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ESPECIAL: ENSILADO DE HIERBA

EN UN ANÁLISIS DE UN ENSILADO NO DEBEMOS VALORAR UN SOLO DATO, SINO EL CONJUNTO DE DATOS QUE FORMAN PARTE DE LA UNIDAD RELACIONADA

Si nos quedamos solo con el valor de proteína bruta, la muestra 1 podemos considerarla la mejor, pero su proteína disponible es 1,34 puntos inferior; las pérdidas han sido considerables y, además, debemos pensar no solo en la pérdida de proteína, sino que un porcentaje de nitrógeno amoniacal del 21 % nos va a estar afectando en otros procesos.

Estas son cuatro muestras de diferentes explotaciones, pero podrían ser cuatro silos diferentes de la misma explotación. En ese caso, el ganadero o técnico que le corresponda debería estudiarlos con detenimiento y valorar cuál es el más apropiado a cada lote de animales o cada época del año (sería una gestión de los silos a partir de los datos del laboratorio).

A la vista de estos valores, la reflexión que debo hacer es la siguiente: ¿Qué me ha pasado en el silo número 1 para que la pérdida de nitrógeno haya sido tan importante?

- He pisado poco

- He tardado mucho en cerrarlo

- He utilizado un mal plástico, etc.

Lo que ya sería ideal es poder evaluar esta información en los ensilados de varios años, porque ello me lleva al conocimiento, que es una mezcla de experiencia, valores, información..., que sirve para incorporar nuevas experiencias y más información, lo que es útil para la acción. El conocimiento se deriva de la información y esta se deriva de los datos. Para que la información se convierta en conocimiento es necesario realizar acciones, como por ejemplo en nuestro caso de ensilados: a) Predicción de consecuencias: la utilización de un mal ensilado nos trae problemas a corto o largo plazo (rechazo, disminución de consumo, problemas digestivos...). b) Comparación con otros elementos (distintos conservantes, distintos cierres, etc.). c) Conversación con otros portadores de conocimiento (no pensar que lo sabemos todo).

Otra serie de datos que podemos tener son los originados por el proceso de fermentación. Hasta ahora era habitual como indicativo de evaluación de este proceso la medida del pH. El proceso de formulación dinámico es más completo si, además, lo nutrimos con los valores de ácido láctico, ácido acético y ácido butírico.

En la muestra 1 está claro que no hubo desarrollo de fermentación láctica, que pudo deberse a varios motivos: no había azúcares en la planta, bajas temperaturas que provocan un retraso, las levaduras pudieron consumir los azúcares, etc.; se desarrolló fermentación acética prolongada y una fermentación butírica muy importante.

Simplemente, con el dato de pH de la muestra 1 no tendríamos toda la información suficiente para manejar este ensilado. En este caso debemos estudiar y reflexionar sobre las diferentes etapas que hemos realizado y cómo lo hemos hecho, porque es algo que no deberíamos permitirnos repetir; debemos considerar si este silo vale para utilizar o los problemas serán mayores que las ventajas.

Podríamos hacer el mismo estudio de datos para cada bloque de nutrientes con el objetivo de que nos proporcionen una información que nos lleve al conocimiento de estos. Esta información nos permitirá ver la posición respecto a valores medios obtenidos de poblaciones grandes de datos, como por ejemplo los mostrados en la tabla 3.