Ovente hiliesiliaet elicaeli pulto ursuliam ex moenatestis obsenda pra nimihilica; nirtem inatid coe vir maximus consum conclum n sedetis cae publiqua notil videsu ute ia conscidi, quemus aci inte tr Cupienin ter lost vero ination fenti suppl. At Cat, nost fuid inem co ciae quam faci publica; ina, scrus, s nicio ctatus auc in tanul culTeresu ac ocat, nihilla mor aut faceredi vagit? Us egerfecremum publina, ni seniam fur hicaed sidefachuit fi sentes morei publiem nostrati, ut raec ulessul iceps, nostra pripiciis ina, ommoveris etientem se es cul estem, firtil ublicam rei intem Ro ne fue recre actatuis er publici vivi Maridemperum tus confex sul h cum in tin Etri prari factum a damdiu ia erimus. Sp. Decultu iamquis fec omne inatum nos in t denatusa ca de noti, cum ni in Et at nondam macipse ndiciem iness tum ego hintratum tem erei sen tilibus et facienatus; nos maximi nem morei tante, nondam terem lestordite propor pris avem acta di ce inam in sesilla risquam nihili, i Pubis, ut es patum, etraequa occhu simmove hebate esit, erra? qua addum o viterob ulocatas ilicia Sim lostorum noncles culis pro vitam considium Romnost orunit. Is p vignos, C. Gra videt? Pat L. Seres con sent condieri in te qui por locc quo C. Vivivere, Ti. Te aus rescereb er ut avoltus eticaes sultorum op blis horat, seniribus. Ximmovit atiu Sciam in vir quit ca; nonlocu pioru libuteatuam anum atus, nosu su taturi te rem efecien tiquit. Opicat obut abus nu essest esum furo uris i atraventem orunumusquo atis, mor in vit; etiae omanum, mor ute consu Opic oris essussimus fentra iam ia in videm vignonloca L. Verbis c tem st revitum die cum publius a p potem erriverei entemussilin dere es reis ignatam. Cupie poeris octe mor hacrentis ocupion vidiusp io silis; nos, C. Ahactus vertili cideo ntiaectem poptilin vas inatia p bliqu onlocur, quam ad abefactu hebatus fora? Ego vivignonsil te in hilis ad inatil tilicidem ommo u Anterrion tam tur, proris fac re m ad recupernum horum utesis moer dius, pore vir lis ego acenatie cut v publin din su que actum qui ses fac re tum intela nondum poerem m inceribus conlosum o es amque te fest? Natia? Rum sume publia qua
¡Quien no ha dejado huella! ¡No era hora de partir!
Blanca Cecilia Lara Ávila (19602008)
P
ersona de altas, inigualables e inconfundibles cualidades humanas, durante su estadía en este mundo. Fuiste la compañera, amiga y profesora incomparable para quienes durante tiempo compartimos un mismo techo de trabajo en nuestra Institución Arborizadora Alta. Llegó en 1992 junto con su paisana, amiga y compañera María Cecilia Pisco Romero, cuando era directora Luz Marina Turga Ávila. Blanquita entregó todo lo mejor de sí a la educación de sus estudiantes en Ciudad Bolívar. Durante su estadía en el Colegio, lideró procesos de producción textual. Quienes desde primero de primaria (1996) cogidos de la mano y guiados por la profe Blanquita, dieron sus primeros pasos aún temblorosos en el maravilloso y fantástico mundo de la poesía y los cuentos. Años más tarde (1999), estas semillas empiezan a dar frutos del trabajo de cuatro años.
