Valores en la Iniciación deportiva, ámbito educativo

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ASIGNATURA: Iniciación Deportiva. PROFESOR: Joaquín Yáñez. GRUPO: ·

Iris González.

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Carla Belén Gutiérrez.

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Jorge Pavón.

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Alejandro Suárez. TEMA:

“Deporte en Sociedad: La educación en valores a través de la iniciación deportiva.” ÍNDICE: 1. Introducción. Definición de valores. 2. Valores en el ámbito de la educación. 3. Relación entre valores sociales y valores deportivos. 4. Los diez valores de la iniciación deportiva. 5. El rol del profesor con respecto a la transmisión de valores. 6. Propuestas prácticas para la transmisión de valores. 7. Conclusiones. 8. Bibliografía.

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1. Introducción. Definición de valores. A menudo cuando tratamos de definir un concepto, tarea no siempre fácil, suele ser de gran ayuda en primer lugar concretar precisamente lo que no expresa ese concepto. Para definir lo que no son valores, hemos encontrado la siguiente frase del célebre actor y humorista Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan tengo otros”. El concepto de valores tiene connotaciones y diferencias según el enfoque desde el que se defina. La diferencia más relevante es el carácter del valor ¿Objetivo o subjetivo? Para hacer referencia a dicha controversia hablaremos brevemente de la axiología o filosofía de los valores. Ésta se define como la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos. Clasifica los valores en positivos y negativos. Esta ciencia se fundamenta en la capacidad del ser humano de valorar el mundo que le rodea de una manera objetiva con la disyuntiva de que el valor es interpretado subjetivamente por la conciencia. Este punto genera el problema principal de esta ciencia, desde sus orígenes: la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Así, desde enfoques de corrientes posteriores a la axiología, la definición de valor para el materialismo contempla el valor como objetivo y ,en cambio, desde el enfoque idealista se divide en dos subgrupos donde unos defienden la objetividad y otros la subjetividad. Un Valor es un concepto individual de lo que es deseable frente a lo no deseable, de tal manera que los valores que tiene una persona concreta son los mismos, independientemente del contexto, y responden a su educación, la influencia social y su propia personalidad. Grosso modo, los valores están relacionados con modos de comportamiento o conducta que, cuando se incumplen, generan desequilibrios de conciencia o de sentimientos (Carlos Mª Tejero González, 2010). De las definiciones que hemos encontrado, esta es una de las que en nuestra opinión mejor recoge este concepto. 2. Valores en el ámbito de la educación:

Según Victoria Camps (1994) el compromiso de la educación con unos valores éticos es difícilmente discutible. La ética era por los griegos la forma de referirse a la formación del carácter, así pues, educar es formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales. 2


¿A qué llamamos valores éticos? Son los valores universales: abstractos y formales. Son el punto de partida común a todos los seres humanos y los que inspiran los derechos humanos. Las escuelas no dejan de ser una réplica de la sociedad, un microcosmos de los conflictos presentes en ella y, por tanto, un marco óptimo donde trabajar los valores. Algunos de los objetivos que la educación puede y debe marcarse son: ·

Educar para la igualdad.

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Educar para la libertad.

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Educar para la responsabilidad.

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Educar para la tolerancia.

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Educar para la justicia.

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Educar para la solidaridad y el civismo.

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Educar para la paz. Afortunadamente la sociedad actual muestra cierta preocupación por potenciar una

formación en valores y se pone de manifiesto en documentos oficiales que aluden a ellos en forma de temas transversales, que coinciden, en gran medida, con los citados en el párrafo anterior. 3. Relación entre valores sociales y valores deportivos.

