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EL ITINERANTE OPINA

La relación bilateral entre el feminismo y la moda “La ropa no va a cambiar el mundo, las mujeres que la visten lo harán.” Anna Klein ______________________________________

El punto de partida es entender el feminismo como una corriente de pensamiento que busca la equidad de género, transformar las relaciones de poder entre ambos sexos y erradicar el menosprecio a la mujer que trasciende en movimientos políticos, culturales y económicos. Mientras que la moda es un medio sociocultural de expresión que refleja necesidad, estilos y preferencias del consumidor.

Por Karla Ayala

Dicho esto, ¿cómo influyen el uno en el otro? ¿Cómo han impactado los diseñadores en este movimiento y viceversa?

Históricamente han existido diversos momentos que remontan esta relación, en 1851 el nacimiento de los bloomers, “pantalones” creados y popularizados por la defensora de los derechos de las mujeres en Estados Unidos, Amelia Bloomer. Otro evento importante fue la incursión de la mujer en el mundo laboral posterior a la Primera Guerra Mundial, lo que significó un cambio en la moda femenina dando pié a prendas más sencillas y utilitarias que les permitieran realizar sus actividades en diversos ámbitos personales y de trabajo.

Posteriormente en 1946 surgió el nacimiento del bikini con el ingeniero francés Louis Réard, sin duda una manera épica de liberar el cuerpo femenino.

Respecto al impacto de los diseñadores, una de las más importantes ha sido Coco Chanel, quien contribuyó a la eliminación del corsé y estableció la silueta del traje femenino. Fue una de las primeras mujeres en llevar el cabello corto y en popularizar el uso del pantalón. Otro momento importante fue cuando la firma estuvo a cargo de Karl Lagerfeld, quien convirtió la pasarela de 2015 en escenario de una protesta en la que las modelos portaban pancartas con mensajes que defendían los derechos de las mujeres.

El surgimiento de la minifalda fue un reflejo de los movimientos feministas de los años sesenta siendo esta una forma de expresión entre las jóvenes y un símbolo de la revolución cuya invención surgió de la diseñadora inglesa Mary Quant. En 1966 se destacó el auge del esmoquin femenino, le smoking, con Yves Saint Laurent, quien rompió con el estereotipo de que esta prenda era exclusiva para hombres.

Por otro lado, Maria Grazia Chiuri, quien ha trabajado para firmas como Fendi y Valentino, se convirtió en la primera mujer como directora creativa de Dior en 2016 lo que significa un importante avance en darle voz y representación a la mujer en la industria.

Además de ella, han sido firmas como Viktor & Rolf y Carla Fernández quienes plasman estos ideales en sus colecciones a lo largo de los años. En la actualidad existen marcas feministas como Teta & Teta que realiza prendas y joyas que hacen referencia al poder del cuerpo femenino y cuenta con un sujetador diseñado para sobrevivientes del cáncer de mama y Female Collective que destina el 50% de sus ganancias a la fundación Global Fund for Women que lucha por la igualdad de género y por los derechos de las niñas y las mujeres.

Otro caso importante es el de Victoria’s Secret y VS Collective que contará con mayor diversidad tomando el lugar de los desfiles de la marca que fueron cancelados por ser considerados sexistas y poco diversos. Aunado a esto; las nuevas generaciones exigen mayor representación en la moda, buscando diversidad en formas, tamaños y origen étnico.

Por su parte, la moda genderless contribuye a romper estereotipos y barreras de género difuminando cada vez más los límites entre hombres y mujeres para lograr una mayor equidad.

También es importante resaltar que la moda es una herramienta de comunicación muy poderosa, siendo los desfiles y las campañas una oportunidad para poder transmitir el mensaje, promover la libertad de expresión y empoderar a las mujeres.

Lo anterior tiene relevancia a nivel mundial, pero sobre todo en países como México donde las cifras de feminicidios son alarmantes, por ello, este tipo de iniciativas son importantes puesto que contribuyen a dar visibilidad al tema, crear comunidades de apoyo, impulsar a las mujeres a levantar la voz y continuar la lucha por sus derechos.

La moda ha marcado cambios históricos sumamente importantes y es la ropa uno de los ejes en el que las mujeres han logrado liberarse. Ahora más que nunca las mujeres como consumidoras prestamos atención a las posturas que toman las marcas, como las implementan en sus valores fundamentales y la permanencia de los mismos a largo plazo.

Aún queda un largo camino por recorrer, sin embargo, ya se han sentado bases importantes y cada vez más marcas se unirán a este tipo de movimientos y seguirán generando cambios relevantes en la moda y en la sociedad. KS

Las 5 Queen B’s; sin ellas el groovy no hubiera existido.

