El vacío

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la onda que quema Joserra Ortiz

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Fantasy Rockstars! 9 Benji Cárdenas La armadura 15 Doctor Ralf Podemos conquistar cualquier cosa juntos Alfredo Padilla

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Nemesister 18 Tristana Landeros Cuando fui una niña ultra pasiva Víctor Santana

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This Is Destruction 22 Javier Ibarra el amor en los tiempos de la coca-cola® veo a edgar caer como el relámpago Julio Mejía III

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Ilustraciones: Patricia Figueroa. Índice: Atrápame que me caigo. Lápiz Caran D'Ache negro en papel acuarela. 2013 Portada: El vacio. Lapiz Caran D'Ache negro en papel acuarela. 2013 Fotografías: Luigi Álvarez Diseño Editorial y Formación Digital: Adriana Alatorre


Siluetas urbanas. Luigi Álvarez

Patricia Figueroa (Lima, Perú, 1968), ilustradora criada en España y hora afincada en Providence, Rhode Island (eeuu). Gran fan del cómic y la novela gráfica desde tierna edad, dibuja y pinta en invierno para no pensar en el frío y dar razón a su vida. Tiene cuatro gatos y, gracias a su inmadurez, aparenta menos de edad. Tristana Landeros. Sangre huasteca, corazón sonorense. Escribe, dirige y enseña teatro. Ahora anda de novedosa escribiendo cuentos para dejar de hacer drama. Su obra Perros Contradictorios Devoran mi Cadáver sobre músicos underground en México, fue mención honorífica en el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2014 y ya casi está publicada, también se reeditará su obra completa bajo el título Dramaturgia a Domicilio. Después de años en el rocanrol, decide escribir su primer libro de cuentos sobre la escena. Forma parte de «Teatro en Bici». Víctor Santana (Tijuana, 1982), es doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido profesor en la Universidad de Monterrey y actualmente realiza una estancia de investigación en la Universitat Pompeu Fabra. Es autor de No es material para pistas de baile (cecut, 2013) y editor de Traven Fanzine. Benjamín Cárdenas (Mitras, Nuevo León, 1987). Esclavo de día y punk rocker profesional de noche. Editor y co creador del fanzine literario Punkroutine, colaborador para blogs y revistas de música y cine como El Buen Invierno y Kani blog, además de algunas pequeñas participaciones en diversos zines y revistas misceláneas. Guitarrista de tres acordes en la banda de punk rock 1986. En gira constante y en espera de la publicación de su primer libro de cuentos. Actualmente reside en Monterrey, México en una casa de locos.


Javier Ibarra (Distrito Federal, 1987). Actualmente junto con un cinéfilo de culto casero apodado Crudevicious, mantiene Punkroutine. Cada vez escucha más northern soul. Ha colaborado con las revistas Clarimonda, Letras explícitas, El Culo del Mundo, Deliberación, El Barrio Antiguo, Periplo y Vice. Alfredo Padilla (San Luis Potosí, 1983). Es el papá de André. Es narrador y catedrático; colaborador y columnista en las revistas: Letras Explícitas, rgb Magazine, Clarimonda, Itinerario, Vice, Punkroutine y Sabotage Magazine. Ha visto por lo menos treinta veces la película Trainspotting y releído quince veces El Juguete Rabioso, la novela de Roberto Arlt. Estudió en la Universidad Mesoamericana plantel San Luis la Licenciatura en Comunicación. Doctor Ralf Samoa (San Luis Potosí, 1963… aunque se vea más peloteado). Fan de Morrissey y Pixies desde antes que ustedes. Conductor de la leyenda urbana Rudy. Profe de inglés. Papá orgulloso. Platicador. Lector impaciente. Luigi Alvarez (Culiacán, Sinaloa, 1981). Es egresado del Tec de Monterrey de la licenciatura de ciencias de comunicacion. Actualmente estudia la carrera de cine en Vancouver, en sfu. Escribe, toma fotos, lee y se escapa de la realidad de varias formas mas. Julio Mejía III (Torreón, 1990) es poeta. Autor de Madame Bovary imparte cátedra sobre inteligencia emocional (Poetazos, 2014). Joserra Ortiz (San Luis Potosí, 1981). Es doctor en estudios hispánicos por Brown University donde ahora es profe de literatura latinoamericana del siglo xxi. Su onda son las Jornadas de detectives y astronautas, su futura banda: los caricias mustias y escribir. Tiene un libro de cuentos (Los días con Mona); dos revistas (el Cuaderno rojo estelar y esta), y una deuda impagable en su tarjeta de crédito (porque le gusta viajar).


Woodward's. Luigi Álvarez

¿Entonces qué es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido: saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso. Roberto Bolaño


Joserra Ortiz y la neta yo estaba bastante frustrado. bastante enojado porque la había visto toda contenta con ese wey y, la verdad, aunque se supone que ya no me importa, que ya no la quiero; aunque sea cierto que ya no la quiero y que además estoy contento de no vivir atado a sus patrañas, a sus mentiras, a su vagina libre y democrática que le entra con todo y con todos, pues no pude resistir verla en toda esa felicidad que compartía con ese mal vato. es puro orgullo, lo sé. es pura onda celosa, como dice dani y lo entiendo y lo entendía, por eso no la hice de pedo ni de rock y me quedé tan tranquilo. como si nada pasara. como si fuéramos desconocidos y la madre. ah, ya, claro, no sabes de qué hablo: estábamos en una fiesta de la oficina, donde trabajamos los dos, donde la conocí y donde cogimos por primera vez encima de la fotocopiadora. pero eso fue hace un chingo, hace como dos años. o tres. sí, creo que tres. no importa el tiempo, da igual el tiempo, da igual todo. y pues la onda es que yo no podía irme de la fiesta temprano, yo no podía hacerme wey y salirme por la puerta de atrás, aunque luego lo hice, porque laura, mi jefa, esperaba de mi no sé qué cosas. que platicara con los invitados, que les contara los beneficios de nuestra compañía, que les dijera todas esas mamadas que salen en el video de bienvenida que les pasamos a los niños de primaria cuando vienen de visita. 5


