Crónico, para La Carne Magazine en el estudio número uno del genial grupo Kusillo en la ciudad de La Paz. Gracias por recibir a La Carne. Grupo: Gracias por venir… Buenas tardes! Hola, somos Kusillo y somos un desastre… ¿Por qué adoptaron el nombre de una danza autóctona, Kusillo? Ari: El nombre de Kusillo decidimos usarlo debido a que, los que conocen la danza ya lo sabrán, se caracteriza por no tener un paso establecido, una coreografía. Y es eso lo que queremos expresar como banda, no tenemos un género, un estilo o una sola línea musical… nos gusta fusionar, experimentar con nuevos géneros mezclando y juntando. Básicamente es por eso el nombre de Kusillo. Hacemos esa analogía. Nos gusta que las cosas salgan sobre qué sentimos o qué queremos expresar. ¿Antes de Kusillo tuvieron otras bandas, verdad? Diego: Antes estaba en un grupo en el que tocábamos Metal inicialmente, y yo entré como el chico extraño del grupo (risas). Creo que Henry y yo hemos sido los últimos en acoplarnos a la formación actual de Kusillo. Henry: Desde colegio ya conocía a los chicos y sí, teníamos una banda con Arcil y un amigo más, Fede el “gaucho”, y éramos los tres. De vez en cuando tocábamos en un instituto que se llamaba TEA, luego me complementé a Kusillo. ¿Cómo se definen y que quieren expresar? Ari: Bueno, creo que lo que caracteriza a Kusillo es la diversidad, no sólo en género sino la diversidad lírica porque tocamos… intentamos fusionar de todo, como el reggae, rock, morenada funk, punk…, un desorden que nos caracteriza. En la lírica eso también nos refleja, hablamos de cosas cotidianas como de cuestiones históricas. Tenemos un par de canciones que hablan sobre la historia de nuestra ciudad, de nuestro país y también hablamos del romanticismo, lo que haces día a día, la familia, la amistad…, entonces no hay un tópico fijo.
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