9 minute read

Cómplices hasta el final

Si te dijera cómo fue que conocí a mi

esposo nunca me creerían, y dirías que eso solo pasa en las películas y nunca en la vida real. Conocí a mi esposo cuando yo tenía 15 años, en la primera semana de la preparatoria. Quien hubiera dicho que esto me iba a pasar a mí, pero esta es mi historia …

Advertisement

Igual que los demás, estaba muy nerviosa sobre lo que ocurriera en el primer día de clases porque la preparatoria era una experiencia nueva, y no te voy a mentir, me sentía un poco intimidada por los demás estudiantes que eran mayores que yo. Me sentía pequeña, sola y perdida en los pasillos. Al parecer pude encontrar todas mis clases sin problema, pero para mí última clase no estaba muy segura donde era, lo único que sabía era que mi clase de geografía empezaba a la una de la tarde y estaba en el tercer piso. Voy corriendo de mi clase anterior a mi clase de geografía, pero por algún motivo no pude encontrarla y estaba dando vueltas por todos los pasillos. Al final llegué a esa clase 15 minutos tarde y ví que mi amiga me estaba separando un lugar atrás de la clase. Lo que yo no sabía en ese momento era que la persona con la que me iba a casar en el futuro estaba sentada frente a mí. Él siendo una persona extrovertida se presentó y me dijo: "Hola me llamo Alex y ¿cómo te llamas?”. Le respondí: "Yo me llamo…". Mi amiga me interrumpe y dice: “Se llama Adi”. De ese momento en adelante la mayoría del tiempo nos la pasábamos juntos platicando de tonterías sobre lo que nos gustaba, poco a poco, nos empezamos a conocer más. No lo vas a creer, pero nuestra primera cita duró doce horas. Le tomó un año en preguntarme, pero cuando por fin lo hizo yo estaba muy contenta. El día antes de nuestra primera cita dijo que me iba a recoger en mi casa a las nueve de la mañana y que tenía muchas cosas planeadas, por lo cual, tenía que estar lista a las nueve en punto. Yo como niña chiquita lo estaba esperando en la puerta, pero lo que me sorprendió es que tocó la puerta y con toda seguridad se presentó a mis padres. Estaba súper nerviosa por el hecho que yo sabía que

mi padre ya había planeado sus preguntas de interrogación. Ya después de que acabaron de platicar nos fuimos en su carro a desayunar.

Después de horas de estar en el parque caminando, nos sentamos en una banca y nos pusimos a platicar un poco más. Después de estar ahí un buen rato, vimos que estaban vendiendo helados y decidimos comprar unos. Seguimos riendo, platicando y contando historias sobre nuestra niñez y de qué irresponsables y traviesos éramos en esos tiempos. Luego tuvimos más hambre y decidimos ir a McDonald’ s a comer algo porque ya eran las cinco de la tarde.

Cuando estábamos en el restaurant hablando, yo comenté que a mí siempre me ha gustado observar las estrellas en la noche, y entonces fue cuando él me dijo: "Ya sé que les prometí a tus padres que te llevaría a tu casa a las seis, pero ¿qué te parece si vamos de regreso al parque y vemos las estrellas?". Le contesté que sí, pero que primero tenía que llamar a mis padres para avisarles. Mis padres estaban de acuerdo, pero me dijeron que tenía que estar de regreso a casa antes de las diez. Entonces fue cuando regresamos al parque y miramos las estrellas. Por horas los dos estábamos agarrados de las manos en silencio, porque ¿qué más podríamos decir? Ustedes quizás estén pensando que después de pasar todo el día juntos, yo estuviera cansada o quisiera irme a casa, pero no era así, solo quería estar a su lado, tan solo tener su presencia junto a mí era suficiente. Esa noche me dejó en mi casa, y justo antes de que yo abriera la puerta él me paró, y sólo con su mirada sabía lo que iba a ocurrir. Cuando menos yo me lo esperaba, él me acarició la cara, y luego me besó. En este momento, el mundo paró de girar y sentía como si sólo existíamos los dos y nadie más. A los 17 años me fracturé las dos piernas, en un accidente de auto y estuve inmovilizada por seis meses. Yo creí que quizás después de un tiempo él se cansaría de cuidarme y que pronto iba a terminar la relación conmigo. Pero no fue así, él estuvo ahí a mi lado cada día hasta que por fin, pude regresar a mi estado normal. Creo que fue desde ese momento que me dí cuenta que lo nuestro sería para siempre. No te voy a mentir, la relación no era perfecta, y de vez en cuando, no estábamos de acuerdo con varias cosas que estaban ocurriendo en nuestra relación, pero casi siempre nos contentábamos al final. No me acuerdo exactamente porque nos peleamos, lo único que sé es que hubo una discusión muy fuerte entre los dos una semana antes de nuestra fiesta de graduación. Decidimos no decirle a nadie y actuar como si nada hubiera pasado, y eso fue lo que hicimos hasta que ya no lo podíamos ocultar más. La realidad era que la magia ya se había desaparecido y todas las cosas buenas que algún día teníamos ya no existían. Al siguiente día, en nuestra graduación, decidimos qué lo mejor para los dos era