Es indudable que cualquier juego deportivo refleja una dinámica social en miniatura: un conjunto de seres humanos en continua interrelación y evolucionando en el tiempo (Durán, 1996: 32). Hay una serie de actitudes positivas que son perfectamente trasladables desde el mundo del deporte a nuestro entorno social como la cooperación con un compañero para conseguir eficacia, el cumplimiento de unas reglas y la competencia con una adversario dentro de un marco legal o reglamentario. El deporte se muestra como un escenario idóneo para el tratamiento de la socialización en valores y actitudes. Pocas actividades curriculares como el deporte ofrecen situaciones reales y contextualizadas en las que el conflicto aparece claramente definido ( Juan Luis Hernández Álvarez, 2005). Por otra parte, lo educativo de las prácticas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos o psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas prácticas que permitan al deportista comprometer y movilizar sus 3


capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto-estructuración (Blázquez Sánchez, Domingo; 1999). Así pues se pueden enumerar una serie de valores desarrollados a través del deporte. Gutiérrez (1995) propone los siguientes:

VALORES SOCIALES

PERSONALES

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PARTICIPACIÓN

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HABILIDAD

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RESPETO

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CREATIVIDAD

·

COOPERACIÓN

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DIVERSIÓN

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RELACIÓN

·

RETO

·

AMISTAD

·

AUTODISCIPLINA

·

COMPETITIVIDAD

·

AUTOCONOCIMIENTO

·

TRABAJO EN EQUIPO

·

SALUD

·

EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS

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LOGRO

·

RESPONSABILIDAD SOCIAL

·

RECOMPENSA

·

CONVIVENCIA

·

AVENTURA

·

IGUALDAD

·

HONESTIDAD

·

COMPAÑERISMO

·

SACRIFICIO

·

JUSTICIA

·

PERSEVERANCIA

·

COHESIÓN

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AUTODOMINIO

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RECONOCIMIENTO

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HUMILDAD

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OBEDIENCIA

·

IMPARCIALIDAD

¿Qué valor o valores tiene el deporte diferente a otras actividades no deportivas? El valor agonístico que confiere la intencionalidad competitiva, la lucha contra algo o alguien, que puede ser uno mismo (Blázquez Sánchez, Domingo; 1999). Además, la competición produce excelencia, ya que al competir estamos en enfrentamiento con otros participantes. Por tanto, la idea de progreso está íntimamente unida al deporte. También se considera el deporte como un preparador para la vida, ya que la vida social es muy competitiva y nos va a exigir adaptarnos a lo que nos encontremos. 4


Le Boulch (1991) :”Un deporte es educativo cuando permite el desarrollo de sus aptitudes motrices y psicomotrices, en relación a los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad”. Los valores educativos del deporte no son aquellos que de manera habitual se le atribuyen de forma exógena: salud, compañerismo, respeto a las normas…, sino, esos otros que de forma endógena se van configurando en el individuo gracias a las condiciones en las que practicó esa, cual fuere, especialidad deportiva (Domingo Blázquez Sánchez; 1999).

Joan Junoy y Salas ( 1996) hace una selección de valores y actitudes vinculados a la práctica del baloncesto: ·

El cuidado del cuerpo y la salud.

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La igualdad de oportunidades de ambos sexos.

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La educación para la paz.

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El desarrollo de la conciencia medioambiental.

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El ocio sano o la adecuada utilización del tiempo libre.

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El enfoque positivo de la educación.

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Socialización.

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Trabajo en equipo.

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Superación personal.

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Aceptación de las normas y reglas.

4. Los diez valores de la iniciación deportiva. Decálogo de la Iniciación Deportiva. “No trates de convertirte en un hombre de éxito, sino más bien, en un hombre de valores”. Albert Einstein. Desarrollo cognitivo y acción van de la mano, así pudo demostrarlo Jean Piaget, el célebre psicólogo suizo, quien admitía estar “irremediablemente enfermo de curiosidad”, y cuyos descubrimientos devinieron claves para el desarrollo de la actividad física y el deporte como ciencia: el conocimiento se va desarrollando a lo largo de un proceso en el que el niño, a través de la acción, interactúa con su medio, esto es, la acción como nexo relacional entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento. Los niños exploran, 5


juegan, prueban, eligen, desechan, corrigen, descubren… en definitiva, van construyendo, como pequeños científicos, su conocimiento del mundo. Acción y conocimiento.

