Cuba on billboards

Page 1



Cuba en vallas el imaginario de la Revolución cubana a través de sus vallas políticas


4


Cuba en vallas Alfonso Gonzรกlez



26

46

Crece su obra

El Granma surca la historia

es 64 Eso Revoluci贸n

sumario

20

32 Siempre es 26

Nosotros como ellos

Revoluci贸n 52 La no olvida a sus m谩rtires

15

Introducci贸n

40

Patria o muerte

de 58 Enero victorias

9


10

84 Desde las cuadras

crece mi país

nuestra 72 En tierra las

100 Unidas por la patria

formas superiores

más me crece

130 Orgullosos de nuestra

soy 108 Yo el maestro

78 Con los fuegos

de tu nombre aquí 92 Hasta llegaron los

mercenarios

sumario

más 114 Mientras me bloqueas,

obra

122 Por siempre

hermanos


es 158 Ninguno cubano

172

150 Hasta siempre

comandante

136

El alma de la Revoluci贸n

Otra batalla a ganar

194 De nosotros

sumario

142

Internacionalistas

para nosotros

arte es 180 El un arma de

la Revoluci贸n

164

Seremos millonarios

188 Angola, Gir贸n

africano

11


12 país 216 Un de atletas

200 No necesitamos

228 Intercosmos

perdón

232 Magia de verdad

208 Señores imperialistas,

no les tenemos ningún miedo

pueblo 222 El elige,

sumario

el pueblo gobierna

238 Vamos bien 252 Devuelvan a Elián arcilla 244 La fundamental


el terrorismo

292

270 Volverán

312 ¡Qué bárbaros¡

Crece el ALBA

sumario

264

278 Contra la guerra y

Victoria de las ideas

Han liberado a un terrorista

298 Gracias, ya vivimos

en Cuba libre

258

Estamos en combate

284

Nosotros trabajamos... ¿Y tú?

día 304 Cada una obra mejor

13


14

334 Una Revolución

con energía

y 320 Tenemos tendremos

348 Fidel es un país

socialismo

mi casa 356 En mando yo

328 Juntas en la misma trinchera

mundo 342 Un mejor es posible

SUMARIO

364 Cuba vencerá

372 Bibliografía


INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN A finales de 2008 viajé a Cuba. Quería vivir en primera persona el cincuenta aniversario de su Revolución. Quizá me guiaba cierta ingenuidad. Mi mente repetía las imágenes tantas veces vistas en documentales de la entrada de Fidel Castro en La Habana, al frente de la caravana que había recorrido los más de mil kilómetros que separan la capital de Santiago de Cuba. Allí es donde Castro proclamó el primero de enero de 1959 el triunfo final de la lucha iniciada por los héroes de las guerras de independencia; por hombres como José Martí, Antonio Maceo o Máximo Gómez. Yo era consciente de que en las calles no iba a ver a mambises ni a ‘barbudos’ . No era la primera vez que visitaba la Isla. Lo había hecho

en varias ocasiones en los últimos años, y sabía que el fervor revolucionario de los primeros tiempos hacía mucho que había dejado paso a la necesidad cotidiana de la inmensa mayoría de los cubanos de resolver. A pesar de todo ello, confiaba en que las celebraciones igualarían a las que tuvieron lugar dos años antes: en diciembre de 2006, con motivo del cincuenta aniversario del desembarco del Granma. En su día, amigos cubanos me confesaron que, por unos momentos, habían revivido el entusiasmo febril de los primeros años. Los desfiles en verde olivo, la multitud ocupando la Plaza de la Revolución y la esperanza de ver reaparecer a Fidel Castro habían creado un halo de ilusión compartida. Esperaba encontrar ese espejismo,

ese estado de ánimo colectivo y ser, al menos, un espectador privilegiado que asistiría a una celebración histórica. La decepción fue rotunda. La Habana cedió a Santiago de Cuba el honor de celebrar los actos centrales del aniversario. Fui espectador como deseaba, pero sólo de la retransmisión que ofreció la televisión. En Santiago no hubo fastos, ni desfiles, ni multitudes. Todo fue discreto, diría que tristemente discreto, porque nadie cumple cincuenta años cada día. Bien es verdad que la situación económica del país -hacía muy poco que dos ciclones estuvieron a punto de partirlo en dos- exigía un ejercicio de responsabilidad y mesura, pero, bien poco, con la excepción de las consabidas consignas en vallas y carteles,

15


INTRODUCCIÓN

16

indicaban que Cuba celebrara medio siglo de Revolución. La actitud de los presentes y el tono de los discursos, en especial el de Raúl Castro, parecían decir, quizá sin quererlo, que las reservas de la Revolución se estaban agotando. Se echó en falta la magia de su hermano, su capacidad de ensoñación, de proyectar metas ilusionantes, a pesar de ser inalcanzables. La otra gran razón para viajar a la Isla era fotografiar esas vallas. Quería conocer cómo explicarían el aniversario, qué motivos y diseños utilizarían. En definitiva, buscaba completar el libro que tienes en tus manos. Su origen se remonta a mi primera visita a Cuba y al descubrimiento de su propaganda mural. Más allá de la curiosidad que despiertan en el viajero, esas vallas me sugirieron la idea de narrar la historia reciente del país de una manera completamente distinta a como se suele hacer. Las vallas pueden parecer una anomalía más de la conjunción entre socialismo e insularidad. Pero sería injusto explicar así un fenómeno comunicativo que se desarrolló a la par que el cartel y que forma parte de la evolución del diseño gráfico en la Isla. El cartel constituye una de las manifestaciones artísticas y comunicativas más originales de la Revolución. Existen algunos libros sobre el tema. Quizá el más riguroso y completo sea La imagen constante de Jorge Bermúdez, inédito fuera de Cuba. El cartel de la Tricontinental de Richard Frick y Ulises Estrada ha explorado la producción de OSPAAL (Organización de Solidaridad con los pueblos de África, Asia y Latinoamérica). Más lejana en el tiempo, aunque no menos significativa, es la

recopilación de carteles que Susan Sontag hizo en Art of the Revolution. Pero hasta la fecha nadie había dedicado atención a la valla política. Antes de la Revolución, Cuba fue el banco de pruebas donde las agencias norteamericanas experimentaron las estrategias publicitarias que luego empleaban en el mercado latinoamericano. De esta manera, el diseño gráfico cubano alcanzó un enorme desarrollo en los años previos a 1959, y a partir de esa fecha, la experiencia adquirida y el talento de los creadores se pusieron al servicio de los objetivos políticos de la Revolución. Los nuevos contenidos que la propaganda debía comunicar exigieron un discurso gráfico y visual distinto al del mensaje comercial. Gran parte de los autores que destacaron en el cartel de la Revolución

Editora Política

también diseñaron vallas. Eso explica que, a lo largo de más de medio siglo, un buen número de obras vieran la luz en ambos soportes. Cuba sorprende por muchas razones. Y una de ellas es la ausencia de publicidad comercial. En 1961 el gobierno la suprimió de los medios de comunicación. La nacionalización de todos los negocios privados la erradicó para siempre del paisaje rural y urbano. Eso sucedió en 1968, durante la ‘Ofensiva revolucionaria’. El lugar del anuncio comercial lo ocuparon carteles y vallas con mensajes políticos. Hoy el cartel prácticamente ha desaparecido de Cuba, en cambio, las vallas perviven. Los principales editores de carteles han sido OSPAAL, DOR (Departamento de Orientación Revolucionaria) e ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos). Este último ha empleado el cartel para promocionar exclusivamente el cine cubano. OSPAAL nació en 1966, durante la Conferencia de la Tricontinental. Los primeros años de su actividad coincidieron con el período de esplendor del cartel en la Isla. Los mejores diseñadores hicieron de la gráfica política de OSPAAL un ejercicio de solidaridad con los pueblos del Tercer Mundo y un testimonio de sus luchas de liberación nacional. Por su parte, el DOR, hoy Departamento Ideológico, surgió en 1965 con la fundación del Partido Comunista de Cuba y, desde entonces, depende de su Comité Central. Organiza las celebraciones políticas de alcance nacional (Aniversario de la Revolución, Primero de Mayo, 26 de Julio, etc.) y, mediante el trabajo de la Editora Política, plasma las consignas del Partido en vallas y cartelería. Corresponde a la


La Habana, 2008

Recorrer la Isla desde un extremo a otro, desde Guanahacabibes hasta Baracoa permite comprobar que existe una geografía de la propaganda mural. Un mismo tema, o incluso una misma consigna, suelen recibir un tratamiento más original y elaborado en una capital de provincia que en un pequeño municipio. También la geografía condiciona materiales y motivos. Así, en zonas remotas es frecuente encontrar muros pintados y composiciones más simples. La presencia, por ejemplo, de un código de barras en las vallas que en 2007 denunciaban los efectos

económicos del bloqueo no tendría sentido en un entorno rural. Un lema como Lo que aquí se recauda es para el pueblo sería impensable leerlo lejos de Varadero, el enclave más turístico del país. En toda la Isla abundan las vallas contra la política estadounidense, pero los diseños más agresivos se han concentrado cerca de la Tribuna Antiimperialista, en el malecón habanero. Literalmente rodean el perímetro de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, su representación diplomática en Cuba. Allí las vallas están frente al enemigo. Lo denuncian, lo acusan, lo denigran. Son las armas de una peculiar guerra propagandística en la que no hay réplica sobre el terreno. Observar la intensidad de ese acoso gráfico y verbal proporciona un buen indicador para conocer en todo momento en qué punto se encuentran las relaciones entre ambos países. Las autoridades cubanas son concientes de ello. No en vano, semanas antes de la toma de posesión de Barack Obama, y como gesto de buena voluntad hacia el nuevo inquilino de la Casa Blanca, retiraron provisionalmente a finales de 2008 todas las vallas próximas a la Oficina de Intereses. Las vallas han contribuido a elaborar el imaginario de la Revolución y a consolidar sus ideales. Han servido a la liturgia del régimen señalando sus fechas fundacionales y convocando a la población a sus celebraciones. Han exhortado a trabajar y defender conquistas de todo tipo. Han mostrado la solidaridad cubana con los países del Tercer Mundo. Han transformado en épicas las primeras hazañas de la lucha revolucionaria. Honran a sus héroes históricos y a miles de héroes anónimos.

Ciénaga de Zapata, 2008

INTRODUCCIÓN

Unidad Nacional de Apoyo a la Propaganda su distribución e instalación. Son centenares las vallas repartidas por el país. Coronan edificios, cubren sus fachadas. Las hay en fábricas, frente a hospitales, en lo alto de marquesinas, sobre puentes, en cruces de carreteras. Están próximas a los aeropuertos. Jalonan las salidas y entradas de las principales ciudades. No hay localidad, por pequeña que sea, que no cuente con alguna. Incluso las ha habido sobre las aguas del litoral!

Continúan alertando de la necesidad de prepararse para repeler cualquier agresión. Han exigido de la población redoblar sus sacrificios en tiempos de crisis. Pero más allá de transmitir mensajes estrictamente políticos, la propaganda mural también ha cumplido y cumple otras funciones. Anuncia acciones del gobierno, como la construcción de infraestructuras, viviendas, etc. Informa sobre todo tipo de eventos culturales. Advierte de puntos de significación histórica, (en la Ciénaga de Zapata una valla indica donde las milicias detuvieron el avance de los invasores en Playa Girón). En otros casos, señala la presencia de instituciones de prestigio,

La Habana, 1988

17


18

como sucede con la Escuela Latinoamericana de Medicina. También conmemora los natalicios de figuras cubanas, o los aniversarios de sucesos vinculados con la Revolución. Otro tanto ha hecho con personalidades y acontecimientos ocurridos en el extranjero. Vallas situadas en la entrada de pueblos y ciudades, saludan al viajero y destacan la tradición revolucionaria de la localidad o recuerdan a sus hijos más ilustres. También han dado la bienvenida a la dirección del país tras regresar de alguno de sus viajes al extranjero. Fidel, tu pueblo te recibe orgulloso, se leía en una valla a su vuelta de una gira por África. La prevención de incendios, la protección del medioambiente y la seguridad vial también han sido temas recurrentes en la propaganda mural.

INTRODUCCIÓN

Matanzas, 2009

A lo largo de cincuenta años muchas cosas han cambiado en la propaganda mural. Los costes de producción y mantenimiento han reducido el número de vallas. En 2009 había expuestas en La Habana alrededor de cuarenta. Diez años antes rondaban el centenar. También los sistemas, materiales y soportes para su

La Habana, 1982

producción e instalación han variado. Aunque muchas vallas se continúen pintando in situ y otras sean empapeladas, cada vez se extiende más el uso del vinilo adhesivo, especialmente en la capital. Sin embargo, la renovación más notable se ha dado en el discurso, es decir, en los motivos compositivos y en el lenguaje. Viejas consignas como Patria o muerte y Hasta la victoria siempre no han desaparecido. Tampoco lo han hecho las máximas de Martí, ni el laconismo de frases como No al bloqueo o la rima fácil de Ante la amenaza y la agresión Cuba responde: más Revolución. Todos estos ejemplos forman parte de una sólida tradición de lemas y fórmulas acuñadas durante los primeros años de la Revolución y mantienen su carga simbólica. La actualización de los eslóganes ha sido el resultado de la incorporación de nuevos temas en la agenda propagandística y de la aplicación de nuevas estrategias de comunicación persuasiva. Algunas de estas estrategias se han usado en la respuesta al recrudecimiento de la política de la Administración Bush contra la Isla. Su habitual tono agresivo dejó paso a mensajes más próximos a la información (12

horas de bloqueo equivalen a toda la insulina anual necesaria para los 64 mil pacientes del país). Por primera vez las vallas advertían del coste económico del bloqueo en la salud y la educación. En otros casos, para remarcar los efectos de la política norteamericana se ha recurrido a la emotividad. Así, al hablar de sus posibles consecuencias sobre el futuro de la infancia, una valla explicaba El Plan Bush: les quitará el beso de la mañana, el apretón a la salida de la escuela y la mirada pícara de siempre.

La Habana, 2008

En la serie ‘Gracias, ya vivimos en Cuba Libre’ la emotividad se reforzó con el uso de la fotografía de niños, parejas y ancianos, siempre sonrientes. Quizá la fotografía sea uno de los recursos que haya adquirido mayor valor recientemente. Ya en los primeros años de la Revolución, un buen número de imágenes tomadas en aquellos tiempos sirvió para el diseño de vallas muy conocidas. Hoy continúan siendo un material indispensable para anuncios conmemorativos. Son instantáneas que retratan momentos y personajes de significación


reconstruir, porque son piezas de naturaleza efímera, condenadas a desaparecer. Sólo la voluntad del fotógrafo las puede rescatar del olvido. Es muy difícil saber cuántas vallas se han expuesto desde 1959, pero muy bien podrían superar varias decenas de millar. Este dato da idea de la magnitud de un fenómeno comunicativo tan singular, del volumen del patrimonio gráfico perdido y, en consecuencia, de la enorme parcialidad de la muestra que aquí se recoge: alrededor de 300 imágenes. Con este material he ilustrado los 51 textos, a través de los cuales he descrito los protagonistas, temas y momentos históricos más relevantes de los 51 años de Revolución cubana transcurridos hasta el año 2010. Más de la mitad de las imágenes del libro procede del archivo de la Editora Política del Partido Comunista de Cuba, que posee una colección con cerca de 3.000 diapositivas; el resto corresponde a fotografías tomadas por mí en diferentes visitas al país.

que le he robado. Espero que más adelante comprenda que la curiosidad lleva consigo un tipo de egoismo que nos aleja algo de quienes tenemos cerca. Este libro sería impensable sin las fotografías que a lo largo de diversos viajes tomó conmigo Ángeles Jiménez. Un buen número son suyas. Debo a ella también su apoyo incondicional para materializar un proyecto como éste, que llevaba madurando desde hacía años. Mis amigos Norma Barrios y José Antonio de la Osa me abrieron las puestas de la Editora Política, donde pude consultar su archivo y seleccionar las imágenes que conforman esta obra. A los responsables de la Editora Política, en especial a Santiago Dórquez y Fidel Aguirre he de agradecer la confianza depositada en la idea que les presenté, así como la cesión de las imágenes para su publicación. A mi querida Patrícia Lázaro le debo que este trabajo superara el umbral del proyecto. Patrícia ha releído con paciencia los textos y sus sugerencias siempre los han mejorado. Su ayuda ha sido también inestimable en la maquetación del libro. Alba Barrera y Daniel Tena han sido los responsables del diseño. Sin la generosidad de todos ellos Cuba en vallas no estaría en tus manos.

