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Areíto

Zona de la Cultura y de las ideas

www.hoy.com.do Editor: Nelson Marrero Diseño: Carla González SÁBADO 21.01.2012

DEBATE

Una antología poética dominicana y la controversia por sus “exclusiones” Pág. 6

WILSON MORFE

Ni de Cuba ni de Haití Debate sobre origen del merengue y sus vínculos con África Pág. 5

Un cura anglicano de rebelde actitud

La vida y el arte de los aborígenes

María Montez en agenda por sus 100

Ángela Peña trae la historia del sacerdote anglicano Luis Barrios, un perseguido por sus ideas liberales que optó por cambiar de iglesia, hizo familia, escribe y aspira a un mundo mejor.

La fundación García Arévalo editó con apoyo del Grupo Vicini un libro de fotografías sobre la trascendencia del arte, la historia y los mitos de los primeros pobladores de la isla Hispaniola.

La esperada agenda de Pinturas Tropical, que rinde homenaje a la identidad dominicana a través del arte, seleccionó esta vez a María Montez como protagonista. He aquí una valoración.

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HOY

AREÍTO

Sábado 21 de enero de 2012

Zona Areíto Areito

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Carlos Cepeda Suriel (locutor y escritor) El Manual de Cultura general con que pretendo ayudar a los jóvenes a sellar sus conocimientos será presentado en Sala de la Cultura del Teatro Nacional el jueves 26, a las 7 pm. LA GUIA

CIELO NARANJA

Marivell Contreras

POR MIGUEL D. MENA

LIBROS

Lugares donde uno piensa en Tony de Moya

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ienso con frecuencia en Tony de Moya. Me ha pasado en la estación de Dyckman Street, New York, cruzando por la Vivekanand Road en Kolkata, India, o cuando pasaba por la Bomba que está en la esquina del Hospital Darío Contreras. En aquellos lugares-nudos, en los nodos donde la ciudad se tensa y luego se deshace, de repente surge la figura de Tony de Moya. Su título dice que es sicólogo de la UASD. Su reconocida praxis profesional lo destaca como un incansable luchador contra los efectos devastadores del sida. Ha pasado por qué sé yo cuántos foros internacionales, presentando pesados informes. Por suerte que cuando se pone la corbata par de horas después se la quita, porque la fiesta tiene que seguir. Fundador del mítico Club de Antropología en los años 80, gracias a su empeño teníamos una casa cada 21 días para pensar, discutir, encontrarnos. Lo que no lograron las instituciones de la entonces poca soñada Sociedad Civil ni el mundo de la Academia, lo lograba Tony con su voluntad incombustible. Cuando me inscribí en la Universidad Libre de Berlín en 1991, tuve que dejar colgado el traje de “sociólogo” y ubicarme en una gramática de “estudios multidisciplinarios”. La sensación en verdad no me era nueva: el Club de Antropología había sido lugar de encuentro de pluralidades, donde podíamos pensar lo negro, lo indio, lo multinacional, sin rasgarnos las vestiduras: es más, ahí trataban de acentuarse los puntos porque de otra manera no podían fluir por el alma las ideas. Cuando la antigua Casa de Francia fue convertida en Embajada, el ímpetu comenzó a bajar. De Moya tuvo que asumir nuevos retos y los herederos no aparecieron. Tony se

dedicó a nuevas batallas: la explosión del Santo Domingo post-Jorge Blanco, y lo peor: el desarrollo del VIH-Sida. Asumiendo el peso del sincretismo y de la religiosidad popular, Tony de Moya investigó nuevas estrategias en los programas de prevención del sida. Se tenía, además, que armar el tinglado de la cooperación internacional, la lucha contra los prejuicios, tanto al interior de las instituciones públicas como de las canónicas. Se tuvo que tumbarle el pulso a cierto espíritu Opus-Dei que lo que menos quería era oír la palabra “condones.” Ahora llega el mundo del ciberespacio, y naturalmente los ímpetus de Tony siguen a todo vapor. http://epistheme-tonydemoya.blogspot.com es un espacio de pensamiento, discusión, un Club de Antropología virtual, un proyecto que ojalá lo tuvieran nuestras universidades e instituciones educativas y nuestros grupos intelectuales –si es que los hay- de presión. En momentos en que los ánimos decaen y uno ya no puede con las cantaletas de nuestros intelectuales orgánicos y los rostros más estrujados que el traje de Columbo, la figura de Tony de Moya me sale al paso. Sí: todavía hay espacio para la frescura, para salir a la calle, para no interrumpirte porque se están metiendo cien llamada por el f… celular, para celebrar ideas y realizar proyectos, para recuperar eso que se nos olvida: dentro de todo el berenjenal en el que andamos y pensamos, al final se trata de compartir ese poco de humanidad que nos queda. Por eso pienso en Tony de Moya. cielourbano@googlemail.com

El puente de los asesinos La nueva y esperada novela del afamado escritor español Arturo Pérez Reverte está por fin en las librerías del mundo y del país, teniendo como protagonista precisamente a su personaje más impactante, el Capitan Diego Alatriste. Esta vez, la historia tiene como escenario las ciudades italianas de Nápoles, Roma y Milán, donde se está armando una conjura en contra de la corona española. Allí tiene que ir el capitán Alatriste junto al joven Íñigo Balboa para evitar que los planes de asesinar “al dogo durante la misa de Navidad, e imponer por la fuerza un gobierno favorable a la corte del rey católico en ese Estado de Italia”. En esta oportunidad, Alatriste está respaldado por sus camaradas; Sebastián Copons y el moro Gurriato... Librería Cuesta, RD$1,250.00

pero como lo señala la revista Fortune, rehacer cuatro no tenía precedentes. Steve Jobs inició el desarrollo de algunos productos más atractivos del planeta: IMacs, MacBooks, IPhones, IPods, y más recientemente el IPad. “Sin Steve Jobs el mundo hubiera sido un lugar más opaco”. Multicentros La Sirena, RD$690.00 _ ____________________________________________________________________________

Los sistemas políticos del mundo Wilfried Rohrich anuncia el final de los sistemas políticos que hemos conocido hasta ahora en el mundo y con esta teoría enfrenta a sus lectores para que no solo amplíen sus conocimientos sobre los avances científicos en este terreno, sino que también ofrece una visión “accesible y de conjunto sobre el máximo número posible de sistemas políticos contemporáneos”. El autor comparte una “ una guía de incomparable rigor y concisión en lo que es un ámbito temático de ardua complejidad”. Librería Mateca, RD$380.00 _ntre otros — , la misión se presenta difícil, arriesgada y llena de sorpresas. Suicida, tal vez; pero no imposible _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

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Los Secretos de Steve Job Del coach empresarial y personal Carmine Gallo, quien toma como ejemplo la figura del afamado genio de Mac, Steve Job, para explicar a los lectores cómo funcionaba el cerebro de este hombre y cómo actuaba a partir de los distintos retos que le fue poniendo la industria de la tecnología. “En un período de diez años, que vio dos recesiones, escándalos financieros, una crisis bancaria, enormes pérdidas de acciones y una economía mundial patinando, Jobs se apuntó victoria tras victoria. Resucitó a Apple y reinventó de manera radical la industria de la música, el cine, los computadores y las telecomunicaciones. Transformar un negocio es un gran logro,

