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Kartzela Pastoraltza

Dios está entre las personas presas

Voluntariado joven en la cárcel

Siete jóvenes han participado en el campo de trabajo que la pastoral penitenciaria y Bidesari han organizado en el centro penitenciario Bizkaia, en Basauri. Cuatro días intensos, llenos de nervios y sorpresas, tal y como aseguran los participantes. “Días de encuentro con el Dios de Jesucristo” relatan ellos y también para “valorar la suerte de vida y la libertad”. Es sin duda, un campo de trabajo especial donde las cosas más pequeñas son grandes. Lo hemos comprobado en propias carnes durante el confinamiento.

Jesusen Jaungoikoa kartzela barruan dago, azkenetan azkenakaz

María, Maider, Edunxe, Tomás, Carlos, Ainara y Raquel se animaron, cada cual desde su entorno eclesial, a participar de una experiencia de campo de trabajo en la cárcel durante las Pascuas.

Unos días festivos y de vacaciones para muchos jóvenes, pero que otros como ellos, prefieren disfrutarlos de otra manera: dándose a los demás y descubriendo “sensaciones inesperadas”. Y las personas presas lo agradecen, ¡vaya que sí! Salen de sus rutinas y tienen la oportunidad de compartir sus vivencias y creencias junto a otras personas, cuya principal motivación es Dios. Así lo atestiguan los testimonios que verbalizan los jóvenes tras su jornada en la cárcel y los posteriores encuentros que se posibilitan desde pastoral penitenciaria para llevar al corazón lo vivido.

Durante los días que dura la experiencia constatan que han aprendido a valorar y disfrutar las cosas simples de la vida. La gratitud, la empatía o la esperanza son sentimientos que les han asaltado y que han propiciado que sientan la experiencia como algo “muy pero que muy especial”.

Dicen que han visto a Dios en la cárcel “sobre todo, en las caras de alegría de las personas presas” cuando jugábamos con ellas y ganaban “al parchís”. Porque lo importante no es a qué sino con quién se comparte el tiempo de diversión. Han entendido que todas las personas se merecen una segunda oportunidad y que Dios siempre perdona, por lo que eso de que “se pudran en la cárcel” no cabe en el vocabulario de una persona creyente •

Jaungoikoa maitasuna eta babeslekua da kartzelan

Prejuicios fuera

El campo de trabajo también sirve para esto, para despejar recelos, aprensiones... y para mirar y ver con los ojos del corazón. En definitiva, resumen la experiencia vivida en una frase: “Hemos descubierto que Dios ama incondicionalmente y eso nos ha dado una lección de vida”

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