SECRETOS Y OTRAS
MISERIAS
YEAMON KEMP | ABRIL 2011
SIMETRÍAS |
1
ILUSIONES |
2
MENTIRAS |
3
INTENCIONES |
4
CONCIENCIAS |
5
CONFIDENCIAS |
6
CICATRICES |
7
VERGÜENZAS |
8
RUTINAS |
9
SILENCIOS | 10 DESVELOS | 11 MOMENTOS | 12 APARIENCIAS | 13 VICIOS | 14 PAISAJES | 15 INTERCAMBIOS | 16 RECUERDOS | 17 DOLORES | 18 PECADOS | 19 MANDAMIENTOS | 20 CÍRCULOS | 21 CUERPOS | 22 CAMINOS | 23 IDEALES | 24 EXCUSAS | 25
ii
SIMETRÍAS
Qué siniestra la simetría que formamos separados, ciegos, insomnes sin sustento. Sólo esta sórdida mentira como eje sólo estos mares enturbiados de tormento. Nuesta imagen en un espejo deshojado baila con un ruido de lágrimas y se embriaga. Cuando nos abrace el olvido no te apagues que las pistolas y los sueños y la nada son armas que matan despacio o al instante.
1
ILUSIONES
La ilusi贸n en lata fermenta. Sonrisas t铆midas son bofetadas cuando no se ven tan timoratas reflejadas en otras pupilas.
2
MENTIRAS
Adoro la seda en sus corbatas y sus viajes en coches negros y sus donativos de domingo. Adoro su sonrisa ensayada y sus ademanes de torero y sus frases yermas de sentido. Adoro ver que lo que hacen naufraga lastrado de farsa y conmigo dentro que me dejĂŠ engaĂąar por el camino.
3
INTENCIONES
Es más eficaz el eco de tu clavícula que treinta días de pornografía pixelada.
4
CONCIENCIAS
Por el hueco de una duda asoma el rabo del miedo. En dos miradas de tiempo tendrĂŠ que encontrar la cura para este cĂĄncer de lluvia. Desembalo las conciencias sin prisa pero con pena y las siembro con esmero rogando que el sol de invierno se encarge de que no mueran.
5
CONFIDENCIAS
Cada noche que hace frío me baño en aquella playa de vías muertas.
6
CICATRICES
Manga por hombro y en chรกndal con cara de Jueves Santo y los bolsillos sin blanca. Cicatrices sin milagros a base de ron y calle me convierten en un mapa por ventura intransitable. Cuatro vidas de ventaja como Cassady en Frisco y si la muerte me caza serรก borracho o contigo.
7
VERGÜENZAS
La razón manda tapiar, altiva miserias de rojo y frunce. Estéril se adormece el rostro.
8
Quizá estés en el pitido o en el incesante parpadeo, en las matrículas de los coches o en las rayas que me atraviesan.
RUTINAS
Supongo que estás en cada tecla o en las conversaciones valdías, en el café amargo de media mañana o en la prensa deportiva. Seguramente estás en algún autobús o sentada en las escaleras húmedas, en la mirada lasciva del bedel o en el éxodo consentido por todos. Sé que estás en la noche inmensa o en Keats o en Neruda, en mis párpados impermeables o en el puente que los cruza. Y me adentro: rápido, espectante, dichoso y busco: exhaustivo, impaciente, afanado. Y aunque sé que estás no hallo nada. Pero aguarda, quizá estés en el pitido o en el incesante parpadeo. 9
SILENCIOS
Una conciencia suicida, amable incendio de mar. La piel calla. La paciencia marchita, constante trampa de azar. Un no carga.
10
DESVELOS
Me salpica el viento a tientas quitando luz a este lunes que se consume de celos. Sucede el gris y el desvelo pero me agarro a la nube de pensar que el tiempo
vuela.
11
El ascensor al infierno en su puerta te dejó.
MOMENTOS
Le miraste; te miró. Mi rostro contra el cemento. Soportasteis el invierno tú escondida entre sus mantas; él cuidando de tus plantas. Mi rostro contra el cemento. Dos mentiras de distancia te invitaron a dudar; le obligaron a envidar. Mi rostro contra el cemento. Agotada la abundancia llegó la hora del dolor; tú: tintero, él: escritor. Mi rostro contra el cemento. Y al final no hubo lamento, ni lágrimas, ni tormento. En el último momento tú, mi rostro y el cemento.
12
APARIENCIAS
Acre, muerto de rojo; envidia dispuesta. Rebosante de nada. Estรก.
