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Alcarràs

todo lo que filmamos, desde construir la relación con los actores a nivel muy profundo a través de los ensayos hasta la escena final en la que intentas que digan más o menos lo que dice el guion pero con una cierta libertad para expresarse con sus propias palabras. También está bastante planificado a nivel de cámara. Me gusta pensar dónde coloco la cámara pero a la vez se tiene que adaptar a los actores. Tengo una lucha constante entre el control y el caos para intentar plasmar las imágenes como las tengo en la cabeza pero a la vez procurar que surjan cosas y que todo lo que ocurra delante de la cámara parezca espontáneo. Hay momentos en la película que por supuesto están más improvisados, depende mucho de la escena.

Lo mismo ocurre con el rodaje en exteriores, ¿teníais muy pensado cómo se iban a adaptar las escenas a cada

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hora del día? Lo tenemos muy pensado pero se ha dado prioridad a los actores y al tiempo que necesitan para que la

película esté bien interpretada. En el pueblo de Alcarràs hay una luz, unos amaneceres y unos atardeceres increíbles, pero en la peli no hay tantos, y esto es así porque hemos querido dar a cada escena el tiempo que necesita. En este caso cuando hay alguna escena más sencilla, con un solo personaje, a lo mejor sí mostramos un amanecer o un atardecer.

Esta es una película más coral que ‘Verano 1993’, pero es curioso que no abandonas del todo el mundo infantil e incluso comienzas la película con los niños. ¿Es porque

este mundo rural te recuerda a tu infancia? Retratar a los niños es algo que me gusta, me apasiona y me motiva pero la idea viene del hecho de que para mí tenía sentido que esta película fuera coral porque al final es algo que les afecta a todos. Evidentemente podríamos haber contado solo la historia de Quimet, pero a mí me costaba también identificarme con un señor de casi cincuenta años que es agricultor. Me parecía que no iba a saber contar bien la película solo desde este punto de vista. Además, me apetecía reflejar lo que era formar parte de una familia muy grande. Empezar con los niños para mí tenía sentido porque son los primeros a los que se echa de su terreno de juego, se pasan toda la película buscando un nuevo espacio para jugar y finalmente lo encuentran. Para mí era una forma de mostrar cómo los niños muchas veces se adaptan más rápidamente que los adultos. Cuando a Quimet todavía le cuesta aceptar que va a tener que dejar estas tierras los niños ya han encontrado otro sitio.

En cuanto al final de la cinta (algo que no importa tanto desvelar en este tipo de cine), ¿quisiste reflejar

la idea de que la vida sigue? La peli es una crónica de una muerte anunciada. No hay nada que desvelar que no sepamos ya que va a ocurrir. Es una película en la que la tensión debía estar trabajada desde otro sitio, no acerca de lo que va a pasar porque lo que va a ocurrir lo sabemos desde el minuto uno. La tensión está más en cómo la familia lidia con eso, sus relaciones y cómo eso les afecta. El final sí tiene un poco esa idea de que la vida sigue, ya que los niños dan siempre esa idea. Como mis tíos cultivan melocotones y continúan haciéndolo al comienzo del proyecto este final iba a ser positivo: esta gente iba a seguir cultivando la tierra; ésta, otra o la que fuera. Poco a poco mientras íbamos preparando el proyecto e iba hablando con agricultores me fui dando cuenta de que están muy jodidos. Tienen que dejar las tierras y no hay relevo generacional porque no hay manera de vivir de esto dignamente, así que mi percepción cambió. Y terminamos con un final que “Si no se hace nada la agricultura tradicional y en no es muy optimista hacia el oficio pero sí que lo es hacia familia se va a terminar, no tiene ningún futuro. la familia y la importancia de Hay que ponerla en valor, ya que es la manera mantenerse unidos a pesar de adecuada de cultivar la tierra". las crisis. En tu nota de intención

sobre la película planteas que querías reflexionar sobre qué es la agricultura hoy en día y sobre si este método tradicional dejaría de ser sostenible. ¿Cómo ves el futuro de este sector, que hoy en día también podría verse afec-

tado por situaciones como la guerra de Ucrania? Ahora mismo, si no se hace nada, esa forma de hacer agricultura en familia se va a terminar, no tiene ningún futuro. Sin