INTRODUCCIÓN

histórica. La fotografía también ha enriquecido la crónica de la actualidad que ha ido reflejando la propaganda. Comparte con otros medios de comunicación los mismos referentes visuales. Así, las vallas han incluido la imagen de Elián en los brazos de su padre tras volver de Miami, a los ‘cinco héroes’ encarcelados en Estados Unidos, el retrato de Hugo Chávez asegurando que hará realidad el sueño de Bolívar y Martí, o las instantáneas de los presos torturados en Abu Grahib. Tampoco es casual que ningún otro presidente de Estados Unidos haya aparecido tanto en vallas políticas como Bush. Casi siempre lo ha hecho acompañado, como en Full de asesinos, de las fotografías de Hitler, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch. Precisamente en esta composición cada uno de los cuatro personajes es un naipe, en una clara alusión a la ‘baraja’ que la Casa Blanca elaboró con los miembros más importantes del régimen de Sadam Hussein. La fotografía ha permitido experimentar a los nuevos diseñadores. En los premios que concede el Salón de la Gráfica, muchos de los trabajos galardonados en los últimos años han incorporado fotografías a sus composiciones. De acuerdo con todo lo expuesto, las vallas quizá merezcan una exploración profunda que conjugue su dimensión comunicativa y artística. Muy pocas imágenes de este libro forman parte del paisaje de la Isla, porque las vallas no se conciben para ser expuestas de manera permanente. Sus mensajes están sujetos al avatar del proceso histórico; por eso cambian, se actualizan, vuelven o se desvanecen para siempre. Son reflejos del momento, cronistas que conforman un mosaico difícil de

La Habana, 1999

Este libro no existiría sin la colaboración de muchas personas con las que estoy en deuda. En primer lugar, le debo a mi hijo Pablo el tiempo

19


nosotros como ellos

20


21


22

nosotros como ellos

NOSOTROS COMO ELLOS La iconografía y el discurso de la Revolución Cubana explican la continuidad histórica de un proceso de luchas por la independencia, iniciado en la segunda mitad del siglo XIX y que culmina en el triunfo de enero de 1959. La llama de esas luchas prendió en La Demajagua, en la hacienda de Carlos Manuel de Céspedes, un rico plantador del oriente de la Isla, que decidió liberar a sus trabajadores esclavos y declarar la guerra a España. Corría octubre de 1868. Tres décadas después, la metrópoli había perdido su colonia más preciada. A lo largo de esos años, y en las distintas guerras que se sucedieron, hombres como Agramonte, Gómez, Maceo o Martí forjaron su leyenda, e inauguraron la tradición revolucionaria de la

La Habana, 1988

La Habana, 1990

que se han sentido herederos quienes tomaron el poder en enero de 1959. Hoy continúan evocando a esas figuras históricas como ejemplos de dignidad, heroísmo y amor a la patria. Si Céspedes fue el primer presidente de la república en armas, Ignacio Agramonte fue su líder militar hasta que murió en el campo de batalla. El dominicano Máximo Gómez recogió entonces su testigo como jefe de los ejércitos insurrectos. La Paz de Zanjón puso fin a los diez años que duró la primera guerra por la independencia. España se comprometió a conceder la autonomía a Cuba. Como otros líderes secesionistas, tras la firma de la paz, el general Máximo Gómez emprendió el camino

del exilio. Antonio Maceo, un mulato de procedencia humilde y con enorme ascendencia entre la población de color, rechazó en Baraguá una paz que no llevaba a la independencia. La sublevación que luego dirigió el Titán de Bronce,

La Habana, 1988


NOSOTROS COMO ELLOS

Villa Clara, 2005

así era conocido Maceo, fue sofocada. Sin embargo, ambas guerras contribuyeron a acrisolar el nacionalismo independentista, y a acercar los intereses de criollos, negros y mulatos. El afán independentista no cesó. Era la respuesta a la ineficiencia y a la corrupción de la administración colonial. En 1894 España impuso más tributos a la Isla, a la vez que restringió su comercio con los Estados Unidos. Esta situación condujo al alzamiento de febrero de 1895 con el Grito de Baire. Su principal ideólogo y organizador fue José Martí. Abogaba

por instaurar una república democrática, y en torno a ese proyecto supo aglutinar tanto a las fuerzas internas como a las del exilio. Era consciente de que el éxito de la revolución exigía contar con todos los estratos sociales y extenderla por toda la geografía del país. En abril de 1895 José Martí y Máximo Gómez regresaron a Cuba desde Santo Domingo para encabezar la insurrección. Maceo se unió a ellos poco antes de que Martí muriera en combate. La misma suerte corrió el Titán de Bronce un año después. Máximo Gómez quedó al mando de una guerrilla

La Habana, 1991

La Habana, 1991

23


24

revolucionaria que hostigaba por toda la Isla a cerca de trescientos mil soldados españoles. En 1898 los revolucionarios dominaban gran parte del territorio, especialmente las zonas rurales, mientras que las tropas coloniales, exhaustas para proseguir la lucha, sólo controlaban los principales núcleos urbanos. En ese momento se produjo la intervención de los Estados Unidos, que decantó el conflicto. Al finalizar la guerra, Cuba estaba en ruinas. Había perdido la quinta parte de su población. En 1902 obtuvo una independencia formal, porque en realidad, la Isla sólo había cambiado de amo.

NOSOTROS COMO ELLOS

La Habana, 1988

La Habana, 1987

Ciego de Ávila, 2007


NOSOTROS COMO ELLOS

Sancti Spiritus, 2007

25


CRECE SU OBRA

26


27


28

La Habana, 1983

CRECE SU OBRA

CRECE SU OBRA José Martí ocupa el lugar más destacado en el panteón de los héroes cubanos. Su muerte impidió conocer cómo enfrentaría los desafíos que planteaba la independencia por la que había luchado. Si Martí había empeñado su vida por una república soberana y democrática, inspirada en el modelo de Bolívar, donde prevalecieran la igualdad, la justa distribución de la riqueza y el equilibrio social, y donde todos los ciudadanos tuvieran pleno acceso a la educación y a la cultura, la Cuba que obtuvo la independencia distaba mucho de su ideal. Martí nació en La Habana, en 1853, hijo de inmigrantes españoles. El sentimiento anticolonial que pronto despertó en él le acarreó una condena a trabajos forzados cuando contaba dieciséis años. Esta pena le fue conmutada por el destierro en España, donde estudió leyes y comenzó su actividad literaria. Fue expulsado de México y Guatemala por su activismo político, contrario a los regímenes de ambos países. Regresó a Cuba en 1878, gracias a una amnistía, pero pronto volvió a España deportado, acusado de conspirar contra las autoridades coloniales.

Desde 1881 hasta su último viaje a la Isla, en 1895, vivió en Estados Unidos. A lo largo de esos quince años trabajó infatigablemente en la organización del exilio cubano con el objetivo de reemprender lo que definía como la ‘guerra necesaria’. Para ello fundó en 1892 el Partido Revolucionario Cubano, e incorporó a su proyecto a los generales más prestigiosos de la Guerra de los Diez Años: Máximo Gómez y Antonio Maceo. El 11 de abril de 1895 Martí desembarcó en la playa de Cajobabo, en el oriente de Cuba para sumarse a las filas del Ejército Revolucionario. No tenía experiencia militar y, una semana después, moría en su primera escaramuza con tropas españolas. Poeta, pensador, periodista, Martí ha sido uno de los intelectuales latinoamericanos más ilustres. Viajero incansable, abogó por la autonomía política y económica de los pueblos americanos. No dudó en denunciar el peligro que suponía el afán expansionista de Estados Unidos, a la vez que reconoció la grandeza cultural y el poderío económico de aquel país. En los años posteriores a su muerte, fue reivindicado como mártir de la independencia, y su culto se transformó en una liturgia obligada para políticos e intelectuales de todas las tendencias. La apropiación de su legado por parte del poder fue constante. Fulgencio Batista se sirvió de él para intentar consolidar su dictadura, incluso utilizó el centenario del nacimiento de Martí para contrarrestar las críticas a su golpe de Estado.


CRECE SU OBRA

La Habana, 1985

La Habana, 1976

La Habana, 1983

La Habana, 1977

29


CRECE SU OBRA

30

Pero tras el asalto al Moncada, sus textos parecieron demasiado subversivos a las autoridades batistianas para que Fidel Castro los leyera en prisión y preparara con ellos su alegato. Pese a ello, Castro invocó a Martí en su juicio y lo presentó como el autor intelectual que había inspirado su decisión de derribar a Batista. Martí simboliza la identidad nacional de la Isla. Todo cubano busca en su pensamiento político las claves que justifiquen el rumbo de la Revolución, o las actitudes de la emigración y el exilio. Aunque la fe de Martí en la democracia liberal y el pluralismo ideológico no sean fáciles de conciliar con una lectura marxista de su ideario, el régimen surgido a partir de 1959 ha visto en él a un precursor natural de muchos de sus principios políticos. De ahí su interés por recuperar lo más radical del pensamiento de Martí, como el afán por la igualdad y la justicia social o la crítica al imperialismo norteamericano, para probar así su vinculación ideológica con el proceso revolucionario, y poder afirmar que la obra de Martí continúa viva y crece en la Revolución.

Pinar del Río, 2005


CRECE SU OBRA

Pinar del Río, 2005

31


orgullosos de nuestra obra

130


131


132

orgullosos de nuestra obra

ORGULLOSOS DE NUESTRA OBRA Indicadores como la esperanza de vida, la mortalidad infantil o el número de médicos per cápita demuestran que la salud de los cubanos es equiparable a la de cualquier país avanzado. En la etapa prerrevolucionaria el presupuesto dedicado a sanidad era irrisorio. La población sin recursos no tenía acceso a la medicina. Cada año miles de personas, muchas de ellos niños, morían por enfermedades evitables. La mayoría de camas hospitalarias se concentraba en las ciudades y en las zonas rurales apenas había médicos. Después de 1959 todo se agravó cuando la mitad de los 6.000 médicos abandonaron la Isla. El gobierno revolucionario trabajó a fondo para revertir aquella situación. El Estado pasó a regular, financiar y prestar los servicios sanitarios. El antiguo Ministerio de Salubridad y Asistencia Social se denominó Ministerio de Salud Pública, más acorde con los objetivos que se proponía. Se concluyó la construcción de los hospitales iniciados durante el régimen de Batista. Otros fueron ampliados y remodelados. El gobierno fijó su atención en la población rural, la más desatendida. La reforma agraria no fue la única

Matanzas, 2006

medida para dignificar sus condiciones de vida. Además de la tierra, la Revolución dio a los campesinos educación y salud. Así, en 1960, se creó el Servicio Médico Rural, que a parte de asistencia médica, proporcionaba vigilancia epidemiológica, vacunación y educación sanitaria. El enfoque integral de aquel servicio se aplicó después en los policlínicos. Estos nuevos centros de atención primaria se comenzaron a extender por la Isla en la segunda mitad de los sesenta, en sustitución de las antiguas casas de socorro. Casi medio siglo más tarde, Cuba cuenta con alrededor de 400 policlínicos, que reúnen diversas especialidades y desarrollan tareas de promoción, prevención y rehabilitación médicas.


Pinar del Río, 2004

y Biotecnología impulsó la aplicación de la biotecnología en la elaboración de fármacos y vacunas. El sector farmacéutico ha pasado a ocupar un lugar preferente en las exportaciones de la Isla, pero a pesar de que disponga de la capacidad de producir medicamentos para todas las especialidades, el bloqueo económico ha impedido que la población acceda a ellos con normalidad. El país también ha destacado en el desarrollo de equipos y aplicaciones informáticas para la práctica médica. En 1965 se graduó la primera generación de médicos formados por la Revolución. De los más de 100.000 titulados desde entonces, miles

Ciego de Ávila, 2005

orgullosos de nuestra obra

En los años setenta los avances prosiguieron. Fueron erradicadas enfermedades propias del subdesarrollo como la poliomielitis, el paludismo o la difteria. Se pusieron al alcance de todos los ciudadanos clínicas estomatológicas y hogares materno-infantiles. Los hospitales psiquiátricos mejoraron su imagen y se potenció la investigación biomédica. También la formación de los profesionales fue perfeccionada, al combinar el aprendizaje teórico con la práctica docente, en la cada vez más extensa red hospitalaria de la Isla. El nivel de accesibilidad de la población a la asistencia primaria aumentó a partir de los ochenta, gracias a la medicina familiar. Con ese nombre se conoce a los equipos formados por un facultativo y una enfermera que visitan regularmente a las familias asignadas -cada equipo atiende aproximadamente a 700 personas-, para controlar su salud, y prevenir enfermedades. Este modelo de asistencia es de los más avanzados del mundo y cumple un papel fundamental en la estrategia médica cubana. La Revolución también redujo el precio de los medicamentos y desarrolló la industria farmacéutica, con el objetivo de apoyar al Sistema Nacional de Salud. En 1982, la creación del Centro de Ingeniería Genética

133


134

ORGULLOSOS DE NUESTRA OBRA

1992

han colaborado en el Tercer Mundo. Es un ejercicio de solidaridad internacional que no ha cesado ni en los peores momentos del período especial. Después de que en 1998 varios huracanes devastaran Centroamérica, las autoridades cubanas consideraron que la estrategia que garantizase la sostenibilidad de su cooperación en materia de salud pasaba

por la preparación de médicos de los países receptores de su ayuda. De esta manera, estos nuevos profesionales podrían sustituir a los cubanos cuando finalizasen su misión y darle así continuidad. Ese objetivo estuvo en el origen de la fundación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde miles de jóvenes latinoamericanos sin recursos se forman

La Habana, 2004

gratuitamente como médicos. También se fomenta en ellos la ética del servicio a los pobres y la idea de que la atención médica es, ante todo, el primero de los derechos humanos. Por su parte, los estudiantes se comprometen a velar por la salud de los más desfavorecidos cuando vuelvan a sus países de origen. En 2005 se graduó la primera promoción de la ELAM.

La Habana, 1998


ORGULLOSOS DE NUESTRA OBRA

La Habana, 2008

135


internacionalistas

142


143


144

INTERNACIONALISTAS

INTERNACIONALISTAS

La Habana, 1979

La Habana, 1976

De forma paralela al fortalecimiento de lazos políticos y económicos con los países socialistas, la Revolución puso en práctica uno de los principios rectores de su política exterior: la solidaridad internacionalista con el Tercer Mundo. Y lo hizo fundamentalmente en una doble vertiente, mediante el apoyo militar a los movimientos de liberación nacional y la asistencia de personal técnico civil en múltiples áreas. En 1965 Cuba hizo un llamamiento a los pueblos de Latinoamérica, África y Asia para hacer frente al imperialismo, y los invitó a la Conferencia Tricontinental, celebrada en La Habana en 1966, donde se fundó la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). Su


INTERNACIONALISTAS

Durante la Guerra Fría, los ejemplos más visibles y conocidos del internacionalismo cubano se dieron en África. Primero en Argelia, con el envío de una brigada médica, luego en el Congo, hasta culminar, años más tarde, en los brillantes episodios militares de Etiopía y Angola. También desde 1959, Cuba brindó su colaboración a diversas guerrillas latinoamericanas. Todas fracasaron con la excepción de la sandinista, en Nicaragua. El apoyo a los movimientos insurgentes fue una respuesta al acoso a la Revolución por parte de los países más beligerantes del continente. En los años setenta el viraje izquierdista en Chile, Perú y Panamá contribuyó a debilitar el aislamiento de Cuba, expulsada de la Organización de Estados

La Habana, 1966

objetivo era coordinar las estrategias de lucha de los movimientos izquierdistas del Tercer Mundo. Esos fueron los años de la consigna del Che de ‘crear dos, tres, muchos Vietnam’, y de las campañas de solidaridad con aquel país que, junto a otros del sudeste asiático, resistían la agresión de Estados Unidos. Con la muerte del Che, la retórica verbal de hostigamiento al imperialismo continuó, aunque el apoyo explícito a la lucha armada se fue abandonando paulatinamente.

La Habana, 1973

La Habana, 1978

Americanos en la década anterior. Desde su fundación en 1962, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) había mantenido contactos con las autoridades cubanas. Como solía suceder con revolucionarios de todo el mundo, Carlos Fonseca y otros líderes sandinistas habían recibido instrucción política y militar en la Isla. Consciente de la magnitud de la insurrección contra la dictadura de Somoza, la principal contribución de La Habana al triunfo del FSLN fue lograr la unificación de las tres facciones en las que el sandinismo estaba dividido desde 1973. Tras la victoria en 1979, asesores civiles y militares cubanos colaboraron con el nuevo gobierno

145


146

La Habana, 1975

internacionalistas

La Habana, 1976

La Habana, 1976

nicaragüense. Algo muy similar sucedió en la pequeña isla de Granada, después de que llegase al poder un partido de orientación marxista. Pero en 1983, una invasión norteamericana puso fin al proceso de transformación social del país caribeño, y se saldó con centenares de muertos, entre ellos, una veintena de cubanos. La derrota electoral del FSLN supuso el punto final para la revolución nicaragüense, y privó a Cuba de su único aliado ideológico en la región. Poco después, el derrumbe de la URSS dejaba a la Isla sola en un mundo unipolar. Todo ello coincidía además con la retirada de los últimos soldados cubanos de África, en 1991. Finalizaba una etapa de colaboración militar con el Tercer Mundo, pero eso no significaba que Cuba renunciase a su vocación internacionalista. Iba a adaptarla a su difícil situación económica, al nuevo orden mundial y a la consecución de nuevos objetivos. Como se ha apuntado, el internacionalismo cubano no se ha limitado a la esfera militar. Cuba ha becado a miles de estudiantes del Tercer Mundo para cursar estudios universitarios en la Isla. Las misiones civiles también han acercado los logros sociales de la Revolución a decenas de países subdesarrollados. En los inicios del siglo XXI, la mayoría de misiones internacionalistas se concentraba en una veintena de naciones del

La Habana, 1989

La Habana, 1987

La Habana, 1973


La Habana, 1989

La Habana, 1977

La Habana, 1975

internacionalistas

La Habana, 1978

África subsahariana, trabajando en los campos de la salud y la educación. Las brigadas médicas han socorrido a la población centroamericana y caribeña afectada por los huracanes que periódicamente azotan la región. Cuba ha brindado su colaboración para atender a las víctimas de todo tipo de catástrofes. Desde 1990 más de veinte mil niños y jovénes, en su mayoría ucranianos, afectados por las secuelas del accidente de la central nuclear de Chernobyl, han recibido tratamiento gratuito en hospitales cubanos. En 2005 y 2006 se desplazaron a Pakistán e Indonesia a varios miles de profesionales de la salud para ayudar a los damnificados de los seísmos que asolaron ambos países. Pero lo que para unos ha sido y es una acción solidaria, para otros representa una estrategia alternativa de la política exterior de La Habana, la denominada ‘diplomacia de bata blanca’, cuyo objetivo es influir en la opinión pública del Tercer Mundo en favor de los intereses cubanos. En cualquier caso, ese capital humano formado por médicos, alfabetizadores, entrenadores deportivos, ingenieros, etc. ha colaborado a lo largo del último medio siglo en la mejora de las condiciones de vida de los países más desfavorecidos.

