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Lo que cree Primicias

Primicias se opone a los saqueos de negocios en las protestas comunitarias. No queremos que desaparezca ningún rio.

Rechazamos las ocupaciones de terrenos por bandas.

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Estamos preocupados porque crecen las bancas en el país.

Resaltamos la fortaleza del sistema bancario y el sector financiero dominicano.

Valoramos la labor de Pro Usuario, de la Superintendencia de Bancos.

Respaldamos la reunión de la Junta Monetaria, que da un espaldarazo a la fortaleza del sistema bancario dominicano.

Rechazamos la violencia.

La violencia no es rentable.

Luchamos por la preservación de los recursos naturales.

Hay que sacar a los invasores que dañan a Loma Novillero, en Villa Altagracia.

Que persigan a los autores de fuegos inten- cionales.

Frenen a los que queman solares en la región Este.

Enfrentemos la ocupación de los haitianos al país.

Hagamos realidad una reingeniería en el Estado para bien de la nación.

Creemos en más gasto de capital que los corrientes.

Bajen el explosivo costo de la vida.

Resuelvan lo del acceso y costo de la salud en el país.

Preservemos el Rio Masacre en el lado dominicano. No dañemos por nada los manglares. Reforestemos las cuencas donde nacen los ríos.

Pongan a fin a los excesos y abusos policiales.

No dejen impune la agresión de policías a una profesional maeña y el crimen Rodriguez

Nuevo Periodico

Primicias lanzará al mercado un nuevo periódico el 18 de junio próximo.

El Cibao, la Línea Noroeste y la Costa Norte deben respaldar ese nuevo periódico.

Otra voz más para el desarrollo de las catorce provincias del Cibao.

Trabajemos por una prensa más fuerte com- prometida con la verdad.

En el pasado tuvimos el periódico Cibao Central, ahora dirigiremos los pasos al Cibao completo, Línea Noroeste y Costa Norte.

Interésese por ese nuevo periódico, otro aporte de grandes ligas de Primicias, con voces trascendentales de esa región.

La Escuela Económica ESTEBAN DELGADO

edelgadoq@gmail.com / T: @estebandelgadoq

Cada cierto tiempo dedico la Escuela Económica a una condición que en términos conceptuales he denominado “valor nominal de mercado”. Esto, porque existen, por ejemplo, empresas u otros bienes, que tienen un valor material específico, pero su “valor de mercado” puede ser mayor o mejor.

En el sector laboral ocurre lo mismo. Usted como ente productivo y con habilidades específicas, tiene condición para conseguir un empleo con un salario promedio dentro de los parámetros de valor que establece el oficio o capacidad profesional que ostenta.

Hay áreas productivas o de servicios donde existen puestos que pagan un salario promedio de RD$40,000, por decir un monto, por lo que es posible que para ese puesto a usted le ofrezcan un sueldo que pudiera oscilar entre RD$35,000 y RD$45,000.

Pero difícilmente usted consiga un sueldo de RD$60,000 para esa posición. Entonces, esto indica que la habilidad en la que usted se especializó tiene un valor de mercado salarial promedio de RD$40,000 mensuales, lo que indica que su “valor laboral de mercado”, el suyo, es por ese monto, más o menos.

Sin embargo, existen coyunturas, en ocasiones inesperadas, en las que un trabajador puede verse con un salario muy, pero muy superior a su valor laboral de mercado. Puedo poner de ejemplo a un amigo que trabajó por muchos años en su área profesional y hasta hace tres años devengaba un salario de RD$45,000 mensuales. Ese es el salario promedio más alto que se paga en su área profesional.

Resulta que con el cambio de gobierno, un funcionario recién designado lo nombró como asesor con un salario de RD$300,000 mensuales. Imagínese usted. De la noche a la mañana, este amigo pasa a devengar un salario que supera en más de seis lo que ganaba antes.

Recientemente me encontré con él y me dice que el dinero no le alcanza. ¿Qué no te alcanza? -le pregunté- a lo que él me respondió que es porque ha incurrido en gastos que van al nivel de la posición que ostenta y eso le requiere disposición de dinero.

El problema es que él comenzó a llevar su nivel de consumo al monto de ingresos que devenga en la actualidad, lo cual no sería un problema si se tratara de un sueldo con carácter de permanencia. Pero no es así, pues en algún momento se produce un cambio de administración estatal y su salario coyuntural, que está muy por encima de su valor laboral de mercado podría desaparecer.

