élite y de la abyección de los usureros y la inspiración del ángelus y de la consigna. Defender la poesía como una pasión defenderla de la moda y los ídolos de los románticos y los horóscopos del suicidio y de las academias. Defender la poesía como una convicción defenderla de la castidad y el lujo de los talismanes y los secuaces de los códigos y de los cosméticos. Defender la poesía como un himno defenderla de la oferta y la demanda de los contratos y las venéreas de los impuestos y de la egolatría y también de la poesía como contribución para la incitación a la vida. *Paráfrasis del poema “Defensa de la Alegría”. Mario Benedetti. Cotidianas. Editorial Siglo XXI, 1979.


EPIGRAMA Dijo Nietzsche que el hombre debe ser superado y concibió el superhombre como ideal filosófico del hombre y el superhombre era él más allá del bien y del mal. GUEVARA FUMA EN MI CUARTO Junto a su fusil de amor y guerra con su boina serena y su estrellita brillante de comandante con un brazo enyesado mientras fuma un habano en Santa Clara diciembre de 1958 en la fotografía donde lee un informe político una carta o quizás un poema de amor de Neruda. EPIGRAMA Sobre esta tumba vienes a llorar y traes una rosa y un recuerdo y su vivo retrato que sigues amando pero no sabes que vienes a llorar en vano por que tú no has muerto y miras de pie una tumba que no es la tuya pero que ya llorarás en la hierba sobre la tuya propia. EPIGRAMA En un cuadro de Van Gogh hay un hombre con una venda en una oreja mutilada es el hombre que años después se asesinó a sí mismo y en la violenta ternura de sus óleos desbordó su corazón en delirio.


A ORILLAS DE TU CUERPO A orillas de tu cuerpo como a orillas del Mediterráneo miro al horizonte donde parecen estrecharse mar y cielo y arrojo anclas en tu bahía. En el reino de tu cuerpo descubro el paraíso terrenal y eres territorio libre cultivado de semen y hierba y nunca cuerpo alguno fue tan fértil cuando desnuda eres la tierra prometida. MONTE DE VENUS En tu monte de Venus crece una hierba tierna olorosa a lluvia que irrigo en el origen de tu cuerpo y tu vientre originario a orillas de la dulzura se nutre de la savia que germina la raíz de tu orquídea negra junto al corazón que en la memoria contiene el recuerdo y el olvido. LA TIERNA HERIDA Te palpita como un corazón la tierna herida que nunca cicatriza y esbozas una sonrisa que te redime y mientras tus ojos te delatan sueñas a la mujer que ya eres tu cuerpo que ya no puedes destinar al olvido porque no te da tregua la tierna herida.


MADRIGAL Al oleaje del viento y el deseo en su pelo y en su cuerpo ese fino taconear y caminar de venada ese aletear de falda de verano y labios rojos ni en su dulce pequeña muerte es la poesía pero se le parece. MADRIGAL En la floración es más bella la rosa en la desfloración más bella es la mujer. En la floración se hace rosa en la desfloración se hace mujer. CENIT Se me hizo tarde la tarde en esta tarde que estuve sin mí y llueve con ternura y soledad cerca de la ventana herida por donde alguien pasa y quien puede ser uno mismo como un asesino volviendo al lugar del crimen pero es tan sólo la ciudad y la calle del hombre que vuelve por sus pasos.


DIARIO I Hoy me he olvidado de mí y me he dejado ir sin decirme nada ni adiós ni suerte ni gracias y este dulcísimo invierno revolotea como mariposa o llovizna sobre abril y me duele, esta tarde como nunca, en el corazón mientras me espero en calles y habitaciones bajo la devastadora soledad de los árboles y la lluvia mientras vivo entre espejos y retratos. Hoy me he olvidado de mí y me duele, esta tarde como nunca, en el corazón. DESPOJOS MORTALES El auto mortuorio de lujo por las calles de la ciudad lleva los despojos mortales y detrás su séquito de adoradores de cadáveres e ídolos de barro. Hombres y mujeres de negro y sollozos que llevan lágrimas y coronas de flores a la tumba de quien fuera su ser amado porque la muerte extingue los odios. ARTE POETICA II Para escribir un poema cualquier palabra es bella si la trenzas con un amor un río, un cuerpo, si es una palabra que como de un charco de sangre también le nacen rosas y tiene un sonido, cuando la


