Liahona Octubre 2008

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Liahona LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS • OCTUBRE DE 2008

Dieciocho formas para mantenerse fuerte, pág. 25 Un apóstol habla del aborto, pág. 14 Una canción nueva: “La familia es de Dios”, pág. A12


LIAHONA Octubre de 2008 Vol. 32, Número 10 02290-002 Publicación oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en el idioma español. La Primera Presidencia: Thomas S. Monson, Henry B. Eyring, Dieter F. Uchtdorf El Quórum de los Doce Apóstoles: Boyd K. Packer, L. Tom Perry, Russell M. Nelson, Dallin H. Oaks, M. Russell Ballard, Joseph B. Wirthlin, Richard G. Scott, Robert D. Hales, Jeffrey R. Holland, David A. Bednar, Quentin L. Cook, D. Todd Christofferson Editor: Spencer J. Condie Asesores: Gary J. Coleman, Kenneth Johnson, Yoshihiko Kikuchi, W. Douglas Shumway Director administrativo: David L. Frischknecht Director editorial: Victor D. Cave Editor principal: Larry Hiller Director de artes gráficas: Allan R. Loyborg Editor administrativo: R. Val Johnson Editora administrativa auxiliar: Jenifer L. Greenwood Editores adjuntos: Ryan Carr, Adam C. Olson Editora auxiliar: Susan Barrett Personal de redacción: Christy Banz, Linda Stahle Cooper, David A. Edwards, LaRene Porter Gaunt, Carrie Kasten, Jennifer Maddy, Melissa Merrill, Michael R. Morris, Sally J. Odekirk, Judith M. Paller, Joshua J. Perkey, Chad Phares, Jan Pinborough, Richard M. Romney, Don L. Searle, Janet Thomas, Paul VanDenBerghe, Julie Wardell Secretaria principal: Laurel Teuscher Director administrativo de arte: M. M. Kawasaki Director de arte: Scott Van Kampen Gerente de producción: Jane Ann Peters Personal de diseño y de producción: Cali R. Arroyo, Collette Nebeker Aune, Howard G. Brown, Julie Burdett, Thomas S. Child, Reginald J. Christensen, Kim Fenstermaker, Kathleen Howard, Eric P. Johnsen, Denise Kirby, Scott M. Mooy, Ginny J. Nilson Asuntos previos a la impresión: Jeff L. Martin Director de impresión: Craig K. Sedgwick Director de distribución: Randy J. Benson Coordinación de Liahona: Enrique Resek, Diana R. Tucker Para saber el costo de la revista y cómo suscribirse a ella fuera de Estados Unidos y Canadá, póngase en contacto con el Centro de Distribución local o con el líder del barrio o de la rama. Los manuscritos y las preguntas deben enviarse a Liahona, Room 2420, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150-3220, USA; o por correo electrónico a: liahona@ldschurch.org Liahona (un término del Libro de Mormón que significa “brújula” o “director”) se publica en albanés, alemán, armenio, bisiama, búlgaro, camboyano, cebuano, coreano, croata, checo, chino, danés, esloveno, español, estonio, fidji, finlandés, francés, griego, haitiano, hindi, holandés, húngaro, indonesio, inglés, islandés, italiano, japonés, kiribati, latvio, lituano, malgache, marshallés, mongol, noruego, polaco, portugués, rumano, ruso, samoano, sinalés, sueco, tagalo, tailandés, tahitiano, tamil, telugu, tongano, ucraniano, urdu, y vietnamita. (La frecuencia de las publicaciones varía de acuerdo con el idioma.) © 2008 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en los Estados Unidos de América. El material de texto y visual de la revista Liahona se puede copiar para utilizarse en la Iglesia o en el hogar, siempre que no sea con fines de lucro. El material visual no se puede copiar si aparecen restricciones en la línea de crédito del mismo. Las preguntas que tengan que ver con este asunto se deben dirigir a Intellectual Property Office, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150, USA; correo electrónico: cor-intellectualproperty@ldschurch.org. Liahona aparece en Internet en varios idiomas en el sitio www.lds.org. Si lo desea, pulse “Gospel Library”, luego “PDF”. Ahora haga clic en la cubierta que está debajo de Liahona “International” y después pulse “Select a language”. Para los lectores de México: Certificado de Licitud de título número 6988 y Licitud de contenido número 5199, expedidos por la Comisión Calificadora de Publicaciones y revistas ilustradas el 15 de septiembre de 1993. “Liahona” © es nombre registrado en la Dirección de Derechos de Autor con el número 252093. Publicación registrada en la Dirección General de Correos número 100. Registro del S.P.M. 0340294 características 218141210. For readers in the United States and Canada: October 2008 Vol. 32 No. 10. LIAHONA (USPS 311-480) Spanish (ISSN 0885-3169) is published monthly by The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 50 East North Temple, Salt Lake City, UT 84150. USA subscription price is $10.00 per year; Canada, $12.00 plus applicable taxes. Periodicals Postage Paid at Salt Lake City, Utah. Sixty days’ notice required for change of address. Include address label from a recent issue; old and new address must be included. Send USA and Canadian subscriptions to Salt Lake Distribution Center at the address below. Subscription help line: 1-800-537-5971. Credit card orders (Visa, MasterCard, American Express) may be taken by phone. (Canada Poste Information: Publication Agreement #40017431) POSTMASTER: Send address changes to Salt Lake Distribution Center, Church Magazines, PO Box 26368, Salt Lake City, UT 84126-0368

LIAHONA, OCTUBRE DE 2008

P A R A L O S A D U LT O S 2 8 13 14 20

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Mensaje de la Primera Presidencia: Cultivemos los atributos de Cristo Presidente Dieter F. Uchtdorf Mi búsqueda de la fe Joshua J. Perkey Mensaje de las maestras visitantes: El ser hombre o mujer es una característica esencial de la identidad y el propósito eternos El aborto: Asalto a los indefensos Élder Russell M. Nelson Voces de los Santos de los Últimos Días Tenía fe pero no tenía dinero Teódulo Troconiz Todo saldrá bien Kandyce Coston Mi sueño extraordinario Jeffery S. Rowe La fe para detener una inundación Pirkko Kassinen Comentarios

14 El aborto: Asalto a los indefensos 13 Mensaje de las

maestras visitantes

2 Cultivemos los atributos de Cristo

EN LA CUBIERTA Frente: Fotografía por Craig Dimond. Detrás: Ilustración fotográfica por Christina Smith. CUBIERTA DE AMIGOS Ilustración fotográfica por David Stoker.

IDEAS PARA LA NOCHE DE HOGAR

Estas ideas le serán útiles para la enseñanza en el aula y en el hogar. Las puede adaptar para presentarlas a su familia o a su clase. “Mi búsqueda de la fe”,

pág. 8: Analicen lo que es un testimonio. Cuente el relato de Joshua. Lea Éter 12:6, y pregunte qué es lo que este pasaje significó para él. ¿De qué manera se pone a prueba nuestra fe a fin de que nuestro testimonio crezca? ¿Cómo aumentó Joshua su fe después de que se bautizó? Invite a los miembros de la familia a expresar su testimonio. “Dieciocho formas para mantenerse fuerte”,

pág. 25: Este artículo

se podría emplear para varias noches de hogar. En tiras de papel, escriba las 18 normas. Del grupo de tiras, saque una y lea la sección correspondiente del artículo. Hablen en cuanto a la forma en que esa norma se aplica a su familia. A continuación, saque otra tira, siguiendo el mismo proceso durante todo el tiempo que desee hacerlo. Recalque lo importante que son estas pautas a lo largo de la vida. Fijen la meta de seguir el consejo que se da para cada una de ellas. Para terminar, lea la sección “El seguir adelante con fe”. “Cuidado con los caballos de madera”,

pág. 38: Satanás ha


Mientras buscas el anillo HLJ en estoniano que está escondido en este ejemplar, piensa en cómo puedes hacer lo justo si ayudas a alguna persona necesitada.

A M I G O S : PA R A LO S N I Ñ O S A2 A4

PA R A LO S J Ó V E N E S 25 38 42

44 47

Dieciocho formas para mantenerse fuerte Cuidado con los caballos de madera Élder Kenneth Johnson Preguntas y respuestas: Mis amigos y yo tenemos la mala costumbre de contar chismes acerca de otras personas. ¿Cómo puedo abandonar ese hábito y ayudar a mis amigos a hacerlo también? El joven con respuestas Don L. Searle Póster: Normas

A6 A8 A10 A12 A14 A16

Ven y escucha la voz de un profeta: Cómo dar Presidente Henry B. Eyring Tiempo para compartir: Seré Su siervo Linda Christensen De la vida del profeta José Smith: Las experiencias de José en la cárcel El guante del testimonio Colabora y sé feliz Jeannie Lancaster Música: La familia es de Dios Matthew Neeley Entre amigos: La preparación para una misión Élder Ulisses Soares Página para colorear

E N C A R T E : PA R A LO S J Ó V E N E S Tarjetas con preguntas y tarjetas de Para la Fortaleza de la Juventud

A8 El guante del testimonio

25 Dieciocho formas para mantenerse fuerte

A10

Colabora y sé feliz TEMAS DE ESTE EJEMPLAR

disimulado muchos caballos de madera en nuestros días. Lea el relato del caballo de Troya que aparece en el artículo y considere la posibilidad de examinar los libros, la música y las películas que tenga en casa. Haga de ello un juego titulado: “¿Es necesario conservarlo?” Guarde sólo el material que sea virtuoso, bello, de buena reputación o digno de alabanza (véase Artículos de Fe 1:13). Para terminar, lea Mosíah 5:15 y Doctrina y Convenios 45:32. “Colabora y sé feliz”, pág. A10: Aproveche esta oportunidad para presentar por primera vez, o para continuar, una gráfica de tareas domésticas para la familia.

Enumere varias tareas (que sean apropiadas para las edades de los niños) y pida a cada uno que elija una tarea. Lea el relato y hablen de la razón por la que es importante que cada persona preste ayuda. Fijen la meta de prestar servicio a los demás durante la semana siguiente. “La preparación para una

pág. A14: Pida a la familia que preste atención a las maneras en que el élder Ulisses Soares se preparó para su misión. Lea el consejo que le dio el obispo. Hablen en cuanto a la forma en que cada uno de los miembros de la familia se puede preparar para ser misionero.

misión”,

Los números indican la pri-

Maestras visitantes, 13

mera página del artículo.

Medios de comunicación,

A=Amigos

30

Aborto, 14

Misión, preparación

Adopción, 14

para la, A14

Albedrío, 26

Música, 30

Amigos, 28

Normas, 25, 38, 44, 47

Arrepentimiento, 33

Noviazgo, 31

Castidad, 32

Obra misional, 8

Consuelo, 21

Oración, 21

Conversión, 8

Orientación familiar, 2

Chisme, 42

Padres, 14

Día de reposo, 34, A4

Palabra de Sabiduría, 36

Diezmos, 35

Primaria, A4

Educación, 27

Pruebas, A6

Familia, 28, A12

Revelación, 22

Fe, 2, 8, 20, 21, 23, 36

Servicio, 36, A2, A4,

Género, 13

A10, A16

Gratitud, 27

Templo, 20

Hablar, modo de, 31,

Testimonio, 8, 44, A8

42, A6

Vestimenta, 29

Honradez, 33, A14

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MENSAJE DE LA PRIMERA PRESIDENCIA

los atributos de Cristo

Cultivemos

POR EL PRESIDENTE DIETER F. UCHTDORF Segundo Consejero de la Primera Presidencia

IZQUIERDA: ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR CRAIG DIMOND; FOTOGRAFÍA DEL AVIÓN © CORBIS.

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urante mi vida profesional como piloto de aerolíneas, los pasajeros a veces visitaban la cabina del avión; hacían preguntas sobre los muchos conmutadores, instrumentos, sistemas y procedimientos, así como sobre la forma en que todo ese equipo técnico contribuía a que la hermosa nave pudiera volar. Les explicaba que, a fin de que esa máquina voladora pudiera proporcionar comodidad y seguridad a los que van a bordo, se requería un gran diseño aerodinámico, muchos sistemas y programas auxiliares y motores de gran potencia. Para hacer más sencilla mi explicación, concentrándome en lo básico, agregaba que todo lo que hacía falta era un fuerte impulso hacia adelante, una potente fuerza elevadora y la posición correcta del avión, con lo cual las leyes naturales llevarían a salvo a su destino al avión y a sus pasajeros a través de continentes y océanos, sobre altas montañas y peligrosas tormentas. Al reflexionar en las experiencias que tuve con esos visitantes, con frecuencia he considerado que el ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nos lleva a hacer preguntas similares: ¿Qué es lo básico, es decir, cuáles son los principios fundamentales del reino de Dios en la tierra?

Al fin y al cabo, ¿qué nos conducirá eficazmente en tiempos de gran necesidad a nuestro deseado destino eterno? El núcleo inalterable del Evangelio

La Iglesia, con toda su estructura y sus programas, ofrece muchas actividades importantes para sus miembros con objeto de ayudarles a servir a Dios y a prestarse servicio mutuo; sin embargo, a veces parece que esos programas y esas actividades están más arraigados en nuestro corazón y en nuestra alma que la doctrina y los principios centrales del Evangelio. Los procedimientos, los programas, las normas y los modelos de organización son útiles para nuestro progreso espiritual aquí en la tierra, pero no debemos olvidar que están sujetos a cambios. Por el contrario, el núcleo del Evangelio — la doctrina y los principios— nunca cambiarán. El vivir de acuerdo con los principios básicos del Evangelio brindará poder, fortaleza y autosuficiencia espiritual a todos los Santos de los Últimos Días. La fe es un principio de ese poder; nosotros necesitamos esa fuente de poder en nuestra vida. Dios obra con poder, pero éste se ejerce por lo general en respuesta a nuestra fe. “...la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:20). Dios obra de acuerdo con la fe de Sus hijos. El profeta José Smith explicó esto: “Les enseño principios correctos y ellos se gobiernan

El vivir de acuerdo con los principios básicos del Evangelio brindará poder, fortaleza y autosuficiencia espiritual a todos los Santos de los Últimos Días.

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a fe en Jesucristo conduce a la acción. Cuando tenemos fe en Él, significa que confiamos en el Señor lo suficiente para seguir Sus mandamientos.

a sí mismos”1. Esta enseñanza me parece hermosamente franca. Al esforzarnos por entender, aplicar y vivir los principios correctos del Evangelio, nos volvemos más autosuficientes en lo espiritual. El principio de autosuficiencia espiritual procede de una doctrina fundamental de la Iglesia: Dios nos ha concedido el albedrío. Creo que, aparte de la vida misma, el albedrío moral es uno de los dones más grandiosos que Dios ha dado a Sus hijos. Cuando estudio y medito sobre el albedrío moral y sus consecuencias eternas, comprendo que en verdad somos hijos espirituales de Dios y, por lo tanto, debemos actuar como tales. Esa idea me recuerda también que, por ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, formamos parte de una gran familia mundial de santos. La manera en que está organizada la Iglesia da lugar a una gran flexibilidad de acuerdo con el tamaño, el promedio de crecimiento y las necesidades de nuestras congregaciones. Hay un programa básico para cada unidad con una estructura muy sencilla y con menos reuniones; también tenemos barrios grandes con extensos recursos para prestarse servicio 4

los unos a los otros. Todas las opciones se establecen dentro de los programas inspirados de la Iglesia para ayudar a los miembros a “veni[r] a Cristo, y perfecciona[rse] en él” (Moroni 10:32). Todas esas diversas opciones tienen el mismo valor divino porque la doctrina del evangelio restaurado de Jesucristo es la misma en todas las unidades. Como testigo ordenado del Señor Jesucristo, testifico que Él vive, que el Evangelio es verdadero y que éste ofrece las respuestas a todos los problemas personales y colectivos que los hijos de Dios tienen en la tierra actualmente. La fuerza de los fieles

En 2005, mi esposa y yo conversamos con miembros de la Iglesia de muchos países de Europa. La Iglesia ha estado presente muchos años en algunas partes del continente, incluso desde 1837. En ese lugar hay un gran patrimonio de miembros fieles. Hoy día, hay más de 400.000 miembros en ese continente. Al contemplar todas las generaciones que han emigrado de Europa a Estados Unidos durante los siglos diecinueve y veinte, ese total


DESDE LA IZQUIERDA: DETALLE DE CUMPLIMIENTO DE LOS TIEMPOS, POR GREG K. OLSEN; ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR VLADIMIR EGOROV; DETALLE DE PESCADORES DE HOMBRES, POR SIMON DEWEY, CORTESÍA DE ALTUS FINE ART, AMERICAN FORK, UTAH.

podría multiplicarse unas cuantas veces. ¿Por qué tantos miembros fieles abandonaron sus países en aquellos primeros tiempos de la Iglesia? Lo hicieron por muchas razones, entre ellas, escapar de la persecución, ayudar al progreso de la Iglesia en los Estados Unidos, mejorar su situación económica, estar cerca de un templo, y muchas otras más. Europa todavía resiente las consecuencias de aquel éxodo, pero ahora se está haciendo más evidente la fortaleza que proviene de varias generaciones de fieles miembros de la Iglesia. Vemos más jovencitos y jovencitas y más matrimonios que cumplen misiones para el Señor; vemos más casamientos en el templo; vemos más confianza y valor por parte de los miembros para dar a conocer el Evangelio restaurado. Entre los pueblos de Europa y de muchas otras partes del mundo existe un vacío espiritual en cuanto a las verdaderas enseñanzas de Cristo. A medida que nuestros maravillosos miembros vivan este Evangelio y lo proclamen con mayor valor y fe, ese vacío debe y puede llenarse, y se llenará, con el mensaje del Evangelio restaurado. Aun con la expansión de la Iglesia en Europa, hay países donde ésta ha estado establecida hace menos de quince años. Durante nuestra visita en 2005, hablé con un presidente de misión que prestaba servicio en su país natal, Rusia, y que había sido miembro sólo siete años. Él me dijo: “El mismo mes en que me bauticé, me llamaron a ser presidente de rama”. ¿Se sintió abrumado a veces? ¡Por supuesto! ¿Trató de establecer todos los programas de la Iglesia? ¡Felizmente no! ¿Cómo se fortaleció tanto en una congregación tan pequeña y en tan poco tiempo? Ésta es su explicación: “Sabía con toda mi alma que la Iglesia era verdadera. La doctrina del Evangelio ocupó mi mente y mi corazón. Al unirnos a la Iglesia, nos sentimos parte de una familia; percibimos calidez, confianza y amor. Éramos sólo unos cuantos, pero todos tratábamos de seguir al Salvador”. Los miembros se apoyaban unos a otros, hacían lo mejor que podían y además sabían que la Iglesia era verdadera. Lo que lo atrajo no fue la organización, sino la luz del Evangelio, y esa luz fortaleció a aquellos buenos miembros. En muchos países la Iglesia está todavía en sus

comienzos, y los aspectos de su organización están muy lejos de ser perfectos. Sin embargo, los miembros pueden llevar en el corazón un testimonio perfecto de la verdad. Si esos miembros permanecen en su país y edifican allí la Iglesia, a pesar de las dificultades y penurias económicas, las generaciones futuras estarán agradecidas a esos valientes pioneros modernos que se rigen por la cálida invitación que la Primera Presidencia extendió en 1999: “En nuestros días, el Señor ha tenido a bien proveer las bendiciones del Evangelio a muchas partes del mundo, incluso un número de templos que va en aumento. Por lo tanto, deseamos reiterar el consejo que ya se ha dado a los miembros de la Iglesia de que permanezcan en sus respectivas tierras en lugar de emigrar a los Estados Unidos... “Si los miembros de todo el mundo se quedan en su tierra natal, trabajando para hacer progresar la Iglesia en su país, tanto ellos como la Iglesia recibirán grandes bendiciones...”2. Quiero agregar una advertencia para aquellos de nosotros que vivimos en barrios y estacas grandes. Debemos tener cuidado de que el núcleo de nuestro testimonio no esté basado en el aspecto social de la Iglesia ni en las maravillosas actividades, programas y organizaciones de nuestros barrios y estacas. Todas esas cosas son importantes y tienen valor, pero no son suficientes; ni siquiera la amistad es suficiente. Nuestra seguridad se basa en la obediencia

