EL DÍA DEL PERIODISTA

Por Óscar Gil, “Ogil»

El jueves pasado, 9 de febrero, se celebró con diversos actos en todo el país el Día Nacional del Periodista.

Varios de mis amigos registrados en mis grupos de contacto y de difusión –incluidos unos cuantos periodistas– me corrigieron diciéndome que la celebración no era el jueves 9, sino que se lleva a cabo es el 4 de agosto.

Les aclaro que la efeméride ‘tradicional’ se creó para conmemorar en todo el territorio nacional el 9 de febrero de 1791, por la aparición ese día del primer periódico en la capital, Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, que dirigió el cubano Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria.

El día fue establecido por Ley 51 de diciembre 18 de 1975, Art. 14, en el mandato del presidente Alfonso López Michelsen.

Completamos, entonces, 48 años de estar festejándolo.

No obstante, es verdad, desde hace 19 años, Colombia dejó de tener solo un día de celebración; ya que mediante la Ley 918 del 15 de diciembre del 2004, Art. 6.°, sancionada por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, como homenaje a Antonio Nariño y en honor a la primera publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre (4 de agosto de 1795) se estableció esta fecha como el Día del Periodista y del Comunicador

Social.

En el mencionado artículo se estableció que los periodistas y comunicadores colombianos deben ser reconocidos por su la- bor social, lo que un día nuestro premio Nobel, Gabriel García Márquez, llamó “el mejor oficio del mundo”.

El propósito de esta ley es el de impulsar las nuevas generaciones de periodismo, y promover una reflexión de su labor dentro de la sociedad. www.ogil.info

Cabe observar las diferencias y similitudes entre periodismo y comunicación, dos oficios íntimamente relacionados, pero que cuentan con diferencias clave en su ejercicio profesional.

Veamos: Al periodista se le exige no cambiar la historia, ya que los hechos se deben exponer tal y como sucedieron, sin producir ninguna modificación, garantizando la seguridad y veracidad de sus fuentes noticiosas; para ello debe investigar, entrevistar, escribir, fotografiar, grabar, y entregar su trabajo al medio en el que será publicado. En cambio, el comunicador tiene la libertad creativa e imaginativa que le permite hacer ajustes de la información o del mensaje para ofrecer una mejor experiencia.

El periodista trabaja en los medios, radio, prensa, televisión y plataformas digitales; en tanto que el comunicador lo hace en agencias publicitarias o corporaciones públicas.

Y..., a propósito de los Derechos del Hombre, conviene recordar que en ellos se incluyen los de las mujeres; porque no hay lugar a la falsa “inclusión de género”; embeleco engendrado por los politiqueros con fines electorales para congraciarse con las féminas y obtener así sus votos.

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