nombras como de vidrios rotos o de besos si entrelazándola declara hermosura y tiene nombre de mujer país o planta marina. Digo que para escribir un poema cualquier palabra es bella si afilada como cuchillo y espiga y mezclada pólvora y hierro entrega al mundo como desde un vientre el canto fraternal de los poetas. EPIGRAMA De tarde, entre las horas mientras miro por la ventana y ella, desnuda, me mira mirar la lluvia sobre el tejado y el asfalto, el tiempo impunemente me golpea en la frente y te destino. Octubre se echa a volar como una bandada de alcatraces. HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MAS Hoy me gusta la vida mucho menos. César Vallejo.

Hoy me gusta la vida mucho más como me gustas vos, el vino y el mar el olor de las frutas y de mujer y ser un transeúnte sin edad. Me gusta mi país que odio y canto tu mano en mi frente y a veces ser feliz sin motivo. Hoy me gusta la vida mucho más como me gustan los besos, las rosas y la lluvia entrañablemente creer en lo que quiero y dormir junto a un cuerpo que sueña. Me gusta el silencio cuando es un silencio cómplice tu pelo golpeándote los hombros y dejar cosas al azar.


EN UN LUGAR DE TU CUERPO En un lugar de tu cuerpo de cuyo nombre quiero acordarme donde se mezclan lo más dulce y fértil de tu cuerpo hay una sonrisa vertical a descifrar como al mirarte sobre un estanque de agua clara donde me sonríes desde el fondo de ese cielo de agua y brotará como primavera tu cuerpo que recuerda. Cuando hundas los pómulos en la almohada y los senos desnudos entre las sábanas blancas sin flores y ni el viento ni el sol te roce en la boca y el pelo y te duermas con sueños, tu retrato junto a tu lecho a la cacería de tu sueño tocará fondo en la memoria.

ARTE EROTICA Sobre tu cuerpo este cuerpo te redime y extiende su mano y su corazón hasta el palpitante vértice de tu cuerpo y entre tu pelo rubio revuelto precipitándose como agua de cascada disperso sobre mi pecho y tu oloroso cuerpo desnudo a mujer tiembla como una hoja golpeada por la lluvia alrededor de tu vientre y tu ofrenda el corazón como un reloj legitima las horas y éste poema se queda cautivo en tu cuerpo en la consagración de la palabra como tu huella digital.


EPIGRAMA Entre un eclipse de sol y un eclipse de luna el universo de tu cuerpo crea el día y la noche. EPIGRAMA Ni madrigales, ni epigramas ni versos libres te conmueven tanto como éste cuerpo que también te inmortaliza.

EPIGRAMA Bajo el claro cielo de tu vientre que sueña o extraña encantas y seduces como el poder de la palabra. LUGARES Si hay lugares estrictamente tristes y que dejan el corazón lluvioso como unos ojos remojados en lágrimas son los hospitales, los orfelinatos las iglesias, los cementerios y las cárceles. Me deprimen el olor a rosas muertas como de funerales de los cementerios, el silencio podrido de las iglesias en días ordinarios a donde van las gentes a humillarse las paredes ciegas y los barrotes de hierros oxidados de las cárceles, las ropas remendadas y el pelo cortado como a cuchillo de los niños de los orfelinatos las heridas abiertas a muerte y los


algodones en sangre de los hospitales. A veces son lugares que afligen con tan sólo nombrarlos o mirarlos desde afuera mientras se va a pie o en auto feliz o pensativo. A CUERPOS ABIERTOS Al reincidir en toda la extensión franca de tu cuerpo como el oleaje del mar hacia la playa como el viento inclinando los trigales en abril como un rayo de sol brindándose a una tarde limpia a vivirlo y a amarlo en su espíritu y en su carne se desbordan los cuerpos abiertos en el tiempo y dócil oficio de los cuerpos desnudos. A LA INTEMPERIE A veces la vida nos sucede tan de repente como una muerte natural y con el cariño a la intemperie se amanece a vivir con el corazón disperso por los lugares y las cosas y junto a la vida como alrededor del fuego entre las rocas arde lo tierno, lo seco, lo puro y también quedan cenizas y humo si no que son algunos amores los adioses, el tiempo. LOS MUERTOS NUESTROS Los muertos nuestros enterrados con los ojos secos o llorosos con los puños


cerrados y el corazón doloroso sin rosas sobre la tumba o sin tumbas sin himnos y sin banderas izadas a media asta nuestro mejor homenaje es no dejarlos morir que nuestros muertos sean también otra trinchera.

