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Introducción

La Universidad de Guanajuato conmemora, en 2022, el septuagésimo aniversario de puesta en servicio de dos entidades emblemáticas: la gran escalinata y el Auditorio General, elementos esenciales del proyecto constructivo del edificio central, concebido y ejecutado por el arquitecto Vicente Urquiaga Rivas, que concluyó hasta 1955 y fue inaugurado el 20 de agosto de ese año. El Auditorio (no enteramente concluido) se usó por primera vez de manera oficial el 16 de septiembre de 1951, con la asistencia del presidente Miguel Alemán Valdés. A su vez, la escalinata se estrenó el 16 de febrero de 1952, en ocasión de la apertura de cursos que presidió el secretario de Educación Pública, licenciado Manuel Gual

Vidal, al lado del gobernador del estado, licenciado José Aguilar y

Maya, y del rector Antonio Torres Gómez, lo que significa que ambas obras se ultimaron en el transcurso del año de 1952. A la vista de una conmemoración tan relevante —a medio camino entre las bodas de oro y las de un metal acaso más valioso que representaría los cien años— consideramos muy acertada la decisión de elaborar un libro enteramente dedicado a revisar las vastas y variadas significaciones educativas, urbanas, culturales, artísticas e incluso simbólicas que la escalinata ha adquirido a lo largo de las recientes siete décadas, las cuales, sin duda, sobrepasan las de por sí generosas previsiones de sus impulsores. El nutrido elenco de esos efectos sociales y culturales nos situó pronto ante la exigencia de preparar un libro esencialmente multidisciplinario, abierto y libre, en el que —como en un prisma— se pudieron reunir la diversidad de facetas luminosas emitidas por la escalinata. Así, se reúnen en este libro visiones sobre la escalinata como entidad arquitectónica; como edificio de su tiempo que, con su paso, necesita ser conservado y restaurado; como realización notable y esforzada de las incontables personas y personajes que la erigieron con sus manos, su saber y con el impulso político que le dieron; como hito urbano que acompaña el trayecto vital de las personas que habitan a su alrededor y, al fin, como escenario y protagonista de una importante actividad cultural.

Se dice —con verdad, pero a veces con una ligereza que deja atrás a la reflexión— que la escalinata se ha convertido en el emblema de la ciudad de Guanajuato: la imagen que la representa en la memoria de quienes en el mundo la han visto o se han parado ante ella, y aun entre quienes no han puesto un pie en estas tierras.

Los autores de este libro veremos cumplido nuestro común propósito si quienes abren sus páginas encuentran en ellas una explicación a tan emocionante acontecimiento de apropiación cultural; si las fotografías que hemos reunido les avivan un recuerdo gozoso o una revelación; si, en fin, descubren al recorrerlas —como quien sube sus ochenta y seis escalones— un nuevo motivo para admirar y querer a la icónica gran escalinata universitaria.

Carlos Ulises Mata

Vista general de la escalinata y el auditórium a principios de 1955 (fbg), ageg, FBGO44910734

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