Reconocemos que vivimos en una época de turbulencia, desastre y guerras. Como muchas otras personas, sentimos la gran necesidad de tener algo “para defensa y para refugio contra la tempestad y contra la ira, cuando sea derramada sin mezcla sobre toda la tierra” (D. y C. 115:6). ¿Cómo encontramos ese lugar seguro? El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó: “Nuestra seguridad se basa en la virtud de nuestras vidas. Nuestra fortaleza yace en nuestra rectitud”3. Recordemos juntos la forma en que Jesucristo instruyó a Sus Apóstoles, clara y directamente, al principio de Su ministerio terrenal: “...Venid en pos de mí, y os haré pescadores L I A H O N A OCTUBRE DE 2008

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de hombres” (Mateo 4:19). Ése fue también el principio del ministerio de los Doce Apóstoles y supongo que deben de haber sentido que no estaban a la altura del llamamiento. Pienso que el Salvador mismo nos enseña con esto una lección sobre la doctrina y el orden de prioridades fundamentales de la vida. De manera personal, debemos seguirlo primeramente y, al hacerlo, el Salvador nos bendecirá más allá de nuestra propia capacidad para que lleguemos a ser lo que Él quiere que seamos. El seguir a Cristo es parecernos más a Él, aprender de Su carácter. Por ser hijos espirituales de nuestro Padre Celestial, tenemos el potencial de incorporar en nuestra vida y en nuestro carácter los atributos semejantes a los de Cristo. Para aprender Su evangelio, el Salvador nos invita a vivir Sus enseñanzas. El seguirlo implica aplicar principios correctos y luego ver por nosotros mismos las bendiciones que se reciban. Ese proceso es, al mismo tiempo, muy complejo y muy sencillo. Los profetas antiguos y los modernos lo han descrito con tres palabras: “Guardar los mandamientos”; nada más ni nada menos. El cultivar los atributos de Cristo en nuestra vida no es tarea fácil, en especial cuando dejamos de concentrarnos en pensamientos y situaciones idealistas y enfrentamos la realidad de la vida. La prueba consiste en poner en práctica lo que profesamos, y así sabremos si hemos cultivado o no esos atributos y si se manifiestan en nuestro modo de vivir, ya sea como esposo o esposa, como padre o madre, como hijo o hija, en nuestras relaciones de amistad, en nuestro empleo, en nuestro negocio y en nuestros pasatiempos. A medida que aumentemos nuestra capacidad de obrar “con toda santidad ante [Él]” (D. y C. 43:9), podremos reconocer nuestro progreso, al igual que lo reconocerán las personas que nos rodean. En las Escrituras se describe una serie de atributos de Cristo que debemos cultivar a lo largo de la vida; entre ellos se incluye el conocimiento y la humildad, la caridad y el amor, la obediencia y la diligencia, la fe y la esperanza (véase D. y C. 4:5–6). Esas cualidades personales de carácter son independientes del tipo de organización de nuestra unidad de la Iglesia, de nuestras circunstancias económicas, de nuestra situación familiar, cultura, raza o idioma. Los atributos de Cristo son dones de Dios y no pueden cultivarse sin Su ayuda. 6

La confianza en Su poder

La ayuda particular que todos necesitamos se nos da generosamente por medio de la expiación de Jesucristo. El tener fe en Jesucristo y en Su expiación significa confiar completamente en Él, fiarnos de Su poder, inteligencia y amor infinitos. Si ejercitamos nuestro albedrío con rectitud, recibiremos los atributos propios de Cristo. La fe en Jesucristo conduce a la acción. Cuando tenemos fe en Él, significa que confiamos en el Señor lo suficiente para seguir Sus mandamientos, aun cuando no entendamos

I D E A S PA R A L O S M A E S T R O S ORIENTADORES Una vez que estudie este mensaje con ayuda de la oración, preséntelo empleando un método que fomente la participación de las personas a las que enseñe. A continuación, se citan algunos ejemplos: 1. Sostenga en alto una hoja de papel y déjela caer al suelo; después, dóblela para darle forma de avión, y láncelo suavemente para que vuele. Compare el cambio que ha ocurrido en la hoja de papel con el que ocurre cuando nosotros adquirimos los atributos de Cristo, los cuales forman “el viento que impuls[ará] nuestras alas” para el trayecto de regreso a nuestro hogar celestial. 2. Muestre fotografías de los primeros familiares de usted que se hayan unido a la Iglesia o hable sobre ellos. Esas personas fueron pioneras, ya sea que hayan cruzado las llanuras o que simplemente hayan abierto el camino al unirse a la Iglesia y al vivir fielmente las doctrinas de Jesucristo. Hablen sobre cómo esa misma fe puede motivarnos a seguir al Señor hoy día.


ILUSTRACIONES FOTOGRÁFICAS POR ROBERT CASEY; DETALLE DE CRISTO EN GETSEMANÍ, POR HEINRICH HOFMANN, CORTESÍA DE C. HARRISON CONROY CO.

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a ayuda particular que todos necesitamos se nos da generosamente por medio de la expiación de Jesucristo. El tener fe en Jesucristo y en Su expiación significa confiar completamente en Él, fiarnos de Su poder, inteligencia y amor infinitos.

completamente las razones por las que se nos den. Al procurar parecernos más al Salvador, es necesario que con regularidad evaluemos nuestra vida y que confiemos, mediante el camino del verdadero arrepentimiento, en los méritos de Jesucristo y en las bendiciones de Su expiación. El cultivar los atributos de Cristo puede ser un proceso doloroso; debemos estar listos para aceptar la dirección y la corrección del Señor y de Sus siervos. A través de las conferencias mundiales regulares de la Iglesia, por ejemplo, con su música y palabra hablada, sentimos y recibimos fuerza espiritual, guía y bendiciones “de lo alto” (D. y C. 43:16). Es una oportunidad en que la voz de la inspiración y de la revelación personales llevará paz a nuestra alma y nos enseñará a volvernos más como Cristo. Esa voz será tan apacible como la de un amigo querido y colmará nuestras almas cuando nuestro corazón sea suficientemente contrito. Cuando seamos más semejantes al Salvador, aumentará nuestra capacidad de abundar “en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13), y “desechar[emos] las cosas

de este mundo y buscar[emos] las de uno mejor” (D. y C. 25:10). Esto me lleva a la analogía aerodinámica a la que hice referencia. Hablé del concentrarse en lo básico. Los atributos de Cristo son lo básico; son los principios fundamentales que crearán “el viento que impulse nuestras alas”. Al cultivar los atributos de Cristo en nosotros mismos, paso a paso, nos llevarán “como en alas de águila” (D. y C. 124:18). Nuestra fe en Jesucristo nos dará el poder y un fuerte impulso hacia delante; nuestra esperanza inalterable y activa proporcionará un potente impulso ascendente, y tanto la fe como la esperanza nos llevarán a través de océanos de tentaciones, sobre montañas de aflicción, y nos llevarán de nuevo a salvo a nuestro hogar y destino eternos. ■ NOTAS

1. Citado por John Taylor en “The Organization of the Church”, Millennial Star, 15 de noviembre de 1851, pág. 339. 2. Carta de la Primera Presidencia, 1º de diciembre de 1999. 3. Véase “Para siempre Dios esté con vos”, Liahona, enero de 2002, pág. 105.

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Mi búsqueda de la fe A lo largo de varios meses, los misioneros me invitaron a bautizarme en diversas ocasiones, pero yo siempre les respondía que no.

P O R J O S H U A J. P E R K E Y

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na noche, durante mi primer año en la universidad, en 1989–1990, un buen amigo mío y yo nos quedamos estudiando hasta muy tarde para los exámenes. De repente, Matt me hizo una pregunta que se convertiría en uno de los momentos decisivos de mi vida: “¿Cómo es Dios, según tu iglesia? En otras palabras, ¿qué aspecto te imaginas que tiene?”. No sabía qué contestarle y cuando se dio cuenta de mi desconcierto, tuvo la amabilidad de cambiar el tema; no obstante, yo no pude olvidarlo. Me encontraba en circunstancias poco comunes: era protestante y asistía a la Universidad Brigham Young, y aunque dudaba de mi propia fe y de la religión en general, no tenía ninguna intención de cambiar de religión. Más bien, había pasado todo el año alzando una valla espiritual al tratar de evitar toda conversación religiosa. Con esa sencilla pregunta, mi amigo por fin había conseguido abrir una pequeña brecha hacia mi corazón. En busca de la fe

Durante los meses subsiguientes, me pregunté varias veces: “¿En qué creo? Y, lo que es más importante: ¿Creo? ¿Hay en verdad un Dios?, y si es así, ¿cómo es? ¿Podría llegar a conocerlo? ¿Contestaría mis oraciones? ¿Podría tener una fe como la que tienen mis amigos Santos de los Últimos Días?”. No es que no hubiera tenido antes la oportunidad de considerar preguntas tan serias; durante años, muchos 8

de mis mejores amigos eran Santos de los Últimos Días. Esas amistades fueron las que me condujeron a asistir a la Universidad Brigham Young. Sin embargo, casi siempre había rechazado sus intentos de darme a conocer el Evangelio; de hecho, las pocas veces que me había reunido con los misioneros, no les escuché con una mente receptiva. Tenía demasiado miedo de los cambios que se exigirían, cambios que podrían aislarme social y emocionalmente de mi familia. No estaba dispuesto a creer que había estado equivocado ni que mis tradiciones eran incorrectas. No creía que pudiera recibir revelación de Dios ni que otras personas pudieran recibirla. Parecía absurdo, ilógico e incluso extraño que Dios se apareciera al joven José Smith, que le revelara nuevas Escrituras y que sólo una religión hubiera recibido la guía divina para establecerse como la Iglesia verdadera. Irónicamente, dudaba de la autenticidad de todas las religiones, incluso de la mía. Aunque mi corazón estaba lleno de amor por mis familiares y amigos y era un corazón que ansiaba respuestas, en lo que tenía que ver con los susurros del Espíritu, yo tenía un corazón de piedra. Después de mi primer año universitario, regresé a mi estado natal de Kentucky para proseguir con mis estudios. Mis amigos Santos de los Últimos Días no tardaron en marcharse a servir en misiones, y en su ausencia me sentí profundamente solo. Deseaba tener parte de esa convicción que les había inspirado a ellos a ofrecer dos años de su vida. Al mismo tiempo, me inquietaba constantemente el que aún no tenía respuesta a la pregunta de Matt. Deseaba conocer las

ILUSTRACIONES POR MCGARREN FLACK.

Revistas de la Iglesia


verdades por mí mismo. Finalmente, tras muchas cartas de mis amigos que me animaban a reunirme con los misioneros, superé mis temores y acepté hacerlo. Considerando la conversión

No obstante, tenía reservas en cuanto a la idea de que los diversos principios del Evangelio estuviesen interconectados para crear un conjunto unificado. Los misioneros consideraban que su mensaje, en su totalidad, era o bien todo verdadero o todo falso, y que una vez que yo lograra un testimonio de un principio, aceptaría naturalmente todas las enseñanzas de ellos. Yo no les creía. Pensaba que era aceptable escoger lo que deseaba creer y lo que no, como si me encontrara en un bufet espiritual y doctrinal1. Al mismo tiempo, mi lógica exigía pruebas basadas en la experiencia, no una conversión basada en la fe. Lamentablemente, mi lógica también me dejó insatisfecho y desdichado. Todos los argumentos filosóficos que me planteaba eran ideas contradictorias y pesimistas que no proporcionaban ninguna respuesta real. Yo deseaba algo más, algo que me llegara al corazón de la forma en que mis amigos y los misioneros describían la comunicación con el Espíritu Santo. Participé en las charlas misionales con

la esperanza de llegar a saber si lo que decían era verdadero o, por lo menos, lograr cierta satisfacción al descubrir que era falso. Los misioneros eran pacientes y a la vez intrépidos. En el transcurso de varios meses,

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e pregunté repetidamente: “¿En qué creo? Y, lo que es más importante: ¿Creo? ¿Hay en verdad un Dios?, y si es así, ¿cómo es? ¿Podría llegar a conocerlo? ¿Contestaría mis oraciones?”.

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ebía caminar un paso de fe en la oscuridad y, entonces, se encendería la luz.

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me enseñaron muchas lecciones y me invitaron a bautizarme varias veces, pero siempre les respondí que no. Estaba esperando algún acontecimiento obvio y milagroso que me otorgara un testimonio antes de estar dispuesto a aceptar su invitación, y como no recibía ese tipo de testimonio, seguía contestando con evasivas a sus invitaciones. Un día, los élderes leyeron un pasaje del Libro de Mormón: “...no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe” (Éter 12:6). Entonces dijeron: “Josh, cada vez que lo invitamos a bautizarse, nos dice que no. Lo que tiene que hacer es decir sí, y entonces el Espíritu se lo confirmará”. En otras palabras, no había recibido un testimonio porque todavía no había puesto a prueba mi fe. No se me había ocurrido pedir, suponiendo que se me concedería sin esfuerzo de mi parte (véase D. y C. 9:7). De hecho, había impedido que el Espíritu me testificara, puesto que no estaba dispuesto a dar el siguiente paso. Lo que tenía que hacer era dar un salto de fe en la

oscuridad antes de que brillase la luz. Recibiría la confirmación del testimonio después de la prueba de mi fe, no antes2. Lo primero que pensé es que los misioneros me estaban manipulando para que me bautizara. Después caí en la cuenta de que en el momento preciso en que respondí que no a la invitación bautismal, algo muy sutil salió de mi corazón. Era una dulce, suave y delicada sensación de paz que me instaba a seguir el consejo de los misioneros, pero no había reconocido su presencia sino hasta que se retiró, lo que me dejó confundido, desdichado y afligido. Me pregunté si ese leve sentimiento se debía a que el Espíritu se había retirado, y si el motivo de mi confusión era mi propio corazón incrédulo que lo rechazaba. Como último recurso, decidí poner a prueba el reto de los misioneros. Respondería que sí a la inevitable invitación y, si sentía el Espíritu como me lo prometieron, procedería a bautizarme. Por otra parte, si no sentía el Espíritu, no tendría ningún reparo en decirles a los misioneros que estaba bromeando. Probando la semilla

La tarde de nuestra siguiente cita vimos un nuevo video de la Iglesia, El hijo pródigo. En la


DESPUÉS DE LA OBEDIENCIA VIENE LA LUZ habitación reinaba un sentimiento especial; los misioneros estaban visiblemente emocionados y tenían los ojos llenos de lágrimas. Cuando terminó la película, leímos varios pasajes de las Escrituras. Finalmente, el élder Critchfield se volvió hacia mí y me preguntó: “Josh, ¿se bautizará el sábado 10 de noviembre a las cuatro de la tarde?”. Tras un momento de vacilación, le respondí: “Sí”. El Espíritu cayó sobre mí de manera tan electrizante que se me puso de punta el vello de los brazos y casi me puse a llorar. No cabía duda de que la luz había brillado en las tinieblas. Había probado mi fe y ahora sabía de manera inequívoca que debía bautizarme. Había obtenido un testimonio de lo bueno de la semilla de la fe, pero aún tenía que verla crecer hasta producir fruto (véase Alma 32:35–36), y aún no había recibido un testimonio de otros principios del Evangelio. Mi prueba de fe todavía no había terminado. No mucho después de que fui bautizado y confirmado, me empezaron a asaltar las dudas. Tenía un conflicto entre la experiencia tan personal que había experimentado al decidir bautizarme y mi antigua lógica, en la que no había lugar para el conocimiento basado en la fe. No tardé en volver a tener los inquietantes sentimientos de confusión y de tristeza abrumadora, y no sabía qué creer. Sin embargo, me había comprometido, y tomé la determinación de permanecer activo en la Iglesia y aplicar los principios que se me habían enseñado hasta que la prueba de mi fe resolviera el conflicto de una manera u otra. En busca de mi fe

El Señor no me dejó solo en mis aflicciones. Se me llamó a prestar servicio con los misioneros y, a medida que hacíamos proselitismo todas las semanas, los misioneros seguían enseñándome. Mis maestros orientadores eran fieles; mi compañero de orientación familiar era puntual y constante. Muchos miembros del barrio entablaron amistad conmigo; me incluían en sus actividades y me invitaban a cenar y a la noche de hogar. Oraban conmigo y por mí. El obispo y su familia me cuidaban y me animaban. Yo percibía las sinceras intenciones de su corazón, y eso fortaleció mi determinación. Un día, varios meses después, me di cuenta de que cada vez que leía el Libro de Mormón percibía un sutil y familiar

“Parece tan sencillo construir sobre un cimiento de la verdad que quizá se pregunten por qué algunos no lo consiguen. En primer lugar, se requiere gran humildad. Es difícil arrepentirnos, admitir, basándonos sólo en la fe, que estamos equivocados, sin antes tener indicios de haber sido perdonados y de haber recibido la luz. Pero así debe ser. La obediencia debe producirse primero y después llegan las confirmaciones tranquilizadoras, la revelación de la verdad y la bendición de la luz”. Presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, “A Life Founded in Light and Truth” [“Una vida cimentada en la luz y la verdad”], Ensign, julio de 2001, pág. 9.

sentimiento de paz, muy parecido al que había sentido durante las lecciones y las invitaciones para bautizarme. De repente tuve un momento de gran lucidez: aquello era el Espíritu. Mientras pensaba en las palabras “si esto es el Espíritu, entonces este libro tiene que ser verdadero”, ese sutil sentimiento floreció en mi corazón y mi fe se convirtió en un conocimiento espiritual de ese principio. A medida que mi corazón se volvía más “quebrantado” y mi espíritu más “contrito” (véase Éter 4:15), sucedieron otras experiencias que corroboraron mis sentimientos. Con el tiempo, mis dudas se transformaron en convicciones. Sabía que Dios vive, que Jesús es el Cristo, que José Smith es un profeta de Dios, no por mi propio intelecto ni por la persuasión de otras personas, sino por la presencia irrefutable del Espíritu que le hablaba a mi espíritu. A mi mente llegaba precepto por precepto (véase 2 Nefi 28:30) y a medida que esas experiencias ratificadoras fortalecían lo que había aprendido anteriormente, se ampliaba mi entendimiento del Evangelio y la comprensión espiritual llegaba con más rapidez. Cada experiencia exigía diligencia, la disposición de escuchar y aplicar los principios y el deseo de someterme al influjo del Espíritu (véase Mosíah 3:19). Hoy puedo decir que el Evangelio es verdadero, ya que he logrado saberlo por mí mismo. Antes me parecía extraño e ilógico; ahora me resulta familiar y maravilloso. Los principios del Evangelio están ciertamente interconectados L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 11


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o cierto es que la luz brilló y sigue iluminando mi camino. Hoy puedo decir que el Evangelio es verdadero, ya que lo he sabido por mí mismo.

