“El papel del artista es como el del vidente… ve más allá de lo que pasa y predice hasta cierto punto lo que pasará a partir de lo que está sucediendo. El artista con su quehacer además asume un compromiso político, ya no se puede ser indiferente, el país se está hundiendo. Uno de los compromisos del teatro de provincia es ése: hablar y circunscribirse a sus pequeñas realidades y criticarlas, confrontar la inteligencia con el oscurantismo. El teatro tiene que volver a decir lo que la gente quiere escuchar”. Emmanuel Márquez / Fotografía de Alejandro Ortega Neri