Bajo la barbarie. La resistencia antitrujillista 1947-1959 El dominicano Juan José Segura ofrece un detallado testimonio sobre las acciones de la resistencia antitrujillista tanto en el país como desde el mundo exterior. Aunque era muy joven entonces, se unió a la lucha por derrocar a Trujillo. Este libro se reeditó en octubre del 2011 y está avalado por destacados historiadores del país, lo que lo convierte en una indispensable fuente de información para comprender más aquellos aciagos días. En la Librería La Trinitaria, RD$700.00 _ ____________________________________________________________________________

Inquebrantable Laura Hillenbrand (Fairfax, Virginia, 1967) Cuenta la historia de un bombardero de la Fuerza Aérea de EE.UU que se estrelló en el Océano Pacífico y desapareció en el 1945; sin embargo el piloto Louis Zamperini apareció en el medio del mar intentando salvarse en tiempos de guerra. Multicentros La Sirena, RD$950.00 _ ____________________________________________________________________________

LA HISTORIA

1621

VICTORIA. En la batalla de Sabana Real tropas españolas comandadas por Francisco de Segura derrotan a los franceses.

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1911

POETA. Nace Héctor J. Díaz, uno de los poetas románticos más populares de República Dominicana. Murió en 1950.

1919

CENSO USA. Fuerza de ocupación de Estados Unidos inicia un empadronamiento para efectuar un censo.

1971

SANTUARIO. Es inaugurada por el Gobierno Nacional presidido por Joaquín Balaguer la Basílica de la Virgen de la Altagracia en Higûey.

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1855

(DÍA 22) AUTOR DE COSAS AÑEJAS. Nace en Santo Domingo César Nicolás Penson Tejera, literato tradicionalista. Se graduó joven de abogado y ejerció la judicatura. También se dedicó a la enseñanza. Su producción literaria está dedicada al folklore. Su obra más importante es “Cosas añejas”. Fundó “El Telégrafo”, primer periódico diario que existió en Santo Domingo.

1958

(DÍA 23) UTRERA. Muere en España fray Cipriano de Utrera, erudito, sacerdote e historiador que dedicó prácticamente su vida al estudio de la historia colonial de la isla de Santo Domingo. Su verdadero nombre era Manuel Higinio Anjona. En 1910 llegó como misionero a Santo Domingo. Había nacido en 1886. _

1968

DON MAX. Muere el literato, historiador y diplomático Max Henríquez Ureña.


Reportaje

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Sábado 21 de enero de 2012

Luis Barrios: un cura anglicano rebelde

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ÁNGELA PEÑA

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esde que lo ordenaron sacerdote en 1970, vino a República Dominicana con una prédica diferente a la de los tradicionales misioneros porque entendió que la Iglesia, como jerarquía, “está al lado de los explotadores”. “Otros vienen a evangelizar con un más allá, jodidos, pero aguanten, y nosotros vinimos a politizar, despertar conciencia de que Dios no es responsable de la pobreza ni de la explotación, eso lo creamos los seres humanos y nosotros lo vamos a resolver”. Luis Barrios, ex seminarista católico que terminó cura anglicano porque cree en la familia y estaba decidido a casarse y tener hijos, coincidió en sus luchas con los padres Rogelio Cruz, Regino Martínez y Antonio Cabezas y otros cuatro religiosos de su Orden de los cuales mataron tres en el balaguerato. Sobrevivieron él y José Vásquez, otro anglicano fallecido recientemente. Trabajó por los inmigrantes, deportados, contra violaciones a los derechos humanos, por “la comunidad haitiana y los dominicanos negros, la justicia y la construcción del reino de Dios aquí en la tierra”. “Me soltaron en el ensanche Espaillat, calle Interior J, en plena Banda. Al otro día descubrieron la famosa masacre y yo no sabía dónde estaba”. Se refiere a los cinco jóvenes asesinados en el club “Héctor J. Díaz” por elementos de la llamada Banda Colorá, órgano represivo del gobierno balaguerista. El religioso puertorriqueño organizó muchachos y muchachas en Guachupita, Los guandules, Gualey. Se movilizó en la UASD, que era “el bastión principal de la lucha”, sostuvo contacto con grupos clandestinos de izquierda y creó células de estudio en Santa Ana, la parroquia de Cabezas, “que era el punto clave”. Cuando los servicios de seguridad detectaron las acciones de este sacerdote inspirado en los ideales de Amín Abel, Orlando Martínez, Ernesto Che Guevara, Jesús, lo sacaron del país. “Me deportaron jueves y vine viernes. Yo tenía un machete serie 23, como todos los negros de San Pedro de Macorís. Volé a Puerto Príncipe y entré por Elías Piña y viví ocho meses prófugo de emigración hasta que me descubrieron pero antes de que me apresaran crucé la frontera, pasé a Haití y de ahí me trasladé a Puerto Rico”. En Borinquen defendió los derechos de los dominicanos residentes allí y sus compatriotas lo acusaron de traidor, y aún lo consideran un tránsfuga. Habla con desenfado y se expresa en el lenguaje del hombre común. A pesar de sus libros, experiencia docente y altos estudios, es sencillo. La jocosidad es invariable en su charla que cuestiona la salvación basada en la esperanza en el más allá.

peor, creó esperanzas falsas de que era la alternativa y los dos primeros años fue excelente, después se convirtió en un desastre, Hipólito fue otro desastre, volvió Leonel y ha sido lo más corrupto que se ha levantado”, manifiesta. Luis, quien ahora reside con los dominicanos en Washington Heights, nació en Santurce el cinco de enero de 1952, hijo de Esteban Barrios, fallecido y María Inés Figueroa. Tiene maestría en teología sagrada y divinidad y doctorado en psicología forense y criminología. Es profesor de la Universidad de la Ciudad de New York. Estuvo casado con una dominicana de la cual está divorciado, madre de sus cuatro hijos: Mónica, Jonathan, José Omar y Amanda.

Dominicanos deportados. Estuvo en el país

“Un mundo diferente es mejor, pero Dios no me lo va a dar, yo tengo que construirlo, no me digas que tenga fe, enséñame lo que haces, no es hablar, es actuar. A un pueblo desesperado, hambriento, cómo le vas a hablar de Dios, ¡dale de comer!”, comenta Barrios. Cualquiera lo consideraría irreverente, insurrecto de palabras y hechos, rebelde empedernido, revolucionario, crítico de la Biblia, la religión, los gobernantes, anti todo y rosca izquierda, se le comenta. Dice que el conocimiento es poder y que con ese objetivo organiza al pueblo, enseñándole dónde se producen la pobreza, la explotación política, económica, social. “Así no busca respuestas mágicas pensando que Dios se lo va a resolver”. Lo suyo, agrega, “era despertar conciencia, organizar políticamente y movilizarse”. No recuerda que durmiera en un mismo sitio en sus últimos años en Santo Domingo, cruzaba el Ozama en yola y predicaba a las gentes que no esperaran a que Cristo viniera para darles de comer o proporcionarles vivienda, trabajo, salario decente. “No, esto está mal, Dios no quiere que pases por esos sufrimientos ni es responsable de ellos. ¡Despierta!, organízate, movilízate, eso era el ministerio de Jesús, Jesús era así”, argumenta. Barrios se marchó en 1977 con impedimento de entrada que “limpió” cuando subió el PRD, sobre el que expresa: “Cambiamos de cara en el Palacio Presidencial, y de partido, pero resultó lo mismo, unos ricos que se hicieron más ricos y otros que se jodieron, y así se han ido turnando, el PLD es