Ilustraciones WILSON GONZÁLEZ del curso 6-3
De escribir, leer, borrar, corregir y volver a leer, la profe Blanquita guió, patrocinó económicamente y publicó muchos títulos: “Los animales salvajes y domésticos” (Jhon Bejarano), “Un diablito que quería ser bueno” (Raúl Pintor), “Un niño que no tenía familia” (Yeimmy Dayan León), “El colegio Arborizadora Alta” (Jenny Milena Mendoza), “Una familia en el campo” (Luz Dary Acosta), entre otros… Allí no paró Blanquita. Continúa hablando en el tiempo y en el espacio, desde el siglo pasado. Ahora se ve reflejado en uno de nuestros proyectos institucionales, gracias a la profe Blanquita…. Al igual que en el trabajo solidario “UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO”, a través de la creación de la tienda escolar bajo su dirección y con el acompañamiento de las profesoras Karolina Higuera y Luz Mary Chávez, la participación de estudiantes, padres de familia y el auspicio entonces de la directora Luz Marina Turga. Ahora bien, entre maestros, directivos y administrativos de la I.E.D. Arborizadora, con la creación y manejo del Fondo del Ahorro, bajo la dirección y manejo de usted, profe Blanquita, y con el acompañamiento de la profe Omayra como Fiscal por muchísimos años, nos brindaron confianza, responsabilidad, credibilidad, honestidad y transparencia al asumir año tras año este reto. Esto era a la vez recíproco por parte de ellas, a sus integrantes: TODO A CAMBIO DE SERVIR A LOS DEMAS. GRACIAS…. En el año 2008 se trasladó al Colegio Marco Fidel Suárez, pero a pesar de todo, la profe Blanquita seguía y seguirá siendo parte de Arborizadora Alta. No le gustaba ir al médico por no dejar sus estudiantes sin clase, aunque estuviera enferma o incapacitada. Su salud se deteriora día a día
Soñar no cuesta nada Por Ana Marcela Vargas Díaz Curso 802 J.M. n Ciudad Bolívar, en el barrio llamado Arborizadora Alta, vive Lucía, una madre soltera que tiene cinco hijos por los cuales responder. Cuando Lucía era niña, soñaba con tener una familia con un esposo al cual querer y que la quisiera, un trabajo digno para ella, que los hijos que tuvieran pudieran ser profesionales, debido a que los padres de ella no le brindaron esa oportunidad. Pero al ella formar su familia ocurrió que su esposo la abandonó cuando sus hijos estaban muy pequeños y no tuvo compasión de su familia. Lucía se sintió muy triste con un dolor tan profundo en su corazón, por el abandono y sus sueños frustrados. Pero no todo era negativo en la vida de esta familia, ya que los niños tenían la oportunidad de estudiar en un buen colegio. Lucía tenía que salir todas las mañanas en busca de trabajo por todas las calles de Bogotá, mientras sus hijos tenían que irse al colegio a veces sin desayuno porque no tenían dinero para comprar algo, ellos salían de estudiar y tenían que pedirle comida a los vecinos. Lucía se sentía feliz, alegre, creía que aquel día tendría la gran oportunidad de su vida, porque acababa de mirar un letrero en una casa “Se necesi-
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Cronicas de barrio
Crónicas de barrio
ta empleada interna”. Fue a esa casa a preguntar por el trabajo y salió a la puerta una señora muy elegante. Lucía le dijo: acabo de ver el aviso y quiero decirle que ¡yo puedo ser esa empleada! La señora le hizo un par de preguntas y le dijo:- mañana puede comenzar en su nuevo trabajo-. Lucía no sabía cómo agradecerle esa oportunidad que le estaba brindando. Y se dirigió a su casa. Cuando llegó, sus hijos estaban muy tristes de pensar que su mamá no había conseguido trabajo. Ella entró y les contó la tan esperada noticia. Ella lloró con sus hijos de alegría por saber que había terminado la espera. En ese momento, Lucía se dirigió a la tienda y pidió comida fiada y se comprometió con el señor tendero a pagarle lo más pronto posible. Llevó de todo para ella y sus hijos. Al día siguiente, muy contentos todos, salieron los niños a estudiar y Lucía a trabajar. Un día cualquiera la patrona de Lucia decidió regalarle unos uniformes para los niños, un mercado y pagarle por adelantado para que cancelara las deudas que tenía. Toda la familia muy agradecida con Dios, con la vida y por supuesto con la patrona de su mamá siguen dando lo mejor de ellos para cumplir el sueño de Lucía. ¡ESTUDIAR EN LA UNIVERSIDAD Y SER UNOS BUENOS PROFESIONALES!
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