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Domingo 07.11.10 EL CORREO
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Fábrica de Araia. Canon 450D.
Iglesia de Galarreta. Esta fotografía se hizo con una Canon 5D. La distancia focal de la toma fue de
Exposición 1/60, apertura f/10. :: ANDER GARCÍA
f/8, la velocidad 1/400 y el ISO 100. «No había mucho sitio y utilicé el gran angular». :: ERIK TORRIKO
Estampas del abandono Cuatro fotógrafos alaveses nos guían por el misterio de estos lugares
ROSA CANCHO
El territorio alberga casas, iglesias, fábricas y pueblos en ruinas que apasionan a los amantes de la fotografía
VITORIA. Entrar en un caserío o una fábrica abandonada es como cruzar el túnel del tiempo. Con solo ver sus paredes desconchadas, sus escaleras a ninguna parte y sus enseres corroídos uno puede trasladarse al pasado e imaginar cómo era la vida de moradores u obreros. Alegrías y penurias. En Álava existen numerosos edificios y pueblos olvidados, algunos de difícil acceso, que de vez en cuando reciben visita. Muchos fotógrafos se sienten atraídos por el halo de misterio que les rodea. Entran con sigilo, observan sin tocar nada, y disparan. Los socios de AlavaVisión, un colectivo de aficionados a la fotografía que cuenta ya con 60 miembros, han elevado estas estampas del
abandono a la categoría de arte. Y además, se han tomado la molestia de localizar en un mapa de la provincia algunos de estos mágicos lugares y colgarlo en su Flickr (una web que permite compartir fotografías) para entusiamo de sus casi 400 seguidores. Es un generoso gesto, ya que estos amantes del olvido son celosos con sus hallazgos y se guardan para sí «la exclusividad o la originalidad de las imágenes que toman», explica Erik Torrico. Este joven de 26 años y Ander García, de 42, son los responsables de indicar al neófito cómo llegar hasta una quincena de lugares abandonados. Entre ellos se encuentran el ya mítico pueblo de Ochate y sus historias de fantasmas, el castillo y
el palacio de los Guevara, fábricas en ruinas de Vitoria y Araia, los despoblados de Ribera y Villamardones o los antiguos monasterios de Piérola y Santa Catalina. Ander, Erik, Santi Dueñas e Iván Martín son los fundadores de ÁlavaVisión y quienes dinamizan su Flirck, del que hay colgadas ya más de 8.000 fotos. Los cuatro han aceptado la invitación de El CORREO para comentar sus imágenes prefe-
«Detrás de todos estos lugares siempre hay una historia», relata Iván Martín
ridas del abandono y confesar sus otras pasiones fotográficas.
Afición y pasión por Álava Ander García es el presidente de esta asociación por derecho propio, ya que él la gestó hace 4 años, cuando empezó a recorrer la provincia con una Canon y quiso compartir sus hallazgos. Abrió su web, de ahí paso a Flirck y lo demás es historia. «Nos mueve la afición por la fotografía y el amor por Álava. Mostramos la provincia al tiempo que nos enseñamos unos a otros», explica. De su iniciativa ha surgido un grupo de amigos que hacen quedadas, salen juntos a fotografiar amaneceres, tienen su propia ruta de poteo, exponen, concursan, debaten y organizan talleres. De una de las quedadas surgió la estampa del olvido que Ander ha elegido. Se trata de una fábrica de Araia retratada en vertical. «Aislé la fachada blanca para que se mostrara en el reflejo, así se hace trabajar al cerebro del espectador», explica. Aquel día y a la misma hora, otras 19 personas intentaban inmortalizar a la vieja factoría a gol-
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Domingo 07.11.10 EL CORREO
e 17 mm, la apertura
pe de diafragma. Erik, el benjamín, atesora ya varios premios. Ahora está inmerso en las composiciones con modelos y los parajes abandonados le parecen escenarios idóneos. «Tienen cierto morbo», indica. Su imagen es la de la iglesia de Galarreta, junto al pantano, con su campanario y ese fantástico arco ojival. Fue tomada en otra de las quedadas del grupo. «Como no tenía mucho sitio, utilicé un gran angular y así las ramas del árbol hicieron de marco». A Iván, de 41 años, lo que más le gusta es la fotografía de viajes. Mientras ultima su exposición sobre Japón que hará coincidir con Periscopio, se reconoce romántico. Por eso siente atracción por los lugares abandonados, «porque cuentan una historia». Ha escogido una fotografía de una fábrica de Alegría que visitó con Ander y «con sumo cuidado». «Puedes imaginar cómo trabajaban antes nuestros padres o abuelos, sus maltrechos buzos, sus ropas con agujeros, sus boinas... Todos como una piña», relata. Santi, a sus 62 años, es un veterano ligado a una cámara desde el
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Fábrica de Alegría. Blanco y negro. Nikon D80, captura 1/50 a f/5. Realizada sin trípode, sin flash y con una sensibilidad ISO 400. Objetivo 18-135 mm. a 35 mm.:: IVÁN MARTÍN
ALGUNAS PISTAS Abandonados en Álava.
Ochate, castillo y palacio de los Guevara, torre de Esquível, fábrica de Araia, monasterios de Santa Catalina y Piérola, torre de los Hurtado de Mendoza, ermita de Urrialdo, Ribera y Villamardones, estaciones de Oreitia y Erentxun, castillos de Portilla y Ocio.
Más:
Yahoo/Flirck/ AlavaVisión o www.AlavaVisión.com 68, cuando compró una compacta alemana. Experto en retratar ciudades y a sobrinos y en ‘macros’ de naturaleza, disfruta como nunca de su cuadrilla ‘digital’, a la que llegó a traves de unos cursos del Ayuntamiento. Le duele que la gente vaya a los rincones abandonados a expoliarlos. «Hay que entrar pero no tocar». Es al menos lo que él hizo en el pueblo de Villamardones. «Me llamó la atención cómo esas paredes se resisten a derrumbarse, formando en sus esquinas agujas que puntan al cielo». Un canto de amor.
Despoblado de Villamardones. Realizada con una Canon 30D y objetivo angular 16-35mm, diafragma f/4.5, exposición 1/30, ISO 100. :: SANTI DUEÑAS
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