HAY UN LUGAR EN EL MUNDO Hay un lugar en el mundo. Pedro Mir

Hay un lugar en el mundo donde los niños no tienen patria ni tienen patria las mujeres ni tienen patria los hombres y se levantan las banderas y las armas los niños las mujeres los hombres para que los niños sean niños para que las mujeres sean mujeres para que los hombres sean hombres. Hay un lugar en el mundo donde las banderas no tienen patria ni tienen patria los himnos ni tienen patria los laureles y se levantan las banderas y las armas los himnos los laureles para que las banderas sean banderas para que los himnos sean himnos para que los laureles sean laureles. Los niños palestinos no tienen infancia y pelean por una patria.


ENTRE LA LLUVIA y te vi llegar entre la lluvia y la tarde y traías el pelo suelto y mojado y la mirada dulce y el corazón en ristre y maduros y abrigados los senos debajo de tu blusa a franjas y en paz contigo y lúcida y serena y te vi llegar entre la lluvia y la tarde, inédita, ensoñadora y lírica y ahora que el bronceado verano de octubre se ha refugiado como un prófugo en esta tarde, tarde tarde te he visto de nuevo venir entre la lluvia y la tarde que tus ojos conocieron como un presagio de las cosas que en la memoria estaban por venir. PARA NOMBRARTE Mi corazón apretado de silencios y presagios también te nombra te nombran mis manos pensativas que conocen el silencio de tu cuerpo te nombran mis ojos que te miran con asombro mis manos clandestinas te escriben un poema también para nombrarte. ESTA TARDE Justamente, esta tarde pensaba ir a verte llevarte mi abrazo último y besarte con amor y darte a conocer mi alegría


de volver a verte y decirte te amo pero ya que te encuentro esta tarde, podrĂ­amos caminar y hablar y abrazarte y besarte con amor y darte a conocer mi alegrĂ­a de volver a verte y decirte te amo como justamente, esta tarde que pensaba ir a verte.


EPILOGO

LOS GIRASOLES DE VAN GOGH

Por José Ortega Moreno Antonio Acevedo ha querido que esta noche diga unas cuantas palabras con motivo del lanzamiento de su libro, Los girasoles de Van Gogh , libro que agrupa una serie de poemas escritos en diferentes épocas, a partir de 1980. Cómo negarme a ello, si además de ser Antonio, uno de los escritores que se está abriendo campo en un ambiente, como el nuestro, a veces hostil para las letras. El título de su libro me recuerda de una manera por demás nostálgica, la vida de aquel famoso pintor holandés, que en un día soleado de julio, se disparó en el pecho, ante el asombro de los girasoles y los trigos amarillos de la campiña francesa. La angustia y la desesperación lo acompañaron siempre. Allá en el viejo cementerio de Auvers, reposa ahora, junto a su gran amigo y querido hermano Theo,, en medio del silencio de los atardeceres. De seguro, más allá de la noche, habrá muchos jardines sembrados de girasoles por donde él estará caminando, conmovido por alegría de los colores. Y las semillas de esos girasoles son las que Antonio Acevedo ha traído para hacer que germinen y florezcan en las páginas de su libro. El mismo lo dice: " El mundo es una aldea donde crecen los girasoles de Van Gogh,” y donde un muchacho, tal vez, él mismo, "los mira con ojos degollados ". Y ahí está presente un Rimbaud, aquel joven alucinado que un día escribió que el poeta se hace vidente mediante un largo y razonado desorden de los sentidos. Y ese desorden razonado fue el que lo llevó a vivir una verdadera temporada en el infierno. En el prólogo de su obra, Antonio nos dice que la vida lo ha llevado a escribir una poesía autobiográfica. Puede que sea cierto de alguna manera. Pero lo que si se nota es que es una poesía de viajes, de viajes a través de los libros. Viajamos por los libros como lo hacemos por las ciudades y los caminos. Hacer poesía narrativa no es nada fácil, porque la anécdota y la acción avasallan las transparencias estéticas. El libro es variado en temas y contenidos, donde existe un predominio del dejo urbano, matizado constantemente por alusiones a artistas y filósofos de nacionalidades y escuelas diferentes . Temáticamente la obra se diversifica pero mantiene una unidad de estilo inconfundible. Y eso es bueno, bueno que los escritores no se contagien, para bien de la poesía y de su obra. Cómo no recordar a Ernesto Cardenal, aquel hombre que se hizo sacerdote en el seminario de Antioquia y luego viajó a su querida Nicaragua con su maleta llena de poemas, llenando a toda Centroamérica de numerosos seguidores, que se dieron a la tarea de hacer una poesía escueta y en ocasiones burda y descuidada, aspectos que los fueron alejando de la


