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La escritora ecuatoriana Ángela Arboleda nos presenta

Larga distancia

Ángela Arboleda

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Un teléfono, sin ranura, sin códigos. Te comunica al lugar del mundo que quieras. Está en la puerta de una casa con rejas, rejas verdes y antiguas, en el lugar donde debería ir el timbre. La Misma lo vio desde su ventana, una ventana vieja y salpicada de lodo. Pasó rápidamente, pero supo todo sobre él: el teléfono sin ranura. Subió el vidrio de su ventana y siguió viaje.

El otro día La Misma faltó a la oficina. Pasó por la vereda de enfrente, pero no se atrevió a usarlo. La gente pasaba y miraba con desconfianza el aparato. Cómo no desconfiar si no hay que pagar para usarlo. La Misma se moría del susto: llamadas de larga distancia gratis.

Las horas pasaron y tuvo más miedo. Ya nadie cruzaba por ahí, se sintió más en soledad que otras tardes. La Misma se decidió, cruzó

la calle, tomó el tubo, colocó su boca frente a uno de los extremos y habló. Pidió comunicarse con un país donde se entendiera su idioma. Eso no importaba, este aparato te traducía. Entonces sólo dijo aló, aló y colgó el auricular. Detrás de las rejas había muchas plantas, crecían sin cuidado y sus ramas agarraban el camino que su naturaleza quería. Agarró nuevamente la bocina. Marcó un número al azar y al que le contestó le preguntó si allá había de esos aparatos, le dijo aquel que no, que La Misma era una persona con suerte. Motivada por el comentario, La Misma le contó que acá, cuando un teléfono suena ocupado hace tú, tú, tú, tuuuuu. ¿Suenan igual en tu país?, preguntó. Contestó tutú, tutú, tutú. Luego se escuchó un chillido infinito. Colgó.

Desde entonces La Misma no va a la oficina, se queda frente a las rejas. Está probando todas las combinaciones de número que se le ocurren. Bueno, eso era antes. Ahora hasta tiene un cuaderno donde las va anotando. Tiene que ser ordenada. La Misma se moriría de vergüenza si no saludara cordialmente a alguien que ya llamó, pensando que aún no lo conoce.

Ángela Arboleda

Guayas, Ecuador Directora de Corporación Cultural Imaginario. Se licenció en Comunicación Social y en Publicidad y Mercadotecnia en la Universidad de Guayaquil. Estudió danza teatro en el Centro Cultural Sarao y fue parte del grupo Danzasur. Estudió un posgrado en Gestión Cultural en la Universidad Internacional de Cataluña y un máster en construcción y representación de identidades culturales, con especialidad en literatura, género e identidad, en la Universidad de Barcelona. Formó parte del taller literario de Miguel Donoso Pareja con quien editó Mensaje en una botella y Nadie sabe qué hará mañana (cuentos). Aparece en las antologías binacionales Ecuador-Perú El desafío de lo imaginario e Historias bajo el árbol. Se concentra en el ámbito de la Narración Oral Escénica desde 2004, cuando organiza el Encuentro Internacional de Narradores Orales ‘Un cerro de cuentos’, evento que realiza durante una década. Con sus espectáculos ha recorrido gran parte de Latinoamérica, España y Francia. El cuento ‘Larga distancia’ forma parte de Tuétano, su último libro.

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