LaCarne Magazine N50

Page 26

UN RECUERDO A YEHUDI MENUHIN EN SU CENTENARIO

F

ue en 1930 cuando Albert Einstein, creador de la física moderna, aquel genio científico de origen judío, que, por otra parte, tocaba el violín como una de sus aficiones favoritas, pronunció la sentencia: Por Paquita “Ahora sé que hay un Dios en el cielo”. Una expresión que definía las senGarcía saciones que había experimentado al oír a un chaval de 14 años que termiDirectora de la naba de dar un concierto de violín. Ese chaval era Yehudi Menuhin, neoCompañía Lírica yorquino, hijo también de una familia de origen judío-rusa, un superdotado Extremeña que, familiarizado desde los cinco años con el instrumento, ya a los 12 daba conciertos para asombro de quienes no solo veían en él a lo que se llama un niño prodigio, sino a un músico de primer orden. Un intérprete que terminó siendo, en una carrera imparable, uno de los más grandes violinistas que han existido, amén de un notabilísimo director de orquesta, un pensador, un artista comprometido con los valores éticos, y un abanderado de tantas causas nobles. Una figura, en fin, entre las más relevantes de todo el siglo XX. Esta primavera se ha cumplido el centenario de su nacimiento, pues vino al mundo en la primavera de 1916, y, en recuerdo de tan gran personalidad, es justo que en su conmemora-

26 LaCarne Magazine


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
LaCarne Magazine N50 by LaCarne Magazine - Issuu