por suerte esta morra se fue temprano. como a la media hora de iniciada la fiesta. fue muy incómodo cuando se retiró, por cierto, porque yo estaba en la puerta, hablando con laura y un señor que vino de no sé dónde a hacer no sé qué y que tenía una pinta de importante que de verlo querías rendirle tributo. y estábamos ahí en la puerta platicando con nuestros vasitos de plástico llenos hasta la mitad de vino tinto, cuando la morra y su galán quisieron salir. creo o supongo que no nos habían visto cuando se dirigieron a la puerta y en el momento en que estaban suficientemente cerca de nosotros sus caras mostraron el desconcierto de quienes saben que la acaban de cagar. es que te cuento, mi historia con morra es compleja y el wey nuevo es por el que me cambió hace ya un tiempo. y supongo bien que por todo eso pues a la chava se le hacía incómodo que la viera con el novio y por eso, tal vez por eso, es que se dirigieron mejor a la ventana dizque muy casualmente y cuando estaban ahí se pusieron a planear la forma de salir por ahí. muy tonto. muy ridículo. abrieron la ventana e intentaron posiciones, transformaciones, maneras de acomodarse y doblarse para salir por ahí. entonces laura les dijo que se dejaran de mamadas, con otras palabras pero en esa onda: que se dejaran de mamadas y salieran por la puerta. perdón, les dijo, perdón por estorbarles el camino pero no había pedo si salían por ahí. con otras palabras, claro. laura no usa la palabra pedo. y se fueron. los vi alejarse calle abajo agarrados de la mano hasta que llegaron al coche de ella. ese wey es tan mal wey que ni coche tiene, lo sé. por eso la obliga a manejar y solo él se empeda cuando salen. eso lo sé porque me lo contaron. que el wey se empeda y deja que ella lo lleve. esa no es forma de tratar a una mujer, pero bueno. no me importa. cuando por fin vi el coche de esta morra dar vuelta a la izquierda en la contraesquina de donde estábamos, yo aproveché para fingir que quería ir al baño y me escabullí. me escapé por la puerta de atrás, crucé el jardín y salté la minúscula valla que nos separa de la avenida con la que colinda nuestro edificio. tomé un taxi y le pedí que me llevara al centro. bueno, el downtown como le dicen aquí. cinco minutos más tarde, estaba ya en la plaza Kennedy, caminé hasta la licorería y me compré una pinta de bourbon barato y una cheve grande, de esas que tienen casi el tamaño de una caguama. Perrón. pero luego vino lo peor: caminaba por el downtown bebiéndome el bourbon y empezaron a salir mormones por todos lados. yo me escondía, 6


daba vueltas por calles que ni al caso, pero poco a poco los mormones se dieron cuenta de mis intenciones y comenzaron a acosarme. algunos, incluso, me persiguieron hasta por dos cuadras hablándome de dios e invitándome a su iglesia. fueron tres grupos de mormones los que me agredieron de esa manera. yo estaba estresado. aburrido. asqueado. no de los mormones sino de otras cosas que me dan harta hueva y que tienen casi todas que ver con esa morra y también con laura, mi jefa… pero otro día hablamos de eso. me senté en un parque y me bebí la cheve en quince minutos. mientras tanto, envié mensajes y textos y whatsapps a todo dios a ver si se armaba algo. pero vivo en un pinche lugar donde nunca se arma nada. entonces se me ocurrió encaminarme al barrio malo ese donde antes vivía, ya sabes, el del ruido y el constante olor a meados. fue lo mejor. terminé en uno de esos hoyos punks que ahora son más bien infrecuentes en esta ciudad que en los últimos cuatro o cinco años se ha limpiado mucho la cara. estuvo bien padre, pero tenía años sin meterme en uno y ponerme bien punk como se debe. años. como a la una de la mañana me encontré a harley que es una estafadora pero me cae chido y está guapísima y me encanta verle las tetas. hablando con ella me di cuenta que hay chavos muy jóvenes en el mundo. pero que estos muy chavos de ahora son igualitos a los muy chavos de hace un lustro o de hace una década. somos lo que comemos, supongo. toda esa idea no es mia, sino de harley, una persona inteligente como pocas. en algún momento mientras veía las piernas colegialas de unas coreanas flacas, harley me dijo algo que yo no había notado. me dijo que me veía triste y que ella sabía a qué se debía. yo le dije primero que no. que mi pedo era ver tanta juventud y saberme tan fuera de onda. después ya no pude seguir mintiendo. Entonces me dijo que mi pedo es que vivo eternamente en la onda que quema. que vivo encerrado en la idea de esta morra a la que se supone que ya no quiero pero que, según harley, todavía quiero y que esa es la onda que quema. y le dije que sí, en parte porque tenía razón, pero sobre todo porque ya no quería hablar de mi ni de esa morra. y ya. lo bueno de todo es que harley es stripper y cuando la veo, generalmente, aprovechamos su profesión. hace mucho tiempo, hace como cinco años, cuando posiblemente ella era todavía menor de edad, me la cogía. rompimos y todo chido, seguimos teniendo contacto. luego se 7


metió a eso de encuerarse y me la encontré en el Desire una vez y me hizo un privado con descuento. en fin, a donde voy con lo que te cuento, es que la harley decidió que mi cura debería ser lamer otro par de tetas. así que me llevó al baño, me pidió treinta dólares y se me encueró. me bailó todo el set de unas de esas bandas de punk que estaban tocando, como 20 o 23 minutos y estuvo chido. las tetas de harley son las mejores que he tenido en mi boca. cuando acabamos, le invité una chela y le dije la neta. que me encantaban sus tetas y que si ella estaba chida conmigo, podría ponérmelas en la cara cada vez que sintiera la onda que quema. y aceptó, claro, porque es harley. y porque no hace nada de a gratis. y yo muy chido, porque como al parecer lo de esta otra morra no se me va a quitar nunca, tendré chance de comerme a la harley cada vez que quiera. a menos que los mormones propongan lo contrario.

