el eslabón | ciudad
sábado 24 de mayo de 2014 | página 5
CONMOCIÓN Y DOLOR EN BARRIO TOBA POR UN CRUENTO HOMICIDIO EN JUAN JOSÉ PASO AL 2100
“Que actúe la Justicia”
Tras el asesinato de su hijo Cristian, el referente de la comunidad Qom del barrio Los Pumitas, Oscar Talero, reclama el esclarecimiento del crimen.
Por Juane Basso
MANUEL COSTA
Centro Cultural Qadouté MILITANCIA QOM
C
RISTIAN TALERO TENÍA APENAS 22 años. Fue encontrado sin vida en Juan José Paso al 2100 la madrugada del viernes 16 de mayo, con signos de múltiples golpes y varias heridas mortales en su cabeza. Según los investigadores fue atacado por una patota. Hubo esa mañana fatal un llamado al 911, alrededor de las 8, que alertó a la Policía sobre la presencia de una persona muerta en la avenida, a la vera de las vías del ferrocarril Nuevo Central Argentino, en un límite muy difuso donde comienzan y terminan algunos de los barrios más olvidados de la ciudad, como Empalme Graneros, Industrial, Toba o Los Pumitas. Una zona signada por asentamientos irregulares, donde la pobreza estructural y la violencia se instaló y crece, pese a los esfuerzos, a veces solitarios, de organizaciones como el centro Cultural Qadouté de la comunidad Qom. “El tema está en que estos pibes son una patota de 15 ó 20 guachos que andan robándole a los vecinos”, apuntó un hombre del barrio al periodista de La Capital Leo Graciarena. “Anduvieron toda la noche jodiendo, buscando a quien chorear. Se los escuchaba. Parece ser que a las 6 de la mañana se cruzaron con Talero, que estaba tomando con un amigo. Se putearon, se tiraron piedras y éstos, que eran unos 15, los corrieron. Así, fue 15 contra 2. Talero tuvo la mala suerte de que se tropezó en la vía, cayó, y lo mataron a golpes en el piso. No tuvieron piedad. Después se escuchaba como lo contaban, riéndose entre ellos: «Este gato no nos jode más»”, reflejó la crónica. Esa misma mañana, el cuerpo de Talero fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario para la correspondiente autopsia. “La víctima presenta heridas cortantes en la cabeza y golpes que podrían haber sido realizados con algún elemento contundente”, informó más tarde a la prensa el fiscal de Homicidios Dolosos Pablo Pinto, a cargo de la causa. Tras reunirse con el fiscal, Talero, intentó en diálogo con este medio, poner en palabras lo que está ocurriendo en su familia y su comunidad. “En realidad nosotros hemos puesto todo, siempre argumentos, laburo, para que cosas de estas no pasen. Pero hay poca voluntad del Estado, casi ninguna voluntad”, se quejó Oscar, con su particular decir, pausado. “Eso nos tira
abajo, es muy lamentable porque hay organizaciones que quieren participar, quieren trabajar para que los jóvenes tengan otras alternativas, pero nos falta apoyo del Estado. Es duro lo que estamos atravesando como institución”, admitió el referente Qom. “Recién me estoy metiendo en tema”, indicó Talero consultado por lo que pudo averiguar sobre la muerte de Cristian. “La verdad es que respecto a la muerte de mi hijo estoy atravesado por el dolor, un dolor tan grande. Recién estoy actuando, recibiendo información”, reconoció el dirigente, quien agregó: “Por eso hoy –por el jueves pasado– nos reunimos con el fiscal para saber de la investigación para que nos informe, pero en la causa no hay nada”. Talero precisó que “el fiscal dice que está recabando informes” pero que se encuentra con la dificultad de que “los testigos tienen miedo” y “cuesta que quieran ir a declarar”. A ese obstáculo que presenta la investigación, el referente Qom lo explica sin ro-
deos. “El lunes hubo cuatro personas detenidas y salieron esa misma noche. Están identificados los nombres, pero al quedar en libertad, la gente tiene miedo”. Para Talero, “la gente no quiso hablar porque salieron al toque” y “porque se aparecieron por los pasillos, donde ahora quedó viviendo su esposa y sus dos hijos, a decir que nadie abra la boca”. “El fiscal nos explicó que si no hay testigos el hecho puede quedar como una pelea, una riña, que tiene menos condena, y puede ser que no vaya nadie preso”, comentó el dirigente social, quien afirmó que su “gran objetivo es que esto lo arregle la Justicia”. “Lo que queremos es que la Justicia actúe, que muestre su credibilidad”, apuntó Talero, y concluyó: “Esto es lo que impulsamos ahora, a mi hijo no me lo devuelve nada, me quedará este dolor tan grande que nunca va a cambiar, pero lo que estamos pidiendo es que haya Justicia, que vayan presos, que es lo que corresponde”.
