Agosto. 2009./ Caracas, Venezuela - Edici Edición Única./
ACLARATORIA Esto que usted tiene en sus manos es una excusa para acercarse a la ciudad reconocida desde el anonimato y sus extraños placeres. Pero también para aclarar, de entrada, que aunque todavía haya muchos que se resistan a creerlo, la ética, la moralidad y la conciencia periodística no necesitan rendirle cuentas ni a las corporaciones ni a las instituciones del gobierno. Faltaba más, ni a las leyes. La historia comienza con una palabra de Rodolfo Walsh y su valiente atrevimiento: una lectura hecha en voz alta para identificar las posibles diferencias entre el oficio de escribir y el arte de narrar; y acaba, como casi siempre, con elegantes tropiezos. Pero siga leyendo, que acaba bien. Trece talleristas se reunieron en la sede del Instituto Cultural Brasil Venezuela y revisaron materiales de José Martí, Truman Capote, Gay Talese, Ryszard Kapuscinski, Susana Rotker, Robert Fisk, Alberto Salcedo Ramos, Pedro Lemebel, Martín Caparrós, Boris Muñoz, Alma Guillermopietro, Leila Guerriero, José Carlos Paredes, José Roberto Duque, Víctor Núñez Jaime y Octavio Paz. En tres semanas, el análisis y la práctica sirvieron de estímulo para creer en otra forma de ejercicio para esto que llamamos nuestra profesión: la del periodista. Del buen periodista. Temas aparte sobre la discutible necesidad de combate entre los grandes medios, públicos y privados, y la escasa credibilidad que esto representa al momento de registrar vidas, en Bala Fría –título mañoso y de doble lectura– el resultado a partir de la investigación y el contraste de testimonios arrojó un nuevo mosaico, otro más, sobre los rasgos mínimos de esa ciudad que insiste en levantar la cara para llevar la contraria. Las pequeñas partículas de altísimo interés que despiertan estos registros, es la demostración, al menos para mí, de que el futuro de los periódicos se ubica muy cerca de la gran explosión. Y que allí donde al Mercado y al Estado se le hace fácil dominar a los enormes paquidermos, se le hará más difícil controlar a un montón de hormigas en fuga, que entienden que por sus propios medios es posible darle forma a esas historias que nos definen. Que con investigación, paciencia, descubrimiento y autocrítica también se hace la guerra. Y que eso nos resuelve. Leo Felipe Campos Editor y creador del taller Por mis propios medios: Periodismo del siglo XXI Producción y corrección: Johanna Marghella.