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as Benji Cárden l ua ig ó br me nom i mamá. Ella m de os or an ay m mis ano m a guitarra en ín es el herm o en poner un Mi tío Benjam er im pr de Vicente el n e ió una canc Benjamín fu r ca tío i to M a . él dí e qu as eran años. Apren recordaba. Es nía 11 o 12 bre mi tío no m no cuando yo te ordes yo ac cu s 50 s primeros un rock de lo a y fueron lo bí sa se Fernández y tío i em s canciones qu las únicas do que aprendí. , fuera de olvidé. de aniversario s lo ow sh ya ra su a ho s A stara, s invitaro rtar lo que co ectronazis no e sí, sin impo qu Cuando los El os jim cosas s di la banda cer que dos los de la tienes que ha tú , la so la ciudad, to sí r as, aunque ueve po nuestras alm cena no se m en es os la m ue va rq lle po DIY que la marca del pasen, esa es enas las almas. abril hace ap y no creas en yo o m co os a tocar en eo m za el en seas at m en r co y ca t d de to llama AntiFas la oportunida r sa Mi banda se pa en r s ja da noci amos de ndas más reco os. No podí una de las ba seis mesesill , is az on tr ec ersario de El décimo aniv neta, gaa de la camio nt l. re ca la lo de na o la la esce dos. El gast integrantes de a van entre to do entre los di vi di Rentamos un e un bl lo na so era te razo do. Además tas era bastan andar en el pe a solina y case st gu s vida real. le la e s trabajos de ás rockers qu m su de en y a os is nd ba eguir perm s podían cons nal, día, casi todo er de noche. rock profesio a, punk rock dí de a banda de ez un ín ra God rpa o ba y od m tatuados is horas es có nce cabrones ui Q e. El viaje de se di d, in aú a a band rma de at tanto para un tuches en fo es es y lo s la no ro ro ta pe scos. itarras y camisetas y di jados entre gu cancía como er m bones apretu de Electros de na baterista jas y bolsas lle etera. Reno, rr ca además de ca la en on nos detuvier Los policías ía. ía. untó el polic nazis, conduc , godinez». o qué?», preg n so é , arquitectos qu s es or ad eñ is «¿Y ustede Reno, «d ahí atrás». de todo», dijo «a ver, ábrele : jo «Pues somos di licía y s so cuanto el po veía sospecho o a ella y en an rc ce El policía nos lás m s, era el s las caja bo erta porque r revisar toda se a a Yo abrí la pu ib un e ajo qu Son de a del arduo trab ioso y dijo: «¿ rv ta ne en cu ió nr o di so se e traíamos, mochilas qu sas, fundas y » banda o qué? 9


la autoriar bien con lo para qued so , y no te en m a escondida os hipócrita algo de drog os m Nosotros reím ba vá lle unos s dejara ir. Alg dad y que no riesgarnos. nda de rock». queríamos ar eran os de una ba om «s , r ahí, me hubi je di le empezado po an «Sí, oficial», er sta bi gu hu e es m . A mí : «Aaaaah, pu itado tiempo qu a El policía dijo er … bi án hu m s no le s, la Guz an músicos y fanes, Héroe ai C o: er ck dicho que er ro bién soy . úsica, yo tam n su camino» mucho la m a. Me , continúen co os av por la carreter ch os e nl im se gu pá se r, y vo ta fa por sfrurré la puer t mientras di al», le dije, ce y Banner Pilo ey nn «Gracias ofici Ki Era r a. te er ea che Sl la carret fonos y escu mpos junto a ca s lo ía puse los audí br ir fr a que cu es de su un rmosa neblin s posibilidad he La . la te de er fu ba ta lloviendo espesa, estaba s. una neblina eran grande ic tomovilíst o au e nt de ci en letal ac amos el bar nada. previsto, busc lo de e Pero no pasó rd m ta ha r más vó a cena par de horas show nos lle l de Llegamos un or ot el prom mos y luego donde tocaría urmet. burguesas go esas que suee pedo. una banda de có to s s Nada punk es sa ue rg n saludo a la nte de hambu calista dijo: «u vo El o. En el restaura di s» ra ustede , salir en el nción va para ca que quieren ta a es o m n, co ña n na n así me s acompa nocía, pero au terrey que no co on ni M yo de e as qu band Soda Stereo tocar una de ey comenzó a dicatoria. os al bar a pr cido por la de enta nos fuim cu la gó sentí agrade pa otor que el prom Después de itarristas y batería, los gu la . da do to to ar r para aban on de arm res nos ayud s se encargar los organizado de Los baterista s tuno a gu al uipo, la cervez es araron su eq aban de que rg ca en se bajistas prep s otro y las bocinas, con los cables s yo apros instrumento todos. su ra r pa na ta afi lis a a vier ué la comenzó suerte y colg imera banda , me desearon Cuando la pr dé lu a del Sa er . fu sa ca ntraban lir y llamar a mbién se enco ta is o, az veche para sa on ab tr t y Elec sas de tr aj os de AntiFas personales, co s sa co s, nd ne llamada. Otr tá juga o sus iPho ientras uno es do asuntos en m o en di nd za en at an r ba al sigue av rque la vida re lo que sea. Po 10


. a especie pre ha soñado y tocaban un el em si ha e ic qu M n lo r so a se . Cuanaba Jack i descripción nera se llam mejor que m La banda telo ho uc a de m r ba na banda po un metal que so miseta de su ca a un de punk pop é bi rcam de tocar inte do acabaron baterista de ntras McFly, ie M . . os tr ía m so la lir a fumos no veche para sa ellos seguía ro de ap és yo pu o, st es D a estado tería a su gu a antes habí odaba la ba rmosa, nunc he do a AntiFast, acom er ad ciud bieran invita de mota. La o si no nos hu ch he ‑ a er ga mar un poco bi lu a lo hu s lleva a lemente nunc a música no ab «l ob o: pr ig y am í, ah un buen ue como dice a tocar, porq a cola arquitectur vé ». er te bs en O . m al da res, liter enidas portarme na adornaba av s calles sin im inación que m Fumé por la a ilu na er a que vi a un la mod ntraste con minutos hast co de el r y pa al un ni r lo turista po uté de ser un bar. enteras. Disfr nánllo y volver al escenario afi apagar el ga dí ci de y estaban en el t la as iF nt patrul rra y A ita de gu s car mi é ya todos lo atrás para sa de e Cuando entr rt pa ña la rí hacia cir tan da do ltaba yo. Cor os para no lu oj s lo en as dose, solo fa en nada. unas gotit no ayudaron ra ponerme te pa en é m ch va ve iti ro ap nuestros que defin máximo que aunque creo al , a rio gí na er ce en es en el n alto y la el volumen ta os. Tocamos con desapercibid a otros, algues pasaron ia br pujarse unos em la em r y r ila ba a errores po n caba Los fotógraonas se acer as canciones. tr es nu de Algunas pers o al ritm con tal de y peligroso ían la cabeza o ov od m m lo có so in s guno darle el lugar más ve a punto de n de buscar imagen. Estu a un elo fos no dejaba en El to en estaban. su ergía del mom lo cerca que r po s lo el capturar la en en . Realm te varios de a en el pogo cidentales a ab ac tir os se az e rr ita qu a gu la cervez joso por toda ns del piso. estaba pega sudor, elas de mis Va su s la r papados en ra em pa se os ra m pa ba tá ba batalla tro show es inamos nues pa. Cuando term nadar con ro guitarras, os metido a am bí ha mos nuestras s da no ar gu y es bl parecía que tros ca tra banda se cogimos nues apoyo a nues an gr da En cuanto re in poca es que br avos, tocaron los promotor «qué onda ch a: nd Cristo, otro de ba i m ta de a Zid, el bajis acercó a mí y o». lit ga ngo un re madre, les te