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y constituyen un gran conjunto y, a pesar NOTAS 1. Véase Glenn L. Pace, “Seguid al profeta”, Liahona, de mi conocimiento doctrinal relativamente julio de 1989, pág. 33. limitado, pude testificar de esas verdades en 2. Véase Boyd K. Packer, “El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo—Cosas claras y preciosas”, calidad de misionero. Ahora, a medida que Liahona, mayo de 2005, pág. 8. se amplía mi conocimiento doctrinal, mi testimonio también crece. El testimonio que tengo de todos los principios del Evangelio funciona como un baluarte que se edifica con sumo cuidado y se defiende constantemente en contra de la adversidad. Me sostiene a través de las pruebas por las que paso, en especial los esfuerzos del maligno de sembrar las semillas de la duda sobre cuestiones para las que ya he recibido respuesta (véase D. y C. 6:22–23). Cuando me siento débil, cuando se presentan las dudas, cuando el dolor permanece, aplico el mismo método que ha producido fruto desde el primer día en que obtuve un testimonio: Medito en cada experiencia que ha fortalecido mi testimonio, redoblo mis esfuerzos por poner en práctica los principios que se me han enseñado y presto atención a medida que el Espíritu reafirma mi fe. El Evangelio es verdadero, en toda su extensión; está al alcance de todos aquellos que, con humildad de corazón, ponen a prueba su fe dando un paso de fe en la oscuridad. La luz del Salvador está ahí, ocultándola solamente nuestra falta de voluntad para encontrarla. Tal vez haya muchos momentos de oscuridad en nuestra vida o épocas en las que se ponga a prueba nuestro testimonio. Yo descubrí que la iluminación del Salvador nos aguarda si estamos dispuestos a buscarlo a Él, y que esa iluminación, si la buscamos continuamente, nos conduce a la conversión. ■


MENSAJE DE LAS MAESTRAS VISITANTES

El ser hombre o mujer es una característica esencial de la identidad y el propósito eternos

la tierra y no termina aquí. La mujer que valora la maternidad en la tierra valorará la maternidad en el mundo venidero” (“Corazón de madre”, Liahona, mayo de 2004, pág. 76). ¿Qué puedo hacer para cumplir mi función en el plan de nuestro Padre

Enseñe los pasajes de las Escrituras y las declaraciones que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Dé testimonio de la doctrina e invite a las personas a quienes enseñe a conversar acerca de lo que hayan sentido y aprendido.

de felicidad se necesitaba la combinación singular de facultades espirituales, físicas, mentales y

ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR HYUN GYU LEE; BORDE: DETALLE DE JESUCRISTO, POR HARRY ANDERSON.

o mujer? Élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles:

“El ser hombre o mujer… en gran medida… define quiénes somos, por qué estamos aquí en la tierra, y qué debemos hacer y llegar a ser. Por razones divinas, el espíritu de los hombres y el de las mujeres son diferentes, singulares y complementarios… A fin de llevar a cabo el plan

Presidenta General de las Mujeres

“Las mujeres de Dios no pueden ser como las mujeres del mundo. El mundo tiene suficientes mujeres duras; necesitamos mujeres delicadas. Hay suficientes mujeres groseras; necesitamos mujeres amables… Hay suficientes mujeres que tienen fama y dinero; necesitamos más mujeres que tengan fe” (“El regocijo del ser mujer”, Liahona, enero de 2001, pág. 18).

Quórum de los Doce Apóstoles:

¿Por qué es esencial el ser hombre

Margaret D. Nadauld, ex Jóvenes:

La Primera Presidencia y el

“Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos. El ser hombre o mujer es una característica esencial de la identidad y el propósito eternos de los seres humanos en la vida premortal, mortal y eterna” (“La Familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49).

Celestial?

Élder M. Russell Ballard, del

emocionales tanto de hombres como de mujeres” (“El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, pág. 51). Julie B. Beck, Presidenta General

“Como hijas espirituales de Dios, las mujeres ‘recibieron sus primeras lecciones en el mundo de los espíritus, y fueron preparad[as] para venir’ (D. y C. 138:56) a la tierra; ‘se hallaban entre los nobles y grandes’ (D. y C. 138:55) que ‘se regocijaban’ (Job 38:7) por la creación de la tierra porque se les daría un cuerpo físico junto con la oportunidad de ser ‘probados’ en una esfera mortal (véase Abraham 3:25). Desearon trabajar codo a codo con hombres justos a fin de alcanzar las metas eternas que ni ellas ni ellos podrían alcanzar cada uno por su lado. La función de la mujer no comenzó en

de la Sociedad de Socorro:

Quórum de los Doce Apóstoles:

“Dios mismo especificó la naturaleza, tanto preterrenal como terrenal, del hombre y de la mujer… A veces… las mujeres se [preguntan]: ‘¿Depende el valor de una mujer exclusivamente de su papel como esposa y madre?’ La respuesta es sencilla y obvia: No… Todo hombre y toda mujer rectos tienen un papel importante que realizar en el avance del reino de Dios… “…Mis queridas hermanas, creemos en ustedes, confiamos en su bondad y su fortaleza… y contamos con todo ello… Creemos que el plan de Dios es que ustedes sean reinas y reciban las bendiciones más elevadas que toda mujer puede recibir en esta vida y en la eternidad” (véase “Mujeres de rectitud”, Liahona, diciembre de 2002, págs. 36–37). ■ L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 13


¡La vida es un don precioso! Nadie puede tener en los brazos a un bebé inocente, mirar esos hermosos ojos, tocar sus deditos y besarlo en la mejilla sin sentir una reverencia cada vez más profunda por la vida y por nuestro Creador.

Asalto a los indefensos POR EL ÉLDER RUSSELL M. NELSON Del Quórum de los Doce Apóstoles

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ntes de empezar, quiero disculparme con los lectores por el uso de términos que no son agradables. La naturaleza de la guerra a la cual me referiré exige esa claridad de comunicación. Por ser hijos e hijas de Dios, apreciamos la vida como un don de Él. Su plan eterno proporciona a Sus hijos la oportunidad de obtener un cuerpo físico, de ganar experiencias terrenales y de cumplir su destino divino como herederos de la vida eterna1.

Los índices de mortandad de las guerras

Con tal concepto y con la reverencia que sentimos por la vida, deploramos las pérdidas producidas por las guerras. Las estadísticas son aterradoras: En la Primera Guerra Mundial, murieron más de ocho millones de soldados; en la Segunda Guerra Mundial, hubo más de veintidós millones de muertes entre los hombres y las mujeres del servicio militar2. Estas dos guerras, que se extendieron varios años cada una, costaron la vida a por lo menos treinta millones de soldados en el mundo; y esa cifra no incluye los millones de pérdidas que hubo entre la población civil. No obstante, esas estadísticas pierden magnitud ante el número de víctimas de otra guerra que provoca anualmente más 14

pérdidas que la Primera y la Segunda Guerras Mundiales juntas: los informes mundiales indican que se llevan a cabo cuarenta millones de abortos por año3. Esta guerra llamada aborto es una guerra contra los indefensos, contra los que no tienen voz; es una guerra contra los que aún no nacen, y que se ha desatado sobre todo el globo. Irónicamente, las sociedades civilizadas, que por lo general han protegido la vida humana, ahora han promulgado leyes que permiten esta práctica.

La doctrina divina

Esto es sumamente importante para nosotros porque el Señor ha repetido muchas veces este mandato

ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR STEVE BUNDERSON.

El aborto:


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Casos especiales

La preocupación por la salud de la madre es de vital importancia; pero los casos en los cuales hay que poner fin al embarazo para salvar la vida de la madre son muy raros, particularmente donde se dispone de atención médica moderna. Otro motivo de preocupación son los embarazos causados por violación o incesto; esa tragedia se complica por el hecho de que una mujer inocente se ha visto privada de la libertad de decidir, y en tales circunstancias a veces se considera aconsejable el aborto a fin de preservar la salud física y mental de la madre. Los que se hacen por esa razón también son casos raros. Hay quienes defienden el aborto por el temor de que el niño nazca con una deformación congénita. Sin duda, los efectos perjudiciales de ciertas infecciones o de agentes tóxicos en el primer trimestre son reales; pero es preciso tener prudencia al considerar la idea de poner fin al embarazo. La vida tiene gran valor para todos, incluso para los que nacen con discapacidades. Y más aún: el resultado puede no ser tan serio como se ha supuesto. Recuerdo bien a un matrimonio que pasó una experiencia similar: la madre tenía sólo veintiún años y era una esposa bella y devota. En el primer trimestre del embarazo contrajo rubéola, y se le aconsejó abortar porque el bebé que estaba desarrollándose, casi con seguridad sufriría algún daño. Movidos por el amor y la preocupación, algunos miembros de la familia insistieron en que se efectuara un aborto. El matrimonio fiel fue a consultar al obispo, que los envió al presidente de la estaca; después de escuchar sus inquietudes, éste les aconsejó no poner fin a la vida del bebé, aun cuando probablemente naciera con algún 16

defecto. Y les citó este pasaje de las Escrituras: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”7. Ellos decidieron seguir el consejo y dejaron que naciera la criatura, una hermosa niñita completamente normal, excepto que era totalmente sorda. Después de que le hicieron una evaluación en la escuela para sordos, se les informó a los padres que aquella niña tenía el intelecto de un genio. Con el tiempo, asistió a una importante universidad por haber recibido una beca. Ahora, cuarenta años después, disfruta de una vida maravillosa. El negar la vida a una persona por una posible discapacidad es un asunto muy serio. La norma que se aplicaría a esa lógica sería que también se debería poner fin a la vida de los que ya sufren esas deficiencias; y otro paso en esa trágica manera de pensar llevaría a la conclusión de que igualmente deberían ser eliminados los que estén gravemente enfermos o causen inconvenientes. ¡Tal menosprecio por la vida sería totalmente inconcebible! El aborto a solicitud

Son relativamente pocos los abortos que se hacen debido a las circunstancias especiales que he mencionado8. La mayoría se llevan a cabo a pedido de la interesada para poner fin a un embarazo inesperado. Esos abortos son sencillamente una forma de control de la natalidad. El aborto optativo se ha legalizado en muchos países basándose en la creencia de que la mujer tiene la libertad de decidir qué hacer con su propio cuerpo. Hasta cierto punto, eso es verdad para cada uno de nosotros, ya sea varón o mujer: tenemos la libertad de pensar; tenemos la libertad de hacer planes y tenemos la libertad de actuar; pero una vez que entramos en acción, nunca quedamos libres de sus consecuencias. Para comprender más claramente este concepto, podemos compararlo con el caso de un astronauta. Mientras dure la selección o la preparación, esa persona tiene la libertad de salir del programa en cualquier momento. Pero una vez que la nave espacial ha despegado, el astronauta está sujeto a las consecuencias de su decisión tomada antes de embarcarse en esa misión.

DE LA IZQUIERDA: ILUSTRACIONES FOTOGRÁFICAS POR MATTHEW REIER Y JOHN LUKE; NAVE ESPACIAL, FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE NASA.

divino: “No matarás”4. Y agregó: “...ni harás ninguna cosa semejante”5. Incluso mucho antes de que se restaurara la plenitud del Evangelio, hubo personas inspiradas que comprendieron la santidad de la vida humana. Juan Calvino, un reformador del siglo dieciséis, escribió: “Si nos parece más horrible que se mate a un hombre en su propia casa que en el campo… tendría que considerarse más atroz aún destruir a un feto en la matriz antes de nacer”6. ¡Las reglas del hombre han legalizado ahora lo que Dios ha prohibido desde el principio del tiempo! El razonamiento humano ha retorcido la verdad absoluta y la ha transformado en breves frases propagandísticas a fin de promover una práctica que es completamente equivocada.


Lo mismo les sucede a las personas que deciden embarcarse en la jornada que conduce a ser padres: tienen la libertad de decidir, de tomar o no tomar ese curso. Una vez que ha ocurrido la concepción, la decisión ya se ha tomado. Y sí, la mujer tiene la libertad de decidir qué hacer con su cuerpo. Ya sea que lo que ha decidido la lleve a una misión aeroespacial o a tener un bebé, su decisión de embarcarse en esa jornada la liga a las consecuencias de esa opción. No puede volverse atrás. Cuando las controversias sobre el aborto llevan al debate, se invoca “el derecho de opción personal”, como si se tratara de la única y suprema virtud. Eso sería verdad si afectara a una sola persona. Los derechos de cualquier persona no le autorizan a abusar de los derechos de otra persona. Ya sea en el matrimonio o sin él, el aborto no es un asunto individual. El hecho de dar fin a la vida de un bebé en desarrollo involucra a dos personas con cuerpos, cerebros y corazones separados. La decisión de una mujer en cuanto a su propio cuerpo no incluye el derecho de privar a su bebé de la vida, y de toda una vida de opciones que su hijo tendría que tomar. Los Santos de los Últimos Días debemos defender el derecho a tomar decisiones —las decisiones correctas—, y no simplemente defender ese derecho como algo inherente a toda circunstancia9. Casi todas las leyes concernientes al aborto consideran la duración de la gestación. La mente humana ha pretendido determinar cuándo “comienza la vida”. En el curso de mis estudios de medicina, aprendí que cuando se unen dos células especiales para convertirse en una que contiene veintitrés cromosomas de la madre y veintitrés cromosomas del padre, comienza una nueva vida. Esos cromosomas contienen miles de genes. En un proceso maravilloso en el que se combina un código genético por el cual se establecen todas las características humanas básicas de esa persona que no ha nacido,

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ientras dure la selección o la preparación, el astronauta tiene la libertad de salir del programa espacial en cualquier momento. Pero una vez que la nave espacial ha despegado, está sujeto a las consecuencias de su decisión tomada antes de embarcarse en esa misión. Lo mismo les sucede a las personas que deciden embarcarse en la jornada que conduce a ser padres.

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se forma una nueva estructura de A.D.N. El desarrollo constante de esa combinación da como resultado un nuevo ser humano. Aproximadamente veintidós días después de que las dos células se han unido, comienza a latir un diminuto corazón; a los veintiséis días empieza a circular la sangre10. En mi opinión, el hecho de legislar cuándo llega esa vida en desarrollo a tener “importancia” es una acción presuntuosa y sumamente arbitraria. Las entidades de gobierno han legalizado el aborto sin tener en cuenta a Dios ni a Sus mandamientos. Las Escrituras declaran repetidamente que los pueblos prosperarán sólo si obedecen los mandamientos de Dios11. Y las personas prosperarán solamente si andan con fe y obediencia hacia Dios, que dijo: “Yo, el Señor… formé la tierra, hechura de mis propias manos; y todas las cosas que en [ella] hay son mías. “Y es mi propósito abastecer… 18

“Pero es preciso que se haga a mi propia manera… “Porque la tierra está llena, y hay suficiente y de sobra…”12. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha opuesto siempre a la práctica del aborto. Hace más de un siglo, la Primera Presidencia escribió lo siguiente: “Nuevamente aprovechamos esta oportunidad para amonestar a los Santos de los Últimos Días con respecto… a esas prácticas de destruir al feto y cometer infanticidio”13. En los comienzos de su presidencia, el presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) dijo: “En forma repetida hemos afirmado la posición de la Iglesia en su oposición inalterable a todas las formas de aborto, excepto en dos casos excepcionales: cuando la concepción es el resultado de violación y cuando un médico competente lo aconseja porque la salud de la madre podría encontrarse en serio peligro”14. La norma actual incluye otras dos excepciones, según las determine la opinión médica competente: el incesto y el hecho de que el bebé no pueda vivir después de nacido. Aun en esos casos excepcionales no se justifica la opción automática del aborto, sino que “debe considerarse solamente después que las personas responsables hayan

DE LA IZQUIERDA: ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR ROBERT CASEY; ILUSTRACIÓN POR GREGG THORKELSON; ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR BRYANT LIVINGSTON.

l hecho de dar fin a la vida de un bebé en desarrollo involucra a dos personas con cuerpos, cerebros y corazones separados. La decisión de una mujer en cuanto a su propio cuerpo no incluye el derecho de privar a su bebé de la vida, y de toda una vida de opciones que su hijo tendría que tomar.


consultado con sus obispos y hayan recibido confirmación divina por medio de la oración”15.

NOTAS

La adopción

¿Por qué destruir una vida que podría brindar gran felicidad a otras personas? Hay maneras mejores de resolver un embarazo no deseado. Cuando se crea una vida como resultado de una conducta pecaminosa, la mejor manera de comenzar el arrepentimiento es preservar la vida de ese niño. El hecho de agregar a un serio pecado ya cometido otro grave pecado sólo aumenta el pesar. La adopción es una alternativa maravillosa al aborto; tanto el bebé como los padres adoptivos recibirán grandes bendiciones con la adopción del niño en un hogar donde se le criará con amor y en el cual tenga las bendiciones del Evangelio. El arrepentimiento está al alcance

LA ADOPCIÓN: UNA DECISIÓN DE AMOR QUE BENDICE AL NIÑO

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frecemos nuestro apoyo a los padres solteros que ponen sus niños para adopción en hogares estables donde hay una madre y un padre. También lo ofrecemos a las madres y a los padres casados que adoptan esos niños. “Los niños tienen derecho a la bendición de ser criados en un ambiente de familia estable, en el cual madre y padre honren sus votos matrimoniales. El tener una relación segura, constante y de enseñanza amorosa con un padre y una madre es esencial para el bienestar del niño. Al optar por la adopción, los padres solteros otorgan a su hijo esta bendición tan importante. Es un acto motivado por una decisión abnegada y llena de amor que bendice al niño, a los padres de sangre y a los padres adoptivos, tanto en esta vida como por las eternidades. Encomiamos a los que fortalecen a los niños y a las familias promoviendo la adopción”.

1. Véase La Familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49. 2. Véase The New Encyclopedia Britannica, 15ª ed., 1998, “World Wars, The”. El pequeño Larousse ilustrado, 1996, págs. 1368–1373. 3. Véase de Maria Cheng, “Abortion Just as Common in Nations Where It’s Illegal” [“El aborto es igualmente común en las naciones donde es ilegal”], Salt Lake Tribune, 12 de octubre de 2007, pág. A7. En Estados Unidos el índice de natalidad por año es aproximadamente de tres a cuatro millones de nacimientos. El número de abortos en el mismo período sobrepasa el millón, lo que quiere decir que en ese país, uno de cada cuatro embarazos termina en aborto. 4. Véase Éxodo 20:13; Deuteronomio 5:17; Mateo 5:21; Romanos 13:9; Mosíah 13:21; 3 Nefi 12:21; D. y C. 42:18–19. 5. D. y C. 59:6. 6. Juan Calvino, Commentaries on the Four Last Books of Moses Arranged in the Form of a Harmony [“Comentarios sobre los cuatro últimos libros de Moisés en un arreglo armonioso] traducción [en inglés] de Charles William Bingham, 22 tomos, 1979, tomo III, pág. 42. 7. Proverbios 3:5–6. 8. Véase comentario del Dr. Irvin M. Cushner ante el Comité de lo Judiciario del Senado de los Estados Unidos, Constitutional Amendments Relating to Abortion [“Enmiendas constitucionales sobre el aborto], S.J. 17–19, 110, 97º Congreso, 1ª sesión, 1981, pág. 158. 9. Véase de Dallin H. Oaks, “Lo más importante”, Liahona, marzo de 2000, págs. 17–19. 10. Véase de J. Willis Hurst y otros, eds., The Heart [“El corazón”], 4ª ed. 1978, pág. 7. 11. Véase Levítico 26:3–13; Josué 1:7–8; 1 Reyes 2:3; 2 Reyes 18:5–7; 2 Crónicas 24:20; 26:5; 31:21; Job 36:11–12; 1 Nefi 2:20–21; 4:14; 2 Nefi 1:9, 20, 31; 4:4; 5:10–11; Jarom 1:9; Omni 1:6; Mosíah 1:7; 2:22, 31; Alma 9:13; 36:1, 30; 37:13; 38:1; 45:6–8; 48:15, 25; 50:20; Helamán 3:20; 3 Nefi 5:22; D. y C. 9:13.

¿Existe alguna esperanza para la persona que haya sido partícipe de un aborto? ¿Hay alguna esperanza para los que hayan cometido ese pecado y sufran ahora Declaración de la Primera Presidencia, 4 de octubre de 2006. angustiados? La respuesta es: ¡Sí! “De acuerdo con lo que se ha revelado, una persona puede arrepentirse y ser perdonada del pecado del aborto”16. Sabemos que el Señor ayudará a aquellos 12. D. y C. 104:14–17. que estén verdaderamente arrepentidos17. 13. John Taylor y George Q. Cannon, “Epístola de la Primera ¡La vida es un don precioso! Nadie puede tener en los Presidencia”, 4 de abril de 1885; citado por James R. Clark, comp., en Messages of the First Presidency of The Church of Jesus Christ of brazos a un bebé inocente, mirar esos hermosos ojos, toLatter-day Saints [“Mensajes de la Primera Presidencia de La Iglesia car sus deditos y besarlo en la mejilla sin sentir una revede Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”] 6 tomos, 1965–1975, tomo III, pág. 11. rencia cada vez más profunda por la vida y por nuestro 14. Spencer W. Kimball, “Informe y desafío a los miembros”, Liahona, Creador. La vida proviene de la vida y no es un accidente: febrero de 1977, pág. 2. Véase también “The Time to Labor Is Now”, Ensign, noviembre de 1975, pág. 6. Es un don de Dios. Él no envía una vida inocente para 15. Manual general de instrucciones, Libro 1: Presidencias de estaca y que la destruyan. Él la da y naturalmente sólo Él puede obispados, 2006, pág. 211. 16. Manual general de instrucciones, Libro 1, pág. 211. quitarla18. Testifico que la vida es eterna así como Él es 17. Véase Jeremías 31:34; Hebreos 8:12; 10:17; D. y C. 58:42. eterno. ■ 18. Véase Deuteronomio 30:20; Hechos 17:28; D. y C. 88:13; Moisés 6:32.

