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BRISA CARIBE CON JUAN CARLOS MARÍN ESCOBAR

LIVE: VACUNACIÓN COVID-19 VÍA FACEBOOK – FEBRERO 22 DE 2021 LINK: https://www.facebook.com/watch/live/?v=438143190634082&ref=watch_permalink

Una vez más, desde la Dirección de Comunicaciones, la Universidad llevó a cabo un encuentro virtual para socializar con la comunidad algunos de los temas más relevantes en época de pandemia en este 2021. En esta ocasión, el Dr. Dinno Fernández, internista e infectólogo, fue el encargado de liderar la charla sobre Vacunación Covid-19.

El especialista inició su intervención recordándole a la audiencia conectada la importancia de mantener los protocolos de bioseguridad y demás acciones preventivas contra el Covid-19, ya que, a pesar del levantamiento de muchas de las restricciones en este nuevo año, el virus continúa latente.

Es por esta razón que la vacunación se convierte ahora en el mecanismo de defensa más importante con el que cuenta la sociedad. La ruta más sólida para superar esta crítica etapa de la historia del mundo disminuyendo el contagio y la portabilidad.

Dicho esto, el especialista brindó un concepto de vacuna apropiado para contextualizar a todos los asistentes, en especial a aquellos que no tienen mucho conocimiento sobre el tema. El Dr. Fernández afirmó que una vacuna es un instrumento biológico, y en este caso, una herramienta de salud pública, para activar y fortalecer el sistema inmune frente a determinados agentes, específicamente de los virus. Cada persona posee cualidades específicas frente a la inmunidad del sistema, es decir, esas características tanto humoral como celularmente que tienen efecto en la protección del cuerpo ante virus y bacterias.

La inmunidad se puede conseguir de forma natural, a través de los procesos propios del sistema inmunológico de cada individuo, o artificial a través de vacunas. Cuando el cuerpo se contagia de alguna enfermedad, este al superarla genera inmunidad, denominada científicamente como inmunidad activa por infección natural; son pocos los casos que pueden causar reinfección, que en el caso del Covid-19 este aspecto sería la excepción y no la norma. La otra forma de conseguir inmunidad, como se venía diciendo, es a través del uso de una vacuna, cuando se adquiere una inmunidad activa artificial.

Por otro lado, la inmunidad de rebaño es el resultado de adquirir una inmunidad a nivel colectivo, bien sea por infección natural o por vacunación, con el fin de disminuir la población susceptible al virus y, a su vez, cortar la cadena de propagación. En Colombia, para alcanzar la inmunidad de rebaño se necesitan 35 millones de personas con inmunidad.

Otra forma de generar inmunidad se denomina inmunidad pasiva, que es la que se logra luego de transmitir anticuerpos a través de la administración de plasma convaleciente, es decir, anticuerpos de otra persona que haya estado en contacto con el virus y haya generado inmunidad de forma natural. Sin embargo, como bien dice su nombre, es una inmunidad pasiva porque el cuerpo no ha generado por sí mismo esa inmunidad, dicho de otra forma, una inmunidad prestada. Mientras que la inmunidad que se genera con la vacuna es tanto humoral, es decir, de anticuerpos, como celular.

Muchas de las dudas de la población giran en torno a la seguridad de esas vacunas dado que se realizaron rápidamente. Sobre esto, el especialista señaló que es el resultado de un trabajo colectivo a gran escala, no solo de Colombia, sino del mundo entero, ya que todos los países del globo tenían la misma prioridad en cuanto a la generación de una vacuna óptima. Virus como este, capaces de infectar a la población global sin discriminación de género, estrato social, etnia, etc., se convirtió en el problema número uno en el orden mundial.