Las influencers van y vienen, muchas nacen y otras tratan de resurgir de debajo de las piedras cortando su melena a lo Farrah Fawcett aprovechando la cacareada tendencia pujante y sonante para las próximas temporadas; groovy. Ahora, ¿quiénes son las ‘iconoclastas’ que durante su mocedad, fueron las máximas exponentes del groovy setentero provocando más de un disgusto a las madres de sus jovencísimas seguidoras e imitadoras?

Por Raphael Huerta ksnewspuebla@gmail.com

No me gusta, estoy demasiado amargado como para que me atraiga semejante contraste de colores como si de un caleidoscopio se tratase, y esos tacones chunky con la puntera cuadrada de Versace que ya andan circulando en todos los catálogos de calzado de bajo costo. Los no tan conocedores piensan que el lanzamiento de estos zapatos fue el primer llamado de atención que anunció la llegada de Mr. Groovy, pero Prada, aprovechando su papel de madre del fashion ugly, se le adelantó a todos algunos lustros atrás con unos patterns de deprimente papel tapiz setentero -sí, para mí, son deprimentes, muy house of granny-, fue obvio que lo que seguía era el arribo pomposo de los años setenta, y con ellos, sí o sí, tenía que colarse el Sr. G. -por aquello de que ahora todos o casi todos vivimos tristes-.

Afortunadamente para todo hay gustos y servicios, la ropa de color negro tirano y de blanco impoluto siguen produciéndose para los “oldies” como yo. Pero tampoco voy a pecar de Grinch, confieso que sí hay algo de los años 70 que amo con locura; las melenas. Éstas, fueron el aderezo perfecto para la moda. En la casa familiar conservamos una cuantiosa colección de Marie Claires, Bazaar, Vogue y Vanidades viejísimas, entre sus páginas abundaban esos cabellos ondulados y matificados… las anuncios de tinte Wella mostraban a las modelos peinadas como La Fawcett, teñidas en color rubio cenizo o castaño ciclamen en el caso de Miss Clairol.

Aquellas impactantes mujeres con demasiados cojones para la época -Cher en diminutos Bob Mackie para su show televisivo-, fueron las mismas que con sus lánguidos cuerpos dieron vida y exposure al groovy, así que sin ellas, la curva de Gauss para analizar esta tendencia, hubiera quedado planísima, aquí lo más chingón fue que cada una de ellas interpretó la moda con su propio estilo, dejando más claro que nunca que, ser groovy es ser no solo colorido sino también rebelde…

1.- JONI MITCHELL

Muchos se quedarán con cara de “what?”, pero los setenta sin Joni, no serían tan flamboyantes. Ella fue el epítome del estilo hippy con aquellos maxi vestidos tan llenos de color y textura, eso sí, con un estilazo mucho más sofisticado que el de Janis -oops-, contrastados con una pesadísima melena lacia y grasienta -sorry, grasienta es la palabra-.

2.- ANJELICA HUSTON

David Bailey, el gran fotógrafo, tenía claro que no le gustaban las bellezas clásicas de su época, por eso posó los ojos sobre Huston igual que sobre Penélope Tree. Sin embargo, Anjelica representa un groovy viviente por su propia personalidad, no pretendió ser una good girl al modelar para ser aceptada en el circuito de la moda. Ella era una amazona rebelde, con un rostro que exudaba una guapeza de hechicera. Fue muchísimo más que una cara bonita -y sin duda, la mejor de las Morticias Addams-.

3.- ALI MCGRAW

Conquistó al mundo con la ultra lagrimera película Historia de Amor, su estilo bohemio ricachón marcó a toda una generación, su ultra copiado estilismo seguramente lo aprendió mientras trabajaba en los equipos de producción de revistas de moda como Bazaar, claro que al llegarle su momento para convertirse en una doliente y moribunda protagónica cinematográfica, aplicó todo lo aprendido en las glossies de la época.

4.- FARRAH FAWCETT

Sí, infaltable. Frágil pero fuerte, impactante, menuda de ojos grandes. Su melena la inmortalizó provocando un fenómeno que muchos años después se repetiría con Jennifer Aniston en Friends; su corte de pelo fue el más pedido por las chicas y señoras en las peluquerías, desde las sencillas Chatterbox hasta el esnobísimo salón de Alexander en París. Antes de que las mujeres dijeran “I want to look like Rachel”, pidieron verse como Farrah…

5.- CHER

Sin muchas curvas pero con montón de donaire y valor, ella, como Anjelica Huston, poseía una belleza de bruja gracias a su sangre interracial y a su omnipresente bronceado y melena larga lacia. Cher desde siempre se impuso como un ícono de moda, pero también enamoró al mundo siendo una mujer con corazón de hombre al contar que alguna vez, su madre le sugirió casarse con un hombre rico, Cher, en ese momento ya era famosa y bien pagada, así que su respuesta fue: “Mamá, yo soy ése hombre rico”. Groovy en su máxima potencia.

Y tú, ¿eres groovy por naturaleza o solo sigues a los demás?

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