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Tenía fe pero no tenía dinero Por Teódulo Troconiz

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finales de 1988, a pesar de disfrutar de mi llamamiento como segundo consejero del obispado de Ciudad Ojeda, Venezuela, había un asunto que me preocupaba mucho. Había sido miembro de la Iglesia durante más de un año, pero aún no había recibido las bendiciones del templo. Un día, un amigo de la cercana ciudad de Maracaibo fue a visitarme. La conversación no tardó en girar hacia cuestiones espirituales. De repente, mi amigo se sintió inspirado a decirme: “Hermano Troconiz, creo que nuestro Padre Celestial desea que vaya al templo y reciba las bendiciones eternas que ha prometido a Sus hijos”. 20

“No puedo ir”, respondí. “En Venezuela no hay un templo y un viaje fuera del país resultaría muy costoso. No tengo el dinero para hacerlo”. Él se quedó pensativo un momento y después dijo: “Si de verdad desea ir al templo, nuestro Padre Celestial preparará el camino para que vaya”. Le respondí: “Si nuestro Padre Celestial me brinda esa clase de ayuda, entonces iré”. A partir de ese momento, me llené de fe y esperanza de que pudiera asistir al templo. Al día siguiente llamé a los líderes de la estaca y me dijeron que había un viaje programado para enero al Templo de Lima, Perú, el templo más cercano en ese entonces. El viaje costaría 16.500 bolívares y

cubriría el boleto de avión, la comida y el alojamiento. Pasaron los días y el plazo para entregar el dinero se acercaba con rapidez. Procuré ganar el dinero necesario, pero me faltaba mucho para siquiera acercarme a la cantidad que necesitaba. No obstante, mi fe nunca desfalleció. Estaba completamente seguro de que mi Padre Celestial prepararía el camino. Poco tiempo antes de que se cumpliera el plazo, recibí una llamada telefónica de una empresa para la cual había trabajado anteriormente. La persona me habló por mi nombre y me dijo: “Hace cinco años usted trabajó para esta compañía petrolera; cuando se marchó, no calculamos correctamente sus prestaciones. Tenga la bondad de venir a recoger el cheque que hemos expedido a su nombre”. Al día siguiente fui a recoger el cheque. Cuando vi la cantidad, no podía creerlo. ¡La cifra que en él figuraba era de exactamente 16.500 bolívares! El 17 de enero de 1989 entré en el Templo de Lima, Perú, y recibí la investidura del templo. Mi amigo tenía razón. El Padre Celestial había provisto la manera para que yo asistiera al templo. Como lo declaró Nefi: “...el Señor tiene poder de hacer todas las cosas... para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él” (1 Nefi 7:12). ■

ILUSTRACIONES POR DANIEL LEWIS.

o podía creerlo. ¡La cifra que figuraba en el cheque era exactamente la cantidad que necesitaba!


VOCES DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Todo saldrá bien Por Kandyce Coston

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enía los ojos llenos de lágrimas mientras me dirigía en el auto hacia el hospital para someterme a nuevas pruebas. Se me había diagnosticado un cáncer tras el nacimiento de mi hija hacía dos

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años. Me habían practicado una intervención quirúrgica y había recibido tratamiento, y estaba a punto de averiguar si dicha terapia había surtido efecto. “Padre Celestial, he aprendido mucho de esta experiencia.

ientras me dirigía hacia el hospital, le dije a mi Padre Celestial que quería criar a mi hija y algún día prestar servicio en una misión junto con mi esposo. Le rogué que me sanara.

Te ruego que me retires esta prueba. Quiero criar a mi hija y un día prestar servicio en una misión junto con mi esposo. Por favor, sáname”. Las lágrimas me rodaban por mi rostro. De repente, mi oración se convirtió en la letra de la canción “Oración de un niño”1. Había algo que me impulsaba a hablar en voz alta.


Ora; Él está. Habla; Él te escucha. Eres Su Hijo; Su amor te rodea. Él te contesta.

Me sobrevino un enorme sentimiento de amor. Sentí que mi Padre Celestial me conocía y que se preocupaba por mí y me escuchaba. Sentí que todo saldría bien. Al día siguiente recibí los resultados. Las pruebas no mostraban señal alguna de cáncer. Fue como si se me hubiera quitado una pesada carga. No obstante, al día siguiente me llamó el doctor y me explicó que, a pesar de lo que indicaban los resultados anteriores, las pruebas sanguíneas mostraban un grado elevado de actividad cancerígena. “¿Cómo podía ser?”, me preguntaba. Si eso era cierto, ¿por qué había sentido que mi Padre Celestial había contestado mi oración? Procuré dejar de lado las dudas al regresar para someterme a otras pruebas. Esos resultados mostraban que no sólo seguía teniendo cáncer, sino que se había extendido. No podía evitar poner en tela de juicio la experiencia que había tenido en el auto. No podía negar lo que había sentido, pero comenzaba a dudar sobre la interpretación que le di a ello. Esa nueva información fue devastadora y me hizo reflexionar muy seriamente. Sentía que todavía era necesario que aprendiera algo de esta prueba. Al meditar en ello, me daba cuenta de que cumplía con las formalidades de un miembro activo Santo de los Últimos Días, pero que a veces hacía las cosas por costumbre más bien que por sinceridad. No me encontraba en el nivel espiritual 22

que deseaba; era necesario que volviera a los principios fundamentales, así que comencé a concentrarme en los aspectos que me acercarían más a Jesucristo. Necesitaba Su fortaleza para superar las pruebas. Al esforzarme más en los asuntos espirituales, aumentó mi fe en Jesucristo y en Su plan para mí. Me di cuenta de que la experiencia que tuve mientras conducía hacia el hospital en realidad fue una respuesta a mi oración. Al reconocer y aceptar esa respuesta (que todo saldría bien), admito que mi Padre Celestial no siempre especifica cuándo se resolverá todo. Quizá nunca me recupere del todo físicamente, pero estoy aprendiendo a

aceptar Su voluntad. Mi vida está verdaderamente en Sus manos. Han pasado siete años desde que se me diagnosticó el cáncer. He tenido muchas intervenciones quirúrgicas y tratamientos, sin embargo, aún tengo cáncer. No obstante, la vida continúa y estoy agradecida por ello. Junto con las pruebas han llegado bendiciones, entre ellas nuestra segunda hija. Pero más que nada, la respuesta del Señor de que “todo saldrá bien” me sigue reconfortando. ■ Información de última hora: el último examen médico de la hermana Coston, ocho años después del diagnóstico, no reveló señales de cáncer. NOTA

1. Canciones para los niños, págs. 6–7.

Mi sueño extraordinario Por Jeffery S. Rowe

E

n un accidente de carretera hace muchos años, sufrí muchas lesiones, la más grave de las cuales me dejó en coma durante tres meses. Las bendiciones del sacerdocio, además del apoyo de mi familia, me permitieron disfrutar de lo que uno de mis doctores llamó “una notable recuperación”. Sin embargo, las lesiones que sufrí en la cabeza debilitaron mi memoria a corto plazo, por lo que ya no logro recordar los sueños. A menudo me levanto y pienso: “Ah, estaba soñando”, pero en ese momento el sueño se desliza de mi mente para siempre. Diecisiete años después de aquel accidente, se me llamó como obispo de mi barrio. Durante una reunión posterior del consejo de barrio, la presidenta de la Primaria propuso

que llamáramos a cierto matrimonio como maestros de la clase de HLJ. Mis consejeros y yo intercambiamos miradas de sorpresa. La hermana asistía a la Iglesia, aunque de manera irregular, pero su esposo no había asistido desde hacía años. No obstante, todos pensamos que debíamos darles la oportunidad de tomar en consideración el llamamiento. La noche anterior a mi entrevista con ese matrimonio, tuve un sueño muy vívido. A la mañana siguiente, me desperté y lo recordaba íntegramente. Era acerca de lo que debería decir en la entrevista para que aceptaran el llamamiento para servir. Me quedé sorprendido al recordar mi primer sueño después de diecisiete años, pero lo más importante es que


su contenido me entusiasmó y me llenó de optimismo. Aquella tarde, mi consejero fue a buscarme. Mientras nos dirigíamos a la cita en su auto, dijo: “Obispo, voy a dejar que usted hable todo el tiempo”. Recuerdo que sonreí con confianza,

Ese matrimonio llevó a efecto sus responsabilidades de la Primaria con dedicación y llegaron a ser activos en el barrio. Un par de años más tarde, se sellaron en el templo. Hasta el día de hoy, aquel sueño especial es el único que he recordado

La fe para detener una inundación Por Pirkko Kassinen

E

A

l extender un llamamiento a un matrimonio del barrio, pude recordar exactamente las palabras que escuché en el sueño que tuve la noche anterior.

porque sentía que el Señor ya había preparado mi presentación. Durante la entrevista repetí con exactitud lo que había soñado, y la pareja aceptó el llamamiento. Mientras regresábamos a casa, mi consejero dijo: “Siento que acabo de recibir instrucción de un maestro experto”. Le sonreí una vez más porque sabía que era cierto: a ambos nos había instruido el Maestro.

durante los últimos veintiocho años. Estoy convencido de que mi Padre Celestial sabía que había llegado el momento ideal para ese matrimonio. Por consiguiente, Él inspiró a la presidenta de la Primaria y bendijo parcialmente mi dañada memoria para que funcionara perfectamente durante una noche. Una vez más, me doy cuenta de que el Señor está a la cabeza de esta Iglesia y de que “los eternos designios del Señor han de seguir adelante, hasta que se cumplan todas sus promesas” (Mormón 8:22). ■

n un día de primavera en Helsinki, Finlandia, el sol brillaba intensamente y la nieve se derretía con rapidez. Había estado trabajando varias horas con mis hijos, Juha, de ocho años, y Hannu, de seis, para evitar que la nieve que se derretía nos inundara el sótano. El desagüe cercano que debía evacuar el agua seguía congelado. Cuando mi esposo se marchó al trabajo aquella mañana, nos pidió que nos aseguráramos de que el agua no entrara en el sótano. Trabajamos mucho hasta la tarde y entonces llegó el momento de irnos a la reunión de la Primaria (en aquella época, tenía lugar un día entre semana). Sin embargo, les dije a mis hijos que tendrían que perderse la Primaria para ayudarme a evitar que el agua entrara en el sótano. Además, mi esposo no era miembro de la Iglesia y no comprendería lo importante que era la Primaria para nuestros hijos. Al unísono, Juha y Hannu me aseguraron que si íbamos a la Primaria, nuestro Padre Celestial se encargaría de que el agua no llegara al sótano. Yo miraba de un lado al otro el agua que se acumulaba y la cara radiante de fe de mis hijos, y una parte de mí decía: “No puedes ir porque no hay poder alguno que sea capaz de impedir que el agua inunde el sótano”. Le supliqué a mi Padre Celestial con una L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 23


oración en el corazón, y después tomé una difícil decisión. “¡Nos vamos a la Primaria ahora mismo!”, declaré, mientras soltaba los baldes. No importaba lo que pasara, no iba a perjudicar la fe de mis hijos. Los niños se divirtieron mucho en la Primaria, pero, a medida que nos acercábamos a nuestra casa, mis temores iban en aumento. Al llegar al jardín, los niños corrieron hasta la puerta del sótano. Al mirar hacia abajo, gritaron: “Mamá, ¿ves lo que te dijimos?”. Me apresuré hacia ellos. Nunca olvidaré la escena que encontré ante mis ojos. La sección estaba completamente seca, como si alguien la hubiera secado con un trapo. No había señales de agua en ninguna parte. Incluso ahora, cuarenta años más tarde, me resulta difícil creer lo que vi. El brillo en la mirada de mis hijos reflejaba gozo y confianza en su Padre Celestial; ¡mi corazón también estaba lleno de gozo y de gratitud! No hay ningún poder en el mundo que supere la fe de un niño. En las Escrituras dice que si creemos y no dudamos, podemos mover montañas (véase Mateo 17:20). Aquel día, el poder de la fe de mis hijos detuvo una inundación. ■

M

e dije a mí misma que no había poder alguno que fuera capaz de impedir que el agua inundara el sótano. La fe de mis hijos les indicó lo contrario.

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DIECIOCHO FORMAS PARA

MANTENERSE FUERTE E

n Para la Fortaleza de la Juventud, la Primera Presidencia da comienzo a los consejos con estas palabras: “Dado que el Señor les ama, les ha dado mandamientos y las palabras de los profetas para guiarles en su

jornada. En este folleto se encuentran algunas de las pautas más importantes de su vida” (2001, pág. 2). Las enseñanzas que se

encuentran en las páginas siguientes les ayudarán a aplicar las normas y los principios a los que se refiere el folleto. Si se adhieren firmemente a esas normas, serán más felices y ofrecerán un ejemplo positivo a los que estén a su alrededor. ILUSTRACIONES POR DILLEEN MARSH, EXCEPTO DONDE SE INDIQUE.

Para la

Fortaleza de la Juventud

Cumplir nuestro deber a Dios

L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 25


D A D I L I B A S N O P S E R A EL ALBEDRÍO Y L

nes que tomes. e de las decisio bl sa on sp re Sé cunstancias. ición de y ten la dispos áles sean tus cir sin importar cu dicies tu tiempo er ad sp id lic de fe No la s. y d fines positivo Elige la rectitu utilízalos para es y talentos y ud tit ap s tu lla Desarro án. trabajar con af

s e b u n s la e d a im c n e r o P HLQUIST II . DA nes P O R C H A R L E S alWde los Hombres Jóve

osíah 3:19). ombre natural” (M “h o. od m có nuesmás bargo, si ejercemos o, éste fue mucho em el n vu Si la ve tu s ra po bre las palab a apropiada, si o hace mucho tiem Más tarde pensé so tro albedrío en form un en jo lar ba vo de r de d po as que nos amos oportunida del piloto: “Si volár imos según las norm viv s no do ran tu Cu uy elo sería m encia en Para avión pequeño. de las nubes, el vu da la Primera Presid o de un lar, vo da y or os ab am ra ev pa el s Juventud y si hapreparábamos bulento; pero si no la Fortaleza de la é qu a to ho lo uc pi m al rá tó se día tras elo los pasajeros pregun sinceros esfuerzos os por encima, el vu os m m ce tó es a nt lic co lar; él é cuánto se ap r encima de las altitud íbamos a vo más sereno”. Pens día por elevarnos po y s, ro re et Al m 0 a. 90 ism 2. m a a tro recorrido que volaríamos ese concepto a la vid sas mundanas, nues co a cim nen co sto en ju al, más mos rren agregó: “Así estare vida va a ser mucho er esta existencia te ta rr es co r po lávo i “S : lo y o explicó lo feo, lo bajo mos paz a lo larde las nubes”. Lueg tramos mucho de placentero. Sentire el s, os be em nu ev las el s de mos seguros que no ramos por debajo malo, y es preciso del camino y llegare go si ro la pe r ; va to lle en a rbul si vamos vuelo sería muy tu por encima de ello al fin de la jornada. cima, en r po os lam Últimos Días. s vo y lo e la jornada de o nt Sa un nos elevamos vida de Esto no significa qu ”. no n re co se u ás rit m pí el Es te serena; el vuelo será mucho tonces tendremos cil ni completamen fá En a se ead rd es ve e r se qu ó os esa paz ometió, pues Ese concepto prob nosotros y sentirem eso nunca se nos pr avión, de el n en ció os ac am La . íb e ición en el camino y ro. Para los qu tá a nuestra dispos habrá dificultades co po en un ul rb vó tu lle s la constanatravesar las nube nder por encima de eciso que estemos ce pr as rá se de ás m re poco tro alrededor en guardia al remás de esfuerzo, un cia que está a nues temente atentos y a. ci en , ul ad rb nt tu lu vo de de go al optar por erza combustible y al quiere esfuerzo, fu rrerlo. No obstante, co os m vi tu es cie de qu las z ve os r, podeSin embargo, una r, y exige que tomem os del lado del Seño lo rn va ne po am su en vesía fue a turbulencia encima de las por encima, la tra siones correctas. Es mos elevarnos por un bo hu e ue qu nq n co au y dicia existencia yor parte serena; mprende la inmun aciones de nuestra co nt te to lo pi ica el un y m a ios de co s asegurará la poco de turbulenci nos rodean los med terrenal, lo cual no nteta el ns la co el r ta en es n e ye qu clu esta vida y en tuvo ción; también se in paz y la felicidad en s la a to s en lo at y n te men speració desaliento, la dese la venidera. condiciones enta el es pr s no e qu s fío desa de

Presidente Gener

N


LA GRATITUD

Ten espíritu de gratitud en todo lo que hagas y digas. Agradece a Dios tus bendiciones y expresa agradecimiento a los que te ayuden.

É

CRISTO EN LA TIERRA ABUNDANCIA, POR SIMON DEWEY.

sta es una magnífica época para vivir en la tierra; tenemos oportunidades ilimitadas. Aunque hay algunas cosas malas en nuestro mundo de hoy, hay mucho de bueno, como maestros que enseñan, líderes religiosos que ministran, matrimonios que triunfan, padres que se sacrifican y amigos que ayudan. “Si rehusamos vivir en el ámbito de los pensamientos negativos y cultivamos en el corazón una actitud de agradecimiento, nos elevaremos y podremos elevar a los demás.

Si la ingratitud se cuenta entre los pecados serios, entonces la gratitud se puede mencionar entre las más nobles virtudes… “…demostremos gratitud por nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Su glorioso evangelio da respuesta a las preguntas profundas de la vida: ¿De dónde vinimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Adónde va nuestro espíritu al morir?” Véase Presidente Thomas S. Monson, “Una actitud de agradecimiento”, Liahona, mayo de 2000, págs. 4, 8.

LA EDUCACIÓN Prepárate a fin de ser una influencia para el bien en el mundo. Procura educarte y aprende con entusiasmo. Asiste a seminario.

Los planes para el futuro P O R M Ó N I C A S A N TO S D E O L I V E I R A

R

egresé del campo misional con muchas esperanzas de conseguir trabajo. Aun cuando había trabajado antes, no tenía preparación especial, así que hice lo que pude por conseguir un empleo; pero nunca me sentía satisfecha y no veía ningún progreso para el futuro. Siempre había querido estudiar, pero no tenía con qué costearme los estudios y mi familia no estaba en situación de ayudarme.

Cuando se creó el Fondo Perpetuo para la Educación, vi una oportunidad de cambiar mi futuro. Recurrí a mi Padre Celestial, confiando en que Él me ayudaría, y por eso, con Su inspiración, elegí un curso de estudio.

Decidí estudiar enfermería. La carrera me exigía mucho estudio y dedicación, pero me apasionaba. Tres meses después de graduarme conseguí trabajo en uno de los mejores hospitales de Alagoas, Brasil. Tengo muchos planes para el futuro, entre ellos hacer estudios avanzados de enfermería; y ya empecé a pagar mi préstamo a fin de que otros jóvenes puedan tener también la oportunidad de educarse y de recibir las bendiciones que se obtienen por hacerlo.

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LAS AMISTADES Elige amistades que tengan las mismas normas elevadas que tú tienes. Trata a todos con

LA FAMILIA

bondad y respeto. Invita a las actividades de la Iglesia a los amigos que tengan otras creencias religiosas. Extiende una mano de ayuda a los nuevos conversos y a los menos activos.

Haz tu parte para tener

Podía haberme pasado a mí

un hogar feliz. Honra a tus padres y fortalece la relación con tus

NOMBRE OMITIDO

hermanos y hermanas.

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ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR CRAIG DIM OND.