Cuando una niña o un niño se inician en un deporte lo que realmente persiguen es jugar, divertirse. Conviene recordar que el deporte es juego, una de las acepciones de la forma latina “deportare” significa precisamente divertirse, recrearse. Más tarde, con la progresión del niño en ese deporte llegará la competición, que podrá ser beneficiosa o perjudicial, en función de cómo lo vivan, no los propios niños, sino sus padres, que son el punto de referencia de los hijos, quienes a su vez aprenden no de lo que dicen sus padres sino de lo que hacen.

“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única”. Albert Einstein. Es el Deporte sin duda una Escuela de Vida, y como sucede en todas las escuelas, la calidad de la enseñanza va a depender del profesor o profesora, del maestro o la maestra. Un buen profesor, un buen entrenador, difícilmente se olvidan, uno malo, por desgracia, tampoco. Por tanto, padres y profesores, profesoras y madres, van a resultar absolutamente claves para que la experiencia del niño en la práctica deportiva constituya una vivencia enriquecedora y duradera: estamos pues ante una responsabilidad de gran magnitud. En el libro de fundamentos básicos de la iniciación deportiva en la escuela (F.J.Giménez Fuentes-Guerra, 2000), hemos encontrado el Decálogo de la Iniciación Deportiva( basado en Martens, 1989 y Wein, 1995). Se trata de un compendio de las diez reglas o consideraciones más sustanciales para este momento tan importante en la vida de los niños y niñas, que profesores y profesoras, padres y madres, debemos grabar a fuego en nuestra mente, colocarlo en un lugar fácilmente visible donde podamos leerlo con frecuencia, para que no se nos olvide, dado que se trata de los diez principios básicos que debemos tener siempre presentes cuando trabajemos con escolares: 1. Derecho de practicar, disfrutar y gozar de la competición: Todos los niños desean con impaciencia que llegue el día en el cual tienen educación física. ¿Por qué?: porque se divierten, interactúan con sus compañeros y es una actividad lúdica. 2. Derecho de ser tratado como niño o adolescente: A los niños les gusta que se les trate como lo que son, al igual que a los adolescentes. Además, es necesario que se les trate con arreglo a las capacidades que han podido desarrollar en su corta vida, las propias de su edad, no atribuyéndoles responsabilidades propias de otras edades. Por otro lado, hemos visto como un adolescente se queja por su trato con el profesor, ya que le ha tratado como 6


