¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Page 1



¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

ADVERTENCIA AL LECTOR

Anónimo lector: Si has abierto este libro, ya es un mérito que agradecer te debo, pero también te digo -para serte sinceroque no estás obligado a acabar su lectura y, si por un azar fueses jurado de prestigioso premio, para el que un buen amigo también se presentara, -poeta reconocido, arriesgado editory cayera en tus manos este anodino grupo de versitos hechos con ilusión y notable impericia, no pierdas más el tiempo. Es mejor –te lo advierto- que no sigas. Seguro que hay más obras -y no lo digo, no, por el amigocon méritos mayores que la mía para ser las premiadas,

2


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

agotar su edición y rendir dividendos o pagar con favores a corto o medio plazo. Te lo digo otra vez y ya no lo repito porque eres adulto y sabes lo que haces y lo que no conviene: Aparta de tus ojos los ripios que a esto siguen y apuesta a lo seguro. Caballos ganadores hay en todas las cuadras. Yo sólo soy un mulo con muchas mataduras.

3


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Para empezar

4


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Echo gasolina a mi poesía…. Fernando Zamora

5


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

¡Qué tonto eres!. Te proclamas poeta y tu barriga de hombre acomodado lo desmiente.

No tienes una amante clandestina y dulcísima a la que dedicar tus madrigales.

Te estás quedando calvo y no hay poetas calvos, ¿qué sería de las Musas, tan rubias con sus rizos al viento?: no querrían saber nada de ti.

Sin duda eres buen padre de familia, nunca sales de noche, 6


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

no pruebas el tabaco ni abusas del alcohol -falso bohemioy te llamas poeta, pobre iluso.

7


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Mi biografía no es nada interesante: mil batallas perdidas, algunas antes de ser libradas, quizás por cobardía, quizás por timidez o por molicie. Aún no me atrevo a decir el por qué, a reconocer que todo este fracaso dura sesenta años y alguno más le queda porque ya no hay remedio.

Siempre estuve enrolado a ideas perdedoras, pero ¡tan luminosas! que sería imposible no cegarse con ellas. Por eso soy un topo caminando en la noche, a tientas por la vida, a tientas como un ciego

8


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

que dice: “¡yo lo he visto!” y nunca verá nada. Así soy yo. Ya veis qué poca cosa. Día a día trabajando en tareas sin ningún beneficio.

Lo digo y no me creen porque mi foto sale en el diario local saludando al alcalde o a un escritor famoso, recibiendo algún premio, opinando de algo que a ninguno le importa. Pero ¿ese soy yo?. Mi madre está orgullosa. Se piensa que su hijo es alguien importante y por más que le cuento mis fracasos, me termina diciendo ”Anda, calla. Ya estamos, tu siempre tan bromista”. No hay quien la convenza, porque para una madre 9


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

su hijo es lo primero. Pero yo sé que es cierto aunque duela decirlo y no lo reconozca ni enfrente del espejo, para que el falso azogue que sustenta mi vida no acabe desconchado, acaso roto. Aunque siga peleando contra viento y marea, Aunque me venza el sueño mientras otros calculan por mi, otros deciden mi lugar en el mundo.

Y seguiré fielmente la predestinación, como un rebaño manso marchando al matadero.

10


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

EXAMEN DE CONCIENCIA

Viajé junto a Ray Brádbury, por el “País de octubre”. Recorrí los caminos con Jack Kerouack oculto en la mochila. Disfruté los descaros obscenos de Bukowsky. Devoré los aullidos profundos de Allen Ginsberg. Difundí las consignas de Leary y Malcom X. Disputé a William Borroughs un “Almuerzo desnudo”. Grité a coro con Dylan que los tiempos cambiaban. Amé a Norma Jean en un cuadro de Warhol. Compartí con John Lennon

11


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

un castillo en el aire. A veces fui un ingenuo, a veces un cobarde. Mi sillón preferido me oyó aplaudir de lejos las proezas del Ché y en las cómodas noches lloré muertes lejanas. He sido, como veis, uno de tantos progres que arreglaban el mundo detrás de una cerveza y sigo siendo ahora un progre trasnochado, un rebelde sin causa contando batallitas. Podríais comprobarlo. Nada me queda ya sino la sensación de una tarea inútil, el vago sentimiento de que aún es posible 12


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

una luz a lo lejos y ver, con desencanto, que antes de perder ya habíamos perdido.

13


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Me he mirado al espejo y no reconocía a aquél que me miraba. Me pareció un extraño -mucho mayor que yo sin duda alguna-; un intruso en mi cuerpo mirando por mis ojos, hablando con mis labios, aventurando hipótesis sobre el paso del tiempo, el muy cretino. Pero a mi no me engaña por más que se disfrace de mi mismo y pise las aceras con mis pies, porque yo sé que es otro: el que usurpa mi cara, el fantasma, el enemigo oscuro de las tardes de lluvia. 14


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

BALADA DE LOS POETAS ÑOÑOS

Los poetas ñoños, se creen por encima de los demás mortales. Manejan, como buen jugador de tute, los lugares comunes y saben hacer señas sin ser vistos. Galanes trasnochados, dedican madrigales a la reina de las fiestas cuando reciben el enésimo premio por el mismo poema, maquillado con un par de adjetivos y fabrican sus rimas como quien hace churros.