L

a Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles han dicho: “Hay más posibilidades de lograr la felicidad en la vida familiar cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y mantienen sobre los principios de la fe, la oración, el arrepentimiento, el perdón, el respeto, el amor, la compasión, el trabajo y las actividades recreativas edificantes”1. Es interesante notar que estas sencillas verdades, que son parte del plan de felicidad de nuestro Padre Celestial, a veces resultan sorprendentes para el mundo. Pero en un estudio que se hizo recientemente se manifestó que los adolescentes que no son miembros de la Iglesia también están buscando la felicidad en la espiritualidad y en las relaciones familiares. En 2007 hubo dos importantes organizaciones de medios de comunicación en Estados Unidos que hicieron una encuesta entre jóvenes de las edades de doce a veinticuatro años para averiguar qué los hace felices. Entre otras cosas, el estudio presentó estos resultados:

■ Los jóvenes “dependen de sus padres como la fuente principal de seguridad y felicidad”. ■ “La juventud buscará cada vez más la felicidad en la espiritualidad y la fe”. ■ “El resurgimiento del interés en la estructura familiar tradicional entre los jóvenes irá en aumento”. Una de las declaraciones del resumen de la encuesta dice: “Mientras que nuestra investigación inicial reveló que los jóvenes de la actualidad son más tradicionales que los de las generaciones anteriores, nos sorprendió ver hasta qué punto aguarda la juventud con gozosa expectativa la formación de su propio matrimonio y familia”2. NOTAS

1. “La Familia: Una proclamación para el mundo”, Liahona, octubre de 2004, pág. 49. 2. Véase Happiness [La felicidad], Associated Press/MTV Research and Strategic Insights [Investigación y percepciones estratégicas de Associated Press/MTV], 20 de agosto de 2007.

C

uando yo tenía siete años, se mudó a mi vecindario una niña con la cual hice amistad. Nos gustaban las mismas cosas y teníamos una buena influencia recíproca. Tomábamos buenas decisiones porque nuestros padres nos habían enseñado a ser prudentes al tomarlas. Pero cuando llegamos al sexto grado, tomamos algunas decisiones incorrectas a fin de ser parte de nuestro grupo de amigos que tenían normas más bajas. Al año siguiente, decidí que para vivir de acuerdo con normas más elevadas debía cambiar mis amistades para poder empezar otra vez a decidir correctamente. Mi único problema era que mi


amiga y yo seguíamos siendo amigas y no quería dejar de estar con ella. Lo que tuve que hacer fue muy difícil. Toda mi vida se me había dicho que debía elegir buenos amigos y mantener mis normas elevadas; pero no tenía el testimonio de la razón por la cual eso era importante, así que tuve que confiar en que eso era lo correcto. Durante el verano y mientras cursamos el octavo grado, dejamos de pasar tanto tiempo juntas y al fin optamos por tomar diferentes caminos. Más tarde, ese mismo año, vi las bendiciones de mi decisión: mis amigas anteriores decidieron llevar bebidas alcohólicas a la escuela; convencieron a otras jovencitas a tomar y todas ellas se metieron en problemas. Me di cuenta de que yo podría haber sido una de esas chicas; si hubiera estado con ellas, no sé si habría tenido la fortaleza para defender mis creencias. Cuando pienso en las consecuencias que habría tenido que enfrentar, me siento abrumada. Tal vez habría luchado con la adicción, habría hecho algo ilegal, habría perdido la confianza de mis padres, pero, sobre todo, habría traicionado la confianza que mi Padre Celestial tiene en mí. Sé que lo que nos dice el Profeta en cuanto a vivir de acuerdo con normas elevadas es para nuestra protección. Aunque podamos considerarlo como un inconveniente, nos ayuda espiritual, física, mentalmente, y de otras formas que ni siquiera percibimos.

EL MODO DE VESTIR Y LA APARIENCIA Viste de manera recatada (modesta) para demostrar respeto por Dios y por ti mismo. Nunca rebajes tus normas en el vestir en ninguna ocasión. No desfigures tu cuerpo con tatuajes ni perforaciones.

La salida de compras POR REBECCA RICHTER

M

i mamá y yo estábamos de compras cuando encontré una falda negra que pensé que “tenía” que comprar; me la probé y salí para mostrársela a mi madre. Vaciló un poco antes de decirme: “Becky, creo que es demasiado corta”. Le contesté que a mí no me parecía así y que todas las chicas de la escuela las usaban de ese modo, algunas mucho más cortas. Pasé varios minutos tratando de convencerla para que le gustara la falda. Al fin me dijo firmemente: “Es demasiado corta y no la vamos a comprar. Quítatela”. No pude comprender por qué era tan estricta conmigo, especialmente porque yo pensaba que tenía edad suficiente para decidir por mí misma lo que iba a ponerme encima. Nuestra salida de compras se arruinó y regresamos a casa en silencio. Después, mamá me dijo: “Becky, la razón por la que no te dejé comprar la falda es que cuando te la pones, no pareces tú. Es demasiado corta y no refleja lo que tú eres en realidad: una hija de Dios”. Su explicación me enseñó un principio que siempre recordaré: Soy una hija de Dios, y todo lo que haga y lleve puesto refleja lo que pienso de mí misma y lo que siento por mi Padre Celestial y por mi Salvador. La modestia en el vestir es una lucha constante, pero estoy agradecida porque no caí ante la tentación ni puse en peligro mis normas. Sé que si llegamos a entender de verdad que somos hijos de Dios, venceremos nuestros deseos de vestirnos como la gente del mundo.

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LA DIVERSIÓN Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Elige el entretenimiento que te edifique. Evita cualquier cosa que sea vulgar, inmoral, violenta o pornográfica. Comprométete a guardar las normas de Dios.

C

on la diversidad de entretenimiento y diversión que nos rodea, el elegir puede ser algo abrumador. A continuación hay algunas pautas para ayudarnos a escoger el tipo de diversión que sea edificante: 1. Antes de participar en un juego de video o ver una película, averigua la clasificación que tiene y su contenido. 2. Analiza si hay material indecente en el juego o la película, sea cual sea la clasificación que tenga. Evita

cualquier cosa que aleje al Espíritu. 3. Si el contenido es impropio, está perfectamente bien salir de donde lo estén presentando, apagarlo o dejarlo de lado. 4. Busca juegos, películas y música que sean edificantes y educativos. 5. Ve a descubrir el mundo que está alejado de la televisión, de los teléfonos celulares y de las computadoras, como el hacer una caminata, salir en bicicleta, adquirir una habilidad nueva o aprender sobre otras culturas.

LA MÚSICA Y EL BAILE

Escucha música que te acerque más al Padre Celestial. No escuches la que fomente la inmoralidad, ensalce la violencia o emplee un lenguaje grosero. Cuando bailes, evita el contacto cuerpo a cuerpo y los movimientos sensuales.

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óvenes, no se pueden dar el lujo de albergar en su mente los efectos de la música indigna de hoy en día. No es inofensiva; puede traer al escenario de su mente pensamientos indignos que marquen un ritmo al cual éstos actúen y ustedes reaccionen. Ustedes se degradan a ustedes mismos cuando se identifican con esas cosas que a veces rodean los extremos en la música: el

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desaseo, la irreverencia, la inmoralidad, los vicios. Tal música no es digna de ustedes”. Presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, “Música digna, pensamientos dignos”, Liahona, abril de 2008, pág. 33.

Visita el sitio www.lds.org/churchmusic a fin de escuchar himnos, bajar canciones o aprender más sobre música.

6. Disfruta de las actividades que mantengan tu mente activa y tu cuerpo en buen estado físico.

¿

Cuáles son las normas de Dios que nos pueden guiar en la selección de los medios de comunicación? “...Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos” (Artículos de Fe 1:13).


EL SALIR CON JÓVENES DEL SEXO OPUESTO

“A ver si adivino: ¿Ésta es la No salgas con jóvene primera vez que sales?” s del sexo opuesto hasta que ten gas por lo menos die ciséis años. Sal sólo con personas que tengan normas elevadas. Cuando em pieces a salir con otr os jóvenes, hazlo en grupos o con otra pareja. Planifica actividades que te ayu permanecer cerca de den a l Espíritu del Señor.

L

EL LENGUAJE Utiliza un lenguaje que edifique, que aliente y que hable bien de los demás. Utiliza el nombre de Dios y el de Jesucristo con reverencia y respeto. No utilices lenguaje ni gestos que sean profanos, vulgares u ofensivos.

L

a conversación es la esencia de las reuniones sociales amistosas. Puede ser feliz, puede ser trivial, puede ser seria, puede ser divertida; pero no debe ser picante ni grosera ni indecente si se es en verdad creyente en Cristo… “[Cualquiera] que tenga que recurrir a esa manera de hablar da a conocer de inmediato que tiene un vocabulario deficiente, que no posee la suficiente riqueza de expresión para exponer con claridad lo que quiere decir sin tener que emplear palabras obscenas o groseras… “No digan malas palabras, no hablen con lenguaje profano. No digan chistes sucios. Aléjense de conversaciones que contengan palabras soeces y vulgares. Serán más felices si evitan eso y su ejemplo fortalecerá a los demás”.

as mejores salidas en gru po se planifican pero son informales, cuestan poco pero son divert idas. Sé creativo; las perso nas disfrutan de lo que les ofrece variedad y les da la oportunidad de co nocer a otras personas y al mismo tiemp o divertirse. Pide a tus pa dres, amigos o líderes de los jóvenes que te de n ideas para las salidas en grupo. A continuación, hay algunas con las que puedes empezar: ■ Si es posible donde viv es, visiten una fábrica de dulces, de productos lácteos o cualquier otro punto de interés en su loc alid ad. ■ Organiza una comida en la cual cada uno lleve alg o de comer y asigna ciertos platos o ingredien tes. ■ Vayan a un parque de la localidad donde pued an dar de comer a las aves, hacer una caminata, jugar a la pelota o hacer un picnic. ■ Planifiquen una salida para prestar servicio: lim pien el jardín de un vecino o miembro del barri o, laven ventanas o ayude n en alguna otra cosa que tenga que hacerse. ■ Si desean una velada má s tranquila, vayan juntos a una biblioteca o librería local a hojear libros . ■ Si vives en una región donde hay mucha nieve, hagan un gran muñeco de nieve entre todos. Si vives cerca de una playa, ha gan un castillo de arena; o haga cada uno o cada pareja el suyo y lleven a cabo una compete ncia en la que pidan a las personas que pasen que voten por el mejor.

Presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008), véase “No tomarás el nombre de Dios en vano”, Liahona, enero de 1988, pág. 47.

ARRIBA, IZQUIERDA: ILUSTRACIÓN POR CARY HENRIE; IZQUIERDA: ILUSTRACIÓN POR SCOTT GREER; ARRIBA: ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR MATTHEW REIER; ARRIBA, DERECHA: ILUSTRACIÓN POR RYAN STOKER.

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LA PUREZA SEXUAL

Consérvate sexualmente puro. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio. No participes en conversaciones ni actividades que despierten los sentimientos sexuales. No participes en actividades homosexuales. Busca ayuda si eres víctima de violación sexual, incesto u otra clase de abuso sexual.

C

uando se trata de relaciones íntimas, ¡deben esperar! Deben esperar hasta que puedan brindar todo, y eso no lo pueden hacer sino hasta que estén legal y lícitamente casados. Si persisten en obtener satisfacción física sin la aprobación del cielo, corren el riesgo terrible de ocasionar

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un daño espiritual y sicológico tal que podrían debilitar tanto su deseo de intimidad física como su capacidad para brindar más tarde una devoción incondicional al amor verdadero. Podrían descubrir horrorizados que lo que debieron haber preservado ya lo han perdido y que solamente la gracia de Dios puede

recobrar la virtud que tan despreocupadamente desecharon. El día de su boda, el mejor regalo que pueden hacer a su pareja eterna es su persona limpia y pura, y digna de recibir a cambio esa misma pureza”. Élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, “La pureza personal”, Liahona, octubre de 2000, pág. 42.


MENSAJE MORMÓN

EL ARREPENTIMIENTO ES

UN FUERTE JABÓN

¡PERO SE SIENTE UNO TAN BIEN AL ESTAR LIMPIO! (véase Isaías 1:18).

LA HONRADEZ

Sé honrado contigo mismo, con los demás y con el Señor. No te justifiques pensando que la deshonestidad es buena.

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ahonradez es mucho más que no mentir. Significa decir la verdad, hablar la verdad, vivir la verdad y amar la verdad… “Hacer trampas en la escuela es una manera de engañarse a sí mismo. A la escuela vamos para aprender y nos engañamos a nosotros mismos cuando nos aprovechamos de los esfuerzos y de los conocimientos de los demás. “El robo es algo muy común en todo el mundo… El robo tiene varios matices: el escamoteo en las tiendas, el hurto de automóviles, de radios, de estéreos, de reproductores de discos compactos, de juegos de video y de diversos objetos que pertenecen a otras personas. También es robo aprovecharse indebidamente de las horas de trabajo y apropiarse del dinero y de la mercadería del empleador… y pedir préstamos sin intención de devolverlos. Nadie ha obtenido beneficios de verdadero valor mediante el robo… “El robo de cualquier cosa es indigno de un poseedor del sacerdocio”.

Presidente James E. Faust (1920–2007), Segundo Consejero de la Primera Presidencia, “La honradez, una brújula de la moral”, Liahona, noviembre de 1996, págs. 45–46, 47.

EL ARREPENTIMIENTO

Mediante la expiación del Salvador, puedes recibir el perdón y ser limpio de tus pecados si te arrepientes. Confiesa tus pecados al Señor así como a quienes hayas hecho daño. Si los pecados son graves, también debes confesarlos a tu obispo.

N

uestro deseo sincero debería ser que fuésemos tanto limpios de manos como puros de corazón, y tener tanto la remisión de los pecados de día en día como andar sin culpa ante Dios. El sólo ser limpios de manos no será suficiente cuando nos hallemos ante Aquel que es puro y que, como ‘cordero sin mancha y sin contaminación’ (1 Pedro 1:19), libremente derramó Su preciada sangre por nosotros”.

Élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Limpios de manos y puros de corazón”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 82.

FOTOGRAFÍAS POR CRAIG DIMOND.

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LA OBSERVANCIA DEL DÍA DE REPOSO

Utiliza el día de reposo para adorar al Señor, asistir a la iglesia, acercarte más a tu familia y ayudar a los demás. No busques diversiones ni gastes dinero en el día de reposo. De ser posible, evita trabajar los domingos.

Estaba donde debía estar POR EMMA WITHERS

¿

Han tenido alguno de esos domingos en que no sienten deseos de ir a la iglesia? Yo sí, en particular últimamente. Me he trasladado a la Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y asisto a un barrio nuevo; no es que la gente del barrio no sea simpática y amable, pero no son mis amigos de donde vivía. Después de la primera vez que asistí al barrio, tomé la resolución de que de ahí en adelante iría sólo a la reunión sacramental. A la semana siguiente, llegué tarde; al entrar en la capilla, unas cuantas personas me saludaron, y luego me senté. Allí, empecé a extrañar mucho a mi gente; todo lo que quería era estar de regreso en mi barrio anterior, ver las caras amistosas de los que me conocían bien. En ese momento se puso de pie la primera discursante

y empezó a hablar. Era como si estuviera dirigiéndose a mí; habló de sentirse sola en una nueva ciudad, y entonces me di cuenta de que yo no era la única en esa situación. Después, el segundo discursante dio otro mensaje que tuvo para mí un significado

E

l hecho de comprometerte a asistir a las reuniones de la Iglesia es una decisión sumamente importante en tu empeño por guardar santo el día de reposo.

personal. Antes de terminar la reunión, el obispo habló y dijo cuánto nos amaba a cada uno de nosotros; dijo también que sabía que había personas que confiaban en que él las atendiera y velara por ellas. Al cantar el último himno, supe que estaba donde debía estar. No había sentido esa paz desde hacía mucho tiempo, y sabía que provenía del Padre Celestial. Él nos conoce a cada uno de nosotros y sabe cuáles son nuestras necesidades; ese día me dio lo que me hacía falta, y sé que si sigo guardando Sus mandamientos, Él siempre lo hará.

UNA SEÑAL DE DEDICACIÓN AL SEÑOR “Cuando era joven, me preguntaba qué actividades serían apropiadas para el día de reposo. Leí listas de lo que se debe y no se debe hacer, todas creadas por otras personas. Pero ahora tengo una comprensión mucho mejor que obtuve de dos pasajes de las Escrituras del Antiguo Testamento [véase Éxodo 31:12–13; Ezequiel 20:12, 19–20]…

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“La meditación sobre esos versículos me ha ayudado a entender: Mi conducta el día de reposo es una señal para el Señor del respeto que siento por Él y por los convenios que he hecho con Él… He llegado a la conclusión de que si consideramos sinceramente que nuestras actividades del domingo son una señal de nuestra dedicación al Señor, haremos lo que sea apropiado para ese día”. Élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Reflection and Resolution” [“Reflexión y resolución”], en Discursos de la Universidad Brigham Young, 1989–1990, 1990, pág. 6.


LOS DIEZMOS Y L AS OF

RENDAS

Paga de buena gana un diezm o íntegro. Asist e al ajuste de di ezmos. Obedec e la ley del ayun o.

¡Prefiero recibir la bend ición! POR RICHARD M. ROMNEY Revis tas de la Iglesia

E

FOTOGRAFÍAS POR RICHARD M. ROM NEY.

n Guyana, un país que se encuentra en la parte norte de América del Sur, los jóvenes Sa ntos de los Últimos Días es tán hablando de los diez mos y las ofrendas. “¡Yo prefiero recibir la bendición!”, afirma Simeon Lovell, de catorce añ os, durante una lección de seminario en el centro de reunione s Prashad Nagar, que se encuentra en Georgetown. La clase acaba de leer Malaquías 3:8–12, donde se advierte que los que roban a Dios al no pagar el diezmo serán maldecidos, pero se pr omete que los que lo paguen recibirán bendiciones tan grandes que serán inconmensurables . “¡Fíjense en todo lo que promete!”, dice su compa ñera de clase Xiann Kippins, de dieciséis años. “Te protegerá; pros perarás; se te abrirán las ventan as de los cielos”.

un huracán u otro desastre — toda la ropa y los su ministros de alimentos que provee—, me hace feliz pens ar que yo puedo ser parte de eso siendo generoso con mis ofrendas”. En otra parte, en la Misión Indias Occidentale s, Curfew Ali, que tiene diecisi ete años y asiste a la Rama Ar Clint Callender, de ima de Port diecisiete años, of Spain, Trinidad, que asiste a la Ram le explica a Mark a Garden Park 2 Mangray, también (también en Georg de diecisiete, que etown), comenta: aun cuando ella ga “Todo lo que hay en na poco dinero, la tierra es del paga de diezmo el Padre Celestial, y Él di ez por ciento y nos pide que le contribuye también devolvamos sólo un a las ofrendas de a pequeña porayuno. “De esa man ción para demostra era”, dice, “sé rle nuestra gratique el Señor podr tud. Por eso, me sie á bendecirme”. Le nto feliz de pagar co menta a Mark sobr el diezmo; me alegr e el ajuste de a ayunar una diezmos y le dice lo vez por mes y dona bi en que se sienr el dinete la persona al de ro para los pobres cla ra r que ha paga. Y al do un diezmo ínte ver todo lo que ha gr o. ce la Mark contempla un Iglesia cuando recibo de dona cio nes en blanco, lo le hay un mae y dice: “Tienes razón, Curfe remoto, w. Mañana llevaré el diezmo a la Ig lesia”.


LA SALUD FÍSICA

Guarda la Palabra de Sabiduría. Come alimentos nutritivos, haz ejercicio con regularidad y duerme el tiempo suficiente. No uses drogas, alcohol, café, té ni productos de tabaco. No abuses de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella.

E

l hecho de mantener tu cuerpo sano te ayudará a enfrentar las tensiones de la vida diaria. El Padre Celestial nos ha prometido bendiciones maravillosas si obedecemos la Palabra de Sabiduría: “Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer estas cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos, recibirán salud en el ombligo y médula en los huesos; “y hallarán sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí, tesoros escondidos; “y correrán sin fatigarse, y andarán sin desmayar. “Y yo, el Señor, les prometo que el ángel destructor pasará de ellos, como de los hijos de Israel, y no los matará” (D. y C. 89:18–21).

Y

a sabes lo que no debes hacer según la Palabra de Sabiduría, pero ¿sabes lo que sí debes hacer? Lee Doctrina y Convenios 89:10–17 para averiguarlo.

EL SERVICIO A LOS DEMÁS

Presta servicio a los demás en las asignaciones de la Iglesia y en tu hogar, en la escuela y en la comunidad. Busca diariamente la guía del Espíritu Santo a fin de saber a quién debes prestar servicio y cómo satisfacer sus necesidades.