La Habana, 1977

La Habana, 1972

147


148

internacionalistas

La Habana, 1991

La Habana, 1982


internacionalistas

HolguĂ­n, 2007

149


hasta siempre comandante

150


151


152

HASTA SIEMPRE COMANDANTE

HASTA SIEMPRE COMANDANTE Hasta siempre comandante, así tituló Carlos Puebla la canción dedicada al Che, después de que en octubre de 1965 Fidel Castro leyera su despedida ante el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Desde marzo de aquel año Ernesto Guevara había desaparecido de la escena pública y las especulaciones sobre su paradero se habían desbordado: ruptura con la dirección revolucionaria, asesinato político… Aquella carta disipaba algunas dudas. Había renunciado a sus cargos y a la ciudadanía cubana para servir a la Revolución en “otras tierras del mundo”. Mientras Fidel Castro leía la carta, el Che colaboraba en el Congo con la guerrilla que combatía al régimen que había asesinado a Patrice Lumumba10. En 1966 volvió a La Habana, en secreto, para luego viajar a Bolivia. Quería hacer realidad su consigna de ‘Crear dos, tres... muchos Vietnam’. Pero sin el apoyo de los campesinos ni de los comunistas bolivianos el fracaso de su guerrilla le costó la vida. 10. Líder de la independencia del Congo, asesinado en 1961.

La Habana, 1980


HASTA SIEMPRE COMANDANTE

Cienfuegos, 2003

Ernesto Guevara creció en el seno de una familia acomodada. Estudió medicina y con algo más de veinte años dejó su Argentina natal para recorrer Latinoamérica. Esos viajes le enseñaron las enormes desigualdades sociales del continente y le persuadieron de que sólo a través de la revolución era posible eliminarlas y construir una sociedad más justa. Después de ver cómo en Guatemala Estados Unidos derrocó al gobierno reformista de Jacobo Arbenz, llegó a México en 1955. Allí conoció a Fidel Castro y pronto se unió a la expedición del Granma. En la Sierra Maestra su ardor combativo y su conducta íntegra y austera hicieron de él un ejemplo para el resto de los ‘barbudos’. Fue el primero en obtener la estrella de comandante. Su leyenda creció después de tomar Santa Clara y precipitar en la última noche de 1958 la huída

La Habana, 1995

153


hasta siempre comandante

154

La Habana, 1992

La Habana, 1988

La Habana, 1991

La Habana, 1989


Pinar del Río, 2008

Villa Clara, 2007

hasta siempre comandante

de Batista. Tras el triunfo, se hizo cargo de la guarnición de La Cabaña, una antigua fortaleza en la bahía de La Habana. Allí funcionaron dos tribunales revolucionarios que juzgaron a los responsables de la represión durante la dictadura. Muchos de ellos fueron ejecutados. En apenas seis años ocupó diversos cargos en la dirección del Estado y en el gobierno. Curiosamente, el Che, un hombre de acción, acumuló responsabilidades en áreas económicas y de gestión. Primero presidió el INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria), poco más tarde añadió otra presidencia, la del Banco Nacional. También dirigió el Ministerio de Industria. En esos años febriles, la actividad del Che fue incansable y en ningún momento estuvo exenta de dificultades, porque ninguno de los hombres

Santiago de Cuba, 2007

La Habana, 2005

155


HASTA SIEMPRE COMANDANTE

156

que tomaron el poder en 1959 sabía a ciencia cierta cómo transformar el subdesarrollo en una economía socialista eficiente. El compromiso radical del Che con la lucha antimperialista le llevó a abandonar Cuba en 1965 y alentar nuevos focos revolucionarios. Su ejecución en la escuela de una aldea boliviana agigantó su leyenda. 1968 fue declarado Año del Guerrillero Heroico y la figura del Che, desde entonces, es el icono de la solidaridad con las luchas de los pueblos del Tercer Mundo. La propaganda ha hecho de su imagen un ejemplo atemporal, al que la dirección del país ha recurrido para reforzar los valores revolucionarios, enfrentar el endurecimiento del bloqueo, o legitimar los sacrificios continuos que se han exigido a la población. El Che sigue encarnando el modelo del ‘hombre nuevo’ que debía crear la Revolución. Las vallas insisten en proclamar la grandeza de su ética vital. Aseguran que su ejemplo vive y sus ideas perduran, y aunque hoy parezcan encontrar poco eco en ciertos sectores de la sociedad atraídos por el consumismo, el respeto y la admiración que despierta Ernesto Guevara son inquebrantables.

La Habana, 2008

La Habana, 1992

La Habana, 2004


HASTA SIEMPRE COMANDANTE

Matanzas, 2004 La Habana, 1987

La Habana, 1990

157


NINGUNO ES CUBANO

158


INTERCOSMOS

159


160

NINGUNO ES CUBANO

NINGUNO ES CUBANO Antes de 1959 ningún gobierno cubano había tenido entre sus prioridades el bienestar de la infancia. En cambio, para la Revolución éste ha sido uno de los objetivos de su proyecto social. Prueba de ello es el reconocimiento que organismos internacionales como UNICEF o FAO han dado a los logros alcanzados en esta materia. En 1989 Cuba suscribió la Convención Internacional de los Derechos del Niño; sin embargo, desde mucho antes, la Constitución y una amplia gama de políticas sociales ya garantizaban esos derechos, especialmente los relacionados con la salud y la educación. En los primeros días de 2009 el diario Granma anunció que el país había registrado durante el año anterior la tasa de mortalidad

La Habana, 2005

infantil más baja de su historia: de cada 1.000 nacidos vivos, sólo 4,7 habían muerto. En los años cincuenta esa cifra era diez veces superior. Muy pocos países mejoraban en 2009 esa tasa, ni siquiera Estados Unidos.

En el terreno de la salud infantil, la Isla muestra otros niveles de desarrollo comparables a los de cualquier sociedad industrializada. Así y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los cubanos son los niños de


NINGUNO ES CUBANO

La Habana, 1976

La Habana, 1981

Latinoamérica con más oportunidades de sobrevivir en los primeros años de vida, gracias a los programas de inmunización por vacunas. Cuba ha erradicado muchas enfermedades que parecían incurables. Ha hecho lo mismo con la desnutrición, ya que la alimentación es un derecho fundamental garantizado. Incluso durante los peores momentos del período especial, los menores de ocho años recibieron a diario un litro de

leche. Su atención es prioritaria también en las situaciones de desastre natural, y se les proporciona alimentos de primera necesidad de forma gratuita. Como proclama la propaganda en sus vallas, de los millones de niños que padecen hambre en el mundo, ninguno es cubano. Poco después de tomar el poder, el gobierno revolucionario decidió habilitar el cuartel Moncada como centro escolar. No fue un acto simbólico

La Habana, 1973

La Habana,, 1988

161


NINGUNO ES CUBANO

162

La Habana, 1991

La Habana, 1987

ni aislado. Otras instalaciones militares experimentaron la misma transformación. En aquellos momentos, cuando sólo algo más de la mitad de los menores de catorce años estaba escolarizado, la Revolución reveló así su voluntad de trabajar para que no hubiera ningún niño sin escuela. Medio siglo después, la cobertura escolar es estable y gratuita, y prácticamente todos los niños completan la primaria y continúan su formación en la enseñanza media. Este dato contrasta con los 20 millones

de adolescentes latinoamericanos que no tienen acceso a ese nivel de enseñanza. Además, la educación preescolar está asegurada mediante los círculos infantiles. En estos centros, los menores de seis años reciben atención médica y una formación acorde a su edad, que los prepara para el paso a la escuela primaria. El gobierno encargó la organización de los círculos infantiles a la Federación de Mujeres Cubanas, con el objetivo de favorecer la integración laboral de la mujer. Desde 1960 se han creado

Cienfuegos, 2006


NINGUNO ES CUBANO

La Habana, 1996

más de un millar. Con anterioridad, la educación preescolar no existía en la Isla, y el cuidado de los más pequeños estaba en manos de un número reducido de instituciones caritativas, sin apenas vocación educativa. La instrucción infantil no acaba en las aulas. Diversas organizaciones de masas fomentan los valores e ideales revolucionarios entre niños y adolescentes. La más importante por su número de miembros es la Organización de Pioneros, creada en 1961 siguiendo el modelo de organizaciones similares de los países socialistas del este europeo. El Estado atiende y protege mediante programas de prevención a los menores que, por razones socioeconómicas o familiares, están en situación de riesgo. Así, desde su ingreso en la escuela se actúa para evitar el fracaso escolar y para conseguir la integración social de los menores y la de sus familias. Quizá esa labor preventiva explique que ninguno de los 30 millones de niños y adolescentes latinoamericanos que se ven obligados a trabajar para subsistir sea cubano.

La Habana, 1996

163


seremos millonarios

164


165


166

SEREMOS MILLONARIOS

SEREMOS MILLONARIOS Durante más de tres siglos el azúcar ha sido la principal industria, fuente de riqueza y motor de las exportaciones de Cuba. En el siglo XIX, la Isla era el azucarero del mundo gracias a las condiciones de su suelo, a lo propicio del clima y a las inversiones extranjeras, que permitieron crear grandes ingenios para abastecer al mercado norteamericano. La premura con la que la caña ha de ser molida, una vez cortada, y el hecho de que la zafra requiera un período de corte lo más breve posible han exigido siempre enormes cantidades de mano de obra. La introducción de miles de esclavos también explica el impulso que recibió la industria azucarera en la época colonial. Esa mano de obra barata continuó

La Habana, 1976

Cárdenas, 2008

fluyendo desde Haití y Jamaica a lo largo de las primeras décadas del siglo XX. Cuba perdió el mercado estadounidense en 1960, cuando la Revolución nacionalizó todas las centrales azucareras. La Unión Soviética y China se comprometieron a comprar la mayor parte de la zafra. Pero el bloqueo, que impedía adquirir equipos y piezas de repuesto para los ingenios, y el éxodo de personal cualificado situaron la producción en los primeros años de la Revolución muy por debajo de los cinco millones de toneladas alcanzados en 1958. En 1964 se creó el Ministerio de la Industria Azucarera. Los esfuerzos de la investigación científica y tecnológica se sumaron a la acción del gobierno para mecanizar la zafra, obtener el


La Habana, 1970

La Habana, 1971

SEREMOS MILLONARIOS

La Habana, 1970

máximo provecho de la caña e incrementar la producción. El azúcar tenía que ser la palanca que hiciera salir a Cuba del subdesarrollo. Y ese propósito se fijó en los resultados que debía alcanzar la cosecha de 1970: diez millones de toneladas. La meta era tanto económica como política. Significaba superar en casi tres millones el récord establecido antes del triunfo de la Revolución. Suponía también doblar la media de la producción durante la primera década del gobierno revolucionario. Todo el país se movilizó para lograr una cosecha histórica. Se amplió la extensión de tierras para la siembra de caña. Cientos de miles de voluntarios civiles y militares, hombres y mujeres, incluso brigadistas llegados de países socialistas participaron en el corte al lado de macheteros expertos. La ‘zafra de los diez millones’ es uno

La Habana, 1971

Villa Clara, 2007

167


168

La Habana, 1984

SEREMOS MILLONARIOS

de los máximos ejemplos de movilización y voluntarismo colectivos de la Revolución. El gobierno quería romper el círculo vicioso que suponía la dependencia económica del monocultivo azucarero, para ello se confiaba en

que la comercialización del excedente previsto proporcionaría las divisas indispensables para impulsar la industrialización del país y diversificar su economía. A pesar de todos los esfuerzos volcados, y de la práctica paralización

La Habana, 1981

La Habana, 1986

del resto de sectores industriales, sólo se alcanzaron poco más de ocho millones de toneladas. Fidel Castro admitió el fracaso, y a las razones políticas que lo explicaban añadió otras: los problemas en las redes de transporte, la

La Habana, 1977


SEREMOS MILLONARIOS

mecanización insuficiente y el exceso de mano de obra inexperta. Aunque la zafra de 1970 fue la más alta en la historia de la Isla, la decepción popular fue inmensa. Hasta finales de los ochenta Cuba continuó siendo el mayor exportador mundial de azúcar. La caída de su precio en el mercado internacional, la competencia de otros edulcorantes naturales o artificiales, y el atraso tecnológico de los ingenios, en su mayoría equipados con maquinaria de los antiguos países socialistas, no garantizaban que la producción de grandes cantidades de azúcar fuera siempre rentable. En el inicio del nuevo siglo se llevó a cabo una reestructuración en la industria azucarera para producir a bajo coste y de forma eficiente. El cultivo de la caña se limitó a las tierras más fértiles. La mitad de los centrales fueron desmantelados, y más de cien mil trabajadores recolocados en otros sectores industriales. Desde entonces la producción no ha dejado de disminuir. Las cosechas de la última década están muy lejos de las cifras de las grandes zafras, tanto como el deseo que expresaba las vallas de aquella época: azúcar para crecer.

La Habana, 1980

La Habana, 1979

169


170

SEREMOS MILLONARIOS

La Habana, 1972

La Habana, 1984


SEREMOS MILLONARIOS

La Habana, 1982

171


otra batalla a ganar

172


173


174

otra batalla a ganar

OTRA BATALLA A GANAR Ser cultos para ser libres es una de las máximas de José Martí con la que la propaganda explica uno de los principales afanes de la Revolución: educar. El primer gobierno revolucionario heredó un panorama desolador: había medio millón de niños sin escuela, el déficit de docentes era enorme, a pesar de que la mitad de los maestros estaba desempleada, sólo la población urbana tenía acceso a la enseñanza media y la universidad era un privilegio para quien disponía de recursos. Por si esto fuera poco, el número de analfabetos rondaba el millón. Las primeras medidas procuraron la extensión social de la educación. Para ello se crearon miles de aulas por todo el país. Incluso algunas instalaciones militares se transformaron en escuelas. La enseñanza se hizo obligatoria hasta el sexto grado, las becas se masificaron, y la escolarización alcanzó a la práctica totalidad de niños entre los seis y doce años. Paralelamente, la falta de profesorado se fue solventando con la formación de nuevas promociones. En 1961 la Ley de Nacionalización de la Enseñanza estableció su gratuidad y suprimió las escuelas privadas. Se

acabó así con uno de los pilares del racismo en el país, ya que la mayoría de estos centros eran segregacionistas. La formación se adecuó a las necesidades culturales y técnicas que imponía el nuevo modelo social. Y los métodos pedagógicos tradicionales, ajenos a las exigencias económicas y productivas, dieron paso a una educación que conjugaba estudio y

La Habana, 1994


OTRA BATALLLA A GANAR

La Habana, 1978

La Habana, 1976

La Habana, 1978

La Habana, 1976

175


176

trabajo. En las nuevas escuelas técnicas se instruyó a la mano de obra que debía colaborar en el desarrollo agropecuario e industrial de la Isla. Estos profesionales iban a compensar la pérdida de capital humano cualificado que había abandonado Cuba desde 1959. El gobierno también fomentó la formación de adultos. Al término de la Campaña de Alfabetización abrió aulas nocturnas en escuelas y centros de trabajo, y fijó metas educativas para la población. En 1980, todos los trabajadores habían completado el sexto grado; en 1988 se había generalizado el noveno y en los noventa se inició la extensión de la formación hasta el doceavo grado. Múltiples datos e indicadores avalan la opinión de las Naciones Unidas de que Cuba disfruta de uno de los mejores sistemas educativos del mundo. Después de cincuenta años de Revolución, sólo en el medio rural hay más de 6.000 escuelas. Alrededor de otras