promoviendo su séptimo libro “Banished to the homeland. Dominican deportees and their stories of exile” (Desaparecidos en la Patria. Dominicanos deportados y sus historias de exilio). Dice que es el primer trabajo serio que se publica porque los existentes sobre el tema son de “periodistas charlatanes, irresponsables, que de un caso hacían una generalización”. Para éste, escrito en colaboración con David Brotherton, sociólogo británico que vivió un año en Santo Domingo, se tomó siete años de investigaciones. “Este es el único país que cuando viene un deportado le abren una ficha criminal, le toman huellas digitales y fotos y dicen que estaba vendiendo drogas sin conocer otras causas. Las mujeres reciben la peor parte porque las acusan de conspiración por no cooperar con el gobierno cuando las presionan”, afirma. La obra describe “el trauma psicosocial de ser arrestados, deportados, ser separados de la familia y no ser aceptados en República Dominicana. De ahí han pasado a ser invisibles, no existen, son muertos simbólicamente, los borraron”, asegura. El 87 por ciento de los destierros, manifiesta, fueron ilegales, “no fue parte de la sentencia, pero el consulado y la embajada de Estados Unidos dicen que el lugar de apelar es allá, sin embargo, ellos no pueden salir de aquí, así que, caso cerrado”. El volumen va a ser presentado en febrero en el Centro Bonó. La diferencia entre Barrios y otros sacerdotes, expresa, es que aquellos dan “opio al pueblo para enajenarlo y que no piense. Yo le doy religión para que se libere. Yo no estoy en lo de crear un mundo en el más allá, es aquí la vaina”.

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Sábado 21 de enero de 2012

CÁPSULAS GENEALÓGICAS www.idg.org.do/Julio González

Libros

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Los Brea, desde Bayajá

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osé Nazario Brea del Castillo luego casó Estebanía Mena y procrearon a: 3-José Nazario, quien falleció soltero en 1912 a los 21 años de edad. 4- Lorenzo Efigenio (1895-1980), varias veces diputado, senador y gobernador provincial. Casó con Francisca Teresa Ortega Ventura, hija de Antonio Ortega Pichardo y Dolores Ventura. Son los padres del galeno Aulio Rafael Brea Ortega (1919-1997), quien a su vez casó con la destacada compositora Leonor Casilda Porcella Baehr, mejor conocida como Leonor Porcella de Brea. Otros hijos de este matrimonio son Hilda Teresa (n.1921), Ada María (1927-2006) y Lorenzo de Jesús Brea Ortega (n. 1930). 5-José Gertrudis (1896-1958), quien casó con Ana América Martínez Macarrulla, hija de Juan Antonio Martínez Méndez y Amelia Macarrulla, siendo los padres de José Nasario, Elsa y Juan Antonio Brea Martínez. José Gertrudis casó en segundas nupcias con Aída García. Hijos de este matrimonio son Teresa Estebanía y el destacado Arq. Emilio José Brea García. 6-José Moisés, quien casó con Ernestina Simó Clark, hija de Ernesto Braulio Simó Knipping e Inés Inocencia Clark Pereyra. Sin descendencia. 7-Rafael Ángel (1901-1986), casó con Ana Altagracia Gómez Ceara (n. 1914), hija de Joaquín Ramón Gómez Hernández y Ana Graciela Ceara Guzmán. Fueron los padres de Rafael Ángel, Ana Estebanía y José Roberto Brea Gómez. 8-Juan Francisco (1903-1973), quien casó con Melania Thevenín. Procrearon a Digna Estebanía Brea Thevenín. 9-Sixto Manuel (1904-1979), quien casó con Enma Mejía Luna, hija de Carlos María Mejía y Genoveva Luna Castellanos. Fueron los padres de Carlos Manuel, Sixto Manuel, Emmanuel y Héctor Manuel Brea Mejía. 10-Rosa Elena (1915-1997), quien casó con Manuel Peral Bedoya. Procrearon a José Indalecio, Manuel Ángel y Lourdes Estebanía Peral Brea. Por otra parte (ver la 2 de 3), María Eusebia [B] Brea Tejada (f. 1835) casó el 16 de mayo de 1823 en Baní con el prócer Juan Cheri Victoriá Oben (1801-1884). De este matrimonio fueron hijos: 1-María Josefina (n. 1829), quien casó con Alejandro Victoriá Lagrange. Estos fueron los padres de: Arístides, quien casó primero con Edelmira Mallol Rodríguez y luego con Yvonne Carolina Lavandier Joubert; Félix David; Idelfonso Eduardo (1853-1922), quien casó el 5 de marzo de 1887 en Santiago con Adriana Guzmán Ovalle; Víctor Eleodoro, quien casó con Altagracia Cos; Alfredo (1858-1936); Luisa Hortensia (1860-1942), quien casó con Carlos Tomás Nouel Bobadilla (1855-1900) y Eladio Abdom Victoria Victoria (1864-1939), Presidente de la República en 1912, quien casó el 28 de febrero de 1895 en Santiago con Francisca Morales Pérez. 2-Nelson (1830-1889), quien casó con Tomasina González. 3-Etanislao (1831-1881), quien casó con Marcelina De Noa Negrete (n. 1829). Algunas figuras destacadas del presente dominicano, descendientes de las familias Victoria-Victoria y Nouel-Victoria a través del tronco Victoria-Brea, remontan así sus ancestros hasta Bayajá. Entre ellos el abogado y economista Pedro Manuel Casals Victoria; al banquero Carlos Guillermo León Nouel; al periodista Ubi Rivas Rodríguez; al embajador Eladio Knipping Victoria; al héroe de Constanza Leopoldo Jiménez Nouel; al escultor Bismark Victoria Sánchez; a los Hnos. galenos Diego y Donald Hurtado Brugal; al humorista César Augusto (Cuquín) Victoria Suazo, y a los empresarios de Santiago Carlos Alfredo y Ricardo José Fondeur Victoria. Otra cantidad considerable de dominicanos tiene entre sus ancestros a los Brea de Bayajá, linaje cinco veces centenario en nuestro suelo. Instituto Dominicano de Genealogía

MARIVELL CONTRERAS

(3-3)

Tres exposiciones en el Museo de Arte Moderno ¿Quién tiene la razón?, de Carlos Hinojosa, “Ensimismado”, de Raúl Morilla y “Retrospectiva”, de José Rincón Mora Se pueden visitar de martes a domingo en horario de 9:00a.m, a 5:00p.m. Plaza de la cultura.