E

l rey Benjamín enseñó: “…cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosíah 2:17). Hay muchas maneras de prestar servicio a los demás, pero la sinceridad y el amor son la clave. Aquí ofrecemos algunas ideas y sugerencias en cuanto a la manera de servir: 1. No olvides que el servicio a los de tu familia está en primer lugar. 2. Haz que tu servicio esté de acuerdo con las necesidades particulares de la persona. Piensa

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en lo que podría gustarle, querer o necesitar. 3. Realiza actividades de servicio sencillas, e incluye a otras personas en su planificación y ejecución. 4. Una sonrisa, una buena disposición, un oído atento, un elogio sincero y discretos actos de bondad son formas importantes de prestar servicio. 5. Recuerda el consejo que se encuentra en Mosíah 4:21 y practícalo. Comparte generosamente tus bienes con otras personas.


EL SEGUIR ADELANTE CON FE

Sé fiel al Señor y a Su Iglesia. Ora con regularidad a solas y lee las Escrituras. Guarda los convenios que has hecho y escucha la voz suave del Espíritu. El Señor te ayudará a enfrentar tus pruebas y dificultades.

El mundo los está observando POR LA PRESIDENCIA GENERAL DE LAS MUJERES JÓVENES

A

hora es el momento de seguir adelante con fe. Es el momento de que se les vea guardar los mandamientos de Dios y de ejercer su fe orando a menudo y siendo obedientes. Al ejercer la fe siguiendo estas normas con exactitud, verán que son más felices y que tienen más oportunidades de compartir con otras personas el Evangelio y sus creencias. El vivir de acuerdo con estas normas les dará libertad, no restricciones. Al seguir adelante con fe, cosecharán las bendiciones prometidas y el Señor derramará Su Espíritu sobre ustedes. Con Su Espíritu para guiarlos, sabrán qué hacer y cómo reaccionar en cualquier circunstancia, y estarán guardando el convenio bautismal que hicieron de recordarlo siempre. En todas las épocas se ha pedido a los líderes jóvenes que ejerzan la fe y que obedezcan con exactitud. Nefi, José Smith, Rut y muchos otros han procedido con fe al ser obedientes al Señor y a Sus profetas. Ustedes son jóvenes de noble linaje, una generación real, una generación de promesa. Su fe tendrá gran influencia en un mundo que está sediento de bondad y luz. El mundo los observa para recibir ejemplo y liderazgo; por lo tanto, “así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). ■

REGALOS DE NAVIDAD, POR DALE KILBOURNE, PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN; DETALLE DE CRISTO Y EL JOVEN RICO, POR HEINRICH HOFMANN, CORTESÍA DE C. HARRISON CONROY CO.

L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 37


CUIDADO CON LOS POR EL ÉLDER KENNETH JOHNSON De los Setenta

¿ ¿Por qué se fijan altas normas para las actividades de la Iglesia? Para que las influencias inapropiadas no nos dañen desde el interior.

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Se han dado cuenta de que nuestro entorno influye en nuestros actos y afecta nuestro comportamiento? Cuando era joven y estudiaba en la universidad, me acuerdo de una vez en que participé en un análisis de clase acerca de un estudio sobre los efectos del entorno en la productividad laboral. El instructor afirmaba que ciertos entornos motivaban a los empleados a trabajar con más energía y diligencia, mientras que otros entornos ejercían un efecto adverso. La idea de que esas cosas aparentemente sencillas pudieran tener una influencia tan grande me interesó mucho. También habló de un experimento llevado a cabo con un grupo de personas que se encontraban sentadas a la mesa y listas para disfrutar de la comida que se les había servido. Aunque cada uno de los participantes tenía hambre y expresaba su deseo de comer la comida, su apetito variaba drásticamente según la iluminación que hubiese en el cuarto. Después de que se hacía un cambio en la iluminación, muchos no comían nada, otros muy poco y, sorprendentemente, ninguno de los participantes disfrutó de la comida. El hecho de que una comida apetitosa pierda su atractivo simplemente por un cambio de iluminación en el cuarto indica el efecto y la influencia que puede ejercer el

entorno en nuestro comportamiento. Muchos años más tarde, durante mi carrera profesional, un cliente me pidió que le proporcionara cobertura de seguros para un nuevo local que estaba estableciendo. Cuando llegué al lugar, me di cuenta de que se trataba de un club nocturno. Al pasar por la recepción y entrar en el recinto principal, me quedé impresionado por la decoración. El mobiliario y los accesorios, las cortinas y las alfombras armonizaban muy bien y creaban un entorno muy placentero. Eso no era lo que esperaba encontrar después de que me dijeron el propósito para el que se usaría el local. Al sentarme con el propietario y tomar nota de la información necesaria, un empleado se acercó y preguntó si podía probar los sistemas de luz. Mi cliente dio su aprobación. De repente, el entorno sereno se transformó a medida que se atenuó la iluminación del cuarto y la reemplazaron luces parpadeantes multicolores y música sumamente fuerte. El aire de tranquilidad se disipó de inmediato. En tales circunstancias era imposible comunicarse, así que volvimos a la zona de la recepción. Después de seguir conversando y debido a lo que había experimentado, no me sentí a gusto con la idea de seguir adelante, por lo que recomendé a mi cliente a un especialista en ese tipo de seguros. Todavía recuerdo de forma vívida la drástica transformación

ILUSTRACIONES POR CARY HENRIE.

CABALLOS DE MADERA


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que se produjo cuando los rayos de luz y el ritmo vibrante de esa música estridente penetraron el oscuro recinto. De aquellas experiencias aprendí una lección perdurable. Nuestro entorno sí influye de manera significativa en la forma en que sentimos y la manera en que nos comportamos. Ésa es una de las razones por la que nuestros líderes han aconsejado que toda actividad patrocinada por la Iglesia se lleve a efecto en un entorno en el que el Espíritu del Señor pueda estar presente. Reflexionen en este consejo y después piensen en las actividades que realizamos en la Iglesia. ¿Qué podemos hacer para cumplir el propósito del Señor en cuanto a llevar a cabo actividades sanas y edificantes? El caballo de Troya

Desde que era joven me ha intrigado la leyenda griega del caballo de Troya. Probablemente recuerden que el ejército griego había mantenido en asedio la ciudad de Troya durante diez años sin poder franquear sus impenetrables fortificaciones. Finalmente, los griegos fingieron retirarse y dejaron un enorme caballo de madera con un grupo de soldados escondidos en su interior. Los troyanos pensaron que el caballo era un buen presagio y, haciendo caso omiso del consejo de algunos, lo llevaron adentro de los muros de la ciudad. Durante la noche, los guerreros griegos salieron de su escondite 40

y abrieron las puertas de la ciudad, permitiendo que el ejército griego entrara y conquistara Troya. También nosotros debemos mantenernos en guardia contra las fuerzas que conspiran para romper nuestras defensas y destruir nuestro escudo de la fe. Nuestro hogar y nuestros centros de reuniones representan un refugio para la tormenta ocasionada por elementos mundanos e inapropiados, lo que nos permite ser “firmes e inmutables, abundando siempre en buenas obras” (Mosíah 5:15) y siempre “[estar] en lugares santos” (D. y C. 45:32). El bajar la guardia tal vez ocasione que algunos pierdan la sensibilidad espiritual a medida que toleran la música malsana y las actividades inapropiadas. Si lo permitimos, esas cosas nos podrían dañar desde nuestro interior, como sucedió con el caballo de madera que se introdujo en lo que antes era un bastión inexpugnable. Nuestro objetivo a la hora de planificar y preparar actividades no debe ser el imitar o emular las costumbres del mundo, sino proporcionar un entorno en el que pueda morar el Espíritu del Señor. Esto se aplica en cualquier momento o lugar en que se lleve a cabo una actividad auspiciada por la Iglesia, y debe ser nuestra guía para seleccionar las películas que veamos, los programas informáticos que utilicemos y toda otra actividad recreativa en que participemos. Debemos tomar en cuenta muy especialmente toda actividad

EL SEÑOR JESUCRISTO, POR DEL PARSON.

P

lanifiquemos y participemos en actividades sanas en las que elevemos el nivel de calidad y rechacemos la influencia del mundo. Al elevar el nivel de calidad, disfrutaremos de experiencias que cultivarán recuerdos perdurables que sean compatibles con la promesa del gran plan de felicidad.


que implique el uso de los edificios de la Iglesia, ya que están dedicados y consagrados para actividades de carácter “virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza” (Artículos de Fe 1:13). Si el Salvador asistiera a una actividad en un centro de reuniones de la Iglesia, ¿reaccionaría como lo hizo cuando expulsó a los cambistas del templo de Jerusalén? (véase Mateo 21:12–13). ¿O expresaría el sentimiento, como lo hizo Pedro en el Monte de la Transfiguración: “...bueno es para nosotros que estemos aquí” (Mateo 17:4)? El consejo del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) en cuanto a la manera de prepararse para el servicio misional de tiempo completo se aplica a este tema: “Estoy convencido de que elevar el nivel de los requisitos hará que nuestros jóvenes, en especial los hombres jóvenes, practiquen la autodisciplina para vivir por encima de los

bajos valores del mundo a fin de evitar la transgresión y seguir un sendero más elevado en todas sus actividades”1. Teniendo en mente estas palabras, decidamos, cada uno de nosotros, planificar y participar en actividades sanas en las que elevemos el nivel de calidad y rechacemos la influencia del mundo. Al seguir este método, ¿se limitará la diversión y se eliminarán las expresiones de alegría de nuestras reuniones sociales? ¡En absoluto! Lo cierto es que será todo lo contrario. Al elevar el nivel de calidad, disfrutaremos de experiencias que cultivarán recuerdos perdurables que sean compatibles con la promesa del gran plan de felicidad. ■

Forta Para la l Juveeza de la Cum ntud plir n uestr od eber a Dio s

NOTA

1. Gordon B. Hinckley, “El servicio misional”, Reunión mundial de capacitación de líderes, enero de 2003, pág. 17.

L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 41


Preguntas y respuestas

a l a m a l s o m e n e t o y y s o g e i d a c r e c a “Mis am s e m s i h c r a t n o c e costumbre d . ¿Cómo puedo abandos a n o a s r s e o p g i s a m r a ot s i m a r a d u y a y o nar ese hábit n?” é i b m a t o l r e hac

P

ara abandonar el hábito de contar chismes, sigue el consejo que aparece en Para la Fortaleza de la Juventud en cuanto a superar el uso de lenguaje vulgar: “Mediante tu ejemplo y al alentarlos con bondad a seleccionar otras palabras, ayuda a los demás a utilizar un lenguaje limpio. Cuando las personas que te rodeen utilicen malas palabras, con cortesía aléjate o cambia el tema. “Si has adquirido el hábito de usar malas palabras [o hablar mal de otras personas], puedes abandonarlo; lo primero que tienes que hacer es tomar la decisión de cambiar; y después ora para recibir ayuda. Si empiezas a usar palabras que sabes que son malas, quédate callado o callada o di de otra forma lo que tengas que decir”. En el folleto también se explica por qué es importante hablar bien de los demás: “Habla de manera bondadosa y positiva acerca de los demás a fin de cumplir el mandamiento del Señor de amarnos unos a otros. Si haces uso de un buen lenguaje, invitas la compañía del Espíritu” (“El lenguaje”, 2001, págs. 22–23). Al ser amables en nuestras conversaciones nos asemejamos más a Cristo, y eso nos ayuda a cultivar mejores relaciones y a sentirnos mejor con nosotros mismos.

La regla de oro

Por todas partes escuchamos a personas que cuentan chismes acerca de los demás, y eso es algo sumamente dañino. Quizá te parezca que dar las “últimas noticias” a tus amigos te haga más interesante, pero piensa en la persona de la que estés hablando. ¿Dirías lo que estás diciendo si estuviera presente? ¿Te dijo esa persona que se lo podías decir a los demás? Piensa en cómo te sentirías si alguien hablara mal de ti. “...cuantas cosas queráis que los hombres os hagan a vosotros, así haced vosotros con ellos” (3 Nefi 14:12). Si tus amigos cuentan chismes, cambia de tema con tacto. Jessica J., 16 años, Arizona, E.U.A.

La medicina para curar los chismes

Hay tres grupos de personas implicados en el chisme: nosotros mismos, los que nos escuchan y las personas de las que hablamos. Comprométete a dejar de hablar mal de los demás y después hazlo. Ésta es la medicina para curar la enfermedad del chismorreo: (1) Cambia de tema si tus amigos empiezan a hablar mal de otras personas. (2) Guarda silencio para que no tengan con quién hablar. (3) Diles francamente: “...no murmuréis los unos de los otros” (Santiago 4:11). But A., 22 años, Phnom Penh, Camboya

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Las respuestas tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista, y no deben considerarse como pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.


Evitemos los comenta-

Buscar lo bueno en los

rios negativos

demás

Los chismes tienen un poder destructivo que puede herir los sentimientos de los demás. Cuando nos prestamos al chismorreo, abrimos la puerta para que el adversario destruya la reputación de otras personas. Para superar esa mala costumbre, se debe evitar todo comentario negativo sobre la vida de otras personas. Cuando alguien nos hable de tales cosas, ya sean verdad o no, debemos decirles que dejen de hacerlo. Si siguen haciéndolo de todas formas, conviene que nos marchemos (véase Mateo 12:36). Para ayudar a nuestros amigos, podemos aconsejarles que nunca participen en ese tipo de conversaciones y exhortarlos, como miembros de la Iglesia y fieles seguidores de Cristo, a que siempre procuren defender la verdad y la rectitud, a que sean siempre un ejemplo y alaben a los demás (véase Artículos de Fe 1:13). Ismael S., 18 años, Sao Paulo, Brasil

PINTURA DEL PRESIDENTE MCKAY POR EVERETT CLARK THORPE.

Piensa en estas cosas

Para evitar los chismes sobre otras personas, podemos memorizar un pasaje de las Escrituras, como por ejemplo Levítico 19:18, el cual nos enseña a amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos, y recitarlo mentalmente cada vez que nos sintamos tentados a contar chismes. También podemos memorizar una canción como “Yo trato de ser como Cristo” (Canciones para los niños, pág. 40) y cantarla mentalmente. Otra idea sería decir dos cosas positivas acerca de la persona en cuestión. De este modo, te olvidarás de sus faltas y te concentrarás en la bondad de esa persona. Rhodora M., 19 años, Luzon, Filipinas

A veces resulta difícil dejar de contar chismes acerca de otras personas, pero creo que si recuerdas que debes amar a tus semejantes, probablemente lo pienses dos veces antes de hacer un comentario que más tarde lamentarás. No nos corresponde juzgar a otras personas. Creo que buscar lo bueno en los demás puede beneficiarnos, más bien que observar lo negativo. Haylee B., 15 años, Utah, E.U.A.

SIGUIENTE PREGUNTA “Soy el más pequeño de mi familia, con una diferencia de muchos años. Siento que mis hermanos nunca quieren incluirme en sus actividades y conversaciones. ¿Qué puedo hacer para mejorar nuestra relación?” Envíanos tu respuesta a la pregunta antes del 15 de noviembre de 2008 a: Liahona, Questions & Answers 11/08 50 E. North Temple St., Rm. 2420 Salt Lake City, UT 84150-3220, USA O por correo electrónico a: liahona@ldschurch.org La carta o el correo electrónico deben venir acompañados de la siguiente información y de la autorización para publicarla:

Requiere valor

Hay quienes dicen que “con la lengua edificamos barreras que nos separan de nuestros seres queridos”. Creo que para no hacerlo, necesitamos una gran valentía personal y espiritual. Si verdaderamente comprendemos el Evangelio, nosotros, como miembros de la Iglesia, no debemos contar chismes, ya que Dios ha enseñado que debemos abrir la boca para proclamar el Evangelio al mundo entero, no para criticar ni censurar a otras personas. Vanessa P., 19 años, Tahití, Polinesia Francesa

Oremos para pedir guía

Recuerda que los chismes pueden tener un efecto profundo y duradero en los demás. Intenta ponerte en su lugar e imaginar cómo te sentirías si otras personas dijeran cosas malas de ti. El deseo de cambiar ese hábito es un deseo justo. El Señor te bendecirá con fortaleza y con un cambio de corazón a medida que procures sinceramente Su guía mediante la oración.

TU NOMBRE COMPLETO TU FECHA DE NACIMIENTO BARRIO (o rama) ESTACA (o distrito)

Esta frase: Concedo mi permiso para imprimir la respuesta y la fotografía: FIRMA FIRMA DE LOS PADRES (si eres menor de 18 años)

VENENOS PARA EL ALMA

“Evitemos las calumnias; evitemos la difamación y el chismorreo. Son venenos para el alma de aquellos que caen en su trampa. Dañan más al calumniador que al calumniado”. Presidente David O. McKay (1873–1970), en Conference Report, abril de 1969, pág. 96.

Brittney H., 12 años, Utah, E.U.A.

L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 43


EL JOVEN CON

RESPUESTAS Cuando los amigos de Christian Monzón tienen preguntas, saben a quién dirigirse en busca de ayuda. POR DON L. SEARLE Revistas de la Iglesia

¿Qué hacer cuando uno se topa con materiales porno-

Cierto día, Christian Monzón, de Asunción, Paraguay, le pidió a un compañero de clase que le prestara su teléfono celular para jugar a un video juego y descubrió que en el aparato se había almacenado material pornográfico. Christian no tenía ninguna duda en cuanto a lo que su amigo debía hacer al respecto, así que le ayudó a ver la necesidad de deshacerse de aquellas fotografías ofensivas. Con calma, Christian le explicó lo dañino que puede resultar ese material, y agregó: “Si tú fueras padre, no querrías que tu hijo viera esas cosas”. Parte de lo que Christian le dijo a su amigo procedía de Para la Fortaleza de la Juventud. Christian dice que el folleto le ayuda en cada fase de su vida. “No estaría aquí de no ser por él”, señala. Además, ha regalado ejemplares a un par de amigos de la escuela, quienes le dijeron que les había proporcionado la guía que necesitaban con problemas específicos.

gráficos?

Los compañeros de Christian lo respetan al grado de que lo eligieron como delegado estudiantil. 44


¿Dónde se encuentra la ayuda para en-

Christian sabe que Para la Fortaleza de la Juventud ofrece ayuda ante muchas tentaciones habituales entre sus amigos, como por ejemplo el consumo de drogas o el alcohol. Sólo unos cuantos de sus amigos tienen internet en sus hogares, pero pueden acceder fácilmente a él —y a la pornografía— en los cibercafés. Sus amigos de la escuela suelen acudir a Christian y a su hermano mayor, Jimmy, en busca de ayuda con sus problemas porque confían en que los dos Santos de los Últimos Días tendrán las respuestas. Los compañeros de clase de ambos los respetan por sus creencias. Los compañeros de Christian lo respetan al grado de que lo eligieron como delegado estudiantil, lo cual, entre otras cosas, significa que él es su representante si llegan a tener problemas en la escuela.

frentar las tentaciones de la vida?

FOTOGRAFÍAS POR DON L. SEARLE.

¿Cómo se hacen planes para el futuro?

Christian dice que el hacer planes para servir en una misión de tiempo completo le ha servido para definir sus prioridades. Después de que termine la escuela secundaria, le gustaría estudiar informática, pero cuando se sabe que uno se está preparando para recibir el Sacerdocio de Melquisedec, para ir al templo, para servir en una misión y para casarse, eso sirve para saber cómo se debe preparar. Y en el caso de Christian, eso mismo hace el estudio de la doctrina y la historia de la Iglesia. De hecho, sus relatos preferidos proceden de la historia de la Iglesia. Por ejemplo, él encuentra fortaleza en la experiencia del Campo de Sión en 1834 cuando el populacho amenazó

con atacar el campamento y el profeta José Smith profetizó que el Señor no lo permitiría. Esa tarde, una terrible tormenta dispersó a la turba. Para Christian, eso quiere decir que se puede preparar para el futuro sin temor porque el Señor puede proteger a quienes le sirven. ¿Cómo se fortalece el tes-

Christian Monzón es un líder entre sus compañeros de clase (página opuesta) y en el estudio del Evangelio. Arriba: El Templo de Asunción, Paraguay, es un

timonio? Una manera que

faro espiritual

Christian ha encontrado es por medio del estudio de la vida del profeta José Smith. Él hace referencia a Doctrina y Convenios 135:3, donde dice que José Smith “ha hecho más por la salvación del hombre en este mundo, que cualquier otro que ha vivido en él, exceptuando sólo a

para los jóvenes locales.


dilectos de Christian en cuanto a la historia de la Iglesia es el de los jóvenes que colaboraron en el rescate de los sobrevivientes de la compañía de carros de mano de Martin, en 1856 (arriba, a la derecha). Abajo: Christian con su familia en el centro de estaca (desde la iz-

Jesús”. Christian agrega: “El saber de José Smith ha cambiado mi vida”. Dice que al estudiar la historia de la Iglesia “se llega a entender la importante función que se puede desempeñar en la actualidad”. Otro de sus relatos preferidos es el de los jóvenes que fueron en auxilio de la compañía de carros de mano de Martin, en 1856. Los jóvenes transportaron en sus brazos a los exhaustos y desnutridos pioneros a través de las heladas aguas del río Sweetwater2. Si algún día se enfrentara con esa clase de prueba, Christian tiene la esperanza de que él pueda demostrar ese mismo valor. ¿Por qué es el Evangelio importante para

quierda): Jimmy (hermano), Marlene (madre), Antero (padre), Christian y Rody (hermano).

