Revista Mistral Bonsai digital 1

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NÚMERO 1 EL Trasplante

La manera de cambiar la tierra de los bonsái

Pag. 2: II JORN A D Aficionados al AS de Asociaciones y bonsái Pág. 7: El trasplante de una Zelkova Pág. 11: Mistral Bonsai Digital recomienda: KIT Trasplante Pág. 12: ¿Trasplante fuera de tiempo, o renovación de la capa superficial de la tierra? MASAHIKO KIMURA


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II Jornada de Asociaciones y Aficionados al bonsái: En Mistral Bonsai estamos trabajando para convertir en realidad la II JORNADA ASOCIACIONES Y AFICIONADOS AL BONSÁI, que se celebrará los días 4 y 5 de abril de 2009 en nuestras instalaciones de Camarles. Estas serán unas Jornadas de puertas abiertas y de acceso GRATUITO para todos los asistentes, en las que deseamos puedan acceder el mayor número de aficionados al bonsái posible, contaremos con la presencia del maestro japonés Taiga Urushibata, junto con Pep Ferrer, Thierry Font... que nos demostrarán su buen hacer con los árboles, a través de unas demostraciones alejadas de convencionalismos y en las que la verdadera estrella sois los aficionados. Nuestro proyecto incluye actividades para el sábado y el domingo, y el programa actualizado lo podéis consultar a través de nuestra web www.mistralbonsai.com. Durante todo el fin de semana, los asistentes se podrán beneficiar de las promociones y los descuentos especiales de la II JORNADA ASOCIACIONES Y AFICIONADOS AL BONSÁI. Muchos productos con descuentos especiales y una cuidada selección de bonsáis y prebonsáis, unidos a la tradicional fiesta del bonsái oriental.


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II Jornada de Asociaciones y Aficionados al bonsái: Thierry FONT. Nació en Francia, el 18 de marzo de 1961. Demostrador nivel N•3, el nivel más alto concedido por la Federación Francesa de Bonsai, hizo del bonsái su filosofía de vida. Trabaja con determinación, pero siempre respetando el árbol con que imparte sus demostraciones. Thierry Font es colaborador asiduo de las revistas Bonsái Pasión (Castellano) y France Bonsaï (Francés), donde escribe artículos técnicos y donde, a través de sus preciosos dibujos, consigue transmitir al público detalles de su técnica y la realidad de la evolución de sus trabajos. Realizó estudios gráficos de Bellas Artes en Montpellier y durante dos años (1985 y 1986) hizo un stage en YAMADORI BONSAI, establecimiento especializado de Montpellier, perteneciente a Gilbert LABRID. Ha dirigido talleres y demostraciones, participando también con sus árboles en exposiciones en diversos Clubs de Francia, y en diversos países como Italia, Bélgica, España, Canadá y Brasil. Trabaja en colaboración con el taller de Mistral Bonsai desde el año 2002 y en 2004 fue invitado a Japón por el maestro Takeo Kawabe para perfeccionar sus técnicas. Fotos de Thierry FONT, trabajando en el taller de Takeo KAWABE. Es destacable la gran amistad que une a estos dos profesionales.

T N O F y r r e i h T


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II Jornada de Asociaciones y Aficionados al bonsái:

T N O F Thierry Thierry Font conversando con el Sr. Haguio Etsuji, famoso artista japonés, dibujante de la extraordinaria serie que lleva su nombre, que se publica en la revista Bonsái Pasión.

Thierry Font con el Sr. Shimizu Akira, quizás el mejor especialista del mundo en árboles de hoja caduca.

En el jardín del Sr. Shimizu Akira.


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II Jornada de Asociaciones y Aficionados al bonsái: (A1) Pinus parviflora

(A2) Después del trabajo. Este árbol no había sido alambrado antes de este trabajo, sino que se había trabajado mediante poda.

Estilo Kabudachi. Antes de trabajo.

Para el modelado no hicieron falta técnicas demasiado complicadas. Poda, alambrado y algunos tensores fueron suficientes.