si fuera un niño. Además, al entrar en el instituto los profesores remarcan que tenemos que actuar no como niños, sino como adolescentes. 3. Derecho de ser entrenados por personas cualificadas: La actividad física y el deporte constituyen una materia suficientemente compleja como para ser desarrolladas por personas con los conocimientos y las competencias necesarias, es decir, la enseñanza de la práctica deportiva necesita profesionalizarse. Muchas veces nos fiamos al realizar una actividad física de un experto más que de nuestros amigos o padres. La respuesta es evidente: queremos que nos aconseje o nos enseñe una persona que esté especializada. 4. Derecho de ser atendido con la misma dignidad e interés, independientemente del talento, capacidad o resultados de la competición: Siempre vemos en las clases de educación física alumnos con más dificultades que otros. Por tanto, el profesor se tiene que adecuar a las necesidades del alumnado, independientemente de su talento, habilidad, destreza, etc. Fomentando, especialmente en el momento de la iniciación, la capacidad de los alumnos de progresar y mejorar por encima del éxito. 5. Derecho de no ser explotados, buscando aptitudes precoces: Lo que se pretende es que el alumno se desarrolle motrizmente de acuerdo a su edad, es decir, no exigir ni pretender la consecución de capacidades o ejecuciones que, por naturaleza, llegarán más tarde. 6. Derecho de competir con reglamentos adecuados a las necesidades específicas de los jóvenes: Como hemos especificado antes, algunos alumnos tendrán más dificultades y, además, por sus capacidades físicas, el reglamento tiene que variar en función de dichas capacidades. Durante años, hemos comprobado como la práctica por parte de los niños en las mismas condiciones que los adultos es más difícil. Un ejemplo claro de una adaptación es el mini-basquet: las canastas son más bajas, algunas reglas se quitan o se modifican de acuerdo a los niños, facilitando su aprendizaje y su adhesión al deporte. 7. Derecho de competir con jóvenes de su edad: Para promover la igualdad de condiciones, los alumnos de la misma edad tendrán que competir con otros de su misma edad, ya que un año puede significar, a estas edades, una diferencia muy grande en cuanto a capacidades físicas. Esto es importante ya que el niño puede frustrarse rápidamente si no juega en igualdad de condiciones. 8. Derecho a que se respeten los principios pedagógicos, didácticos, metodológicos y de entrenamiento: Nuevamente, profesionalización de la enseñanza. 9. Derecho de descubrir sus propios aprendizajes: Como es lógico, se pretende que los alumnos sean conscientes de aquello que han aprendido y para qué les sirve. Se puede lograr mediante métodos como el constructivista y el comprensivo, que tienen como finalidad comprender dichos aprendizajes y que ellos mismos descubran su aprendizaje (aprendizaje significativo). 10. Derecho de no ser campeón: Potenciar el desarrollo humano y personal por encima del éxito; buscar los aspectos positivos de la competición; enseñar a saber perder, a ganar; valorar el esfuerzo por encima del resultado. 7


5. El rol del profesor con respecto a la transmisión de valores. En primer lugar y lo más importante es que el profesor debe saber que los niños se ven altamente influenciados por ellos y que por lo tanto imitarán sus actos y actitudes en la mayoría de los casos. Es de suma importancia conocer al alumno. En las clases de educación física la comunicación no verbal es muy importante y será una de las formas de transmitir no sólo información sino también actitudes y valores. El profesor ha de tener entusiasmo: reír y sonreír, estimulación con elogios o ánimos, participación con los alumnos, inflexiones de la voz, muestra de estar disfrutando, demostraciones, gestos de apoyo y de aprobación, contacto físico con el alumno, desplazamientos y correcciones, espontaneidad…Debe seguir un estilo más democrático. Nunca deberá mostrar desinterés, distanciamiento, frustración, despersonalización… Las clases han de ser divertidas. En ningún caso el profesor enfocará sus clases a la consecución de buenos resultados como criterio de éxito o fracaso. El enfoque orientado hacia la tarea es más eficaz para promover valores y actitudes que el orientado hacia el ego. Deberá alabar tanto las mejoras como las buenas actitudes deportivas. Las críticas deben ser constructivas y no severas. Siempre es mejor ofrecer soluciones que criticar. Con respecto al orden a seguir en las clases lo primero a enseñar son los fundamentos. Se debe ir de lo más general a lo específico y de lo más sencillo a lo más complejo. Hay que tener en cuenta que los valores no se imponen, aparecen implícitos en el deporte. Para ser más directos y concisos en el rol del profesor para transmitir valores, actitudes y normas recogemos del libro La iniciación deportiva y el deporte escolar (dirigido por Domingo Blázquez Sánchez) (1995) diferentes actuaciones que deberá seguir durante su actuación en las clases: ·

Dejar claras las penalizaciones.

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Evitar que el perdedor sea excluido de la competición.

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Formar equipos igualados.

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Asignar puntos adicionales por admitir inmediatamente una falta.

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Designar como árbitros a los mismos jugadores. 8


·

No permitir que la alegría por la victoria dé la impresión de provocación.

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Discutir y reflexionar inmediatamente sobre las acciones que se están desarrollando.

