Portada En los primeros años de su carrera, en algunos círculos de la industria cinematográfica española, estuvo de moda referirse a Alejandro Amenábar utilizando el descriptivo mote de Orsoncito. Orson Welles había protagonizado, dirigido, coescrito y producido su primer largometraje, Ciudadano Kane, con sólo 25 años; Alejandro Amenábar guionizó, realizó y musicó su opera prima, Tesis, antes de cumplir los 23. Lo que al principio llamaba más la atención de sus colegas de profesión era la precocidad y el talento multiusos del recién llegado. La fama de niño prodigio que acompaña a Amenábar desde entonces ha ido acentuándose con el tiempo. A ello ha contribuido su carácter reservado, su físico inquietante y su manía de trabajar en el más absoluto de los secretismos. A pesar de no exhibir la misma exuberancia verbal y promocional que Pedro Almodóvar, Santiago Segura o Álex de la Iglesia, él ha logrado consolidar una imagen de chico serio y responsable, inmune a los fracasos. Alejandro Amenábar nació en Chile un 31 de marzo de 1972. Fue el segundo hijo de un matrimonio formado por un ama de casa española y un técnico industrial chileno. Quince días antes de que Pinochet diera el golpe de estado, toda la familia se trasladó a vivir a España. El aún no había cumplido los dos años.
Los dos hermanos Amenábar crecieron y se educaron en Madrid. Alejandro era un niño solitario, que pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación, escribiendo cuentos o componiendo música. Como en su casa no le dejaban poner la televisión, tenía que irse a verla a la de unos vecinos norteamericanos. Así descubrió el cine. Al finalizar COU, Alejandro pensó en matricularse en la Facultad de Bellas Artes, pero al final se decidió por la carrera de Ciencias de la Información, en la especialidad de Imagen. Estudió en la Universidad Complutense de Madrid. No fue lo que se dice un alumno modelo: prefería la práctica a la teoría. En cuanto podía conseguir prestada una cámara, abandonaba las clases para ponerse a rodar cortometrajes con sus amigos. El primer corto de Amenábar, grabado en vídeo, se tituló La cabeza. Obtuvo un premio en el Festival de Cine y Vídeo de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA). El segundo, Himenóptero, también en formato digital, ganó en el Festival de Cortos de Elche. Después de verlos, el productor y realizador Jose Luis Cuerda se animó a producirle un cortometraje en 35 milímetros, Luna, que también consiguió varios galardones. En estos cortos ya intervinieron algunos de sus colaboradores habituales en el futuro, como el actor Eduardo Noriega y el guionista Mateo Gil.
TESIS
Entusiasmado por el talento en bruto de su protegido, Cuerda decidió producir Tesis en 1996, que se convertirá en su primer gran éxito. Este ingenioso y trepidante thriller de suspense, que gira en torno al polémico tema de las snuff-movies y la violencia mediática, lanzó a dos nuevos actores, Noriega y Fele Martínez, y recuperó a la ex niña prodigio Ana Torrent. Seis Goyas y docenas de premios internacionales corroboran el entusiasmo de millones de espectadores. A estas alturas, Amenábar ya había abandonado sus estudios. Dejó pendientes dos asignaturas de tercero; otras dos de cuarto, y todas las de quinto. Uno de los profesores que le suspendieron, el crítico cinematográfico Antonio Castro, se convirtió en inspiración del personaje que hace de villano en Tesis. ¿Venganza? ¿Broma? El afectado por el malévolo guiño aseguró que él nunca suspendió a Alejandro: «Lo que pasa es que nunca se presentaba a los exámenes».
ABRE LOS OJOS
Pero por si el principio no nos había parecido suficiente, el segundo as que Alejandro se guardaba en la manga mantuvo el listón de su anterior trabajo. En 1997 realizó Abre los ojos, un thriller de ciencia ficción con un comienzo confuso que presentaba una recreación paranoica entre ficción y realidad, apariencia y verdad. En las propias palabras del director, “Abre los ojos habla sobre la alienación. Sobre todas las alienaciones. ¿Qué sabemos de lo que nos rodea? ¿De cuántas maneras diferentes se puede percibir una misma realidad? En este sentido para mí fue un reto en lo que respecta a la colocación de la cámara, al punto de vista a adoptar como director. Jamás había dudado tanto sobre
mi papel como observador. En la película se habla mucho sobre las apariencias, sobre lo que creemos que es real o no. Todo lo que ocurre en la película está siempre en la mente del personaje que interpreta Eduardo, que además está recluido en un psiquiátrico. Pero, ¿quiénes son todos los demás personajes? En esta historia se plantean un montón de preguntas que se responden sólo al final. Muchas veces hemos tenido la sensación de que ya hemos vivido algún momento y lo que yo pregunto es: ¿Y si realmente ya lo hemos vivido?”.
LOS OTROS
Definitivamente 2001 fue el año de la confirmación definitiva de Alejandro, además de su bautismo de fuego en Hollywood. Ese año se estrenó Los Otros, una película de misterio, suspense y terror gótico que cuenta la historia de Grace (Nicole Kidman), quien a finales de las II Guerra Mundial vive sola en un aislado caserón victoriano en la isla de Jersey junto a sus hijos dentro de estrictas normas. Esta película ostentó además durante mucho tiempo dos importantes récords para nuestro cine, ser la película española más cara de la historia y también la más taquillera. A partir de aquí el nombre de Amenábar empezó a ser reconocido por todos los rincones del mundo –incluso Gwyneth Paltrow tendría que aprender a pronunciarlo en condiciones la noche que le entregó un Oscar, pero eso sería unos años más tarde- y su talento empezó a gozar del reconocimiento que merecía. Por esta película obtuvo de nuevo tres premios Goya, como ya ocurriera con Tesis, al mejor guión original, mejor dirección y mejor película.
MAR ADENTRO
Tras haber hecho pleno con tres de tres, en 2004 Alejandro