Urushibata, Taiga

(B1) Pinus parviflora. Estilo neagari han kengai. Antes del trabajo. El diseño de este árbol se puede considerar muy correcto, pero acorde con sus gustos decidió hacerlo un poco más compacto para dar una imagen más impresionante.

5 BONSÁI

(B2) Detalle de la base del tronco. Resultó difícil doblar esta zona debido a la abundante madera muerta que presentaba.

(B3) Resultado final después del trabajo. El árbol se plantó en una maceta más adecuada con el nuevo estilo.


II Jornada de Asociaciones y Aficionados al bonsái:

Urushibata, Taiga

(D3) Como se puede apreciar se delimitó la vena

principal, incluso se redujo su anchura en algunas zonas para darle un movimiento que siguiera el del shari.

(D4) Después de un año del primer trabajo el árbol pudo ser transplantado utilizando la misma

(D1) Juniperus chinensis “Toohoku”. Este es el

primer árbol trabajado por Taiga san después de finalizar sus estudios con el maestro Kimura, por lo que tiene un valor especial para el. La altura de este árbol es de 120 cm., por lo que se considera demasiado grande para ser un bonsái. El objetivo del trabajo es reducirlo hasta menos de un metro.

(D2) Este es el nuevo ángulo y frente.

maceta. La altura final quedó en 90 cm. lo que quiere decir que se redujo nada menos que en 30 cm. Para doblar tanto la parte final del tronco hubo que eliminar parte de la madera seca. Esta reducción tan importante requirió un gran esfuerzo técnico.

Urushibata Taiga nació en Shizuoka, en Julio de 1979, y ahora tiene 29 años de edad. Desde que nació vivió entre bonsáis, ya que es el segundo hijo del Señor Urushibata Nobuichi , conocido bonsaista. En el año 2000 fue aceptado como aprendiz por el Sr. Kimura, Masahiko. Durante los seis años que estuvo con él, aprendido mucho. El Sr. Kimura comenta que Taiga Urushibata es uno de los mejores aprendices que nunca ha tenido. En el año 2006 después de completar su aprendizaje, regresó a Shizuoka, a la casa donde nació. Ahora es un reconocido artista que trabaja junto

con su padre en Taisho-en (jardín de bonsáis de la familia). Como joven nuevo talento, aún no ha ganado ningún premio, pero sus trabajos aparecen frecuentemente en las revistas japonesas de bonsáis, llamando la atención de los aficionados al mundo del bonsái. Sus árboles favoritos son las coníferas, especialmente los juníperos, como su maestro Kimura. Trabaja desde los árboles más pequeños, hasta los de mayor tamaño. En estas jornadas tendremos la ocasión de entusiasmarnos con su trabajo.

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7 Herramientas y materiales imprescindibles para trasplantar

Macetas adecuadas para zelkovas :

Maceta japonesa de gran calidad Maceta Coreana

Terrabonsai

Excelentes macetas Coreanas para pequeños bonsáis

Cedazos

Akadama

Una maceta esmaltada de tonos verde-azulados puede ser muy adecuada

Corta-alambre (Hariganekiri)

Una gran diversidad de formas y colores puede ser adecuada para plantar una Zelkova. Los esmaltes verdes o amarillos son excelentes, pero ¿porqué no los azules intensos?

Tijera podadora de raíces Rejillas

Libradores y paletas

Desenredadores de raíces

Las clásicas macetas de gres sin esmaltar son también muy adecuadas para las Zelkovas

Rastillo (Kumade) Un esmalte claro en harmonía con el verde de las hojas

Este artículo forma parte del libro “El arte de dar forma a la naturaleza: Zelkova bonsái”