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Cristo, Zid y yo nos dirigim os al baño m menzaban a ientras los de afinarse. Electronazis coEl baño era pe queño, solo para 2 person nando pero as, había un a Cristo no le wey adentro importó: «ese dijo. oriwey es camar ada, no hay pedo», Zid, Cristo y yo nos ence rramos en el y entonces C bañito con el risto sacó la otro wey rand bo lsita. «¿Algui «Yo traigo», om en trae unas le dije y saqu lla ves?», pregun é mis llaves Estábamos to tó. color azul co do apretado n un llavero s pero era m de Netflix. Cristo le dio enos incómod un pericazo o de lo que su a Zid, uno a ena. el otro wey ya mí y uno para acababa de or él mismo mie inar y se guar ntras quiero una se daba la verg lfie con uste a y nos dijo: des drogándo «E h, tomar fotos yo se», sacó su mientras Cris iPhone y com to le daba ot enzó a para él. «Par ro pe ricazo a Zid, a que no se otro a mí y ponga celoso otro Cuando salí de el otro orifici o nasal», dijo l baño, Cristo . me presentó de altura: «é con un skinhe l es el amigo ad de 20 met del que te ha jeto y cuando ros bl é» , m e dijo Cristo. me dio la man Yo sa lu o dé m e al paso la bolsita sin ningún di susimulo. El sk . Yo le entreg inhead me di ué el billete probado te jo : «s i no es el mej devuelvo tu or perico qu dinero». Me e has iba a pedirle entusiasmé mi dinero de co n es o, pero obvio no regreso aunq skinhead y er ue fuera el pe a gigante. or perico, el wey era «Gracias», le dije, y él me re spondió: «m gratis para qu ira, te voy a e te cales». El dar una prue skinhead sacó una montaño ba otra bolsita y ta más gran su s llaves y me di de que las que baño. La esni o Cristo nos ha fé y le dije gr bía brindado acias otra ve en el En el escena z. rio, Eli, vocalis ta de Electron sotros somos azis dijo: «bue Electronazis», nas noches, y un acorde bar todo el lu nogrueso y estr gar. Yo tenía ue nd os o hizo retum el paladar ador El show de El mecido y no ectronazis fu sentía mi cara e un total ca . frente para ag os. La gente arrarlos y qu se amontona itarles los m ba al este tipo de ic ró fo nos para cant performance ar ellos. Porq son más inte quiere hacer ue ra ct ivos que apre desmadre y ciativos. La ge tu trabajo co con riffs acel nt e mo rocker es erados y agre mantenerlos sivos, con rit ac tiv os Porque este mos rápidos es el cotorreo y gritos desg arradores. al que perten Las personas ec emos. No es cargaban a lo para cualquie s de Electron sus instrumen ra. azis y estos tos en el body seguían toca surfing. Uno nd o de sus guitarr istas lanzó la guita12


rra y comenzó a correr empu jando gente la gente le da alterando aú ba cerveza y n más el am él la bebía y lu biente, tocó un solo ego los besa de guitarra in ba . Luego regres creíble encim uno de los am óy a de una mes plificadores m a. Un wey se ás al su to bi s y comenzó mi amigo Ba óa cteria y yo lo a lanzar cerv eza al públic veíamos desd que lanzaba o, e at rá s. Cuando se ya no sabía acabó la cerv cómo bajar, permaneció ez a m etió las man el resto del sh os en los bo ow ah ls í ill ar os rib y a. El lugar se ve ía casi lleno, y la energía de uno de los qu El ec tronazis cont e presenciáb agiaba a cada amos el show Esto no se pu . ede transmiti r en el iPod, ni presencial. en YouTube, esto es algo 100% El show term inó alrededo r de las 2:30 mente, segu y la gente no imos tomando se fue inmed unas cervezas iatarato más, lueg y esnifando co o nos fuimos caína durant a casa del pr e en donde do un om otor que nos rmir. prestaría un suelo Cada quien eligió un luga r en el suelo como separa dejando tirad dor. Buscam as sus sábana os to dos los ench nuestros telé s uf es disponible fonos. s para cargar En la mañan a siguiente no s levantamos algunos nos ya tarde, pend bañamos, algu ejeamos un ra nos no. Algun tomamos el to, os cagamos. camino de re D es pués de com greso a casa er, . En el regreso hablamos so bre películas Miguel, sobr de Mario Bava y e death met discos de Lu al melódico el show. isy sobre lo di vertido que ha bí a si do Dejamos a un o por uno en su respectiva duciría la van casa y yo fui hasta su casa el último. Zid . con«Estuvo con madre», le di je. «Estuvo chin gón», dijo él . Nos despedim os y yo entré a la casa. Era Encendí la TV la 1:30 de la y el Playstatio madrugada. n, entre a YouT del rap. Lueg ube y vi el fin o puse un DV al del Príncipe D con la prim «Bart es un ge era tempora nio» mientra da de los Sim s m pson y vi e fumaba un Al día siguient gallo. e fui a comer a casa de mi jamín. Me di mama y ahí es jo: «¿y cómo taba mi tío Be te fue en tu tío volteó la nto ca da ?» Yo le dije: mirada, aleján «pues bien». dola de mí y dije: «pues na M di i jo : «¿y cuanto le da», y el dijo s pagaron?». : «entonces es Yo le pura pérdida de tiempo». 13


