APRENDIENDO A MODELAR Desde hace algún tiempo, conozco algunos materiales que se utilizan para modelar. Por
decir
algunos,
nombraré:
la
porcelana rusa, la pasta DAS etc. Que es la que uso más frecuentemente realizar algunos detalles
para
que me gusta
colocar en el belén. Por mi entusiasmo y
afición a este
mundillo belenista, he modelado, por llamarlo así, algunos elementos, como puede ser frutas y algunas verduras, hortalizas, cebollas, quesos, etc. Pero no conocía nada, más allá, de estas miniaturas que tanto me llamaron la atención, cuando comencé a realizarlas. En la navidad del 2009, un compañero, (Vicente Díaz)
me invita para ir a
Tenerife, y visitar otros belenes de la isla hermana. Todo
el
acompañados (Andrés
tiempo,
estuvimos
por
tinerfeño
otro
Fulgencio),
que
muy
amablemente, nos sirvió como guía, y pudimos ver trabajos impresionantes.
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En nuestro recorrido por la isla, pudimos contemplar, los diferentes estilos que cada uno, tiene para plasmar la belleza, y creatividad, que sale de sus manos. Nada me llamó tanto la atención, como el belén que representaba al Cabildo de Tenerife. Era una auténtica belleza, no había visto, en un belén, nada igual. Las figuras, vestidas con ricas telas lucían sus mejores galas Y, sus caras llenas de vida, y expresión parecían hablar con nosotros Aquel día, sin ninguna pereza, me hubiera quedado todo el día sentado
frente al
belén, contemplando aquella obra de arte de tan alto nivel. Pensé, por un momento quien hizo este belén debe tener, unas manos celestiales, tiene que ser alguien muy especial, para plasmar aquí tanta maravilla. No me quedé aquel día allí, porque habíamos ido a Tenerife, para ver otros belenes y queríamos muchos ese día, porque volvíamos a Las Palmas ese mismo día por la tarde. Se comenta siempre, de que las casualidades no existen Pero la casualidad quiso que este año 2010, el autor del belén que tanto admiré, viniera este año a nuestra ciudad de las Palmas, para realizar un belén canario
de
aquellas
mismas
características. Yo no lo sabía, pero el amigo Vicente Díaz, que sabía de mi interés por conocer al autor de aquella obra tan hermosa, me llama y me dice ¿sabes quién viene en estos días a Las Palmas? le dije: pues la verdad es que no lo sé
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Me comenta, José María, el autor del belén de Tenerife, que a ti tanto te gustó. Viene acompañado de un amigo que le ayuda Vienen a montar un belén, y deseo invitarte a ti, y a los demás compañeros para que no se sientan solos aquí, que nos conozca, y si hace falta, echar una mano. Por un momento creí que me gastaba una broma, pero no fue así. Llegó el día, allí estaba yo. Me sentí, igual que cuando a ti te gusta mucho el futbol, y un jugador por el que sientes gran admiración te invita a estar cerca de él para que aprendas. Por supuesto, que con toda humildad, le pregunté: ¿Crees que puedo ayudarte para hacer algo? Y él me contestó pues claro que si Hablamos y hablamos durante largo rato En estos casos, uno habla de todo. Hablamos de mi afición por el Belén, Comentamos las cosas que me gustaba hacer con las masas etc. También hablé de los cestos de hilo, y uno de ellos, Enrique, mostró interés por aprender Lo intentó, y todo quedó pendiente del resultado de su aprendizaje. Cuando
creyó que
había
aprendió la técnica, me dijo lo dejaré para cuando esté yo solo,
y
lo
haré
con
más
paciencia. Ya por la tarde mi fui a mi casa, muy orgulloso y contento, por el día tan estupendo, que había pasado con estos colegas tinerfeños. Volví, al día siguiente por la mañana hasta el
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mediodía. Me despedí de ellos, intercambiándonos nuestros teléfonos, direcciones de correo etc., y me fui a casa. Después de comer, (y lo digo por aquello, de que las casualidades no existen) pensé ellos están en el belén hasta última hora. Tengo ganas de
hacer
varios
cestos. Uno empezado, otros más avanzado, y le regalaré uno que tengo terminado, y así tiene todos los
pasos,
y
aprende
más
rápidamente. Así lo hice. Bajo de nuevo al belén
y pensé, le llevo todo esto, y
luego subo
rápidamente. No fue así, José Mª era el autor de las figuras, que componen el belén. Yo que sentía admiración por las figuras, pues comenzamos a hablar de ellas, de que nunca había modelado ninguna cara, y que me gustaría aprender. El había visto algunos de mis trabajos, y me dijo: Creo que si lo intentas, tú puedes aprender. Pienso que si tú modelas estas miniaturas, eres capaz de hacerlo también. El tomó un poco de barro en sus manos, lo amasó
bien,
y comenzó
su enseñanza
explicándome, como se hacía una cabeza. Lógicamente, yo nunca lo había intentado, y con la ayuda de José Mº me llevo a mi casa un torso femenino, a medio hacer que me pareció a mí que era un tesoro que llevaba en mis manos, por haber sido capaz de haber hecho aquello, aunque como decía antes, con la ayuda de una mano maestra.
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Haré algunas fotos, pero no para presumir, porque la verdad, es que no podría hacerlo Solo soy un aprendiz con inquietudes, pero a pesar de todo, me siento contento de haber sido capaz, de atreverme y perder el miedo. Y me pregunto, ¿si yo que ya no soy tan joven me he atrevido? ¿Porque tú que estás leyendo ahora y te sientes atraído, no lo intentas? Yo te animo desde aquí, porque creo que merece la pena. Durante tres meses, he vivido con las explicaciones que me dio el maestro´ Hice algunos bustos, que no se parecen a nadie, pero me siento contento por mi atrevimiento. Este fin de semana, el maestro José Mª ha estado por aquí, y hemos comentado, los muchos fallos que he tenido, y comienzo una nueva andadura realizando cosas nuevas. Desde aquí mi agradecimiento infinito a José María por sus enseñanzas, a su amigo Enrique, por su complicidad, y como no al amigo Vicente Díaz, por la invitación que me hizo, y poder así, conocer a este gran maestro belenista.
Gracias a todos, por estar ahí, y compartir conmigo esta inquietud. JOSE LUIS TACORONTE
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