8 3.5 EL TRASPLANTE La operación de trasplante es vital para un árbol que vive en un tiesto. Con el paso del tiempo la tierra que contiene se va degradando por la acción del agua, los abonos y la presión de las raíces, convirtiéndose en una pasta que impide la circulación del aire y retiene demasiado la humedad, lo cual asfixia las raíces y acaba produciendo la muerte del árbol, por tanto, si se trata de un árbol joven que queremos cultivar, permitiéndole un gran crecimiento con el fin de disponer de elementos para podar y formar, transplantaremos cada 1 o 2 años, utilizando una tierra de grano grueso. Si lo que tenemos es un árbol ya formado que precisa tan solo de mantenimiento, tardaremos más en transplantar, cada 3 a 4 años, y utilizaremos tierra de grano fino. Generalmente se presta mucha atención a la parte que vemos del Bonsái, el tronco, las ramas, la copa ... pero no debemos olvidar que una parte también muy importante nos resta invisible, y si no le proporcionamos los cuidados necesarios nos quedaremos sin Bonsái. 3.5.1 ÉPOCA El momento óptimo para transplantar es cuando el árbol va a iniciar su brotación tras el período de letargo invernal, al inicio de la primavera. También podemos hacerlo tras el defoliado. 3.5.2 TÉCNICA Sacaremos el árbol del tiesto y observaremos el tipo de tierra. Si se trata de un substrato de tipo granulado y el cepellón está demasiado húmedo nos será bastante difícil la operación, por tanto lo dejaremos secar para evitar dañar las raíces, así la tierra se desprenderá con más facilidad. Si el substrato es muy arcilloso lo dejaremos sumergido en agua 24 horas con el fin de reblandecerlo y poder desprenderlo a base de lavados con chorro de agua. Es muy importante eliminar la tierra vieja del centro del cepellón, ya que generalmente usaremos otro tipo de substrato y las raíces en su crecimiento encontrarán dos medios diferentes, con diferentes drenajes y retenciones de humedad, y les será muy difícil vivir con esta diversidad de condiciones. Para esta operación nos ayudaremos de un desenrollador de raíces e incluso de palillos de bambú afilados. Peinaremos las raíces, desde el tronco hacia fuera. Una vez peinadas las raíces, procuraremos equilibrarlas, podando más las más gruesas y menos las finas (tal como haríamos con la poda de ramas). Aprovecharemos este momento para eliminar raíces muertas o dañadas y corregir la dirección de las mal orientadas. Eliminaremos las raíces que crezcan del fondo hacia abajo, favoreciendo las que lo hagan lateralmente. Este es un momento muy importante para la formación del nebari, ya que solo tenemos ocasión de hacerlo cada varios años. Durante esta operación debemos evitar que se nos sequen las raíces en contacto con el aire, para lo cual

