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COMUNICADO: IV ENCUENTRO DE INVESTIGADORES

Durante los primeros estudios que se hicieron conforme a la integración de componentes tecnológicos en las aulas de clase se tenía una premisa equivocada sobre el hecho de que incorporar tecnología a los diferentes procesos o dinámicas sociales, bien sea para ejercicios comerciales o educativos, en este caso, atribuía por sí mismo al bienestar y soluciones que se veían reflejados en el aumento de la capacidad económica.

Sin embargo, con el tiempo se demostró que esto no era cierto, debido a que el componente tecnológico aislado de una cultura que entiende y aplica conocimientos digitales genera brechas, ya que no todos adquieren de forma empírica las habilidades necesarias para el dominio de la tecnología, por lo que, en el contexto educativo, el concepto de alfabetización se trasladó a las competencias digitales.

Pero ¿Por qué es esto importante? Si se analiza el entorno cotidiano y se hace una reflexión sobre cada uno de los componentes que rodean al ser humano en el día a día, se evidenciará lo que muchos expertos ya denominan sociedad hipertecnologizada, sociedad del conocimiento o sociedad líquida. Conceptualmente, estos encabezados representan a una sociedad que está sumergida en un contexto ampliamente tecnológico que muchas veces condiciona procesos sociales; por lo que es tan importante estar preparado y adquirir las herramientas suficientes para hacer frente a los problemas o retos de carácter tecnológico que irán surgiendo poco a poco conforme a la evolución en términos digitales.

Un ejemplo de lo anterior se puede apreciar gracias a un estudio que contempló el impacto de características globales cuando la cultura de un lugar determinado se extrapola a una comunidad más allá de un territorio con límites terrestres, sino que, más bien, contempla límites en el idioma. Este es el caso de los hispanohablantes: ciudadanos de América Latina y de España que han llegado a compartir un mismo espacio de apropiación cultural y dialéctico gracias a programas o influenciadores a los que son expuestos por la tecnología.

Es necesario propiciar las condiciones que permitan el oportuno cambio metodológico, de forma que el alumnado se convierta en un elemento activo en el proceso de aprendizaje. Ellos, actualmente, han cambiado de forma radical en relación con los de su generación anterior.

La globalización y el impacto de las nuevas tecnologías hacen que sea distinta su manera de aprender, de comunicarse, de concentrar su atención o de abordar una tarea.

Se afirma que la competencia digital es específica y particular para la cualificación docente, a diferencia de otros miembros de la sociedad, debido a su componente pedagógico. A un profesor no le basta con dominar los recursos digitales, sino que tiene que saber integrarlos en el aula; encontrar formas de aplicación y transformación de esos recursos para que, a su vez, los estudiantes puedan hacer lo mismo (luego de un proceso de apropiación, uno de transferencia).

En sí, el concepto de transformación digital educativa incluye el conjunto de actuaciones orientadas a la mejora y modernización de los procesos, procedimientos, hábitos y comportamientos de las organizaciones educativas y de las personas que, haciendo uso de las tecnologías digitales, mejoran su capacidad de hacer frente a los retos de la sociedad actual. Esto conlleva al perfeccionamiento del aprendizaje competencial, en la mejora de la experiencia de los resultados de aprendizaje y en el refuerzo de la equidad. La TDE se encuadra dentro de los marcos de referencia relativos a la competencia digital elaborados por la Unión Europea; además, esa transformación digital engloba tres ámbitos de actuación: organización y gestión de los centros docentes, procesos de enseñanza-aprendizaje e información y comunicación, tanto interna como externa.

15 de septiembre de 2021

Romina Ana Molina García, nueva Directora de Internacionalización y Cooperación | Anuncio de la Dirección de Talento Humano

Romina Ana Molina García es ingeniera Industrial de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Actualmente está cursando IV semestre de la Maestría en Administración de Empresas e Innovación de la Universidad Simón Bolívar y cuenta con un Diplomado en Internacionalización de la Educación Superior del COLAM-OUI.

Fue coordinadora del Nodo Caribe de la Red Colombiana de Internacionalización (RCI). Además, realizó el acompañamiento en Internacionalización a 8 IES de la región Caribe en un proyecto del Ministerio de Educación Nacional.

Tiene experiencia en la implementación de políticas de internacionalización institucionales, gestión y administración de proyectos de cooperación internacional y diseño de estrategias y convocatorias para fomentar la internacionalización y la movilidad de estudiantes de pregrado y posgrado. Se venía desempeñando como Coordinadora de Internacionalización de la Investigación y Cooperación en la Unisimón.

¡Éxitos en todos sus proyectos laborales!

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