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Sin evadirnos, por favor

insistido en seguir un camino lejos de Dios, rechazándole de manera frontal, y ante ello el Señor nos deja -siempre parado en la puerta esperando que volvamos donde Él-, para que veamos los resultados y descubramos que definitivamente sin Él no podemos avanzar; prueba de ello lo podemos encontrar en la historia de salvación, cuando el pueblo de Israel se dejaba llevar por el camino de la idolatría y terminaba muy mal; o casos concretos de la historia de la humanidad, cuando personas y países decidieron rechazar directamente el amor de Dios y su acción en nuestra vida, y terminaron muy mal. Consideraron, engañados por el espíritu del mal, que evadir la relación con Dios y dejar de cumplir sus mandamientos, era el camino más fácil y menos pesado para encontrar la “felicidad”, y al contrario de todo, encontraron fue sufrimiento y tristeza.

“Si sabemos de lo que se compone la vida, por qué seguir sin enfrentar las batallas que nos corresponden”.

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“batalla” que debimos librar, durante el año 2022, hoy es el momento propicio para que llenos de ánimo y mirando hacia atrás, descubramos que Dios está con nosotros, y que ha hecho una obra admirable en nosotros. Y que, si emprendemos una lucha, para acercarnos más a Él, o para mejorar en nuestra vida, Él nos va acompañar y nos va a sostener.

Hay un libro en la Sagrada Escritura que tiene un estigma de misterioso o complicado, se trata del libro del Apocalipsis o de las revelaciones de san Juan; está al final de la Biblia y realmente requiere de una contextualización para poderlo comprender, pero que al final, como todos los libros sagrados, son Palabra de Dios y tienen un mensaje actual y transformador para nuestras vidas. Nos referimos a este libro, porque en las tantas imágenes que tiene, de criaturas y escenas extrañas, de batallas o guerras, enseña en el fondo sobre la necesidad de afrontar todas las realidades que se presentan en nuestra vida, siempre con la ayuda de Dios que es fiel y que sostiene a quienes en todo tiempo lo han buscado y se han esforzado por cumplir su voluntad.

Este libro sagrado nos pone delante de una realidad que hemos venido mencionando y es ¿nos presentamos ante las batallas o nos evadimos de ellas? Todos sabemos que de eso se compone la vida: de adversidades, situaciones inesperadas, problemas, calamidades y sufrimientos; pero también de momentos de felicidad y de gloria. Entonces, si sabemos de lo que se compone la vida, por qué seguir sin enfrentar las batallas que nos corresponden. Recordemos que no se puede dominar una realidad sin antes vencerla, por eso tomemos ánimo desde el amor que Dios nos tiene, que nos ha demostrado y tengamos presente que el Señor nunca nos va a abandonar y que en la medida en que nos confiemos a Él, este año vamos a librar batallas que nos van acercar más a Él y que nos van a hacer mejores personas.

Queremos terminar con tres citas que nos ayudan a tener claro todo lo anterior: la primera del libro del Apocalipsis 7, 14: “Esos son los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero”

El tema de la evasión, resulta ser una actitud humana, que la persona asume cuando siente temor, cuando se cree incapaz o cuando conoce que lo que tiene que asumir demanda trabajo, esfuerzo y dedicación. En algunos seres humanos, aparece, pero muy leve; en otros, tiene una fuerza que ha ido ganando durante años y que pareciera que desafortunadamente determina el estilo de vida de algunos. En un ejemplo concreto podríamos referirnos a una tarea complicada, que requiere de trabajo y dedicación, pero que se va posponiendo con el tiempo al punto que nunca se realiza.

Por eso, si evadimos a Dios, o alguna

La segunda del padre Scupoli, en el libro ‘El combate espiritual’: “ante el furor, el odio inextinguible y el gran número de las escuadras y los ejércitos enemigos [considera] más bien que es infinitamente mayor la bondad de Dios y el amor con que te ama y que son muchos más los ángeles del cielo y las oraciones de los santos que combaten a favor nuestro”

Y la tercera y última, del dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare: “Dulce es el fruto de la adversidad, que, como el sapo feo y venenoso, lleva en la cabeza una preciosa joya”.

Que el Señor nos continúe guiando en este año que hemos iniciado.

Luego de la novedad del Sínodo de la sinodalidad (el hecho de que participara todo el pueblo de Dios) en la fase diocesana y posteriormente reunir las experiencias en las Conferencias Episcopales, inició en septiembre del año pasado la fase continental, que va hasta el mes de marzo de este año 2023.

Septiembre de 2022 - marzo de 2023: Las Iglesias (organizadas en siete regiones: América del Norte; América Latina y el Caribe; África y Madagascar; Europa; Oriente Medio; Asia; y Oceanía) estudian el ‘Instrumentum laboris’, documento fruto de las fases iniciales y preparan sus propias conclusiones, para remitir a Roma antes de marzo de 2023.

Marzo de 2023: La Secretaría General del Sínodo recibe las conclusiones.

Junio de 2023: A partir del primer ‘Instrumentum laboris’, el estudio y las conclusiones de las siete regiones del mundo, la Secretaría General del Sínodo, publicará el segundo ‘Instrumentum laboris’.

Octubre de 2023: Paso a la fase universal.

Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión, todos los fieles bautizados de la Iglesia Católica, en cada uno de sus niveles, han puesto sus esfuerzos en atender el llamado del Papa Francisco y suscitar una verdadera escucha del Espíritu Santo, para discernir y comprender el propósito de caminar juntos en salida misionera.

Inicialmente, Su Santidad propuso el Sínodo de la sinodalidad 2021-2023, pero el en el mes de octubre, el día domingo 16, des- pués del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Pontífice anunció ante los más de 20000 fieles reunidos que, extenderá el Sínodo de los Obispos hasta el año 2024, esto, con el objetivo de profundizar en la sinodalidad