La Habana, 2004

400 atienden a estudiantes con necesidades especiales. También existe un número notable de aulas hospitalarias, y el Estado, en todos los casos, proporciona gratuitamente el material escolar necesario. A pesar de las dificultades económicas, el papel de la biblioteca escolar se ha potenciado y las tecnologías de la información están presentes en las aulas como

otra batalla a ganar

La Habana, 1980

La Habana, 1972

La Habana, 1973


OTRA BATALLLA A GANAR

La Habana, 1986

La Habana, 1985

La Habana, 1985

La Habana, 1986

177


otra batalla a ganar

178

un complemento a la labor pedagógica. A todo ello hay que añadir los resultados del estudio realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Enseñanza, que demostró en 1997 que los índices más altos del continente en el dominio de materias como las matemáticas y la lengua correspondían a los alumnos cubanos. Sin embargo, la Isla tiene otra batalla a ganar: detener la pérdida del capital humano que está al frente de las aulas. Como ha sucedido con otras profesiones cualificadas, desde la crisis de los noventa y a causa de los bajos salarios, un buen número de maestros y profesores han abandonado la enseñanza por ocupaciones mejor remuneradas. A pesar de ello, desde 1958, la cifra de docentes se

La Habana, 1980

La Habana, 1980

ha multiplicado por diez, y en la enseñanza primaria la relación de alumnos por maestro continúa entre las más bajas del mundo. Hasta 1960 existían tan sólo tres universidades y el número de graduados

universitarios rondaba los 30.000. La reforma de la educación superior, iniciada en 1962, amplió la oferta de titulaciones y dio un gran impulso a la investigación científica, que debía servir al desarrollo integral del país. A lo largo del último medio siglo se han graduado más de 800.000 titulados superiores en las 45 universidades que ahora existen. Precisamente, uno de los objetivos estratégicos de la Batalla de Ideas es la universalización de la educación superior, con la extensión de la enseñanza universitaria a todos los municipios de la Isla. A través de las sedes universitarias municipales se quiere llevar a cada rincón de Cuba el conocimiento

La Habana, 1984

La Habana, 1987


otra batalla a ganar

La Habana, 1978

La Habana, 1976

científico y técnico, y aplicarlo en la solución de problemas locales, a la vez que se brinda a los ciudadanos la oportunidad de enriquecer su educación y cultura. El discurso oficial habla de crear una sociedad del conocimiento, en lugar de una sociedad de consumo, e insiste en que sólo mediante la cultura se consigue la justicia social. En un país con un nivel de educación tan elevado, donde uno de cada siete trabajadores posee un título universitario, la población espera que la formación adquirida le proporcione un puesto de trabajo digno y un salario que le permita cubrir sus necesidades. La Habana, 1985

179


el arte es un arma de la revoluci贸n

180


181


el arte es un arma de la revolución

182

EL ARTE ES UN ARMA DE LA REVOLUCIÓN La Revolución abrió las puertas de la cultura a todos los cubanos. Con la alfabetización y la extensión social de la educación se dio el primer paso. Le siguió la creación de bibliotecas y museos. Los nuevos sellos editoriales acercaron a la población lo mejor de la literatura universal y le dieron a conocer la obra de los jóvenes autores cubanos. Sin la influencia de la Revolución sería difícil entender el prestigio internacional que han alcanzado la música, la danza o el diseño gráfico. La canción política y social de la Nueva Trova ha recorrido el mundo entero. Otro tanto ha hecho el Ballet Nacional de Cuba. El cartel, una de las manifestaciones artísticas más singulares de la Revolución, en su día renovó el discurso visual de la propaganda política y de

La Habana, 2009

La Habana, 1999

la publicidad cinematográfica. Precisamente el cine, con una discreta tradición en la Isla antes de 1959, es hoy un referente continental gracias a la creación en los primeros años del gobierno revolucionario del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos).

En 1960 se fundó Casa de las Américas para convertirse pronto en el centro cultural más importante de Latinoamérica. Allí se dieron cita los artistas y escritores afines a la Revolución con mayor renombre del continente. Su labor editorial y la organización de exposiciones y


Sancti Spiritus, 2005

certámenes sobre todo tipo de manifestación artística potenciaron el conocimiento de la unidad y la identidad cultural latinoamericanas, y contrarestaron el aislamiento del país tras su expulsión de la Organización de Estados Americanos. La Cuba revolucionaria, y especialmente La Habana, fueron un polo de atracción para la intelectualidad progresista mundial. En un principio, esa intelectualidad compartió la agenda ideológica de la Revolución, al ver en ella un modelo nuevo, flexible y aplicable al resto del continente en su afán por alcanzar la justicia social y la verdadera independencia. También es cierto que entre esos visitantes los hubo que llegaron guiados más por la solidaridad que por el compromiso ideológico. Un compromiso que la Revolución exigía sin fisuras para enfrentar tanto al enemigo externo como al interno, y no dejaba espacio alguno para la crítica o la duda, porque creía ver en ellas la traición y el derrotismo.

el arte es un arma de la revolución

El gobierno también era consciente de que no bastaba con una política de promoción y difusión cultural. Por encima de consideraciones estéticas era necesario contar con un arte que sirviera a los intereses de la Revolución: la justicia social, el bienestar y la felicidad de hombres y mujeres. El caballo de batalla era conjugar libertad de expresión y creación con la construcción del socialismo. En esos años, vanguardia artística y vanguardia política todavía iban de la mano, pero los dirigentes recelaban de la actitud de artistas e intelectuales, en

La Habana, 2008

183


el arte es un arma de la revolución

184

La Habana, 1992

La Habana, 1993

su inmensa mayoría procedentes de clases acomodadas. Por eso, Fidel Castro marcó los límites y advirtió en fecha temprana que ‘dentro de la Revolución, todo, fuera de la Revolución, nada’. El idilio no tardó en desvanecerse. El debate más enconado tuvo lugar en el terreno literario. Los escritores consagrados antes de 1959 tuvieron una posición dispar con respecto al proceso revolucionario. Lezama Lima contemporizó, Carpentier simpatizó con él, Nicolás Guillén lo hizo suyo. La actitud de los más jóvenes tampoco fue común. Lisandro Otero se sumó sin reservas, mientras que

Cabrera Infante rompió con la Revolución y se instaló en Londres. Aquella no iba a ser la única deserción. La ruptura se consumó en 1968, cuando el poeta Heberto Padilla, un crítico furibundo de la Revolución, fue censurado y detenido, acusado de expresiones contrarevolucionarias. Más tarde, Padilla se autoinculpó de las acusaciones en una declaración pública y fue a prisión. Intelectuales de todo el mundo mostraron su preocupación por la actitud del gobierno en el caso Padilla. Ni las deserciones ni la rigideces políticas impidieron que el arte, en su conjunto, reflejase la ética de la

La Habana, 1990

La Habana, 1986


La Habana, 1998

Revolución. Pero tras el caso Padilla la censura se endureció, tanto como la vigilancia cultural. Todo lo ajeno fue considerado sospechoso, y ese celo hizo inevitables algunos excesos, como el de prohibir la música de los Beatles. A partir de los ochenta la campaña de ‘Rectificación de errores’ también alcanzó el ámbito cultural, y se profundizó tras la desaparición de la URSS. En el terreno literario, y en concreto en la narrativa, las formas

del realismo socialista fueron sustituidas por las nuevas tendencias del continente, y se rehabilitaron autores silenciados en décadas precedentes. A finales del 2000, con motivo del vigésimo aniversario de su asesinato, fue inagurada en La Habana una escultura dedicada a John Lennon. Se reconocía no sólo su dimensión musical sino también el valor de su lucha por la libertad y la justicia. De alguna manera, el arte reparaba el agravio con los cubanos de la generación de los Beatles

La Habana, 1989

La Habana, 1982

el arte es un arma de la revolución

La Habana, 1982

185


el arte es un arma de la revoluci贸n

186


el arte es un arma de la revoluci贸n

La Habana, 2008

187


seĂąores imperialistas, no les tenemos ningĂşn miedo

208


209


señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo

210

SEÑORES IMPERIALISTAS, NO LES TENEMOS NINGÚN MIEDO

Algo más de un centenar de kilómetros separa a Cuba de Estados Unidos. Tal y como señalan algunos autores, esa proximidad es una ‘fatalidad geográfica’ que ha marcado las relaciones entre ambos países, especialmente desde que la influencia política y el poder militar norteamericanos comenzaron a crecer a la par que el deseo de independencia de los cubanos. Estados Unidos intentaron adueñarse de la Isla cuando ésta era todavía una colonia. Primero quisieron comprarla a los españoles, más tarde anexionarla. Finalmente, la guerra de 1895 les brindó la oportunidad que buscaban de intervenir en el país. Su ocupación ayudó a reorganizar el Estado y sanear la economía; una economía que ya entonces dependía absolutamente del mercado norteamericano. En 1901 Estados Unidos impusieron una enmienda

La Habana, 2004


La Habana, 1976

La Habana, 1976

de petróleo. En la industria más importante del país, el azúcar, Estados Unidos no sólo eran su principal comprador, sino que fijaban el precio y sus leyes regulaban la producción cubana. Frente a este panorama, los gobiernos que se fueron sucediendo desde la independencia actuaron como los garantes de los intereses de su vecino del norte. La Casa Blanca se alarmó cuando el gobierno revolucionario comenzó su política de nacionalizaciones y expropiaciones. Washington no estaba dispuesto a aceptarla. No lo había hecho en Guatemala cinco años antes, por eso los marines pusieron fin a las tímidas reformas del presidente Arbenz. Tampoco iba a tolerarlo ahora. En La Habana tomaron buena nota de la experiencia guatemalteca.

señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo

a la constitución de la nueva república, que limitaba la soberanía de Cuba y la convertía en su protectorado. La Enmienda Platt concedió a Washington el derecho a intervenir en el territorio cubano para proteger los intereses norteamericanos, bajo el pretexto de garantizar la independencia de la Isla. Un año más tarde consiguieron el arrendamiento perpetuo de las tierras de la actual base naval de Guatánamo. En virtud de la Enmienda Platt, y hasta que fue abolida en 1934, Estados Unidos intervinieron militarmente en Cuba en otras dos ocasiones. A lo largo de la primera mitad del siglo XX, las empresas norteamericanas fueron consolidando su control sobre los principales sectores de la economía cubana. Dominaban la banca y el transporte público. Tenían el monopolio en la explotación agrícola y minera, y en el refinado

211


señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo

212

Sospechaban que podían correr la misma suerte. Poco después del triunfo de enero de 1959, la Casa Blanca puso en marcha la maquinaria que debía conducir a la agresión y precipitar la caída de Fidel Castro. Primero empleó el acoso económico con la suspensión de la compra de azúcar, luego vino la ruptura diplomática y, acto seguido, la invasión. El fracaso de Playa Girón no desalentó a la Administración norteamericana. En 1962 decretó el bloqueo de Cuba y buscó su aislamiento internacional con la expulsión de la Organización de Estados Americanos. A lo largo de medio siglo Washington ha utilizado todos los recursos a su alcance para destruir el régimen cubano: desde minar su crédito internacional, acusándolo de violar derechos humanos o de estar vinculado al narcotráfico, pasando por articular, financiar y dirigir la oposición interna, hasta dar cobertura a todo tipo de acciones terroristas y de sabotaje contra sus intereses, dentro y fuera de la Isla. También es cierto que en este medio siglo ha habido matices en la política norteamericana. Durante el mandato de Carter hubo un breve período de distensión. Y aunque no se restablecieron las relaciones diplomáticas, se abrieron secciones de intereses en ambos países. El anticomunismo de su sucesor, Ronald Reagan, esfumó las pocas esperanzas de normalizar las relaciones. El nuevo presidente culpó a La Habana de los procesos revolucionarios en Centroamérica, y su hostilidad hacia la Isla reavivó la amenaza de la agresión militar, especialmente después de la invasión norteamericana de Granada y del apoyo a la ‘contra’ nicaragüense. En 1985 comenzaron

La Habana, 1986

La Habana, 1977


desde Miami las emisiones de Radio Martí con el objetivo de incitar a la población en contra de la dirección de la Isla -más adelante comenzó a emitir TV Martí con idéntico propósito-. La respuesta cubana fue interrumpir los acuerdos migratorios suscritos el año anterior. El anticastrismo de Miami, aglutinado entorno a la Fundación Nacional Cubano-Americana, que nunca vio con buenos ojos la política de Carter con La Habana, dio todo su apoyo al cambio de rumbo de Reagan y aplaudió en los años noventa las leyes que endurecieron el bloqueo,

así como los planes de la Administración Bush para desmantelar el modelo social cubano. Las autoridades de La Habana siempre han insistido en que su enemigo no es el pueblo estadounidense, sino su gobierno. El relevo de Fidel Castro y la victoria de Barak Obama parecen haber inaugurado un nuevo escenario para las relaciones entre ambos países. Raúl Castro ha repetido en más de una ocasión su predisposición a hablar de igual a igual con Estados Unidos. También en la comunidad cubana de Miami y entre los empresarios

estadounidenses se escuchan críticas contra el mantenimiento del bloqueo. En Washington, la nueva Administración no tardó en reconocer que la política hacia Cuba había sido hasta la fecha un completo fracaso, pero eso no equivale a pensar que la Casa Blanca haya renunciado a recuperar la influencia política y el dominio económico sobre la Isla.

señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo

La Habana, 1981

213


seĂąores imperialistas, no les tenemos ningĂşn miedo

214


seĂąores imperialistas, no les tenemos ningĂşn miedo

1995

215


un paĂ­s de atletas

216


INTERCOSMOS

217


218

UN PAÍS DE ATLETAS

UN PAÍS DE ATLETAS Cuba es una potencia mundial en el deporte, un país de atletas como Alberto Juantorena, doble campeón olímpico en Montreal’76, que maravilló en los 400 y 800 metros planos13, o Javier Sotomayor, plusmarquista en el salto de altura14. Los éxitos del deporte cubano no se limitan al atletismo. Sus boxeadores copan el podio allá donde compiten, el voleibol femenino suele alcanzar los puestos de honor y la hegemonía mundial en el béisbol es incontestable. Además, Cuba es el país latinoamericano con mayor número de medallas olímpicas. Hasta el triunfo de la Revolución sólo había conseguido seis. Desde 1959 ronda las doscientas, y se ha situado en más de una ocasión entre los diez primeros del medallero. En Barcelona’92, en pleno período especial, consiguió el cuarto lugar. En los Juegos Panamericanos viene ocupando la segunda plaza desde la edición de 1971, siempre por delante de países con mayor

La Habana, 1981

potencial económico, y superada sólo por Estados Unidos. Estos resultados hacen visible internacionalmente una parte de los logros de la Revolución en el deporte. La otra corresponde a la extensión social de su práctica. La masificación ha ayudado a descubrir talentos y aptitudes, también ha contribuido a elevar la calidad de vida de la población, y le ha ofrecido una alternativa saludable para su tiempo libre. Con la Revolución el deporte pasó de ser un privilegio a un derecho de todos los ciudadanos. En 1961 se puso en marcha el INDER (Instituto Nacional de Deportes, Cultura Física y Recreación). Sus objetivos eran mejorar la competencia de los atletas, desarrollar disciplinas sin tradición ni experiencia en el país y promover el ejercicio físico y el deporte entre la población, llevando su práctica a centros de trabajo, unidades militares y escuelas. Precisamente, la inclusión de la educación física en la formación

13. Ha sido el primer y único atleta en la historia en hacer el doblete en ambas pruebas en unas Olimpiadas. 14. Campeón olímpico y del mundo. Estableció en 1993 el record de salto de altura, vigente en 2010, con una marca de 2,45 m.


La Habana, 1972

La Habana, 1995

UN PAÍS DE ATLETAS

La Habana, 1975

de los alumnos ha hecho de las escuelas la principal cantera del deporte en la Isla. Un conjunto de centros de iniciación, perfeccionamiento y alto rendimiento se ha encargado de preparar a los jóvenes que despuntan en las escuelas para hacer de ellos deportistas de élite. Los frutos de este proceso difícilmente se hubieran conseguido sin haber multiplicado el número de instalaciones y técnicos. En 1959, Cuba apenas disponía de medio millar de entrenadores. Cincuenta años después, contaba con más de 15.000, y un buen número de ellos ha colaborado en un centenar de países para mejorar el rendimiento de sus atletas. Desde el año 2000 funciona la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte. En ella, jóvenes becados procedentes del Tercer Mundo, en su mayoría latinoamericanos, se forman como profesionales para transformar la cultura física y el deporte de sus países de origen y contribuir al bienestar de su población. El dinero que se mueve alrededor del deporte hace cada vez más difícil que Cuba pueda mantener su nivel competitivo desde el amateurismo. En la Isla no existe el deporte profesional desde 1962. El reconocimiento social de sus figuras no lleva aparejado los beneficios de que disfrutan las de otras latitudes. Los cubanos no cobran derechos de imagen, ni son patrocinados por empresas privadas. Los

La Habana, 1983

La Habana, 1973

La Habana, 1971

219


220

atletas que desertan, lo hacen en su mayoría por razones económicas. En algunos casos han sido seducidos por los contratos millonarios que ofrecen equipos profesionales, como ha sucedido en el béisbol, donde en más de una ocasión los grandes equipos norteamericanos han dejado a la liga cubana sin alguna de sus estrellas. Para paliar esta situación, en el año 2000 se fundó la Comisión Nacional de Atención al Atleta, con el objetivo de dotar de una carrera profesional a los deportistas que han obtenido triunfos internacionales.

