Paul Zinnard Tras formar parte de dos bandas, The Bolivians y The Pauls, Carlos Oliver pasa a ser Paul Zinnard. ¿En qué momento decidiste comenzar tu andadura en solitario? La decisión la tomé poco después de terminar la grabación del último disco de The Pauls, “Miss Tokyo meets her lover”. Estaba muy cansado de la dinámica de grupo y me asaltó la idea de escribir canciones sólo para guitarra y voz, me ilusionaba mucho el plan de viajar solo con una guitarra de local en local dando conciertos, aunque nunca fue un plan de acabar con el grupo, sino de empezar una carrera paralela en solitario. ¿Qué motivo te llevó a escoger el nombre de Paul Zinnard? ¿Qué significado tiene para ti? El nombre de Paul lo escogí por el hecho de pertenecer a una banda que se llamaba The Pauls. Lo del apellido tiene algo más de historia, es un nombre que pertenece a un proyecto de “hoax” artístico que venía planeando durante años. El plan consistía en sacar a la luz la obra de un pintor “inexistente” que había tenido mala fortuna a principios del siglo 20, y que había sido eclipsado por las grandes figuras, el nombre de ese pintor era Zinnard. Como el proyecto se había atascado y no se me ocurría otro nombre, opté por darle uso. Tu último trabajo Clean-cut and rude fue publicado en 2014 y es el disco que, según tus propias palabras, mejor has hecho y el más rápido. ¿Por qué crees que es tu mejor trabajo? No estoy seguro de que sea mi mejor trabajo, me falta perspectiva para saberlo, es posible que lo haya dicho, pero seguramente dejándome llevar por la euforia. Sí es verdad que es el disco más veloz que he hecho en mi vida, aunque eso lo destaco más que como anécdota, como reflejo de la búsqueda de espontaneidad que ha representado todo el disco, desde su composición hasta la masterización. Por otro lado, me siento muy feliz y casi satisfecho con los dos discos anteriores y eso se refleja en los conciertos de esta gira.
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