las podemos ir pulverizando con agua. Ya que con cada trasplante recortamos las raíces, podemos utilizar siempre el mismo tamaño de tiesto, o incluso uno inferior (a no ser que estemos cultivando un árbol que deseemos que crezca, al que pondremos en uno de tamaño superior). Es importante tener preparados con anterioridad el substrato y el tiesto que vayamos a utilizar. Prepararemos el tiesto situando unas rejillas sobre los agujeros de drenaje, sujetas al mismo mediante unos ganchos de alambre. Esto es para evitar perder la tierra por dichos agujeros a la vez que seguimos teniendo un drenaje adecuado. Además prepararemos unos alambres pasándolos por los mismos agujeros ( a no ser que el tiesto venga provisto de unos a tal efecto) que nos permitirán fijar el árbol al tiesto y que facilitarán su enraizamiento evitando movimientos (viento) que podrían romper las frágiles raíces nuevas. En el fondo del tiesto pondremos una capa de drenaje constituida por grano grueso de grava volcánica o de la misma mezcla. Después haremos un montículo con el substrato ya preparado, que en el caso de Zelkova será Akadama mezclada con un 10/20% de tierra volcánica. Colocaremos el árbol sobre el montículo. Con unos ligeros movimientos procuraremos que la tierra quede bien en contacto con las raíces. Elegiremos bien la posición de plantado ya que una vez hecha la operación no volveremos a poder hacerlo al menos en dos años. Ataremos el árbol con los alambres que habíamos preparado y acabaremos de rellenar de tierra. Habremos de hacer bajar la tierra introduciéndola con un palillo de bambú afilado, además de evitar que queden bolsas de aire entre las raíces si no lo hacemos, al regar bajará el nivel de la misma y nos quedaremos con las raíces al aire. Una vez terminada la operación de trasplante debemos regar bien a fondo con una regadera de agujeros finos hasta que veamos salir agua clara por los agujeros de drenaje. Colocaremos el árbol en un lugar resguardado durante un par de semanas antes de situarlo en su emplazamiento definitivo. Nos daremos cuenta que la tierra tarda en secarse, ya que no habrá evaporación por las hojas ni absorción por las raíces. A medida que el árbol regenere sus raíces y comience a brotar sus necesidades hídricas irán en aumento. Observaciones: Cuando se trata de podar raíces pequeñas podemos utilizar una tijera de poda gruesa (SENTEI BASAMI) o unas podadoras cóncavas. Procuraremos no utilizar la misma herramienta de podar ramas, ya que al podar raíces podemos encontrar alguna piedra que melle el filo. Los tiestos que utilizamos para Bonsái vienen provistos de agujeros de drenaje para evacuar el exceso de agua del riego y patas para mantener el fondo elevado permitiendo así el paso del aire. Las tierras que utilizamos para Bonsái (Akadama, Kanuma, Kiryuzuna, Tierrabonsai) son granuladas, lo cual permite el paso del aire, vital para el crecimiento de la raíz. Todo tipo de substrato conlleva una pequeña parte de polvo que debemos eliminar o de lo contrario nos taponará el drenaje ya desde el primer momento. Para ello nos serviremos de un cedazo con luz de 1 mm. Estas tierras además tienen gran capacidad de absorción de agua y nutrientes, y en el caso de las japonesas están esterilizadas con lo que no tendremos problemas de hongos, bacterias o plagas ni semillas de malas hierbas. Akadama viene en grano normal o en grano grueso. Las tierras japonesas vienen en bolsas de 2l. O en sacos de 15-18l. Tierrabonsai viene en bolsas de 1,5 l.

Este artículo forma parte del libro “El arte de dar forma a la naturaleza: Zelkova bonsái”


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Trasplante de una Zelkova foto a foto

(2) Comprobaremos que el árbol no esté atado con alambre, y con un tirón decidido lo sacaremos de la maceta

(3) Empezaremos a deshacer el pan de raíces por los lados

(4) Tiraremos siempre del tronco hacia fuera, desenredando poco a poco las raíces

(5) Tiraremos con decisión de las raíces largas para desenredarlas completamente

(6) Con un fuerte chorro de agua, acabaremos de quitar los restos de barro adheridos a la base del tronco

(7) Cortaremos las raíces largas que aún quedan

(8) Al quitar la tierra podemos ver perfectamente el estado de las raíces : si encontramos alguna raíz podrida o en mal estado también la cortaremos

(9) Para mejorar el nebari es muy importante corregir la base del tronco

(10) Cortaremos las raíces fuertes que crecen debajo del tronco. Los olmos admiten perfectamente bien este nivel de poda de raíces

(11) Prepararemos la maceta poniendo las rejillas de drenaje. Es ideal preparar la nueva maceta antes de la poda de raíces

(12) Pasaremos un primer alambre por los agujeros de la maceta. este alambre sirve para sujetar bien el árbol a la maceta

(1) Antes del trasplante

Este artículo forma parte del libro “El arte de dar forma a la naturaleza: Zelkova bonsái”


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(14) Tamizaremos bien la tierra para eliminar el polvo. Usaremos una mezcla de Akadama 60% y grava volcánica 40%

(15) Pondremos una primera capa de grano un poco más grueso en el fondo de la maceta

(16) Esta capa de drenaje facilita la aeración de las raíces y evita encharcamientos

(17) Pondremos un montículo de tierra en el centro de la maceta

(18) Encajaremos perfectamente la base del tronco con la tierra, sin dejar huecos

(19) Una vez plantado el árbol lo aseguraremos con los alambres de sujeción que habíamos situado antes

