CARTA DEL OBISPO Un tiempo para Empezar de Nuevo

Mis hermanas y hermanos,

Durante la temporada de Cuaresma, se nos recordó que la oración, el ayuno y la limosna nos sostienen espiritualmente, mientras esperamos celebrar la Resurrección de Jesús el Domingo de Pascua. En este tiempo de Pascua, pasamos de la oscuridad a la luz, de la desesperanza a la redención, del dolor de la crucifixión a la gloria de la resurrección. Vemos cómo la muerte y resurrección de Jesús no solo nos muestra su inmenso amor, sino también nos llena de inspiración para nuevos comienzos. De hecho, nos sorprendería, darnos cuenta de cuántos nuevos comienzos están sucediendo a nuestro alrededor, si nos diéramos tiempo para ello. Si tomamos el tiempo para pensar y reflexionar, podremos ver cómo esas ansias de comenzar de nuevo, son las mismas que impulsan e infunden fe en nosotros.

Empezar de nuevo, es a menudo el resultado de un deseo de reevaluar y reconstruir. Ya sea una relación, una organización o una estructura física, que es en realidad, una manera de enfrentar las situaciones, desde una perspectiva mas honesta y realista, lo cual nos lleva a una visión más clara de lo que es esencial, de lo que se necesita cambiar o mejorar y de lo que puede ser excluido u omitido. El proceso en sí mismo, requiere con frecuencia, que invirtamos una cantidad significativa de tiempo. Esta inversión, si la hacemos propiamente, puede darnos una perspectiva mas fresca y reveladora, que nos permitirá mantener la energía y el enfoque para hacer un nuevo comienzo significativo. Si bien un nuevo comienzo puede ser emocionante y a menudo, necesario, también es cierto que puede ponernos un poco nerviosos o ansiosos por la incertidumbre que genera hacer algo nuevo. Son momentos como este, en los que debemos recordar abrazar la incertidumbre y pedirle a Dios que nos guie y nos de paz. Sentirse inseguro acerca de algo desconocido es bastante normal. Durante esos momentos, debemos orar por un espíritu firme que nos mueva más allá de nuestros propios sentimientos de inseguridad y nos impulse hacia una nueva experiencia, que tenga la posibilidad de mejorar nuestras vidas y enriquecer nuestro espíritu de maneras inesperadas y agradables.

Algunos de estos principios frescos y capítulos nuevos, se presentan en la edición de este número. Escuchará a cerca de los nuevos comienzos que han sido cultivados por el programa del diaconado en la Diócesis de Corpus Christi, de cómo se ha estado utilizando meticulosamente, tiempo y esfuerzo para la reparación de varias propiedades y edificios diocesanos, y de cómo es que el don de la maternidad prepara el escenario para dar vida a nuevos comienzos.

Los nuevos comienzos nacen del perdón. Lo viejo o innecesario se hace a un lado, para darle paso a la renovación y reconexión, para la conversión y el nuevo compromiso. Sabiendo que Jesús siempre está dispuesto a perdonar nuestros pecados y ofrecernos paz, aprendemos que estamos invitados a crecer en una relación más profunda con El, renovada por el reconocimiento de nuestros pecados, as como de su perdón y absolución. Empezar de nuevo, tiene el poder de cambiar nuestra perspectiva. Es un llamado a ser más conscientes de cómo nuestros pensamientos y acciones nos afectan tanto a nosotros como a quienes nos rodean. Y con esperanza en nuestros corazones, oramos para que con cada nuevo comienzo, nos acerquemos más a Dios, cuyo amor por nosotros siempre nos induce a la versión más verdadera y mejor de nosotros mismos.

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