separarnos y que cada uno se fuera por su propia cuenta. Aunque no separamos después de la preparatoria, nos volvimos a ver años después en un bar y volví a sentir lo bello que era estar a su lado. Las conversaciones que tuvimos se sintieron tan naturales como alguna vez lo fueron, como si nada hubiera cambiado. Los dos fuimos a distintas universidades y por lo cual, los dos vivíamos en diferentes lugares del país. Siendo sincera yo no creo en el destino, pero creo que el hecho que los dos estábamos viviendo en la misma ciudad en ese entonces significaba que tarde o temprano iba a pasar, porque los dos siempre hemos tenido el sueño de vivir en una ciudad grande. Recuerdo que mucha gente antes nos veía cómo soñadores y siempre trataban de convertirnos en personas más realistas. Siento que los dos, siempre teníamos ese sueño con hacer una diferencia en el mundo, sin importar qué grande o chico fuera. Yo siempre he tenido el sueño de ser actriz y salir en películas de Hollywood, él había soñado con convertirse en un abogado para poder proteger a las personas más vulnerables. Siempre me reía porque decíamos que esta era nuestra propia versión de Amal y George Clooney. La historia sobre cómo me propuso matrimonio fue mágico, él ya tenía todo

planeado, para hacerlo el fin de semana que regresamos a Chicago. Ese fin de semana fuimos a visitar a familiares y él sabía que era el tiempo indicado para preguntarles a mis padres por su bendición de nuestro matrimonio. Recuerdo que fue un día de otoño, el fin de semana del día de acción de Gracias. El día antes de que me iba a proponer matrimonio, me fui con mi mamá a un día de spa donde fuimos a que nos si hicieran unos faciales y manicures. Yo no tenía idea que esto era una distracción para lo que iba a ocurrir muy pronto. Al siguiente día me desperté, y se sentía como cualquier otro, pero al despertar, Alex me dijo: “Hoy tengo algo muy especial planeado para ti”. Él me dijo que estuviera lista a las nueve de la mañana para salir a desayunar. Yo estaba otra vez en la puerta de la casa de mis padres ansiosamente esperándolo y con la incertidumbre de saber lo que iba a ocurrir, como pasó años atrás. Resulta que lo que tenía planeado fue exactamente lo que hicimos en nuestra primera cita. Fuimos a desayunar y de ahí me llevó al parque y nos sentamos en la misma banca, compramos un helado y reflexionamos sobre el pasado, y de lo que los dos estábamos pensando durante nuestra primera cita. De la nada aparece un muchacho tocando la guitarra, poco a poco, se estaba acercando hacia nosotros, tocando mi canción favorita "Can't Help Falling in Love" (que de hecho fue nuestra canción de primer baile como marido y mujer) mientras la canción estaba en el fondo, él se levanta de la banca y se pone en una rodilla y desde ese momento sabía lo que iba a ocurrir. Él me dijo unas palabras tan bellas y me propuso matrimonio, yo no tenía nada más que pensar, y obviamente dije que sí.

Ahora hemos estado casados por 10 años y estamos viviendo en Nueva York en nuestro apartamento con vista a Central Park. Mi vida se siente como un sueño, nunca hubiera pensado que a mis 35 años estuviera viviendo en una ciudad tan hermosa, con un esposo que me ama y teniendo cuatro hijos tan hermosos como los nuestros.

Nuestros hijos todavía son muy pequeños para entender cómo fue que nos conocimos, pero espero algún día, poder contar y enseñarles que el amor no es fácil, pero si realmente amas a alguien harás todo lo posible para que la relación funcione. Creo que la cosa más importante que he aprendido durante todos estos años es que tú eres la dueña de tu propio destino, y no debes estar esperando que todo te caiga del cielo, tienes que luchar por lo que quieres hasta el final. Si les pudiera dar un consejo a ustedes, ahorita que están solteras y buscando a su pareja ideal, es que tienen que encontrar a alguien quien las motive a ser mejor. No sólo en su trabajo profesional, también en ser una persona mejor, sin importar que los dos tengan sueños o metas distintas. Si los dos saben lo que quieren claramente entonces se pueden ayudar entre los dos para cumplir sus sueños y crear una

vida juntos. Lo más importante en un matrimonio es saber que existe un balance, y a veces los dos van a estar en distintas etapas en su vida, y uno tiene que saber apreciar los logros de su pareja sin sentir celos. Tienen que saber si él tiene éxito, entonces tú tienes éxito y viceversa. Otro consejo que te puedo dar es de que si alguna vez están discutiendo, la mejor manera de solucionarlo es encontrar una solución entre ambos puntos de vista y saber que a veces uno gana y a veces uno pierde, eso es algo que tienen que aceptar. Tienes que saber cuándo vale la pena expresar cómo se están sintiendo o si es mejor dejarlo ir. Si no vas a tener peleas constantemente en tu matrimonios y uno siempre va a querer tener la última palabra. Por último, mi consejo para ti es que cuando encuentres a la persona indicada, nunca se te olvide de las pequeñas cosas y detalles que alimentan la relación, como los pequeños gestos que él hace por ti cada día y decirle cuanto lo aprecian. Nunca olviden el día de su aniversario, y de vez en cuando dejen a los niños con la niñera para que ustedes puedan tener una cita para que esa llama nunca se extinga. Pero más que todo, nunca se vayan a dormir enojados, siempre resuelvan sus problemas antes de dormir. Al final de cuentas, un matrimonio se trata del amor que hay entre uno al otro, la honestidad que existe en la relación y el respeto que tienen ambos.

Adi Rubio