(20) Cortaremos las puntas sobrantes del alambre, doblándolo hacia abajo

(21) Acabaremos de llenar la maceta. Con la ayuda de unos palillos haremos entrar bien la tierra entre las raíces

(22) Después de poner la tierra

(23) Regaremos inmediatamente, para que no se sequen las raíces en contacto con la tierra seca

(24) Regaremos hasta que el agua salga limpia por los agujeros de drenaje. Así acabaremos el trabajo de trasplante

(13) La maceta ya está preparada. Fijar bien el árbol facilita su recuperación después del trasplante. Esta vez hemos usado una maceta un poco profunda para acelerar la formación del árbol

Este artículo forma parte del libro “El arte de dar forma a la naturaleza: Zelkova bonsái”


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Recomienda a sus lectores: (25) Después del trasplante situamos el árbol bajo una malla de sombreo, en una zona resguardada del viento

(26) Al cabo de tres semanas la brotación crece vigorosamente. Hemos tratado el árbol con un fungicida cúprico, para protegerlo de los posibles ataques de hongos.

(27) El árbol un mes después del trasplante

Este artículo forma parte del libro “El arte de dar forma a la naturaleza: Zelkova bonsái”


Aprender con Kimura

Aprender con Masahiko Kimura

Vemos que con el tiempo el musgo ha cubierto por completo la superficie de la tierra. Desde hace un tiempo, el agua no penetra bien dentro de la maceta. Vamos a ver lo que podemos hacer, ya que ahora no estamos en una temporada adecuada para el trasplante del árbol.

las raíces finas se mueren. Esto es un foco de problemas para la vida del árbol.

Alumno: El nebari de este árbol está muy bien, y la forma en semi-cascada es muy bonita. El musgo también da una gran impresión de que el árbol es muy viejo…

Alumno: ¿Quiere usted decir que el agua sigue sus propios caminos dentro de la tierra?

Kimura: Creo que si le da pereza regar con la frecuencia adecuada, cultivar bonsáis no es lo más adecuado para usted. Hay muchas otras aficiones en la vida menos exigentes. Alumno: Tiene usted razón, pero entonces, ¿porqué simplemente no lo transplanta?

Kimura: Así es.

Alumno: ¿Perjudica? Kimura: Este bonito musgo, y esta tierra levantada es la causa de que el agua no penetre bien al interior de la maceta. A veces lo bonito no es práctico. Alumno: ¿Quiere usted decir que el agua resbala por la superficie de la tierra, sin penetrar en ella? Kimura: Así es. Por esta causa cuesta mucho que el agua penetre en el interior de la tierra, y auque por algunas partes si que entra, no llega bien a todos los rincones del interior de la maceta, por eso es muy fácil que haya partes de la tierra que se queden casi siempre secas, en las que

Alumno: ¿Y, esto le crea problemas al árbol? Kimura: Uno de los principales es la putrefacción de las raíces que se mueren. En las partes en las que la tierra se queda seca, por más que reguemos, las raíces llegan a morirse. En cambio en las partes que siempre están húmedas, las raíces se llegan a pudrir por exceso de agua. Alumno: Ya entiendo que si la superficie de la tierra está cubierta de musgo, el agua entra más lenta, pero también se seca más lentamente. Así parece que es más fácil regar, ya que como la tierra tarda en secarse, debemos regar menos veces. Esto parece una buena cosa, ¿no es así?

Este artículo está publicado en la revista BONSAI PASION Número 40.

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Kimura: Si que es bonito, pero esta superficie perjudica la vida del árbol.

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Renovar la tierra de la superficie es uno de los medios para recuperar los árboles a los que les ha pasado la temporada de trasplante, o simplemente los que no queremos aún transplantar. Al hacerlo, eliminamos la capa superior de tierra que es muy compacta, y que no deja pasar el agua al interior de la maceta. En los estantes de los aficionados, hay muchos árboles, como este, que drenan mal. A menudo no hace falta transplantarlos para que suba su fuerza. El trasplante normal no es la única solu-

ción para corregir los árboles que no drenan bien. Utilicen estas técnicas para aumentar la fuerza de sus árboles.

