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Los ofcios de nuestras antepasadas

Si consultamos la base de datos, podemos constatar que, entre 1501 y 1900, en Bizkaia recibieron el bautismo 636.252 niñas; contrajeron matrimonio canónico 323.986 mujeres en parroquias de Bizkaia y tenemos anotada la defunción de otras 321.527 y la causa de su muerte, en muchos casos al dar a luz.

Más allá de los números, las diversas partidas nos dan muchos datos sobre mujeres. Nos van ofreciendo los nombres de las personas que reciben los sacramentos, pero también de las madres, de las abuelas, de las madrinas y, en muy pocas ocasiones, de algunas mujeres que aparecen como testigos de los matrimonios. Además de los datos de fliación, las partidas también nos dicen de dónde eran naturales y de qué parroquias eran feligresas y también aparecen los ofcios de muchas mujeres.

Una inmensa mayoría son labradoras y en muchas ocasiones, sobre todo a partir del siglo XIX, se consigna como ofcio “las labores de su sexo” o, de forma más fna “sus labores”, para referirse a las tareas domésticas, tradicionalmente consideradas propias sólo de mujeres.

Ahora bien, en las partidas, también aparecen costureras, criadas, fruteras, regateras (que vendían fruta, verduras, aves, pan y pescado), sardineras, hospitaleras, mantequeras, mayordomesas, molineras, nodrizas (a veces con el nombre de “mamera”) parteras, sirvientas, santeras, tejedoras, tenderas, panaderas, actrices, cigarreras, comerciantes, condesas, jornaleras, rentistas, mendigas, sirgueras, claveteras (la encontramos en la construcción de la nueva sacristía de la iglesia de San Antón), maestras, pupileras, propietarias y las llamadas seroras, sororas o freyras, que según una anotación marginal en las constituciones sinodales de 1620, “sirven de sacristanas (…) andan entre los sacerdotes y se llega a los altares a enceder las velas y manosean los ornamentos y vasos cagrados, demás de otros inconvenientes (..)”. Finalmente el cargo de serora fue suprimido sustituyéndolo por sacristanes, si bien podemos encontrar seroras hasta el siglo XVII en las iglesias y ermitas de Bizkaia.

Entre las propietarias destacan destacan Mariana de Loizaga Vildósola, nacida en Gernika en 1786, Condesa de Monte Fuerte, casada con Nicolás Allende de Luno; Teniente Coronel de los Reales Ejércitos; Regidor de la Villa y Corte de Madrid y II Conde de Monte Fuerte, que bautizaron a su hija, María Concepción Leocadia, en la parroquia del Señor Santiago, de Bilbao, el 9 de diciembre de 1829. Otra propietaria es también María Thomasa Ordoño Rosales y Salamanca, Abadesa de Rosales, de la Casa-Palacio del Abad de Rosales en Briviesca (Burgos), que bautiza a una hija, María Michaela Casilda Francisca de Paula, también en Santiago, el 7 de mayo de 1777. Y podemos citar a Maria Concepción Pinel y Ceballos que, además de ser bautizada con 35 nombres el 22 de enero de 1783 en la parroquia de Santa María de Begoña, se convirtió en la IV condesa del Asalto al Castillo del Morro de la Habana, V marquesa de Borghetto y IV marquesa de Ceballos, entre otros títulos.

Ponemos fn aquí a la serie de pioneras con las que hemos querido resaltar mujeres que de una u otra manera han destacado en sus ofcios, aunque sin duda los libros parroquiales nos dan muestra de lo más importante: la memoria de la comunidad cristiana a lo largo de los siglos en Bizkaia en la que muchas mujeres han sido y son protagonistas •