En busca de un café. Luigi Álvarez Autoretrato. Luigi Álvarez

Deseo. Luigi Álvarez


Ralf Doctor

do asegura lo está il h ac u l c l. El o de c l morra l ajetre e e n n e o c o d que tener to ue brin a lo vea. Reviso uiero q q o e nadie rmo que teng N u r. q , a g te lu o fi n n o e s C e . e en su v y u q pla na z o quiero tte. Presiono uelta. U v N . y n a ió e id s m a mi de el cas o entra ayecto r id t Pongo n l o e s l a e par os, la bate pila audífon l bajo, e s , o s ñ a r e r suficien la uita pequ ten en . Las g os los convier e olumen s v colocad n o o ió lm im m Anse te ca al máx de Phil o en es a lv cabeza s a n o s o p c a s a ciso rme la voz r antene ual pre is m v e tería y d to c c ha po o onta ra que con un hago c s o re N je . armadu u s ido sm resulta e homín Veo a la to que . re te n n e u lleno d y el con gam s tipos solo va llo largo , lo e a b a z a , a c r a l d la en e en. mira ando v me tem rés en la ellos cu etan o a p de inte r s a re p e te i jefa. o. M imidan el cuell , dice m » n e te más int n jo ie ro ombro sufic negro y bre el h gan es n o s te a tatuaje e lg em o sul cue iedo qu a. Salud l morra r E b . n la a ió p «Con m la na del cam e quito decir u Me bajo úsica m ntro sin m e r, la a r g a e pag o. Al ll za. Al a izquierd la cabe o c plantao p un es. Pies gar. m r lu fi biendo i s a m o ja venir Piern ra. Tom . Se de arado. o p is n c ie armadu re b ano isual p í. Estoy en la m tacto v lo n il Ahora s o h c c u o arel c Hag emos b te. Con mente. ño? Ten e de fren dos fija s , o o v ib c ir s Los re ¿Qué le la raza. y digo « , ío eza…» r b n a o c a. S go, de re r derech o b e e res, d bacoa d

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ds, la en Wolf Reor íamos discos ra st do su os ng tr noso oría desa ra 96, mientras Pennywise m de ta jis ba e En julio de 19 a noch de Thirsk, ex después de un Abeja, Jason er la lv vó de a re nd un tie efemério con tiro en el pech ningún tipo de es un e no rs to ga es pe tras texto» quede claro, ciendo «con rrachera. Que sólo estoy ha , ia em envidiable bo ad ac nguna . rtenezco a ni de todo esto de, yo no pe as seis to real detrás je su er ony Korine un im m ar pr H o lid de só s id un K n o co os vist rk, decidia de Larry Cla tonces habíam os tu un es pr En aquel en y Telly – la fotografía arían Casper e nos cagaba cinta consum la el en veces. Aunqu e qu rio asper porque mismo itinera o primero a C br m no as ro ig mos seguir el pe s sus am ingón, otagonista ch tarse con toda lly solía acos Telly era el pr Te a, ul pado en las líc si pe di amente et mejor. En la pl ía m ca co e a m ní o tip scubre ien se mante as de Telly, de asper era qu a de las fund un , ie «vírgenes». C nn Je do da se da cuan ir hondo. drogas. La jo per se la deja as C . A s éstas se caD SI l adora de adres mientra m as tr es nu que es acarre os de caguamas los moneder , robábamos os ad in rd bo Saqueábamos más su ntalones liente con de mos en los pa ca ía ua nd ag hu s en la , ce laban nunca o Justin Pier de práctica, uillos al estil g. Tras años in rd oa de los estanq os a eb at gi os sk a nos co m spués hacíam stas, y nunc fie de es guangos y de al a raud s años novenollie. Fuimos inadas; en lo un am nt os co am es gr lo encerado las posibl mo un pistón ni siquiera a e, co di to na pi a el ni a nada . o mucho, tení o, eso es todo era importad monocilíndric or le ot ta no me hubi m ll un en fue el Fu Circ tir el cigüeñal Wolf Récords l de os m tic ansioso de ba ba e ro uella no ia ntos discos qu teramos de aq en s no ue Uno de los ta rq en parte po e, lo hicimos de Pennywis

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illa Alfredo Pad rrida facial o la obvia co m co s nk pu vida sual para los control de su que era tan ca perdiendo el ba ta mes del suicidio, te k a irs ú. Th a la band a porno hind ó abandonar di ci de o e m qu en una películ lis alcoho o, tanto culpa del trag ación, pero el r ic po ox al nt si on rs de se pe idándo a cura de terminó suic para iniciar un escenarios, y s lo poralmente e qu ás m ón» pudieron an y su «perdici nnywise figur . que grabó Pe e aj en o: m m el 29 de julio ho co o ntes iones del disc s y contunde do la afi , os Entre las canc ct ck dire n» y «Bro os de punkro iety», «Broke az oc or «S ld , pi y» e rc tin cato ith Des nda a sus ie», «Date W puso en ofre D m u co Yo k ll irs Ti Th o il. «Fight que el mism de automóv nción tributo un accidente en os rt iue Tr Hymn» la ca m n , Nichols Bro Hym n, Canton y o Hymn por Br de e br de m s amigos: Colvi por la yó el no compañeros banda sustitu sus antiguos a s Hoy en día la da nosotros ca di do ntos / To s s partes de ju la o sa nd co ie r pl ie su qu bute, nquistar cual la cuestión». «Podemos co muero, esa es yo s re ue Jason Thirsk: m uienes tomapre / Si os para siem Pennywise –q de a ic ús m estamos unid en la rsonaje de que la pauta excéntrico pe el n co ón Podría decir si punk caliora obse s drogas del de su turbad la e s br da m to no ne el rron rock que tie y calidad a ba – es un punk cia suficiente an st su a de Stephen King nt d te da veloci nta, os d, potencia y los años nove forniano de n la agresivida ra st ro. Pero las ue m ne s gé adas al s cancione on la ci , afi da s ga la re ba no existen tangas de robo discos, medecer las no hu ya ra Yo pa s. a ria sobr s aquí son innecesa uando estaba mo siempre, nostalgia. «C e uc od etiquetas, co pr o» e ise m comienz . as, y Pennyw uto era sólo el in m un más discotec se ír a / re nca terminab la diversión nu