UN PAÍS DE ATLETAS

La Habana, 1991

La Habana, 1991


UN PAÍS DE ATLETAS

La Habana, 2010

221


magia de verdad

232


233


234

MAGIA DE VERDAD

MAGIA DE VERDAD El gobierno revolucionario reconoció el derecho de los cubanos a tener una vivienda digna, y trabajó para alcanzar ese objetivo como parte de su política de lucha contra la desigualdad y de elevación del nivel de vida de la población. Sólo en La Habana, a principios de 1959, cerca de un cuarto de millón de personas vivía en condiciones de extrema pobreza. En marzo de aquel año el gobierno rebajó a la mitad los alquileres. Un año después, 200.000 arrendatarios pasaron a ser propietarios de sus hogares gracias a la Ley de Reforma Urbana, que estableció también que los alquileres no podían superar el 10% del salario mensual. Posteriormente, ese máximo se redujo al 6% y se exoneró a las personas con ingresos más

La Habana, 1983

Camagüey, 2007

bajos. Pero estas medidas poco pudieron hacer contra el déficit de medio millón de viviendas heredado por la Revolución. El Estado era ahora el único constructor, además del encargado de su distribución y mantenimiento. En 1971, Fidel Castro admitía que la situación había empeorado desde 1959. La política puesta en práctica no había dado los resultados esperados, y el déficit seguía creciendo. A pesar de todo, hasta esa fecha se habían construido en zonas rurales más de 100.000 viviendas y el proceso de electrificación continuaba a buen ritmo. En los años ochenta se intentó corregir los problemas que frenaban el aumento de


MAGIA DE VERDAD

la oferta. El plan quinquenal de 1981-1985 introdujo mecanismos de mercado para reactivar el sector, como la venta privada, la construcción particular y los préstamos a bajo interés. Pronto se dio marcha atrás en estas medidas, ante el riesgo que suponían el enriquecimiento individual y la especulación inmobiliaria. El Estado retomó el control sobre la construcción y distribución de viviendas, pero no alivió la situación. La legislación cubana establece que el derecho a la propiedad personal sobre un inmueble no puede ser un mecanismo de enriquecimiento, ni de explotación. Por eso, la vivienda es considerada como un bien social, y su compraventa entre particulares está prohibida. Los cubanos sólo acceden a ella comprándola al Estado, construyéndola ellos mismos a través de las denominadas microbrigadas, o mediante la permuta. El período especial agravó una situación que ya era crítica. Los niveles de construcción se redujeran a casi la mitad de los alcanzados en años precedentes. También se recortaron las inversiones en mantenimiento y, en ciudades como La Habana, la migración interna generó un nuevo problema: el del hacinamiento. Desde entonces, no es nada extraño encontrar hogares en los que convivan varias generaciones. Desde finales de los noventa, las nuevas construcciones han crecido anualmente cerca de 50.000 unidades. De acuerdo con el censo de 2002, el número de viviendas en la Isla ya triplicaba el de 1959. Son cifras insuficientes para las necesidades de la población, porque el problema de la vivienda sigue siendo uno

La Habana, 1985

de los más graves que padece Cuba y que la Revolución no ha podido resolver. Las razones de este problema no se limitan a la escasez, ni a la falta de inversión. Hay que añadir otros factores, como la baja calidad de las construcciones y la ausencia de mantenimiento,

que agrava el anterior. Todo ello ha hecho que las edificaciones sean más vulnerables a los rigores del clima tropical, y explica también el elevado número de viviendas, alrededor de 400.000, que desde 1997 han resultado afectadas por los ciclones.

La Habana, 1981

235


236

magia de verdad

La Habana, 1976


magia de verdad

La Habana, 1984

Alamar, 1981

237


LA ARCILLA FUNDAMENTAL

244


245


246

LA ARCILLA FUNDAMENTAL

LA ARCILLA FUNDAMENTAL La juventud ha sido protagonista de los momentos más decisivos de la historia reciente de Cuba. Los asaltantes del Moncada fueron en su mayoría jóvenes. Los líderes de la Revolución tomaron el poder cuando apenas habían alcanzado la treintena. Miles de muchachas y muchachos participaron en la alfabetización y en las zafras azucareras. En palabras del Che18, la juventud era la arcilla fundamental con la que edificar una nueva sociedad, y la Revolución consagró esfuerzos y recursos para formar mujeres y hombres nuevos. La educación ha moldeado esa arcilla, y las organizaciones de masas han sido los canales a través de los que la juventud ha hecho su aportación a la construcción del socialismo. La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la cantera de los futuros miembros del Partido, ha sido la principal. Nunca antes de 1959 la juventud había disfrutado de niveles de formación e inserción social tan elevados. Quienes vivieron la 18. Ernesto Che Guevara, “El socialismo y el hombre en Cuba”. En: Escritos y discursos, T. 8 La Habana: Ciencias Sociales, 1977.

La Habana, 1974

La Habana, 1977


La Habana, 1984

falta de oportunidades durante la dictadura se comprometieron con el proceso revolucionario de forma inquebrantable y masiva. Medio siglo después del triunfo de 1959, más de la mitad de los cubanos es menor de treinta años. Su vínculo con la Revolución es bien distinto al de sus padres. Cada generación ha experimentado vicisitudes históricas diferentes,

que han condicionado una percepción particular de los resultados y expectativas del socialismo. Las consecuencias del período especial han sido determinantes en la configuración de esa percepción entre quienes no habían nacido o eran todavía niños al inicio de la crisis de los noventa. Y no sólo porque en esa época el 60% de los desempleados fueran jóvenes. Los

La Habana, 2008

La Habana, 1973

La Habana, 1984

la arcilla fundamental

La Habana, 1979

247


reajustes económicos, unidos a la extensión del trabajo por cuenta propia y al auge del turismo, han trastocado tanto sus referentes como sus actitudes. El último congreso de la UJC, celebrado en 2010, señaló la necesidad de una mayor implicación de las nuevas generaciones en la realidad política del país. Existen síntomas que revelan cierta relajación en los valores e ideales entre los jóvenes, como el afán por el consumo, el culto al individualismo y la percepción de que la educación ya no es el medio para alcanzar un mayor nivel de vida. Aunque la propaganda insista en proclamar que es de jóvenes triunfar, es difícil hacerlo en medio de la precariedad cotidiana. Pese a todo ello, hay cientos de miles de jóvenes consagrados al estudio en

248

LA ARCILLA FUNDAMENTAL

La Habana, 1978

Pinar del Río, 2010


universidades y polos científicos. Son el capital humano con el que construir el modelo social para la Cuba del siglo XXI. En el año 2000, consciente de los desequilibrios provocados por las reformas del período especial, el gobierno decidió formar a miles de jóvenes como trabajadores sociales. Su labor asistencial (cuidado de ancianos desatendidos, apoyo a familias con dificultades económicas y a jóvenes desempleados, etc.)

La Habana, 1993

de estos nuevos profesionales, no sólo responde a una necesidad social, es también una estrategia política. Con ella, el gobierno busca comprometer a la juventud en la tarea de dar continuidad al proceso revolucionario, a través de su implicación en la solución de los problemas socioeconómicos del país. A finales de 2008 ya se habían graduado más de 40.000 jóvenes trabajadores sociales.

la arcilla fundamental

La Habana, 1985

y de colaboración en la campaña de ahorro energético, se amplió con su intervención en sectores económicos donde se habían detectado casos de malversación de recursos. El más visible se produjo en 2005, cuando, de la noche a la mañana, cientos de trabajadores sociales sustituyeron a los empleados de todas las gasolineras de La Habana. Su objetivo era atajar el robo de combustible. La existencia

La Habana, 1989

Villa Clara, 2005

249


la arcilla fundamental

250

La Habana, 1981


la arcilla fundamentallverรกn

La Habana, 1990

251


vOLVERÁN

270


volverรกn

La Habana, 2008

271


272

vOLVERÁN

VOLVERÁN Cinco ciudadanos cubanos fueron detenidos en Miami en septiembre de 1998. Se les acusó de espionaje, de conspirar y de violar diversas leyes federales. Ninguna de las imputaciones los relacionó con acciones violentas, con el empleo de armas o con ataques a la propiedad. Su único delito demostrado fue haber usado identidades falsas para infiltrarse en las organizaciones que actuaban desde Miami contra el gobierno cubano. En los años noventa, cuando el país dejaba atrás lo peor del período especial, diversos actos de terrorismo y sabotaje golpearon a su incipiente industria turística. También a lo largo de 1995 el espacio aéreo de la Isla fue violado con el fin de lanzar sobre La Habana propaganda anticastrista. Los vuelos siempre procedían de Florida. En febrero de 1996, dos avionetas de Hermanos al Rescate fueron derribadas después de que desoyeran las advertencias de las autoridades cubanas. Murieron los pilotos de ambas aeronaves. Dos años después de este incidente, la misión de los cinco agentes detenidos era obtener información sobre las actividades de los grupos

Matanzas, 2008


San Antonio de los Baños, 2009

volverán

La Habana, 2008

contrarios al gobierno cubano que operaban en Miami, y neutralizar así sus planes de agresión. Su intención no era atentar contra la seguridad de Estados Unidos. Prueba de ello es que Cuba puso a disposición del FBI la información recabada sobre las actividades de estos grupos. Como respuesta, los agentes fueron arrestados. El proceso judicial estuvo plagado de irregularidades. Los detenidos permanecieron en prisión durante los casi tres años que transcurrieron desde su arresto hasta el inicio del juicio. La mitad de ese tiempo no pudieron comunicarse entre ellos. La fiscalía dificultó la preparación de la defensa a sus abogados. Y a pesar de que la hostilidad de la comunidad cubanoamericana hacia los acusados impedía garantizar en Miami un juicio justo, la petición para cambiar su sede fue desestimada. El telón de fondo era el clima de venganza por la reciente derrota judicial en el caso de Elián González. Para Miami el proceso adquiría una significación política. No se juzgaba a cinco hombres, sino al gobierno que representaban. La prensa local, en manos del lobby cubanoamericano, alimentó los

273


274

vOLVERÁN

La Habana, 2009

prejuicios contra los acusados. El jurado, más influido por la pasión que por las evidencias de las pruebas, no puso en duda el argumento de la fiscalía, que aseguraba que el propósito de los agentes cubanos era destruir a los Estados Unidos. El juicio se prolongó siete meses. Tres de los acusados fueron condenados a cadena perpetua. Los otros dos recibieron penas de prisión de 19 y 15 años. Para las autoridades cubanas las condenas eran injustas, y exigían la libertad de sus compatriotas, a los que condecoraron con la Medalla de Héroe de Cuba. Por su parte, la Asamblea Nacional del Poder Popular declaró que la presencia de los cinco en Miami respondía a la necesidad legítimia que tenía el país de defenderse de las agresiones que desde Estados Unidos se venían cometiendo durante las últimas cuatro décadas. En mayo de 2003

Ciego de Ávila, 2007


Ante la negativa de Washington a tomar en cuenta los informes de ambas organizaciones, han surgido por todo el mundo comités de solidaridad para dar a conocer la situación de los prisioneros y reclamar su puesta en libertad. Cuba confía en que, tarde o temprano, la justicia se acabará imponiendo. Por eso asegura que sus cinco héroes volverán.

La Habana, 2008

volverán

los abogados de la defensa presentaron sus alegatos de apelación ante el Tribunal de Atlanta. Dos años más tarde, los magistrados encargados del caso revocaron las sentencias y reconocieron el derecho de los cinco a tener un juicio justo. Desde entonces, Amnistía Internacional y la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han denunciado la violación de los derechos humanos que representa su encarcelamiento.

275


276

vOLVERĂ N

Matanzas, 2005


vVOLVERร Nolverรกn

Las Tunas, 2007

277


contra la guerra y el terroriismo

278


volverรกn

La Habana, 2008

279


contra la guerra y el terroriismo

280

CONTRA LA GUERRA Y EL TERRORISMO Horas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Cuba emitió una declaración de condena a los ataques, donde expresaba su solidaridad con el pueblo norteamericano, ofrecía su cooperación en la atención médica de las víctimas y ponía sus aeropuertos a disposición de los aviones que no pudiesen aterrizar en Estados Unidos, a causa del cierre de su espacio aéreo. Días más tarde, la Casa Blanca pidió a la comunidad internacional que se sumase a la lucha contra el terrorismo que iba a emprender. Cuando se hizo evidente que la estrategia norteamericana era la acción militar, Cuba se negó a secundarla, pero afirmó estar dispuesta a participar en una coalición que luchase en pro del desarrollo sostenible y en contra del hambre y las enfermedades que asolan a los países más pobres. Denunció además que la guerra que planeaba Estados Unidos contra Afganistán no contaba con la autorización expresa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y que era una maniobra que ocultaba sus intereses en la región. Como alternativa al uso de la fuerza, propuso la cooperación

La Habana, 1981

La Habana, 1983


semanas provocaron la muerte de más de 150 personas, de ellas un centenar eran niños. Años después un terrorista de origen cubano, juzgado en Estados Unidos, reconoció haber introducido virus infecciosos en Cuba. En 2001, la diplomacia cubana presentó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un informe que exigía a Estados Unidos el pago de una deuda por los daños sufridos por las acciones terroristas registradas hasta esa fecha, y que asciendía a más de 300 mil millones de dólares. Estados Unidos no ha reconocido en ningún momento esa deuda. Desde 1994 no se habían producido en Cuba secuestros de aviones o embarcaciones, hasta que a finales de marzo de 2003, y en apenas dos hombres armados asaltó uno de los transbordadores que cruzan la bahía de La Habana. El transbordador, con decenas de pasajeros a bordo, enfiló rumbo a Florida, pero el intento de secuestro fracasó. Las autoridades tenían noticia que se preparaban acciones similares. Estaban resueltas a impedir una ola de secuestros y a evitar las consecuencias que se pudieran derivar del contexto internacional de aquellos días, con la Guerra de Irak en marcha. Tres de los secuestradores fueron condenados a muerte y fusilados diez días después de su intento. La opinión pública deploró las ejecuciones, incluso intelectuales que hasta entonces se habían significado por su apoyo a Cuba, mostraron su repulsa. Meses después, un tribunal estadounidense condenó a veinte años de cárcel al secuestrador del segundo avión. Por primera vez la justicia norteamericana actuaba como La Habana había reclamado desde hacía décadas para acabar con la piratería en su territorio.

La Habana, 2005

Pinar del Río, 2005

Contra la guerra y el terrorismo

internacional para prevenir las acciones terroristas, eliminar sus causas y garantizar el enjuiciamiento de sus responsables. En esas fechas, las autoridades cubanas también recordaron la necesidad de establecer criterios internacionalmente aceptables para diferenciar el terrorismo del derecho legítimo de los pueblos a la lucha armada, y criticaron la doble moral de algunos países a la hora de condenar actos terroristas y silenciar o justificar otros. En octubre del 2001, Cuba se adhirió a los convenios y protocolos internacionales sobre terrorismo que aún no había suscrito, y en diciembre del mismo año aprobó nueva legislación en esta materia. A pesar de todo ello, en 2002 el presidente Bush incluyó a Cuba entre los países que formaban el Eje del Mal, ya que según el Departamento de Estado la Isla amparaba terroristas y fugitivos de la justicia norteamericana. Durante el último medio siglo, Cuba ha sufrido más de 2.000 acciones terroristas que han costado la vida a cerca de 3.500 personas. Es el país de Latinoamérica más castigado por el terrorismo alentado desde el exterior, y las agresiones, dirigidas a destruir la economía del país y amedrentar a su población, han sido de todo tipo: incendios de cañaverales e ingenios azucareros, sabotajes en fábricas de alimentos y refinerías, ataques a complejos turísticos, atentados contra sedes diplomáticas y oficinas comerciales, secuestro de aviones, mercantes y pesqueros. La Habana ha denunciado incluso ataques bacteriológicos. En 1981, se desató en la Isla una epidemia de dengue hemorrágico. Los primeros casos aparecieron de forma simultánea en localidades muy distantes entre sí, y en pocas

281


CONTRA LA GUERRA Y EL TERRORISMMO

282

La Habana, 1988


CONTRA LA GUERRA Y EL TERRORISMO

Las Tunas, 2007

283


nosotros trabajamos...Âży tĂş?

284


285


286

nosotros trabajamos... ¿y tú?

NOSOTROS TRABAJAMOS... ¿Y TÚ? Con las primeras colectivizaciones, en los años 60, miles de cubanos pasaron del sector privado a trabajar en empresas estatales. A partir de ese momento, el absentismo comenzó a ser parte de la realidad laboral del país. Las autoridades lo atribuyeron a la pervivencia entre los trabajadores de valores y actitudes propias del capitalismo. Otra explicación, no menos razonable, señala el poco valor del dinero en una situación de extrema escasez de artículos de consumo. Lo cierto es que los sucesivos cambios en la legislación laboral, tendentes siempre a su endurecimiento, no han resuelto problemas como el del absentismo, la indisciplina o la baja productividad. Las opiniones más críticas con el modelo cubano

han considerado estos fenómenos inherentes a un sistema que limita la iniciativa individual y, a la vez, como manifestaciones de rechazo al gobierno.