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Christian también tiene una respuesta para esa pregunta. Dado que es presbítero en el Sacerdocio Aarónico, asiste a seminario

ti?

NOTAS

1. Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Wilford Woodruff (curso de estudio del Sacerdocio de Melquisedec y de la Sociedad de Socorro, 2004), pág. 140. 2. Véase Sacerdocio Aarónico Manual 3, 1995, pág. 166.

LA COMPAÑÍA DE CARROS DE MANO DE MARTIN RESCATADA POR VOLUNTARIOS, POR CLARK KELLEY PRICE.

Uno de los relatos pre-

cada mañana con otros jóvenes de la Rama Cocuere, Estaca Capiatá, Paraguay. La clase de seminario tiene lugar en su casa y su madre es la maestra. El conocimiento que ha adquirido del plan de salvación de nuestro Padre le fue de ayuda cuando su querido abuelo murió repentinamente. Le fue posible recibir consuelo y paz gracias “a la esperanza que nos brinda el Evangelio”. Dice que el Evangelio le ayuda en cada faceta de su vida. “Sé que las Escrituras son revelación de nuestro Padre Celestial”, testifica. “Sé que ésta es la Iglesia verdadera y sé que Jesucristo vive”. ■


ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR EMILY LEISHMAN BEUS.

NORMAS

PONTE SIEMPRE A SU ALTURA. (Véase Juan 14:15.) L I A H O N A OCTUBRE DE 2008 47


COMENTARIOS

todas las personas

La revista Liahona ha sido una bendición en nuestra vida

Nos sentimos muy agradecidos por poder recibir la revista Liahona aquí en Vanuatu. Es maravilloso leer acerca de personas de diversos lugares y de cómo la Iglesia prospera en todo el mundo. Hemos aprendido mucho gracias a la revista; ha sido una bendición en nuestra vida y, debido a ella, ya no volveremos a ser los mismos. Amos Tarohati Zoro, Vanuatu

Una tubería en un pozo de agua pura

Soy el maestro de Doctrina del Evangelio de mi barrio y me siento profundamente agradecido por la gran labor que han llevado a cabo con LDS.org. En nuestra área tenemos un permiso muy limitado para consultar materiales de la Iglesia o tenerlos en nuestro poder. El hecho de tener acceso a las Escrituras y a los materiales de la Iglesia a través de internet es como tener nuestra propia tubería conectada a un pozo de agua pura. Sepan que sus esfuerzos surten un enorme impacto en la vida cotidiana de nuestros miembros. Para ellos, es un milagro tener el mensaje de nuestro Padre Celestial en su propio idioma. Nombre omitido

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¡Cuán agradecido me siento por tener la revista Liahona en mi vida! En ella hallo palabras inspiradas que ayudan a todas las personas, ya sean miembros de la Iglesia o no. Los mensajes de la Primera Presidencia manifiestan su amor por nosotros, y la sección Voces de los Santos de los Últimos Días está repleta de buenos ejemplos que podemos seguir. Leo la revista desde la primera página hasta la última porque sé que el Espíritu me inspirará y me fortalecerá al hacerlo. Sé que la Luz de Cristo llega a la gente a través de la revista y doy las gracias a todos los que la hacen posible. Cristophe Jaime, Portugal

La revista Liahona es una amiga

Cuando leo la revista Liahona, sé cuán afortunado soy de formar parte de la gran obra del Señor. La revista me ayuda a ser un buen miembro de la Iglesia y sé que puede ser una gran herramienta para la obra misional. Los miembros podemos utilizarla para ayudar a otras personas a venir a Cristo. La revista Liahona es una de mis mejores amigas. Galsanjamts Dashdavaa, Mongolia

Tenemos hermanos y hermanas

Me siento muy agradecida porque mi Padre Celestial me ayudó a encontrar Su Iglesia y a convertirme en miembro de ella. He aprendido grandes verdades, he llegado a ser una persona mejor y me estoy preparando para la vida eterna. Me hace muy feliz el que mi familia sea miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de

los Últimos Días y que no estemos solos, pues tenemos hermanos y hermanas. La Iglesia ha sido nuestro apoyo en los momentos difíciles y agradecemos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo, así como al profeta y a los apóstoles que nos sirven. Susanna Martirosova, Armenia

PETICIÓN DE RELATOS PARA LOS NIÑOS

S

olicitamos artículos para nuestros lectores más jóvenes, relatos verídicos que fortalezcan la fe de los niños de todo el mundo. Envíenlos por correo electrónico a liahona@ldschurch.org, o por correo postal a: Children’s Stories, Liahona 50 E. North Temple St., Rm. 2420 Salt Lake City, UT 84150-3220, E.U.A. Incluyan su nombre completo, su domicilio y su barrio y estaca (o rama y distrito). Durante la redacción de sus artículos, tengan a bien considerar las siguientes pautas: (1) Muestren algo que se relacione con el concepto, pero sin dar explicaciones acerca de ello. Siempre que sea posible, muestren a un(a) niño(a) que descubre una verdad por sí mismo(a). (2) Escriban desde el punto de vista del niño. Por ejemplo, el relato podría incluir los pensamientos del pequeño pero no debe describir los de los padres, a menos que ellos sean los que hablan. (3) Escriban acerca de niños reales que descubren o ponen en práctica las verdades del Evangelio para superar las tentaciones y los conflictos. Consulten la página A10 de este ejemplar para ver un ejemplo.

FONDO © DYNAMIC GRAPHICS.

Palabras que pueden ayudar a


PA R A L O S N I Ñ O S • L A I G L E S I A D E J E S U C R I S T O D E L O S S A N T O S D E L O S Ú LT I M O S D Í A S • O C T U B R E D E 2 0 0 8

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VEN Y ESCUCHA LA VOZ DE UN PROFETA

Cómo dar POR EL PRESIDENTE HENRY B. EYRING

de buena voluntad ir a llevárnoslo y que parecía que el hacerlo les causaba gozo. ra un día de verano. Mi madre murió Y tercero, había en el regalo un eletemprano por la tarde; mi padre, mi mento de sacrificio. Yo sabía que mi tía hermano y yo habíamos regresado había envasado esas cerezas para su famidel hospital a casa, los tres solos. Nos prepalia, porque de seguro les gustaban; no ramos una merienda sencilla y más tarde reobstante, tomó lo que a ellos les causaría cibimos algunas visitas. Se hizo tarde y placer y me lo dio a mí. Eso es sacrificio; anocheció, y recuerdo que ni siquiera habíay desde entonces he llegado a comprenEl presidente Eyring mos encendido las luces. der este maravilloso concepto: el tío Bill nos enseña a dar el Alguien tocó el timbre y papá abrió la y la tía Catherine deben haber pensado más importante de puerta; eran la tía Catherine y el tío Bill, y vi que tendrían mayor placer si yo me colos regalos. que él tenía en la mano un frasco de cerezas. mía las cerezas que si se las comían Aún conservo claro el recuerdo de esas cereellos. zas maduras, de un color rojo casi púrpura, y El obsequiar regalos con sinceridad enla tapa brillante y dorada del frasco. El tío Bill dijo, señacierra tres elementos: se siente lo que siente la otra perlando las cerezas: “Pensamos que les gustarían. sona, se da sin esperar nada a cambio y el sacrificio se Seguramente no habrán comido postre”. considera una bendición. De hecho, así era; los tres nos sentamos alrededor de Dios el Padre dio a Su Hijo, y Jesucristo nos dio la la mesa de la cocina, nos servimos unas cerezas y las coExpiación; dones de incalculable profundidad y valor mimos, mientras los tíos recogían algunos platos sucios para nosotros. Jesús dio Su don con abnegación y de y los lavaban. buen grado a todos nosotros. Una de las señales seguras En mi opinión, el hacer y el recibir un gran regalo de que la persona ha aceptado el don de la expiación siempre consiste en tres partes, que son las siguientes, del Salvador es la disposición a dar. ● De “El gozo de dar”, Liahona, diciembre de 1996, págs. 11–14. según lo ilustra ese regalo de cerezas: Primero, supe que mis tíos habían percibido lo que ALGO EN QUÉ PENSAR yo sentía. Debieron de haber pensado que estaríamos 1. Al presidente Eyring le gustó el regalo de las cerezas muy cansados para prepararnos de comer, y que tal vez porque lo reconfortó. ¿Cómo puedes tú reconfortar a otras un plato de cerezas envasadas en casa nos haría sentir, personas? aunque fuera por un momento, que éramos otra vez 2. ¿Has recibido alguna vez un regalo especial? ¿Qué es una familia. No recuerdo el sabor de las cerezas, pero sí lo que lo hizo especial? recuerdo que alguien percibió los sentimientos de mi 3. Tal vez no siempre sepas por ti mismo cómo se siente corazón y se ocupó de mí. otra persona. Aun así, ¿puedes hacer buenos regalos a los Segundo, sentí que el regalo era sincero y generoso. demás? ¿Cómo? Sabía que el tío Bill y la tía Catherine habían decidido Primer Consejero de la Primera Presidencia

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DERECHA: FOTOGRAFÍA POR DAVID STOKER.

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Seré siervo del Señor

Mente

Fuerza

Alma

Alma

Corazón

Mente

Corazón

Seré siervo del Señor

Nota: Esta actividad puede copiarse, calcarse o imprimirse desde Internet en www.lds.org. Para la versión en inglés, haga clic en “Gospel Library”. Para las versiones en otros idiomas, haga clic en “Languages”.

Fuerza


T I E M P O PA R A C O M PA R T I R

Seré Su siervo “Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que aparezcáis sin culpa ante Dios en el último día” (D. y C. 4:2).

P O R L I N DA C H R I S T E N S E N Ammón, un gran misionero nefita, se dirigió a la tierra de los lamanitas a “declararles la palabra de Dios” (Alma 17:12). Cuando llegó a sus tierras, los lamanitas lo ataron y lo llevaron ante el rey, quien le preguntó si deseaba morar con ellos. Ammón le preguntó al rey si podía ser su siervo. Ammón sirvió al rey con todo su corazón, alma, mente y fuerza; amó a las personas y empleó su fuerza para proteger a los rebaños y a los siervos del rey. Usó su intelecto para aprender el Evangelio y compartirlo con el rey. Utilizó su fuerza para ser firme e inmutable al vivir el Evangelio. (Véase Alma 17–18.) La letra de la canción de la Primaria “Voy a ser valiente” (Canciones para los niños, pág. 85) nos recuerda que debemos ser como Ammón.

§

AMMÓN DEFIENDE LOS REBAÑOS DEL REY LAMONI, POR ARNOLD FRIBERG; FONDO © CORBIS.

Valientes siervos busca para Su obra nuestro Señor, que por sus preceptos los guíe y sirvan a Su pueblo con amor.

Podemos aprender a servir a los demás, tal como lo hizo Ammón. Podemos mostrar amor a los que nos rodean, en particular a nuestra familia y a nuestros amigos. Podemos emplear nuestra energía para hacer cosas buenas, como ser amables o serviciales. Podemos usar nuestro intelecto para aprender el Evangelio al leer las Escrituras y prestar atención a nuestros padres y maestros. Podemos escoger ser firmes e inmutables para hacer lo correcto. Voy a ser Su siervo y mis convenios observar. Defenderé la rectitud Y en mí Él podrá confiar. Actividad

Recorta las formas ovaladas y pégalas una con otra, por el reverso. Recorta los cuatro rectángulos, dóblalos

por la mitad y pégalos por el reverso a fin de formar cuadrados. Recorta el círculo que será la parte superior del adorno móvil y haz los agujeros donde se indica. Adjunta al marco ovalado una foto o un dibujo de ti. Haz un agujero en la parte superior del marco ovalado y en cada uno de los cuatro cuadrados. Utiliza un hilo o un cordel para terminar el adorno móvil y cuélgalo donde te recuerde que debes servir al Señor y a los demás. Ideas del Tiempo para compartir

1. Prepare una lista de actividades propias del día de reposo para que los niños las dramaticen (véase Primaria 6, lección 20, actividades complementarias 3, pág. 99). Lea Doctrina y Convenios 4:2 y recuerde a los niños que servimos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Una manera de prestar servicio es observar el día de reposo y santificarlo. Asigne a cada clase una actividad para dramatizar ante los otros niños. Después de cada dramatización, pida a los niños que digan por qué esa actividad les ayuda a servir con su corazón, alma, mente y fuerza. Repítala tantas veces como el tiempo lo permita. Dé a cada niño una hoja de papel y un lápiz o crayola de colorear y pídales que dibujen una forma de servir a Dios al hacer cosas en el día de reposo que les permitan sentirse cerca de su Padre Celestial. Testifique de cómo el santificar el día de reposo es una manera de servirle a Él. 2. Muestre la lámina 307 de Las Bellas Artes del Evangelio (El rey Benjamín se dirige a su pueblo) y cuente el relato acerca del rey Benjamín. Invite a los niños a buscar Mosíah 2:17 y recuérdeles que ese pasaje es uno de los que el rey Benjamín enseñó a su pueblo. Lean juntos el pasaje y analicen cómo servimos a nuestro Padre Celestial cuando prestamos servicio a los demás. Mencione Doctrina y Convenios 4:2 y recuerde a los niños que debemos servir con nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Pida a la pianista que interprete una canción o un himno y entregue a cada clase una pelota pequeña o un objeto suave que se puedan pasar unos a otros mientras suena la música. Cuando se detenga la música, pida a los niños que tengan la pelota o el objeto que digan una manera de servir a otra persona. Prosigan hasta que cada niño haya tenido la oportunidad de compartir sus ideas. Testifique que cuando servimos a los demás estamos sirviendo a nuestro Padre Celestial. ● AMIGOS OCTUBRE DE 2008

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DE LA VIDA DEL PROFETA JOSÉ SMITH

Las experiencias de José en la cárcel Los Santos de los Últimos Días tuvieron muchos problemas en Misuri. En el otoño de 1838, el gobernador Boggs mandó a los líderes de la milicia (ejército) estatal que obligaran a los santos a irse del estado.

José y otros líderes de la Iglesia fueron arrestados y acusados de delitos que no habían cometido. Los soldados se burlaron de los prisioneros y los dejaron bajo la lluvia sin permitirles que buscaran refugio.

A los mormones se les debe tratar como enemigos.

El comandante de la milicia ordenó al general Alexander W. Doniphan que fusilara a José y a los demás prisioneros. Éstos oraron para que no los mataran y sus oraciones fueron contestadas.

Al día siguiente, los guardias observaron atentamente a medida que los prisioneros se despedían de sus familias en Far West. La esposa y los hijos de José estaban agradecidos por verle con vida, pero muy tristes por verle marchar. José estaba preocupado por ellos.

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Sólo Dios puede protegerlos, librarme de las manos de mis enemigos y devolverme a mi familia.

ILUSTRACIONES POR SAL VELLUTO Y EUGENIO MATTOZZI.

Es un asesinato a sangre fría y no voy a obedecer su orden.


Los soldados llevaron a muchos Santos de los Últimos Días prisioneros a Independence y de ahí a una cárcel en Richmond. Más tarde, José y otros hombres fueron trasladados a la cárcel de Liberty.

Los guardias trataban mal a los prisioneros. Una noche, los guardias de la cárcel de Richmond hablaron entre sí de las cosas terribles que les habían hecho a los Santos de los Últimos Días. José se puso de pie y los reprendió.

¡Silencio! En el nombre de Jesucristo les reprendo y les mando callar.

No viviré ni un minuto más escuchando semejante lenguaje.

Los guardias se disculparon y permanecieron callados el resto de la noche.

Otros guardias vigilaron a los prisioneros mientras viajaban a otro condado para ser juzgados. Una noche los guardias se emborracharon y permitieron que José y los demás hombres tomaran sus caballos y se escaparan.

Después de pasar casi seis meses encarcelado, José se reunió con su familia en Quincy, Illinois.

Tomaré un trago y me iré a dormir; ustedes hagan lo que les plazca.

Adaptado de History of the Church, tomo III, págs. 175, 188–195, 208, 212, 320–321, 327; véase también Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith (Curso de estudio del Sacerdocio de Melquisedec y de la Sociedad de Socorro, 2007), págs. 371–374, 381–384, 395.

AMIGOS OCTUBRE DE 2008

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El guante del testimonio

¿

Te has puesto guantes alguna vez? Algunos guantes te protegen las manos mientras trabajas y otros te ayudan a mantenerlas calientes. También hay guantes que sirven para practicar deportes. En esta actividad puedes hacer tu propio “guante de testimonio” para ayudarte a recordar cinco partes de tu testimonio. Un testimonio es una confirmación espiritual que recibimos por medio del Espíritu Santo en cuanto a la veracidad del Evangelio. El testimonio tiene varias partes esenciales. Si tienes el deseo de creer en esas cosas, tu creencia puede crecer hasta convertirse en un conocimiento de que son verdaderas.

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E LAS

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UN TEST E D S IMO E L A I NIO C EN

Instru

ONIO que M I T E S T I M es nuestro Padre Celestial y

ios 1. Sé que D alvador y s nuestro S e o st nos ama. ri c su u Hijo Je 2. Sé que S Dios, que profeta de n u Redentor. s e h it a y que sé Sm o en la tierr st ri c 3. Sé que Jo su Je e s. evangelio d oder de Dio p l e r o p n restauró el rmó Santos ibro de Mo risto de los c su tradujo el L Je e d a a Iglesi ñor en la 4. Sé que L lesia del Se Ig la s e s ía os D de los Últim rofeta ctualidad. a da por un p ia u g tierra en la s e a si sta Igle 5. Sé que e velación. e recibe re u q te n ie iv v

Recor cciones: Co ns ta una ca las láminas igue un gua de nt rt dicien ulina gruesa esta página e blanco*. do las . Ponte y péga cin la lámina e s en ca co partes d l guante y, s s sobre e un t e da uno pezan gún va esti do y d emple con el ded e los dedos monio, peg as o pulg a ar velc d las e l guan ar. ro de seg uridad , cinta adhe Para hacerl te, emo, siv , broch A med es o h a, pegamen puedes ilo. to, alfi tengas ida que tu leres te m presio iedo de ex stimonio va presar ya cre nes co cie lo! m testim onio s o: “Testifico Al hacerlo, ndo, ¡no eh ut q con lo s dem ará más fue ue…” o “Sé iliza exá *Pued q r s te cua u .● ndo lo e…”. Tu no tie es adapta r comp guan ne que ser esta activ artas t lámi es, puede necesaria idad a tu

s n s m mano as con cin hacerlos c ente blan circunsta n o ta ad . hesiva n papel o co. Si no c cias. El gu ons sim ante direct amen plemente igues te en p e g a r los de dos d las e tu

IZQU VISIÓ IERDA: FOTO POR EN Y JESÚS GRAFÍAS EL LDON P LINSC CRISTO, POOR SARA G R HOTE N; FO R DEL PARS AHAM, KY U TOGR O AFÍA P N; DETALLNGYEOL PA OR BU E R SATH DE JOSÉ S K Y MARY K PHOTO MITH, PO AY STO GRAP HY; FO R ALVIN G UT; ARRIBA : IT NDO © PHOTINS; FOTOLA PRIMERA TOSPIN GRAF ÍA .