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Tristana Landeros No se había dado cuenta de que esos labios que besaba cada mañana, eran incapaces de procrear un hijo. Su mujer había llegado a su casa en partes, lista para ensamblarse, enviada por paquetería especializada. La había conseguido a un precio de promoción, intentó hacer valer la oferta del dos por uno, pero el operador telefónico le insistió que era poco ético para un hombre de su edad, ensamblar dos mujeres para después cohabitar con ellas. Ése era un lujo que sólo los jefes capitalistas podían disfrutar y ser fotografiados para regocijo de los lectores de las revistas del corazón. Con pálido esfuerzo y rostro cansado le indicó al ejecutivo de ventas que atendía la videollamada tener cuarenta y nueve años aunque no correspondiera con la imagen transmitida, lo cual, le otorgaba el vigor suficiente para cubrir sus necesidades con dos mujeres. Había envejecido de golpe al morir su madre después de una tormentosa enfermedad, una enfermedad de la cual se contagió en el siglo veinte y por lo mismo no podía ser atendida en los servicios de salud exclusivos para los nacidos bajo el nuevo régimen. Quiso explicarle que al transcurrir cada día de duelo, aparecía una nueva arruga en su rostro, la piel se volvía flácida con la melancolía y terminaba por colgarse después de cada llanto, por más kilómetros recorridos a trote sobre un simulador de velocidad para contrarrestar este efecto. Mientras esperaba la autorización de su compra a crédito, quería contarle a ese joven rostro que buscaba detener el envejecimiento prematuro por pérdida cercana y creía poder hacerlo 18


con la ayuda de una mujer de este siglo. Una mujer diseñada para gustar a todos, con cien por ciento de satisfacción garantizada. Una mujer cubierta de una fina imitación de piel humana, suave al tacto como melocotón orgánico, sensible electrónicamente en sus labios materiales y con tres olores a escoger, según el comprador y sus pulsiones: primavera mediterránea, trópico carnavalesco e invierno nórdico suicida. Las especificaciones eran muy claras, material frágil dentro de un empaque discreto ya que la entrega era directamente en casa. A pesar de estar en pleno invierno, ese día decidió tener un poco de contacto persona a persona y dejar las compras on-line, se alistó vistiendo un elegante traje de color oscuro, nada lograba sacarlo de su luto autoimpuesto. Se dirigió a una galería tipo mall del centro de la ciudad. Abordó el transporte colectivo ultra rápido, beneficio del nuevo régimen para los ciudadanos en solitario, para conseguir que se animen a salir de sus casas y visiten el circuito mercantil de la ciudad sin que su tránsito sea incómodo al observar los vehículos llenos de familias sonrientes y consumistas. Pensó en el futuro que le esperaba junto a su próxima visita, sólo que no podía mantener los pies en la realidad y, ensoñando, cerró los ojos para imaginar las manos que lo tocarían cada noche, sin descanso, los besos otorgados sin sentir asco, el desahogo corporal hasta el espasmo y quizá, integrarse como una pareja real, verdadera y viajar en un vehículo particular cada mañana y noche para vagar por la ciudad acompañado de lo que el nuevo régimen definía como el tránsito obligatorio para la ascensión de un ser completo regimentario. Él, siendo hijo de una mujer señalada durante el siglo pasado por pertenecer al grupo de «maternidad rechazada», al no tener un marido, sin poder otorgarle dos apellidos a su hijo, él sólo buscaba una familia, una antes de desvanecer de tristeza y anonimato. Regresó cargado de delicados regalos para su futura mujer, coqueta y diminuta lencería retro, los modelos que le recordaban a su prima hermana y sus primeras relaciones sexuales, años de convivencia familiar como amantes secretos cuando ella no estaba preñaba de su marido. Abrió el empaque que contenía a su nueva mujer. Sin leer en la garantía que esos labios inmateriales no estaban diseñados para otra función que no fuera el coito. 19


Cuando fui una niña Víctor Santana

Estrenaba ropa porque cumplía diez años No la ropa que yo quería «Jamás travolta pero siempre coqueta» (mi motto) Rogaba shortcitos y no me daban Le pedí a Santa Claus ombligueras Y me amanecieron camisetas GUESS holgadas Cuando fui una niña ultra pasiva Sobre la barra de la cocina había un pastel de Dairy Queen Mis dos vecinitos y mi papá y mi mamá lo saboreaban Describían las láminas de chocolate (crocantes) Los bloques de helado y pan (ligeros y esponjosos) Come más, me decían todos Y yo no comía porque me hipnotizaba mi pastel Con un Bart Simpson desnudo de betún Come más, me decían todos Y entonces ya no comí ni madres Y me alcé imperiosa sobre sus opiniones Cuando fui una niña ultra pasiva Me tomé todo personal Y asumí que cada consejo heteronormaba La fiesta terminó mal Los vecinitos se fueron indignados Mis papá y mi mamá amenazaron con quitarse los cintos Cuando fui una niña ultra pasiva Todo terminó mal En la madrugada saqué el pastel del congelador El Bart Simpson estaba intacto Mi papá y mi mamá y los vecinitos comieron las orillas Eso me hizo tener remordimientos Ellos eran considerados y yo una perra rabiosa

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Vi las nalgas del Bart Simpson En la playa, sonreía, desnudo sobre una toalla Le clavé el meñique en el culo Aluciné su cara retorcida de placer Mojé el otro meñique en su cabello de betún Y me lo embarré en el culo Cuando fui una niña ultra pasiva No aprendí a sodomizarme Por eso «exploraba con cuidado y gel» «Reconocía mis partes con jalea de petróleo» Me hice adicta al eufemismo Nunca eyaculé pero cuánto sublimaba Y este autoexamen Terminó con un grito de mi papá Mi mamá dormía pesado Pero mi papá tenía sueño de bombero Y me juzgaba, enervado, con el cinto en la mano Me veía violar el cuerpo del Bart Simpson Y mi infancia Indeciso, con la mano tiesa, regresó a la cama Creía, con dolor, que irse era el castigo más severos Y tenía razón Cuando fui una niña ultra pasiva Supliqué toda la violencia de los machos.