Las Joyas del Arte Taíno

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oyas del Arte Taíno: las colecciones de República Dominicana es el título de un libro de fotografías que editara la Fundación García Arévalo con el apoyo del Grupo Vicini y con la colaboración del Museo del Hombre Dominicano, el Museo Regional de Altos de Chavón, la Fundación de Culturas Americanas y la Smithsonian Institution. Un libro de notable hermosura que permite a través de las imágenes reconstruir la vida, las costumbres, el arte y el oficio de los primeros pobladores de la isla de Santo Domingo. Las fotos, algunas con piezas nunca antes publicadas, hay que agradecerlas también a los coleccionistas Sedek y Patricia Read. También al Museo del Hombre, al de Altos de Chavón y al de la familia García Arévalo. El año pasado, por instrucciones de la Unesco y del secretario general de la ONU, el mundo inclinó la mirada para observar y rendir pleitesía al legado de la afrodescendencia en la cultura local y en la de las distintas sociedades en que tuvo impacto. Sin embargo, el 2012 inicia para nosotros con la mirada puesta en los Taínos y en la cultura que encontraron los españoles al descubrir América. Y, lo hacemos en dos sentidos. Primero, el Centro León lleva al Instituto Valenciano de Arte Moderno la exposición “Tesoros del arte taíno” curada a partir de la Colección Arqueológica del Centro León; y segundo, Manuel García Arévalo y los fotógrafos Víctor Siladis y Nemanja Brankovic nos permiten un encuentro muy especial con la “tercera pata” de nuestra identidad. Este es un libro de colección. Un lujo que fue posible porque le permite al Grupo Vicini la oportunidad de halagar a sus amigos y colaboradores con un regalo de primera calidad, por un lado. Y, por el otro, cumplir con una de sus cuotas de responsabilidad social. Felipe Vicini apunta en la presentación del volumen que “hemos decidido patrocinar esta obra porque consideramos de vital importancia revalorizar el arte taíno como parte de nuestro patrimonio cultural; con el objetivo de que la cultura taína sea apreciada más profunda y ampliamente”. Esta afirmación es de pleno acierto, ya que los nativos de la isla, representantes de una cultura que no se extinguió con la desaparición física de los taínos, han sido denostados porque a diferencia de otras culturas indígenas su legado no fue monumental como la de los Mayas o los Incas, para poner sólo dos ejemplos. Se ha vendido la ilusión de que los mismos eran “vagos” y que vivían prácticamente en unas hamacas. Sin embargo este libro y sus imágenes y el enjundioso ensayo de García Arévalo nos presentan a unos habitantes del Caribe con toda una filosofía de la vida y con una capacidad artística fuera de serie, delicada y con una alta sensibilidad. Este libro, muestra “su fuerza expresiva, con gran simbolismo, la simetría y la abstracción” que lograban. Se descubre que estas piezas que les servían para la cotidianidad, hechas vasijas, vasos, dagas, espatulas, amuletos, sellos, collares, máscaras, inhaladores son “verdaderas creaciones artísticas por su esmerada terminación y bellos rasgos decorativos de carácter esotérico y simbólico, que demuestran una estrecha vinculación y dependencia entre la vida material de los taínos con sus divinidades y seres sobrenaturales que habitaban su mundo mitológico”. Víctor Siladi, responsable de una buena parte de las fotografías que son las protagonistas de este libro dice que estas imágenes “definen de manera concreta la creatividad, sensibilidad e inteligencia de un pueblo cuya cultura no ha sido difundida en su merecida dimensión”. Estos apuntes, las colecciones pertenecientes a distintas instituciones y familias, de seguro servirán como plataforma en lo que nos toca como país en un interesante trabajo que se ha propuesto la Smithsonian. “El de tratar de descifrar el legado taíno y del Caribe es un esfuerzo provocador, que invita al cuestionamiento del pasado y de nuestro modo de entenderlo. Nos permite reconocer a los primeros caribeños a través de sus objetos más duraderos que como las piezas de arte en piedra, concha, madera o cerámica que encontramos en todos los museos nacionales de la región, objetos de gran valor y belleza, algunos de ellos enigmáticas expresiones de su cosmovisión”, dice el director de la sala latina del Smithsonian, Eduardo Díaz. “Agradezco haber sido invitado en este importante proyecto. También mi agradecimiento a Vicini por hacer posible este gran aporte a la cultura americana”. Smithsonian Institution está trabajando en una exhibición que va a presentar en el 2015 en el Centro George Gustav Heye, el Museo Nacional del Indígena en Nueva York que ya tiene título: “El legado Indígena del Caribe”, con la intención de “ampliar

nuestra visión del mundo taíno y de reconocer su aporte a la historia, a la economía y al imaginario cultural de los pueblos caribeños”. Esta institución tiene miles de objetos “que ilustran el arte y la historia de los taínos con el fin de hacerlas más accesibles y actualizar nuestro conocimiento de las culturas indígenas del Caribe incluyendo sus conexiones históricas y culturales en el presente”. Por esta investigación decidieron apoyar a la Fundación de Culturas Américanas y a este libro que a su ver “constituye un importante material de consulta e inspiración para artistas, intelectuales y amantes del arte”.

Atabey o la madre de las aguas. Como el descubrimiento del significado de este nombre, el libro conduce a conocer los relatos mitológicos de los Taínos, como los relativos a su idea de la creación del sol y de la luna -que salieron de una cueva llamada Iguanaboina-. También de sus ideas sobre elementos como el agua, la tierra, los poderes fecundadores, las prácticas de los behíques o curanderos. Preciosa su idea de la vida después de la muerte, ya que para ellos los espíritus llamados Opias iban a morar al Coaybay o Panteón de los desaparecidos... Y así son tantas cosas que traen alegría a la vista, que despiertan respeto y reverencia por una cultura que vive y que a pesar de los esfuerzos no ha podido ni será borrada gracias a -instituciones y personas como las citadas- y a un libro como Taíno: Joyas del arte .