La Habana, 1972

Tras la toma del poder, el gobierno revolucionario se impuso la tarea de eliminar el desempleo y la discriminación racial para acceder a un puesto de trabajo. En los años setenta ambos objetivos se habían conseguido. La potestad de contratar ya no correspondía a los empresarios, sino al Estado, que pasó a distribuir empleos sin atender a distinciones raciales, garantizando así que todos los cubanos tuvieran las mismas oportunidades. La extensión de estas prácticas en la contratación creció a medida que se nacionalizaba el tejido empresarial. La creación de puestos de trabajo fue una medida más política que económica, que buscaba la solidez sobre la que edificar una sociedad más


justa e igualitaria. A ese objetivo se sumaron el establecimiento de escalas salariales para reducir las diferencias entre ingresos, y el fomento de una nueva cultura retributiva, que combinara estímulos morales y materiales. En esos años también aumentó de manera gradual el salario social, es decir, el conjunto de servicios educativos, médicos, culturales, etc. que el Estado proporcionaba gratuitamente.

Santiago de Cuba, 2007

La Habana, 1973

nosotros trabajamos... ¿y tú?

La Habana, 1977

287


noSOTROS TRABAJAMOS... ¿Y TÚ?

288

La Habana, 1979

La Habana, 1976

De la experiencia soviética se tomaron prácticas como el trabajo voluntario o la emulación socialista, con el propósito de crear una nueva conciencia laboral que contribuyera al incremento de la producción. Pero más que fomentarlas, esas prácticas fueron impuestas por las autoridades, preocupadas por dar respuesta a las consecuencias del bloqueo y superar el subdesarrollo. Los incentivos morales no compensaban la escasez

y, en esas condiciones, difícilmente podía cuajar entre los cubanos una conciencia laboral distinta, cansados de constantes sacrificios a cambio de un futuro de abundancia que tardaba en llegar. En los setenta se volvieron a introducir incentivos materiales. El Movimiento de los Trabajadores de Vanguardia surgió para destacar con mejores salarios a los más disciplinados, puntuales y productivos. Ser Trabajador de Vanguardia se

La Habana, 1975

La Habana, 1980


La Habana, 1979

hizo condición necesaria para ingresar en el Partido.La teoría explica que el socialismo hace dueños de los medios de producción a los trabajadores, sin embargo, en Cuba esos medios pertenecen al Estado. Los trabajadores sólo tienen un derecho abstracto sobre ellos. Apenas participan en las decisiones que afectan a la planificación económica, o que fijan salarios y cuotas de producción. A esa marginación han contribuido los sindicatos.

Antes del triunfo de 1959, eran de los mejor organizados y poderosos de Latinoamérica. Poco después perdieron su independencia, y su prioridad dejó de ser la defensa de los intereses de los trabajadores para colaborar con el gobierno y el Partido en el cumplimiento de los planes de producción. La crisis de los noventa acarreó problemas muy graves. Los recortes en el transporte público, por falta de combustible y repuestos, impusieron una

La Habana, 1986

La Habana, 1984

noSOTROS TRABAJAMOS... ¿Y TÚ?

La Habana, 1980

289


nosotros trabajamos... ¿y tú?

290

flexibilidad horaria que acentuó el absentismo. Disminuyó el número de productos que se obtenían por la cartilla de racionamiento. El paro afloró, aunque en la medida de lo posible, quien perdió su empleo fue reubicado en otro centro de trabajo, o se le dio la oportunidad de ampliar su formación mientras percibía parte de su sueldo. Sin embargo, el poder adquisitivo se desplomó con la dolarización de la economía. Desde entonces, los empleados de las empresas estatales, cerca del 70% de la población, viven en la paradoja de ganar un salario que, no sólo no alcanza para vivir, sino que además cobran en una moneda con la que no pueden comprar algunos productos básicos. En circunstancias así, y mientras los salarios no se adecúen a la realidad de los precios y devuelvan al trabajo su

La Habana, 2008

La Habana, 1976

significación como medio de vida, el absentismo no dejará de ser un problema que lastre la reactivación económica de la Isla. El dólar llegó a los bolsillos cubanos a través del turismo y de las remesas familiares, pero lo hizo de forma desigual, de manera que la capacidad de consumo se convirtió en un factor decisivo de distinción social. Las autoridades legalizaron la tenencia de divisas y paralelamente dieron luz verde a los comercios en los que sólo se podía usar esa moneda. Esta fue también una vía para que el Estado se capitalizara y pudiera comprar en el extranjero, porque desde la desaparición de la URSS, Cuba estaba obligada a pagar en monedas fuertes como el dólar. La autorización del trabajo por cuenta propia evitó las tensiones sociales que hubiera


nosotros trabajamos... ¿y tú?

provocado el paro masivo. Miles de cubanos abandonaron voluntariamente el sector público para ocuparse en alguna de las categorías profesionales que permitía el gobierno. Ahora ya no iba a ser tan difícil encontrar zapateros, electricistas o relojeros, oficios que, como otros muchos, prácticamente habían desaparecido en 1968, tras la ‘Ofensiva Revolucionaria’ que prohibió cualquier tipo de negocio privado. Desde entonces nada había podido resolver el déficit de este tipo de profesionales, ni siquiera la primera legalización del cuentapropismo en los años ochenta. La contrapartida negativa de este proceso ha sido la pérdida de especialistas en sectores esenciales como la medicina o la educación. Los nuevos espacios económicos creados por las reformas del período especial, como empresas mixtas o pequeños negocios particulares, ocupan a dos de cada diez cubanos. Es un segmento social atraído por alternativas de realización personal, al margen de la seguridad laboral garantizada por el Estado, y que asume valores tan ajenos al socialismo, como la libre competencia o la iniciativa y el enriquecimiento privado.

La Habana, 1983

La Habana, 1981

291


crece el alba

292


INTERCOSMOS

293


294

La Habana, 2008

CRECE EL ALBA

CRECE EL ALBA Con la creación en 1955 de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio se dieron los primeros pasos en el proceso de integración económica en América Latina. Desde entonces se han sucedido otras iniciativas regionales. Quizá la más conocida haya sido MERCOSUR19, hasta que en 2004 naciera el ALBA de los pueblos, la Alternativa Bolivariana para las Américas. La llegada de Hugo Chávez al poder y el desarrollo de la Revolución Bolivariana estrecharon los lazos entre Caracas y La Habana.

19. Integrado desde 1985 por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay..

Sin duda, a ese acercamiento han influido la sintonía personal y la afinidad ideológica de los líderes de ambos países. Fruto de esas buenas relaciones se estableció en octubre de 2000 el Convenio Integral de Cooperación por el que Venezuela suministraría a Cuba petróleo a precios por debajo del mercado internacional. Aunque lo peor del período especial ya hubiera pasado, el combustible venezolano fue un balón de oxígeno para la economía cubana. Por su parte, Cuba pagaría la factura petrolera con su mejor activo: el capital humano. Médicos y alfabetizadores han colaborado en algunas de las misiones bolivarianas impulsadas por el gobierno venezolano en las zonas marginales del país, mientras que otros especialistas han contribuido a modernizar la industria azucarera y a desarrollar el sector turístico. ALBA nace del interés por extender al resto de América Latina este modelo de intercambio, basado en la complementariedad y no en la competencia económica.

En septiembre de 2001, Hugo Chávez planteó en un foro internacional la necesidad de crear un proyecto de integración económica alternativo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Esta iniciativa de Estados Unidos se había comenzado a gestar a finales de 1994, con el horizonte del 2005 para su entrada en vigor. El giro político hacia la izquierda, que en ese período experimentaron diversos países latinoamericanos y la contestación social ante las repercusiones económicas del proyecto norteamericano, frustraron ese calendario. ALCA representa los intereses del gobierno de Estados Unidos. Su propuesta de liberalización absoluta del comercio y de las inversiones condena a los mercados nacionales a depender del mercado global, dominado por las grandes empresas, la mayor parte de ellas norteamericanas. Detrás de su apariencia integradora, ALCA esconde una estrategia anexionista y la voluntad de menoscabar la soberanía de los países latinoamericanos, a


Cienfuegos, 2007

20. Comunidad Caribeña formada por Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y Las Granadinas.

CRECE EL ALBA

La Habana, 2008

través del control de los sectores económicos y de los recursos naturales claves del continente. La realidad de América Latina se encuentra lejos de satisfacer las aspiraciones de sus ciudadanos. Pobreza, analfabetismo y desempleo endémicos, y el lastre de la deuda externa ponen en duda que las fórmulas neoliberales conduzcan al desarrollo y garanticen la justicia social. La propaganda mural invita por toda Cuba a confiar en que un mundo mejor es posible. La Alternativa Bolivariana de las Américas está concebida para que así sea. Ofrece un modelo distinto de integración. No busca el lucro, sino el bienestar de los pueblos y la lucha contra la pobreza y la exclusión a través de un intercambio de cooperación equitativo, justo y solidario. ALBA supone también una alianza política para transformar la estructura social y económica de las naciones que la integran y, a la vez, preservar su identidad y soberanía. Crece el ALBA. Desde que Cuba y Venezuela suscribieron en diciembre de 2004 el acuerdo para su aplicación, otros países se han adherido al ALBA. Bolivia lo hizo en abril de 2006, después de que Evo Morales fuera el primer presidente indígena de su historia. En enero de 2007 fue Nicaragua tras el triunfo electoral del sandinista Daniel Ortega y su retorno al poder. Posteriormente Honduras, Ecuador y los estados caribeños pertenecientes a CARICOM se han sumado también al proyecto20.

295


CRECE EL ALBA

296

Ciego de テ」ila, 2007


CRECE EL ALBA

Pinar del Río, 2007

297


!QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

312


INTERCOSMOS

313


¡Qué bárbaros! han liberado a un terrorista

314

¡QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

La Habana, 2006


una organización terrorista conocida después como Acción Cubana. En 1968 fue condenado a 18 años de prisión, pero apenas pasó cuatro entre rejas. Obtuvo la libertad condicional y reanudó sus actividades criminales. Como agente de la CIA, Posada Carriles había colaborado con los servicios secretos de diversos países latinoamericanos en la represión de grupos y organizaciones izquierdistas. Al día siguiente del atentado, las autoridades venezolanas arrestaron en Caracas a ambos hombres. Su juicio se dilató durante años. En 1985 y tras dos intentos frustrados, Luis Posada logró fugarse de la cárcel. Misteriosamente Orlando Bosch fue absuelto dos años después y deportado a Estados Unidos, donde en 1990 el presidente George Bush padre lo indultó. (Conviene recordar que en 1976 George Bush era el director de la CIA.) Luis Posada reaparece en El Salvador. Allí colabora en el suministro de armas para la ‘contra’, que combate al gobierno sandinista en Nicaragua. En 1997 es el responsable de los atentados en diversos complejos

La Habana, 2006

¡QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

El 6 de octubre de 1976, poco después de despegar del aeropuerto de Barbados, dos artefactos explotaron en la cabina de un DC-8 de Cubana de Aviación. El aparato se precipitó al mar y murieron las 73 personas que viajaban a bordo. Dos pasajeros venezolanos, que habían desembarcado cuando el avión hizo escala en la pequeña isla caribeña, fueron los autores materiales del atentado aéreo más grave en la historia de Latinoamérica. En su interrogatorio, los dos venezolanos acusaron a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch de ser los responsables de planear y dirigir el atentado. La policía encontró pruebas que corroboraban la acusación y, casi al mismo tiempo, el FBI supo que la voladura del avión fue obra del CORU (Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas), un grupo creado para atacar los intereses de Cuba en todo el mundo, y al frente del cual estaban Posada Carriles y Bosch, dos cubanos, nacionalizados venezolanos que, además de compartir un dilatado historial de sabotajes y acciones terroristas, habían sido exagentes de la CIA y estuvieron vinculados a la invasión de Playa Girón. Orlando Bosch había dirigido Poder Cubano,

315


¡Qué bárbaros! han liberado a un terrorista

316

La Habana, 2008


Matanzas, 2007

bajo fianza. En esos días, más de un millón de cubanos desfila exigiendo justicia frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en el malecón habanero. Pero el gobierno estadounidense ignora las peticiones de extradición. Esgrime que no hay pruebas suficientes que impliquen al exagente de la CIA, y expresa su temor ante las consecuencias de una eventual extradición a Venezuela: podría ser deportado a Cuba y su vida correría peligro. Parte de la opinión pública norteamericana ha considerado que, en el caso de Posada Carriles, la actitud de Washington puso en duda la credibilidad de su lucha contra el terrorismo internacional. Cuba y Venezuela llevaron ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas su petición de extradición, y denunciaron la

La Habana, 1976

La Habana, 2007

¡QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

turísticos de Cuba. En uno de ellos muere un ciudadano italiano. Posteriormente admitirá en una entrevista publicada por The New York Times ser el organizador de los ataques. Tres años después es arrestado en Panamá, acusado de urdir un plan para asesinar a Fidel Castro durante la Cumbre Iberoamericana celebrada en aquel país. Es condenado en 2004, e indultado meses después por la presidenta Mireya Moscoso en su último acto de gobierno. Al año siguiente entra de forma ilegal en Estados Unidos y tras dar una rueda de prensa en Miami, es detenido. Cuba y Venezuela solicitan de inmediato su extradición. Pese a las evidencias sobre su participación en el atentado de Barbados, las acusaciones de las autoridades norteamericanas contra Luis Posada se limitan a infracciones migratorias y sale en libertad

317


¡QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

318

La Habana, 2007

complicidad de la Administración Bush en la excarcelación de Posada Carriles cuando, abril de 2007, una jueza federal desestimó los cargos contra él por fraude migratorio. Mientras en La Habana arreciaban las protestas, en Miami festejaban la libertad del que consideran como un luchador por la libertad.

La Habana, 2005

En octubre de 1976, pocos días después del atentado, cientos de miles de cubanos abarrotaron la Plaza de la Revolución de La Habana para despedir a las víctimas. Fidel Castro proclamó ante la multitud: “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla”.

La Habana, 2007


¡QUÉ BÁRBAROS! HAN LIBERADO A UN TERRORISTA

La Habana, 2006

319


tenemos y tendremos socialismo

320


321


tenemos y tendremos socialismo

322

TENEMOS Y TENDREMOS SOCIALISMO Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución el 16 de abril de 1961, durante el duelo por las víctimas de los bombardeos que precedieron a la invasión de playa Girón. La reforma agraria y la política de nacionalizaciones habían advertido de la radicalización del régimen mucho antes de que aquel día Castro pidiera a los cubanos que combatieran para defender una Revolución que decía ser “de los humildes, por los humildes y para los humildes”. Las nacionalizaciones no constituían necesariamente el paso al socialismo. Tampoco implicaban la liquidación inmediata ni total de la pequeña y mediana empresa privada, porque su existencia resultaba imprescindible y viable. Pero las nacionalizaciones, al afectar a los intereses norteamericanos y a los de la gran burguesía, representaban el tránsito hacia la plena independencia política y económica y la construcción de un modelo social más justo. Uno de los signos más visibles de la transformación que experimentó Cuba fue el establecimiento en 1962 de la cartilla de racionamiento.

La Habana, 1985

Aunque tuvo su origen en las dificultades que el bloqueo generó para proveer de productos básicos a la población, la cartilla fue una garantía de abastecimiento para todos los cubanos y un símbolo del igualitarismo que perseguía la Revolución.

