!ACTUALIDAD ACTUALIDAD
Las profesiones contribuyen a visibilizar las enfermedades raras Muchos de los miembros de Unión Profesional concienciados con la realidad de millones de personas que sufren alguna enfermedad rara se unieron a los actos organizados por la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) en el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Este tipo de enfermedades afectan al 7 % de la población mundial y en España aproximadamente existen más de 3 millones de personas con enfermedades poco frecuentes. La escasa inversión en investigación de los últimos años obliga a los profesionales sanitarios y a los afectados a reclamar que este tipo de patologías sean consideradas como una «prioridad social y sanitaria» en el sistema español de salud. La Estrategia Nacional de Enfermedades Raras prevé unos objetivos y recomendaciones basados en siete líneas estratégicas: información, prevención y detección precoz, atención sanitaria, terapias avanzadas, atención sociosanitaria, investigación y formación. Con la finalidad de mejorar la atención de los pacientes y facilitar a los profesionales el control de estas enfermedades se ha aprobado un real decreto para su regulación básica y la adecuada coordinación entre los registros de las distintas comunidades autónomas. Esta herramienta permite tener un censo actualizado de los pacientes, conocer la incidencia y prevalencia de las enfermedades raras y poder así planificar la gestión sanitaria de estas patologías, ya que se puede evaluar la historia natural de las enfermedades poco frecuentes con el fin de poder adaptar la atención sanitaria a las necesidades concretas de cada enfermo y poder realizar un mejor seguimiento de las mismas.
nº 160 g marzo-abril 2016
La salud mental en los tiempos de internet Luis Muiño Psicólogo
«El mundo no lo cambian las ideologías, sino las tecnologías», dijo Aldous Huxley. Ciertas técnicas, desde luego, han alterado radicalmente al ser humano. La agricultura, la imprenta, la máquina de vapor y los anticonceptivos, por ejemplo, tuvieron un efecto expansivo tanto por fuera (nuestra forma de vida) como por dentro (nuestra psicología). Hay personas que eligen oponerse a estas revoluciones mentales. Hubo intelectuales, por ejemplo, que avisaron del caos social que produciría el acceso a la información que ofrecía la imprenta. Más tarde, otros advirtieron furibundamente contra la posibilidad de viajar en trenes: la expansión de la vida social acabaría con el amor y la amistad estables. Los profetas sombríos hacen alarmismo centrándose en las características psíquicas que las nuevas tecnologías dejan de lado. Anticipar consecuencias psicológicas que no se han producido es muy gratificante intelectualmente porque nadie puede demostrar que no vayan a suceder. Los catastrofistas venden miedo a las nuevas tecnologías recordándonos la disminución de la capacidad de concentración, el riesgo de la excesiva procrastinación (tendencia a postergar lo importante) y la dificultad para el manejo de la hiperestimulación. Desechan todos los factores de salud psíquica que potencia internet. Como psicoterapeuta, divulgador y director del Máster de Recursos Humanos en la Era Digital de AM Formación, puedo enumerar algunos de ellos. Las nuevas tecnologías nos han ayudado a mejorar las relaciones, que ahora se basan más en afinidades y dependen menos de factores superficiales, como el atractivo o la cercanía física. Han mejorado, asimismo, las relaciones laborales: al permitir mayor libertad se evita el abuso de autoridad y se potencian carreras que se hubieran quedado estancadas generando desesperación. También nos están ayudando a luchar contra problemas mantenidos por culpa de ambientes asfixiantes (maltrato físico, trastornos de alimentación, psicosis,…). Han eliminado tabús ayudando a luchar, por ejemplo, contra muchos problemas sexuales. Y han normalizado problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, consiguiendo que las personas que los sufren se sientan más comprendidas y acompañadas. «Maestro… ¿Cuál es el secreto de tu serenidad?» pregunta un aprendiz budista. «Cooperar incondicionalmente con lo inevitable», responde el sabio. Oponerse a las nuevas tecnologías es solo útil para el postureo intelectual: tarde o temprano nuestra salud mental nos pide volver a fluir con lo ineludible y aprovechar las ventajas psíquicas que nos ofrecen.
Profesiones g 9