PLUMAS KS: FRANCELIA RODRÍGUEZ

Las tendencias como fenómenos cíclicos en constante cambio y evolución

El ser humano moderno es el resultado de un devenir histórico. Conocer y reflexionar sobre nuestro pasado como civilización y sociedad contemporánea nos hace comprender con mayor claridad quiénes SOMOS en el momento presente y hacia dónde vamos; análisis clave para el ejercicio del pronóstico y detección de nuevas tendencias que serán de impacto y relevancia en el futuro.

Por Marisol Conover / @Marisol.Conover

La moda ha sido desde los primeros hombres una herramienta de comunicación de nuestra identidad, a qué tribu o grupo social pertenecemos o queremos formar parte; un termóme- tro y vehículo de expresión creativa que ejemplifica nuestro “Espíritu de los tiempos” (zeitgeist) de épocas pasadas y momento presente como sociedad y cultura. Dicho esto: ¿Por qué las tendencias de moda son cíclicas? ¿Por qué regresan invariablemente épocas pasadas como la efervescencia y animosidad de los años veinte con el flapper dress y garconne look, o el estilo étnico-boho natural de los setenta… ¿Por qué no innovar constantemente, sin mirar atrás, únicamente con prospectiva de futuro buscando ser parte y generadores de “vanguardia”?... La realidad es que el ser humano por naturaleza voltea con cierta nostalgia y apego al pasado; como menciono al inicio, somos el resultado de un devenir histórico, cargamos en nuestro ADN con los instintos reptilianos más salvajes, en ocasiones indomables y al mismo tiempo con una sabiduría milenaria, repleta de experiencias y aprendizajes que nos conforman como la única especie consciente y en contínuo cuestionamiento de su existencia y sentido de trascendencia en este mundo.

La nostalgia será una constante que acompañe a la moda de manera cíclica a través del tiempo. Mirar al pasado nos permite reconectar con momentos clave, ideas y conceptos de diseño que resuenan, cobran significado y complementan de cierto modo nuestro momento presente. Como ejemplos, podemos mencionar la “Groovy Trend”, prospectada para la primavera de 2022 por la agencia mexicana de tendencias Trendo; la cual evoca los años sesenta y setenta; cargados de diversión y psicodelia. Una tendencia que hoy es oportuna, valiosa, inyecta entusiasmo y alegría que nos permiten imaginar y construir un futuro creativo, alentador tras estos años de pandemia que nos han sumergido en incertidumbre y freno. Por su parte todo el mix de tendencias de inspiración street style- deportivo retomadas de los años ochenta y noventa; hoy se renuevan y modernizan integrando atributos de fibras inteligentes y procesos de sustentabilidad a las prendas para ser portadas por los gen-Z y sus dinámicos estilos de vida citadinos.

De igual manera, y continuando con el pensamiento optimista, a medida que se disipe poco a poco esta neblina llamada “covid” en la que estamos todos inmersos como humanidad, vendrán nuevamente los años gloriosos para la moda; nos cansaremos de utilizar loungewear beige, y flip flops chunky para dar paso a prendas espectaculares, cargadas de simbolismos, materiales y construcción majestuosa que se conviertan en verdaderas piezas de arte en tu guardarropa, statements de diseño atemporal que puedas utilizar de modo versátil para cualquier ocasión, combinadas con tus jeans favoritos o con un glamoroso vestido para salir a disfrutar la vida por la noche con tus amigos. Sin duda una oportunidad de negocio clave para los diseñadores de nicho que se especializan en mercados premium que aprecian la calidad y el “savoir faire” de una pieza única que marque tendencia y estilo a su paso.

No podemos dejar de mencionar como ejemplo de tendencia, el collar de Elsa Schiaparelli que usó Bella Hadid en la alfombra roja del festival de Cannes 2021. Sin duda una pieza de joyería sublime, bella y simbólica que enmarca el “espíritu de los tiempos” del siglo XXI tras la pandemia covid, pieza mítica que logrará atravesar las barreras del tiempo y nos hará replantearnos y cuestionarnos el significado de la palabra lujo hoy y en los años venideros. KS

Marisol Conover: Diseñadora de moda y maestra en administración de empresas. Actualmente es coordinadora de la Maestría en Moda y Mercadotecnia de la Universidad Anáhuac Campus Sur.

Groovy:

un viaje a la nostalgia de los 60 y 70 para aterrizar en la nueva normalidad ______________________________________

Inicia este nuevo año 2022 y la humanidad aprende a navegar entre la “nueva normalidad”, las variantes del coronavirus y el intento de una recuperación económica. Aunque han sido dos años difíciles, para este 2022, la moda, que afortunadamente nos permite jugar y romper con la ilusión de las líneas del tiempo y el espacio, se convierte en una máquina del tiempo que viaja a las décadas de los 60 y 70 con un exceso de color y pop-art.

Suena “Starman” de David Bowie, canción setentera en la que el alter ego Ziggy Stardust del cantante británico da un mensaje de esperanza a los jóvenes del planeta Tierra. ¿Cómo olvidar el famoso jumpsuit acampanado negro metálico de este personaje de Bowie, que además fue firmado por el diseñador Kansai Yamamoto? Entre el espíritu libre y desenfadado, aterrizamos en una de las tendencias más relevantes de este año: el Groovy.

De acuerdo con Trendo.mx, esta tendencia nos da “nostalgia, pero a la vez nos inyecta energía para imaginar un futuro creativo y prometedor”. Aunque algunos podrían arriesgarse al estilo Ziggy, la moda en estas décadas era casual y divertida y regresa este 2022 entre la mezcla de colores pasteles y neones, el op art y hasta suéteres de abuelitas.

Los pantalones acampanados y tenis deportivos que vimos alguna vez en el famoso póster de la actriz Farrah Fawcet montando una patineta en 1976, se trasladaron, por ejemplo, a la pasarela de Coach de la próxima temporada.

La psicodelia geométrica, los efectos ópticos y el estilo retro metálico que alguna vez caracterizaron los tocados en la cabeza de la diosa del soul Diana Ross, se hicieron presentes en la colección primavera-verano 2022 de Paco Rabanne en jacquards, estampados y tejidos, en blusas, faldas y vestidos. Por Francelia Rodríguez / @franceliarodriguez90

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