LaCarne Magazine n33

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Los años ‘80

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n los años 80 hemos llegado a un punto en la historia del Jazz dónde todas las tendencias básicas están consolidadas. Los 70 provocaron el surgimiento del, hasta hoy, último estilo nuevo del Jazz desde sus inicios, a finales del siglo XIX.

Que va a pasar ahora? Una pausa? Una repetición continua de todo lo ya escuchado?... Pues claro que no! En las aproximadamente ocho décadas de la intensa historia del Jazz no puede haber dado tiempo a tocar “la última nota” con respecto a cada estilo. Y efectivamente: en primer lugar los 80 se caracterizan por la reinterpretación de estilos “antiguos” del Jazz por músicos jóvenes. Se habla de un Jazz neoclásico (comparad las características formales del neoclasicismo de la música de concierto). Hay una ola de grupos de Swing, de Bebop y Hard Bop (ahora: “Neo-Bop”, “Postbop” o “Bebop Moderno”). Pero sería fatal pensar que estos músicos no hacían más que copiar. Aunque se toque un estilo antiguo siempre se hace desde la perspectiva del ahora. Por lo tanto, es difícil conseguir una copia cien por cien. Siempre habrá un toque diferente que haga que un Bebop tocado en los 80 solo y únicamente pueda ser tocado en este preciso instante. Además, es la intención básica de los músicos de Jazz buscar siempre la innovación, por pequeña que sea. También hay que mencionar que los músicos cada vez estaban más preparados en todos los sentidos: musicalmente y técnicamente. Algunas de las grabaciones de Bebop Moderno realizadas en los 80 superaban en virtuosismo y finura la del original.

Por parte del Neo-Swing tenemos a Scott Hamilton (saxo tenor), Warren Vaché (trp.) Cal Collins (guit.) por mencionar algunos músicos representativos. Billy Harper (saxo tenor) es uno de los nuevos ‘Beboppers’ de los 80 junto a viejas estrellas del estilo que llevaban un tiempo retirados de la escena y vuelven ahora a los escenarios: Dexter Gordon, Johnny Griffin, Art Farmer, Mal Waldron, Red Mitchell, Jay Jay Johnson, Bob Brookmeyer y Woody Shaw. En la línea de músicos que manejan a la perfección la tradición del Jazz y consiguen desarrollar su labor artística sin salirse de este marco, no pueden faltar Wynton Marsalis y Terence Blanchard, y en parte el hermano del primero: Branford Marsalis. Es más: El virtuosísimo trompetista Wynton Marsalis se ha convertido en una especie de guardián de las tradiciones musicales del Jazz. Hasta el punto de entrar en discusiones públicas con otros músicos acerca de dónde termina la música que se debe llamar “Jazz” y dónde empieza algo distinto que, según su opinión, no debería etiquetarse como tal. “[Resumiendo, se puede decir] que un amplio grupo de músicos jóvenes se abstuvo de alinearse en los campos de la Fusión o el Free Jazz. Estos músicos optan por tocar los viejos modelos, no a modo de práctica o ejercicio, sino como fuente motivadora de nuevas ideas y una personalidad artística propia.”1 A parte de este enfoque arriba descrito, hay otros músicos que desarrollan su música de un modo más amplio, manteniendo a su manera viva la llama del Jazz Fusión y el Jazz libre. Dentro del nuevo Bebop surge, por ejemplo, una nueva creación: El Free-Bop, que, como su nombre indica, mezcla elementos del Free-Jazz con el Bebop. Algunos músicos de esta corriente son Barry Altschul, Arthur Blythe, Oliver Lake, Dewey Redman y Julius Hemphill. El grupo World Saxophon Quartet también se asocia al Free-Bop aunque va mucho más allá, incorporando hasta elementos más antiguos del Jazz de

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