Los poetas ñoños tienen un público fiel de sensibleros y damas mojigatas y monjiles que aplauden con arrobo sus ripios declamados como quien llama a la batalla y se emocionan con versos de impecable factura ]

15


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

dedicados a pueblos que nunca visitaron, al amigo perdido en circunstancias trágicas, al padre o a la madre, a los que amaban tanto que alivian su dolor de huérfanos tardíos con cuarenta monedas y una flor natural.

Los poetas ñoños alzan la mano como quien alza el vuelo, pretendiendo elevar sus versos minusválidos. Tratan de impresionar al concejal de turno con su verbo ampuloso. Comen tras cada acto junto a las fuerzas vivas,] procurando ponerse al lado del alcalde y su señora y a los postres recitan la lista interminable de sus muchos laureles ante unos comensales que, en plena sobremesa, se admiran, educados, entre el sopor y el sueño.]

16


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

Pero los poetas ñoños no siempre son felices. Llaman advenedizo al pobre que se atreve a pisar su territorio y forman entre todos un exclusivo club sin más finalidad que repartir prebendas por turno riguroso entre los cuatro amigos y sin salir de casa.

Los poetas ñoños se agrupan en bandadas como buitres y no escriben poesía, la devoran y vomitan su mala digestión de versos indigestos. Pero ellos no lo saben y despliegan sus plumas como pavos reales antes de aparearse con la primera musa descuidada que se les pone a tiro.

17


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

UN BUEN POEMA PARA LEER EN PÚBLICO

Un buen poema para leer en público debe cumplir algunas condiciones: por ejemplo, no puede decir tacos ni palabras insulsas de esas que se pronuncian en el bar o en la pescadería. Se hará imprescindible el fuego fatuo, las metáforas huecas, decir –en cien sonetoslo que en un solo verso podría haberse dicho; mostrar poses teatrales, que llaman la atención] y tanto gustan.

Un buen poema para leer en público debe hablar de entelequias sin mencionar la luna,

18


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

mostrarse compungido y trascendente, aguantarse la risa para que no se note que lo dicho es tan sólo un buñuelo de viento bien hinchado, adornarse con flores de jardines ajenos pero con disimulo, como si fuera fruto de la casualidad.

Un buen poema para leer en público debe incluir palabras de cierta trascendencia, palabras como éxtasis, magnífico, heroico o cualquier otra esdrújula que refuerce su épica.

Un buen poema para leer en público debe hacer quedar bien a quien recita y dejar boquiabierto al auditorio, envolver en sus luces 19


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

de fuegos de artificio a una audiencia entregada y al terminar el acto, quedar en el recuerdo como algo muy bonito que se nos ha olvidado.

20


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

ANIMALES PELIGROSOS

Ciertamente confunde su apariencia, su exacto mimetismo que despista al hombre de la calle. La promesa es su arma preferida y su poder hipnótico es algo conocido desde tiempos antiguos, pues no ha evolucionado. Inocula a sus víctimas el virus de la fe y un modo de ceguera por suerte transitoria. Actúa cada día, pero ataca con mayor virulencia en fechas muy concretas y en tiempo de elecciones.

No se le conocen depredadores.

21


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

En las tardes de lluvia y de naufragio te recuerdo a la mesa, con un libro de Raimond Chandler o Marcial Lafuente. El otoño golpea los cristales

con sus látigos de agua y tu mirada pasa de Philip Marlowe a las calles extranjeras y tristes de Hannover por las que perseguiste, como un paria,

tu pedazo de pan. Sólo alcanzaste fracasos y nostalgia a manos llenas, material de derribo, la esperanza

vana en algo mejor que no era tuyo. Fue un vacío la copa de tu vida, llena del largo adiós de los que pierden.

22


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

LA NOCHE QUE MATARON A JOHN LENNON

¡Dónde estaba New York aquella noche de gatos ciegos y aguas estancadas!. Andaría Andy Warhol dibujando pistolas de neón en las paredes,

tiñendo de violeta el oleaje rubio de Marilín, tal vez durmiendo ¿Por qué no pidió Yoko un bocadillo y un refresco en el drugstore más cercano

o recordó de pronto una llamada pendiente, inaplazable, sin disculpa, que le impidiera al fin salir de casa?.

Alguien cantaba un blues. Un suicida se arrojaba al vacío desde el puente que conduce a un lugar llamado niebla. 23


¿QUIÉN TE HA DICHO QUE HABLES?

24


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.