Debate

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Sábado 21 de enero de 2012

HOY

Danzas y músicas africanas en la isla

JEAN G. BISSAINTHE

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n los últimos meses, varios artículos fueron publicados por este medio sobre el merengue. Sin embargo, las interpretaciones utilizadas por los autores para explicar su origen no se aproximan a la verdad. Se trata pues de simples conjeturas. Recientemente, el investigador Fernando Casado defiende la “criollidad” o “dominicanidad” del merengue, refutando otros escritores que creen en su procedencia mina, haitiana o bara. Casado no llegó a una conclusión pertinente en cuanto a demostrar efectivamente que esa danza nació en Santo Domingo. En realidad ésta fue traída a La Española por los esclavos africanos y luego se trasladó a Saint-Domingue francés como una danza rápida del rito voduesco y carnavalesco. Cuando se habla de ritos, danzas, músicas y lenguas africanas en esta isla, hay que enfatizar a Santo Domingo, donde llegaron los primeros esclavos africanos en el siglo XVI. Si esa danza llegó a la parte occidental de la isla debió ser a través de los esclavos fugitivos de los españoles que se adentraron en las lomas de Limbé, Bedorette, Cabrit, Matthieux, Dondon, etc., entre 1520 y 1640. En cuanto a los franceses, ellos llegaron a Quisqueya alrededor del año 1640 y empezaron a importar los esclavos africanos en cantidades a partir de 1710 y 1720. El argumento de Casado sobre la existencia del merengue antes del nacimiento del Estado de Haití es válido, aun cuando no haya podido explicarlo con detalles. Es un grave error pensar que el merengue nació en Haití ente 1631 y 1700, y Fradique Lizardo yerra al referirse a historiadores haitianos para avalar su visión sobre el origen haitiano del merengue. Lo peor es que lo define como una danza llamada “pata de palo” que se ejecutaba para alegrar a los piratas en la isla La Tortuga en la primera mitad del siglo XVII. Sin duda, el merengue es un término referente a los bailes africanos de las costas de Guinea. Llegó a Santo Domingo con los esclavos del golfo de Guinea en la primera mitad del siglo XVI. A través de los tiempos las palabras sudanesas “mou rengue” y” musse rengue” referentes a “mi deleite” o “mi placer” fueron deformadas en Santo Domingo para convertirse en “me rengue”. De igual manera, el “fandongo” llamada en Santo Domingo “fandango” es un baile de los esclavos ndongo del Congo que fueron llevados por los portugueses de las Islas Canarias en los siglos XV y XVI. Una de las características del merengue es la rapidez, pero en muchas tribus africanas, la música es muy agitada y bulliciosa también. Por ejemplo, en la cultura banmana o bámbara y congoleña, la música se toca con rapidez en el carnaval. En las fiestas tradicionales de Malí de donde proceden los bámbara de Bayo, Mopti y Tichitt, las danzas rituales son reservadas a los iniciados y cada evento corresponde a una danza en particular. Para celebrar la pesca, se baila el “teguere”; al final de una cosecha se baila el “Soumou”; para marcar el fin de una cosecha o la unión de una joven con su nuevo esposo, se baila en los pueblos el Gomba. En Haití, existen ritmos musicales diversos, complejos y mezclados debido a la integración religiosa y social de los esclavos. Entre ellos se encuentran el compa, el rara, el don Pedro, la culebra, kolé zépol (espaldas pegadas), etc. Cada baile tiene una simbología de suerte que bailar de forma ondular como una culebra significa “ser astuto” y pegar las espaldas quiere decir “ser solidario”. Cualquier ritmo del vodú es progresivamente rápido sobre todo cuando los músicos y bailadores ingieren bebidas alcohólicas. Moreau de Saint-Méry explica en su obra titulada “Description de la partie française de l’île de Saint Domingue” que un esclavo español (dominicano) llamado Don Pèdre (Don Pedro) refugiado en Petit-Goâve, Haití, hacia los años 1750, inventó un ritmo musical acelerado con el nombre de donpèdre. Esa danza fue prohibida por las autoridades coloniales porque muchos bailarines se morían al introducir la pólvora de cañones en sus bebidas hasta perder la conciencia. Pero los esclavos seguían practicándola a escondidas. El esclavo descrito por Saint-Méry queda inmortalizado en el vodú haitiano co-

mo espíritu Ti Jean Petro. En los rituales del vodú es indispensable que los hombres iniciados den la vuelta a sus compañeras. Pero de manera general, la música tradicional africana descansa sobre el símbolo que es la forma geométrica de un círculo. En la mayoría de los tiempos los bailarines forman un arco de círculo que es una connotación espiritual o social. Las danzas son variadas: algunas expresan alegría y otras espiritualidades. La hipótesis de que el merengue resultaría de un movimiento de esclavos negros que, encadenados los unos a los otros, no tenían otras opciones que la de arrastrar la pierna cuando recolectaban la caña de azúcar al sonido del tambor, es un disparate. ¿Puede un hombre encadenado física y mentalmente estar alegre? Imposible. La otra hipótesis de que ese ritmo musical viene de una danza llamada Urpa o Upa habanera que se había propagado en el Caribe entre 1838 y 1850 es un disparate mayor. Ahora bien, desde el punto de vista de su evolución como género musical, su inicio y su origen son campestres. A pesar de ser repudiado por la élite cibaeña en la segunda mitad del siglo XIX y parte del XX, el merengue típico sobrevive. Sin embargo, al asumir el poder Rafael Trujillo en 1930, empezó a enfrentar a esa élite en diferentes frentes, y uno de ellos era exaltar la virtud del merengue al permitir que orquestas tocaran a su favor. Pero durante su gobierno, una familia santiaguera de la alta sociedad hizo componer un merengue típico con las letras: “Compadre Pedro Juan, baile el jaleo...”. Esa danza que pasó por el mismo proceso que la bachata fue difundida en la radio y aceptada por la clase alta dominicana. El merengue ha evolucionado de tal forma que existen dos estilos: el típico tocado con un acordeón, una güira, una tambora y una tumbadora, a veces una marimba y la bandurria que sustituye el acordeón, y finalmente el merengue moderno tocado por músicos profesionales que enriquecen la armonía con instrumentos como el piano, la trompeta, el saxofón y los timbales. También existe en Santo Domingo el pri pri que es una música derivada del merengue típico, pero sin güira. En algunas zonas rurales de Santo Domingo se baila la zara-dunga (zara-donga) (música con tambores) y la zara-danza o zara-banda (música con danzas). En la loma de Pecado Bobo en Altamira, la tradición del Sarandunga se perdió desde los años 1960 debido a la migración interna, pero en Baní se conserva aún. Originalmente esa danza requiere de movimientos de cintura a paso lento y es una manifestación de devoción religiosa consagrada cada 24 de junio a San Juan Bautista. Tiene tres danzas, y la primera llamada “bomba” simboliza el dios creador de los congo bafiote o bacongo y la Jacana cuya rapidez puede llevar al bailarín hasta

perder la conciencia. Por eso, es reservado a las personas mayores. La zarabanda era la música de los antiguos canarios, es decir los indígenas guanches y la sarandunga fue traída a las islas canarias, particularmente a Tenerife, por los negros africanos en los siglos XV y XVI. Fuera de las plantaciones azucareras de Tenerife, los esclavos guanches y negros cantaban, bailaban y veneraban sus dioses para mitigar su dolor. Al mezclarse ambos grupos cultural y sexualmente, los tinerfeños de origen europeo asumen como propias las danzas de los esclavos que son: el Canari, el Fandango y el Zapateo. Dentro de la zarabanda existe el Canari que era dedicada al espíritu mayor de la madre tierra de los guanches, la segunda se bailaba por las masas en honor a los reyes congo (ndongo o bacongo) y la tercera era más una mezcla de elementos canarios y europeos que era bailada por personas de las clases superiores que usaban los calzados. Todavía en los años 1940 y 1950, el fandango era la danza preferida de los campesinos dominicanos y seguramente fue traída a la isla por los inmigrantes canarios de origen humilde. El educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos criticaba el juego de gallos y el fandango como dos pilares en que se sostiene la barbarie en Santo Domingo. En los campos del sur dominicano se lo bailaba con frecuencia. Cuando los músicos tocaban las tamboras, el balsié y los palos, las mujeres se enloquecían bailando. Levantaban sus faldas y los bailarines se calentaban, marcando los pasos, vociferando y toqueteando a sus parejas. Después de una minuciosa observación en las Islas Canarias en el año 1764, el investigador escocés George Glas sustenta lo siguiente: “Se baila aquí muchos tipos de danzas, en particular zarabandas, y folías., que son bailes lentos: la melodía que llamamos Joy to Great Caesar (Alegría al Gran César), etc. Las danzas rápidas son: el Canario, el Fandango y el Zapateo. La primera era la danza de los antiguos canarios; la segunda es la más que se baila por la gente popular y la última es muy parecida a la que se baila con nuestra gaita. Algunos de estos bailes pueden llamarse dramáticos, pues los hombres cantan en versos a sus parejas, quienes contestan de la misma manera. Estos isleños tienen generalmente excelentes voces y son muy pocos los que no tocan la guitarra”, (Manuel Vicente Hernández González. El Sur dominicano (1680-1795), AGN, 2008, p. 92). La maraca, la bambula, la gayumba y el quiyombo eran los instrumentos que alegraban las almas dominicanas. La gayumba era fabricaba en cuerdas tejidas de «cabuya» y con una penca de yagua de la palma real. Era una guitarra rústica, uno de los instrumentos favoritos de los esclavos congoleños.