En medio de la pelea cotidiana que desarrollan las organizaciones sociales sostenidas a pura militancia en los barrios más castigados de la ciudad, y que dan batalla por ofrecer una alternativa a los pibes en una contienda desigual contra los más duros adversarios, Oscar Talero, referente Qom del Centro Cultural Qadouté, que se erige en Cabal 1400 en pleno barrio Toba Los Pumitas, acaba de perder un hijo asesinado presuntamente por una patota, en un episodio que recién comienza a investigarse, y que se inscribe en una lista récord de homicidios que no para de crecer. Apenas unos meses atrás, en otra entrevista con este medio –cuando un grupo de vecinos que había ocupado el predio de la monja Jordán fue desalojado violentamente–, Talero contó cómo a la compleja realidad que les toca vivir en su barrio, la enfrentan con proyectos que trabajan desde el Centro Cultural. “Estamos por poner en marcha una FM que va a ser la primera para el pueblo Qom en la provincia. Va a funcionar acá mismo. Presentamos el proyecto al Estado Nacional como pueblo originario a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas”, contó a el eslabón por esos días el dirigente del barrio Los Pumitas. “Llevamos adelante un telecentro comunitario con ocho computadoras (en conjunto con la Asociación Civil Nodo Tau), una biblioteca, una copa de leche, apoyo escolar, fotografía, capacitaciones en oficios, electricidad, herrería, albañilería, talleres de música y comunicación, entre otras propuestas”, refirió en aquel momento el referente social.
MARCHA POR DAVID MOREIRA, EL JOVEN LINCHADO DE BARRIO AZCUÉNAGA
“En esta lucha no estoy sola”
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Estamos pidiendo justicia, que el caso se esclarezca y que se encuentre a los culpables”, dijo el jueves 22 de mayo, frente a los tribunales provinciales, Lorena, la madre del joven David Moreira que el pasado 25 de marzo fue víctima de un linchamiento de vecinos que terminaron con su vida. “En la causa judicial no hubo ninguna novedad. Nosotros nos presentamos como querellantes”, agregó. Familiares y amigos de David, acompañados además por distintas organizaciones sociales, se concentraron el pasado jueves en la plaza San Martín, desde donde marcharon hacia los Tribunales provinciales, en reclamo de “justicia”.
En declaraciones a radio LT8, Torres destacó que “en esta lucha no estoy sola, ya que detrás hay mucha gente que apoya”, y sobre lo ocurrido con su hijo reflexionó: “Más allá de quienes estén a favor o en contra de los linchamientos, lo que hay que pensar es que nadie tiene la vida de otro en sus manos. Esto no tiene que suceder nunca más, tenemos que evitar que haya otro David en el futuro. Quiero aclarar que pedimos justicia pero también dejamos un mensaje de paz”. En cuanto a la identificación de los agresores tras las imágenes que arrojó el video que aportó un testigo, lamentó que por el momento “no hay nadie identificado, ni novedades al respecto”.
Por su parte, el abogado de la familia Norberto Olivares afirmó que de aquella filmación “no hay pericias técnicas que puedan corregir o mejorar las imágenes como para identificar a esas dos personas” y explicó que “existen líneas de la investigación que se trabajan para dar con los autores, pero hasta ahora no hay ningún resultado concreto”. Con respecto al otro muchacho que acompañaba a Moreira el día de aquel episodio fatal, Olivares manifestó: “Es una persona conocida de la familia, ya que son vecinos, pero tenían trato distante. Además, no hubo intenciones de su parte para presentarse a declarar, tuvo una actitud reticente. Del chico sólo tenemos su nombre, ni siquiera el apellido”.
“No pudimos acceder a las pruebas que hay en la causa”, sostuvo el abogado, al tiempo que añadió: “Perdimos 60 días de oro y queremos recuperarlos lo antes posible. Los familiares no pudieron participar en las audiencias de los testigos, donde uno como querellante puede repreguntar”. Por último, se quejó por haber “perdido casi 40 audiencias de testimonios”, y concluyó: “El discurso gubernamental dice que el nuevo código procesal es una revolución porque la víctima pasa a ser actor protagonista y resulta que entendieron que la constitución de querellante no era oportuna dentro de una estrategia que ellos evaluaban que se encaminaba hacia un resultado”.