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Javier Ibarra Hace unos días mi madre vino a visitarme y me preguntó: «¿y ahora por qué estás escuchando otra vez esa música de locos?». Al decir eso se refería al género que por allá de mis 14… 15… 16… 17… 18… años me voló la cabeza. Tanto, que hasta fui considerado como El rey del screamo por mis amigos más cercanos que también tenían los sesos de fuera y pasábamos los días intercambiando bandas, splits y compilados. No quiero parecer ególatra, pero así fue, era de lo más divertido. En esa época mi madre era la encargada de abrirle la puerta al cartero y así recibir mis vinilos que pedía de Estados Unidos, Europa, al enigmático Charley Moreira y de vez en cuando a los hermanos Dogma Destroyer. Básicamente los acetatos eran todos mis ahorros: mi negativa adolescente a comprarme hamburguesas, conchitas con elote, burritos y otras chucherías que aborrecía entre una y otra clase de la escuela; aparte de no salir a fiestas o con morritas, ya fueran unas punkies del MSN, emoxitaz del Fotolog o indies del MySpace; estás últimas por lo general eran las que más me atraían y por supuesto las más difíciles de conocer; sin embargo me considero dichoso ya que en diversas ocasiones acudí a la colonia Mitras Norte, al hogar de una de ellas; veíamos películas compartiendo un Subway del día, tomábamos café y la charla del futuro daba tanto miedo que ahora todo parece estar perdido. Aquel sábado por la mañana no tuve ninguna reacción al escuchar lo que mi madre me decía después de tanto tiempo. Por supuesto que ella se mostraba sorprendida por el intenso ruido que tenía a ciertas horas de la mañana y que, por lo general y últimamente, tiendo a reproducir viejos artistas de soul. No sabía qué hacer: sentirme ofendido, triste o aceptar que ya estoy dando el rucazo. Lo que ocurrió fue que al estar haciendo la limpieza de mi habitación, de la nada di con esa caja de zapatos en donde había guardado mis discos favoritos durante aquella mudanza, cuando dejé From the Guts of Santa Catarina para venir a la ciudad que me vio nacer, el México, Distrito Federal. Recuerdo que en un bote de plástico acomodé mis vinilos, que con el paso de los años, la necesidad de tener que comer y vestir, fui vendiendo y así me despojé de todo recuerdo material que mis años dorados reflejaban. En la caja de zapatos, aparte de los discos, también estaban los únicos cuatro casetes que creo haber coleccionado hasta hoy: Mob 47 «Nuclear attack», ContraKaos «Desde atrás», Gula «Qué tiene» y For Anna… «transnational benefit mix-tape». 22


La caja estaba como escondida, detrás de mi cama. Y apenas hace unas semanas vino Loma Prieta a dar algunos shows por el país; no los vi, todo gracias al mal de Godínez y también porque sinceramente no me apetecía mucho ir. Entonces al abrir la caja y ver mis reliquias, creí que era el karma de hacerle el feo a esos californianos que ya ni me gustan y también dar por perdida la segunda oportunidad que tuve de ver uno de sus tantos shows que tienen hoy en día. Cabe resaltar que me quedé en su cuarta grabación, Dark Mountain (segundo LP lanzado en el 2009), cuando aún tenían integrantes asiáticos y no modelos con apellidos semi-asiáticos que van dejando un puto mundo de groupies y fans por todos lados, queriéndose vestir idénticos a ellos: con botitas, vistosos calcetines de vestir, skinny jeans, LOMA shirts, chamarras de mezclilla, bigotes surrealistas y cabelleras severamente relamidas con cera y de raya a un lado. Descargando mi queja de dolor en las palabras anteriores, pareciera que en el fondo sí quería verlos; iba a ser muy distinto, pero bueno, perecerían en mi lista de bandas screamo vistas en vivo. Cuando pasaba esto, escuchaba Epilogue of a car crash: a tribute to Orchid, grabación recién lanzada y en la cual muchas bandas del mundo, envueltas en el género que, me parece, se deformó tanto que hoy en día se le cataloga como skramz (¿qué chingados es eso?; pinche palabra de lo más molesta y sin sentido). Me encontraba doblando mi ropa, poniendo mis libros y películas en sus lugares correctos, rompiendo cosas que ya no servían, tendiendo mi cama y cosas así que uno hace en cuanto el ser que te trae a este mundo, ya sea a base de pujidos o cicatrices, aparece y pone orden de un momento a otro. Realizaba todo eso y más mientras recordaba que una canción de mis favoritas: Chaos ain’t me, de aquellos cuatro chicos posmodernos de Amherst, Massachusetts, catalogados en Wikipedia como «los pioneros» de ese sonido que, como comentario personal, diría que simplemente son los más populares, decía: «Your chaos ain’t me / It’s a hat that you put on and I wore it for too long / And I hate to break your little heart / But chaos definately ain›t you / No matter what the shirt says / Buy a book / Read up / I’m on every page». Mi madre en ese instante fue cuando entró a mi habitación con una bolsa negra para que en ella arrojara los meses de porquería que convertía en mierda mi pequeño núcleo de privacidad. En ese momento fue que me 23