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Potenciar que los alumnos se disculpen si es necesario, se den la mano, sonrían y se feliciten entre sí.

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Restarle importancia a la puntuación.

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Reforzar las sanciones en caso de trampas.

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Intentar ayudar al niño para que tenga los pensamientos adecuados mientras juega. Así la experiencia le gustará.

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Conviene cambiar las reglas si así se garantiza una mayor justicia.

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Mostrar ejemplos donde una victoria conseguida con trampas no sea algo de lo que alegrarse.

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Enseñar que hay casos en los que no se puede demostrar quién tiene razón.

6. Propuestas prácticas para la transmisión de valores. Mediante los siguientes juegos se transmitirán una serie de valores de forma divertida e implícita: ·

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·

·

·

Se colocan los alumnos en dos círculos concéntricos frente a frente. Ambos círculos se mueven en sentido contrario. A la señal del entrenador se para la rueda. Los dos alumnos que se encuentran frente a frente realizan el ejercicio que se indica. Es adecuado para circuitos de acondicionamiento físico. Se trabajan la igualdad y el hecho de realizar un ejercicio correctamente con cualquier compañero. Cada alumno tiene un balón. A la señal se lanzan los balones hacia arriba. El objetivo es que los balones estén el mayor tiempo posible en el aire sin que un alumno toque dos veces seguidas el mismo balón. Se potencia al trabajo en equipo y la ayuda mutua. Concursos de condición física donde se tiene que completar unas series concretas de ejercicios en el menor tiempo posible. Es el propio alumno quien realiza el conteo. Solo él sabrá con seguridad si ha hecho todas las repeticiones y cuánto mejoró cada vez. Se trabaja la honradez y la auto-evaluación. Juegos con puntualización inversa y donde el jugador que marca se cambia de equipo. Cuando se acabe el juego será difícil saber quién es el ganador. Se trabaja la relativización del resultado. Partido de voleibol. El objeto del juego es hacer un intercambio completo de equipo. Cuando uno de los jugadores lanza la pelota por encima de la red, se cambia de campo y pasa al otro equipo. Se trabaja la igualdad de oportunidades para todos, el trabajo en 9


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equipo y la cooperación. Si los chicos tienden a acaparar la pelota éste será un buen juego para la participación de las chicas. Juegos de correr con los ojos tapados con un compañero de guía, o juegos de balón usando la mano no dominante. Se trabaja la conciencia positiva hacia las minusvalías físicas.

Ejemplo de una organización a nivel de comunidad: Los Juegos Deportivos Escolares de Cataluña (JDEC). Son un programa de promoción deportiva para jóvenes en edad escolar (6 a 16 años), que convoca la Secretaría General del Deporte de la “Generalitat de Cataluña” y que organiza y ejecuta la Unió de Consells Esportius de Cataluña, a través de sus 45 Consells Esportius. Este programa utiliza la competición como medio para conseguir potenciar toda una serie de valores. Se organizan fases: locales o comarcales, provinciales y nacionales. Su máximo objetivo es “facilitar el acceso a la práctica deportiva del máximo número de jóvenes en edad escolar, que esa práctica deportiva tenga un alto contenido educativo, y que favorezca la interrelación social y la continuidad en la práctica deportiva”(García Edo, Albert; Bartolí i Guillemat,Joan; 2005). Una de las medidas tomadas es la modificación del reglamento para cumplir con dichos objetivos: ·

Facilitar el tránsito de un deporte a otro.

·

Adaptar las exigencias y crear niveles.

Se han ido creando una serie de acciones paralelas y transversales al programa JDEC, que incide en aspectos como la mejora de la calidad, el aumento de la participación y la corrección de los problemas o disfunciones que puedan surgir. Ejemplos: ·

Encuentros de centros educativos.

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Concurso cultural deportivo.

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Planes de promoción.

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Concurso de juego limpio.

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Planes de formación y profesorado de educación física.

