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Transformar antes que digitalizar Moisés Gordillo

Transformar antes que digitalizar

Moisés Gordillo Director de Marcas Fahrenheit DDB

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En diciembre del año 2013 tenía 41 años y 2 hijos. Pesaba 94 kilogramos, había llevado una vida sedentaria por más de una década y ya empezaba a padecer algunas enfermedades propias de la conducta rutinaria y de los malos hábitos alimenticios. A saber, trigricélidos y colesterol altos, comienzos de hernia en la espalda, mala postura, laberintitis, ansiedad y estrés.

En ese momento visitaba a mi hermana en Carolina del Sur, Estados Unidos, en unos días de vacaciones justos para reflexionar sobre el futuro. Fue en ese fin de año que me propuse transformar mi vida pensando en el cumpleaños número 50 y cómo quería llegar a esa edad en todo sentido.

El objetivo estaba claro: llegar a los 50 años con una vida saludable, con mejores hábitos que fueran ejemplo para mis hijos. Lo que no tenía muy claro era todo lo que tendría que trabajar para lograrlo. Pero estaba seguro de que se trataba de un proceso de transformación total para lograr el objetivo y el mismo empezaba por un cambio de mentalidad.

A los 5 años de haber empezado esta transformación en mi estilo de vida, había bajado más de 20 kilogramos. Ahora inicio mi día a las 5:00 am con una rutina de ejercicios diaria y me alimento de una manera mucho más saludable. He participado en competencias que antes me parecían imposibles de realizar: 4 de larga distancia Ironman (3.8 km natación + 180 km bici + 42 km run), 10 Ironman 70.3 (media distancia) y más de 30 carreras de todas las distancias. A esto he sumado tener un buen estado de salud y dar un buen ejemplo a mis hijos. Pero, ¿cómo pude lograr este cambio profundo? ¿Cómo pude transformar mi vida sedentaria y de malos hábitos alimenticios en un estilo de deportista de alto rendimiento? ¿Cómo llegué a vencer la inercia natural de seguir en mi zona de confort?

Es posible que el avance en la tecnología haya tenido un aporte importante en este proceso. En los últimos años han surgido muchas aplicaciones de entrenamiento y de seguimiento del crecimiento del rendimiento físico. Apps para cargar planes como TrainingPeaks, que te permite tener un coach en cualquier parte del mundo; relojes inteligentes que pueden medir el ritmo cardíaco, la cadencia, la velocidad, la altura, el nivel de calorías utilizadas; pedales de bicicletas que indican la potencia; plataformas como Zwift en las que entrenas bicicleta desde tu casa conectado con ciclistas en cualquier parte del mundo, incluidos atletas profesionales; balanzas que te ofrecen los niveles de grasa y masa muscular en el cuerpo, etc. Pero ninguno de estos elementos tecnológicos hubiera servido si antes no realizaba la transformación en la parte más importante de este proceso, en el núcleo donde se toman las decisiones relevantes para un cambio verdadero: el mindset.

El mindset, teoría creada por Carol Dweck, según se indica en un artículo del blog actioncoach, se resume en la siguiente cita: “La vida es cambio constante y solo aquellos que tengan la capacidad de reinventarse y ser flexibles profesional y emocionalmente podrán salir adelante”.

En efecto, el cambio empieza por la mente. La parte emocional es parte intrínseca de cualquier proceso de transformación. Si la mente está clara todo lo demás viene como consecuencia. Si esto lo trasladamos al nivel empresarial, el mindset está en los colaboradores y en la cultura de la empresa.

En la transformación empresarial o digital, si no has trabajado en la cultura de tu compañía que empieza por el cambio de mindset, es muy probable que no se dé una verdadera transformación. No sirve de nada llenarte de sistemas o soluciones tecnológicas si no has definido claramente el objetivo y preparado a tu equipo para la transformación capital. Existen muchos ejemplos de empresas que han adquirido decenas de sistemas o programas para aplicarlos a algún proceso o área y, en muchos casos, no están siendo utilizados o son usados sin potenciar su máximo desempeño. ¿Por qué? Porque fueron adquiridos solo con criterio tecnológico y no por un criterio profundo asociado a un objetivo de transformación, a algún cambio de comportamiento de los miembros de un equipo, o para solucionar o mejorar un problema en la experiencia de los clientes.

Por el contrario, las empresas que tienen claro los pasos correctos de una verdadera transformación, primero se preguntan: ¿Para qué transformarnos? Y luego preparan a sus equipos para encarar el cambio. La tecnología acompaña en todas las etapas de transformación pero no dirige la estrategia, es una herramienta que responde a una operación con objetivos claros y con colaboradores preparados para asimilarlas.

Como en mi experiencia personal de transformación de vida, digitalizar sin entender primero los puntos céntricos de una verdadera transformación, aplicando la tecnología sin obedecer a un objetivo claro y sin un equipo preparado para asimilarlo, es digitalizar por digitalizar.