auténtica poesía universal. Tal vez el carácter de sacerdote limitó a Ernesto Cardenal para emitir un manifiesto revolucionario y crear un gran movimiento que, aunque lo hubo, no tuvo las directrices filosóficas ni literarias, a semejanza de los surrealistas franceses, limitándose sólo a ver un ejército de personajes, de escritores que se dedicaron a imitar al maestro. Ahora, escritores de estos mismos países nos están señalando nuevos rumbos. Pero se están viendo avasallados por el prosaísmo, aspecto que le ha hecho y le sigue haciendo mucho daño a la poesía a nivel internacional. En Antioquia se ha venido desarrollando un estilo de poesía con tendencias muy marcadas, bajo la tutela de Juan Manuel Roca y un algo de Darío Jaramillo Agùdelo. Así lo demuestran los textos de los premios de la universidad de Antioquia en los últimos diez años . Ningún estilo es bueno o es malo, o mejor o peor que otro. Todo depende del ambiente cultural en el cual se desarrolle y de la forma como un escritor lo maneje, haciendo que el poema se convierta en una verdadera obra de arte. El manejo rítmico que Antonio hace del verso, matizándolo con los pespuntes líricos y la atmósfera filosófica latente en muchos de sus poemas, no recuerda el desarrollo y sobre todo el remate de un silogismo que como un riachuelo corre bajo la sombra de los algarrobos, en estas tierras de coléricas mocedades. " como quiera que la muerte es un antiguo sofisma " dice Antonio Acevedo, o "sino que son algunos amores, los adioses, el tiempo. " o porque en la vida: los vagabundos duermen en los muros de la catedral y los perros de la mendiga arrastran la ciudad bajo sus despojos Nada hay nuevo bajo el sol. Trabajamos con las mismas cosas que nos fueron dadas, porque el fin primordial del artista, no es el de crear algo de la nada, sino el de corregir las cosas que le quedaron mal hechas a Dios. Antonio utiliza un manejo del verso un poco suelto, dejando de lado, casi en su totalidad la puntuación, a veces unas pequeñas comas, en las que la lectura de los versos, el lector puede considerar innecesarias. Veamos cómo se desarrolla su estilo: Por las ruinas de los estoraques cabalga viendo la tierra fértil como las mujeres y respira llovidos los árboles y los ríos como levanta topográficamente la cordillera abriendo caminos como muslos bordeados de piedras. Detengámonos a mirar cómo la imaginación prevalece y con mucha creatividad se saca un texto que aparentemente puede considerarse como


prosa poética. Este texto es del poeta francés Jacques Prévert y nos indica la manera de hacer el retrato de un pájaro: Pintar primero una jaula con la puerta abierta pintar después algo gracioso algo simple algo hermoso algo útil para el pájaro apoyar después la tela contra un árbol en un jardín en un montecillo o en un bosque esconderse tras el árbol sin decir palabra sin moverse. A veces el pájaro aparece al instante pero puede tardar años antes de decidirse. No desalentarse esperar esperar si es necesario durante años la prontitud o la demora en la llegada del pájaro no guarda relación con la calidad del cuadro. Cuando el pájaro aparece si aparece observar el más profundo silencio aguardar a que el pájaro entre en la jaula y una vez haya entrado cerrar suavemente la puerta con el pincel después borrar de uno en uno todos los barrotes con cuidado de no rozar siquiera las plumas del pájaro. Reproducir después el árbol cuya más bella rama se reservará para el pájaro pintar también el verde follaje y la frescura del viento el polvillo del sol y el zumbido de los bichos en la hierba en el calor del verano y después esperar que el pájaro se decida a cantar. Si el pájaro no canta mala señal señal de que el cuadro es malo