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Grupo de trabajo de Ética y Valores en el Deporte.

7. Conclusiones. En nuestra opinión, a la vista de todo lo anterior y por nuestras propias convicciones, difícilmente un profesor o un entrenador podrá educar en valores si no es verdaderamente un hombre o mujer de valores, y esto está directamente relacionado con que el profesor constituye un modelo para sus alumnos, que le imitarán. 10


La actividad física y el deporte como asignatura dispone de una especial ventaja frente a otras materias: su carácter lúdico, el hecho de que en esta asignatura nos divirtamos, facilita que el alumno esté más receptivo a todo lo que en ella se transmite.

Otro factor diferencial de esta materia viene dado la gran capacidad de comunicación que conlleva, no sólo verbal, sino muy especialmente no verbal, incluso con contacto físico por el propio desarrollo de las actividades: corrección postural, mecánica del movimiento etc.

Importancia clave del enfoque a la tarea del profesor, potenciando la progresión y evolución positiva del alumno especialmente en actitudes y valores por incluso de las destrezas físicas.

El profesor tiene que tener especial habilidad a la hora de hacer críticas, siempre desde un enfoque positivo y constructivo, empezando por resaltar lo positivo, para no desmotivar al alumnado. Hacer críticas siempre es delicado, cualquiera que sea la edad del receptor, y creemos que los niños pueden ser especialmente sensibles a la crítica.

Los valores no se imponen sino que se fomentan y transmiten.

En una sociedad en clara de crisis de valores, en la que todo se mide por los logros materiales, por el beneficio a corto plazo, con la del mínimo esfuerzo, donde frivolizamos con los valores, todos hablamos de ellos de cara a la galería y los trivializamos no teniéndolos presentes en los momentos decisivos, la pregunta que formulamos es: ¿vale la pena educar en valores a los alumnos que van a vivir en una sociedad que no reconoce estos valores? ¿Qué ventajas aportará a los alumnos estar educado en valores frente a los que no lo están?

Nosotros consideramos que en efecto merece la pena, puesto que la motivación intrínseca de las personas es más poderosa que la extrínseca, en la primera situaríamos los valores frente a la segunda, en la que incluiríamos las recompensas materiales. En este

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sentido nos gustaría mencionar el libro: “El hombre en busca de sentido”, de Víktor E. Frankl.

8. Bibliografía.

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BARTOLA i GUILLEMAT, JOAN; CRUM, BART; GARCÍA EDO, ALBERT; GARCÍA PRECIADO, VENTURA; HERNÁNDEZ ÁLVAREZ, JUAN LUIS; LÓPEZ CREPO, CLARA; SÁENZ-LÓPEZ BUÑUEL, PEDRO, VIZUETE CARRIZOSA, MANUEL (2005): Valores del Deporte en la Educación. Madrid. Ministerio de Educación y Ciencia, Secretaría General de Educación.

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BLÁZQUEZ SÁNCHEZ, DOMINGO (1999): Iniciación deportiva y el deporte escolar. Barcelona. INDE, 4ª edición.

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CAMPS CERVERA, VICTORIA(1994): Los valores de la educación. Madrid. Grupo Anaya.

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CONTRERAS, O.;TORRE, E.;VELAZQUEZ, R.(2001): Iniciación deportiva. Madrid. Síntesis.

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GIMÉNEZ FUENTES-GUERRA, F.J. (2000): Fundamentos básicos de la iniciación deportiva en la escuela. Cádiz. Wanceulen editorial deportiva S.L.

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SALAS JUNOY, JOAN (1996): La actividad física y deportiva extraescolar en los centros educativos. Madrid.

Ministerio de Educación y Cultura, Secretaría General de

Educación . -

PRAT GRAU, MARÍA; SOLER PRAT, SUSANNA (2003): Actitudes, valores y normas en la educación física y el deporte. Reflexiones y propuesta didácticas . Zaragoza. INDE.

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