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¿Trasplante fuera de tiempo, o renovación de la capa superficial de la tierra?

Pinus pentaphylla. Estilo semi-cascada. Altura 63 cm. Con el paso de los años las raíces han llenado la tierra de la maceta. La superficie de la tierra, que está completamente cubierta de un musgo muy fino, se levanta. Este musgo repele el agua de riego, que penetra con dificultad en la tierra. En este estado empezamos a sufrir por mantener el vigor del árbol.

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Aprender con Kimura

(1) Mirando de lado la superficie de la tierra, vemos que el nivel se ha levantado bastante, incluso descontando el grosor del musgo. Cada vez nos costará más regar.

(2) La superficie irregular del musgo rechaza el agua. Por eso es difícil que al regar, el agua llegue por igual a toda la tierra de la maceta. Del mismo modo, la tierra tarda mucho en secarse en algunas partes. En este estado, es seguro que las raíces están sufriendo. El problema es que no estamos en una temporada adecuada para transplantar el árbol.

(3) Lo primero que hemos de hacer es despegar el musgo. Para ello nos serviremos de unos palillos de bambú. Intentaremos despegar el musgo en pedazos lo más grande posible.

(4) Si nos encontramos con dificultades trabajando con el palillo, recortaremos el musgo con tijeras, cortando horizontalmente entre el musgo y la superficie de la tierra. Poco a poco, con los dedos iremos quitando el musgo cortado. Este trabajo es muy delicado, nos tomaremos el tiempo necesario y trabajaremos tranquilamente. Hay que concentrarse al realizar cada trabajo como si la vida del árbol dependiera de ello.

(5) Cuando terminemos de retirar el musgo, desharemos la tierra negra de la superficie con un palillo de bambú. Esta tierra es muy densa y no deja que penetre el agua al interior de la maceta. Esta capa negra es el resultado del abono, de la pudrición de las raíces finas cercanas a la superficie de la tierra, y de la suciedad caída durante años encima de la maceta. La idea es quitar esta capa de tierra, trabajando desde la base del tronco hacia el borde de la maceta.

(6) Mientras deshacemos y sacamos esta vieja capa de tierra, también iremos peinando las raíces finas, que encontramos demasiado cerca de la superficie. Con las tijeras, cortaremos sin miedo estas raíces. Si no lo hacemos, no podremos deshacer esta capa casi impermeable de tierra. Hay aficionados que sufren al cortar la más mínima raíz, ¿pero acaso no cortan sin miedo las ramas finas y las puntas de los brotes?

(7) Al trabajar, siempre nos quedará una cierta cantidad de tierra vieja pulverulenta. Para eliminarla, simplemente barreremos la tierra con una escobita. Esta acumulación de tierra nos estorba, por lo que es interesante finalizar bien cada parte del trabajo.

(8) Después de retirar la primera capa de tierra, con una espátula de hierro, ahondaremos en la tierra. Con este instrumento labraremos profundamente la capa superior de la tierra, hasta encontrar una capa en la que drene bien el agua. Ahondaremos hasta más de dos centímetros de profundidad.

(9) Después de haber quitado la capa de vieja tierra compacta, empiezan a aparecer algunas raíces pequeñas. Podaremos las raíces enredadas, o las demasiado cortas y gruesas, de la misma manera en la que lo hacemos en un trasplante general. Poco a poco irá apareciendo la tierra más limpia del interior de la maceta.

(10) La manera de peinar las raíces y de quitar la tierra vieja, es muy parecida, por no decir idéntica, a la que realizamos en un trasplante normal. No hace falta repetir que continuaremos trabajando con mucho cuidado, para no dañar las raíces de esta zona, que han de continuar creciendo en la tierra.

(11) Nos damos cuenta que la cantidad de tierra vieja que sacamos es mayor de lo que creíamos. Como el borde de la maceta dificulta la salida de esta tierra vieja, continuaremos sacándola con la escobilla, cada vez que se acumule.