La Habana, 1983


La Habana, 1980

sino la única que preservaría la soberanía del país y su identidad nacional. Y en la medida en que la mayoría de los cubanos aceptó estas ideas, el nuevo sistema político y social se fue consolidando. La ‘Ofensiva Revolucionaria’ de 1968 supuso la nacionalización de toda forma de propiedad con la confiscación de más de 50.000 negocios

privados. A partir de ese momento, el Estado se hizo cargo de satisfacer las necesidades que cubrían los pequeños comercios y las empresas de servicios confiscadas, y sus antiguos propietarios pasaron a ser empleados públicos. La ‘Ofensiva Revolucionaria’ perseguía objetivos tanto económicos como ideológicos: extender la propiedad social a todos los sectores productivos y eliminar la posibilidad del enriquecimiento individual a costa de los trabajadores. Pero pronto se hizo evidente que el Estado no podía igualar la calidad de los productos y servicios que proporcionaba la iniciativa privada. El coste económico y social de aquella ofensiva es incalculable y todavía se padecen sus consecuencias. Antes de la caída del Muro de Berlín comenzó la campaña de ‘Rectificación de

La Habana, 2005

tenemos y tendremos socialismo

Hasta 1970 se sucedieron los debates sobre qué tipo de socialismo construir. En los primeros años de gobierno revolucionario se abogó por el modelo soviético de planificación central. El Che se inclinaba por un socialismo puro y duro, eliminando cualquier rastro capitalista. Tras la ‘Zafra de los Diez Millones’ se retomó definitivamente la senda soviética. A pesar de las dificultades que entrañaba planificar de modo flexible y eficiente y asegurar el mejor uso de los recursos en función de las necesidades de la población, los beneficios del socialismo eran tangibles. Las mejoras salariales, la disminución de los alquileres, o la universalización y gratuidad de la atención médica y la educación eran argumentos que la dirección revolucionaria usaba para demostrar, no sólo que el socialismo era la opción correcta,

323


debían a la imitación de los cambios que los soviéticos habían introducido en su modelo en la década anterior. En Cuba se percibían ahora como el caldo de cultivo que podía conducir a la restauración de valores y hábitos capitalistas. El gobierno revirtió las medidas liberalizadoras adoptadas hasta 1980 y recuperó el control de la producción industrial. Se limitaron los espacios al cuentapropismo, la construcción privada de viviendas fue paralizada, y prohibida la venta ambulante. El recorte en los incentivos materiales desalentó a los trabajadores y la productividad se resintió agravando el deterioro de la economía. El socialismo en Cuba parecía condenado a desaparecer con la URSS, pero las reformas de los

324

tenemos y tendremos socialismo

La Habana, 1986

errores y tendencias negativas’. Fue presentada como una estrategia para perfeccionar el socialismo cubano cuando el modelo de inspiración soviética daba muestras de agotamiento. Pero era también una respuesta a la perestroika y una alternativa a cualquier revisión profunda de las estructuras políticas y económicas de la Isla. Los errores a rectificar se

La Habana, 1986

La Habana, 1982

noventa evitaron el colapso. El gobierno continuó defendiendo un modelo socialista, aunque tuvo que asumir la opción de una economía mixta que combinase planificación y mercado, y que hiciera compatibles ciertas formas de propiedad privada con el objetivo de conseguir un desarrollo con justicia social. La legalización del cuentapropismo y la apertura de mercados agropecuarios y artesanales fueron en esa dirección. También permitieron al gobierno controlar parte de la economía sumergida que había aflorado con la crisis. Estas soluciones, más propias de una economía capitalista, comportaron la aparición de grupos con una gran capacidad de consumo y acentuaron las diferencias en los ingresos en una sociedad


La Habana, 1980

La Habana, 1977

como el desarrollo entre los trabajadores de una verdadera conciencia de su propiedad colectiva sobre los medios de producción, o la aplicación de una ética distinta a la capitalista en la relación del Estado con los trabajadores. Las autoridades de la Isla son conscientes que la salvaguarda de las conquistas de la Revolución depende de la viabilidad del socialismo que animan a defender y, en definitiva, del equilibrio entre eficiencia económica y justicia social. Producir y propocionar bienes y servicios de calidad y distribuirlos de manera equitativa entre los ciudadanos, según sus necesidades reales. Cuba mantiene un sistema de distribución de la riqueza social que no distingue entre las diferencias crecientes en cuanto a la capacidad de consumo de la población. El igualitarismo ya no garantiza la equidad. Desde que tomó el relevo de su hermano, Raúl Castro ha insistido en la necesidad de atajar esta situación. Se han barajado algunas medidas como la adecuación del sistema tributario a la realidad

económica, o la exclusión del acceso a productos y servicios subsidiados para quienes tienen mayor capacidad adquisitiva. En cualquier caso, el gobierno señala que un trato desigual no puede derivar en discriminación, y contravenir los valores y principios de la Constitución. La misma que fue reformada en junio de 2002 para declarar irrevocable el sistema socialista del país.

La Habana, 1983

tenemos y tendremos socialismo

que, hasta el inicio del periodo especial, era de las más equitativas del mundo. En 1995, cuando lo peor de la crisis había quedado atrás, Fidel Castro expresó en el V Congreso del Partido Comunista de Cuba su confianza en la continuidad del proceso revolucionario al afirmar tenemos y tendremos socialismo. El congreso señaló que la prioridad era conseguir la eficiencia económica. Una asignatura pendiente de la Revolución, junto a otras,

325


326

tenemos y tendremos socialismo

La Habana, 1988

HolguĂ­n, 2009


tenemos y tendremos socialismo

La Habana, 1989

La Habana, 1990

327


JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA

328


INTERCOSMOS

329


330

JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA

JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA A finales de 1994, en pleno período especial, Hugo Chávez visitó por primera vez Cuba. Poco antes había recuperado la libertad después de pasar dos años en prisión por su intentona golpista de 1992. Fue recibido con honores de Jefe de Estado, cuando sólo era teniente coronel de un batallón paracaidista y el líder de un nuevo movimiento político, con el que aspiraba a ganar las elecciones presidenciales en Venezuela. En esa primera visita, sus manifestaciones de admiración por la figura de Fidel Castro y el socialismo cubano parecían inaugurar una nueva etapa en las relaciones entre ambos países. Ésta se materializó definitivamente cuando Chávez accedió a la presidencia, en 1998.

Ciego de Ávila, 2006


El intercambio de bienes y servicios entre ambos países se ha multiplicado por diez desde 1998, de tal manera que Venezuela es el principal socio comercial de Cuba. En 2000 suscribieron un convenio de cooperación. Desde entonces la asistencia venezolana en materia energética ha constituido un elemento decisivo para garantizar a la Isla el acceso a divisas, ya que La Habana vende en el mercado mundial parte de los 97.000 barriles que a diario importa de Caracas a precios preferenciales. Cuba cubre con este petróleo Las Tunas, 2005

La Habana, 2009

JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA

Caracas había roto relaciones diplomáticas con La Habana en 1961, a causa del apoyo cubano a la lucha guerrillera en Venezuela. Durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, en los años setenta, el petróleo venezolano comenzó a llegar a Cuba a través de la URSS. El acercamiento político y comercial se intensificó en décadas posteriores. Con la desaparición de la URSS y la llegada al poder de Hugo Chávez, La Habana buscó en Venezuela un aliado que le ayudase a salir del aislamiento internacional y a superar la grave crisis económica.

331


JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA

332

cerca del 70% de su consumo y paga la factura con el capital humano y los servicios intensivos en conocimiento y tecnología que aplica en los diversos programas de desarrollo económico y social de la Revolución Bolivariana, mediante A finales de 2007 había en Venezuela cerca de 40 mil colaboradores cubanos, la mayoría en el ámbito de la salud. La alianza estratégica entre Cuba y Venezuela se ha reforzado desde la puesta en marcha de la Alternativa Bolivariana para las Américas, en 2004. El grado de cooperación entre ambos gobiernos no se ha limitado al terreno económico, sino también al político. Caracas y La Habana han hecho causa común en el apoyo a los movimientos de renovación de la izquierda latinoamericana, así como en la denuncia de las acciones militares de Estados Unidos en Irak y Afganistán, y de la protección de Washington al exagente de la CIA, Posada Carriles. En el terreno militar y de seguridad coinciden en sus intereses estratégicos, en la oposición a la participación de Washington en los planes de defensa de la región, y en el reforzamiento de los lazos con países como Rusia, China e Irán, todos ellos rivales de Estados Unidos y sus aliados. Los críticos con ambos regímenes ven en la colaboración de Cuba con la Revolución

Bolivariana una maniobra de injerencia política, orientada a consolidar el poder de Hugo Chávez y a hacer de Venezuela la punta de lanza del castrismo, al financiar con su petróleo los movimientos izquierdistas del continente. Denuncian que, aunque por otros medios, Fidel Castro ha visto cumplido su anhelo de exportar la revolución a uno de los países estratégicamente más importantes de la región.

En diciembre de 2007, Hugo Chávez viajó a La Habana para suscribir nuevos convenios de colaboración con el gobierno de la Isla. Y aprovechó la ocasión para afirmar que el proceso de integración entre ambos países haría realidad el sueño de Bolívar y Martí.

La Habana, 2007


JUNTAS EN LA MISMA TRINCHERA

Bayamo, 2007

333


una revoluci贸n con energ铆a

334


335


336

UNA REVOLUCIÓN CON ENERGÍA

UNA REVOLUCIÓN CON ENERGÍA La Revolución consiguió llevar la electricidad a todos los rincones de la Isla. Para ello, durante más de 30 años, contó con la tecnología y el crudo soviéticos. Pasada una década de la desaparición de la URSS, la explotación de su subsuelo permitió a Cuba producir una parte considerable del petróleo que consumía. A pesar de eso, 2004 fue un año crítico en el suministro eléctrico. Parecía que se había vuelto a los peores momentos del período especial, cuando el desplome soviético impuso el racionamiento de energía, y los cortes de luz y de agua fueron la pesadilla cotidiana de los cubanos. Los apagones ya no eran por falta de combustible, sino por el deterioro de las centrales eléctricas, obsoletas y carentes de

La Habana, 1983


UNA REVOLUCIÓN CON ENERGÍA

inversiones, y por el embate de los huracanes, que se cebaron en la red de distribución. El colapso eléctrico afectó durante meses a la vida doméstica y a la actividad productiva de más de un centenar de industrias. En ese contexto, lo que comenzó como una solución para atajar un problema crítico, se convirtió en una estrategia para promover

La Habana, 1985

La Habana, 1981

un uso racional de la energía. Desde los años sesenta las campañas de ahorro de agua y electricidad venían siendo recurrentes. En la segunda mitad de los noventa, cuando la revitalización económica hizo crecer la demanda energética, se impulsaron nuevos programas de ahorro. Pero en una sociedad donde los suministros básicos tenían un coste simbólico para el bolsillo, los éxitos de tales programas fueron insuficientes. El objetivo inmediato de lo que a partir de 2006 se conocería como ‘Revolución Energética’ era impulsar el ahorro de energía a través de una transformación profunda de los procesos de generación y consumo de electricidad. Un año antes, Fidel Castro había sorprendido

Ciego de Ávila, 2007

337


UNA REVOLUCIÓN CON ENERGÍA

338

con el anuncio de la distribución, a precios subvencionados, de cientos de miles de ollas arroceras entre la población. Era el primer paso para extender el uso de la electricidad en las cocinas cubanas y eliminar de ellas combustibles costosos y nocivos para la salud, como el queroseno. Pero esa medida se iba a enmarcar, más tarde, en una campaña para la sustitución generalizada de viejos electrodomésticos (televisores, neveras, ventiladores…), la mayoría de ellos de fabricación soviética y de gran consumo energético, por otros más modernos y ahorrativos. De forma gratuita y en todos los hogares, se han sustituido también las viejas bombillas, por otras de bajo consumo.

Paralelamente se ha orientado a los cubanos en prácticas para el ahorro. Algunas decisiones han generado protestas, como la subida de las tarifas. Ésta, en concreto, no se ha tomado tanto con una finalidad recaudadora como para establecer una medida más efectiva en la lucha contra el despilfarro. Esta revolución no se ha limitado al entorno doméstico, ha incluido también a los centros de trabajo y a todo el sector estatal. El sistema energético nacional se ha transformado. El cambio más significativo ha sido su descentralización. De una red compuesta por grandes termoeléctricas -otra herencia soviética-, se ha pasado a una nueva

La Habana, 1980


UNA REVOLUCIÓN CON ENERGÍA

estructura, formada por miles de grupos electrógenos repartidos por todo el territorio. Su proximidad a los puntos de consumo minimiza las pérdidas en la transmisión de energía y, ante cualquier eventualidad, asegura el suministro a equipamientos vitales para el país como hospitales, fábricas de alimentos, potabilizadoras de agua, escuelas, centros de investigación e instalaciones turísticas. Los recursos financieros liberados gracias a la reducción de la factura petrolera se han destinado al desarrollo de programas sociales y de otros sectores económicos. En definitiva, la Revolución Energética ha sido una estrategia imaginativa para contribuir a salvaguardar el proceso revolucionario a través del ahorro de energía. La Habana, 1985

La Habana, 2005

339


340

una revolución con energía

Pinar del Río, 2008

La Habana, 2008


una revolución con energía

Holguín, 2007

341


un mundo mejor es posible

342


343


344

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE Más allá de ser un ejemplo de resistencia, Cuba representa una alternativa al modelo neoliberal. Y esa alternativa se ha proyectado al mundo a través de la trayectoria histórica de la Revolución, y también mediante las ideas y los valores que ha defendido dentro y fuera de sus fronteras. Cuba ha trabajado para que un mundo mejor sea posible desde la acción y el debate en múltiples foros. Tan sólo dos años después del triunfo revolucionario fundaba, junto a una veintena de naciones, el Movimiento de Países No Alineados. Esta organización surgía de la quiebra del sistema colonial, se oponía a cualquier tipo de dominación o injerencia extranjera, abogaba por la coexistencia pacífica y rechazaba el reparto del mundo en zonas de influencia entre soviéticos y norteamericanos. Pero las luchas anticoloniales hicieron imposible que el Movimiento se sustrajera a la dinámica de la Guerra Fría. La supuesta equidistancia que debía mantener con respecto a las dos superpotencias se desvaneció, especialmente cuando la Isla lideró la organización, a finales de los setenta. En aquellos

La Habana, 1979

años tropas cubanas combatían en África y la política exterior de La Habana se alineaba con Moscú. Todo ello le valió la acusación de ser un peón al servicio de los intereses soviéticos en el Tercer Mundo, y de arrastrar a los Países No Alineados por la misma senda. Tras el final de

Pinar del Río, 2005


UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

La Habana, 2004

La Habana, 1990

la Guerra Fría, el Movimiento ha sido un foro cada vez más amplio y heterogéneo. No por ello ha renunciado a sus principios fundacionales, ni Cuba ha dejado de hacer suya la reclamación de un orden económico más justo y solidario que garantice el desarrollo de los países pobres. En esa misma línea, y antes de que a principios de

los ochenta se extendiese por Latinoamérica la crisis por el impago de la deuda externa, Cuba ya había denunciado que el endeudamiento del Tercer Mundo era una forma de subordinación a los intereses de las grandes potencias. Cuando México se declaró insolvente, y poco después otros países se hallaron en una situación análoga, La Habana trató de crear un frente común con los países más afectados para obtener una moratoria indefinida del pago. ‘Un sindicato tercermundista de morosos’, así definió el disidente Carlos Alberto Montaner la iniciativa, a la que finalmente ningún gobierno latinoamericano se adhirió, desoyendo las movilizaciones y campañas populares contra el pago de la deuda y contra las medidas de ajuste propuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

La experiencia cubana, a pesar de las insuficiencias de su modelo, de sus desaciertos innegables, y sin olvidar tampoco las limitaciones impuestas por el bloqueo, ha demostrado que con recursos económicos modestos es posible proporcionar servicios sociales a toda la población, derechos fundamentales como la

La Habana, 1978

345


346

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

Camagüey, 2007

salud y la educación, y garantizar el acceso a un empleo y a una alimentación básica. La virtud de este modelo no radica en su eficacia económica, sino en ofrecer un ejemplo de distribución equitativa de los beneficios del desarrollo y, en definitiva, en alcanzar un alto nivel de justicia social. Frente a la globalización neoliberal, Cuba defiende globalizar la solidaridad aplicando formas de colaboración internacional, basadas en la complementariedad y no en la competencia o en la búsqueda del lucro. La muestra más reciente de esta nueva estrategia es ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, un proyecto que avanza hacia la integración de los países que la componen, sin perder de vista sus asimetrías políticas, sociales y económicas. En los últimos años, Cuba no ha dejado de alertar sobre las consecuencias de producir biocombustibles como alternativa al petróleo.

Las autoridades de la Isla han criticado la iniciativa liderada por Estados Unidos y Brasil, por no tener en cuenta sus repercusiones sobre el Tercer Mundo. Cuba sostiene que la producción de biocombustibles reducirá las tierras de cultivo y, en consecuencia, encarecerá

el precio de los alimentos. Todo ello será el preludio de las hambrunas e inestabilidad social que perpetuarán la dependencia económica de los países más pobres, a cambio de que ese absurdo Primer Mundo pueda mantener sus niveles de consumo y bienestar.

Sancti Spiritus, 2005


UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

La Habana, 2008

347


cuba vencerรก

364


365


366

CUBA VENCERÁ

CUBA VENCERÁ

El desenlace de la Guerra Fría ha transformado el mundo profundamente. No es el paraíso de la libertad que muchos imaginaban, ni un lugar más seguro y habitable. Ese mundo

La Habana, 1973

nada tiene que ver con el que conoció el triunfo de la Revolución. Desde la caída del Muro de Berlín el capitalismo avanza sin freno hacia la consumación de su proyecto histórico: la

Villa Clara, 2005

distribución cada vez más desigual de la riqueza y el control de los recursos del planeta. Para ello cuenta con un sistema de dominación global, basado en el poderío militar y en el monopolio de la información, y apoyado además en un conjunto de instituciones supranacionales que coartan la soberanía política y económica de los pueblos. En este contexto, Cuba continúa encarnando un modelo de resistencia frente a la codicia del capital. Eso explica que si hay algo que ha permanecido invariable a lo largo de la Revolución sea el empeño de sus enemigos por destruirla, y la firme obstinación de ésta por sobrevivir. En cincuenta años los desafíos a esa supervivencia han sido incontables y se han


CUBA VENCERÁ

La Habana, 1976

La Habana, 1983

La Habana, 1980

dado en todos los órdenes de la realidad del país: en el desarrollo económico, en la defensa de su independencia, en la extensión social de la educación, la salud, la cultura... Sin duda, el momento más crítico tuvo lugar tras la quiebra del campo socialista, cuando Cuba quedó a merced del embate neoliberal.