COLABORA Y SÉ FELIZ

“...dedicarás todo tu servicio a Sión” (D. y C. 24:7).

POR JEANNIE LANCASTER Basado en una historia real

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onathon refunfuñó al subirse al auto y sentarse al lado de su hermano Mike. Quería quedarse en casa y jugar al nuevo juego que le habían regalado la semana pasada por su cumpleaños, pero su madre había insistido en que todos fueran al centro de reuniones y ayudaran en el día de limpieza del barrio. “¿Por qué tenemos que ir?”, le había preguntado Jonathon a su madre al ayudarle a subir la aspiradora al vehículo. “Será divertido”, dijo ella con una sonrisa. “Además, todos usamos el centro de reuniones y es justo que ayudemos a limpiarlo de vez en cuando”. Jonathon se puso a mirar por la ventanilla y observaba cómo pasaban las casas y los árboles mientras se dirigían a la capilla. Cuando su madre llegó al estacionamiento, Jonathon se sorprendió al ver que

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el hermano Lawson estacionaba su auto al lado del de ellos. “¿Qué hace aquí el hermano Lawson?”, se preguntó Jonathon. El hermano Lawson había estado muy enfermo últimamente de un tipo de cáncer llamado leucemia y había pasado mucho tiempo en el hospital. Jonathon recordó que sus padres les habían pedido a Mike y a él que oraran por el hermano Lawson durante las oraciones personales y familiares. Hacía poco que el hermano Lawson había salido del hospital para volver a su casa. A Jonathon siempre le había caído bien el hermano Lawson, quien incluso era mayor que los abuelos de Jonathon, pero siempre se esforzaba por conversar con él para preguntarle cómo le iba en la escuela y en su equipo de deportes. Una vez hasta fue a uno de sus partidos. Cuando Jonathon se bajó del auto, el hermano


ILUSTRACIONES POR MATT SMITH.

“Debido a que… se nos anima a servir y a que somos capaces de servir, somos mucho más felices”.

Lawson le saludó con la mano y le dijo: “Hola, Jonathon”. El hermano Lawson fue a la parte de atrás de su Élder Marlin K. Jensen, de los auto y sacó una aspiradora. Setenta, “Cómo ser felices”, Liahona, agosto de 2000, pág. 23. Lentamente, arrastró el aparato hasta el centro de reuniones. con una sonrisa! “Es bueno poder ayu“Jonathon”, lo llamó su madre, dar, ¿verdad?”, comentó el hermano “¿puedes ayudarme con esto?”. Estaba Lawson. teniendo dificultades para sacar la asJonathon sintió que algo cambiaba piradora de ellos de la parte de atrás en su interior. “Si el hermano Lawson del auto. puede ser feliz mientras ayuda, yo “Por supuesto, mamá”, dijo Jonathon. Le ayudó a satambién puedo serlo”, pensó; y comenzó a trabajar con carla y rápidamente la empujó al otro lado del estaciomás determinación. namiento. “Gracias por venir conmigo”, le dijo su madre cuando Durante toda la tarde, Jonathon y Mike trabajaron al ya volvían a casa. lado del hermano Lawson. En varias ocasiones, Jonathon “De nada”, respondió Jonathon. “Siento haberme se cansaba y se detenía a descansar, pero se daba cuenta quejado. No sabía que se podían aprender tantas cosas de que el hermano Lawson seguía trabajando. ¡Y lo hacía pasando la aspiradora”. ● AMIGOS OCTUBRE DE 2008

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La familia es de Dios

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AMIGOS OCTUBRE DE 2008

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ILUSTRACIÓN POR PHYLLIS LUCH; FONDO © ARTBEATS.


ENTRE AMIGOS

La preparación para una misión “…preparad vuestro corazón a Jehová” (1 Samuel 7:3).

De una entrevista con el élder Ulisses Soares, de los Setenta, que actualmente es primer consejero de la presidencia del Área Brasil; por Jennifer Maddy, Revistas de la Iglesia.

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ILUSTRACIONES POR ROBERT A. MCKAY.

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urante varios años, después del bautismo de mi familia, los misioneros almorzaban a diario en nuestro hogar. Aprendí a amarlos y deseaba ser como ellos. A la edad de 11 años, mi obispo me pidió que fuera a su despacho para tener una entrevista con él y me dijo: “Ulisses, ya es hora de que empieces a prepararte para servir en una misión”. ¡Me quedé atónito, pues sólo tenía 11 años! Pero agregó: “Debemos comenzar el proceso ahora mismo”. Mi obispo continuó: “Tendremos entrevistas de vez en cuando para ver cómo va tu progreso”. Después me dio algunas instrucciones. Me enseñó sobre los mandamientos, el sacerdocio, la dignidad y la honradez. Me quedé muy impresionado cuando me miró a los ojos y me dijo: “Servirás en una misión si sigues las instrucciones que te estoy dando”. Siempre recordé sus palabras, en especial cuando enfrentaba un reto. Por ejemplo, en cierta ocasión mi madre me dio dinero para que fuera a la tienda a comprar fruta. Por alguna razón, la cajera me devolvió más dinero del que yo le había dado por la fruta. De regreso a casa, abrí la mano y vi que tenía más dinero del que inicialmente tenía. Satanás trató de convencerme de que podía quedarme con el dinero, con pensamientos tales como: “Tengo dinero para hacer lo que me plazca y luego le daré a mi madre el cambio correcto”. Pero entonces pensé: “No, eso no fue lo que me dijo el obispo. Para ser misionero, debo ser honrado”. En ese momento sentí el Espíritu y regresé a la tienda para devolver el dinero. Me sentí bien en mi interior y pensé: “Me comporté honradamente; obedecí los mandamientos y me estoy preparando para la misión. Seré un misionero y debo ser honrado”.

Mientras asistía a la escuela secundaria, comencé a trabajar para ahorrar dinero para la misión. Mis padres eran pobres y no podían comprármelo todo. Yo no ganaba mucho dinero, pero después de pagar el diezmo, decidí comprarme una prenda de ropa una vez al mes para la misión. Un mes compré una camisa, otro mes una corbata, otro mes otra camisa. Durante esos tres años, ahorré el dinero suficiente para comprar todo lo que necesitaba; ahorré lo suficiente para pagar los gastos de mi misión. Aprendí el principio del ahorro y el de ser obediente a la ley del diezmo, y vi las muchas bendiciones que recibimos cuando pagamos el diezmo. La misión fue una gran experiencia porque me ayudó a entender los principios de la vida y cómo aplicar el Evangelio a las actividades del diario vivir. Niños y niñas, prepárense para disfrutar de una buena misión y de una vida buena. El Señor espera darnos todas las bendiciones que necesitamos. ●

AMIGOS OCTUBRE DE 2008

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POR SER SU HIJO, SERVIRÉ A DIOS CON TODO MI CORAZÓN, ALMA, MENTE Y FUERZA

“Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que aparezcáis sin culpa ante Dios en el último día” (D. y C. 4:2). A16 F16

ILUSTRACIÓN POR APRYL STOTT.

PÁGINA PARA COLOREAR


Dedicación de Rusia, pintura por Emin Zulfugarov

El artista Santo de los Últimos Días, Emin Zulfugarov, de San Petersburgo, Rusia, ha rendido homenaje a los acontecimientos de agosto de 1903, cuando el élder Francis M. Lyman (1840–1916), uno de los apóstoles y presidente de la Misión Europea, se reunió con otros líderes de la Iglesia en el histórico Jardín de Verano, en San Petersburgo, para dedicar Rusia a la predicación del Evangelio. Tres días más tarde, el élder Lyman ofreció una oración dedicatoria similar en Moscú.


U

stedes tendrán la ayuda del Espíritu Santo, tendrán un buen concepto de ustedes mismos y serán una influencia positiva en la vida de los demás”, promete la Primera Presidencia en el folleto Para la Fortaleza de la Juventud. “…serán dignos de entrar en el templo para recibir las santas ordenanzas”. ¿Cómo pueden reclamar esas bendiciones que se les han prometido? Véase “Dieciocho formas para mantenerse fuerte”, pág. 25.

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SPANISH

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¿SON CRISTIANOS LOS MORMONES?

DETALLE DE HA RESUCITADO, POR DEL PARSON © 2008 INTELLECTUAL RESERVE, INC. ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR GRANT HEATON © 2008 INTELLECTUAL RESERVE, INC.

Los diezmos y las ofrendas Paga de buena gana un diezmo íntegro. Asiste al ajuste de diezmos. Obedece la ley del ayuno.

El arrepentimiento Mediante la expiación del Salvador, puedes recibir el perdón y ser limpio de tus pecados si te arrepientes. Confiesa tus pecados al Señor así como a quienes hayas hecho daño. Si los pecados son graves, también debes confesarlos a tu obispo.

La observancia del día de reposo Utiliza el día de reposo para adorar al Señor, asistir a la iglesia, acercarte más a tu familia y ayudar a los demás. No busques

La honradez Sé honrado contigo mismo, con los demás y con el Señor. No te justifiques pensando que la deshonestidad es buena.

diversiones ni gastes dinero en el día de reposo. De ser posible, evita trabajar los domingos.

Busca ayuda si eres víctima de violación sexual, incesto u otra clase de abuso sexual.

El servicio a los demás Presta servicio a los demás en las asignaciones de la Iglesia y en tu hogar, en la escuela y en la comunidad. Busca diariamente la guía

La salud física Guarda la Palabra de Sabiduría. Come alimentos nutritivos, haz ejercicio con regularidad y duerme el tiempo suficiente. No uses drogas, alcohol, café, té ni productos de tabaco. No abuses de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella.

El servicio a los demás Presta servicio a los demás en las asignaciones de la Iglesia y en tu hogar, en la escuela y en la comunidad. Busca diariamente la guía

La observancia del día de reposo Utiliza el día de reposo para adorar al Señor, asistir a la iglesia, acercarte más a tu familia y ayudar a los demás. No busques

La honradez Sé honrado contigo mismo, con los demás y con el Señor. No te justifiques pensando que la deshonestidad es buena.

La salud física Guarda la Palabra de Sabiduría. Come alimentos nutritivos, haz ejercicio con regularidad y duerme el tiempo suficiente. No uses drogas, alcohol, café, té ni productos de tabaco. No abuses de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella.

Los diezmos y las ofrendas Paga de buena gana un diezmo íntegro. Asiste al ajuste de diezmos. Obedece la ley del ayuno.

El arrepentimiento Mediante la expiación del Salvador, puedes recibir el perdón y ser limpio de tus pecados si te arrepientes. Confiesa tus pecados al Señor así como a quienes hayas hecho daño. Si los pecados son graves, también debes confesarlos a tu obispo.

¿QUÉ HAY DE MALO EN DECIR MALAS PALABRAS?

© 2001 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en E.U.A. Aprobación del inglés: 11/00. Aprobación de la traducción: 05/09. 36551 002.

El seguir adelante con fe Sé fiel al Señor y a Su Iglesia. Ora con regularidad a solas y lee las Escrituras. Guarda los convenios que has hecho y escucha la voz suave del Espíritu. El Señor te ayudará a enfrentar tus pruebas y dificultades.

del Espíritu Santo a fin de saber a quién debes prestar servicio y cómo satisfacer sus necesidades.

© 2001 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en E.U.A. Aprobación del inglés: 11/00. Aprobación de la traducción: 05/09. 36551 002.

El seguir adelante con fe Sé fiel al Señor y a Su Iglesia. Ora con regularidad a solas y lee las Escrituras. Guarda los convenios que has hecho y escucha la voz suave del Espíritu. El Señor te ayudará a enfrentar tus pruebas y dificultades.

del Espíritu Santo a fin de saber a quién debes prestar servicio y cómo satisfacer sus necesidades.

FOTOGRAFÍA POR WELDEN C. ANDERSEN © 2008 INTELLECTUAL RESERVE, INC.

diversiones ni gastes dinero en el día de reposo. De ser posible, evita trabajar los domingos.

ILUSTRACIÓN FOTOGRÁFICA POR MATTHEW REIER © 2008 INTELLECTUAL RESERVE, INC.

Cumplir nuestro deber a Dios

Fortaleza de la Juventud

Para la

Cumplir nuestro deber a Dios

Fortaleza de la Juventud

Para la

¿POR QUÉ NO BEBEMOS NI FUMAMOS?

Busca ayuda si eres víctima de violación sexual, incesto u otra clase de abuso sexual.

¿POR QUÉ NO SALIMOS CON JÓVENES DEL SEXO OPUESTO ANTES DE LOS 16?


La música y el baile Escucha música que te acerque más al Padre Celestial. No escuches la que fomente la inmoralidad, ensalce la violencia o emplee un lenguaje grosero. Cuando bailes, evita el contacto cuerpo a cuerpo y los movimientos sensuales.

El lenguaje Utiliza un lenguaje que edifique, que aliente y que hable bien de los demás. Utiliza el nombre de Dios y el de Jesucristo con reverencia y respeto. No utilices

La diversión y los medios de comunicación Elige el entretenimiento que te edifique. Evita cualquier cosa que sea vulgar, inmoral, violenta o pornográfica. Comprométete a guardar las normas de Dios.

La pureza sexual Consérvate sexualmente puro. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio. No participes en conversaciones ni actividades que despierten los sentimientos sexuales. No participes en actividades homosexuales.

El salir con jóvenes del sexo opuesto No salgas con jóvenes del sexo opuesto hasta que tengas por lo menos dieciséis años. Sal sólo con personas que tengan normas elevadas. Cuando empieces a salir con otros jóvenes, hazlo en grupos o con otra pareja. Planifica actividades que te ayuden a permanecer cerca del Espíritu del Señor.

lenguaje ni gestos que sean profanos, vulgares u ofensivos.

La pureza sexual Consérvate sexualmente puro. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio. No participes en conversaciones ni actividades que despierten los sentimientos sexuales. No participes en actividades homosexuales.

El salir con jóvenes del sexo opuesto No salgas con jóvenes del sexo opuesto hasta que tengas por lo menos dieciséis años. Sal sólo con personas que tengan normas elevadas. Cuando empieces a salir con otros jóvenes, hazlo en grupos o con otra pareja. Planifica actividades que te ayuden a permanecer cerca del Espíritu del Señor.

lenguaje ni gestos que sean profanos, vulgares u ofensivos.

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Creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Creador. Cuando Jesús vivió en la tierra, llevó una vida perfecta y nos enseñó, tanto a través de la palabra como del ejemplo, cómo vivir juntos en amor. Creemos que mediante la expiación de Cristo podemos ser salvos de nuestros pecados si lo seguimos a Él. Cada semana, al asistir a la iglesia y participar de la Santa Cena, renovamos la promesa de recordarlo siempre y de guardar Sus mandamientos. Amamos y adoramos a Jesucristo; Él es nuestro Salvador y Redentor.

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Uno de los Diez Mandamientos dice que el Señor no considerará sin culpa a ninguno que haga un mal uso de Su nombre; por este motivo siempre utilizamos los nombres de Dios y Jesucristo con reverencia y respeto. El lenguaje y los gestos profanos, vulgares, o groseros, así como los chistes sucios, son ofensivos para el Señor y para otras personas. Tu forma de hablar dice mucho del tipo de personas que eres. Un lenguaje limpio e inteligente indica que tienes una mente brillante y sana. Utilizamos un lenguaje que aliente y halague a los demás para así poder cumplir con el mandamiento de amarnos unos a otros. Al mismo tiempo, alentamos a los demás a emplear un vocabulario limpio.

La diversión y los medios de comunicación Elige el entretenimiento que te edifique. Evita cualquier cosa que sea vulgar, inmoral, violenta o pornográfica. Comprométete a guardar las normas de Dios.

¿SON CRISTIANOS LOS MORMONES? La música y el baile Escucha música que te acerque más al Padre Celestial. No escuches la que fomente la inmoralidad, ensalce la violencia o emplee un lenguaje grosero. Cuando bailes, evita el contacto cuerpo a cuerpo y los movimientos sensuales.

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La familia Haz tu parte para tener un hogar feliz. Honra a tus padres y fortalece la relación con tus hermanos y hermanas. Las amistades Elige amistades que tengan las mismas normas elevadas que tú tienes. Trata a todos con bondad y respeto. Invita a las actividades de la Iglesia a los amigos que tengan otras creencias religiosas. Extiende una mano de ayuda a los nuevos conversos y a los menos activos. El modo de vestir y la apariencia Viste de manera recatada (modesta) para demostrar respeto por Dios y por ti mismo. Nunca rebajes tus normas en el vestir en ninguna ocasión. No desfigures tu cuerpo con tatuajes ni perforaciones.

La familia Haz tu parte para tener un hogar feliz. Honra a tus padres y fortalece la relación con tus hermanos y hermanas. Las amistades Elige amistades que tengan las mismas normas elevadas que tú tienes. Trata a todos con bondad y respeto. Invita a las actividades de la Iglesia a los amigos que tengan otras creencias religiosas. Extiende una mano de ayuda a los nuevos conversos y a los menos activos.

¿QUÉ HAY DE MALO EN DECIR MALAS PALABRAS? El lenguaje Utiliza un lenguaje que edifique, que aliente y que hable bien de los demás. Utiliza el nombre de Dios y el de Jesucristo con reverencia y respeto. No utilices

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El albedrío y la responsabilidad Elige la rectitud y la felicidad sin importar cuáles sean tus circunstancias. Sé responsable de las decisiones que tomes. Desarrolla tus aptitudes y talentos y utilízalos para fines positivos. No desperdicies tu tiempo y ten la disposición de trabajar con afán. La gratitud Ten espíritu de gratitud en todo lo que hagas y digas. Agradece a Dios tus bendiciones y expresa agradecimiento a los que te ayuden. La educación Prepárate a fin de ser una influencia para el bien en el mundo. Procura educarte y aprende con entusiasmo. Asiste a seminario.

El albedrío y la responsabilidad Elige la rectitud y la felicidad sin importar cuáles sean tus circunstancias. Sé responsable de las decisiones que tomes. Desarrolla tus aptitudes y talentos y utilízalos para fines positivos. No desperdicies tu tiempo y ten la disposición de trabajar con afán. La gratitud Ten espíritu de gratitud en todo lo que hagas y digas. Agradece a Dios tus bendiciones y expresa agradecimiento a los que te ayuden. La educación Prepárate a fin de ser una influencia para el bien en el mundo. Procura educarte y aprende con entusiasmo. Asiste a seminario.

El modo de vestir y la apariencia Viste de manera recatada (modesta) para demostrar respeto por Dios y por ti mismo. Nunca rebajes tus normas en el vestir en ninguna ocasión. No desfigures tu cuerpo con tatuajes ni perforaciones.

SPANISH

Tener amigos es algo magnífico, pero salir con jóvenes del sexo opuesto de un modo prematuro puede llevar a la inmoralidad, a limitar el número de otras personas jóvenes a las que podrías conocer y a privarte de experiencias que te ayuden a encontrar a la persona con la que, con el tiempo, vayas a contraer matrimonio. No todos los adolescentes tienen que salir en citas ni quieren hacerlo. Sin embargo, podemos y debemos cultivar buenas amistades a cualquier edad. Cuando comenzamos a salir en citas, lo hacemos en grupos o con otra pareja y organizamos actividades que sean positivas, de bajo costo y que nos ayuden a conocernos mejor. Un jovencito y una jovencita que salgan juntos en una cita deben ayudarse el uno al otro a obedecer las normas y a proteger mutuamente tanto su honor como su virtud.

Nuestro Padre Celestial ha mandado a Sus hijos que cuiden debidamente de sus cuerpos. Debemos tomar alimentos nutritivos, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente. Al hacer estas cosas, nos mantenemos libres de las adicciones y tenemos el control de nuestra vida. Recibimos las bendiciones de tener un cuerpo sano, una mente despierta y la guía del Espíritu Santo. Tanto el alcohol como el tabaco afectan al cuerpo y al espíritu. Ambas sustancias crean adicción y dañarán nuestro cuerpo, debilitarán nuestro buen juicio y autodominio, y acortarán nuestra vida. Dado que queremos estar física, mental y espiritualmente fuertes, no tomamos té ni café, ni consumimos drogas ni sustancias químicas.

¿POR QUÉ NO SALIMOS CON JÓVENES DEL SEXO OPUESTO ANTES DE LOS 16? ¿POR QUÉ NO BEBEMOS NI FUMAMOS?


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