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Misiones

Con los ojos abiertos a África

Coincidiendo con el Día de África, el pasado 25 de mayo, la delegación de Misiones de Bilbao organizó un video fórum en torno al documental `Los párpados cerrados de Centroáfrica´ con la presencia de Berta Mendiguren antropóloga, coguionista del documental y cónsul honoraria de España en Bangui-Centroáfrica y la religiosa de la comunidad Vedruna, misionera en Centroáfrica, Teo Corral.

Hizlari bientzat oso garrantzitsua da gaur egun be Afrika erdigunean bizi dan istilu eta gerra egoera etenbakoaren inguruan berbetan jarraitzea. Denporea igaroten danean holakoak ikustezinak izaten dira eta oraindino be jente asko hilten da bertan egunero. Baliabide natural aberatsak dagoz han: diamanteak, uranioa.... eta orain arte Frantzia eta Txina izan badira horretan jaun eta jabe azkenaldian Errusiarrak be hasi dira muturra sartzen. Dirua eta aberastasuna kanpokoentzat eta herritarrak bien bitartean, eskolatu barik eta armak eskuan hartuta •

Berta Mendiguren: “La gran novedad en Centroáfrica es la presencia rusa”

`Los párpados cerrados de Centroáfrica´ ofrece un retrato de la sociedad centroafricana, de los problemas que está viviendo y de las raíces del conflicto que perdura. Un viaje y un relato que da voz a diversos sectores sociales, desde población rural hasta gobernantes y autoridades, componiendo un mosaico de testimonios y visiones que aproximan al espectador a las diferentes dimensiones que esconde este “país olvidado”, tras el pretexto del enfrentamiento religioso.

La getxotarra, Berta Mendiguren, residente en República Centroafricana ofrece algunas claves de la situación actual que no difiere demasiado con lo que recoge esta cinta, grabada hace ya ocho años.

¿Qué objetivo perseguíais al filmar esta documental y cuál es su hilo conductor?

Hacer un recorrido por la geografía social y humana de la República Centroafricana (RCA) con el fin de comprender el caleidoscopio de causas y actores, no solo del conflicto actual que estalló en diciembre de 2012, sino también de su progresiva degradación y conflictividad desde pocos años después de la independencia. Es un documental sin buenos ni malos, una mirada sobre el ser humano en el contexto de un Estado fallido.

Este documental está rodado en 2016, ¿han cambiado mucho las cosas desde entonces?

El documental se rodó entre 2014 y 2015 pero ya anteriormente, en 2013, el director Alfredo Torrescalles, había querido mostrar este conflicto olvidado tras conocer la labor del infatigable misionero comboniano, Juanjo Aguirre, obispo de Bangassou. En dicho momento rodó en los campos de refugiados sitos en la frontera de RCA con Camerún, en donde las víctimas de los rebeldes de hoy se encontraban conviviendo con las que habían huido “de modo transitorio diez años antes”, durante el golpe de estado dado por François Bozize. Rodaje que dio lugar a otro documental: “RCA: retorno a ningún lugar”. Desde entonces, y por desgracia, la situación ha evolucionado bien poco y bien merecería conformar una trilogía.

Tras el golpe de Estado contra Bozize de marzo de 2013, el rebelde Djotodia subió al poder hasta enero de 2014 en que dio paso al régimen de transición de Catherine Samba Panza. Transición que finalizó con la celebración de elecciones a finales de 2015 ganadas por F. A. Touadera, quién ha sido reelegido por otros cinco años en diciembre de 2020. Días después, la denominada “Coalición de patriotas”, intentó dar un nuevo golpe de estado: alianza “impensable” entre rebeldes y seguidores de Bozize liderados por éste.

Y es así que la situación de violencia continúa hoy en día, con muertos todas las semanas a pesar del silencio internacional y de la presencia de las fuerzas de paz de Naciones Unidas. Y la mayoría de las iniciativas de paz exitosas siguen siendo protagonizadas por los líderes de las diferentes convicciones religiosas encabezadas por el Cardenal Nzapalainga.

La gran novedad es la presencia rusa desde finales de 2017, y en especial de la sociedad paramilitar Wagner, en un intento creciente de Putin por reconquistar hegemonía en África frente a Francia. Si bien en la actualidad Fuerzas Centroafricanas (FACA) y rusos han logrado disminuir la inseguridad (aunque no sin excepciones), la vida cotidiana de sus gentes poco ha mejorado. Para muestra un botón: el país ocupa hoy el puesto 188 sobre 189 países en el Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas. España, el 25. En 2012, la RCA ocupaba el puesto 180.

Lo que se muestra y narra en “Los párpados cerrados de Centroáfrica”, ¿es aplicable a otros países africanos?

