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Josetxu Canibe, sacerdote alavés, ha desarrollado una intensa labor pastoral en nuestra Diócesis
“En los siete agotadores años en las misiones me vacié interiormente” El nombre de Josetxu Canibe es para muchos sinónimo de “director de la revista Los Ríos”, a la que ha dedicado treinta y un años de intenso trabajo y entrega. Su labor en la revista de nuestras misiones, sin embargo, es una de las múltiples facetas de este sacerdote alavés que un día, por casualidades de la vida, recaló en nuestra Iglesia local. Misionero en Ecuador, columnista en varios periódicos, escritor de biografías de nuestros misioneros, sacerdote en diversas parroquias, formador en el seminario, profesor en varias instituciones civiles, comprometido en múltiples actividades sociales, viajero incansable…¡Qué vida más intensa! ¡Cuánto puede dar de sí una persona! Josetxu ha anunciado que deja la revista de “Los Ríos”. Seguirá, sin embargo, activo y comprometido, en las muchas tareas pastorales o de carácter social que todavía impulsa en la parroquia del Carmen de Indautxu, Bilbao, y a pesar de la enfermedad de parkinson, que se le despertó hace algún tiempo. “No tengo ni he tenido tiempo nunca para aburrirme” señala jocosamente. Y uno no puede menos que exclamar en respuesta: ¡Cuánto tiene que agradecer nuestra Iglesia a hombres como éste! A Josetxu Canibe le conoce todo el mundo como periodista y por su dedicación a las misiones.
sioneros “Máximo Guisasola, misionero de dos continentes” y “Un atardecer de junio”, sobre Isidro Uzkudun.
Han sido ciertamente las dos facetas de mi personalidad que más he desarrollado y las que más tiempo he dedicado.
Tu espíritu misionero te acompaña desde tus inicios de cura.
Como periodista has escrito numerosos artículos y hasta libros. En Ecuador, durante mi tiempo en misiones, escribía diariamente una columna en el periódico “Nacional”, bajo el título “Ventana al horizonte”; aquí, en Bilbao, semanalmente, durante nueve años, hice un comentario sobre el domingo en el diario Deia; he dirigido la revista de Los Ríos y en todas las parroquias donde he estado he creado una revista de carácter informativo. Además, como tu señalas, he escrito las biografías de dos importantes mi-
Me ordené de sacerdote en 1959. Estuve tres años en la montaña alavesa, en Pagoeta, Moraza y Baroja, pueblos donde estuvieron Antonio Amundarain, fundador de las aliadas, y don Claudio Gallastegui. Te lo digo porque me enorgullece haber estado donde trabajaron estos dos hombres de bien. De allí fui a Ecuador, (Babahoyo y Santa Rosa 1.963-1970), donde permanecí siete años seguidos, sin vacaciones. Allí me vacié interiormente. En el año 76, tras terminar periodismo en el 74, cogí la dirección de revista de los Ríos, y hasta hoy, siempre metido en numerosos compromisos en favor de las misiones.
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“Bidaiak esperientzia guztiz aberasgarriak izan dira. Beste Eleiza batzuetako, misiolariak zein beste pertsonaia esanguratsu batzuk ezagutzeko erea emon deuste”.