pero si canta es buena señal señal de que podéis firmar. Entonces arrancadle suavemente una pluma al pájaro y poned vuestro nombre en un ángulo del cuadro. El poeta japonés Sakutaro Jaguiwara nos entrega este otro texto maravilloso, el pulpo que no murió: Un pulpo que agonizaba de hambre fue encerrado en un acuario por muchísimo tiempo. Una pálida luz se filtraba a través del vidrio y se difundía tristemente en la arena densa de una roca. Todo el mundo se olvido de este lóbrego acuario. Era de suponerse que el pulpo debía estar muerto y sólo podía verse el agua podrida iluminada apenas por la luz del crepúsculo. Pero el pulpo no había muerto. Permanecía escondido detrás de la roca. Y cuando despertó de su sueño tuvo que sufrir hambre terrible día tras día en esa prisión solitaria, pues no había carnada alguna ni comida para él. Empezó por comerse entonces sus propios tentáculos. Primero uno, después otro. Cuando ya no tenía tentáculo, empezó a devorar poco a poco sus entrañas, una parte tras otra. En esta forma el pulpo terminó comiéndose todo su cuerpo, su piel, su cerebro, su estómago, absolutamente todo. Una mañana llegó un celador, miró dentro del acuario y sólo vio el agua sombría y las algas ondulantes. El pulpo había virtualmente desaparecido. Pero el pulpo no había muerto .Aún estaba vivo en ese acuario mustio y abandonado. Por espacio de siglos, tal vez eternamente, continuará viviendo allí, una criatura invisible, presa de una horrenda escasez y una gran insatisfacción. Nótese la imagen creada en el subfondo de las palabras y la aguda denuncia ante la injusticia perpetrada por el hombre. Un destello lírico ilumina en parte la obra de Antonio Acevedo: Entre un eclipse de sol y un eclipse de luna el universo de tu cuerpo crea el día y la noche. o como cuando sintetizando hayamos esta idea: en la floración la rosa se hace rosa en la desfloración la mujer se hace mujer.


La poesía no puede nacer de un simple arrebato por parte de alguien que desea, de la noche a la mañana, convertirse en escritor. La poesía es el resultado no sólo de una actitud, sino también del desarrollo de muchos sueños, de muchas lecturas, de muchas vivencias, de un trabajo continuo y serio a través de los años, de un ejercicio prolongado en el manejo de la palabra. Un buen poeta debe aprender a manejar todos los esquemas para luego crear un estilo propio. Dalí decía: aprende a pintar como los grandes maestros y después podrás hacer todo lo que quieras. Es importante aprender a establecer linderos entre la poesía y la prosa. Aunque la belleza puede campear en ambas, la poesía desarrolla elementos más sofisticados, donde predomina el ritmo, las pausas, los acentos, las estrofas, elementos que le dan al verso una musicalidad especial que es al fin de cuentas la que le da el tono al poema, y entonces surgen las imágenes, los caballeros, los fantasmas, las doncellas, las rudas batallas, los amores. Y él se transforma: EL POETA Con una vieja camisa leñadora hasta los puños llegó con su música de otra parte traía la noche los ebrios los ciegos y los locos la niebla traía como una bufanda alrededor del cuello los trenes pasaban por sus poemas como una muchacha que llevaba en su hombro y traía en el pecho la rosa como un bello florecimiento de la lucidez suicida traía los Cantos de Maldoror de Lautréamont bajo el brazo como un alucinógeno de los revelados y la poesía le salía bajo las solapas de la chaqueta como una mariposa. El maestro Jorge Luis Borges, en el prólogo de su libro, La Cifra, dice lo siguiente: "El ejercicio de la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones, a no merecer hallazgos. Al cabo de los años, he comprendido que me está vedado ensayar la cadencia mágica, la curiosa metáfora, la interjección, la obra