No obstante, esto no quiere decir que se cumplieron todas las fases de ensayo clínico para generar las vacunas. En el caso de la vacuna contra el Covid-19 se llevaron a cabo ensayos de 3 fases: fase uno, en la cual se determina inicialmente su seguridad y sus efectos biológicos, incluida la inmunogenicidad; fase dos, para determinar la eficacia de la vacuna en un número limitado de voluntarios, y fase tres, donde se evalúa de forma más completa la seguridad y la eficacia en la prevención de las enfermedades e involucran una mayor cantidad de voluntarios que participan en un estudio multicéntrico adecuadamente controlado.

El Dr. Fernández también resolvió dudas acerca de lo que abiertamente se cree sobre la durabilidad de la inmunidad luego de infección natural, de la cual la gente estima un periodo no superior a 3 meses luego del cual se tiene riesgo de volver a contagiarse. Frente a esto, se dijo que el periodo real de estimación oscila entre los 4 y los 6 meses, dentro de los cuales la persona puede estar segura en más de un 90% que tiene completa inmunidad. Cabe resaltar que las personas que han atravesado y superado la enfermedad de forma natural sí se pueden vacunar, la recomendación por parte de las autoridades sanitarias y científicas es hacerlo después de cumplidos los 90 días.

Otra pregunta relevante abordada durante el En Vivo fue sobre la posibilidad que existe en que una persona con inmunidad continúe siendo transmisora del virus. Al respecto, el especialista contestó que sí es posible, sin embargo explicó que hay que entender que se trata de conceptos diferentes. Cuando se habla de eficacia se hace referencia a la capacidad de inmunidad de la que se provee al sujeto. Otro factor importante que hace parte de los objetivos de estudio de una vacuna es la protección, que es la capacidad de disminuir el impacto del virus una vez el cuerpo ha sido infectado para evitar niveles letales del desarrollo de la enfermedad. Y hay otro componente, que es el que se analiza una vez la vacuna ya está en circulación, que es la efectividad, este último solo se puede conocer tiempo después de poner en marcha los programas de vacunación luego de hacer una comparativa entre la predicción de eficacia, que se establece en etapa de ensayo, y el comportamiento real de la vacuna respecto a la población.

Se habló también sobre cuáles son las vacunas con las que se va a poder contar en Colombia. A propósito de esto, el Dr. Dinno comentó que el país inició su plan de vacunación con un lote de 50.000 vacunas de Pfizer, pero también compró un lote de vacunas de Johnson de 9 millones, que es de una sola dosis, igualmente tendrá a su disposición vacunas Sinovac, Moderna y Oxford/AstraZeneca.

Desde el punto de vista de eficacia, la vacuna de Pfizer tiene una eficacia del 95%, dos dosis con intervalo de 21 días; la Sinovac, del 50,2-90% (50,2% en personal sanitario, pero en cuanto al resto de la población mostró eficacia similar en un 90%), dos dosis con intervalo de 0 a 21 días; la Janssen de Jhonson&Jhonson, del 66-85%, única dosis; la Moderna, del 95%, dos dosis con intervalo de 28 días, y la Oxford/AstraZeneca tiene una eficacia del 63,9%, dos dosis con intervalo de 28 días.

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta son las contraindicaciones de la vacuna, es decir, quienes no se deben vacunar. En primer lugar, no se pueden vacunar con la segunda dosis las personas que hayan hecho reacción alérgica o un evento adverso grave a la primera. Sin embargo, en general la vacuna está contraindicada en las personas con historia de haber tenido reacciones alérgicas graves (por ejemplo, anafilaxia) a algún componente de la vacuna. Es posible consultar la lista de ingredientes de cada vacuna en sus respectivos prospectos publicados en la web del Centro de Información online de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Ya para concluir este encuentro, el especialista hizo un llamado a no nacionalizar las vacunas y a no darle fuerza a los rumores que discriminan a unas y otras, también señaló que la mejor vacuna es la que se tenga a disposición para una aplicación segura, ya que todas cuentan con rangos similares de eficacia y una protección de más del 98%.

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