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AREÍTO

Sábado 21 de enero de 2012

Debate

HOY

La antología poética de Mármol y Belliard

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DIÓGENES CÉSPEDES

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a antología titulada “La poesía del siglo XX en [la] República Dominicana”, de la autoría de José Mármol y Basilio Belliard, ha encontrado una crítica abierta y soterrada oposición debido a la exclusión flagrante de grandes poetas y poetisas de valor literario y menos en razón de la ausencia de método y por la teoría del signo en que se basa su concepción literaria. La oralidad chismosa de los corrillos ha sido timorata en situar los efectos literarios de la exclusión y eso se debe a que tanto los antólogos como los que les atacan tienen la misma teoría de la poesía, del signo y de la carencia de método. De modo que solo se producirán los ataques por el flanco de la exclusión, pues en secreto ellos también tienen sus poetas del signo en las antologías que no publicarán jamás. Si no yerro, la primera crítica a la antología de Mármol y Belliard ha venido de un litoral ajeno a la poesía. Se trata, con toda razón, de la reseña periodística, que atribuyo a la encargada de la página Cultur@ del diario Hoy, Clara Silvestre, del sábado 14 de enero de 2012, 2C, pues el suelto no está calzado por ninguna firma. Alimentada sin duda por la queja de varios poetas e intelectuales, la lista de excluidos es, por el excesivo número, obra de un trabajo colectivo, anónimo, que tal vez exige discreción para no provocar la ira de los autores, colocados, uno, en la cima del poder del Ministerio de Cultura y, otro, en una poderosa institución bancaria, donante selectiva de favores publicitarios, artísticos y literarios. De modo que los quejosos y preocupados por la “recién publicada antología”, como dice Silvestre, tienen mucho que perder si dan la cara y por qué arriesgarse si al fin y al cabo tienen la misma concepción poética que los autores y aspiran, sin duda, a desplazarles de los empleos que ocupan. Sólo quien no tiene nada que perder, ni espera favores y posee independencia económica, tiene capacidad de arriesgarse y sabe que no le alcanzará la furia de los autores, en caso de que se tomen esta crítica de manera personal y no textual. Al carecer de método y de teoría del valor poético, salvo que no sea la concepción tradicional de la estilística y el esteticismo que aprendieron en la Universidad de Santo Domingo, es verdad que en el prólogo Mármol y Belliard pretenden curarse en salud y hasta exorcizar las críticas que pudieran lloverles a causa de la exclusión de su osada empresa: “Una antología refleja, en todo caso, el gusto canónico, las preferencias o filiaciones electivas del o los autores de las obras. Así las cosas, hay en toda antología raciocinio y cerrazón, aciertos y desaciertos, armonías y diferencias. Desde nuestra perspectiva, lo mejor es admitir esta condición de entrada, que en modo alguno significa debilidad o vicio del conjunto de criterios con que se acometió la empresa, sino que, muy por el contrario, establece de antemano la imperfecta e intrínseca naturaleza humana de la labor crítica e investigativa y, por supuesto, de la valoración que sustenta la jerarquía de autores o el canon poético.” (Madrid, Colec. La Estafeta del Viento, s/a, p. 7, pero presumiblemente de 2011, ya que el depósito legal es de ese año). Para el caso los poetas que van del vedrinismo al postumismo, de los independientes y los del 48 hasta los de la Poesía Sorprendida, la antología es obra de los antólogos e historiadores literarios anteriores a Mármol y Belliard, quienes fijaron ya ese “canon” y, para el caso de los poetas de las generaciones posteriores, es decir, después de la muerte de Trujillo, los incluidos, salvo contadas excepciones, forman parte del círculo de amigos íntimos y adláteres de los autores y la mayoría son, como ellos, funcionarios del Ministerio de Cultura, razón por la cual se puede decir que esta segunda parte de la obra es una antología paraoficial. Trataré de mostrar que lo dicho por Mármol y Belliard, en ausencia de método y teoría del poema, responde a lo más rancio del empirismo literario y, en cuanto a que es una antología paraoficial, haré lo propio. Y demostraré que la carencia de una teoría del valor poético es la responsable de la exclu-

sión de los grandes textos de calidad literaria, exclusión fabricada por los antólogos de marras. Voy por partes, como Jack el Destripador. La primera línea del prólogo dice que “una antología refleja…”. No refleja nada. Si refleja, como creen los dos antólogos, es porque en el inconsciente se los tragó la teoría del reflejo de cualquier cosa (hasta de la famosa lucha de clases), pero en su caso, es el de la literatura, que se les grabó en la Universidad, tanto de proveniencia marxista como de la teoría metafísica del signo proveniente de la filosofía, según las cuales el lenguaje o la lengua son una representación o reflejo de la realidad o de los objetos que nombran. En esto, tanto marxistas como metafísicos tienen la misma teoría del signo. Cuando sujetos como los antólogos no lo saben, el discurso tiene más poder que ellos, y les obliga a hablar y teorizar metafísica, sin que se den cuenta. Segundo entuerto: la noción de gusto es, desde finales del siglo XIX, un anacronismo literario. Metáfora de la biología animal, hoy solo la usan los publicistas y la gente común, lo cual muestran muy bien los pararrefranes siguientes: Para el gusto se hicieron los sabores y los colores. Pero el gusto, en materia de valor literario, no decide absolutamente nada y es, por el contrario, un cliché tan anacrónico como el estilo, que según Buffon era el hombre, y que de tarde en tarde esgrime, en nuestra cultura, algún copista despistado. El gusto, el estilo y la belleza (=estética), son junto a la metáfora de la música aplicada al texto literario, los cuatro clichés mayores del empirismo que arropa todo el prólogo de los antólogos como pretendido método determinador del valor literario y por el cual decidieron elegir las muestras poéticas que figuran en su libro. Las demás nociones de su método empirista inconsciente son un prontuario ecléctico y vago que va desde los “criterios

estéticos esenciales” (p.8) hasta la retahíla de lugares comunes del empirismo que confunde los quipus incas y los códices mayas y aztecas con la escritura (Ibíd.) o la confusión entre literatura indigenista e indianista o la cruz de la armazón de su discurso antológico –la ideología del progreso– con el atraso poético o literario sufrido por nuestra cultura, con lo que los autores reproducen el etnocentrismo y el eurocentrismo al creer que los acontecimientos históricos y literarios siguen un patrón racionalista donde se avanza (progreso) o se retrocede (atraso), según la marcha universal de la historia. Si hubiesen asimilado a Tucídides, no hubiesen olvidado que no hay “sentido de la historia”, que esta no es, ni tiene, sujeto, sino que todos los acontecimientos que producen los seres humanos obedecen a motivaciones bélicas, diplomáticas, históricas, etc. “En esta perspectiva, dice Chaim Perelman, no se trata del “sentido de la historia”, puesto que son personajes múltiples quienes atribuyen un sentido a su acción y buscan realizar sus proyectos, los cuales unas veces fracasan y otras triunfan, entera o completamente.” (Les catégories en histoire”: Instituto de Sociología, Universidad Libre de Bruselas, 1969, p.135). No solo en historia triunfan o fracasan los proyectos, sino también en literatura, como es el caso de la antología de Mármol y Belliard, hecha con las nociones caducas del empirismo, pero barnizada con el vocabulario del posmodernismo, esa ideología del neoliberalismo que obliga a los despistados a hablar, escribir y seudoteorizar con los términos técnicos de la globalización. Como el título mismo de la antología, que se cree una generalización, un absoluto, un significado (=la poesía dominicana del siglo XX) cuando es en realidad una parte, una sinécdoque que anhela funcionar como el significado, es decir, como la totalidad del signo y la exclusión de los significantes.


