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España y Argentina Dos orillas unidas por millones de letras
De los grandes exponentes del humor gráfico: QUINO En la ciudad de Guaymallén, Mendoza, el 17 de julio de 1932 nace Joaquín Salvador Lavado (QUINO), apodo que lo diferenciaría de su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante, quien despertó su pasión por el lenguaje del lápiz. Introvertido y solitario por naturaleza, desde pequeño restaba horas a los juegos y deportes para recluirse en algún rincón donde soltar su imaginación y plasmarla en un papel o simplemente, sobre la mesa de madera de la cocina, donde pactaba dibujar con la única condición de lavarla con cepillo y lavandina cuando terminara de cubrirla con sus dibujos. En su adolescencia, ingresa a la escuela de Bellas Artes de Mendoza. Luego de unos años abandona la carrera para dedicarse de lleno a la historieta de humor, género que lo conquistó y le otorgó infinidad de gratificaciones personales y profesionales. Ávido por obtener una oportunidad laboral en la gran vitrina cultural que representa Buenos Aires, en 1951 viaja a probar suerte, aunque acaba regresando a su provincia sin cumplir su sueño. No obstante, vuelve al cabo de un tiempo y logra contactarse con redacciones alcanzando su primera publicación en el semanario “Esto es”. Sus historietas, de humor mudo en los comienzos, se reproducen en revistas como “Rico Tipo”, “Tía Vicenta” y “Panorama”, entre otras, y en diarios de la época. Allí atrae la atención de los prestigiosos dibujantes, Divito y Lino Palacios, mientras tanto, la vida le prepara una sorpresa. Una decena de tiras inéditas esperaban en un cajón. Era un proyecto no concretado: la publicidad para una empresa de electrodomésticos, protagonizada por una familia. Y las guardó para otra ocasión. Julián Delgado, colega y amigo que trabajaba en el semanario “Primera Plana”, un día le pregunta si tiene algún otro material realizado. QUINO se lo ofrece y en 1964 sale a la luz con el nombre de Mafalda. Aquellas tiras olvidadas se publican en “Leoplán”, y es tal el éxito que deberá replantearse cómo continuarla. Así va engendrando la idea de una niña que recibe educación, diametralmente opuesta a la realidad que informan la radio y la televisión; esa eterna paradoja del comportamiento humano. Mafalda se hace las preguntas que casi todos nos hacemos y su espíritu contestatario reflexiona y cuestiona. La acompañan sus padres, su hermano Guille; sus amigos Susanita, Manolito, Felipe, Miguelito y Libertad, quienes también constituyen referentes cotidianos, con personalidades dispares. Una historieta
argentina de excelencia que creció y trascendió, seduciendo a generaciones de lectores del país y del mundo, adueñándose del corazón de niños y adultos. La colección de 10 tomos se siguen reeditando y traduciendo hasta la actualidad, sumados a periódicas antologías. Su vigencia es asombrosa, dado que QUINO la creó en 1964 y dejó de dibujarla en 1973, o sea, hace 41 años… Pero QUINO no solo es sinónimo de “Mafalda”. Posee una valiosísima y numerosa bibliografía de excelente humor gráfico. Algunos de sus títulos: “Mundo Quino”, “A mí no me grite”, “Yo que usted”, “Humano se nace”, “Quinoterapia”, “La aventura de comer”… Confiesa que una de sus fuentes de inspiración es La Biblia y posee una amplia colección de ellas. Aunque no es creyente y por lo tanto no la lee con sentimiento religioso, siempre encuentra “argumentos interesantes” que originan infinidad de contenidos a desarrollar. También es necesaria su lectura -afirma- para poder interpretar la obra de los Grandes Pintores que la alegorizaron. Sería imposible resumir la trayectoria de QUINO. Una nutrida historia, su constante trabajo y su notorio talento. Vivencias que se inician desde su crianza, hijo de andaluces en un barrio de inmigrantes donde las culturas se entrelazaban; su amor por su vocación; la absoluta dedicación al dibujo y al detalle; las anécdotas de su fastidio cuando debió cumplir con el servicio militar obligatorio; su vida junto a Alicia Colombo, su esposa, quien lo escolta y apuntala en su carrera; la avidez por cultivarse permanentemente y adquirir conocimientos; su postura frente a la sociedad, la injusticia social, su exilio en tiempos de dictadura militar, y los merecidos premios nacionales e internacionales, siendo el más cercano el Premio Príncipe de Asturias 2014 en la modalidad de Comunicación y Humanidades. El 29 de septiembre, QUINO festejará los 50 años de la primera publicación de Mafalda. Sin embargo, aún suele rehuir de las entrevistas y conferencias. Prefiere no hablar demasiado, pero cuando lo hace, la humildad, la sencillez y su sentido del humor, advierten que estamos frente a una persona encantadora que nos sigue regalando día a día su entrañable calidez y entrega. Diana PROFILIO, Escritora – Artista Plástica Mar del Plata, Argentina