13
VICIOS
No ha conseguido dejarlo. En realidad no quiere dejarlo. Es lo único que la mantiene unida a lo que fue un tiempo mejor a aquellas discusiones por el regusto a humo en sus labios por el no te mates, que es de egoístas. Ahora sólo quedan las largas caladas las uñas hincándose en los filtros. Y la ceniza, que, sin duda es lo peor del fuego.
14
PAISAJES Pisó el asfalto húmedo como si fuera otoño. Caminó rápido pero sin prisa como si fuera joven. Subió hasta lo alto de la colina como si fuera domingo. Miró al horizonte como si fuera el mar. Paladeó el sabor de esa mentira como si fuera piadosa. Se sonrió a si mismo como si fuera fácil. Y descendió nuevamente como si nada hubiera sido.
15
Ha venido abril a ofrecerme un extraño trueque. Será que ya no quedan locos en los manicomios ni despechados en los bares
INTERCAMBIOS
ni lunas dispuestas a escuchar. Será que ya no sonrío como antes. Que me olvidé en un portal. Aceptaré, claro está. Veré cómo los días se van decantando mansos en un matraz sucio de hastío. Esperaré acurrucado en una arruga. En el pliegue de un trapo triste de limpio o manchado de acuarela o empapado en vino. Y alguna noche, si mal no recuerdo me soplarás sin prisa. Seré ceniza en la solapa y pestaña despistada y arena entre los dedos. Seré el frío en la almohada. La angustia y el consuelo.
16
RECUERDOS
Antes de que el sol embista acuérdate de entenderme sin prisa. Cuéntame todo lo obsceno y oblígame a no quererte. Comprendo lo trágico de mis manos en lo obtuso de tu vientre exacto. Antes de que el sol embista acuérdate de abrigarme la vida.
17
DOLORES
El dolor (de cabeza) insufla gas mostaza por un agujero de gusano.
18
PECADOS Orina delante de las adolescentes. Dirige esa masa carnosa hacia la pared. Hacia el suelo. Hacia ti mismo. No hay más vergüenza que la de la bestia que se cree humano. No dicho: hecho. Échalo. Gris materia: inmaterial. Decrépita. Muerde el meñique: sangre dispuesta. Heridas, erecciones, contusiones: sangre radiante. La bañera vacía: sucia de remordimiento. Al menos no estás pensando en mi. Seguramente sí. ¿Acaso no odias nada? Seguramente sí. Pero todavía no lo sabes
19
MANDAMIENTOS
Que la fe te corte las manos y que tu sangre empape mi pan de cada dĂa.
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CÍRCULOS
Mira, sol, ya está de vuelta. Agua, sal, la mar me cuenta. Vete, ven, ya estamos cerca. Calma, paz, la muerte muerta. Abre, ¿qué?, ésta es tu casa. Come, ten, qué mala cara. Anda, ve, es tarde y ladra ese, can, que muerde el alma. Adiós, no, no estaré triste. Tiempo, fe, como dijiste. Testa, pies, que esto sea un chiste. Bruja, cruel, ¿por qué te fuiste? Calma, paz, la muerte cerca. Vete, ven, ya estoy de vuelta. Agua, sal, la mar ya muerta. Mira, sol, pido la cuenta.
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CUERPOS
Abrazos de látex soflaman, azuzan al verbo obsceno. Los pies enmudecen de frío.
22
La arena impone sus leyes. Las pisadas, se pueden desandar,
CAMINOS
mas nunca deshuellar. Jamás se borrarán (por mucho que el agua insista) las penitentes cicatrices peregrinas como cuentas de un rosario sin padrenuestros Pero es una ayuda, qué duda cabe tener claro el camino por el que has venido. Es un placer saber dónde están los cristales para encajar su caricia de la forma más sincera. Tras el paseo no hay cena. Sólo un postre huérfano: macedonia de rezos y vidrio y pies y tierra y sangre.
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IDEALES
Creo ciegamente en mi juicio y en mis prejuicios. Por eso nunca me equivoco (y viceversa).
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EXCUSAS
Disculpa la torpeza de mi prosa. Podría decirte que aprendí mal ocupado como estaba en mirar por debajo de tus faldas más cortas. Disculpa la simpleza de mis versos. Podría alegar que olvidé rimar aquel día que junto al ventanal inventamos el sabor de los besos. Disculpa mi horrible caligrafía. Podría escudarme en que estos dedos desobedecen todos mis deseos por someterse a los que tu piel dicta. Disculpa las mentiras. Disculpa los errores. Disculpa esta osadía.
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