preguntó lo de hace años, seguido de un característico: «¿qué tienes?»; cosa que hoy en día muchas personas me preguntan, queriendo saber si estoy deprimido o porque mi diversión se limita a observar a todos y todas en fiestas o lugares tan lúgubres como El Jacalito. Lógico no le iba a responder a mi madre que tenía muchísimo tiempo que no me decía eso de la música de locos que tantas veces nos hizo hablar más con la cabeza que con el corazón sobre cualquier tema. Opté por decirle que no tenía nada, que incluso me sentía muy contento por tenerla de visita y haber encontrado mis discos favoritos. Estoy seguro que mi madre también creyó que se quedaron en el antiguo hogar. Sin embargo pude haberle dicho tantas cosas. Que encontré el disco de June Paik y finalmente podría cambiárselo a Nariz por el vinyl que alguna vez me llegó a faltar de mi banda screamo siempre favorita (antes de Orchid y The Spirit of Versailles) Louise Cyphre. Que encontré el disco de La Quiete, sólo que esos italianos eran unos mamones y una gran decepción cuando creía que el DIY lo era todo en un lugar como el Cox18, ubicado en Milán, y con una espléndida obra de arte echa por el artista callejero, Blu, tapizando toda esa comarca. Que encontré el disco de Endless Inertia con el cual me sentía orgulloso de ser un esqueleto con piel, ya que esa banda tenía un vocalista igualmente flaco que mis amigos y yo; así nos sentíamos más que identificados. Que encontré el disco de Jeromes Dream, que fue la primer puerta que se abrió rumbo a ese paraíso de la violencia con lentes, el punk para nerds, las letras políticas y existenciales que con el paso de los años el sentimiento atestó de exageración, haciendo que el cerebro se secara por completo y el oído simplemente comenzara a hacer que la imaginación reprodujera a un adolescente que no está a punto de sufrir un ataque cardiaco, pero aun así le duele el pecho en demasía por algo que no logra entender; la verdadera tristeza es que el trasfondo de las letras hechas gritos, el confeti, los disfraces, los sótanos y demás espacios y personajes del ayer, desaparecieron para que todo lo que nunca existió ahora exista, se transmita y se etiquete en una lágrima por fingir. Que encontré el disco de Orchid para recordar que también el alguna vez ícono y ex-vocalista, Jayson Green, se fastidió de todo y así mandó a chingar a su madre a un pendejo por Internet que usó el adjetivo de skramz para preguntarle algo que al parecer lo hizo engordar y así convertirse en la mutación de Pablo Escobar + Ron Jeremy, 24


para comenzar sus shows de stand up comedy por diferentes ciudades de Estados Unidos, irse de gira con LCD Sound System y al final juntarse con el ex-guitarrista de Orchid, Will Killingsworth, formar Ritual Mess, revivir sus años de juventud y su cliché del I am Nietszche que trajo a mi librero Más Allá del Bien y el Mal, Así Habló Zaratustra, El Anticristo y Ecce Homo del grupo editorial Tomo. Y no es que escriba esto porque sienta odio o me haya convertido en alguien que no reconozca viéndome en un espejo, lo que pasa es que en verdad sentí tanta alegría al encontrar esa caja y perderme a Loma Prieta. Mis piernas están tatuadas de screamo. Mi cajón está atascado de playeras de screamo. Mi iPod, cuando el sentimiento y el destiempo afloran, tiene sus 4gb de screamo. Mis mejores recuerdos son de screamo; no obstante, el rucazo es imposible detenerlo y mi madre, o mi ScreaMom; como alguna vez así la llamó una morrita con la cual me daba unos arrumacos en mi cuarto, al compás de la tornamesa haciendo girar a The One AM Radio, no iba a entender todo eso y tampoco el grito de mi amigo Sven, ex-guitarrista de Louise Cyphre, quien hoy en día es guitarrista/vocal de Republic of Dreams. «This is destruction» se escuchaba. Era Eye gouner sin explicación alguna, sin mayor remedio más que hablar con el pasado.

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el amor en los tiempos de la Julio Mejía III Por eso eres la sed y lo que ha de saciarla. Pablo Neruda dicen que por cada arma que se vende en el mundo veinte mil personas comparten una coca-cola® esta es una de esas historias la conocí junto a una máquina de cocas® que rechazaba su billete arrugado de veinte pesos como si se tratara de un wetback en sweet home alabama así que me pidió cambio y le ofrecí dos monedas de diez pesos dos soles de niquel y cobre de 2.8 centímetros de diámetro que (no lo supimos entonces) alumbrarían nuestras primaveras y otoños juntos echó una por la ranura (y con ella sus esperanzas de una refrescante coca-cola®) y le salieron dos con nuestros nombres y entonces lo supe y ella también lo supo porque este tipo de cosas pasan sólo una vez en la vida yo era un sediento osito polar en víspera navideña y ella la última coca® del desierto destapamos nuestra felicidad y la vida (a registered trademark of the coca-cola® company) nunca supo mejor como dijo el sabio lope: esto es amor: quien lo probó lo sabe

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veo a edgar caer como el relámpago Julio Mejía III Lleva, pues, niño, lleva la jactancia y la gloria que el cielo te prepara, por haber, derribándote, vencido al que, subiendo, queda más caído! Miguel de Cervantes corría el año 49 antes de nuestra era –antes de que yisus hiciera la historia que otros escribirían– cuando julio césar (un adúltero calvo aficionado al battleship en alta definición) quiso cruzar el rubicón porque era ludópata y tenía el poder dos milenios después el mundo ha estado cayéndose a pedazos: cayó el imperio romano de occidente el imperio romano de oriente méxico-tenochtitlan la manzana que inspiraría la ley de la gravitación universal el sacro imperio romano germánico el primer imperio mexicano juan escutia envuelto en el lábaro patrio el segundo imperio mexicano la casa de usher el titanic con 1514 de sus pasajeros (incluyendo a leonardo dicaprio) el tercer reich alemán la bolsa de valores de new york la máscara de black shadow en aquel enfrentamiento con el santo el muro de berlín la unión de repúblicas socialistas soviéticas

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el índice de analfabetismo en méxico el world trade center de new york los ratings de popularidad de clinton bush y obama juan gabriel en concierto y el etcétera de esta lista que se extiende como las franquicias de starbucks corría el año 2006 de nuestra era cuando edgar (un morrito norteño aficionado a las galletas de chocolate) quiso cruzar ese riachuelo como césar cruzó el rubicón: como un emperador romano jamás imaginó que su amigo fernando sería su marco bruto su judas su yago su benedict arnold su victoriano huerta sólo le quedó confiar a ciegas y lanzar imprecaciones vacías al aire:

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vas a caer edgar: no güey ya güey pinche pendejo güey y cayó: como todo ha caído: como resultado de la gravedad y las invisibles fuerzas sociopolíticas cuyo funcionamiento desconocemos edgar nos hiciste llorar y reír con tu caída cobraste tu venganza pero seguirás cayendo como ya has caído casi 40 millones de veces por los siglos de los siglos hasta que caduque el internet o la vida como a sísifo hay que imaginar a edgar dichoso

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