Crítica

AREÍTO

Sábado 21 de enero de 2012

HOY

Homenaje a María Montez en agenda

ABIL PERALTA AGÜERO

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usto en un momento en que los más agudos pensadores internacionales suscriben rabiosos manifiestos contra la globalización, la especulación alimentaria y financiera global; contra las sustentaciones degradantes y decadentes de la estética y la cultura global como ejes de dominación social; manifiestos contra el relativismo, la banalización y el liberalismo, en la República Dominicana, varios cientístas sociales están haciendo públicas anotaciones y reflexiones críticas en torno a la urgencia de redefinir los valores identitarios que antropológica, cultural, social y políticamente nos sostienen como Nación, como pueblo, y como país con identidad cultural nacional propia. Ese es el panorama real de nuestro tiempo; y es más que razón para que países y pueblos como el de la República Dominicana, que por lo menos aun mantenemos estabilidad económica y social, asumamos como acción raíz, la reafirmación de valores atávicos e identitarios que nos recuerden siempre, de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde, por voluntad propia, queremos ir. Uno de esos íconos y símbolos de poderoso valor identitario lo es el origen, historia, imagen, personalidad y vida de la actriz María Montez (1912, Barahona, República Dominicana-1951, París, Francia); una mujer que desde la mitad de la primera década de su nacimiento en el Sur del país, en la naturaleza primaria de su ser, ya germinaba el místico sentimiento y pasión originaria de la construcción del mito, levantado bajo el soplo de su propia definición de vida, normado por la noción del yo-ser, lo que yo seré mañana. Los estudios de investigación biográfica y bibliográfica que sobre la vida y obra de la actriz ha documentado la escritora dominicana Margarita Vicens de Morales, son de un extraordinario valor documental para conocer y poner en manos del investigador nacional e internacional, una valiosa herramienta de trabajo para desarrollar metodologías que nos permitan afianzar, ampliar y sustentar aun más la fuerza del mito que eterniza en tiempo y espacios la dimensión histórica, artística y cultural de la estrella cinematográfica María Montez, ampliamente estudiada como ícono relevante de la cinematografía de postguerra por antropólogos, etnólogos, sociólogos, críticos de cine y periodistas norteamericanos, europeos y latinoamericanos. En la imagen, historia y personalidad de María Montez, el mito es real. “Ya no son meros dichos, sino hechos”; justo así asumió con responsabilidad cuasi mística la verdad carnal y visceral de sus estados existenciales la actriz dominicana, lo asumió como verdad irrefrenable, no como una noción de transitoriedad. Su mito artístico y personal, lo levantó y construyó ella misma, desde sus primeros signos de racionalidad concreta. Para entender ese fenómeno de carácter etnológico, antropológico y sociológico, basta conocer solo algunas de sus expresiones relacionadas con su intencionalidad mítica, documentada en varias de las centenares de entrevistas que le hicieron y que se conservan en hemerotecas, bibliotecas y filmotecas de Estados Unidos, Francia, Italia, República Dominicana y España. El sentido de leyenda referencial en torno al accionar cinematográfico, y las derivaciones de frenética afirmación y redefinición permanente de María Montez, en tanto factor de sustanciación de su personalidad como leyenda autónoma no asociada a la casta de grandes estrellas del cine norteamericano, le ganó la atención, no solo de la prensa y escritores de toda Norteamérica, Europa, Japón y América Latina, sino que personalidades cumbres como el Presidente de los Estados Franklin Delano Roosevelt, también la asumieron como un símbolo en movimiento y ascensión permanente, tanto así, que en 1944, en plena postguerra, fue designada Embajadora de Buena Voluntad de los Estados ante los países de América Latina. De esa realidad, de ese querer estar cerca de la mega estrella, no escapó la fijación de atención que su figura y su historia despertaron en prestigiosos pintores norteamericanos y europeos, como lo es el caso del muy

Así la vio Soucy de Pellerano.

María Montez en una creación de ángel Haché.

Portada de la agenda 2012.

famoso retratista estadounidense McClellan Bracly, quien pintó un magnífico y sugestivo retrato en el que capturó la sustancia psicológica de su personalidad, permitiéndole a la actriz que la publicación del mismo en influyentes revistas del cine y del espectáculo de Estados Unidos y de Europa, le abrieran las puertas que finalmente la conducirían hacia su consagración definitiva. Otros dos destacados pintores: Ernst Van Leyden y Frederick Sprague, fijaron su atención y sensibilidad creativa en la radiante y enigmática personalidad de esta mujer de tipología racial netamente caribeña. Registraron en sus telas el temperamento, cruce étnico y personalidad que revelan las raíces de origen mulato cruzado con su origen Canario/Africano-Español. En nuestro país, los ojos y manos del arte del retrato, bajo el talento, sensibilidad, y sentido de responsabilidad creativa, encontraron respuesta de orden estético y antropológico en la obra retratística del actor de cine, teatro y pintor Ángel Haché, quien en el año 1983 presentó una inédita exposición individual titulada Homenaje al Cine en el Museo de Arte Moderno de la República Dominicana, ganándose la atención y respeto de la crítica por la doble dimensión de su muestra; porque por primera vez asumía en el país en lo temático desde el género dibujo, la presentación de una exposición que marcaba como hito el haber registrado la memoria documental de grandes estrellas del cine internacional, y por haber capturado con manos de diestro dibujante momentos estelares de quien sembró la semilla del mito en el continente de su primer pensamiento racional, desde la edad de apenas siete años. Adolfo Piantini, es uno de los artistas nacionales que normado por el sentido de la conciencia crítica, apostó con una exposición individual a la revalorización de María Montez como la marca país más importante con la que habían contado hasta entonces la cultura y la sociedad dominicana para presentar credenciales tangibles de la calidad que pueden aportar, la sensibilidad y el talento dominicanos; hoy reafirmado, extendido y personalizado orgullosamente, en la obra del diseñador universal Oscar de la Renta.