(12) Al quitar la tierra, aparte de las raíces pequeñas, aparecen también raíces enredadas, otras demasiado altas, algunas que se levantan, e incluso algunas secas. Las cortaremos una a una con cuidado, estudiando bien cada caso.


14 (13) Este punto es muy importante. Después de sacar una capa de tierra de al menos 2 cm, inclinaremos la maceta, como vemos en la foto para limpiarla con agua a presión. Fijaremos bien la maceta con unos pedazos de madera, para que no ruede con el trabajo. Este trabajo de limpieza es muy necesario.

(14) Lavaremos la superficie de la tierra con agua a presión. Con el trabajo, hemos ido llenando, sin querer de polvo, la tierra que queda en la maceta. Es imposible sacar esta suciedad, barriendo con la escobilla, por lo que la eliminaremos con agua a presión. Lavaremos con cuidado cada parte de la tierra, arrastrando cuidadosamente con el agua a presión la suciedad fuera de la maceta. Este trabajo es imprescindible para que la tierra drene bien.

(15) Después de lavar la tierra y el musgo con el agua a presión.

(16) Se ha quitado una capa de tierra de la superficie, de más de 2 cm. de profundidad. Así, podremos llenar este hueco de tierra nueva y drenante. Este espacio se llenará de agua cada vez que reguemos.

(18) Aspecto de la tierra después de quitar la capa superior. Se ven claramente los granos de la Akadama que se puso en el anterior trasplante. Al quitar la tierra vieja, la tierra que queda empieza a drenar bien de nuevo.

SUSCRIPCION A BONSÁI PASIÓN (17) Si comparamos con la foto nº 1, se nota que el nivel de la tierra ha bajado mucho. Aunque el resto de la tierra drene lentamente, el agua que se acumulará en esta parte asegurará perfectamente el riego del interior de la maceta.


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(19) Verteremos poco a poco la tierra nueva en el hueco que ha dejado la tierra vieja. Después ya arreglaremos la superficie.

(23) Pondremos un poco de musgo por la superficie de la tierra, para que el riego no arrastre los granos de tierra, ya que ahora la capa superficial de tierra estará muy suelta. Este musgo, es una mezcla especial de musgo largo cortado a pedazos pequeños, y un poco de polvo seco del musgo fino, del que hemos quitado al principio del trabajo. Hemos teñido esta mezcla con un poco de tinta china diluida, para que no tenga un feo color amarillo.

(20) No hay que apretar fuerte esta tierra, ya que no la haremos penetrar entre las raíces finas. Pero en cambio, la comprimiremos lo suficiente para que se integre bien con la tierra vieja.

(21) Con un palillo de bambú, haremos penetrar bien la tierra, suavemente, en los huecos que hay cerca de la base del tronco. Trabajaremos con cuidado para no romper los granos de la tierra y hacer polvo.

(22) Pondremos la cantidad suficiente de tierra nueva, para rellenar el hueco dejado al quitar la capa compacta de tierra vieja.

(24) Es verdad que no es imprescindible teñir el musgo, pero primero, así se ve más natural y, segundo, es importante que nos acostumbremos a trabajar pensando también en la estética, en cada parte del trabajo.

(28) Aspecto del pino antes del trabajo.

(25) Antes de regar por primera vez, vamos a humedecer la superficie del musgo con un vaporizador, para que el musgo y la tierra nueva se estabilicen. Este trabajo aparentemente trivial, es importante, ya que si no lo hacemos con cuidado, podemos estropear unas cuantas horas de buena faena.

(26) Si no lo supiéramos, pensaríamos que el árbol está acabado de transplantar. Pero aún así, con un trabajo muy simple, ha cambiado totalmente la manera de drenar el agua. En árboles como los pinos, que tardan muchos años en transplantarse, trabajos como estos son imprescindibles para no haberlos de transplantar prematuramente. Para que un bonsái envejezca, es necesario transplantarlo solamente cuando hace falta.

(27) Pinus pentaphylla, después de renovar la capa superficial de la tierra. No lo hemos transplantado, pero la tierra vuelve a drenar bien.


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