sabiamente gobernada o de largo aliento. Mi suerte es lo que suele denominarse poesía intelectual ". En Antonio Acevedo existe una tendencia hacia la ensoñación interna, entendida esta como un deseo de caminar sobre las calles y sitios amorosamente consentidos, como un desplazamiento por el tiempo, para rescatar para nuestro corazón aquellos momentos inolvidables que nos hacen sentir de nuevo, el golpe de las gotas de lluvia sobre el rostro, el olor de la hierba, los pájaros, el viento, o como un navegar con la brisa, al mirar los ojos azules de una mujer hermosa. Un algo de nostalgia deambula por sus versos. Bocagrande, los puentes de la ciudad, las páginas de un libro. Sus pies están más pegados a las calles de su tierra natal que su espíritu al aire que ronda por las naves de los templos, de los templos atiborrados de cirios y de dioses. Antiguamente nos hicieron creer que hacer poesía era lo mismo que hacer versos rimados y medidos. La métrica y la rima no son poesía, son medios para llegar a ella. Pero estos dos aspectos entraban la idea. Por atender a una rima sonora, se pierde la significación del verso. Sabemos que hay pájaros que cantan bellamente dentro de las jaulas, pero el poeta canta mejor al aire libre, a la orilla de un río, o entre los árboles de un bosque. Existe una corriente llevadora de palabras que va creando ante ciertas situaciones, algunas imágenes que aunque no visibles en el de texto, si van apareciendo en la mente del lector. De un lugar indefinido y que persiste a la luz de nuestros sueños, nace una corriente en nuestra sangre, una fuerza que camina y transforma las ideas en palabras. El poeta utiliza aquellas sensaciones surgidas de su interrelación con la naturaleza, los animales y las cosas, como también con la de sus semejantes, y las revierte en símbolos que surgen sobre la superficie de los versos. El poeta debe crear un verso que traspase la fronteras de lo vulgar y de lo común y corriente. Debe evitar el aplauso fácil. Debe aprender a mirar hacia dentro. En la sana autocrítica está el camino abierto para un buen escritor. Louis Aragón decía: " Si escribís, siguiendo el método surrealista, tristes pendejadas, esas serán sin atenuantes y para siempre, tristes pendejadas ". El sueño es el elemento más importante en la vida del hombre. Porque el hombre al fin y al cabo está hecho de sueños. El sueño es el camino más fácil para hacer conexión con ese mundo espiritual que reside más allá de nosotros, y que inconscientemente visitamos sin recordar después sus calles ni sus gentes. Pero lo que es importante en el artista, es la renovación de esa energía creadora, manifiesta en toda su obra. Soñamos para renovarnos, no para huir de la realidad, que en ocasiones se convierte en el fantasma de nuestros mismos sueños. El camino es largo y es conveniente aclarar el horizonte. Para saber lo que tenemos, es necesario leer a nuestros escritores. Leyendo a sus poetas se puede conocer el alma de un pueblo. La poesía es como el buen vino. Debe saborearse lentamente. Un buen lector de poesía debe leer los versos varias veces para descubrir los ríos que navegan en los sueños. La poesía es el camino que tenemos los seres para asistir al descubrimiento


espiritual del hombre. Cuando todos los hombres descubran la poesía, el mundo se llenará de paz. La ruina del hombre actual es su falta de sensibilidad. La ausencia de sentimientos. Notarán porqué en reiteradas ocasiones me he acercado a la palabra “surrealismo.”. Antonio Acevedo define la poesía de una manera muy particular. Veamos: POESIA Consérvese en un lugar fresco, seco o lluvioso y al abrigo de la luz Agítese bien antes de usarse en la palabra o en la sonrisa Antiséptico y desinfectante bajo fórmula poética con licencia de distribución por los poetas Aplicar una vez al día sobre la zona afectada luego de una rigurosa higiene Úsese por prescripción propia dosis que debe aumentarse o disminuirse de acuerdo con los síntomas Antiséptico de uso tópico para lavado de heridas o infecciones menores de la piel Evítese contacto directo con la luna o las flores Usar dos cucharitas en medio vaso de agua o tomar pura Se recomienda tomarla en la noche antes de acostarse o en la mañana después del desayuno manténgase cerca del alcance de los niños. De seguro ustedes sabrán hallar muchas cosas importantes en lo girasoles de Van Gogh. No quiero arruinar sus expectativas. Los invito a leer la obra de Antonio Acevedo Linares. Gracias por venir y acompañarnos en este encuentro con la poesía.

Palabras en el lanzamiento de Los girasoles de Van Gogh, Instituto Municipal de Cultura, 2000.


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