El ojo y la mirada del arte, básicamente de artistas dominicanos, con el nuevo proyecto de agenda documentada que cada año edita el Grupo Corripio a través de su producto Pinturas Tropical, nos pone en contacto con la escritura visual de una producción retratística especialmente creada para perpetuar, desde la estética fisionómica del retrato, la sensible expresión de un consagrado del dibujo dominicano como lo es Ángel Haché, acompañándolo en este proyecto editorial los artistas Manuel Toribio, pasado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes y quien en sus retratos de María Montez, no solo se apropia y captura la estructura anatómica y perfil psicológico de la diva, sino que además explora y revela signos de intemporalidad en la expresión de su rostro; fortaleciendo de manera provocativa la mirada espectadora, y haciendo que la imagen de esta mujer desafíe los tiempos y perpetué aún más el mito de su verdadera naturaleza existencial. La maestra Soucy de Pellerano, la más joven y revolucionaria artista dominicana, en el sentido de su persistente capacidad de ruptura y desafío de los cánones normativos de la tradición pictórica y escultórica, nos presenta un conjunto de retratos en los que además de patentizar a la Montez iconográficamente desde los principios estéticos del retrato, también asienta y valida, desde su concepción iconológica, la atmósfera aurística de la actriz, revelándola como sujeto de creación pictórica y como sujeto asociado. La presencia en este repertorio de imágenes que desafían los principios filosóficos y estéticos de la iconografía, con la producción de retratos del joven artista Héctor Mejía en esta nueva edición de la Agenda Pinturas Tropical, nos dice qué muchos estamos en alerta ante el tormentoso rumbo que transita actualmente la sociedad dominicana; pero también que muy importantes núcleos de la vida social, económica y cultural del país tienen muy bien claro en su agenda, que la genética del ser dominicano es poderosa, noble, buena y maravillosa, de tal manera que podemos apelar a lo mejor del país, del pasado, del presente y del porvenir para afianzar y proyectar, aun más, la riqueza de nuestra sustanciosa y fuerte identidad nacional.

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AREÍTO

Sábado 21 de enero de 2012

De señal a señal

HOY

Eduardo Galeano compromiso con el ser humano Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado. El libro de los abrazos.

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DELIA BLANCO

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a Casa de las Américas acaba de otorgarle su reconocido premio al escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien en su discurso denominado “Fe de erratas”, consideró que “donde dice 12 de octubre 1492 debe decir 28 de abril de 1959”, fecha de fundación de “la Casa que más nos ha ayudado a descubrir América y las muchas Américas que América contiene”. Desde su creación en 1959, tras el triunfo de la Revolución Cubana, este Premio Casa de las Américas es considerado uno de los más prestigiosos de la región. Son muchos y muchas los intelectuales del Caribe y de Latinoamérica que se esfuerzan en obtenerlo. Este año concursaron más de 300 obras de naciones como Cuba, Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia, entre otras, en categorías como el teatro, literatura para niños y jóvenes, y hasta literatura caribeña en francés y en “creole”. El toque de Galeano no se hizo esperar cuando la noche de la entrega de la edición 53 del premio literario Casa de Las Américas, el pasado lunes 16 de enero en La Habana, en su breve discurso volvió a reiterar lo que en otros años y ocasiones había dicho sobre la titánica labor cultural de esa institución y su ayuda para “descubrir” América y su diversidad creativa en las últimas décadas. También, en su testimonio señaló: “La Casa de las Américas, nacida de la revolución cubana, lleva más de medio siglo ayudándonos a vernos con nuestros propios ojos, desde abajo y desde adentro, y no con las miradas que desde arriba y desde afuera nos han humillado desde siempre”. Con su verbo encendido concluyó señalando que la fecha de octubre “rinde homenaje” a los “presuntos descubridores” del continente, quienes “fueron más encubridores que descubridores, iniciaron el saqueo colonial, mintiendo en la realidad americana y negando su deslumbrante diversidad y sus más hondas raíces”. Sobre este periodista escritor, quien nace en Montevideo en el 1940, podemos decir que en él conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa. Estamos ante un cronista de su tiempo, muy agudo que ha convertido sus obras en un retrato de la sociedad contemporánea. En sus trabajos siempre subyace el tufillo del periodista comprometido. Siendo su nombre de pila Eduardo Germán Hughes Galeano, se inicia a los 14 años en el mundo periodístico publicando dibujos que firmaba “Gius”, por la dificultad para pronunciar en castellano su primer apellido. Luego de unos años, empezó a publicar con su segundo apellido o como Galeano. En una carrera similar a la de Gabriel García Márquez, desempeñó muchos oficios: fue mensajero y dibujante, peón en una fábrica de insecticidas, cobrador, taquígrafo, cajero de banco, diagramador, editor y un verdadero peregrino en su periplo por los caminos de América y por el mundo. En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa revista uruguaya Marcha, publicación que cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y terminó siendo silenciada por la dictadura en 1974. También, fue director del diario Época. Luego en 1973, se exilia en Argentina, donde funda y dirige la revista literaria Crisis. En su amplio periplo, en el año 1975 se instala en España, para su suerte a poco tiempo de este país recuperar su democracia. Se establece en Calella, al norte de Barcelona, y publica en revistas españolas, así como colabora con una radio alemana y un canal de televisión

mejicano. Escribe y publica muchos reportajes de corte político en los que la realidad aparece siempre golpeada por las circunstancias. En el año 1971 publica su conocida obra “Las venas abiertas de América Latina”, obteniendo su obra más popular y citada. Esta importante obra condena la opresión de un continente a través de la pluma esclarecedora que se sumerge en la amargura creciente y endémica de América Latina. Esta obra logra ser traducida a 18 idiomas, y además muy elogiada por el mundo intelectual, incluyendo a Europa. El Premio Nobel de Literatura de 1972, el escritor aleman Heinrich Böll, llegó a afirmar que pocas obras en los últimos tiempos le habían conmovido tanto. Consideramos que esta obra expone al Galeano periodista al Galeano narrador, quien continúa su ritmo ascendente de novelas y narrativas, llegando a obtener su primer Premio Casa de Las Américas en 1975, con “La canción de nosotros”. Lo que nunca ha dejado de prevalecer en inventario “Galeano” es el contexto político y social, siendo el marco central en el que transitan sus historias, historias pequeñas, pero no minimalistas, apuntó una vez Galeano. "La memoria del fuego" está estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es donde encuentra Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del verdadero devenir de los acontecimientos históricos. El cantautor español Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de estas historias de la "Memoria del fuego" para ilustrar a modo de presentación en sus recitales el tema "Che Pykasumi", que el cantautor interpreta en lengua guaraní. "El libro de los abrazos", de contenido más sutil y poético, lleva al autor a definirlo de este modo:"Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria

está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"... Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad, el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se manifiesta con la pobreza". Precisamente en "El libro de los abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración -de nuevo- a Joan Manuel Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum "Sombras de la China" (1998):

LA NOCHE / 1 No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

LA NOCHE / 2 Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.

LA NOCHE / 3 Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

LA NOCHE / 4 Me desprendo del abrazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.

Eduardo Galeano Brevemente

Reside desde 1985 -tras finalizar la dictadura uruguaya- en su Montevideo natal donde sigue haciendo su literatura y su periodismo de marcado tinte político. En la actualidad dirige su editorial llamada "El Chanchito". Su narrativa está acosada por la realidad inmediata de América Latina, transformándose sus obras, traducidas a más de veinte idiomas, en un archivo histórico-cultural de todo el continente.


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