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COMUNICADO: ¡FELÍZ DÍA MAMÁ

Los niños no están asistiendo a colegios, ni a guarderías, por tanto el llamado de atención es para los padres y acudientes, personas mayores que conviven con ellos en el hogar, para llevar los protocolos de autocuidado responsablemente, de no ser parte de aglomeraciones, ni reuniones sociales que puedan estar poniendo en riesgo la salud también de los más pequeños.

El problema del COVID ha afectado a todos, sin embargo, estudios han demostrado que en los menores se ha hecho evidente que el aislamiento y todos estos elementos vividos durante la pandemia están afectando su salud mental y física. Uno de esos estudios, realizado en China, demostró, al medir el impacto social de la no práctica de actividad física y la soledad en el marco de la salud de los niños y adolescentes, que esta población tiene comportamientos fluctuantes, distractores; sienten miedo a hacer preguntas sobre la pandemia y los temas que la acompañan, sienten irritabilidad.

Es importantísimo entonces, como adultos responsables, dar cabida y atención a las nuevas necesidades que los niños están mostrando con sus cambios de actitud y comportamiento durante este tiempo en casa.

En este nuevo año donde las medidas restrictivas y de aislamiento han cambiado, pero que se mantienen desde muchos aspectos, los niños y niñas, luego de lidiar con un año de encierro en el que no se les permitía salir más de media hora tres veces por semana, según lo decretado desde mediados de la pandemia en su primera y más larga etapa, del uso permanente del tapabocas, alcohol y el gel antibacterial, lograron vislumbrar la alternancia en las instituciones de educación, y miles de niños y jóvenes comenzaron a asistir nuevamente a las escuelas de forma controlada y con todos los protocolos de bioseguridad.

Sin embargo, con la llegada del tercer pico, esa nueva realidad con bocanadas de libertad para los más pequeños se vino abajo, obligándolos a volver a una modalidad netamente virtual nuevamente desde casa. Muchos consideran que de esta forma el agotamiento por la presión de las labores académicas que deben ser realizadas siempre de forma digital es mucho mayor, sumado al aislamiento y la soledad, genera en los niños problemas de salud mental, entre otros.

Entonces, para hacer frente a esta situación, es esencial que los adultos tomen toda la responsabilidad requerida para llevar un buen acompañamiento en el hogar. Lo primero que se debe tener en cuenta para lograrlo es eliminar de lo cotidiano aquellas actividades que agotan la energía de los niños y niñas, por ejemplo, hablar del futuro, ya que esto les puede generar ansiedad; llevar una mala alimentación, con excesos de carbohidratos y azúcares; el desorden, un espacio de trabajo o una habitación desordenada les puede generar distracciones que les obstaculicen y desmotiven en sus tareas diarias; hablar con personas negativas, familiares o personas cercanas que solo comunican quejas y fatigas; no descansar lo suficiente, no darles el espacio necesario para dormir o no llevar rutinas que les ayuden a fijar sus horarios de descanso. Eliminar estos factores, entre otros, puede ayudar a avanzar como familia.

En cuanto a la parte física, la OMS advierte que el sedentarismo o inactividad física es el cuarto factor de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles. El confinamiento ha enfatizado más este riesgo, aumentando la obesidad, deteriorando la salud cardiovascular y provocando estados depresivos en estas personas, entre muchas otras afectaciones.

Las recomendaciones entonces en cuanto a la actividad física para niños y jóvenes, de los 5 a los 17 años, están enfocadas en preparar para ellos juegos, deporte, actividades recreativas, ejercicios programados, trabajando esto de forma integrada con los miembros del núcleo familiar que los rodean. Esto con el fin de mejorar su función cardiorrespiratoria, su salud muscular y ósea. El tiempo recomendado es de 60 minutos diarios de actividad física, con intensidad de moderada a vigorosa, o mínimo tres veces por semana.

La fisioterapeuta culminó su apreciación reiterando en la invitación a comprometerse más con las necesidades que los niños y jóvenes están mostrando hoy en día, a estar muy atentos a los cambios que ellos puedan presentar y a darles un acompañamiento apropiado desde hábitos y conductas saludables que los ayuden a superar de la mejor forma las limitaciones y frustraciones del confinamiento.

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