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Ágora núm. 21 Diario de la creación
BRUNO JORDÁN
VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE NADIE Hay noches que son lamento, lamento de grito opaco, de gemido seco, de desconsuelo. Hay noches que no son noches: lamento desnudo solo. Hay noches que son lejano remoto dolor aullido, de ausencia siempre, de nunca. Hay noches que no son noches: son jamás. Y hay noches que no son lamentos lejanos aullidos secos ausentes. Son noches difíciles. Hay días que son blanco, claridad mate sin huecos, luz llana continua, tenue superficie rasa,