Usted se preguntará, qué se puede hacer en esos casos y la respuesta es simple, aunque la práctica tal vez no tanto. Cuando usted comienza a recibir un ingreso coyuntural, no permanente, muy por encima de su valor laboral de mercado, lo ideal es que usted aumente, solo un poquito, su nivel de consumo, mientras que el ingreso adicional debe dedicarlo al ahorro casi en su totalidad.

Esto así, para acumular un monto adecuado que le servirá de colchón cuando se acabe esa coyuntura y le toque volver al mercado de trabajo normal de su área profesional, donde su salario será acorde con su “valor laboral de mercado”.

Así, cuando le toque volver a la normalidad, su modo de vida no sufrirá cambios drásticos y le será menos difícil volver a adaptarse, sin que eso implique un descenso en su calidad de consumo y sus nuevos ambientes de convivencia.

Es común ver a personas que pasaron por la administración pública, en cargos administrativos, no necesariamente altos, pero donde sus salarios sí estaban muy por encima de sus capacidades y de sus condiciones sociales. Comenzaron a exagerar en sus hábitos de consumo, para querer verse como de clase alta sin serlo, financiando vehículo nuevo y de alto consumo, apartamentos costosos y cenas constantes en restaurantes caros.

Cuando el cargo llegó a su fin, entonces tuvieron que volver a enfrentarse a su valor laboral de mercado y fue difícil retroceder en cuanto a los elevados estándares de consumo adoptados en los tiempos de bonanza, ignorando que se trataba de posiciones coyunturales y con ingresos muy por encima de sus verdaderas capacidades.

Si su ingreso aumenta de forma exagerada y repentina, trate de ahorrar la diferencia y no se aloque consumiendo de más. Aproveche los tiempos de bonanza para enfrentar con dignidad los de “vaca muerta”.

Patriotismo y revanchismo

Los partidos políticos dominicanos deben tener bien claro en su cartilla de trabajo cuando un problema es de asunto meramente electoral y en que instante surge el compromiso patriótico. No está claro cuál es el sentimiento nacionalista de la mayoría de los partidos políticos.

Con las ideologías caídas en el piso, no hay una clara idea de que es el nacionalismo, cuál la defensa de los intereses nacionales, y como se debe enfrentar la terrible realidad de la invasión pacífica haitiana o de una posible intervención nacional en los problemas internos del otro lado de la frontera.

El llamado a la unidad formulado por el presidente Luis Abinader tiene que ser escuchado y apoyado por todo el liderazgo político nacional, para fortalecer la posición de rechazo a involucrar a los dominicanos en la situación interna de Haití. Una unidad que no debe ser mancillada por nadie, evitando caer en la politiquería barata.

Para que la República Dominicana haga frente a la crisis que genera la migración ilegal de haitianos hacia el país, debe darse un gran consenso nacional. Si cada partido tiene su posición ç y sus deseos personales, entonces no se podrá llegar a una férrea posición en torno a la soberanía nacional.

Los Estados Unidos y las Naciones Unidas propiciaron la crisis actual de Haití. Desmantelaron al ejército y la policía, y durante años permitieron que el caos se adueñara de ese país. Ahora tienen una postura blanda para encontrar soluciones, queriendo meter de lleno a la República Dominicana en la anarquía actual del vecino país.

No es competencia de los dominicanos entrar de lleno a buscar soluciones a los problemas inter- nos haitianos. Nuestra responsabilidad es fijar posiciones firmes de que nuestro territorio no será enajenado, que todo ilegal será inmediatamente repatriado y que de este lado de la frontera no se permitirán campamentos de refugiados

En este momento debe haber un consenso total entre los partidos políticos, los sectores comunitarios y las instituciones que integran a la sociedad dominicana, para todos juntos luchar por nuestra soberanía y nuestro territorio. Hay que decir que no a los intentos de los norteamericanos de establecer centros de asilo para haitianos ilegales. Hay patriotas, como Luis”El Gallo”, que lo sacrifican todo por el país.

El nacionalismo como bandera de lucha de oportunistas, no es un sentimiento real. No pasa de ser una mera acción que busca darse a conocer para llegar a tratos políticos, o sea conseguir posiciones en el tren gubernamental. Las ínfulas en defensa de la Patria deben estar por encima de una simple canongía. ¡Ay!, se ma acabó la tinta.

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