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El origen de la vida en el vientre materno

1. Estatuto antropológico del embrión humano 1.1 Noción científica y biológica

(Colaboración)

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Comenzamos con la pregunta: ¿cuándo se empieza a existir? Para dar una respuesta acertada, primero se deberá responder la siguiente interrogante: ¿cuándo empezó a existir el propio cuerpo? Se dice que «el componente esencial del Yo humano es la corporeidad» . El ser humano empieza a ser a partir desde que comienza la existencia de su cuerpo. Según los diversos puntos de vista, fenomenológico, científico, embriológico y genético, el cuerpo humano comienza a existir cuando se realiza la fusión de los gametos, uno femenino y el otro masculino. De ahí que se forma una nueva unidad, la cual, cuenta con un centro biológico. En este sentido, en el vientre materno, el nuevo sistema ejecuta su plena formación para ser después arrojado fuera de su estado originario en el instante en que haya cumplido su forma específica.

Por su parte, se afirma que «a partir del embrión unicelular, y siguiendo una secuencia de cambios se llega a la formación del organismo completo» . Durante este proceso de desarrollo se caracterizan las siguientes “propiedades biológicas”: 1. Coordinación: Se refiere a la sucesión de actividades moleculares y celulares que son dirigidas por la información contenida en el genoma. A su vez, estas actividades son controladas por las señales que se producen por la incesante interacción. Todo ello, habla de una unidad orgánica desarrollada en el espacio y en el tiempo. 2. Continuidad: Hace alusión al proceso de desarrollo dentro del organismo que es continuo. Es decir, sustancialmente es una persona humana y, de modo accidental ella va adquiriendo un sustantivo diferente. 3. Gradualidad: Este término tiene que ver con una ley intrínseca del proceso formativo del organismo pluricelular que, le permite cambios definitivos que pasan de formas simples a formas cada vez más complejas, en otras palabras, durante este proceso el embrión humano conserva su propia identidad e individualidad. De manera que gracias al aporte de la biología y al de la ciencia, se puede concebir que desde el momento de la fecundación, el embrión es un individuo humano que inicia su ciclo vital.

1.2 Reflexión filosófica

Ha de decirse que «el embrión humano no es una pura potencialidad, sino una sustancia viva e individualizada» . El principio de desarrollo del embrión humano se encuentra en la sustancia y no en un ser externo como lo es la madre. En este sentido, se afirma lo siguiente: «el embrión es en potencia un niño, un adulto, un anciano, pero no es un individuo humano en potencia, lo es ya en acto» . De ahí que es patente «una unidad ontológica en todo el proceso de desarrollo de una individualidad única que, una vez nacida, es reconocida por todos como poseedora de la cualidad y dignidad de persona humana». Esta unidad hace referencia a la integridad del individuo humano: cuerpo, alma y espíritu. O bien, se habla de dos cosas: 1. Que el inicio de la vida embrional sea reconocido. 2. Que el embrión sea respetado como lo que es, una persona. Por lo tanto, todo aquello que es tiene un fin de ser, este fin nos habla del por qué de la existencia del ente como de su sentido. El fin no se encuentra al término de la existencia del ser humano, sino más bien, es un constante presente. En suma, el inicio de la vida individual es al mismo tiempo, para el hombre, inicio de su vida personal.

Por su parte, la concepción de persona según el pensamiento de Xavier Zubiri, se distingue en dos posturas: 1. La personalidad: Tiene su raíz y fuente en la personeidad; su derivación es el actuar humano, por lo tanto, esta no es de índole científica, sino más bien metafísica.

2. La personeidad: esta tiene una constitución ontológica, en donde su raíz y carácter formal se dan en la suidad. En consecuencia, el embrión humano tiene personeidad. Ahora bien, la personeidad se “es”, y es siempre la misma: es estructura (inteligencia, voluntad y memoria). En efecto, el ser humano actúa con inteligencia porque primero es inteligente. Lo cierto es que, para afirmar ¿qué es la vida?, la biología a la luz de la ciencia experimental es la que puede dar solución a tal interrogante, pero, la que responde al “quién” es el ser vivo, es propio de la filosofía.

1.3 Protección jurídica y aporte psicológico

Ahora bien, con todo lo que se ha dicho, se ha de reconocer el deber de la protección jurídica del embrión humano. De manera principal porque todo hombre tiene derecho a la vida íntegra: física y genética. Deberá sancionarse toda acción que vaya en contra del embrión humano. Se propone aplicarse los siguientes términos: 1. Inviolabilidad. 2. No instrumentalización. El segundo principio que se ha de recomendar, es el de la familia. Todo ser concebido tiene derecho de entrar a la existencia (fuera del vientre materno) con un vínculo de armonía familiar. En este sentido, la psicología realiza un aporte significativo, diciendo que el embrión no solamente vive, sino que es vivido por otros agentes externos.

1.4 Dimensión ética y doctrina de la Iglesia católica Partiendo de la ciencia biológica, del carácter científico y de la razón humana, la ciencia de la ética determina como moralmente bueno todo acto humano que esté conforme a la naturaleza del embrión humano, es decir, el tratar al embrión como lo que es, una persona humana. De hecho, la moral exige que no solamente se realicen los actos malos, sino también, todos aquellos que son probablemente malos. Ahora bien, al tener todos estos aportes de las diversas ciencias y disciplinas del saber, se logrará aceptar lo que afirma la Iglesia católica en la Instrucción Donum Vitae: «El magisterio no se ha comprometido expresamente con una afirmación de naturaleza filosófica, pero repite de modo constante la condena moral de cualquier tipo de aborto procurado... Por tanto, el fruto de la generación humana desde el primer momento de su existencia, es decir, desde la constitución del cigoto, exige el respeto incondicionado que es moralmente debido al ser humano en su totalidad corporal y espiritual. El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida» .

Bibliografía

Fuente principal

Sgreccia, E., (1989), Identidad y estatuto del embrión humano, Roma: centro de Bioética de la Universidad Católica del Sagrado Corazón. Fuentes secundarias

Castilla, B., (2004), Persona y vida humana desde la noción de Xavier Zubiri, Recuperado el 30 de Mayo del 2023, https://www.bioeticaweb. com/persona-y-vida-humana-desde-la-nociasn-de-persona-de-xavier-zubiridrablanca-castilla/.

Cuadrado, J., Una introducción a la filosofía del hombre, EUNSA, España, 2011.

Mora, J., (2018), Nuevos argumentos en contra del aborto, Instituto de investigaciones filosóficas del la UNAM.

Verneaux, R., Filosofía del hombre, Herder, España, 2002.