A la alcaldía de Cali CANDIDATOS Y LA POLÍTICA

Poco a poco los distintos candidatos a la alcaldía de Cali comienzan a ser identificados por sus propuestas que no solo buscan seducir a los electores sino también ganar confianza entre la dirigencia política.

El abogado Hernando Morales Plaza, destaca por sus propuestas cargadas de mensajes muy fuertes sobre la seguridad. Con estadísticas sobre la criminalidad en la ciudad, con ejemplos de políticas públicas de otras ciudades del mundo y por su calidad de abogado logra construir un discurso que genera credibilidad y esperanza entre los ciudadanos para erradicar o al menos conjurar la amenaza de las diversas manifestaciones de la delincuencia.

Roberto Ortiz, tiene un discurso bien cimentado de condena a la corrupción. Durante los últimos tres años el empresario ejerció su control político sobre sospechosos actos administrativos de con- tratación en el gobierno de Ospina y documentó episodios que él consideró eran hechos de corrupción. La cultura ciudadana y el transporte público son las otras ideas por las cuales ya los caleños lo identifican a ocho meses de las elecciones.

Miyerlandi Torres, se va a la historia reciente de su vida laboral y recuerda que fue exitosa como gerente de dos empresas sociales del estado a las cuales salvó de la quiebra. También de manera prolija detalla cada uno de los momentos de la pandemia y luego del éxito alcanzado como secretaria de salud municipal en la campaña masiva de vacunación contra el covid. Hace un esfuerzo por convencer que también está preparada para atender otras complejidades del gobierno local pero por fuera de la salud aún no la identifican con determinada propuesta.

Aprovechando su pasado como ministro de justicia en el gobierno de Iván Duque, el abogado Wilson

Ruiz, hace un recorrido por su vida de niño pobre, por sus logros en la procuraduría y en el ejercicio del derecho y aterriza en la crítica de la inseguridad en Cali y le atribuye toda la culpa del mal momento al alcalde Ospina. Se nota que quiere reconocimiento por su lucha en contra de la inseguridad.

A pesar de contar alrededor de veinte candidatos la mayoría hace la campaña de manera distinta y tan distinta que da la sensación de que no existen. No son pocos los que apuestan a una precandidatura para después conseguir un empleo en el gobierno municipal.

Los Vetos

La coalición aparentemente grande y conformada por partidos vigorosos como la U, liberalismo y cambio radical vetó a dos candidatos a la alcaldía de Cali y no los apoyará.

Roberto Ortiz, tiene en su contra a los liberales Fabio Arroyave y Juan Carlos Abadía. Este último es el más férreo opositor al “chonto”, porque siempre lo ha vinculado a casos de corrupción en el gobierno de Ospina. Con acciones en la justicia Abadía ha pretendido silenciar las críticas de Ortiz pero ha fracasado.

El otro veto es para Alejandro Eder. No genera confianza en la política y además le reprochan su carácter o naturaleza ausente de gracia y carisma. Sus dos pecados capitales.

A Un Paso

Amanda Ramírez alista su candidatura a la Asamblea Departamental y todo indica que tendrá el aval de la U. Fue diputada por el conservatismo vallecaucano.

Esa ausencia le haría enorme daño a los conservadores de quienes se espera que pierdan una o dos curules en la diputación. Los pronósticos de entendidos dan cuenta de una sola curul.

Claro que Ramírez tampoco tiene nada seguro en el Partido de la U y de pronto termina solo sumándole a la lista. Aquí la ventaja es que se trata de una organización muy fuerte y si se quema no la dejaran sola.

Recorderis

El representante a la Cámara Cristian Garcés, le salió al paso al precandidato a la alcaldía de Cali, Deninson Mendoza, quien se vende como independiente. Le recordó su militancia en el conservatismo y le refrescó la memoria al decirle que fue su asistente y que después pasó al movimiento de Heriberto Sanabria y fue candidato a la asamblea con el aval de los godos.

Le dijo que luego se adhirió a la U y fue parte de la administración de la gobernadora Dilián Francisca Toro.

Todo lo que dijo Garcés es cierto. Mendoza en su loco deseo por ser candidato y por las circunstancias de la política contemporánea pretende asumir su proceso como independiente pero no lo ha sido.