La situación de cada país y momento histórico es única, de ahí la necesidad de conocer, de investigar, antes de intervenir en situaciones de conflicto y aplicar soluciones traídas de otros contextos. Aunque claro está, existen rasgos comunes que modelan las causas y posibles

respuestas. Rasgos derivados de un contexto ecológico común con países limítrofes, que va de zonas pre-sahelianas al norte hasta las de bosque ecuatorial de la cuenca del Congo, todas ellas sometidas a los riesgos del cambio climático. Una codiciada cuenca del Congo que recordemos es una de las grandes reservas mundiales de materias primas y de minerales estratégicos raros. Una historia salpicada de múltiples reinos encastrados en el centro de África, aun hoy marcados por la trata árabe y la tardía colonización francesa que bien difiere de la impronta dejada por la indirect rule de la colonización británica. Unos países con gran diversidad étnica y lingüística. E imbuidos de un trasfondo animista a pesar de que algunos como en la RCA sean de mayoría cristiana (como los vecinos Congo o Camerún) y otros musulmana (es el caso de Chad o Sudan). Cada país tiene su rostro propio y múltiple que tiñe igualmente cada conflicto.

Con una población inferior a los 5.000.000 ha. y una superficie un poco mayor de España, la densidad por km2 será un problema para las infraestructuras y el desarrollo.

Efectivamente, pues la red de infraestructuras es muy limitada y en estado de abandono y degradación, concentrándose los escasos servicios en la capital. Si ya es difícil en nuestro país dar respuesta al mundo rural imaginaos en la RCA. Y es justamente esta una de las causas del conflicto actual. Tuve la ocasión de investigar por todo el país entre 2010 y 2013 y la gran queja fue el olvido en que les tenía el poder central. Concretamente las poblaciones del norte, de donde provendría meses después la alianza de rebeldes golpistas Seleka, se quejaban de que “ellos no tenían la suerte de la presencia de la Iglesia con sus infraestructuras: dispensarios, escuelas, pozos. Bangui no hace nada. Si esto continua así nos veremos obligados a dar un golpe de Estado”. Y ello a pesar de ser en su mayoría musulmanes y de que muchos calificarían posteriormente este conflicto de religioso. A ello unían una segunda queja compartida por toda la población, independientemente de su religión, etnia o clase social, salvo por las elites dirigentes: “Bokassa construyó escuelas, hospitales, carreteras, tribunales. Pero tras Bokassa ningún presidente ha mantenido dichas infraestructuras. Todo ha ido degradándose”. Es paradigmático el caso de las infraestructuras educativas que ha llevado a que muchos jóvenes no hayan podido acceder regularmente a la escuela siendo carne de cañón fácil de diferentes grupos armados.

¿Hasta qué punto la situación de “estado fallido” de Centroáfrica es responsabilidad de las grandes y no tan grandes potencias del resto del mundo: Norteamérica, Europa, China…?

Quien vea el documental se dará cuenta que las cosas no son blancas ni negras, que toda la responsabilidad no es externa ni solo interna. Todos tienen, tenemos, una parte de responsabilidad. Cada uno desde el lugar que tiene en la Historia. La gangrena de la corrupción interna se combina con la extrema codicia de los actores externos, ya no solo de los que has nombrado sino también de Rusia, Turquía, Sudáfrica, Chad,… pero a lo macro se une lo micro. Y en lo micro entra la parte de responsabilidad de cada uno de nosotros con nuestro estilo de vida.

La riqueza natural de un país parece que es una bendición en cualquier parte del mundo menos en África, ¿Qué nos puedes decir al respecto?

La RCA tiene un subsuelo muy rico pero difícilmente explotable debido entre otros factores a la ausencia de electricidad o de infraestructuras que faciliten su comercio. Es un país enclavado a 1.425 km del puerto más cercano, Douala, y con un solo aeropuerto internacional. No es tan evidente la explotación de su subsuelo o de sus bosques. Es el comercio de los diamantes quizás el menos costoso. De ahí que a pesar de su enorme riqueza haya estado tan olvidado en la geopolítica internacional. Y sin embargo, no sale de un conflicto cuando entra en otro.

Pero la actual y creciente presencia rusa está poniendo a este país en el mapa y sirviendo a Putin para volver a poner pie en otros países subsaharianos como Mali. Una presencia de nuevo pagada con sus riquezas naturales. Los equilibrios están cambiando, pero todos se interesan en lo mismo. Mientras, la población centroafricana, la subsahariana en general, no recibe ni las migajas. Es el culto a Mammón que no entiende de pertenencias nacionales, políticas, étnicas, religiosas… aun cuando las buenas razones para enfrentarnos con “ese otro” vistan dichos colores.

Dos preguntas resonaban en nosotros al realizar este documental: ¿es real y constructor de paz el simplificar la realidad en buenos y malos?, ¿Qué hubiese hecho yo si hubiese nacido y crecido en un contexto como este?

Quizás un día “Alguien” nos pregunte: ¿Qué has hecho de tu hermana Centroáfrica? Esperemos no responder, cerrando nuestros párpados, ¿soy yo acaso su guardián? •

BUSCADORES DE DIAMANTES

José Ignacio Iturmendi Fotogramas cedidos por el director Alfredo Torrescalles.