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La Biblioteca Parnasiana

La unidad del poema

Me buscas y me encuentras. Te busco y te encuentro. Dos en uno. Éxtasis creado.

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Nos encontramos. Celebramos el encuentro. Dos en uno. Éxtasis completo.

El asombro del poema vivido y cantado al unísono.

©Luis Alberto Ambroggio

(Argentina)

ella guarda mis presagios bajo su piel para que mis ojos no se hieran de vida con la luz del despertar. no sabía cuánto la amaba hasta que las flores del parque solas o enviadas por Dios llenaron mi bolsa.

Yuray Tolentino

(Cuba)

Ingenioso geniecillo

Ángel des-alado, indómito y blancuzco, que trepa espacios, en alineadas columnas decoradas... ingenioso geniecillo no ensombrezcas... los días sin horarios, de maniquíes estatuarios.

Jorge Tarducci

(Argentina)

De pensamientos

Colérica con recelo advierte a los tejedores

Y gira cobijada por espuma

Ana Romano (Argentina)

Puedes enviar tu Poema a: letrasdeparnaso@hotmail.com

No olvides adjuntar Fotografía

El poeta nace y se hace

El poeta nace y se hace El poeta camina entre carriles que ocultos por dentro se desvanecen para ser el afuera leer de sentimientos. Sentimientos donde disuelve en letras caminos indecisos de encuentros

El poeta nace y se hace para ser caminante de horizontes, donde no encuentre lindes que entorpezca sus delirios. Delirios observadores de tiempos arraigados a la vida real de todos.

El poeta nace y se hace al mismo tiempo ocupando lugares que sigue en búsqueda de pálpitos de su nacer de cuna, y de ese mantener de amor al mismo tiempo de razón. Razón al abrir su altitud de visión a la escritura del corazón.

El poeta nace y se hace en conjunción de luz siendo su extensión de sentimientos superior sin ser uno mismo en emoción. El poeta brilla a la capacidad de vida, como a la tendencia de vuelo en libertad cuando en escritura rinde homenaje a la narrativa de su verdad de origen.

Lucia Pastor

(España)

Puedes enviar tu Poema a: letrasdeparnaso@hotmail.com

Fotografía y breve Reseña biográfica

Recuerdo de mi estudio

Mi estudio donde escribía, terminó siendo una alacena, donde guardo a cal y canto, mi poesía donde canta el corazón mi pena.

En el tuve, osadía y grandeza, pensar que era un escritor importante y me dormía sentado en mi pereza, colgado del delirio y el estante.

Parίa versos hechos con ausencias, proletarios de sueños anarquistas, donde las ideas eran elocuencias y las ideologías del mundo arribistas.

En el mate mi inocencia, hecha de dolores clandestinos, perdidos en la maledicencia, de sueños rotos y amargos vinos.

En el conocí vida mundana, la eterna sociedad que solo miente. como noches de insomnio en la cama. Nunca pude entender el pasado y el presente.

En mi estudio te soñé, compañera. Eras tu mi dolor y mi alegría. Eran tus flores del jarrón mi Primavera y era tu recuerdo mi poesía.

Podrá el amor habitar en tu lecho de días que se fueron y aún están, por estos latidos que suenan en mi pecho y que sé que mañana volverán.

Francisco Alvarez Koki

(España)

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