Entonces, el bloqueo se recrudeció para aislar aún más al país y rendirlo de una vez. Sin embargo, la Isla pudo recomponer sus vínculos internacionales y buscar acomodo en el nuevo orden económico. Y lo hizo sin renunciar a la esencia de los principios que hasta ese momento habían guiado la construcción de un

modelo de desarrollo basado en la igualdad y la justicia, y que tenía al pueblo como su principal beneficiario. Medio siglo de experiencia sugiere que la hostilidad hacia la Revolución no cesará. A lo sumo variarán estrategias e instrumentos, pero no su objetivo. Por eso, como explica la

La Habana, 2007

367


CUBA VENCERÁ

368

propaganda, Cuba se prepara día a día para vencer, porque resistir es el paso previo hacia la victoria. En el futuro será tan decisivo enfrentar las amenazas externas, como encontrar la alternativa idónea para continuar construyendo, en el contexto de la globalización, un modelo de socialismo eficiente y sostenible. No es una tarea fácil mantener un proyecto soberano de desarrollo a las puertas del mayor mercado del mundo, especialmente cuando Cuba se ha visto obligada a restaurar algunas formas de mercado. Es cierto que las reformas económicas, lejos de ser un proceso de liberalización, fueron cambios graduales, acompañados de regulaciones estrictas que han impedido que la inserción del mercado afectara el predominio de la economía estatal. Pero todo apunta a que en el futuro se emprendan más reformas, y que su calado sea profundo. Harmonizar la convivencia de formas y valores propios del capitalismo en un marco institucional socialista se plantea como un nuevo reto en el horizonte de la Revolución. La experiencia histórica cubana ha demostrado que la única vía para construir el socialismo no es la europea. Además, la pervivencia de la Revolución tras la Caída del Muro contrasta con las debilidades demostradas por el ‘socialismo real’. La Isla continúa encarnando una propuesta de utopía liberadora. Los aciertos y fracasos acumulados a lo

largo de más de medio siglo constituyen un capital de experiencia, esencial para todos los proyectos que persiguen una transformación profunda que revierta las situaciones de injusticia social y desigualdad. La correlación de fuerzas políticas y sociales internas a favor de la Revolución sigue siendo incuestionable. Este es el mejor aval para enfrentar los desafíos que surjan en el futuro y para afirmar, como han hecho sus vallas desde 1959, que Cuba vencerá.

La Habana, 1988

La Habana, 1992

La Habana, 1986


CUBA VENCERÁ

Santiago de Cuba, 2009

Pinar del Río, 2004

369


cubA vencerรก

370


cuba vencerรก

La Habana, 2008

371


BIBLIOGRAFÍA

372


• Aguilera Peralta, Gabriel. “Cuba y la OEA: apuntes de una larga y complicada relación”. Nueva Sociedad, núm. 223, 2009, p. 4-13.

• Carranza, J.; Gutiérrez, L.; Monreal, P. Cuba: la reestructuración económica. Una propuesta para el debate. La Habana: Ciencias Sociales, 1995. • Castro, Fidel. Cuba, ni se vende ni se entrega: 26 de julio de 1993. La Habana: Editora Política, 1993.

• Alarcón de Quesada, Ricardo. Nuestra única revolución, la de Céspedes y Agramonte, la de Martí y Maceo, la de Fidel y Che. La Habana: Asamblea Nacional del Poder Popular, 1995.

• Castro, Fidel. El decoro del mundo: Che Guevara visto por Fidel Castro. Tafalla: Txalaparta, 1999.

• Álvarez Figueroa, Oneida. “El sistema educativo cubano en los noventa” Papers, núm. 52, 1997, p. 115-137.

• Castro, Fidel. La experiencia cubana: Informe al Primer Congreso y otros documentos. Barcelona: Blume, 1976.

• Amuchástegui, Domingo. “Las FAR: del poder absoluto al control de las reformas” Encuentro, 2003, p. 133-147.

• Castro, Fidel. Un grano de maíz. Conversación con Tomás Borge. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1992.

• Asamblea Nacional del Poder Popular. Un documento nada serio, que hay que tomar en serio. Plan Bush para Cuba. La Habana: Editora Política, 2004. • Báez, Luis. Absuelto por la historia. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1992. • Bell, José; Pulido, Clara. Visión desde Cuba. Madrid: Sodepaz, 1996. • Biagini, Hugo E. “El Che Guevara y la juventud”. Islas, núm. 42, 2000, p. 80-95. • Bossi, Fernando Ramón. “¿Qué es el ALBA? Construyendo el ALBA desde los Pueblos”. Portal ALBA - TCP <www.alianzabolivariana.org>. [Consultado: 3 marzo, 2009]. • Cardenal, Ernesto. En Cuba. México: Era, 1977. • Carranza, Julio. “Cuba: situación actual y proceso de cambio”. Nueva sociedad, núm. 108, 1990, p. 168-173.

BIBLIOGRAFÍA

• 20 aniversario de la victoria. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1979.

• Castro, Fidel. La historia me absolverá. Madrid: Júcar, 1976. • Castro, Fidel. Respuesta a Bush: discurso en el acto por el 51 aniversario del asalto al Moncada. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2004. • Castro, Fidel. Una revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas : discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, 3 de febrero de 1999. La Habana: Editora Política, 1999. • Castro, Fidel. En la trinchera de la revolución: selección de discursos. La Habana : Editora Política, 1990. • CEPAL. La Economía Cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa. México: Fondo de Cultura Económica, 2003. • Cien horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2006. 373


374

• Colomer, Josep M. “Los militares duros y la transición en Cuba”. Encuentro, 2003, p. 148-167.

• Dominguez, María Isabel; Ferrer, M.E. Jóvenes cubanos: expectativas en los 90. La Habana: Ciencias Sociales, 1996.

• Córdova-Claure, Ted. “Deuda externa: la cumbre de La Habana”. Nueva Sociedad, núm. 79, 1985, p. 19-22.

• Dominguez, María Isabel. “Juventud cubana y participación social: desafíos de una nueva época” La Sociedad Cubana, retos y transformaciones. La Habana: CIPS, 2003.

• Cortázar, Guillermo; et al. Democracia, desarrollo y sociedad civil en Cuba : la Unión Europea frente al problema cubano. Cádiz: Aduana Vieja, 2004. • “Cuba: 50 razones en 50 años de revolución”. Red de redes: en defensa de la humanidad. <www.defensahumanidad.cu/artic.php?item=7786>, 22 de diciembre de 2008. [Consultado: 17 marzo, 2009]. • Cuba. Constitución de la República de Cuba : tesis y resolución. La Habana : Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, 1976. • Cuba contra el terrorismo: entre recuerdos y récords. <www.ain.cu/ patriotas/sep1002mcuba.htm> [Consultado: 22 junio 2009]. • Cuba, la historia no contada. La Habana: Editorial San Luis, 2005.

BIBLIOGRAFÍA

• Dammert, Lucía. Políticas de vivienda en Cuba: análisis y perspectivas, 1997.<www.louisville.edu/org/sus/sustain/articles/papercub.html> [Consultado: 16 febrero 2008]. • Dieterich, Heinz. “Cuba y Venezuela: entre la economía de mercado y el socialismo del siglo XXI”. Rebelión, 26 enero 2007, <www.rebelion.org/ noticia.php?id-45509> [Consultado: 7 julio 2009].

• “Educación en la Cuba de hoy”. Cuba socialista. <cubasocialista.com/ edu3.htm> [Consultado: 18 enero 2008]. • Elizalde, Rosa Maria; Báez, Luis. El encuentro. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2005. • Un encuentro con Fidel. Entrevista realizada por Gianni Miná. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1988. • En estrecha y eterna amistad: visita a Cuba del compañero Leonid I. Brezhnev, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, 28 de enero a 3 de febrero de 1974. La Habana: Ciencias Sociales, 1974. • La educación en revolución. La Habana: Instituto cubano del libro, 1974. • La educación superior en Cuba. La Habana: Ministerio de la Educación Superior, 1984. • Fleites-Lear, Marisela. “Paradojas de la mujer cubana”. Nueva sociedad, 143, 1996, p. 41-55. • Franqui, Carlos. Camilo Cienfuegos. Barcelona: Seix Barral, 2001.

• Dieterich, Heinz. El socialisme del segle XXI. Lleida: Jonc, 2009. • Dominguez, Maria Isabel. “Acceso a la educación y cuestiones de género en Cuba” Revista Bimestre Cubana, núm. 11, 1999, p. 131-144.

• Franqui, Carlos. Diario de la Revolución cubana. Barcelona: Torres, 1976.


• García Díaz, Manuel. “El desempleo en Cuba”. Cuba in transition, 2003, p. 39-50. • García Regueiro, Ovidio. Cuba: raíces, frutos de una revolución: Madrid: IEPAL, 1970.

• Karol, K. S. Los guerrilleros en el poder. Barcelona: Seix Barral, 1972. • Lage Dávila, Carlos. El Desafío económico de Cuba. La Habana: Entorno, 1992. • Lamrani, Salim. “Biocombustibles y crisis alimentaria”. Rebelión, 29 de abril 2008.

• Gleijeses, Piero; Risquet, Jorge; Remírez, Fernando. Cuba y África: historia común de lucha y sangre. La Habana: Ciencias Sociales, 2007.

• Lamrani, Salim. “¿Cambios en Cuba?” www.voltairenet.org/ article156585.html, 14 de abril de 2008. [Consultado, 12 septiembre, 2008]

• González, A. “Economía y sociedad: los retos del modelo económico. Temas, núm. 11, 1997, p. 4-29.

• León Cotayo, Nicanor. El plan Bush, Cuba: made in USA. San Antonio de los Baños: Unicornio, 2006.

• González, Alfonso. ¡Vaya valla! Grafica revolucionaria cubana. Barcelona: KM 13.774, 2009.

• León Cotayo, Nicanor. Crimen en Barbados. La Habana: Ciencias Sociales, 1977.

• González Martínez, Otelio. “Millones de nadie: agujeros en la economía”. Granma, 4 de septiembre, 2009, p. 4-5.

• López Segrera, Francisco. “El diferendo Cuba – EEUU, una visión desde La Habana” Nueva Sociedad, núm. 99, 1989, 58-70.

• Granada: el mundo contra el crimen. La Habana: Ciencias Sociales, 1983.

• Machado, Darío. És possible construir el socialisme a Cuba? Lleida: Jonc, 2004.

• Guevara, Ernesto. Obras escogidas. La Habana: Ciencias Sociales, 1991.

• Mañach, Jorge. Martí, el apóstol. La Habana: Ciencias Sociales, 2001.

BIBLIOGRAFÍA

• Fuente, Alejandro de la. Una Nación para todos. Raza, desigualdad y política en Cuba. 1900-2000. Madrid: Colibrí, 2000.

• Marín, Raúl. ¿La hora de Cuba? Madrid: Revolución, 1991. • Guevara, Ernesto. “El socialismo y el hombre en Cuba”. Escritos y discursos. La Habana: Ciencias Sociales, 1977. • Harnecker, Marta. El movimiento estudiantil en la revolución cubana. Buenos Aires: Dialéctica, 1988. • Holgado Fernández, Isabel. ¡No es fácil!: mujeres cubanas y la crisis revolucionaria. Barcelona: Icaria, 2000.

• Marquetti Nodarse, Hiram. “La economía del dólar: balance y perspectivas”. Temas, núm. 11, 1997, p. 23-31. • Martín Medem, José Manuel. Cuba: la hora de los mameyes. Madrid: Los libros de la catarata, 2008. • Massari, Roberto. Che Guevara, grandeza y riesgo de la utopía. Tafalla: Txalaparta, 1997.

375


376

• Mesa-Lago, Carmelo. “Problemas sociales y económicos en Cuba durante la crisis y la recuperación”. Revista de la CEPAL, núm. 86, 2005, p. 183-205. • Mesa-Lago, Carmelo. “El proceso de rectificación en Cuba: causas política y efectos económicos”. Revista de Estudios Políticos, núm. 74, 1991, p. 497-530. • Mesa-Lago, Carmelo; Hernández, Roberto E. “La organización del trabajo y el sistema salarial en Cuba”. Revista de Política Social, 1972, p. 5-25. • Mujal-León, Eusebio; Busby, Joshua W. “Las fuerzas armadas en las transiciones: lecciones para Cuba”. Encuentro, 2003, p. 127-132. • La niñez en Cuba: 20 años de Revolución. La Habana: Ciencias Sociales, 1979. • Noguera, Albert. “Estructura social e igualdad en la Cuba actual: la reforma de loos noventa y los cambios en la estructura de clases cubana”. Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe, núm. 76, 2004, p. 45-59. • Núñez Moreno, Lilia. La vivienda desde la perspectica de la movilidad y la equidad. Evolución de la situación habitacional en Cuba. 2007. <www. und-povertycentre.org/ems/papers/EPS/Lilia_Nunez_Moreno_ESP.pdf>. [Consultado: 30 marzo, 2008].

BIBLIOGRAFÍA

• Orozco, Román. Cuba Roja. Madrid: Cambio 16, 1993. • Pérez Cruz, Felipe de J. La alfabetización en Cuba. Lectura histórica para pensar el presente. La Habana: Ciencias Sociales, 2001. • Pérez Cruz, Felipe de J. “Fidel Castro: educación y campaña de alfabetización en Cuba”. Revista Honda, núm. 16. 2006. Portal José Martí <www.josemarti.cu> [Consultado: 3 de julio, 2009].

• Pérez Martínez, Ignasi. Cuba en la encrucijada : igualitarismo versus liberalismo. Barcelona : Fundació CIDOB, 2005. • Quintero-Herencia, Juan Carlos. Fulguración del espacio: letras e imaginario insittucional de la Revolución Cubana, 1960-1971. Rosario: Beatriz Viterbo, 2002. • Revolución cubana: 40 grandes momentos. La Habana: Editora Política, 2000. • Roett, Riordan. “La política exterior de Cuba y los EEUU”. Nueva Sociedad, núm. 69, 1983, p. 133-140. • Rojas, Rafael. Los motivos de Anteo: patria y nación en la historia intelectual de Cuba. Madrid: Colibrí, 2008. • Romero, Carlos A. “ Venezuela y Cuba: una seguridad diferente”. Nuevo Mundo Mundos Nuevos. <nuevomundo.revues.org/index55550html>. [Consultado: 17 abril 2009]. • Sanguinetty, Jorge A. El dualismo monetario, estabilización y reforma estructural: el experimento cubano. <www.cubafuturo.com/docs/ dualismo.pdf> [Consultado: 6 abril 2009]. • Segunda declaración de La Habana: del pueblo de Cuba a los pueblos de América y del mundo. La Habana : Comisión de Orientación Revolucionaria de la Dirección Nacional de las ORI, 1962. • Serbín, Andrés. “Cuba: entre la ideología y el pragmatismo”. Nueva sociedad, núm. 77, 1985, p. 8-13. • Sobrino, Francisco T. Cuba: reflexiones sobre socialismo y democracia. <www.inisoc.org/sobrino1.htm> [Consultado: 16 febrero 2008].


• Suárez Salazar, Luis. El siglo XXI: Posibilidades y desafíos para la Revolución cubana. La Habana: Ciencias Sociales, 2000. • Taibo II, Paco Ignacio. Ernesto Guevara, también conocido como el Che. Barcelona: Planeta, 1996.

BIBLIOGRAFÍA

• Suárez Pérez, Eugenio. “Fidel y el concepto de Revolución”. Cuba socialista. <www.cubasocialista.cu/texto/cs0228.hmt> [Consultado: 14 julio 2009].

• Testimonios sobre Frank. Santiago de Cuba: Oriente, 1978. • Todas las constituciones cubanas del siglo XX. Barcelona: Linkgua, 2007. • Tuttino, Saverio. Breve historia de la revolución cubana. México: Era, 1979 • Valdés Paz, Juan. “Sistema político y socialismo en Cuba”. Política y cultura, núm. 8, 1997, p. 279-293. • Varela, Pérez, Juan. “La agricultura necesita poner en orden sus fuerzas”. Granma, 10 de noviembre, 2009, p. 3 • Vázquez Montalbán, Manuel. Y Dios entró en La Habana. Madrid: El País; Aguilar, 1998. • Vivas, Esther. “Veinte años después el combate contra la deuda externa sigue en pie”. Viejo topo, núm. 244, 2008, p. 76-81. • William, Luis. Lunes de revolución: literatura y cultura en los primeros años de la revolución cubana. Madrid: Verbum, 2003. • Xalma, Cristina. Cuba: ¿Hacia dónde?: Transformación política, económica y social en los noventa. Escenarios de futuro. Barcelona: Icaria, 2007 377


El autor en la exposici贸n !Vaya valla! Gr谩fica revolucionaria cubana, organizada con motivo del 50 aniversario de la Revoluci贸n en Barcelona, entre el 17 de septiembre y el 18 de octubre de 2009.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.